15 Poemas de Adrienne Rich

«La poesía es ante todo una concentración del poder del lenguaje, que es el poder de nuestra última relación a todo en el universo»

A.Rich

En un concierto de Bach

Atravesando la ciudad en una noche de invierno
Dijimos que el arte y la vida son polos opuestos.
Aquí nos acercamos a un amor que no conoce la lástima.

Esta anciana disciplina, severamente tierna,
Renueva la creencia en el amor y sin embargo controla el sentimiento,
Convirtiendo lo que soportamos en una bendición.

La forma es la ofrenda más grande que el amor puede ofrecer –
La unión vital de la necesidad
Con todo lo que deseamos, todo lo que sufrimos.

Un arte demasiado compasivo es apenas un arte a medias.
Sólo tan altiva y comedida pureza
Restaura el demasiado traicionado corazón humano.

Versión de Jaime Manrique Ardila

Desde prisión

Bajo mis párpados se ha abierto otro ojo
mira al desnudo
la luz

que penetra desde el mundo de dolor
hasta cuando duermo

Sin pestañear contempla
cuanto vivo

y más

ve las porras y las culatas de los rifles
subiendo y bajando
ve

(detalle que no sale en la tele)

los dedos de la mujer policía
inspeccionando el coño de la joven prostituta
ve

las cucarachas que caen en la cazuela
en la que cocinan el cerdo
en la cárcel

ve
la violencia engastada en silencio

Este ojo
no es para llorar
su visión
debe ser nítida
aunque haya lágrimas en mi rostro

su propósito es la claridad
no debe olvidar
nada

En aquellos años

En aquellos años, dirán las gentes, perdimos el rastro
del significado de nosotros, de ustedes
hasta encontrarnos
reducidos a yo
y todo ese asunto se tornó
estúpido, irónico, terrible:
intentábamos vivir una vida personal
y, cierto, aquella fue la única vida
de la que podíamos dar testimonio
Pero los grandes pájaros oscuros de la historia gritaron y se
sumergieron
en nuestro clima personal
Fueron decapitados en alguna otra parte pero sus picos y alas
se movieron
a lo largo de la costa, a través de jirones de niebla
donde permanecíamos, diciendo yo

Sueño que soy la muerte de Orfeo

Camino rápidamente a través de las estrías de luz y sombra 
que arroja una arcada

Soy una mujer en la plenitud de la vida, con ciertos poderes
y estos poderes limitados severamente
por autoridades a las que pocas veces veo el rostro.
Soy una mujer en la plenitud de la vida
que conduce a su poeta muerto en un Rolls-Royce negro
por un paisaje de crepúsculo y espinas.
Una mujer con una cierta misión
que la dejará intacta si se obedece al pie de la letra.
Una mujer con los nervios de una pantera
una mujer con contactos entre los Ángeles del Infierno
una mujer que siente la grandeza de sus poderes
cn el preciso momento en que no debe usarlos
una mujer comprometida con la lucidez
que ve, a través de la confusión, los fuegos humeantes
de estas calles subterráneas
a su poeta muerto aprendiendo a caminar hacia atrás, contra el viento,
por el lado equivocado del espejo

Reparto de tareas

Las revoluciones dan vueltas, pactan, hacen declaraciones:
una revista nueva aparece, viejos nombres en su cabecera, 
una revista antigua abrillanta su obra 
con deconstrucciones de la prosa de Malcolm X 
Las mujeres en las filas traseras de la política
todavía lamen hilo para pasarlo por el ojo
de la aguja, truecan huesos por plástico, rajan vainas
para venderlas como collares en los cruceros
hacen inmaculados vestidos de Primera Comunión 
con planchas y vacilante agua caliente 
todavía ajustan los microscópicos hilos dorados
en los chips de silicio
todavía dan clase, vigilan a los niños
desaparecidos en las callejuelas de fuego cruzado, los barrancos de
             repentinas inundaciones
los repentinos incendios de queroseno
-mujeres cuyo trabajo reconstruye el mundo
todas y cada una de la mañanas
                                                       He visto a una mujer sentada
entre la estufa y las estrellas
sus dedos chamuscados de apagar las velas
de la pura teoría             Índice y pulgar: los dos quemados:
he sentido esa cera sagrada levantarme ampollas en la mano

1988

Versión de María Soledad Sánchez Gómez

Nota para posibles inmigrantes

O cruzas por esta puerta

o no cruzarás.

