Autobiografía
Esa mujer que ves ahí
no tiene nada.
Sus manos no saben de anillos
pero anidan mariposas,
no tiene más adorno sobre su pecho
que dos enhiestas esmeraldas,
ni más vestido que la cubra
que las huellas que un amante le dejara.
Esa mujer que ves ahí
anda desde siempre pie descalza
y no tiene pasaporte,
ni cédula, ni esperanza,
pero le sobran caminos,
tierras profundas y lejanas,
y aunque no tiene nombre
los pájaros la llaman.… Leer más