Mi cuerpo está dormido. Sólo
mis ojos y mi cerebro están despiertos.
Las estrellas me rodean
como pupilas de oro. Yo no sabría
decir dónde comienza mi ser o dónde acaba.
La suave brisa en los oscuros pinos,
y en la hierba invisible,
la tierra que se inclina, las estrellas titilantes
tienen un ojo que se ve a sí mismo.… Leer más