Poemas de Lamia Abbás Amara

PIEZAS

Estás cansado, no sientes mi existencia,
no ves el placer que rodea mis labios,

no hueles el perfume que exhala amor.
Mi perfume no significa nada para ti.

Alma dormida, piezas del corazón,
fuente de amor intenso un día

tus brazos débiles de fatiga
vierten el sueño en mis brazos.

¡Vaya fidelidad!
Ha hecho que olvides a quién has prometido ser fiel.

¿Acaso mi llanto no brota de deseo
y sigues aguantando mis lágrimas?

El silencio envolvió las bellas palabras que,
suavemente, vertiste en mis oídos.

¿Acaso recuerdas tus palabras: «Afrodita, no te apagues,
te veo con tu luz»?

Apenas pasó un año,
¿cómo te cambió el tiempo y no dejó de ti sino
la forma humana?

Had the Fortune-teller Told Me

If only the fortune-teller had told me that

you would, one day, be my beloved

I wouldn’t have written love poems for a man

but would have prayed, mute,

that you would always be my lover

If only the fortune-teller had told me that

I would touch the face of that high moon

I wouldn’t have dallied with the pebbles on the walls

or strung together the beads of my hopes

If only the fortune-teller had told me that

my beloved

would be a prince, astride a ruby horse

life would have pulled me along with its blonde braids

and I wouldn’t have dreamed of my death

If only the fortune-teller had told me that

my beloved, on a snowy night

would hold the sun in his hands

my lungs would’ve blossomed

and yesterday’s worries would have shrunk in my eyes

If only the fortune-teller had told me that

I would meet you in this labyrinth

I would have cried for nothing in this world

I would have gathered my tears

all my tears

for the day when you abandon me

Traducido del árabe por Hend Saeed

Un retrato de 1949 de Lamia Abbas Amara por Jawad Saleem

Lamia Abbas Amara (Arabe : لميعة عباس عمارة;  Mandeo: ࡋࡀࡌࡉࡀ ࡀࡁࡀࡎ ࡀࡌࡀࡓࡀ). (Bagdag, Irak, 1929-Estados Unidos- 18 de junio de 2021). Pionera de la poesía árabe moderna y una figura importante de la poesía contemporánea en Irak.

Nació en una familia mandea en Bagdad y luego creció en Amarah. Lamia provenía de una familia poética (era prima del conocido poeta iraquí Abdul Razak Abdul Wahed)

Comenzó a escribir poesía a los doce años y a los catorce publicó su primer poema en una revista. Estudió en la Escuela de Formación de Profesores, que más tarde pasó a formar parte de la Universidad de Bagdad, y se graduó en 1950. y, durante muchos años, enseñó árabe. Durante su época de universidad se relacionó con grupos de compatriotas y futuros poetas, incluidos Badr Shaker Al-Sayyab, Nazik Al-Malaika y Abd al-Wahhab al-Bayati, que dedicó su vida a la literatura. A través de animados debates y competencias, este grupo de poetas llegó a liderar Shi’r Al Hurr, una versión árabe del movimiento de poesía en verso libre conversacional y libre, que tiene sus raíces en Francia a principios del siglo XIX. La libertad que se encuentra dentro del Shi’r Al Hurr influyó notablemente en la poesía de Lamia.

Era una amante de todas las facetas de la lengua árabe, con poesía y prosa escritas en un dialecto coloquial clásico y conversacional.

Ha escrito tanto verso formal como libre, pero que prefería escribir verso libre por considerar que la acercaba a su audiencia.

Fue miembro de la junta administrativa de la Unión de Escritores Iraquíes en Bagdad entre 1963 y 1975, miembro de la junta administrativa del Sínodo Siríaco en Bagdad y representante permanente adjunta de Irak ante la UNESCO en París entre 1973 y 1975, y directora de cultura y artes de la Universidad Tecnológica de Bagdad.

Dejó Irak en 1978 y vivió la mayor parte de su exilio en San Diego, Estados Unidos, después de emigrar durante la época de Saddam Hussein. Su hermana, Shafia Abbas Amara, también emigró a San Diego.

Junto con su hermana Shafia publicó una revista llamada Mandaee en los Estados Unidos, que estaba principalmente en árabe pero también parcialmente en inglés.

