6 Poemas de Joanne Kyger

Aún

                                     nuestro hálito nuestro sol

                  nuestra luna, nuestras estrellas, nuestro espacio

              nuestra agua que fluye

    de la montaña, nuestro océano, nuestros caminos, nuestros senderos

                          y en este año y en el siguiente

                     en el cálido día gris, la humedad despide su olor desde la tierra.… Leer más

13 Poemas de Allen Ginsberg

Lamentación del sin techo

Perdona, amigo, no quise molestarte
          pero volví de Vietnam
donde maté a un montón de caballeros vietnamitas
                             algunas damas también
y no pude soportar el dolor
                           y de miedo cogí un hábito
y pasé por la rehab y estoy limpio
          pero no tengo lugar donde dormir
                           y no sé qué hacer
                                        conmigo ahora mismo

Lo siento, amigo, no quise molestarte
          pero hace frío en la calle
                             y mi corazón está enfermo solo
          y estoy limpio, pero mi vida es un desastre
                                Tercera Avenida
                                y calle E.… Leer más

Aullido de Allen Ginsberg

Aullido

                                                                                                            

  por Allen Ginsberg

Para Carl Salomón

I

Vi las mejores mentes de mi generación destruidas por la locura, hambrientas histéricas desnudas,
arrastrándose por las calles de los negros al amanecer en busca de un colérico pinchazo,
hipsters con cabezas de ángel ardiendo por la antigua conexión celestial con el estrellado dínamo de la maquinaria nocturna,
que pobres y harapientos y ojerosos y drogados pasaron la noche fumando en la oscuridad sobrenatural de apartamentos de agua fría, flotando sobre las cimas de las ciudades contemplando jazz,
que desnudaron sus cerebros ante el cielo bajo el El y vieron ángeles mahometanos tambaleándose sobre techos iluminados,
que pasaron por las universidades con radiantes ojos imperturbables alucinando Arkansas y tragedia en la luz de Blake entre los maestros de la guerra,
que fueron expulsados de las academias por locos y por publicar odas obscenas en las ventanas de la calavera,
que se acurrucaron en ropa interior en habitaciones sin afeitar, quemando su dinero en papeleras y escuchando al Terror a través del muro,
que fueron arrestados por sus barbas púbicas regresando por Laredo con un cinturón de marihuana hacia Nueva York,
que comieron fuego en hoteles de pintura o bebieron trementina en Paradise Alley, muerte, o sometieron sus torsos a un purgatorio noche tras noche,
con sueños, con drogas, con pesadillas que despiertan, alcohol y verga y bailes sin fin,
incomparables callejones de temblorosa nube y relámpago en la mente saltando hacia los polos de Canadá y Paterson, iluminando todo el inmóvil mundo del intertiempo,
realidades de salones de Peyote, amaneceres de cementerio de árbol verde en el patio trasero, borrachera de vino sobre los tejados, barrios de escaparate de paseos drogados luz de tráfico de neón parpadeante, vibraciones de sol, luna y árbol en los rugientes atardeceres invernales de Brooklyn, desvaríos de cenicero y bondadosa luz reina de la mente,
que se encadenaron a los subterráneos para el interminable viaje desde Battery al santo Bronx en benzedrina hasta que el ruido de ruedas y niños los hizo caer temblando con la boca desvencijada y golpeados yermos de cerebro completamente drenados de brillo bajo la lúgubre luz del Zoológico,
que se hundieron toda la noche en la submarina luz de Bickford salían flotando y se sentaban a lo largo de tardes de cerveza desvanecida en el desolado Fugazzi’s, escuchando el crujir del Apocalipsis en el jukebox de hidrógeno,
que hablaron sin parar por setenta horas del parque al departamento al bar a Bellevue al museo al puente de Brooklyn,
un batallón perdido de conversadores platónicos saltando desde las barandas de salidas de incendio desde ventanas desde el Empire State desde la luna,
parloteando gritando vomitando susurrando hechos y memorias y anécdotas y excitaciones del globo ocular y shocks de hospitales y cárceles y guerras,
intelectos enteros expulsados en recuerdo de todo por siete días y noches con ojos brillantes, carne para la sinagoga arrojada en el pavimento,
que se desvanecieron en la nada Zen Nueva Jersey dejando un rastro de ambiguas postales del Atlantic City Hall,
sufriendo sudores orientales y crujidos de huesos tangerinos y migrañas de la china con síndrome de abstinencia en un pobremente amoblado cuarto de Newark,
que vagaron por ahí y por ahí a medianoche en los patios de ferrocarriles preguntándose dónde ir, y se iban, sin dejar corazones rotos,
que encendieron cigarrillos en furgones furgones furgones haciendo ruido a través de la nieve hacia granjas solitarias en la abuela noche,
que estudiaron a Plotino Poe San Juan de la Cruz telepatía bop kabbalah porque el cosmos instintivamente vibraba a sus pies en Kansas,
que vagaron solos por las calles de Idaho buscando ángeles indios visionarios que fueran ángeles indios visionarios,
que pensaron que tan sólo estaban locos cuando Baltimore refulgió en un éxtasis sobrenatural,
que subieron en limosinas con el chino de Oklahoma impulsados por la lluvia de pueblo luz de calle en la medianoche invernal,
que vagaron hambrientos y solitarios en Houston en busca de jazz o sexo o sopa, y siguieron al brillante Español para conversar sobre América y la Eternidad, una tarea inútil y así se embarcaron hacia África,
que desaparecieron en los volcanes de México dejando atrás nada sino la sombra de jeans y la lava y la ceniza de la poesía esparcida en la chimenea Chicago,
que reaparecieron en la costa oeste investigando al F.B.I.… Leer más

