Ako se vremenu izmaknemo tako što ćemo različitim kandelabrima zasvetleti, nemušto će se glasje u tugovanku pretvoriti. Tugovanku svejezičnu, svepoimajuću za himnu onih što se u ogledalu ne prepoznaju.
Gorama smo se dali na drvenom oltaru što se molitvama natopio, leta jednog što je bagrem začikavao; ja, gubeći se u željama i mogućnostima, ti, znajući da je samo pitanje udaha kad ćemo se u spokoj uplesti.
Ako se vremenu izmaknemo obećaj: nećeš se više smejati labudovima, odžake na kućicama tražiti. Zaboravićeš: kablove, presvlake, KitKat čokoladice i mantre večnih vesnika proleća u naselju prikrivenih hrabrosti.
Vodama smo se dali, snebivajući se pred otkosima, pred talasima razvigorenim što samo slašću umeju da daruju.
Ako se ne budeš okrenuo, nakon gorućeg mog pogleda, oltar uspomena sagradiću, ali mu se nikad neću prekloniti.
Za neprestanost mi smo sazdani.
Creado
Si nos salimos del tiempo encendiendo diferentes candelabros, el ruido se convertirá inevitablemente en luto. Un lamento universal y omnicomprensivo para el himno de los que no se reconocen en el espejo.
Nos entregamos a las montañas sobre un altar de madera que se empapó de rezos, en el verano de uno que piaba la acacia; yo, perdiéndome en deseos y posibilidades, tú, sabiendo que es solo cuestión de aliento cuando nos encontremos tejer en la tranquilidad.
Si escapamos del tiempo, promete: ya no te reirás de los cisnes, busca chimeneas en las casas . Olvidarás: cables, tapizados, chocolatinas KitKat y mantras de los eternos heraldos de la primavera en el barrio del coraje escondido.
Nos entregamos a las aguas, sorteando los acantilados, frente al oleaje vigoroso que sólo puede dar dulzura.
Si no te das la vuelta, después de mi mirada ardiente, construiré un altar de recuerdos, pero nunca me inclinaré ante él.
Estamos hechos para la permanencia.
Nepce
Nikada neću napisati dovoljno dobru pesmu vrapce da zadivi, slavuje zamisli. Da hoću, svet bi nem postao
bez cvrkuta i šušnja, pokreta nestajnog u želji za večnošću. Umesto da obigravam oko slova kao oprezno mače oko ispruzenog dlana, pustiću balone niz liticu sneva, leptire pojuriću na najšareniju livadu, a zatim otići u kuhinju i spremiti za tebe obrok od ručno ubranog povrća.
Pod tvojim nepcem, pesma ce iznići.
Paladar
Nunca escribiré
una canción lo suficientemente buena para que el gorrión asombre,
la imaginación del ruiseñor.
Si quisiera, el mundo enmudecería
sin chirridos y susurros, el movimiento
de lo inestable en el deseo de eternidad.
En lugar de hacer círculos alrededor de las letras
como un gatito cauteloso alrededor de una
palma extendida, soltaré globos por el acantilado de los sueños,
perseguiré mariposas hasta el prado más colorido
y luego iré a la cocina y prepararé
una comida de vegetales recogidos a mano para ti.
Debajo de tu paladar surgirá una canción
Ćutalište
Na bunjištu ulubljenih činija zrim koje se odavno kaša ne sećaju, ime mi se u strnjiku uplelo bez heklerice, konca i veštih prstiju.
Ako mi se imena dosetite, stogodišnje lastar će postati, iz korita reke povući, ljuska će pticama legalo postati.
Za poj što se zori ne obradova za izdanke što ponad humki bokore.
Silencio
Sobre el vertedero de cuencos abollados veo que hace mucho tiempo que están en el olvido, mi nombre se entrelaza en la hojarasca sin ganchillo, hilo ni dedos diestros.
Si se te ocurre mi nombre, un brote centenario se volverá, arrancado del cauce del río, la concha se volverá legal para las aves .
Por la razón de que el alba no se alegra por los brotes que crecen sobre los montículos .
La cuerda oscilante
Los ojos grises de la vida
han olvidado
lo que es la felicidad
y las pompas de jabón
que una niña en silla de ruedas
Quiere alcanzar.
