Domingo 12 de septiembre
Domingo 12 de septiembre, 1937
a las dos de la mañana: nací.
De ahí mis hábitos nocturnos
y el amor a los fines de semana.
Me clasificaron: nena, rosadito.
Boté el rosa hace mucho tiempo
y escogí el color que más me gusta,
que son todos.
Me acompañan tres hijas y dos perros:
lo que me queda de dos matrimonios.
Estudié porque no había remedio
afortunadamente lo he olvidado casi todo.
Tengo hígado, estómago, dos ovarios,
una matriz, corazón y cerebro, más accesorios
Todo funciona en orden, por lo tanto,
río, grito, insulto, lloro y hago el amor.
Y después lo cuento.

Veronesa
Una inmensa familia
de la itálica tierra
te trajo cerca
Ah primo mío
con quien jugamos
todos los juegos
que habíamos visto en los lechos
de los mayores
Nadie excepto yo está seguro
de que tu nombre haya sido Valerio
mas me besabas los ojos
atravesabas mi pubis con tu lengua
y al final cayendo sobre mí susurrabas
Valeria
como yo soy Valerio
Te fuiste demasiado pronto primo mío
me has hecho falta siempre
mi piel toda piensa en ti todos los días

Confieso frente a ti
Cubierta por la Luna con su luz prestada
eres hermosa En nada te pareces a Meana
debo admitir que te amo
Pero los ojos de Juvencio que son miel acabada de nacer
me han llevado a soñar y a otras cosas
El encanto de Licinio
también su inteligencia
me ha hecho dar vueltas y vueltas en el lecho
No he sido fiel no nací fiel
ni moriré siendo fiel
Pero Lesbia habrás de perdonar estas cuestiones
que el amor y la pasión unen más fuerte que el sexo

Animal que despierta
Soy la gata que camina dentro de mí
conmigo
las leves zarpas afelpadas
He bajado por el río
conservando el gusto por la caza
los ambiguos maullidos.
Cuando cierro los ojos atravieso los siglos.
Las arenas le dieron el color
a esta piel suave que esconde
una flor mojada entre las fauces
el oro egipcio se ve reflejado en la pupila
de esta gata
que demasiadas veces
recuerda su verdadera condición de fiera.
La Reina de Saba habría dado la mitad de sus tierras
por tener estas garras.

Vivamos Valeria
Olvidemos las cosas que dicen
hasta los que en barco han llegado
del Adriático
de las Cícladas
de Rodas
Sus lenguas viperinas
que bien podrían ser mejor usadas en trajines de amores
han siseado maldades desde la cumbre del Citoro
No no se atreven a decir tu nombre
solo han murmurado el mío
Sienten miedo
son hipócritas
Yacen con putitas flacas
se van sin pagar lo justo que no es mucho
Vivamos Valeria
dentro de miles de años
vendrá un poeta diferente
que recordará este amor nuestro
y creará otro carmen
que sonará lleno de pasión
Iremos lejos
Valeria
nuestro lecho
serán las estrellas

Aquí es granada
Cuando el filibustero harto de sangre y pólvora
le prendió fuego a la ciudad
creyó que así borraba para siempre de la faz de la tierra
a toda la gente de Granada
Cuando embriagado de soberbia creyó terminada la hecatombe
daba por descontado
que ni siquiera crecería aquí la hierba
Los secuaces
comandados por un generalito cuyo nombre me callo
/un testaferro/
repletos de alcohol asaltaron las iglesias y robaron
los tesoros sagrados
Les arrancaron los anillos a las vírgenes, los resplandores a los santos
se llevaron los copones para seguir bebiendo
y asegurar su euforia cuando incendiaran la ciudad.
Entre llamas y hollín recorrieron aún algunas calles
vistiendo y profanando los venerables hábitos
llevando entre las manos candelabros
a manera de sacrílegas espadas
Traían un ataúd en el que aseguraban
que iban la gente y la villa de Granada
Abandonaron la ciudad que humeaba toda
creyéndose profetas dejaron a sus puertas un letrero
en donde se jactaban de su infame hazaña: ‘Aquí fue Granada’
/Y es que con sureña petulancia
el filibustero había decidido que era nicaragüense
e instauró un régimen de esclavos
y exigió que el inglés fuera el idioma para
los documentos y los actos oficiales
/Y aquí en Granada se proclamó presidente
y aquí tomó posesión del mentiroso cargo
mas no eran suficientes tales injurias, por lo tanto
era preciso calcinar Granada
Pero llegó la gente y enterró a sus muertos
y levantó de nuevo con amor y ladrillos y argamasa
esta espléndida solemne majestuosa
esta noble ciudad que se llama Granada
Y aquí sigue Granada de pie, frente al lago
que la observa y la refresca con los vientos que atraviesan su espejo
y la gente de Granada sabe de sangre y fuego
y ha tenido que lamerse las heridas
que le infligió el filibustero con rabia y con saña
Conservó la fortaleza y la pujanza para levantarse de entre las cenizas
jurar para siempre por la vida
y abrir un nuevo día aquí en Granada.