Escribió tanto en árabe clásico como en dialecto iraquí. Entre su obras destacan The Vacuum Corner (El rincón vacío,1960), The Return of Spring (La vuelta de la primavera (1963), Ashtar Songs (Canciones de Ishtar,1969), They Call Him Love (Lo llaman amor, 1972), Una iraquí (1973),Had the Fortune-teller Told Me (Si el oráculo me dice,1980), The Last Dimension (La última dimensión,1988).

El estado libanés le concedió the National Order of the Cedar (la Orden Nacional del Cedro) por su trabajo.

Abbas murió en un hospital de California el 18 de junio de 2021, a los 92 años.

En unas declaraciones a www.thenationalnews.com Amara dijo que también estaba satisfecha con las contribuciones de ella y sus colegas a la sociedad y la cultura iraquíes.

Enlaces de interés :

https://youtu.be/8PVCnKokX50?feature=shared

Abd al-Wahhab al-Bayati visual

Esta conferencia tiene lugar con motivo de la exposición «Hilos de Luz» del artista iraquí Hanoos.La obra pictorica expuesta está inspirada en la obra poética de Abdel Wahab Al Bayati. Junto a Hanoos, participan en el encuentro Pedro Martínez Montávez, arabista y catedrático de emérito de la Universidad Autónoma de Madrid y Alberto Palomera, profesor y crítico de arte. El acto es presidido por director general de Casa Árabe, Eduardo López Busquets, y el embajador de Iraq en España, Wadee Al-Batti.





Entrevista de Abd al-Wahhab al-Bayati con Mohammad Reda Nasrallah en el programa "This Is It" en 1995




Enlaces de interés :

https://poetryalquimia.org/2023/02/24/13-poemas-de-abd-al-wahhab-al-bayati/

13 Poemas de Abd al-Wahhab al-Bayati

El poeta se disculpa por tan breve discurso

Señoras y señores:
mi discurso será breve,
pues detesto que las palabras ocupen todo mi tiempo.
Mi lengua
no es una espada de madera.
Mis palabras, señoras, son de oro.
Mis palabras, señores, son racimos de cólera:
no estoy borracho, sino harto.
Las velas se han apagado,
las noches son frías.
Y yo llevo mi corazón en una maleta
como un niño muerto cuya cruz se hundió en el llanto
después de mil traiciones, tras un millar de sucias mentiras.
Mi discurso ha sido breve:
no estoy borracho, simplemente me burlo
de mi propio dolor.
Yo no soy el César,
pero Roma está ardiendo por los cuatro costados.
Y mi alma se ahoga
bajo mil traiciones, entre un millar de sucias mentiras.
Adiós, pues,
señoras y señores.

El fuego y las palabras, 1964. Traducción de Federico Arbós Ayuso.

Poesía y Revolución

«La falsedad del verso
es su mayor dulzura»,
afirmaban.
Mentían,
hatajo de haraganes tuertos,
sandalias de implacables sultanes
invasores.
¡Destruye esos ídolos, poesía!
¡Irrumpe en todo lo que nos atañe!
Ven a recorrer los mares,
a contemplar la estrella de los pueblos.
Que yo voy a lanzar al vuelo las campanas,
a entrar en la hoguera con los pies desnudos.

Palabras inmortales, 1960. Traducción de Federico Arbós Ayuso

Nacimiento
La creatividad es amor,
El amor es muerte
y la creatividad, el amor y la muerte son nacimiento.
¿Por qué, entonces, murieron Neruda y Hikmet?
¿Por qué la última rosa
del balcón de mi casa se abrasó?
¿Por qué la estrella de mi amor se ocultó?
Bailarina de Humo
Una bailarina del mar de China
danza en una caja de porcelana.
Cierra los ojos
y llora
llevando en una mano un pájaro
que eleva como ofrenda a la luz
y en la otra una flor de almendro
que esconde en el fondo de la caja.
Cae, cual estrella, en el mar de China
y desaparece como el humo en el viento.

Del poemario: El jardín de Aisha, 1989

Secret of Fire

On the last day
I kissed her hands,
Her eyes / her lips.
I said to her: you are now
Ripe like an apple
Half of you: a woman
The other half: impossible to describe.
The words
Escaped me
And I escaped them
Both of us collapsed.
Now I pray
For the childhood of this light face
And for this ripe, burning body
I bring my face closer
To this gushing spring,
Thirsty.
On the last day, I said to her:
You are the fire of the forests
The water of the river
The secret of the fire
Half of you cannot be described
The other half: a priestess in the temple of Ishtar.

