Mis pies danzaban en la tierra húmeda Los eucaliptos iban hacia el lugar desnudo El viento me amaba con violencia Los pájaros venían cansados de lo profundo y en mi interior el eco de los pasos se prolongaba como una campana de monasterio que suena con pereza
ignoraba que en la vida había pesadumbre creíame eterna perversa intocable Entre surtidores humedecía los pies en las fuentes en parques con glorietas Vinos y manjares extendían mi destino más allá de los bosques
La ironía de los lagos diseña una vida andrajosa
Caí conocí vidrios en el paraíso El silencio cerró las heridas aunque el anhelo era un temprano despertar hallar el rincón de una iglesia o una extensión de césped y dormir tranquila aunque debajo de estas nubes que parecen protegernos no existe un sueño para mí. … Leer más
Ser el esclavo que perdió su cuerpo para que lo habiten las palabras. Llevar por huesos flautas inocentes que alguien toca de lejos o tal vez nadie. (Sólo es real el soplo y la ansiedad por descifrarlo.)
Ser el esclavo cuando todos duermen y lo hostiga el claror incisivo de su hermana, la lámpara.… Leer más
Cuando me encuentre con el sucio otoño y el paño primaveral. Cuando estés, tú desnuda sobre los cráneos que amaron y los fervientes estemos muertos, y las hojas sean mías sobre esa colina. Oh, amapola. Cuando mi alma atraviese la Estigia y mi memoria teja ruidos en el vacío. Cuando tú y yo amapola conozcamos a Vivaldi y a Enrique Ibsen.… Leer más
Hambrienta preparo la celada percibo el temblor de tu cuerpo Salivo atenta a la mordida mientras advierto la palidez en tu rostro destilan los fluidos Me arrastro en acecho olfateo el espacio ese olor exasperado soy puro instinto garras y dientes alerta a la presa aullido que ahoga en la entrepierna Licántropo sediento que aterriza en tus hechuras no temas Soy un animal domesticado.… Leer más
Se sabe de una mujer que está sola porque camina como una mujer que está sola Se sabe que no espera a nadie porque camina como una mujer que no espera a nadie Esto es se mueve irregularmente y de vez en cuando se mira los zapatos Se sabe de las mujeres que están solas cuando tocan un botón por largo tiempo Las mujeres solas no inspiran piedad ni dan miedo si alguien se cruza con ellas en mitad de la vereda se aparta por miedo a ser contagiado Las mujeres solas miran el paisaje y se diría que son amantes de las aceras/ de los entresuelos/ de las alcantarillas/ del subsuelo de los subterfugios Las mujeres solas están sobre la tierra al igual que sobre los árboles les da igual porque para ellas es lo mismo Las mujeres solas recitan parlamentos estoy sola y esto quiere decir que está con ella para no decir que está con nadie tanto se considera una mujer sola Las mujeres solas hacen el amor amorosamente algo les duele y luego todo es más bien triste o colérico o simplemente amor Estas mujeres se alumbran con linternas van al detalle saben donde se encuentra cada cosa porque temen seguir perdiendo y ya han perdido o ganado demasiado Ellas no lo saben porque van del llanto a la alegría y a veces piensan en la muerte También planean un largo viaje e imaginan encuentros posibles Administran el dinero compran legumbres trabajan de 8 a 8 Si tienen hijos hacen de madres son tiernas y delicadas aunque muchas veces se alteren un pensamiento recurrente es ya no puedo ni un minuto más Las mujeres solas tienen infinidad de miedos terrores francamente nocturnos los sueños de tales mujeres son terremotos catástrofes sociales Una mujer sola reconoce a otra mujer sola de forma inmediata llevan el mismo cuello airado lo cual no quiere decir que no quieran a nadie más que a sí mismas esto es completamente falso Lo cierto es que la casa de una mujer sola está abierta a su antojo Una mujer sola no puede curar su soledad porque nada está enfermo se remedia lo curable una gripe o un dolor de estómago La mujer que piense que su soledad es curable no es una mujer sola es un estado transitivo entre dos soledades infinitamente más peligrosas Una mujer sola es una mujer acompañada aunque de este hecho no se percate más que el zapato al que mira con detenimiento o el botón que parece representar algo verdaderamente importante como de hecho lo es como los árboles o el cielo sólo que el privilegio que deriva de semejante atención es más bien propio de las almas temperadas al siguiente fuego: id contigo para estar con vosotros
De Correo del corazón, (1985)