A veces, una sonrisa es
un hueso roto de ilusión
y la piel que es crucificada
por una meta superior.
Y mas que todo,
Es la cuerda oscilante
que nos mantiene en pie
mientras caminamos sobre el hielo.
El caballero de la piedad
En el ojo vacilante
De cristal,
muere el rastro
que el caballero
de la piedad
va regalando desinteresadamente
a los valientes
Mientras Dios escucha
Hay algo devastador en
la sonrisa del día
que lleva el hambre
y la oración en el mismo hombro.
.
En él, una anciana con margaritas
y una prímula reza por
un bulto de supervivencia,
gracia derramada en la palma
de tu mano
.
El mundo tiene las garras
Del cisne herido
y el olor de la alegría
en los ojos de los niños
que nadie supo mimar.
.
Escribe con tinta invisible
deletreamos nuevas formas
en acuerdos entre
sauces y nenúfares.
Mientras el Señor escucha.
Paloma
Esta es, quizás
mi madre que,
como una paloma,
se posa libremente en
mi palma.
Guardando bálsamos
en su pico herido
para mis
dolores celestiales
Cicatrices
Después de luchar absurdamente
por la libertad
que a menudo excluye
la vista de la eternidad,
se quedan las sonrisas arrodilladas,
los sombreros extrañan lo insignificante,
los ojos entrecerrados de compasión
buscan excusas en los truenos
que no cunden a la debilidad.
Por las victorias
que no se pueden sostener
entre las palmas,
sus copas mezcladas
con veneno
En frente de la puerta
sin guardias y candados
– las cicatrices se curan solas.
Cuando oramos
El truco del tiempo
Ella entra abruptamente,
sin que observe
la paz y una copa de vino
en la mesa,
no le molestan los lápices
y el papel con chocolate
en el que escribí que el viento
ya no me ama.
Ella está sentada en una alfombra de lana
con risa dibujada en la
tercera franja,
a ella no le importa lo que los cuervos enojados
dirán porque el sol
está saliendo antes.
No sabrán que aprendí
la risa de los búhos y la ira
de las ardillas cuando se pelean
el mismo hueco del árbol.
Todo lo que soy,
está esperando a ser escrito
en la corteza de un árbol centenario
por la memoria de aquellos
que viven del presente,
así como yo vivo de nuestro amor.
Que entra por todas partes
sin conocer
el truco del tiempo.
Traducción de Jorge Daniel Tejeda Palafox
Balanceo de la cuerda
La vida tiene ojos grises
que han olvidado
lo que es la felicidad
y pompas de jabón
que una niña en silla de ruedas
intenta alcanzar.
Una sonrisa es a veces
un hueso roto de ilusión
y una piel que es crucificada
por un objetivo superior.
Y sobre todo
es un ligero balanceo de la cuerda
que nos mantiene en pie
mientras caminamos sobre el hielo.
Neparnom slovu azbuke
Od pločnika termometar vetra krijem, pusto je dok vrije iza navučenih zavesa. Opet su iz prodavnice za ljubimce mačku izbacili. Računaju: sposobnost opstanka traje dva dana u nedelji.
Kloparaju razmrdane kocke asfalta za bolje prilike i tanke potpetice. Smisao se, pak, drži izanđalih cegera i brige da li će na kasi račun biti umoljiv.
Sanjam nas, slepe putnike poispadalih šina, kako se grejemo na čaju bez filter kesice, dodajući bez preskoka onom drugom slađi gutljaj.
Leopardi nam mazno predu, lisice od lukavstva odustaju, mesec nalik ogrisku radosti briše znoj koji kišom neuki zovu.
Danas sam postala statua pesama koje ćeš tek izvajati.
Con una letra rara del abecedario
escondo el termómetro de viento del pavimento, está desierto como hierve tras las cortinas corridas. Volvieron a echar al gato de la tienda de mascotas . Calculan: la capacidad de supervivencia dura dos días a la semana.
Pisotean los bloques rotos de asfalto en busca de mejores oportunidades y tacones delgados. Smisak, por otro lado, se aferra a la ropa gastada y le preocupa si la factura será indulgente en la caja registradora.
Sueño con nosotros, polizones sobre rieles caídos, calentándonos con té sin una bolsa de filtro, agregando un sorbo más dulce sin perder el ritmo.
