15 Poemas de Yolanda Pantin

Vitral de mujer sola

Se sabe de una mujer que está sola
porque camina como una mujer que está sola
Se sabe que no espera a nadie
porque camina como una mujer que no espera a nadie
Esto es
se mueve irregularmente y de vez en cuando se mira los zapatos
Se sabe de las mujeres que están solas
cuando tocan un botón por largo tiempo
Las mujeres solas no inspiran piedad
ni dan miedo
si alguien se cruza con ellas en mitad de la vereda
se aparta por miedo a ser contagiado
Las mujeres solas miran el paisaje
y se diría que son amantes
de las aceras/ de los entresuelos/ de las alcantarillas/ del subsuelo
de los subterfugios
Las mujeres solas están sobre la tierra al igual que sobre los árboles
les da igual porque para ellas es lo mismo
Las mujeres solas recitan parlamentos
estoy sola
y esto quiere decir que está con ella
para no decir que está con nadie
tanto se considera una mujer sola
Las mujeres solas hacen el amor amorosamente
algo les duele
y luego todo es más bien triste o colérico o simplemente amor
Estas mujeres se alumbran con linternas
van al detalle
saben donde se encuentra cada cosa
porque temen seguir perdiendo
y ya han perdido o ganado demasiado
Ellas no lo saben
porque van del llanto a la alegría
y a veces piensan en la muerte
También planean un largo viaje e imaginan encuentros posibles
Administran el dinero
compran legumbres
trabajan de 8 a 8
Si tienen hijos hacen de madres
son tiernas y delicadas
aunque muchas veces se alteren
un pensamiento recurrente es
ya no puedo ni un minuto más
Las mujeres solas tienen infinidad de miedos
terrores francamente nocturnos
los sueños de tales mujeres son
terremotos catástrofes sociales
Una mujer sola reconoce a otra mujer sola de forma inmediata
llevan el mismo cuello airado
lo cual no quiere decir que no quieran a nadie más que a sí mismas
esto es completamente falso
Lo cierto es que la casa de una mujer sola
está abierta a su antojo
Una mujer sola 
no puede curar su soledad
porque nada está enfermo
se remedia lo curable
una gripe o un dolor de estómago
La mujer que piense que su soledad es curable
no es una mujer sola
es un estado transitivo entre dos soledades
infinitamente más peligrosas
Una mujer sola es una mujer acompañada
aunque de este hecho no se percate más que el zapato
al que mira con detenimiento
o el botón
que parece representar algo verdaderamente importante
como de hecho lo es
como los árboles o el cielo
sólo que el privilegio que deriva de semejante atención
es más bien propio de las almas temperadas al siguiente fuego:
id contigo
para estar con vosotros

De Correo del corazón, (1985)

Cuesta abajo
Algunas mujeres a las diez de la mañana
casi tan limpias como rosa/rocío
como una gota desinfectante
abren al unísono las hojas de las puertas
(un apartamento deslumbra por la teca)
miran al cielo olfateando al aire
a los muchachos propensos al catarro
a la tos asmática
Saludan Sol
Palmeras Aves Violáceas
sonríen mientras bajan la cuesta
hasta el kiosko de revistas
Ellas claman por un cartón clandestino de huevos
y un periódico llevan
a la sombra de sus brazos
cochecitos
a duras penas sostienen
una voz tan dulce que se llora
Arriban sigilosamente
Goznes Puertas Aldabas
de la sala-comedor
donde orden reluce y espejea
un mantelito plástico
souvenirs de un vuelo
rasante por Mayami
donde un punto de hombre
dice adiós con su pañuelo
Claridad
Altas Casas Palomas
una gallarda altiva
su nevera
que algunas mujeres se rasuran las piernas
beben café humanamente hablando
divagan
al abrazo furioso de las telenovelas
como un ósculo prohibido
cuesta abajo en la rodada

(De Correo del corazón. 1985)

Los sueños

(en la boca de la noche)

El médico mira
dentro de mis ojos

me hace abrir la boca

Le cuento sueños
cruzaba una piscina con un niño al cuello

A veces me asalta
un hambre de miedo

devoro todo lo que encuentro a mi lado

El médico escucha
latir mi corazón

Asiente
con mucha seriedad

consulta un libro
encima de su escritorio

Estoy perdida

-Ya había mirado dentro de mis ojos-

Le cuento otro sueño

No todo mi corazón te ama
sólo la parte que está enferma

[de La canción fría1989]