Cuesta abajo Algunas mujeres a las diez de la mañana casi tan limpias como rosa/rocío como una gota desinfectante abren al unísono las hojas de las puertas (un apartamento deslumbra por la teca) miran al cielo olfateando al aire a los muchachos propensos al catarro a la tos asmática Saludan Sol Palmeras Aves Violáceas sonríen mientras bajan la cuesta hasta el kiosko de revistas Ellas claman por un cartón clandestino de huevos y un periódico llevan a la sombra de sus brazos cochecitos a duras penas sostienen una voz tan dulce que se llora Arriban sigilosamente Goznes Puertas Aldabas de la sala-comedor donde orden reluce y espejea un mantelito plástico souvenirs de un vuelo rasante por Mayami donde un punto de hombre dice adiós con su pañuelo Claridad Altas Casas Palomas una gallarda altiva su nevera que algunas mujeres se rasuran las piernas beben café humanamente hablando divagan al abrazo furioso de las telenovelas como un ósculo prohibido cuesta abajo en la rodada
un recuerdo sin retorno un equipaje sin destinatario
que el hombre ha esculpido en el olvido
22 de abril del 2013
Quisiera un país donde todo estuviera ya resuelto donde pudiera trabajar sin conceder nada a cambio donde pudiera hablar sin temor al que escucha detrás atento a la denuncia donde pudiera amar y tener hijos que vean el sol donde los hijos de mis hijos vean el sol donde pueda levantarme por las mañanas sin el peso de los rifles donde pueda saber que mis amigos están en resguardo a toda hora donde pueda cantar en coro canciones infantiles levantar la tierra levantar la casa levantar al hombre definitivamente pero aquí todo esto está por hacerse todo esto y lo que viene antes incendiar los montes preparar los hombres hacer esta guerra larga y justa
Tiempo de guerra( Ediciones Desorden 1974)
India insurrecta
Escucharte fue descubrir el árbol
desde el interior de su corteza
la nube desde su residencia de agua
la sequía en su dimensión de flor
Habló tu risa por ti
como siempre lo has hecho y
las palabras hicieron suyas los
cánticos más antiguos
aquellos que inventaron los
hombres al advertir por vez primera
que el sol se asomaba cada
amanecer sobre sus ojos de
noche y silencios
Y desde ese territorio es posible
todo milagro de insurgencia
porque el vivir sobrepasa siempre
la textura de lo opaco hasta
tornar la grieta en horizonte
y la tristeza en pórtico de una
abecedario que apenas aprendemos
a escuchar
Ese es el decir que transfiguras
en andares con los ancestros
que tejes pacientemente
hasta hacerte india insurrecta en
compañía de tus amores de
aire e infinito
29 de abril del 2014
En los Trapecios de la Noche
A Cristina Castello
Caen los primeros copos de nieve y el pájaro carpintero sigue picoteando su árbol con un canto que retumba en el viento ¿Qué nuevas partituras escribe sobre la resina
La gente suele ver desde sus pequeñas torres como descienden astros emplumados sobre las cabezas gira en su normalidad gira hasta reventarse en sus propias leyendas el sol los soles figurados
y una tarde puedes ver cielos de telas hechas de cielo de nubes pintadas pájaros portadores de noticias alegres
no olvides a los trenes ellos llevaron las cartas de antiguos señores y hablaron con los árboles y con el musgo de los puentes
De Espacios en disolución (1976)
Atracción de lo vasto
Ese canto resonante de Cuerpo esa expectoración primera inicialmente contenida bufido o eructo desarticulado
Ese pujar vocal
Estertor físico del soy que se busca
Y esa primera abolición del ser en la palabra inicial
Ah voz en ahogo violencia y voluptuosidad cercada Ah tránsito de ser a mí
Ah gorgojeo rasgadura de garganta ruido pobladura de lo vasto
Eco Inserción de lo inmenso en lo breve Imagen Consecución Y esto: lo que puedo decir desde mí mismo hoy ahora que he aprendido a articular mi discurso Esto, para decir: Oh escena terrible para espectáculo Oh espantosa contemplación de lo solo No calma desde esta calma No suficiente sin sentido desde esta ausencia
Desierto y ruina –y decirlo se torna ridículo– Ah, mira la contorsión del cuerpo, la siempre en oposición Pero me contorsiono y profiero sólo yo puedo hacerlo desde lo que me cerca y me abre Ah canto siempre devuelto Siempre no nacido todavía o a destiempo Tajada, sí…
Y muero por lo vasto que cercena como los dioses mueren por la nada y se levantan contra ese soy que en extensión cubre
