Litotelergia (I)
Estación de peces lunares
desove de astros ya presagiados a nuestra muerte.
¿Qué es lo inexhausto
sino el verde canto
llanto del rocío
la insaciable palingnesia de una lágrima
resbalando como el suspiro del ojo herido?
La última estimación de lo que falta por llover
hacia las tierras en aradas sedienta
hacia la harina que los molinos aceñando entregan
para endulzar la oscuridad
con un perfil de desfiguraciones
para vestir de chispa al lexema
de lo que rompe el tiempo
y se consume con sólo sentir
los párpados en el rostro
la piel en la noche
la mordedura en el silencio suciamente iluminado
por sedestaciones de campanadas distantes.