.

Si pasas

siempre existe el riesgo

de recordar tu nombre

.

Las cosas te miran dos veces

tu debes mirar atrás

y dejarlas pasar.

.

Si no pasas

es posible

que vivas dignamente

.

que conserves tus actitudes

que mantengas tu posición

que mueras valientemente

.

pero muchas cosas te harán ciego

mucho te evadirá

a qué costo, quien sabe

.

La puerta en si

no hace promesas.

Solo es una puerta.

Después de veinte años

(AA.P.C.)

Dos mujeres sentadas a la mesa junto a una ventana. La luz cae
de forma desigual sobre ambas.
Su conversación echa chispas
que observan los transeúntes en la calle
como si fuera un centelleo en el cristal de la ventana.
Dos mujeres en la flor de la vida.
Sus hijos son lo suficientemente mayores para tener hijos.
La soledad ha sido parte de su historia durante veinte años,
el tenebroso filo de la aguda lengua,
el lado oscuro de la imaginación.
Nieva y truena en la calle.
Mientras hablan el relámpago destella púrpura.
Resulta extraño ser tantas mujeres,
comiendo y bebiendo en la misma mesa,
las que bañaron a sus niños en la misma palangana,
las que no se contaron sus secretos,
las que recorrieron los suelos de sus vidas en habitaciones separadas
y desembocan ahora en la historia como mujeres de su tiempo,
viviendo en la flor de la vida
como en una ciudad en la que nada está prohibido
y nada permanece.

Consumirse

(a e. k.)

Podemos mirar esta noche la estufa
como un espejo, sí,
el leño serrado, el núcleo
gaseoso amarillo y azul
la ceniza gris en la que palpita el carmesí, sí,
sé que bajo mis párpados
y bajo mi piel
el Tiempo nos arrastra como una corriente de aire
que se eleva, avivando el fuego
en el vientre, en el cerebro
Tú me estabas contando cómo habías puesto la mano
sobre la huella de un indio muerto hace tiempo
y, por un momento, distinguí aquella mano
aquella huella, aquella roca,
aquel sol que producía sueños intensos
Una palabra puede hacer eso
o, como esta noche, el espejo del fuego
de mi mente, ardiendo como si pudiera seguir
consumiéndose, calcinando
alimentándose de todo
hasta que no quede nada en la vida
que no haya alimentado ese fuego

Árboles

Desde el interior, los árboles avanzan hacia el bosque,
el bosque que estuvo vacío todos aquellos días,
donde ningún pájaro podía posarse,
ningún insecto esconderse,
y ningún sol podía enterrar su pies en la sombra;
en el bosque vacío de esas noches,
los árboles abundarán por la mañana.

Las raíces se esfuerzan toda la noche
por desprenderse de las grietas
en el suelo de la terraza.
Las hojas se retuercen hacia los vidrios,
pequeños vástagos endurecidos por el esfuerzo
largas y torcidas ramas que se desprenden con dificultad
bajo el techo, como pacientes recién dados de alta,
medio-aturdidos, dirigiéndose
hacia las puertas de la clínica.
Aquí me acomodo. Las puertas se abren hacia la terraza,
escribo extensas cartas
donde apenas menciono el bosque
y su partida de la casa.
La noche está fresca, la luna entera brilla
en un cielo aún abierto.
El aroma de hojas y liquen
llega como una voz a las habitaciones.
Mi mente está plena de susurros
que permanecerán en silencio mañana.
Escucha. Los vidrios se quiebran,
se tambalean los árboles
Hacia la noche. El viento
se apresura a recibirlos.
Como un espejo la luna se ha quebrado
y en la copa del roble más alto
relampaguean ahora sus fragmentos.

Arden papeles en vez de niños (fragmento)

4. 

