Las palabras se curvan se tocan se oscurecen
Alguien afuera abre una puerta alguien toca el piano
Las palabras se guardan y se olvidan
No te debo nada
Sigo el movimiento del sueño sus huellas pequeñísimos
Sigo el movimiento del río su peso sus partículas su silencio
sus larvas sus laberintos las estrellas que flotan como cáscaras
Quedan los frescos
la pared llena de fotografías
la mañana
la espesa la temida
la mañana para no ser vista la mañana para llorarme
la larga la indefinible la quieta mañana
El aire se arquea con el peso de las acacias
De Leteo, 2002

y dije tu nombre
y el lugar era de aire
y la palabra
la presa
en la desolación de la fe
y la palabra cierva
en la amplitud del silencio
se desploma
dócil en su infinita contradicción
en su misericordia
y el corazón se cierra
y el corazón se abre
deslumbrándose
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el pelo corto me hace vulnerable
¿hacia dónde regreso?… Leer más