El tiempo de la tierra aun no ha llegado
La tierra es la memoria larga de la vida
el frágil recinto de una esperanza
que naufraga en una persistencia que no cesa
La tierra es esta piel que nos circunda
el beso de dios o el abrazo de una noche
que nos mece en un soliloquio al cual jamás
hemos respondido con palabras de amor
La tierra es esta desértica percepción
de todo lo destruido que aún brota como
si tuviera todavía lecciones que sembrarle
a la sinrazón de nuestra inutilidad
La tierra es una florería que se derrama sobre
el universo como los girasoles de van gogh
un recuerdo sin retorno un equipaje sin destinatario
que el hombre ha esculpido en el olvido
22 de abril del 2013
Quisiera un país
donde todo estuviera
ya resuelto
donde pudiera trabajar
sin conceder nada a cambio
donde pudiera hablar
sin temor al que escucha detrás
atento a la denuncia
donde pudiera amar y tener hijos
que vean el sol
donde los hijos de mis hijos
vean el sol
donde pueda levantarme por las mañanas
sin el peso de los rifles
donde pueda saber que mis amigos
están en resguardo a toda hora
donde pueda cantar en coro
canciones infantiles
levantar la tierra
levantar la casa
levantar al hombre
definitivamente
pero aquí
todo esto está por hacerse
todo esto y lo que viene antes
incendiar los montes
preparar los hombres
hacer esta guerra
larga y justa
Tiempo de guerra ( Ediciones Desorden 1974)
India insurrecta
Escucharte fue descubrir el árbol
desde el interior de su corteza
la nube desde su residencia de agua
la sequía en su dimensión de flor
Habló tu risa por ti
como siempre lo has hecho y
las palabras hicieron suyas los
cánticos más antiguos
aquellos que inventaron los
hombres al advertir por vez primera
que el sol se asomaba cada
amanecer sobre sus ojos de
noche y silencios
Y desde ese territorio es posible
todo milagro de insurgencia
porque el vivir sobrepasa siempre
la textura de lo opaco hasta
tornar la grieta en horizonte
y la tristeza en pórtico de una
abecedario que apenas aprendemos
a escuchar
Ese es el decir que transfiguras
en andares con los ancestros
que tejes pacientemente
hasta hacerte india insurrecta en
compañía de tus amores de
aire e infinito
29 de abril del 2014
En los Trapecios de la Noche
A Cristina Castello
Caen los primeros copos
de nieve y el pájaro
carpintero sigue
picoteando su árbol
con un canto que retumba
en el viento
¿Qué nuevas partituras
escribe sobre la resina
del tiempo?
¿Qué alfabeto reinventa
el tamborín de sus sueños?
¿Sabremos alguna vez
descifrar el secreto
de su especie?
El hombre dejó olvidada
su canción en los trapecios
de la noche y el pájaro
carpintero le recuerda
que debe ir a buscarla en
los ramajes de sus cuerdas
hasta que recupere
la armonía de su canto
sin el cual jamás
alcanzará su musical
y humana condición
De : Memoria de pájaros y hombres (2017)
Y cómo no aterrarse
si la violencia no acaba aquí
ni nunca
si siguen sonando disparos
si siguen los amigos presos
si siguen llegando cartas
si la tristeza lo vuelve
a uno este nudo inútil
cómo creer
si todo esto no es más
que un juego fácil
si hallas que los que están arriba
ya no quieren que sean
si de pronto te dicen
que la montaña no es
que el fusil no debe disparar
que el color de las colinas
no tiene sentido para alguien
que la poesía no sirve
que la palabra no suena
que otras cosas se dividen
se acusan se sentencian
en medio de toda esta pasividad
o comenzamos a revelar
secretos
o esto acaba aquí
definitivamente
Tiempo de guerra ( Ediciones Desorden 1974)
se aferran a un sombrero
y yo sonrío como una manera de llorar
y hablamos de peligros y de cárceles
de los amigos que están lejos
de las horas de almuerzo
solas
porque siempre alguien está faltando
y de su arranque de ira del otro día
y del mío que me contuve
porque ya cambié suficiente
y él lo sabe
y dice que me ha perdido
como la madre
que ya no me conoce
de tanto querer conocerme de otra manera
y yo ya pertenezco a otras cosas
y otros nombres y otros lugares
y estoy aquí de paso
porque también duele esta ruptura
y la cara y la historia
y la suerte que no debe repetirse
a mi también tiene una manera particular
de dolerme todo esto
tu cara
padre
sin edad pero con tiempo
tu cara
madre
tus manos inquietas de no agarrar
tu mirada terrible de no ver
tu estremecimiento inútil
de los días de fiebre
que son casi todos
tu sombrero
padre
como algo móvil entre tus manos
tu mirada húmeda
tu corbata de no estar en parte alguna
tus vuelos de meses
para olvidar
mientras nosotros no olvidamos
la tristeza de todos
y yo que ya no pertenezco
que ya no soy de este tiempo de muros
que me construyo una cárcel
a mi modo
y una sangre para incendiarla
y un mundo de hierbas
y un fusil
porque es necesario
y una muerte
que es nuestra forma más digna de vivir
y esta revolución
construida desde antes
por construir aún
padre
madre
no fue una elección
fue una necesidad
fue este modo de morir
y este modo de vivir
no les pido perdón
pero los amo
en estos tiempos difíciles
utilizad vuestra fe para todos nosotros
Tiempo de guerra ( Ediciones Desorden 1974)
Tiempo terrible el nuestro
por este estremecimiento
que nos viene de adentro
como un río que todo lo inunda
por el estremecimiento de esta ciudad
aterrada por los muertos
húmeda encerrada en su propia garganta
somos una misma cosa
nada se lleva esta lluvia de días
nada las colinas
un hombre muere
un hombre mata
la ciudad es una memoria
que estallidos repentinos
conmueven a ratos
Tiempo de guerra ( Ediciones Desorden 1974)
Una temporada en el infierno
Entretanto es la víspera.
