Con palabras
(para Madeleine, que me enseñó la magia del lenguaje por señas)
Porque los sonidos
estaban enjaulados adentro
de un vacío sin voces,
ella me habla
de gozo esta mañana
con gesticulaciones entusiastas,
las manos se lanzan como gorriones.
Anoche, cubierta de
verdes y estériles sábanas almidonadas,
agarraba las barras de estiramiento
bajo las luces duras
de un cubículo antiséptico
misteriosamente silencioso.… Leer más