El secreto del fuego 
El último día, besé sus manos,
sus ojos, sus labios.
Le dije: ahora estás
madura, cual manzana.
Una parte de ti es una mujer
y la otra algo indescriptible:
Las palabras
huyen de mí
y yo huyo de ellas.
Ambos fluimos
hacia la infancia de este rostro trigueño
y este cuerpo cálido y lozano.
Ahora suplico
y, sediento, acerco mi rostro
a esta fuente rebosante.
El último día, le dije:
Eres el fuego de los bosques,
el agua del río
y el secreto del fuego.
Una parte de ti es indescriptible
y la otra: sacerdotisa en el templo de Ishtar.

Del poemario: El jardín de Aisha, 1989

El mercado de la aldea

El sol, demacrado, vuela, 

y las botas viejas de un soldado 

pasan de mano en mano, 

y un campesino mira al vacío: 

«Al comienzo de las monedas seguramente llenas, 

compraré estas botas». 

El grito de un gallo escapó de su jaula, 

y un pequeño santo: 

‘Ninguno te rasca la piel como tu propia uña’ ‘, 

y’ ‘El camino al infierno está más cerca que el camino del paraíso’ ‘. 

Las moscas, 

y los hombres intentaron cosechar : 

» Ellos sembraron, y no hemos comido; 

Sembramos, a pesar de nosotros mismos, y comen «. 

Y los que regresan de la ciudad, 

oh bestia ciega, 

cuyas víctimas son nuestros muertos,

Los soñadores de buen carácter, 

y el abatimiento de las vacas, 

y la mujer que vende brazaletes y perfumes, 

gateando como un escarabajo: 

«¡Oh, Sodoma, mi querida alondra!» 

El perfumista no puede reparar el daño del destino opresivo ». 

Rifles ennegrecidos y un arado, 

Y un fuego parpadeante, 

Y un herrero con un párpado inyectado en sangre 

Atraído por el sueño: 

» Aves de una bandada de plumas juntas, 

Y el mar nunca puede lavarse Pecados y lágrimas. » 

El sol en el hígado de los cielos, 

y las mujeres que venden fruta recogen sus canastas: 

» Los ojos de mi amado son estrellas. 

Y su pecho es un lecho de rosas primaverales ». 

El mercado desierto. , y las pequeñas tiendas,

Cazado por los niños, 

Y el horizonte lejano, 

Y el bostezo de chozas en el palmeral.

Las Fuentes
Moriré de amor bajo su jaima,
regresaré a la infancia
siendo pastor del ganado de la tribu,
como Harún Al Rashid,
rey y sultán
sobre las bandadas del reino de las perdices
y las tribus de las lluvias en todas las estaciones.
Mi oro: las fuentes de la vida.
Mi riqueza: la angustia de la existencia.

Traducción del árabe : María Luisa Prieto

Jinetes de niebla

Sufríamos registros y cárceles
mientras vosotros cantábais ebrios,
nietos de jinetes de niebla,
y moríais de hastío en los cafés
vomitando poemas en burdeles y tabernas,
fabricando tragedias con gente afligida.
Mientras había fuego, ceguera y muerte
en todas partes,
vosotros jugábais a las damas entre humo,
atestiguábais en falso,
alzábais muros ante la gloria,
el dolor y el triunfo
de la palabra.

1964

De «Libro de la pobreza y la revolución». Ediciones Endymion . Traducción de Federico Arbós. 1989

Nacer en ciudades que no han nacido
Nazco en ciudades que no han nacido
pero en la noche otoñal de las ciudades árabes,
con el corazón roto, muero.
En Granada entierro mi amor
y digo:
«No hay más vencedor que el amor».
Quemo mi poesía y muero.
Y sobre las aceras del destierro
resucito
para nacer en ciudades que no han nacido
y morir.

Traducción del árabe : María Luisa Prieto

Poema de Amor a Ishtar

I

Vierte el ciprés en la noche lágrimas de amante,

al relámpago abre su pecho:

A sus pies, cubierto el rostro de nieve silvestre,

se prosterna el augur de las estaciones

desnudo y aterido

y araña la tierra y la desnuda

y muere,

dejando una gota de luz entre sus pequeños pechos,

en su vientre un temblor de volcán que despierta.

Allí donde germinan las semillas

ofreciendo el calor de los abismos

como leche materna

y las raíces se propagan

para devolver la sangre a los veneros,

el agua del río al inmenso mar,

las mariposas al prado florido.

¿Cuándo volverá Ishtar a nuestra casa,

escoltada por la luz y los pájaros?