Yacemos bajo la sábana

después de hacer el amor, hablando

de la soledad

mitigada en un libro

revivida en un libro

así, en esa página

su coágulo y su fisura

aparecen

palabras de un hombre

que sufre

una palabra desnuda

penetra el coágulo

una mano que agarra

a través de los barrotes:

liberación

Lo que sucede entre nosotros

ha sucedido durante siglos

lo sabemos por la literatura

todavía sucede

celos sexuales

mano que se lanza

a golpear el lecho

sequedad de boca

después de jadear

hay libros que describen todo esto

y no sirven

Te internas en los bosques detrás de la casa

alli, en ese territorio

hallas un templo

construido hace mil ochocientos años

entras sin saber

qué es donde entras

así pasa con nosotros

nadie sabe lo que puede suceder

aunque los libros lo digan todo

Planetarium

Inspirado en Caroline Herschel (1750-1848),
                               astrónoma, hermana de William, y en otras…


Una mujer con forma de monstruo
un monstruo con forma de mujer
abundan en los cielos

una mujer            «en la nieve
entre los Relojes e instrumentos
o midiendo el suelo con pértigas»

capaz de descubrir a sus 98 años
8 cometas

aquella sobre quien la luna gobernó
como en nosotras
levita hacia el nocturno cielo
surca distancias en los lentes pulidos

Galaxias de mujeres, cumpliendo ahí
penitencia por impulsivas
congelados nervios
en aquellos espacios           de la mente

Un ojo
              «viril, exacto y absolutamente seguro»
              desde las confusas telarañas de Uranusbor
            

                         encuentra la NOVA

cada impulso de luz estalla
desde el centro
como se descarga nuestra vida

                        Tycho susurra al fin
                        «Que no parezca que he vivido en vano»

Lo que vemos, lo vemos
y ver es cambiar

la luz que marchita una montaña
y le permite a un hombre vivir

Los latidos del pulsar
el corazón exudando por mi cuerpo

El impulso de radio
que fluye desde Taurus

                          Estoy bombardeada             aun así me yergo

Me he mantenido de pie toda la vida en medio 
del curso directo de una batería de señales
el más fielmente transmitido el más
intraducible lenguaje en el universo
Soy una nube galáctea tan profunda              tan intrincada 
que una onda de luz demoraría 15
años viajando por mí               Y ha ocurrido
Soy un instrumento con forma
de mujer intentando traducir pulsaciones
a imágenes                para aliviar el cuerpo
y reconstruir la mente.

1968

Versión de Myriam Díaz-Diocaretz

Pase lo que pase con nosotras, tu cuerpo
va a rondar el mío —tierna, delicada,
tu forma de hacer el amor, como la fronda retorcida
del helecho de agua en los bosques
recién lavados por el sol. Tus muslos recorridos, generosos,
entre los que mi rostro entero vuelve y vuelve—
la inocencia y la sabiduría del lugar que mi lengua encontró—
la danza vital e insaciable de tus pezones en mi boca—
tu contacto firme, protector, descubriéndome,
tu lengua fuerte, tus dedos finos
llegando adonde estuve esperándote por años
encerrada en mi cueva húmeda y rosa— pase lo que pase, esto es.

Poder

Viviendo en los depósitos de tierra de nuestra historia
Hoy una retroexcavadora sacó a la luz del interior de una falda de tierra desmoronada
una botella ámbar perfecta un remedio
centenario para la fiebre o la melancolía un tónico
para vivir en esta tierra en los inviernos de este clima
Hoy he estado leyendo acerca de Marie Curie:
tenía que saber que sufría la enfermedad de los rayos
su cuerpo bombardeado durante años por el elemento
que había depurado
Parece que negó hasta el final
la fuente de las cataratas en sus ojos
la piel agrietada y supurante de las yemas de sus dedos
hasta que no pudo sostener más ni un tubo de ensayo ni un lápiz
Murió famosa negando
sus heridas
negando
que sus heridas provenían de la misma fuente que su poder.

De  El sueño de una lengua común.

