Demasiado viejo para amar
Otra vez Eros, mirándome lánguidamente
con sus ojos bajo párpados azulados,
con mil seducciones me empuja
dentro de la red inextricable de Cipris.
Le temo cuando lo veo acercarse
como un caballo sufridor del yugo, vencedor en los Juegos,
en su vejez, caminando de mal grado, con veloz carro entrando en carrera.
El amor me quema
En la primavera, los membrilleros
regados por las corrientes
de los ríos -donde está el jardín intacto
de las Vírgenes- y las vides
creciendo a la sombra de los pámpanos
florecen; pero el amor no duerme
para mí en ninguna estación,
sino que, igual que el tracio Bóreas por el rayo encendido,
lanzándose, enviado por Cipris,
en medio de una furia que lo agosta todo,
oscuro e intrépido, poderosamente desde el fondo
agita mis sentidos.
Oda a Polícrates
οἳ κ]αὶ Δαρδανίδα Πριάμοιο μέ-
γ’ ἄς]τυ περικλεὲς ὄλβιον ἠνάρον
Ἄργ]οθεν ὀρνυμένοι
Ζη]νὸς μεγάλοιο βουλαῖς
5 ξα]νθᾶς Ἑλένας περὶ εἴδει
δῆ]ριν πολύυμνον ἔχ[ο]ντες
πό]λεμον κατὰ δακρ[υό]εντα,
Πέρ]γαμον δ’ ἀνέ[β]α ταλαπείριο[νἄ]τα
χρυ]σοέθειραν δ[ι]ὰ Κύπριδα.
… quienes destruyeron ἠνάρον la gran ciudad dardánida de Príamo, renombrada, feliz, habiendo partido desde Argos por voluntad del gran Zeus, a causa de la belleza de la rubia Helena, manteniendo una lucha tema de muchos cantos durante una guerra plena de llanto, y a la muy afligida Pérgamo ascendió Ate por medio de Cipris, de cabellos de oro.
10 νῦ]ν δέ μοι οὔτε ξειναπάταν Π[άρι]ν
..] ἐπιθύμιον οὔτε τανί[σφ]υρ[ον
ὑμ]νῆν Κασσάνδραν
Πρι]άμοιό τε παίδας ἄλλου[ς
Τρο]ίας θ’ ὑψιπύλοιο ἁλώσι[μο]ν
15 ἆμ]αρ ἀνώνυμον· οὐδεπ̣[
ἡρ]ώων ἀρετὰν
ὑπ]εράφανον οὕς τε κοίλα[ι
νᾶες] πολυγόμφοι ἐλεύσα[ν
Τροί]αι κακόν, ἥρωας ἐσ̣θ̣[λούς·
Pero ahora para mí no (es) deseable cantar al burlador de su anfitrión, a Paris, ni a Casandra, de delgados tobillos, y a los otros hijos de Príamo, ni el día innombrable de la destrucción de Troya, de altas puertas; ni tampoco el valor arrogante de los héroes a los que cóncavas naves de muchos clavos transportaron (como) desgracia para Troya, héroes valientes.
20 τῶν] μὲν κρείων Ἀγαμέ[μνων
ἆ]ρχε Πλεισθ[ενί]δας βασιλ[εὺ]ς ἀγὸς ἀνδρῶν
Ἀτρέος ἐσ[θλοῦ] πάις ἐκ π̣[ατρό]ς·
Sobre ellos mandaba el poderoso Agamenón Plisténida, rey conductor de hombres, hijo de un padre valiente, de Atreo;
καὶ τὰ μὲ[ν ἂν] Μοίσαι σεσοφ[ισμ]έναι
εὖ Ἑλικωνίδ[ες] ἐμβαίεν λογ̣[ ·
25 θνατὸς δ’ οὔ κ[ε]ν ἀνὴρ
διερὸ[ς] τὰ ἕκαστα εἴποι
ναῶν ὡ[ς Μεν]έλαος ἀπ’ Αὐλίδος
Αἰγαῖον δ[ιὰ πό]ντον ἀπ’ Ἄργεος
ἠλύθο̣[ν …..]ν
30 ἱπποτρόφο[ν …]ε φώτες
χ]αλκάσπ[ιδες υἷ]ες Ἀχα[ι]ῶν
τ]ῶν μὲν πρ[οφ]ερέστατος α[ἰ]χμᾶι
…]. πόδ[ας ὠ]κὺς Ἀχιλλεὺς
καὶ μέ]γας Τ[ελαμ]ώνιος ἄλκι[μος Αἴας
35 ……]. ατ[…….]γ̣υρος.
