No tuve amor a las palabras; si las usé con desnudez, si sufrí en esa busca, fue por necesidad de no perder la vida, y envejecer con algo de memoria y alguna claridad.
Así uní las palabras para quemar la noche, hacer un falso día hermoso, y pude conocer que era la soledad el centro de este mundo.… Leer más
vengo de una isla iluminada, vengo de los ojos de una mujer. Desciendo por el día, pesadamente. Música perdida me acompaña. Una pupila cargadora de frutos abandonados se adentra en lo que ve. Mi fortaleza, mi última línea, mi frontera con el vacío ha caído hoy.… Leer más
Ella tiene los pies como Marilyn Monroe y una tierna indefensión en los hombros. Están en una sala y la ventana descorre sus cortinas a un atardecer boscoso, pero es como si fuera una esfera de cristal. No se miran. Él la mira a ella.… Leer más
Hoy que me he puesto mi vestido nuevo y me paseo entre gentes ruidosas, atareadas, y que el mundo parece seguir el plan trazado, su comba en forma plena, con la máscara puesta, hoy que Dios ha asomado puntual a mi ventana y me ha dado solícito mis gafas y mi pluma, puedo soñar mi muerte (usted tendrá la suya) mientras miro la vida pasar por mi ventana.… Leer más
«La poesía no sirve para nada y por eso es absolutamente fundamental”
A.L.Amaral
Matar é fácil
Assassinei (tão fácil) com a unha um pequeno mosquito que aterrou sem licença e sem brevet na folha de papel
Era em tom invisível, asa sem consistência de visão e fez, morto na folha, um rasto em quase nada
Mas era um rasto em resto de magia, pretexto de poema, e ardendo a sua linfa por um tempo menor que o meu tempo de vida, não deixava de ser um tempo vivo
Abatido sem lança, nem punhal, nem substância mortal (um digno cianeto ou estricnina), morreu, vítima de unha, e regressou ao pó: uma curta farinha triturada
Mas há-de sustentar, tal como os seus parentes, qualquer coisa concreta, será, daqui a menos de anos cem, de uma substância igual
à que alimenta tíbia de poeta, o rosto que se amou, a pasta do papel onde aqui estou, o mais mínimo ponto imperturbável de cauda de cometa
Matar es fácil
Asesiné (tan fácil) con la uña a un pequeño mosquito que sin tener licencia ni permiso aterrizó en la hoja de papel
En tono, era invisible: ala sin consistencia de visión y, ya muerto en la hoja, dejó un rastro de casi nada
Pero ese rastro en un resto de magia era pretexto para un poema, y aunque ardió su linfa por un tiempo menor que el de mi vida, no dejaba de ser un tiempo vivo
Abatido sin lanza ni puñal, ni sustancia mortal (un digno cianuro o estricnina), murió, víctima de uña, y al polvo regresó como una breve harina triturada
Pero ha de ser sustento, tal como sus parientes, de una cosa concreta, será, dentro de menos de cien años, de una sustancia igual
a la que nutre tibia de poeta, el rostro que se amó la pulpa del papel en el que estoy el más mínimo punto imperturbable de cola de cometa
Imagen personal de ANA LUISA AMARAL
Otras voces
Cerrar los ojos y por dentro resonar en pasado. … Leer más
Entrevista Cristián Warnken a Raúl Zurita La belleza de pensar, 2006.
Entrevista a Raúl Zurita por audisea. www.audisea.com.ar
Raúl Zurita lee un fragmento de «Felices los que lloran» y del «Canto a su amor desaparecido» en la quinta noche del IX Festival Internacional de Poesía de Granada, Nicaragua, el jueves 21 de febrero de 2013
Los Surcos de la Memoria – Raúl Zurita, entrevista
Excelente entrevista de Matilde Burgos para CNN Chile
Verás un mar de piedras Verás margaritas en el mar Verás un Dios de hambre Verás el hambre Verás figuras como flores Verás un desierto Verás el mar en el desierto Verás tu odio Verás un país de sed Verás acantilados de agua Verás nombres en fuga Verás la sed Verás amores en fuga Verás el poco amor Verás flores como piedras Verás sus ojos en fuga Verás cumbres Verás margaritas en las cumbres Verás un día blanco Verás que se va Verás no ver Y llorarás
Pastoral de Chile
I
Chile está cubierto de sombras
los valles están quemados, ha crecido la zarza
y en lugar de diarios y revistas
sólo se ven franjas negras en las esquinas
Todos se han marchado
o están dormidos, incluso tú misma
que hasta ayer estabas despierta
hoy estás durmiendo, de Duelo Universal
II
Los pastos crecían cuando te encontré acurrucada
tiritando de frío entre los muros
Entonces te tomé
con mis manos lavé tu cara
y ambos temblamos de alegría cuando te pedí
que te vinieses conmigo
Porque ya la soledad no era
yo te vi llorar alzando hasta mí tus párpados quemados
Así vimos florecer el desierto
así escuchamos los pájaros de nuevo cantar
sobre las rocas de los páramos que quisimos
Así estuvimos entre los pastos crecidos
y nos hicimos uno y nos prometimos para siempre
Pero tú no cumpliste, tú te olvidaste
de cuando te encontré y no eras más que una esquirla
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