El escritor está sobre la piedra

El escritor está sobre la piedra
¿Es un problema de lenguaje?
¿Un problema de percepción poética?
Pende sobre él una lámpara cualquiera
La luz que despide redondea las formas
les da un no sé qué
de fantasmática presencia

El escritor coloca los codos sobre la mesa
cierra los ojos
piensa tal vez
en la edad de oro su infancia
recrea la figura nimbada de su madre

Escucha
por enésima vez
el llanto fastidioso de un niño

Ignora los misterios de la bóveda celeste
tan fría tan azul
Está ocupado en sí mismo
ha cerrado los ojos y contempla
un pálido destello en su interior
él mismo es un cosmos inconmensurable

El blanco del papel lo enceguece
no sabe qué decir
porque tampoco sabe qué cosa ver:
si el cielo de afuera o el cielo de adentro

Se ha parado de la silla
va a la cocina
toma un vaso con agua
–tiene sed–
recorre la casa en silencio
y reconoce en ella
ciertos fragmentos dolorosos
de su vida
el primer amor el otro amor
el sucesivo

Es hora de ir a la cama
piensa
se arrebuja en ella
–tiene frío–
toma un libro que no lee
escucha
por centésima vez
el llanto insistente del niño

La noche se hace eterna
–tiene sueño pero no puede dormir–

(De Poemas del Escritor. 1989)

Divagación X

Antes de abrir esta boca es mía
decir que es esto lo que quiero
sufro dictando un número pierdo
el café la cucharilla la rodilla o Vallejo

Antes de amar
-que es tan solemne-
largo a sudar el quejo del estado
ya diviso los obstáculos el salto me impresiona
trastabilleo un caballo
todo me asalta un miedo formidable

Antes de besar
-que es tan humano-
resumo del peso alocución de esclavo
paño lagrimeo amor hasta el detalle

Antes de llegar ya me voy
y de nada me pierdo que no sea la muerte

(De Poemas del Escritor. 1989)

Daguerrotipo de una desconocida

Miro el retrato donde no me reconozco

Soy yo es cierto pero
¿cómo respiro
cómo tengo labios cabellos
y aún suspiro?

¿Cuándo ha sido esta mujer huraña
que mira cual extraña
a mí que no la entiendo ni conozco
y nunca ha sido
Yolanda en la fotografía?

Soy yo no hay duda
son mis ojos mi cabello
mi mano apoyando mi cabeza
cansada extrema dura
la muñeca
donde un reloj da una hora
quién sabe qué hora

Soy yo es cierto pero ¿dónde
en qué lugar del mundo de mi casa
del país que aborrezco o el soñado
estuve un tiempo así hasta ese punto
tan oscura?

Nunca la belleza fue negada pero
¿esa tesitura?
¡Son mis labios!
Jamás tuve esa boca ni esa comisura
¿fue besada?

(De Los bajos sentimientos. 1993)

Las Vacas (Lyons La Foret)

Aquí, en la Normandie

fui inmensamente infeliz

A la sombra de las vacas tomé un coche

          -vagaré por estos mundos

          tan extraños tan profundos-

Sentí miedo

por los verdes diluvios

los cisnes en los lagos

un camino serpenteante

          -Lloraba en los brazos

          de la Francia impenetrable-

Nunca más veré este cielo

ni estas vacas de tersas orejas

Les dije: adieu

rumien hermosas también

sus dulces sueños

del prado al establo

En el bosque

miré al cielo

donde Dios habita

mudo imperturbable

                    – Dios es bueno-

Las vacas mugían locas de miedo

Quise acariciar la pelambre de sus pechos

susurrar a las orejas tatuadas de metales

                    —registros sementales

                    fríos rendimientos—

Nada es puro

en esta noche

ni estos animales

                    —tontas vacas en las verdes colinas

pienso en ustedes

sin nostalgia

rumiando conmigo la última cena

De Los bajos sentimientos (1993)

Fotografia: Vasco Szinetar

Valsecito

Un hombre está sentado ante otro hombre

El uno con terror dirige la mirada al cielo raso
el otro se concentra en el cielo de la boca

El uno siente un miedo profundo de sufrir
y así lo expresa: «me lastima lo que hace»

No podemos decir que el otro lo ha escuchado,
sin embargo murmura tal vez para sí mismo:

[de Los bajos sentimientos1993]

Grupo Tráfico. De izquierda a derecha: Rafael Castillo Zapata, Alberto Márquez, Igor Barreto, Yolanda Pantin, Armando Rojas Guardia, Miguel Márquez.