Y esas cosas las Musas Heliconidas, bien instruidas, podrían abordar…, pero un hombre mortal vivo no podría decir cada detalle de las naves, que Menelao desde Áulide a través del mar Egeo desde Argos … llegaron a …, criadora de caballos hombres de escudos de bronce, los hijos de los aqueos, y de ellos destacado con la lanza, veloz de pies Aquiles y el enorme hijo de Telamón el valiente Áyax.
……………]ος ἀπ’ Ἄργεος
…………….]ς ἐς Ἴλιον
…………….]
……………].[.].
40 ……………]α χρυσεόστροφ[ος
Ὕλλις ἐγήνατο, τῶι δ’ [ἄ]ρα Τρωίλον
ὡσεὶ χρυσὸν ὀρει-
χάλκωι τρὶς ἄπεφθο[ν] ἤδη
Τρῶες Δ[α]ναοί τ‘ ἐρό[ε]σσαν
45 μορφὰν μάλ’ ἐίσκον ὅμοιον.
…Hilis de cinturón de oro engendró, con quien a Troilo, como al oro refinado ya tres veces con el oricalco, los troyanos y los dánaos asemejaban como muy igual en su aspecto seductor.
τοῖς μὲν πέδα κάλλεος αἰὲν
καὶ σύ, Πολύκρατες, κλέος ἄφθιτον ἑξεῖς
ὡς κατ’ ἀοιδὰν καὶ ἐμὸν κλέος.
Con ellos en cuanto a belleza siempre también tú, Polícrates, tendrás gloria imperecedera, según el canto y mi gloria.
Íbico, (en griego antiguo,βυκος ), nacido en Rhegium, en la Magna Grecia italiana, fue un poeta lírico griego del siglo VI a.c. Fue contemporáneo del también poeta lírico Anacreonte. Estaba incluido en la canónica lista de los Nueve poetas líricos de la entonces helenística Alejandría.
A pesar de la desahogada y despreocupada situación económica familiar, vivió una vida de aventuras y pasó una considerable parte de su vida en la corte de Polícrates, tirano de Samos,ya que hacia el 530 a.C. fue invitado por Polícrates a Samos por quien fue protegido , y adaptó allí sus maneras a las necesidades cortesanas. Algunos de sus poemas siguen la línea del “amor cortés” que se cultivaba en Samos. Íbico rechaza la antigua dependencia del mito y prefiere el tema del amor.
La historia de su muerte es así relatada: Mientras estaba en la vecina villa de Corinto, el poeta fue mortalmente herido por unos ladrones. Mientras yacía moribundo, vio a un numeroso grupo de grullas que volaban sobre su cabeza, a las que invitó a vengar su muerte. Los ladrones (que eran de Corinto), después de su criminal acción se habían dirigido al teatro a ver una representación. Allí aparecieron las grullas. Uno de los ladrones, en un gesto de burla al ver las grullas, gritó: ¡Observad a los vengadores de Íbico!, y así ellos mismos dieron la pista para su detención por el crimen cometido (Plutarco, De Garrulitate, xiv.). La frase “las grullas de Íbico” se convirtió así en un proverbio entre los griegos por el descubrimiento del crimen a través de la intervención divina.
Íbico escribió siete libros de lírica, hasta cierto punto mítica y heroica, pero generalmente erótica (Cicerón, Tusc. Disp. iv. 33), celebrando los encantos de los más jóvenes y las muchachas hermosas.Dentro de la lírica epizante podemos postular un poema sobre la destrucción de Troya, los cazadores del jabalí, los retornos de los héroes aqueos, Heracles, la Gerioneida y las Argonáuticas. Nótense las coincidencias temáticas con Estesícoro. Fue célebre por el carácter pederasta de su literatura, algo que a los antiguos griegos no les parecía mal: “IÍbico, que escogió el dulce florecer de Persuaion y el amor de los chavales.” (Antología griega, IX,184). Se le considera el inventor o introductor del elogio (escribió el del tirano Polícrates) y su poema Juegos para Pelia es de carácter épico-lírico. Pero de esos siete libros solo ha subsistido un centenar de versos. Los antiguos griegos lo comparaban a Estesícoro en el tratamiento de los temas míticos (la Guerra de Troya, la expedición de los Argonautas), pero lo poco que de él se ha conservado, sin embargo, revela una sensible diferencia e independencia, prueba de la diversidad de estilo del poeta. Algunas de sus fórmulas fueron retomadas por el poeta latino Horacio. F.G. Welcker sugiere que sus obras eran cantadas por coros de muchachos en las competiciones de belleza que se llevaban a cabo en la isla de Lesbos. Aunque su métrica y su dialecto eran dóricos, los poemas tienen el espíritu de la poesía melódica eólica.La balada del poeta romántico alemán Friedrich Schiller “Las grullas de Íbico” celebra su famosa leyenda.
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