II

Me nacieron alas

mientras de destierro en destierro llevaba

el dolor de las noches lluviosas,

flores de cementerio,

amuletos de monarcas hechiceros:

Como el agua del río bajo los puentes del mundo

cargado de odio, alcancé a ciegas las riberas sombrías

y desgarrándome el cuerpo te llamé en nombre de la palabra.

Buscando tu pequeño rostro dulce

en tiempos de terror y asesinatos,

de magia y muerte de los dioses.

Te desée en mi última hora y al nacer de nuevo.

En las fiestas de muerte de los pobres

preguntaba por tí, suplicaba,

besaba los sepulcros de los santos

y el polvo del más ilustre enamorado.

Pero tras un millar de oraciones,

llovieron los cielos nieve y sangre

y mujeres fantasmales, ciegas muñecas de barro,

no vieron la aurora de mi alma

ni la noche de llanto en mi rostro.

¿Cuándo aparecerá Ishtar como la estrella del crepúsculo

y llegará hasta nosotros?

Igual que aquella tarde vino el rey del amor 

para recitar a los difuntos el Eclesiastés

y con mano piadosa cubrir mi rostro

y mi vida atormentada.

III

En el contraluz de la ventana

aleteó un pájaro cantando

y una rosa ardiente me ofreció como saludo,

brasa trémula que cayó en mis brazos

cuando envuelto en la soga de la horca dormía.

La rosa se hizo niña

y la niña hembra enamorada

que ansiaba la luna de nieve y el fulgor del rayo.

De : Escrito en el barro,1970, Traducción Federico Arbós, Ediciones Hiperión

E Pur Si Muove

Como gustéis, señores: la tierra no se mueve.
Ni siquiera una de sus mitades está envuelta en tinieblas.
Las tumbas sólo encierran muñevas,
juguetes infantiles, flores.
Pasado y futuro
decretados y escritos están,
pues vosotros sois los amos
y alfombras palaciegas, criados,
mozos de cuadra nosotros.
Por el oro brillante de ladrones y mercaderes,
por los hermosos gatos del príncipe
vamos a la guerra y como soldados morimos
a pleno día en las trincheras.
Pueblo mísero en el entierro del sol,
derrotado y hambriento,
exterminado por los tártaros.
Como gustéis, señores: yo repito
lo que al sultán dijo el poeta
en siglos vergonzosos y violentos.
Somos volcán dormido,
revolución sin fecha.
Como gustéis, señores: silenciad al poeta,
quebrad la guitarra, detened los ríos.
Pero sabed que vuestra época ya murió para siempre,
que tornáis tan sólo como espectros insepultos.
Porque anegada en luz su mitad anónima,
la tierra se mueve a pesar de vuestro odio.

1965

De «Libro de la pobreza y la revolución». Ediciones Endymion . Traducción de Federico Arbós. 1989.

Traveller without baggage

From nowhere,
With no face, no history, from nowhere,
Beneath the sky, and in the moaning of the wind,
I hear calling me- »come»
Across the hills.
The swamp of history crossed by men
As many as the grains of sand.
The earth remains, and men too remain,
The plaything of shadows.
The swamp of history, the sad land,
And the men,
Across the hills.
There passed over perhaps thousands of nights,
While in vain I heard her call in the wind-»come!»
Across the hills.
I, and thousands of years of years,
Yawning, sad, bored,
From nowhere,
Beneath the sky,
Within me my soul dying with no hope,
While I and thousands of years
Are yawning, sad, bored.
I shall be, but in vain!
I shall remain from nowhere,
With no face, no history, from nowhere.
Light and the tumult of the city strike me from afar.
The same boredom.
I walk on, caring for nothing.
Thousands of years, and nothing waiting for the traveller
Save his sad present,
Mud and clay,
Thousands of years,
And the eyes of thousands of locusts.
The walls of the city appear, but for what gain shall I hope,
From a world which still lives with a hateful past
Without a sound of protest?
Which lives on the carrion with perfumed brows?
The same life,
The same life,
A new boredom stronger than stubborn death repaves its road,
Beneath the sky
With no hope.
Within me my soul dying 
Like the spider,
My soul dying.
On the wall 
The light of day.
This day was never meant for me.
The door was shut, this day was never meant for me.
I shall be, but in vain!
I shall remain from nowhere,
With no face, no history, from nowhere.