Dedicatorias XII

Sé que estás leyendo este poema

tarde, antes de dejar la oficina

esa de la intensa luz amarilla y la ventana en penumbras

en el cansancio de un edificio que se diluye en la quietud

mucho después de la hora pico.     Sé que estás leyendo este poema

en una librería, de pie, lejos del mar

una tarde gris a inicios de la primavera, con débiles copos de nieve

llegados desde el enorme espacio de praderas que te rodean.

Sé que estás leyendo este poema

en un cuarto donde tuviste que tolerar demasiado

las sábanas se ven revueltas, paralizadas sobre la cama

y la valija abierta habla de un vuelo

pero no puedes partir todavía.      Sé que estás leyendo este poema

mientras el subte pierde impulso y antes de correr

escaleras arriba

hacia una clase de amor desconocido

que tu vida aún nunca permitió.

Sé que estás leyendo este poema a la luz

del televisor donde imágenes sin sonido irrumpen y se suceden

mientras esperas noticias de la intifada.

Sé que estás leyendo este poema en una sala de espera

entre ojos conocidos y hostiles, llena de empatía con extraños.

Sé que estás leyendo este poema bajo una luz fluorescente

con el aburrimiento y la fatiga de los jóvenes excluidos,

que se excluyen a sí mismos de la vida con excesiva rapidez. Sé

que estás leyendo este poema con la vista que te falla, que gruesos

lentes agigantan estas letras hasta borrar todo sentido, y aun así

persistes porque el abecedario mismo es valioso.

Sé que estás leyendo este poema mientras esperas que en la cocina

se caliente la leche, con un niño que llora en tus brazos, un libro en la mano

porque la vida es breve y tú también estás sedienta.

Sé que estás leyendo este poema escrito en un idioma que no es el tuyo

adivinando ciertas palabras mientras otras te fuerzan a seguir

y yo quiero saber cuáles son esas palabras.

Sé que estás leyendo este poema con el deseo de oír algo, desgarrada

               entre la amargura y la esperanza.

como quien regresa una vez más a la tarea indispensable.

Sé que estás leyendo este poema porque no queda

               ya nada que leer

ahí donde llegaste, desnuda como estás.

 de An Atlas of the Difficul World, 1991

Traducción: María Negroni

Porque ya no somos jóvenes, las semanas han de bastar
por los años sin conocernos. Sólo esa extraña curva
del tiempo me dice que ya no somos jóvenes.
Caminé acaso yo por las calles en la madrugada, a los veinte
con las piernas temblándome y los brazos en éxtasis más pleno?
Acaso me asomé por alguna ventana buscando la ciudad
atenta al futuro, como ahora aquí, esperando tu llamada?
Con el mismo ritmo tú te aproximaste a mí.
Son eternos tus ojos, verde destello
de hierba salvaje refrescada por la vertiente
Sí. A los veinte creíamos ser eternas.
A los cuarenta y cinco deseo conocer incluso nuestros límites.
Te acaricio ahora, y sé que no nacimos mañana,
y que de algún modo tú y yo nos ayudaremos a vivir,
y en algún lugar nos ayudaremos tú y yo a morir.

De Veintiún Poemas de Amor.

«¿Qué necesita saber una mujer para convertirse en un ser humano consciente de sí mismo y con capacidad para definirse? »

(Pregunta planteada por Rich en la conferencia que impartió para Ia ceremonia de graduación de 1979 en el Smith College, uno de los primeros colegios universitarios para mujeres, Northampton, Massa­chusetts)

Adrienne Cecile Rich ( Baltimore, EE.UU. 16 de mayo de 1929 -Santa Monica, California, 27 de marzo de 2012).Poeta, ensayista, académica y activista feminista. Considerada como una de las pensadoras mas influyentes de su época.