Somebody Loves You In Turmero (Gottfried Benn)

La desdicha del amante es el engaño de lo que vive en el amor
como una ilusión de presente, cuando todo es pasado

Tomo un mapa y marco un ciego itinerario. Ayer caminé a lo
largo de la avenida Georges Mandel hasta el bosque de Boloña.
En esa ocasión quise creer que el placer se elige, como el sufrimiento.

*

Miré la fuente y sobre la terraza, la mancha de pálida luz.
Sentada en un banco, oí la voz de una mujer. Una madre
reprendía al mayor de sus hijos. ¡Philippe!, le decía. Yo
escuchaba el mandato de la madre venido de otros cielos.
Entonces recordé lo que había olvidado. Lo que no podía
recordar, porque no tenía rostro, ni tiempo, solo la huella de lo
que ha muerto en nosotros, pero está profundamente vivo. No
del amor se enamora el amante, ni de nadie, sino de la nostalgia
del amor,

?Usted tiene que obedecerme, le dijo la madre al niño.

Yo miraba todo y sentía
la herida sobre el labio que ahora sangra.

[de La quietud, 1998]

No disfruto con el baile

Qué escogencia la mía tan difícil

Si un perro es la barcina de mi casa

la misada que decía, gata

cuando todo era claro a mi entender qué terca

vivir en el pasado

En aquellos que he amado

están atrás mis padres

recordándome que no, que no son ellos

Y yo vuelvo y los abrazo a mis soñados

fantasmas: son mis dueños

Si veo llover es la lluvia de Turmero

No puedo evitarlo está en el aire

todo el pueblo

No es un goce ir a una fiesta

no disfruto con el baile

Es muy triste ya lo sé es una pena

el cuarto los recuerdos

Cuando afuera está la luz para cegarnos

yo no veo yo no siento

otra cosa que no sea lo sentido

en otro tiempo

pero es duro morir, cerrar las puertas

[de La quietud, 1998]

Fotografia: Vasco Szinetar

Nomme de guerre

Así no quede rastro de lo que fue en el tiempo:
ni tú ni ella a los ojos de nadie.

Mi bisabuela, siendo artista,
nunca firmó sus obras,
tenía un nombre de guerra
con el que toleraba sus pasiones.

La pintura fue una de ellas,
la otra, educar a sus hijas.

Fue implacable, según dicen,
reprimió los excesos,
y ahogó las risitas de las niñas
en los pasillos.

Con respecto a la pintura,
tengo en mi cuarto un óleo
que representa una potrada,
a cuyo pie se lee, a la izquierda,
en letra clara, el nombre del artista.

Veleidades románticas, devaneos,
forzar la identidad al punto
de esconderse en el deseo:
un hombre, pareciera, un extranjero.

Pero este cuadrito no resistirá demasiado el tiempo.

Todo en él se ha ido diluyendo, los caballos,
el paisaje que enmarca la escena
que bien puede ser un fragmento
de la campiña inglesa.

Los colores han perdido el brillo
que alguna vez tuvieron,
y al cuadro lo cubre un velo
igual al que opaca
la mirada de mis padres.

Decrepitud se llama, y olvido
que premia la falta de talento.

(De Épica del padre. 2002)

Herencia

I

Pertenezco
a este pedazo de la tierra.

Reconozco como míos
el aire

que fue de mi infancia,

los relatos de mis padres
jóvenes y eternos,

cuanto su vista levantó
de estos valles

donde abreva el deseo.

II

Yo soy aquella en la fotografía,
de pie,

entre el miedo y el deslumbramiento.

Le he sido fiel a su memoria
a cuanto sus ojos recuerdan
de aquel cielo,

al lomo
de los caballos relucientes.

Pero vuelve el recuerdo
de aquella ocasión en que quise sustraerme,

y no hallé lugar que me reguardara
de mis despóticos fantasmas coloniales.

Así me hundo en esa putrefacción cálida,
Mientras manos que son de nadie me arrancan de cuerpo.