Viajero sin equipaje

De la nada, 

sin rostro, sin historia, de la nada, 

debajo del cielo y en el gemido del viento, 

oigo que me llaman … «ven», 

cruzando las colinas. 

El pantano de la historia atravesado por hombres 

Tantos como los granos de arena. 

La tierra permanece, y los hombres también permanecen, 

El juguete de las sombras. 

El pantano de la historia, la tierra triste, 

Y los hombres, 

Al otro lado de las colinas. 

Allí pasaron tal vez miles de noches, 

mientras que en vano la oí llamar al viento, «¡ven!», 

A través de las colinas. 

Yo, y miles de años, 

bostezando, tristes, aburridos, de la 

nada, 

debajo del cielo, 

dentro de mí mi alma muriendo sin esperanza,

Mientras yo y miles de años 

estamos bostezando, tristes, aburridos. 

Lo seré, pero en vano! 

Permaneceré de la nada, 

sin rostro, sin historia, de la nada. 

La luz y el tumulto de la ciudad me golpean desde lejos. 

El mismo aburrimiento. 

Sigo caminando, sin preocuparme por nada. 

Miles de años, y nada esperando al viajero. 

Salve su triste presente, 

Barro y arcilla, 

Miles de años, 

Y los ojos de miles de langostas. 

Aparecen los muros de la ciudad, pero ¿para qué beneficio debo esperar, de 

un mundo que aún vive con un pasado odioso 

sin un sonido de protesta? 

¿Qué vive en la carroña con las cejas perfumadas? 

La misma vida, 

la misma vida.

Un nuevo aburrimiento más fuerte que la muerte obstinada reemplaza su camino, 

Debajo del cielo 

Sin esperanza. 

Dentro de mi mi alma muriendo 

Como la araña, 

Mi alma muriendo. 

En la pared 

La luz del día.

Este día nunca fue hecho para mí. 

La puerta estaba cerrada, este día nunca fue para mí. 

Lo seré, pero en vano! 

Permaneceré de la nada, 

sin rostro, sin historia, de la nada.

Morir en la Poesía
Caminamos hacia el mar despidiéndonos del sol
que se sumergía en una ola. Ella me dijo:
La poesía está prohibida, como el vino,
pero yo en la poesía muero.
¿Quién es Lara, Aisha
o este horizonte cerrado?
Le respondí: Ella es el amor perdido y el tiempo ausente,
y si quieres más,
ven, sumerjámonos en el mar.

Abd al-Wahab al-Bayati (Bagdad, Irak, 19 de diciembre de 1926- Damasco, Siria, 3 de agosto de 1999). Poeta y escritor perteneciente a la generación de los cincuenta o «yíl al-jamsfnat». Rompió con quince siglos de tradición poética al introducir el verso libre en la poesía árabe, por lo que es reconocido como el más importante poeta de la lírica árabe contemporánea.

Abd al-Wahhab al-Bayatf nació en Bagdad, en un barrio de campesinos y obreros denominado Hayy Bab al-Saij al-Kilanf. Estudió la enseñanza primaria en el mismo barrio en el que nació; poco después pasó a la escuela secundaria y tras un erróneo paseo por la Academia Militar, ingresó en la Escuela Superior de Magisterio, en el año 1944. Allí conoció a los poetas Nazik al-Ma!a’ika y Badr Sakir al-Sayyab con los que inició la revolución del «verso libre».

Tras graduarse en Magisterio en la Universidad de Bagdad en 1950, ejerció como profesor y editó una revista cultural, La nueva cultura.

Publicó su primera colección de poemas “Mala’ika wa Shayateen” (Ángeles y demonios) en 1950.

 En sus primeras composiciones poéticas aún encontramos secuelas del post-romanticismo árabe, pero sólo se trata de vacilaciones que desaparecerán a medida que adopte una postura existencialista y un predominio político en su contenido. Seguidamente habrá una etapa de transición en la que el autor utilizará más que nunca el símbolo histórico. Pasará más tarde a la condensación de los temas centrales de su poesía; utilizando material mítico, establece una relación dialéctica de tensiones y oposiciones; la doble oposición muerte-vida / muerte-resurrección figurada por los mitos entrelazados de Isthar y Tammuz y por otra parte la tensión naturaleza-cultura I libertad-confinamiento representada por el Poema de Gilgamés del que el poeta toma incluso frases y versos enteros.