Afiliaron hasta los remos de la balsa para que todo estuviese dispuesto para la muerte. Los timadores no tenían que sobrevivir a nada y sin embargo, nunca les fue suficiente: ni el espacio, ni el poder, ni los recursos, ni el afecto. Siempre querían más. Los machos hacían roncar los motores de sus bestiales naves (aplastar y seguir adelante), y sus hembras sólo pensaban en no incomodarlos, (seducir y seguir adelante) Lo suyo crecía en directa oposición a lo nuestro: sus mentiras, sus placeres, sus libertades, sus privilegios, sus caminos se hacían más anchos mientras estas alcabalas se hacían más frecuentes.… Leer más
delgados hilos atados en mis dedos flores secas prendidas entre los dientes firmemente atada con cordones de palabras para no escaparme de esta tierra la muerte sacia su hambre mordisqueando mis cabellos sobre el esternón corre el hilo el nombre que el tiempo grabó en el hueso corre el hilo en la pelvis el nombre que el tiempo grabó en el hueso estéril miro los campos en la caverna vacía los vientos andan con furia mis manos pretenden ser los velos que cubran tanto horror la muerte unta su dedo con saliva y me acaricia me pasa como a una de las páginas de su libro de tapas rojas la muerte me arrebata un íntimo espasmo mientras se acerca a mis labios y me pide silencio pero la conjuro nombrando tu cuerpo
arañas rojas nombrándote en mis pies el ardor de sus ponzoñas dejándome
arañas rojas que aman
laten los perros de toda orfandad y hambre de acercarse a la mesa a por las migajas y por las violencias echados en la llaga cruda de sus silencios todo lo miran pasa frente a ellos el deseo y corren atrás con ladridos siempre sin alcanzar nada corren por correr anudados en su cuerpo esperan que pase lo adverso
cuánta hambre cuánta sed cuánto frío quita la mano y haz silencio
ya la muerte se ha marchado escucha los huesos descabritarse cuerpo cribado por tu cuerpo ayuntado reverberado por tu ritmo pero déjalo aquietarse en el mudo espacio donde nada puede nombrarse donde el jadeo es un último resquicio y un agradecimiento quita la mano del tiempo respira en mi boca hazte sorbo en mis papilas
un día mi padre decidió morir
no recuerdo el día exacto ni las palabras que dijo pero lo supe en ese momento había cerrado las puertas
para consumirse alejado de cualquier visita que es decir abrazo que es decir palabra o amor
escucho sus excusas en silencio absoluto
extiendo mi mano como un deseo que nada atrapa
a veces me detengo por algo sutil que pasa
la muerte es un roce
tendidos de la memoria
coloqué un libro sobre otro en una calle sin mirarlos eran todo el tiempo que quedaba los que amparaban del desprecio del sonido y de la furia de estos tiempos pero espacio debía a otras cosas tendidos cuidadosos de lo perdido golpes en el rostro para despertar ante el sonido del ramaje que atraía el canto pequeñas aves que de flores se alimentan era así la orden en mis días declinar invitaciones presuntuosas seguir ajena a los juegos de la vanidad que otros edifican en las palabras o en sus juegos de salón salones de cartón que el viento perdona frivolidades de palabras ingeniosas lejos del reposo que tengo atesorado entre los huesos y la hilera de mis dientes que no cesan de crujir en el descanso pues la vigilia deja su semilla de maldad inconsistencias de los días y de los aquellos en el tiempo que de minutos a semanas se dilapida pero siempre el rastro del olor de un destino con sabor pasos descalculados propósitos
me senté y escribí estas palabras para encontrarme más cerca de aquellos días cuando la respiración sobre mi cuello era de estos tiempos cuando aún acompasábamos el aliento
con la luz de los vitrales
no el odio en esta tierra de exilio
avísole a los hierros que sostienen la balanza y limpio los platos
coloco los sucesos con mesura lo que de ellos queda
siempre traen sangre la violencia que aborrezco
de naturaleza acuosa sobrevivo
regreso a los lugares donde fui amada tiempo extraordinario ya segado
(de temples, 2014)
cadencia del milagro
en esos asuntos no te metas
puedes quemarte las manos
ya de por sí con cicatrices en demasía arrugadas por la faena por relieves de venas cruzadas
pero las manos han nacido para eso
para agarrar y soltar sentir el frío o el calor recibir el cuchillo imprudente su cortadura hacerse de callos para luego rozar apretar sudar el deseo
hacer de ellas mismas un asunto con sus huellas que en el papel dejan marcas tintadas para aquellos que interpretan sueños o hacen fantasías con la niebla o persiguen y con gestos dibujan animales en la penumbra