Nació en una familia acomodada.Su padre, un brillante patólogo, era un culto judío asimilado. Estudió en el Radcliffe College donde obtuvo el título de Bachelor of Arts. Conducida por su padre a perseverar en el estudio y en la practica de la poesía, Rich publica en 1951 su primer libro de poemas, A Change of World.  Cuatro años después aparece The Diamond Cutters, que le valió entusiastas elogios de importantes poetas de la época. Se casa con Alfred Conrad y con 26 años tiene su primer hijo y comienza una vida que mas tarde ella definiría como de domesticidad absoluta en los suburbios acomo­dados de Cambridge, Massachusetts. A la edad de treinta años, Adrienne Rich tenía ya tres hijos. En 1963, tras ocho años de silencio dedicada a su familia, publica Snapshots of a Daughter-in-Law, y empieza a fijar, la fecha en cada poema en un intento de establecer una conexión entre su vida y la poesía. En los años sesenta Rich se siente profundamen­te implicada en los cambios políticos y sociales que están teniendo Iu­gar en Estados Unidos y comienza a investigar y profundizar en el po­der del lenguaje como fuerza de alienación, en los derechos civiles de las minorías y en el Movimiento de Liberación de la Mujer. Necessities of Life (1966), Leaflets (1969) y The Will to Change (1971) se publican en estos años y se convierten en la prueba escrita de su convicción de que lo personal y lo político son inseparables y que  la corrupción del lenguaje es parte fundamental de cualquier política explotadora. En 1970 el divorcio y el suicidio de su marido también se plasman en u poesía de ese momento.

En 1973 publica Diving into the Wreck le vale a Rich el prestigioso National Book Award que ella acepta «en nombre de todas las mujeres». En 1976 se declaró lesbiana y publica la mítica obra «Nacemos de Mujer», una revisión feminista de la maternidad y una queja apasionada de la falta de control que la mujer ha ejercido siempre sobre su cuerpo, un cuerpo sobre el que, según sus palabras, el patriarcado ha erigido su poder.

Desde los 80 y hasta el final de sus días, su pareja fué la escritora Michelle Cliff.

Los poemarios The Dream ofa Common Language y A Wild Patience Has Taken Me This Far, mostraban la conviccion de la autora de que la identidad femenina se forja dentro de una comunidad de mujeres unidas por unos lazos de afecto y solidaridad que tienen indudables resonancias homosexuales. En años sucesivos los poemarios se fueron sucediendo: Your Native Land, Your Life  (1986), Time’s Power  (1989), An Atlas ofthe Difcult World  (1991), Dark Fields of the Republic (1995) y Midnight Salvage (1999). Todos ellos representaron un paso más en su camino hacia la adquisición de una identidad propia, abandonando una poesía explícitamente lesbiana y acercándose al mundo masculino a través de la recuperación afectiva de las figuras de su padre y de su marido. Aunque continua viendo la rea­lidad desde una óptica feminista, Rich ha mostrado en estos libros su solidaridad con todos los seres humanos y una conciencia mas amplia de lo que es el yo con relación a los demás.

La obra poética y ensayística de Adrienne Rich ha sido inspiración de las luchas feministas en toda América.

Premios:

 El  National Institute of Arts and Letters en 1959, Shelley Memorial Award en 1971, National Book Award en 1974,  American Academy of Arts and Sciences en 1991, y el Premio Griffin Trust por Excelencia en la Poesía. Fue Doctora Honoris Causa por Smith College y por las Universidades de Brandeis, Harvard y City College of  New York. 

En 1994, al ser galardonada con el National Book Award se negó a recibirlo individualmente, por lo que se unió a otras dos poetas nominadas, Alice Walker y Audre Lorde, para aceptarlo en nombre de todas las mujeres «cuyas voces aún no se han escuchado en un mundo patriarcal».

En 1997, Rich rechazó la Medalla Nacional de las Artes como acto de protesta contra el gobierno de Bill Clinton manteniendo en una carta publicada en Los Angeles Times el 3 de agosto de 1 997 que «un Presidente no puede rendir honores significativamente a determinados artistas simbólicamente elegidos mientras Ia gente, en su mayor parte, esta tan deshonrada».

Enlaces de interés :

http://porelpanylasrosas.weebly.com/uploads/1/1/8/1/11810035/adrienne_rich_-_sangre_pan_y_poesia_prosa_escogida_1979-1985.pdf

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