Sucede al crecer
Cuando llegue a tus manos
la primera hogaza del pan de marzo
ya no vendré por ti
Olvídame
busca otra vida
Mientras no mostrabas señal de vello en el rostro
eras hermoso y deseable
Te tengo que dejar
Olvídame
Aquel niño que pasa y viste aún túnica blanca
me agita la pasión que siento por Valeria
por Veranio
tal vez por Lesbia
Es éxtasis el que logro con ellos muchacho
contigo solo fue sexo

Ángeles
He pasado algunos años buscando unos ángeles
ni los que absortos sobre algún Niño Dios veía en las estampas
de los libros de mi padre
He buscado a los ángeles con ganas
levantando las hojas del jardín
dándole vueltas a los árboles
tratando de evitar que se me escurran por entre las gavetas
o que se disimulen detrás de algún espejo
He vaciado armarios y trinchantes
me he ido de viaje
sólo por ver si estaban entre las maletas
algunas tardes
cuando el sol doraba el pelaje de mi perro
me pareció escuchar algún batir de alas
sentí un olor a almendras y a vainilla
pero al ir a buscarlos se han ido el sol el sonido el aroma
No sé si será esta alguna actividad ilícita
en realidad jamás he preguntado por miedo a que me digan
que no es válido perder el tiempo en busca de ángeles
cuando hay tantas tareas que sí son serias esperando por mí

Animal que despierta
Soy la gata que camina dentro de mí
conmigo
las leves zarpas afelpadas
He bajado por el río
conservando el gusto por la caza
los ambiguos maullidos
Cuando cierro los ojos atravieso los siglos
Las arenas le dieron el color
a esta piel suave que esconde
una flor mojada entre las fauces
el oro egipcio se ve reflejado en la pupila
de esta gata
que demasiadas veces
recuerda su verdadera condición de fiera
La Reina de Saba habría dado la mitad de sus tierras
por tener estas garras

Mujer que duerme
La mujer ve la luna cruzar por el rectángulo
y abraza al perro antes de abrirse al sueño.
Luna sobre la piel
piel de sirena
Sueños desportillados
amaneceres blancos
Se estira lee lo que escriben sus amigos
los ama tanto
los ama a todos
El penacho del volcán le avisa
que hay viento norte
A los cincuenta y tantos dueña de una ventana
de diez metros
de largo
su vientre está dormido
Las sábanas son frescas
La ciudad gime
La mujer sueña

Desacuerdo
No me hablen de nada.
Esta noche no estoy para palabras
ni discursos
sobre los acuerdos de paz en ningún lado
Qué paz acordaron en mi nombre?
Quién les dio el permiso para hacerlo?
Ninguno de esta lista interminable
que llevo entre las manos
dijo
adelante firmen ese convenio.
A mí no me pidieron opinión cuando los grandes
decidieron que una guerra
si se enfriaba
podía jugarse mejor en patio ajeno
Soltaron su veneno
se sentaron a contar ganancias
y a competir por escupir la Luna
Mientras tanto
aquí como si nada se acumularon muertos
y desaparecidos
y exiliados y odios
Cuarenta años duró el juego.
A mí no me fue mal aún estoy viva
Pero esta lista esta lista que me hace llorar cuando la leo
es la factura final de aquel convenio
No me vengan con sellos a estampar un cancelado
Aquí no se cancelan los afectos
ni los llantos ni la sangre derramada
ni la memoria de los muertos

Poeta
El viejo rito me posee
Varias noches sin sueño
después baja el río de sangre
me ahogo en ella y renazco
nueva como moneda
redonda como un sueño
perfecta en mi dolor
recordando sólo lo suficiente del pasado
para construir la
telaraña
con la que cubro mi cama de soltera.
I
Amante nuevo:
quiero explicarte bien que entre tus ojos
y mis ojos
sólo hay deseo.
Que tu piel blanca a veces se oscurece
porque aquél que me marcó sigue aquí dentro.
Que quisiera decir tu nombre y no puedo
porque al abrir la boca yo recuerdo
una cama distinta
otros labios bebiéndose mis pechos
Y cuando lloro
y me prendo a ti con tanta fuerza
no es de alegría, amante.
Es de recuerdo.
II
De acuerdo,
soy arrebatada, celosa, voluble
y llena de lujuria
¿Qué esperaban?
¿Que tuviera ojos
glándulas
cerebro, treinta y tres años
y que actuara
como el ciprés de un cementerio?
III
Dijeron que un poema
debería ser menos personal;
que eso de hablar de tú o de yo
es cosa de mujeres.
Que no es serio.
por suerte o por desgracia
todavía hago lo que quiero.
Quizá algún día utilice otros métodos
y hable in abstracto.
Ahora sólo sé que si se dice algo
debe ser sobre tema conocido.
Yo sólo soy sincera –y ya es bastante–
hablando de mis propias miserias y alegrías
puedo contar que me gustan las fresas,
por ejemplo,
y que algunas personas
me caen mal por hipócritas, por crueles
o simplemente porque son estúpidas.
Que no pedí vivir
y que morir no es algo que me atraiga
excepto cuando me hallo deprimida.
Que estoy hecha
sobre todo
de palabras.
Que para poder manifestarme
uso tinta y papel a mi manera.
No puedo remediarlo.
Por más que trate
no escribiré un ensayo
sobre la teoría de los conjuntos.
Tal vez más adelante
encuentre otras formas de expresarme.
Pero eso no me importa ahora;
hoy vivo aquí y en este momento
y yo soy yo
y como tal actúo.
Por lo demás, lamento no complacer a todos.
Creo que ya es bastante mirar hacia mí misma
y tratar de aceptarme
con huesos con músculos
con deseos con penas.
Y asomarme a la puerta y ver pasar el mundo
y decir buenos días. Aquí estoy yo.
Aunque no les guste.
Punto.
de Poemas de la izquierda erótica (1973)