se extienden para confiar
no te quemes por nadie te digo
pero quién detiene unas manos que golpean una espalda convulsa en su tos o apresuran los movimientos del placer con impecable sabiduría aquellas que no fallan sobre la tabla de cortar o desgranan y frotan sabores sobre una olla hirviente hierbas de aromas que han cultivado sin guantes desnudas sobre la tierra o apretadas sobre prendas blancas que golpean en las piedras soñando con la luz el amor porque la historia de miles de años cuajan en las manos que hoy sostienen el relevo porque ya es tiempo de abandonar los afanes cruzarse en el pecho y quizás sostener fingidamente un rosario o una rosa
sean de papel o pintadas de blanco que no lleven quemaduras las manos por tu exceso de confianza
míralas son tuyas
y vendrán a cerrar ojos lavar cuerpos rígidos secar lágrimas y siempre siempre acariciar
diérame con la piedra más blanca en los dientes yo triunfadora entre las todas gallarda y grácil bien ganada diérame por inconforme esta ganancia de tenerte
en los filos me advierto y saco la carta
mujer y con un libro sacerdotisa
la más afortunada lento me golpeo los dientes con la piedra
inédito, 1998
las grandes aflicciones
las palmeras cuanto más peso llevan más alto ascienden
tú del orden de los tréboles te extiendes sobre una tierra roja
al borde del camino seco y flaco el rastro de un arbusto
la higuera
tu mano extendida bajo su sombra
en la otra tierra los eucaliptos se mecen bajo el viento rojo
hoy te despiertas con certezas
la luz del amanecer te contradice diez lirios abrirán hoy
regresas de días de lluvia
las palmas se han secado en tus jardines
ellos te expulsaron
un niño canta
el zumo dulce de la naranja se seca en tus labios y apenas comienza el día
presentimiento
una mujer todo lo inventa todo está en lo que escucha y no le dicen en lo que ve y no mira donde no está tu voz ni tus palabras no está tu cuerpo ni tú
una mujer ha visto sentido escuchado lo que allí no está el rumor de las alas el incendio del alma
desde la nebulosa se inventa en lo inexistente
bajo tu aliento y tus palabras abre los ojos sólo está la quimera un último desaliento en los rincones del sueño
levanta los velos hablanadie le cree se arrodilla
te repite cuidadosa lo que le has dicho
lejos de esta realidad y de la tuya
una mujer te hace aparecer
soy fuerte me susurra respiraste la malaria el sonido de la sangre el lado derecho del corazón recibe sangre la bombea hacia los pulmones el mundo tropical no es una fruta de pasión es la fiebre que te llena de temblores bajo su sombra el final se apresura más rápido se regresa a la tierra las palmas el caribe el azul el reino de los insectos los antepasados invencibles en el paisaje algo no cesa de latir el corazón trabaja mucho
de los gozos del sueño,(2021, Oscar Todtmann Editores)
los cuchillos
se levantaron hundiéndose hiriendo
en una piedra de esperanza que se ha desmoronado
desollaron sin cuidado y con destreza cortaron para que no olvidara
tasajo me hicieron para el silencio
con mis manos detuve el filo siempre dulce la palabra perdón
la fragua en mi mirada el fuego en la piedra
nadie sabe cuánto tuve que aprender para gritar cuánto conquisté con sangre
los gozos del sueño
han llegado como espinas encendidas para el fulgor de las noches
sólo aguardan el día que brota de los acantilados
porque todo es caminar entre la vigilia y el sueño transcribir las señales escuchar cada paso que se adentra en la incógnita de las alas
el vuelo suspendido en los límites del alba
allí empieza todo
somos la alborada el canto que despliega un ave perdida en medio de la luz
así nacen los sueños como las llamaradas
y sus brasas caen sobre mi cabeza una y otra vez cada día
a veces cenizas otras veces candelas con una palabra
para hacernos abrazos es la dicha cavada en las líneas de mis manos
a veces candelas otras veces cenizas con el silencio
porque tú y yo estamos en los gozos
para secreta alegría
de los gozos del sueño (2021)
vigilia de la rapiña
ahí se quedarán los libros para los saqueadores las prendas que amaste aquello que no usaste porque era muy bello las cajitas los aretes los anillos para los saqueadores la silla, la mesa y tus pañoletas tus fotos y tus secretos tus datos los archivos tus claves
todo será arrasado no por el tiempo sino por la violencia
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