Oh manos mías Levanten de mi verde suelo la sombra de la cadena y cosechen del campo de mi pueblo cada espiga pues no he abrazado el pan del trigo de mi patria desde que soplaron vientos cargados con las langostas que devoraron el suelo de mi patria desde que apretaron mi sustento en la pierna de un venado una promesa llena de arena y anduvieron forzando a mi arco, mi flecha y mi lanza y anduvieron recogiendo la rosa de mi sangre Sin embargo seguí creciendo pues mis raíces desafían la pica en el suelo de mi patria y ella es verde y me llama Oh manos mías levanten de mi verde suelo los grilletes de las langostas y mi cosecha, mía es mi cosecha
infinitos son los brillos, las aguas fluyen, densa y salvaje la primavera ocupa
si te retiras a la profundidad del valle es posible que aparezca la beldad
cargado está el árbol de melocotones esmeralda y a la orilla del agua todo es brisa, todo es sol
sombras de los sauces, recodos del camino pájaros que en bandada se aproximan
persigue todo eso, adelántate más allá del intelecto está lo genuino
acuérdate siempre porque entonces con lo viejo, lo nuevo construirás
Lo puro y lo extraordinario
un bello y hermoso pinar se refleja y ondea sobre las aguas
los copos de nieve van cubriendo los bambúes algunas barcas se agrupan en la ensenada
un hombre respetable como el jade se dirige en sandalias hacia el rincón secreto
a veces se detiene contemplando el horizonte allá lejos, el cielo es de color esmeralda
espíritu en el que afloran las antiguas maravillas es tal la limpidez que resulta inaprehensible
igual que el último brillo de la luna en el alba igual que el soplo vital cuando el otoño declina
Lo rústico y el desapego
La naturaleza es tu propia morada por eso coge espontáneamente lo que quieras guarda lo que te enriquezca y anticípate a todo sin rodeos bajo los pinos construye tu cabaña quítate el sombrero, lee y contempla la poesía solo conocerás amaneceres y ocasos sin más distinciones absurdas de tiempo si eres fiel de esta forma a ti mismo ¿cómo es posible actuar interfiriendo?… Leer más
Homenaje al poeta palestino Mahomoud Darwish (palestina 1941 – ee.uu. 2008) realizado por Canaan, asociación de socorro al pueblo palestino, en Caracas, Venezuela.
Regresa la poesía al final de la noche, y entra a su casa, cansada. Amamanta a sus hijos aún despiertos. Los alimenta uno a uno. Con los pechos secos llora. Reza la última cena. ¡Se acuesta!
No estás allí
pero los detalles persisten. quien sabe como
entran y salen corriendo,
como zumban como un nudo
de ganga atrapada
en la trampa de la distancia,
tirando basura
al silencio, ese extraño
no es confiable,
sacando lo mejor del amor,
esa cosa saqueada.
Cuántos cielos Cuántas golondrinas Cuántos nidos Cuánta paciencia Qué distancia Qué distancia
Isla desterrada
Mi corazón es una tierra que ha roto relaciones con el mar En la mitad del agua, pero árida y sedienta como el desierto Qué amargo aislamiento! Me digo a mí misma: Qué larga es la distancia entre los peces y yo
Tu fantasía
Me mezclo en tu imaginación de tal manera que puedes palpar a través de mi sensación y cuando mi imaginación se aferra a ti puedes abrazar su cuello Cantaré un poema tan húmedo Que te incitará a bailar El baile contigo hará vibrar todo mi existir O tú que con una mirada podrías hacer llegar el mar al sediento desierto Permaneceré amorosamente contigo en tan encantador sueño.… Leer más
«Creo en el poder de la poesía, que me da razones para mirar hacia el futuro e identificar un destello de luz”
M. Darwish
Pasaporte
No me han reconocido en las sombras que difuminan mi color en el pasaporte. Mi desgarrón estaba expuesto al turista amante de postales. No me han reconocido?… Leer más