La superviviente
Me habita un cementerio
me he ido haciendo vieja
aquí
al lado de mis muertos.
no necesito amigos
me da miedo querer porque he querido a muchos
y a todos los perdí en la guerra.
Me basta con mi pena.
Ella me ayuda a vivir estos amaneceres blancos
estas noches desiertas
esta cuenta incesante de las pérdidas.

Ana María Rodas (Ciudad de Guatemala, 12 de septiembre de 1937). Poeta, narradora, periodista, profesora de literatura y periodismo y crítica literaria. Fue directora del Diario de Centroamericana y la Tipografía Nacional (2004-2008), directora de la Biblioteca Nacional de Guatemala (2012) y ministra de Cultura y Deporte (2015-2016). Su obra está considerada como un referente feminista latinoamericano.
Su madre, Ana Maria Pérez Lagomazzini, le leía libro de adultos que escuchaba junto a su hermano desde pequeños. Su padre, Ovidio Rodas Corzo era periodista -trabajó para el periódico El imparcial y más tarde para el Diario de Centro América- y pintor. Por ello desde su niñez Ana María estaba influenciada por la cultura, el arte y los libros. .Empezó a escribir desde joven y se decantó por el periodismo. Su primer trabajo fue en el Diario de Centro América, a los 14 empezó con crónica social y deportiva, después a los 16 ya era reportera. Más tarde pasó a realizar la cobertura de la información gubernamental. Inició su carrera poética cuando ya era reportera, a los 35 años.
Su primer poemario Poemas de la izquierda erótica (1973) se inscribe como referente obligado en la literatura guatemalteca y centroamericana; según palabras de Juan Carlos Galeano poeta y profesor de la Universidad del Estado de Florida, «es un texto de afirmación del erotismo y de discurso crítico cuya base plantea la problemática del sexo, la escritura y las relaciones de poder, especialmente aquéllas de los paradigmas patriarcales reproducidos por algunos miembros de la izquierda política». Varios artículos de crítica poética señalan los Poemas de la izquierda erótica como un libro que marcó un antes y un después en la poesía escrita por mujeres en Guatemala.
En 1974 la Asociación de Periodistas de Guatemala le otorgó el Premio Libertad de Prensa. En 1990 recibió, simultáneamente, los primeros premios de cuento y poesía en el certamen de juegos florales de México, Centroamérica y el Caribe de 1990. En el año 2000 el Ministerio de Cultura y Deportes de Guatemala le otorga el Premio Nacional de Literatura «Miguel Ángel Asturias» por el conjunto de su obra. En el año 2006 la Fundación G&T Continental y la Asociación Cultural Vicenta Laparra de la Cerda en colaboración con la Hemeroteca Nacional Clemente Marroquín Rojas y el Ministerio de Cultura y Deportes le otorga la Orden «Vicenta Laparra de la Cerda» por su obra literaria y actividad periodística. En 2017 fue nombrada Persona Ilustre por su aporte a la literatura universal.
Sus poemas han sido publicados en antologías en español, inglés y alemán en Centroamérica, Estados Unidos, Colombia, México, Austria, Italia y Alemania.
Bibliografía
Poesía:
Poemas de la izquierda erótica (1973)
Cuatro esquinas del juego de una muñeca (1937)
El fin de los mitos y los sueños (1984)
La insurrección de Mariana (1993)
Eva a los cincuenta y dos años (1988)
Poesía de Ana María Rodas (1995)
Poemas de la izquierda erótica: Trilogía, (2006)
Esta desnuda playa (2015)
Narrativa:
Narrativa de Ana María Rodas (1995)
Mariana en la tigrera (1996)
La monja (2002)
Antigua para principiantes (2021) Editorial Del Pensativo
Enlaces de interés :
https://diariodelgallo.wordpress.com/2008/01/30/ana-maria-rodas-entrevista/
http://biblio3.url.edu.gt/Publi/Libros/abrapalabra/arte-miradas-contexto/06.pdf