Los leopardos nos ronronean dulcemente, los zorros ceden en su astucia, la luna como un ogro de alegría enjuga el sudor que ignorantemente llaman lluvia.
Hoy, me he convertido en una estatua de las canciones que todavía tienes que interpretar.
Bajalica o bolu
Jednom smo se voleli oko vatre u vreme uštapa kada su vračevi zube menjali za travke što šaputatu umeju. Ta nas je ljubav staništa koštala te se s kraja na kraj premećemo, kockice bacajući za dane neparne.
Jednom smo se voleli dok je vetar strugao sreću sa obloženih prozora iza kojih su se deca oko kolača svađala. Sad se nemi pravimo kada nas nebo upita: na kojoj ste strani sveta srca prodali za šaku vašarskih čarolija?
Jednom smo se već voleli na sapima troglavih planina u koje čeljad ne zalazi dok bajalice o krilatom bolu ne nauči.
Zato se sada slepi pravimo pred svime što bi nas u ponore moglo prizvati. Ponore ponovoljubvene.
Fabula sobre el dolor
Una vez nos amamos alrededor del fuego en el tiempo de las brujas, cuando las brujas cambiaban sus dientes por hierbas que podían susurrar. Que el amor al hábitat nos ha costado, y nos movemos de un extremo al otro, tirar los dados para los días impares.
Una vez nos amamos mientras el viento raspaba la felicidad de las ventanas entabladas detrás de las cuales los niños se peleaban por los pasteles. Ahora nos hacemos los mudos cuando el cielo nos pregunta: ¿ de qué lado del mundo vendiste tu corazón por un puñado de hermosos amuletos?
Ya nos hemos amado una vez en las laderas de las montañas de tres cabezas, donde nadie va antes de aprender el cuento de hadas sobre el dolor alado.
Por eso ahora estamos fingiendo estar ciegos frente a todo lo que pueda llamarnos al abismo. Abismo enamorado de nuevo
Valentina Novković. Nacida en Serbia. Poeta, escritora, traductora y editora.
Graduada en Lengua y Literatura Rusa (segundo idioma inglés).
Ha publicado poesía y prosa en muchas revistas en Serbia Književnenovine, Trag, Književnipregled, Brankovina, Buktinja, Stremljenja, Savremenik, Istok, Balkanskevertikale, revistas electrónicas Ekerman, Hyperboreja, Zvezdanikolodvor, Društvoživihpesnika, así como muchas publicaciones literarias y revistas de Rusia, Uzbekistán, Kirguistán, Polonia, Rumania, Macedonia, Kazajstán.
Representada en numerosas antologías nacionales y extranjeras, una de las más importantes es la recopilada y traducida al rumano por Leo Butnara, poeta, prosista, ensayista, periodista y traductor, nominado por la Asociación de Escritores Moldavos al Premio Nobel.
Editora de la casa editorial ‘Liberland’, donde edita obras de artistas de Serbia y alrededores y traduce obras de autores del área de habla rusa. Periodista del portal Focus News. Miembro de la Asociación de Escritores de Serbia, de la Asociación Literaria Serbia y asociada al Instituto de Literatura Infantil.
Ha publicado tres poemarios Timeless (Draslar, 2014) DroponDrought (Parthenon, 2018) y Puzzles of Tenderness (Liberland, 2021) así como el libro de cuentosTwoHours of Reality(AWS, 2020).
Sus poemas han sido traducidos al ruso, inglés, macedonio, rumano, uzbeko, azerbaiyano, coreano y bengalí.
“Un poema es una invitación a un viaje. Como en la vida, viajamos para ver lugares nuevos”.
Charles Simic
The pleasures of reading
On his deathbed my father is reading The memoirs of Casanova. I’m watching the night fall, A few windows being lit across the street. In one of them a young woman is reading Close to the glass. She hasn’t looked up in a long while, Even with the darkness coming.
While there’s still a bit of light, I want her to lift her head,
So I can see her face Which I have already imagined, But her book must be full of suspense. And besides, it’s so quiet, Every time she turns a page, I can hear my father turn one too, As if they were reading the same book.
Los placeres de la lectura
En su lecho de muerte mi padre está leyendo las memorias de Casanova. Yo miro la noche caer, al otro lado de la calle unas ventanas se iluminan. En una de ellas una joven está leyendo cerca del cristal. No ha levantado la mirada en mucho tiempo, incluso con la llegada de la oscuridad.
