Anoche, dando vueltas como siempre, camino de la alta madrugada (bares y discotecas, calle estrecha, negros que venden hasta el alma blanca) pensé que al encontrarte era mi suerte recorriendo el burdel que nos ampara. Y te miré la cara dulcemente pensando que mi hora en ti empezaba.… Leer más
Umbría y honda rosa, fragante gruta en sombra, oh Rosa de placer, cuyo placer es llanto, rosa húmeda a la espera de una caricia errante por sus bordes de cáliz donde la carne es flor,
con tu agua deliciosa, oh blanda Rosa, embriaga, hasta el divino exceso de la dicha animal, a un corazón que huyendo de la horrible aventura de vivir, el veneno de su extraño mal bebe…
Deja que en ti se fundan los labios favoritos cuya labor tan tierna y sinuosa aviva en ti cada vez más, siempre más dulcedumbre;
mientras que la belleza que te lleva palpita y palpitante inspira una ternura hermana que su suspiro llama y que se precipita…
Lo siento amor, pero no…
Lo siento, amor, pero no, no son flores, rosas no son, ni crespos crisantemos, son versos que imaginan que me amas, versos sin más, tontos como las lágrimas.… Leer más
La Diosa que la rosa ensangrentara, aun traspasado acerbamente el seno, no se mostró indignada contra su hijo por no ensoberbecerle. Mas guardando dentro del corazón aquella herida, se mordió el dedo, y dijo: «Te la guardo. Por esta vez con el dolor ajeno no quiero oscurecer tanta alegría».… Leer más
Ven y dame tu mano, que en la mía será como de bronce, y así fundidas romperemos el mundo, si en el mundo vallas levantan manos enemigas.
Iremos muy erguidas las cabezas, con Cupido en los brazos, hecho carne, para decirles, a los sordos y ciegos de la Vida, que deshicimos torres de prejuicios golpeando con las frentes en las piedras; que quitamos las uñas a las garras de los buitres rastreros, y libertados, hicimos mariposas con las hojas de las leyes antiguas, y juguetes a nuestro Cupidillo, con las viejas argollas de las cadenas de la Tierra…
De: Cantos de muchos puertos(1931)
de tantas penas, y cantar y reír con las mejillas hundidas en las rosas de la huerta, que absorban todas las lágrimas que manen de mis ojos como un rocío… Por eso quiero retozar y bailar con las muchachas, allá en el campo, y taparme la cara con el velo de alguna novia, y beber mucho vino, que resbalando sobre mi falda forme guirnaldas, flores y adornos, sobre esta túnica que es mi mortaja… ¡Música, cantos, vino y guitarras!… Leer más
Verrà la morte e avrà i tuoi occh questa morte che ci accompagna dal mattino alla sera, insonne, sorda, come un vecchio rimorso o un vizio assurdo. I tuoi occhi saranno una vana parola, un grido taciuto, un silenzio.
Cosí li vedi ogni mattina quando su te sola ti pieghi nello specchio.… Leer más
“Dejadme con mis alas que a nadie le hago sombra…”
PinOjeda
Te busque por los sueños
Te busqué por la tierra, por largos pasillos de seres. Te busqué por las noches, por calles y sombras, por quietas esquinas agudas. Te busqué por los días. Nadie con carne y tacto me descubría tu nombre.… Leer más
El programa «Crónicas» ha estado en Colliure, y ha hablado con Georges Figueres. Su madre ayudó a Antonio Machado y a su familia cuando el escritor llegó allí, literalmente con lo puesto. El programa también ha visitado las ciudades de Baeza y Segovia, donde transcurrió parte de su vida.
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