Desde su juventud participó en actividades consideradas antigubernamentales, por lo que incluso fue enviado a un campo de disciplina en 1955 y tuvo que abandonar Irak. Vivió en Líbano, Siria y Egipto. Tras la revolución de 1958, regresó a Irak y ocupó un cargo en el Ministerio de Educación y, posteriormente, fue Agregado Cultural de la Embajada Iraquí en Moscú (entre 1959-1961). En 1961, renunció a su cargo en la embajada y trabajó como profesor en la Universidad de Moscú. Así mismo fué agregado cultural en Madrid (entre 1980-1990). En 1995, el gobierno iraquí le privó de su ciudadanía por viajar a Arabia Saudita para participar en un festival poético, y pasó los últimos años de su vida exiliado en Damasco. Murió el 3 de agosto de 1999.

  Bassam K. Frangieh, profesor de lengua y literatura árabe la Universidad de Yale y traductor de varios libros de Al-Bayati nos dice sobre el poeta :

Obra publicada :

“Mala’eka Wa Shayateen”, Ángeles y demonios, Beirut 1950.
“Abareeq Muhashama”, Jarras rotas, Bagdad 1954.
Las gloria para los niños el olivo, El Cairo 1956.
“Ash’ar fi al-manfa”, Canciones del destierro, El Cairo 1957. Traducido al castellano por Federico Arbós, 1969.
“Ishrun Qasida Min Berlin” , Veinte poemas desde Berlín, Bagdad 1959.

“Kalimat La Tamout”, Palabras Inmortales, Beirut 1960.
El fuego y las palabras, Beirut 1964.
Poemas, El Cairo 1965.
Libro de la pobreza la revolución, Beirut 1965.
El que viene y no viene, Beirut 1966. Traducido al castellano por F. Arbós, 1982.
La muerte en la vida, Beirut 1968. Trad. al castellano por F. Arbós, 1980.

 Los ojos de los perros muertos, Beirut 1969.

Escrito en el barro, Beirut 1970. Trad. al castellano por F. Arbós, 1987.

 Diario de un político profesional, Beirut 1970.

“Qasai’d hubb ‘ala Bawwabat Al-‘Aalam Al-sab», Poemas de amor ante los siete pórticos del mundo, Bagdad 1971. Trad. por F. Arbós, 1982.

Autobiografia de Prometeo, Bagdad 1974.

“Kitab al-bahr”, El libro del mar, 1975.

“Qamar Shiraz”, Luna de Shiraz, 1975.

‘El reino de la espiga, 1979.

Juicio en Nisapur, Beirut 1963, obra de teatro, cuya traducción corrió a cargo de Carmen Ruiz Bravo, y fue publicada en Madrid en 1981.

“Bustan ‘A’isha” (Jardín de Aisha), 1989.

“Kitab Al Marathi”, (El Libro de los Elogios), 1995.

“Al Hareeq” (El fuego), 1996.

“Khamsoun Qaseedat Hob” (Cincuenta poemas de amor), 1997.

“Al Bahr Ba’eed Asma’hu Yatanahad” (Podía oír el suspiro del mar desde lejos), 1998.

Bayatf es también autor de una interesante obra de «memorias», libro en el que se autoanaliza, y en el que narra muchas de sus íntimas vivencias, su propia expe- riencia humana. Se trata de  Mi experiencia poética(Beirut 1971), traducida también por C . Ruiz Bravo y publicada en Madrid en 1986.

Se han escrito numerosos libros, tesis y artículos basados en los poemas de al-Abd al-Wahhab Bayati. Por ejemplo, “Simbolización en la poesía de al-Abd al-Wahhab Bayati” es el título de una tesis completada por Hassan Abd Awda en 2006. Asimismo, el libro titulado “al-Abd al-Wahhab Bayati, su vida y poesía: un estudio crítico” de Nahedah Fawzi (2004) trata sobre la poesía de al-Bayati. En este libro, el autor explora varias escuelas poéticas (incluido el simbolismo) en los poetas de al-Bayati. Además, dos de los artículos escritos sobre la poesía de al-Bayati incluyen «Obsesionado con la alienación y los viajes» escrito por Nahedah Fawzi (2010) y «Mitos sobresalientes en la poesía de Abd al-Wahhab al-Bayati» escrito por Ali Najafi Iwaki (2010). 

Enlaces de interés :

http://www.poesiaarabe.com/bayati.htm

https://dialnet.unirioja.es/servlet/tesis?codigo=64894

https://institucional.us.es/revistas/philologia/4_2/art_17.pdf

http://mcal.yazd.ac.ir/article_2635.html?lang=en

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