Monólogo de Marilyn Monroe antes de suicidarse
Yo de nada me quejo: en este mundo
jamás hubo una víctima: solo existen culpables
Yo no tengo miedo de la vida
La vida no es aquel envejecer suburbano
que pudo destinarme el dios de la rutina,
las carnes flácidas bajo los delantales
manchados de miseria cotidiana
Yo no tengo miedo de la vida
Y pienso en todos aquellos jóvenes vaqueros
solitarios
que partían heridos de muerte sobre el lomo
de algún caballo fiel, asesinados
por la humanidad,
rumbo a un salvaje ocaso en technicolor
La vida es aquel súbito desafío del alma
que puede levantarse en cualquier noche incógnita,
las bebidas azules en la luz estelar
de las constelaciones de una ciudad maldita
No ha de sobrevivirme ningún hombre:
Yo seguiré riendo en la última luz
de neón que se refleje sobre el líquido
de la última copa que alguien levante y beba.… Leer más