Mientras aún quede un poco de luz, quiero que levante su cabeza, para poder ver su rostro que ya he estado imaginando, pero su libro debe estar lleno de suspenso. Y además, tal es la quietud, que cada vez que pasa una página, puedo escuchar a mi padre pasarla también, como si ambos leyeran el mismo libro.
Mystic life
“lifetime’s solitary thread”
For Charles Wright
It’s like fishing in the dark,
if you ask me:
our thoughts are the hooks,
our hearts the raw bait.
We cast the line over our heads,
past all faith, past all believing,
into the starless midnight sky,
until it’s to sight.
The line’s long unraveling
rising in our throats like a sigh
of a long-day’s weariness,
soul-searching and reverie.
La vida mística
“hilo solitario de la vida”
For Charles Wright
Es como pescar en la oscuridad,
si me preguntas:
Los anzuelos son nuestros pensamientos
la cruda carnada nuestros corazones.
Arrojamos el hilo por sobre nuestras cabezas,
más allá de toda fe, más allá de toda creencia,
hacia el cielo sin estrellas de la medianoche
hasta que se hace visible.
El largo desenrede de la línea
se eleva en nuestras gargantas como un suspiro
del cansancio de un largo día,
de introspección y ensueño.
Escena callejera
Un muchachito ciego
con un letrero de papel
prendido en su pecho.
Demasiado pequeño para estar fuera
mendigando solo,
pero allí estaba.
Este extraño siglo
con sus matanzas de inocentes,
su vuelo a la luna,
y ahora él aguardándome
en una ciudad extraña,
en una calle donde me perdí.
Al oírme aproximar,
se sacó un juguete de goma
de la boca
como para decir algo,
pero no lo hizo.
Era una cabeza, la cabeza de un muñeco,
muy mordisqueado,
la levantó para que la viera.
Los dos sonrieron con una mueca.
(De «Hotel Insomnia», 1992)
El Amante
Cuando yo vivía en una granja, escribía cartas de amor
para los pollos que picoteaban en el patio,
o me sentaba en la letrina escribiendo a una araña
que enmendaba su tela sobre mi cabeza.
Fue cuando mi esposa se largó con el cartero.
Los vecinos se marcharon, también.
Su cerda y sus lechones chillaban
mientras corrían detrás del camión de la mudanza,
como lo hizo aquel espantapájaros que una vez até a un árbol
para que tuviera que escucharme.
El infinito
El infinito bosteza y sigue bostezando.
¿Tendrá sueño?
¿Acaso extraña a Pitágoras?
¿Las velas en las naves de Colón?
¿Acaso el sonido de la espuma le recuerda a sí mismo?
¿Acaso se sienta a veces a pensar con un vaso de vino?
¿Acaso ojea furtivo los espejos por las noches?
¿Acaso tiene una maleta con recuerdos arrumbada en algún lado?
¿Acaso le gusta acostarse en una hamaca con el susurro dulce del viento en el oído?
¿Acaso entra en iglesias desiertas y prende una sola vela en el altar?
¿Acaso le pareceremos un par de luciérnagas jugando escondidillas en un cementerio?
¿Acaso querrá devorarnos?
Pirámides y esfinges
Hay una calle en París
llamada rue des Pyramides.
Una vez me imaginé que estaba llena
de arena y pirámides.
.
El domingo que fui allí a cerciorarme,
una pobre anciana que cojeaba
chocó conmigo sin verme.
Podría haber sido una egipcia
por su avanzada edad.
.
Apoyándose en un bastón y a prisa
pasó por las fachadas de las tiendas cerradas
como si hubiera un desfile en alguna parte,
o una ejecución para ver,
¡una cabeza ensangrentada sujeta por el pelo!
.
El día era frío. Ella pronto desapareció,
mientras yo examinaba un letrero de circo medio despegado
bajo el cual había otro
con la cabeza de una esfinge que me miraba.
(De «Hotel Insomnia», 1992)
Pareja De Viejos
Esperan a que los maten, o los desahucien. Pronto no tendrán nada para comer. Mientras tanto, están sentados.
Creen que un dolor violento está por llegar. Empezará en el corazón y subirá hasta la boca. Los llevarán en camillas, aullando.
Esta noche vigilan la ventana sin dirigirse la palabra. Ha llovido, y ahora parece como si fuera a nevar un poco.
Lo veo levantarse para bajar las persianas. Cuando su ventana se queda a oscuras, sé que su mano ha alcanzado la de ella justo cuando iba a encender la luz.
Inner Man
It isn’t the body That’s a stranger. It’s someone else.
We poke the same Ugly mug At the world. When I scratch, He scratches too.
There are women Who claim to have held him. A dog follows me about. It might be his.
If I’m quiet, he’s quieter. So I forget him. Yet, as I bend down To tie my shoelaces, He’s standing up.
We cast a single shadow. Whose shadow? I’d like to say: “He was in the beginning And he’ll be in the end,” But one can’t be sure.
At night As I sit Shuffling the cards of our silence, I say to him:
“Though you utter Every one of my words, You are a stranger. It’s time you spoke”.
Hombre interior
No es el cuerpo el que es un extraño. Es alguien más.
Empujamos la misma horrible jeta por el mundo. Cuando me rasco, él se rasca también.
Hay mujeres que afirman haberle dominado. Un perro me sigue. Puede ser suyo.
Si estoy tranquilo, él más. Entonces lo olvido. Sin embargo, cuando me inclino para abrocharme mis zapatos, él está de pie.
Proyectamos una misma sombra. ¿La de quién? Quisiera decir: “Él estuvo en el principio y él estará en el final”, pero no se puede estar seguro.
De noche al sentarme barajando las cartas de nuestro silencio, le digo:
“Aunque pronuncies cada una de mis palabras, eres un extraño. Es hora de que hables”.
El Tigre
En memoria de George Oppen
En San Francisco, ese invierno,
había una pequeña y oscura tienda
llena de Budas somnolientos.
La tarde que entré
nadie vino a saludarme.
Estaba parado entre los sabios
como si tratara de leer sus pensamientos.
.
Uno era enorme y hecho de piedra,
unos pocos eran del tamaño de la cabeza de un niño
y tenían manchas de color sangre seca.
Incluso había otros no más grandes que un ratón,
y parecían estar escuchando.
.
«Los vientos de marzo, vientos negros,
los arenosos vientos», escribió el poeta muerto.
.
Al ocaso su calle estaba vacía
excepto por mi larga sombra
abierta ante mí como tijeras.
Su casa estaba donde yo conté la historia
del soldado ruso,
ése que parecía chino.
.
Yacía herido en la cama de mi padre,
y yo le llevaba agua y fósforos.
.
A cambio de eso me dio un pequeño tigre
de marfil. Su hocico estaba abierto de cólera,
pero no tenía rayas.
.
Hubo una noche en que yo pinté
sus ojos de negro, su lengua de rojo.
Mi madre sostenía la lámpara para mí,
preocupada por el tipo de suerte
que esta bestia podría traernos.
.
El tigre en mi mano rugió suavemente
cuando estábamos solos en la oscuridad,
pero cuando puse mi oreja en la puerta del poeta
esa tarde, no escuché nada.
«Los vientos de marzo, vientos negros,
los vientos arenosos», escribió una vez.
(De «Hotel Insomnia», 1992)
Psalm
You’ve been a long time making up your mind, o Lord, about these madmen running the world. Their reach is long and their claws must have frightened you.
One of them found me with his shadow. The day turned chill. I dangled between terror and valor in the darkest corner of my son’s bedroom.
I sought with my eyes, You in whom I do not believe. You’ve been busy making the flowers pretty, the lambs run after their mother, or perhaps you haven’t been doing even that?
It was spring. The killers were full of sport and merriment, and your divines were right at their side, to make sure our final goodbyes were said properly.
Salmo
Has estado mucho tiempo decidiendo,
Señor, al respecto de estos locos
que controlan el mundo. Su largo alcance
y sus garras deben haberte asustado.
Uno de ellos me encontró con su sombra.
El día se puso frío. Yo oscilaba
entre terror y valentía
en la esquina más oscura del cuarto de mi hijo.
Te busqué con mis ojos, Tú en quien yo no creo.
¿Te has ocupado embelleciendo las flores,
haciendo correr los corderos tras sus madres,
o no has hecho acaso ni siquiera eso?