Gary Snyder visual



Esta conversación entre Eliot Weinberger y Gary Snyder, parte de una colaboración entre el Centro de Poesía Unterberg de 92Y y The Paris Review, fue grabada en vivo en 92Y el 26 de octubre de 1992.




Gary Snyder, ganador de un premio Pulitzer de poesía, ha utilizado las Cascadas del Norte como inspiración para sus poemas.
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8 Poemas de Lenore Kandel

Hard Core Love

To Whom It Does Concern

Do you believe me when I say / you’re beautiful
I stand here and look at you out of the vision of my eyes
and into the vision of your eyes and I see you and you’re an animal
and I see you and you’re divine and I see you and you’re a divine animal
and you’re beautiful
the divine is not separate from the beast; it is the total creature that
transcends itself
the messiah that has been invoked is already here
you are that messiah waiting to be born again into awareness
you are beautiful; we are all beautiful
you are divine; we are all divine
divinity becomes apparent on its own recognition
accept the being that you are      and illuminate yourself
by your own clear light

Amor hard-core

A quien en efecto le interese

Me crees cuando te digo / eres hermoso
aquí de pie te miro la visión de mis ojos
penetra la visión de tus ojos y te veo y eres animal
y te veo y eres divino y te veo y eres divino animal
y eres hermoso
lo divino no está separado de la bestia; es la criatura total que
se trasciende a sí misma
el mesías que ha sido invocado ya está aquí
eres el mesías que espera renacer en la conciencia
eres hermoso; somos todos hermosos
eres divino; somos todos divinos
la divinidad se aparece en su propio reconocimiento
acepta el ser que eres              e  ilumínate
con tu propia y clara luz

Follar con amor

follar con amor
amar con total calentura y follar salvajemente
la fiebre de tu boca devorando todos mis secretos y coartadas
dejándome pura incinerada en el olvido
la INSOPORTABLE dulzura
boca que apenas toca boca

pezón a pezón que tocamos
paralizados
por un flujo de energía
más allá de todo lo que conozco

tocamos

y dos días después
mi mano agarrando tu pene que gotea semen
¡DE NUEVO!… Leer más

11 Poemas de Denise Levertov

To The Reader

        As you read, a white bear leisurely
        pees, dyeing the snow
        saffron,

        and as you read, many gods
        lie among lianas: eyes of obsidian
        are watching the generations of leaves,

        and as you read
        the sea is turning its dark pages,
        turning
        its dark pages.
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10 Poemas de Anne Waldman

El engaño


El arte comienza con un engaño
          La división es tú más mí más lo que hagamos
                Mira el foco, parpadea, el sol está en tu ojo

Un cielo quiero extraordinario 
     privilegiada vista sin confusión
          El arte comienza con un engaño

Nada que perder, un espontaneo ascenso
            de reflejos, pinta la imagen
                     de una bombilla, u ojea el sol

Cómo impulsar el mundo, luego muere
      Te separas del ingenio
          ¿Cómo?… Leer más

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