Recibimos todos los influjos
de vigor y de auténtica ternura.
Y al llegar la aurora, armados de
ardiente paciencia, entraremos
en las espléndidas ciudades.
Arthur Rimbaud
¿Y cuál es el tiempo
del hombre?
¿El que miden las
estrellas los astros
la luna y el sol?
¿Acaso el de las
estaciones?
¿O tal vez el tiempo
que determina el alma
mientras transcurre
su paso por estas
formas de existencia?
.
Giramos a nuestro
alrededor y sólo
conseguimos un tiempo
determinado por medidas
muy distintas
que se fijan de acuerdo
a los poderes mayores
y a los dioses recreados
una y otra vez
negociando entre unos y
otros un ejercicio de
vivir y de morir
que lo fijan valores
tan abstractos
como lo es la guerray la paz
¿Qué somos en este
estrecho intervalo en el
que nos imponen un tiempo
negado que se convierte en
un eterno sueño inconcluso?
¿No será acaso tiempo
para renacer a un vivir
determinado por las leyes
naturales del amor?
Aquellas que configuran
el oleaje del mar
el eterno renacer de la flor
el cambio de estaciones
y el agua que bajo
los desiertos se encarga
de reinventar la flordel cactus
Las que rigen los vientos
y las que permiten confundir
el sol y la luna en ese
estrecho abrazo de luz que
aún no aprendemos
.
La que debemos reinventar
a la medida de la humana
condición de un hombre
permanentemente abatido
Hay que ir a rescatar
ese canto que nos regalan
las colinas esas lágrimas
que aguardan que la
luz les devuelva su
estallido de lumbre
compartido
.
Esa sabiduría que los
antiguos quisieron inscribir
en una historia colectiva
y anónima en la que
cupieran todos los sueños
convertidos en una sonora
realidad altiva y eterna
.
Y en ese entretanto
como lo señala Rimbaud
“recibamos todos los influjos
de vigor y de auténtica
ternura.”
“Y al llegar la aurora
armados de ardiente
paciencia entraremos en las
esplendidades ciudades”
¿Lo lograremos
alguna vez?
06/06/23
Mery Sananes (Caracas,Venezuela, 1942). Poeta. Licenciada en Letras, doctora en Ciencias Sociales y profesora titular de la Universidad Central de Venezuela. Es coordinadora de la Cátedra Pío Tamayo.
Algunas de sus obras publicadas:
Palabra uno (1964), Tiempo de guerra (1968; 1974), Tierra de expedientes (1975), Walt Whitman, poeta de los tiempos que vendrán (Caracas: Ediciones Desorden, 1973), León Felipe: poeta de pólvora y barreno (1988), Ángel eternamente flor (1994) y La trampa-engaño de la cultura. Aproximación a Luis Mariano Rivera (2006), Palabras conjugadas (Caracas,2016)Ediciones Cátedra Pío Tamayo, Colección “Recados del sol”, Memorias de pájaros y hombres (2017. Cátedra Pío Tamayo)
En una entrevista publicada en la Revista MediaIsla.net el 29 de octubre del 2016, a la pregunta ¿Por qué y para quiénes escribes?, la autora respondió :
“Escribo para traducir los milenios de silencio que llevo en mi interior. Para buscar una palabra que no hiera. Para darle voz a los hombres vulnerados y al canto de los pájaros, los grillos y los sapitos.
Para dejar el testimonio de estos tiempos, tan iguales a los de siempre, y dejar en ellos esa rendija, por donde alguna vez se cuele la lágrima de León Felipe, a través de la cual algún día alcanzaremos la luz.
Y escribo, quizás, y en definitiva, porque no sé hacer otra cosa con ese estremecimiento que no cesa de crecer en un mundo destrozado y dentro de mi corazón desvalido.”
Mery Sananes
Enlaces de interés :
Blog de la autora: https://embusteria.blogspot.com/2014/04/
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