Era primavera. Los asesinos estaban llenos de buenas
intenciones y alegría, y tus sacerdotes
estaban justo a su lado, para asegurarse
que nuestro último adiós se dijera apropiadamente.
1938
Los nazis marcharon sobre Viena.
Superman hizo su debut en Action Comics.
Stalin purgó a sus amigos revolucionarios.
El primer Dairy Queen abrió en Kankakee, Illinois.
Yo, en mi cuna, me meaba en los pañales.
«Debes de haber sido un hermoso bebé», cantaba Bing Crosby.
Un piloto al que los periódicos llamaron «Camino Equivocado Corrigan»
despegó de Nueva York con dirección a California
y acabó aterrizando en Irlanda mientras yo veía a mi madre
sacarse un pecho del camisón azul y dirigirse hacia mí.
Aquel septiembre hubo un huracán que trasladó un cine
desde la playa de Westhampton a algún sitio en medio del mar.
La gente temía que el mundo estuviera a punto de acabarse.
Un pez que se creía extinto desde hacía setenta millones de años
apareció en una red de pesca en la costa de Suráfrica.
Yo estaba en mi cuna mientras los días se hacían más breves y fríos.
La primera gran nevada cayó durante la noche
sumiendo mi habitación en un gran silencio.
Me parece haberme oído llorar durante mucho, mucho tiempo.
The Initiate
St. John of the Cross wore dark glasses as he passed me on the street. St. Theresa of Avila, beautiful and grave, turned her back on me.
«Soulmate,» they hissed. «It’s high time.»
I was a blind child, a wind-up toy . . . I was one of death’s juggling red balls on a certain street corner where they peddle things out of suitcases.
The city like a huge cinema with lights dimmed. The performance already started.
So many blurred faces in a complicated plot.
The great secret which kept eluding me: knowing who I am . . .
The Redeemer and the Virgin, their eyes wide open in the empty church where the killer came to hide himself . . .
The new snow on the sidewalk bore footprints that could have been made by bare feet. Some unknown penitent guiding me. In truth, I didn’t know where I was going. My feet were frozen, my stomach growled.
Four young hoods blocking my way. Three deadpan, one smiling crazily.
I let them have my black raincoat.
Thinking constantly of the Divine Love and the Absolute had disfigured me. People mistook me for someone else. I heard voices after me calling out unknown names. «I’m searching for someone to sell my soul to,» the drunk who followed me whispered, while appraising me from head to foot.
At the address I had been given. tthe building had large X’s over its windows. i knocked but no one came to open. By and by a black girl joined me on the steps. She banged at the door till her fist hurt.
Her name was Alma, a propitious sign. She knew someone who solved life’s riddles in a voice of an ancient Sumerian queen. We had a long talk about that while shivering and stamping our wet feet.
It was necessary to stay calm, I explained, even with the earth trembling, and to continue to watch oneself as if one were a complete stranger.
Once in Chicago, for instance, i caught sight of a man in a shaving mirror who had my naked shoulders and face, but whose eyes terrified me! Two hard staring, all-knowing eyes!
After we parted, the night, the cold, and the endless walking brought on a kind of ecstasy. i went as if pursued, trying to warm myself.
There was the East River; there was the Hudson. Their waters shone like oil in sanctuary lamps.
Something supreme was occurring for which there will never be any words.
The sky was full of racing clouds and tall buildings, whirling and whirling silently.
In that whole city you could hear a pin drop. Believe me. I thought I heard a pin drop and I went looking for it.
what the gypsies told my grandmother while she was still a young girl
War, Illness and famine will make you their favorite grandchild.
You’ll be like a blind person watching a silent movie.
You’ll chop onions and pieces of your heart into the same hot skillet.
Your children will sleep in a suitcase tied with a rope.
Your husband will kiss your breasts every night as if the were two gravestones.
Already the crows are grooming themselves for you and for your people.
Your oldest son will lie with flies on hi slips without smiling or lifting his hand.
You’ll envy every ant you meet in your life and every roadside weed.
Your body and soul will sit on separate stoops chewing the same piece of gum.
Little cutie, are you for sale? The devil will say.
The undertaker will buy a toy for your grandson.
Your mind will be a hornet’s nest even on your deathbed.
You will pray to God but God will hang a sign that He’s not to be disturbed.
Question no further, that’s all I know.
lo que los gitanos le dijeron a mi abuela cuando todavía era una joven
Guerra, enfermedad y hambre te harán su nieta favorita.
Serás como una ciega viendo una película muda.
Cortarás cebollas y trozos de tu corazón en la misma sartén.
Tus hijos dormirán en una maleta atada con una cuerda.
Tu marido te besará los pechos cada noche como si fueran dos lápidas.
Los cuervos ya se acicalan para ti y tu gente.
Tu hijo mayor se acostará con moscas en los labios sin sonreír y sin mover un dedo.
Envidiarás a cada hormiga que encuentres en tu vida y hasta la maleza del camino.
Tu cuerpo y tu alma se sentarán en peldaños diferentes mascando el mismo trozo de chicle.
Muñeca ¿estás en venta?, te dirá el Diablo.
El sepulturero comprará un juguete para tu nieto.
Tu mente será un avispero aún en tu lecho de muerte.
Le rogarás a Dios pero dios colgará el cartel de no molesten.
No preguntes más, es todo cuanto sé.
De «Paseando al gato negro»(1996)
My Double
Eyebrows raised in surprise,
he got into the habit
of talking to himself
and answering his own questions
in a loud and angry voice.
Mi doble
Con las cejas levantadas por
la sorpresa, se acostumbró
a hablar solo
y responder a sus propias preguntas
en voz alta y enojada.
Fear
Fear passes from man to man unknowing, as one leaf passes its shudder to another.
All at once the whole tree is trembling, and there is no sign of the wind.
Miedo
El miedo pasa de hombre a hombre sin saberlo, como una hoja pasa su estremecimiento a otra.
De repente todo el árbol está temblando y no hay señales del viento.
Charles Simic (Belgrado, Serbia, (antigua Yugoslavia), 9 de mayo de 1938 – Dover, Estados Unidos, 9 de enero de 2023)?. Poeta, profesor, ensayista y traductor. Es considerado uno de los mayores poetas contemporáneos en lengua inglesa.
Su infancia estuvo marcada por la Segunda Guerra Mundial, la invasión nazi de Yugoslavia y los bombardeos alemanes, ingleses y rusos.
En 1944 su padre huyó a Italia por motivos políticos y fue encarcelado hasta que logró establecerse en los Estados Unidos. Su madre fué encarcelada brevemente junto con sus hijos por las autoridades comunistas. En 1953 lograron escapar a París, zarparon hacia Nueva York en agosto de 1954 donde se reunieron con el padre. Posteriormente se instalaron en Chicago.
En 1958 Simic regresó a Nueva York. Trabajó de vendedor, empaquetador, pintor de brocha gorda… estudiaba y escribía poesía por la noche.
Sus primeros poemas aparecieron a comienzos de 1959 en la Chicago Review. Tras ser reclutado por el ejército en 1961 y pasar dos años como policía militar en Alemania y Francia, a su regreso se matriculó en la Universidad de Nueva York, donde estudió lingüística, y al fin, en 1967, publicó su primer libro de poemas, Lo que dice la hierba.
Simic ha sido profesor emérito de lengua inglesa por la Universidad de New Hampshire donde enseñó crítica literaria y escritura creativa desde 1974 hasta 2018.
Es autor de 30 libros de poemas, 10 libros de ensayo, y traductor de 12 libros de otros tantos poetas de lengua serbia.
Algunas de sus obras publicadas :
El mundo no se acaba (1990), Paseando al gato negro (1996), Garabateando en la oscuridad , La vida de las imágenes, Desmontando el silencio (2004) Prosa selecta, El lunático,Acércate y escucha y Una mosca en la sopa, su libro de memorias.
Premio Pulitzer de Poesía en 1990 por ‘El mundo no termina: poemas en prosa’; Premio Griffin de la Poesía (2005); Premio Wallace Stevens (2007), la Beca al genio de la Fundación MacArthur, elegido miembro de la Academia Estadounidense de Artes y Letras, luego Canciller de la Academia de Poetas Estadounidenses, Poeta laureado de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos (2008), Premio Literario Internacional Zbigniew Herbert (2014).
“I’m in the business of translating what cannot be translated: being and its silence.”