[de País, 2007]

Escribir

No hay ninguna

pretensión

en este intento,

si antes era así,

ahora

viene y queda

el gesto

igual a

cuando niña

dibujaba

por placer

y no dormía

hasta pintar

lo que pensaba

y era un mundo

que se hizo

con los años

garabato,

torcedura.

Lobos

El mundo estaría en sus comienzos

cuando éramos una manada y no

nos habíamos acercado todavía

al círculo del fuego para calentarnos.

Eso fue más tarde.

Mi pelo brillaba, gris y blanco, fino.

Era otro entre las fieras

tras el alfa dominante. Lo seguíamos

a donde fuera por sobre

capas de nieve, adentrándonos

en las marañas como sombras,

o escalando montañas, sibilinos.

No había cuento para niños,

ni leyenda donde no apareciéramos

a la zaga de los recolectores, cazando.

Terror y desprecio sembrábamos.

Todo lo hacíamos en grupo.

No nos cansábamos.

Era un llamamiento.

Primero fueron los dragones.

Luego nosotros. O al revés.

De todo lo ocurrido quedó un trauma

que intentaron los pueblos exorcizar

con historias moralizantes.

¡Cuántas de ellas,

cuánta fría venganza!

Algunos de nosotros nos acomodamos

luego con las bestias cubiertas de pelos

que se dicen humanos

a lamer los huesos que nos tiraban.

Y nosotros, hechizados,

nos hicimos presas de sus desafectos.

Canis lupus familiaris.

¡Perro! Dicen los palurdos

como un insulto a cualquiera.

¡Perros! Si supieran…

Ocurriría en cualquier momento. Una mirada.

¡Zaz! Y el lobo hambriento.

De Bellas ficciones, 2016

Obediencia

¿Por qué nos empeñamos
cada día
en ir contra nosotras
remontando
la corriente de un río
de caudal furioso?

¿Por qué nos atan
sus relatos en la tarde,
cuando llueve, sobre todo,
con un dejo de tristeza,
y nos quedamos pensando,

será cierto…?

[de Bellas ficciones, 2016]

Yolanda Pantin recibiendo el premio Garcia Lorca a su trayectoria literaria (2020)

Frágil

La luz que cae sobre algo

para exaltar ese algo

que recibe la luz

y era nada, o poca cosa,

en la sombra, es un poema

y en segundos deja de serlo.

Yolanda Pantin (Caracas, Venezuela, 10 de octubre de 1954). Poeta ensayista, fotógrafa editora y autora de libros para niños.

Pasó su infancia y adolescencia en Turmero, un pequeño pueblo de los valles de Aragua, a setenta kilómetros de la capital venezolana . Desde la niñez estuvo rodeada del amor a lo artístico, una de sus abuelas era pintora (firmaba bajo un pseudónimo masculino) y su padre era aficionado a la poesía de Rubén Darío, que Pantin aprendió a recitar de memoria.

Estudió Artes en la Escuela de Artes Plásticas de Aragua y Letras en la Universidad Católica Andrés Bello. En la década de los ochenta formó parte de dos importantes grupos de poesía, Calicanto(1979) y Tráfico(1981), de enorme influencia en el desarrollo de las letras venezolanas. Trabajó como periodista cultural en el semanario Número. Fue coeditora de Qué pasa.

 En el año 1989, crea en asociación con otros escritores el Fondo Editorial Pequeña Venecia, un espacio abierto a la poesía donde publicará obras de poesía de autores como María NegroniCarmen Boullosa, Blanca Varela, María Auxiliadora ÁlvarezLuis Pérez Oramas y en el que trabajó hasta 1994. 

En 1990 creó con Santos López la Fundación Casa de la Poesía y asume el cargo de directora de la Fundación. Asi mismo codirigió la revista “El Puente” al lado del poeta Igor Barreto y la antropóloga Michelle Ascensio.

Pantin ha comentado en algunas entrevistas que sus guías fueron Vallejo, Cernuda, Varela, Bishop, Eielson, y García Marruz,entre otros.

Ha publicado los poemarios Casa o lobo (1981), Correo del corazón (1985), La canción fría (1989), Poemas del escritor (1989), El cielo de París (1989), Los bajos sentimientos (1993), La quietud (1998), El hueso pélvico (2002), Poemas huérfanos (2002), La épica del padre (2002), País (2007), 21 caballos (2011), Bellas ficciones (2016) y Lo que hace el tiempo (2017). Publicó en España su obra poética reunida (1981-2011) con el título País (Pre-Textos, 2014). El dragón protegido (Editorial Pre-Textos, 2021) · Entre el aliento y el precipicio: poéticas sobre la belleza/Between the Breath and the Abyss: Poetics on Beauty (Amargord Ediciones, 2021).

Junto a Ana Teresa Torres, es coautora del libro El hilo de la voz. Antología crítica de escritoras venezolanas del siglo XX (2003), uno de los más importantes estudios que sobre literatura femenina se ha hecho en Venezuela. En 2006 publica junto con la escritora argentina Blanca Strepponi ¿Quién dijo Kartofel?, un ensayo sobre la historia de la papa, un tubérculo de origen americano que tendrá una influencia fundamental en la dieta del ser humano y que pronto se convertirá en el alimento de los pobres. En 2005 y 2006 publica para la editorial de El Nacional las biografías de Marie Curie, y Nelson Mandela.

En 2020 publica junto con Ana Teresa Torres” Viaje al poscomunismo“, un ensayo de viajes en el que las autoras se preguntan: “¿Qué había ocurrido en los años de socialismo real? ¿Qué habían dejado los comunistas en su largo reinado? Entonces el pasado de aquellos países parecía ser nuestro futuro, el de Venezuela, quiere decirse”. Las autoras viajaron entre 2002 y 2012 por Polonia, Lituania, Letonia, Finlandia(no habiendo podido entrar a Estonia por un problema de visado, debieron quedarse en Helsinki), Rusia, Bielorrusia, Ucrania, Moldavia, Rumania y Uzbekistán.

En la literatura infantil destacan relatos como: “Ratón y Vampiro se conocen” (Monte Ávila, 1991), y “Ratón y Vampiro” en el castillo. En su repertorio literario también se aprecia una obra de teatro llamada “La Otredad y el Vampiro”.

Premios:

En 1989 recibió el Premio Fundarte de Poesía en Caracas.

Ratón y Vampiro se conocen” forma parte de la lista de los mejores libros para niños 1993 y la Lista de Honor de la IBBY, la Organización Internacional del Libro Infantil y Juvenil, en 1994.

Fue becaria de la Fundación Rockefeller en su Bellagio Study Center en el norte de Italia, y en 2004 recibió la Beca Guggenheim.

Premio Poetas del Mundo Latino Víctor Sandoval 2015 por su trayectoria (Seminario de Cultura Mexicana y UNAM).

XVII Premio Casa de América de Poesía Americana 2017 por su libro” Lo que hace el tiempo“, colocándose en la historia como la primera persona venezolana en recibir esta distinción.

En 2019, la revista colombiana Arcadia, con un jurado de académicos y críticos de todo el mundo, entre los que se encontraban María Negroni, Leila Guerriero, Jorge Volpi, Jorge Carrión, Horacio Castellanos Moya y Alejandro Zambra, eligió su libro País como uno de los 100 mejores libros en español escritos por mujeres en los últimos 100 años.

En el año 2020 obtuvo el XVII Premio García Lorca a su trayectoria literaria.

 Yolanda Pantin ha participado en múltiples festivales, simposios, y lecturas de poesía en países como: Colombia, Argentina, Italia, Uruguay, España, Francia, El Salvador, Portugal, y Holanda. Su obra ha sido traducida al inglés, francés, italiano y portugués.

Enlaces de interés :

https://letraslibres.com/literatura/yolanda-pantin-la-voz-de-un-pais-devastado/ https://letraslibres.com/revista/yo-me-interne-en-la-poesia-siguiendo-un-mandato/ https://www.bordes.com.ve/yolanda-pantin-la-poetica-de-lo-imposible-en-correo-del-corazon-1985/

https://www.granadahoy.com/ocio/Yolanda-Pantin-poesia_0_1511249236.html https://www.facebook.com/p/El-Pa%C3%ADs-de-Yolanda-Pantin-100068509744201/?paipv=0&eav=AfYE6qecnEBRMrkzN4wYap3Xzf8VDEJTGkksI6zeeuwHnsPfwohMxbuASdzmwoykUYg&_rdr

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