12 Poemas de Eva Durán

Cuento de hadas

la luna arrugada y grasienta
ilumina a la princesa dormida
que flota indemne
hacia el abismo de miedos

el príncipe, mientras tanto
esta ocupado en otras faenas
más accesibles
menos pretenciosas
cansado como está
de que por un beso
le exijan asaltar
el castillo del gigante
enfrentar el dragón demoníaco
pasar a caballo el ojo de una aguja

no quiere saber nada
de esas chicas difíciles
que disfrazadas de cenicienta
y sin saber fritar un pollo

prometen un final feliz
mas allá del sol

«una princesa es igual a todas»
– él piensa
por eso
se queda con la madrastra

motivos para danzar bajo la lluvia

una cabeza de mujer
asomada ligeramente a la ventana

una mano cercenada
una pequeña boca amarga
un corazón palpitante

periódicos bursátiles
cobijan en la acera
al hijo del hombre

perros hambrientos
claman justicia en las calles

la princesa deforme
murió en la bañera
la necropsia disculpó los motivos
(el forense se negó a examinarla)

poeta incendió céntrica pastelería
(su propietario es un critico de arte)
profesor de embriología
de la universidad de Harvard
dicta conferencia gratuita
en el centro de convenciones

la vida debe ser mejor que esto susana,
escoge la hora propicia
amordaza tu dolor
sostén tu respiración y libera tus vísceras
tal vez michima nos espere al otro lado del imperio

la verdad es algo más susana, la vida es otra cosa

Eternidad

Cada noche
mi cuerpo se desdobla
en todas las mujeres
que deseo
y cada una de ellas
espera pacientemente
para satisfacer a mi amante

cada noche
cada una de ellas
da una estocada perfecta

al despertar
un jirón de piel sobre mi almohada

me recuerda
como un pañuelo sangriento
que es sólo una tregua
que la perpetua arremetida feroz

continuará febril, desesperada

que las armas
solo toman aliento al amanecer

nunca se deponen

No importa cuantas veces

no importa cuántas veces
hayas perdido la inocencia
siempre vendrá a ti un hombre
que invoque la magia
y la recupere para ti

luego
por la maravilla de la inercia
te deshojara pétalo a pétalo
dejándote desnuda
liviana

lista para la próxima vez
para el próximo milagro

Jamás pertenecí a ninguna parte

Jamás pertenecí a ninguna parte, siempre fui una cosa extraña
a la que todos (sin excepción) se acercaron con curiosidad
manosearon y abandonaron luego con desencanto
saltando de lugar en lugar
vomitando verdades y contando cadáveres ajenos
la que fue incapaz de pertenecer al mundo
la niña grande que se negó a cumplir 19
la imprudente de rostro dulce y expresión amarga
que recorrió inútilmente cuerpos y avenidas
buscando miradas amables
la ciudadana número 45.752.961
que votó por Samper y no se pierde la novela de las 8
la hija del borracho
que penetró la noche y copuló en moteles baratos
esperando un milagro
o una taza de café caliente al final de la calle

O amor… ¿Por qué no?… Leer más

Proudly powered by WordPress | Theme: Baskerville 2 by Anders Noren.

Up ↑

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos y para mostrarte publicidad relacionada con sus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad