11 Poemas de Lucia Sánchez Saornil

Perderé como tú, si se da el caso, la cabeza pero nunca las alas”

A la Victoria de Samotracia L. Sanchez Saornil

Elegía interior

Qué viento, de repente, 

ha secado tu alma?

Oh, si pudiéramos

hundir las manos en el fondo del tiempo.

Y traerlas colmadas

de las emociones antiguas!

Si pudiéramos, de nuevo,

leer las páginas que hemos dejado atrás

en las estanterías del pasado

entre el polvo de nuestra vida.

Minutos! Estampas inefables

que colgamos en nuestra galería

interior; galería encantada

donde había una brisa

que abría de repente las ventanas

a un eco de canciones

y de besos…

Quién ha cerrado nuestra galería?

Quién puso luto al sol?

Quién ha cerrado el libro

de nuestros madrigales?

Qué te ha dejado fría?

Qué viento, de repente

ha secado tu alma que no la encuentro?

El tiempo

sigue apagando lámparas

alma loca, alma mía.

Panoramas urbanos

La noche ciudadana 

orquesta su Jazz Band

Los autos desenrollan

sus cintas sinfónicas por las avenidas 

atándonos los pies.

En el bar canta una canción 

agua y cristal.

Cascabeles mudos 

cuelgan sobre la pista. 

Sobre el tapiz voltaico 

hay un ballet fantástico

 enlutado como un duelo.

Estos funámbulos

hemos arrinconado el aro de la luna 

y el corazón el viejo pirueteista 

anda desorientado.

Pero los cerebros como granadas explosivas. 

Hay un box formidable.

Al final

todos queremos cabalgar

los caballos de bronce de las glorietas.

Poema en el agua

Íbamos trillando estrellas…

Tus manos iban a una caza

de estrellas partidas

pero ellas te burlaban

escurriéndose entre tus dedos abiertos. 

Las palabras, como pájaros,

se ahogaban en el agua.

Pasaba la brisa

?adioses de abanico en nuestras frentes? 

Tenías un aire desmayado

que te iba bien.

Músicas colgaban de tus labios.

?Y por qué no había de ser

esta noche

nuestro viaje a la luna?

¡Oh! no tendríamos más que dejarnos caer!

(Publicado  bajo  pseudónimo de Luciano San?Saor y con el título “El ultra romántico” en Grecia N*XX ,año 1919)

Sonetos de la desesperanza

Pero…¿es verdad que la esperanza ha muerto?

 ¿Es verdad que toqué ya la frontera

de mi destino? ¡Dios! ¡y será cierto

que no me encenderá otra primavera?

Ya no veré altamares…solo un puerto

de sirenas varadas que exaspera

mi ansiedad, condenada a un punto muerto, 

contar, pesar, medir lo que yo era.

La catarata de mi sangre ardiendo

se espesa en lento arroyo, y en mi frente

ya no canta un alondra cada día.

¡Que desesperación voraz y fiera

sentir que el ascua del vivir se enfría…

Que ya no espero nada…¿y Dios? ¿Me espera?

El Madrigal de tus sortijas

Oh tus sortijas líricas… (Juan Ramón Jiménez)

Como un aroma de flores exóticas me llegó de tus 

manos…

          Bajo el pálido artificio luminoso de las grandes 

ampollas eléctricas, esta noche las he admirado largamente, 

extáticamente.

          La dulce pedrería de tus sortijas las llenaba de 

constelaciones.

          Tenían un anillo antiguo, 

de un oro viejo con dos corazones rojos.

          Otro era tan leve, tan leve, que tu dedo parecía cercenado 

y engarzado luego a tu mano con un hilo de oro.

          En otro conté hasta trece piedras, casi microscópicas,

 que ponían una como rociada de estrellas en la

extrema palidez de tus manos.

         Oh tus manos líricas, como cercenadas en las muñecas 

por dos finas pulseras de oro! Eran, en la sombra

de tu falda, como las manos truncas de una virgen antigua 

dispuestas sobre un altar negro para no sabemos

qué horrendo sacrificio.

          Y, como ofenda trágica, sangraban en tu anular 

los corazones de tu sortija.



Madrigal de ausencia

Novia lejana de la faz de cera,

dulce adorada de melena rubia, 

añorando tu boca primavera

sueña el poeta mientras cae la lluvia

Canta el agua sus arias otoñales… 

dulce nostalgia de tu voz de seda, 

que cantara divinos madrigales, 

bajo el palio triunfal de la arboleda.

Roza una hoja la dolida frente…

 ?visión amada de la blanca mano 

que me da su caricia trasparente?

Y en un divino espasmo de ansia loca 

me dé un beso la lluvia…

beso hermano del beso

 deseado de tu boca.

(Publicado bajo el pseudónimo de Luciano San?Saor en “Los Quijotes” no 43, Madrid,10/12/1916)




Romance de “La Libertaria”

María Silva por nombre

ya era un romance certero. 

María Silva traía

los grandes ojos ardiendo,

muda su lengua andaluza,

 pálido el rostro moreno

y un espasmo de terror

por las entrañas adentro. 

Estampa de noche trágica. 

Benalup, en su recuerdo

raía como una lima

la carne de su cerebro;

cerebro de niña pobre,

sin pan, sin libro y sin credo.

En una disputa trágica

gritan la llama y el viento;

rayan la noche fusiles

con resplandores siniestros 

buscando al hombre en El Monte 

como el lobo carnicero. 

Dieciséis  años tenía

María Silva incompletos.

¡Ay, María Silva Cruz,

nieta del bravo “Seisdedos”,…

 tus piernas de corza joven 

hacen competencia al viento!

 ¡Corre hacia los negros campos; 

corre viva, corre presto;

salva tus dieciséis años,

tu vida en flor, que aún es tiempo! 

Salta las tapias enanas,

busca refugio en los cerros; 

chacales con voz humana

siguen tu rastro sangriento.

 ¡Corre, María Silva, corre!

Y el sol la alumbró corriendo

por caminos de Jerez,

duros de noche y de invierno.

¡A la zaga iba el destino

como una fiera al acecho!

En cárceles tenebrosas

–Cádiz, Sevilla– murieron

como dieciséis jazmines

dieciséis años parleros.

Alguaciles y escribanos

–jeta asquerosa de puercos– 

olisqueaban tu carne

y tu pobreza, sabiendo

que el hambre es la celestina 

mejor de sus trapicheos.

¡Pecado tus ojos grandes,

aún abrasados de incendio,

tu dulce lengua andaluza,

 tu labio tímido y fresco! 

¡Pecado con que soñaban 

sus apetitos sin freno!

Un incentivo, tu llanto,

mejor que un dique a su sueño 

Y la flor de tu inocencia,

 aguijón de su deseo.

Fuera botín descontado

tu carne, carne del pueblo,

si en la sombra no velaran 

como dos puntas de acero

 –carne de tu misma carne–

un afán con ojos negros.

 Quebró el destino su vara

y te miró con respeto.

¡Ay, María Silva Cruz,

 (“Libertaria”, por tu abuelo), 

qué poco dura la dicha!

¡qué poco dura!, ¡ay! El tiempo 

mide con varas distintas

una alegría y un duelo.

Apenas tuviste un dulce

collar de brazos morenos, 

roncos cañones tronaron

sus tempestades de hierro; 

Atila picó de espuelas

su raudo potro siniestro;

sobre los campos de España

la sal del odio vertieron, 

porque no dieran más pan

que el pan de su privilegio.

Se desbordaron de sangre

el Guadalquivir y el Ebro; 

torrentes rojos teñían 

montes, collados y oteros;

y a la luna subió el grito

de guerra del pueblo ibero. 

–¡A las armas!, camaradas,

¡a las armas!, que los perros 

han quebrado sus carlancas. 

¡A las armas! ¡Rompan fuego!

 Lucha cruel han trabado

la aristocracia y el pueblo

y en un revuelto amasijo

de carnes rotas y nervios,

 rugen por tierras de España 

cada uno de sus fueros.

 –¡Camaradas, a las armas!

 ¡El grito deshizo el cerco 

adorable de los brazos

y quebró desnudo el cuello! 

Sola, no, que ya reclinas

un sueño de oro en tu pecho;

 aún tienes una sonrisa

que devuelve tu reflejo. 

¡”Libertaria”, has de ser fuerte! 

María Silva, ¡de hierro!

Pedazos de tus entrañas 

necesitan tu alientos.

Látigos hienden la noche. 

–Corazón mío, es el viento…

Y María Silva canta:

–“Duerme…, nanita…, arrapiezo.”

Puños de gigante baten

la puerta del aposento

y la noche entra de pronto, 

negra de horror y misterio.

 –Ráfagas de fuego arrancan 

desgarrones de silencio–.

 ¡Ay María Silva Cruz,

carne dolida del pueblo!

 Rugió brutal el destino,

–¡Al fin, María Silva! ¡Fuego!

 ¡Ay!, María Silva Cruz 

(“Libertaria”, por tu abuelo),

 ¡carne de tu misma carne,

te vengará el pueblo ibero!





Himno de mujeres libres

Puño en alto mujeres del mundo 

hacia horizontes preñados de luz 

por rutas ardientes,

los pies en la tierra

la frente en lo azul.

Afirmando promesas de vida 

 desafiemos la tradición 

modelemos la arcilla caliente 

de un mundo nacido

del dolor.

Qué el pasado se hunda en la nada.

¡Qué nos importa el ayer! 

Queremos escribir de nuevo 

la palabra MUJER.

Adelante, mujeres del mundo, 

con el puño elevado al azul. 

Por rutas ardientes, 

¡Adelante,

de cara a la luz!

(Publicado en Valencia en 1937)





Lucía Sánchez Saornil, la anarquista estadounidense Emma Goldman y Christine Kon-Rabe, 20 de octubre de 1938

¡MADRID, MADRID, MI MADRID!…

¡Madrid, corazón del mundo!

-no ya corazón de España-

como túnica de cristo

malhechores te desgarran.

        ¡Ay, rondas de mi Madrid,

ríos de sangre y de lágrimas!

Tus noches no son tus noches

llenas de luz hasta el alba:

son pavorosos abismos

en cuyas negras entrañas

revientan frutos del fuego

maduros de vieja saña

*

¡Madrid, de los arrabales,

ríos de sangre y de lágrimas

abre la tumba a tus muertos!

-A nosotras, Malasaña!-

van las mujeres rugiendo

trémulas de fiebre y ansia,

galopando en potro de ira,

con las manos desplegadas

a la busca de campos de odio

de amapolas de venganza

¡Madrid, corazón del mundo, 

corazón que se desangra!…

Por la Puente de Segovia

sube de cara al alcázar

entre roncos alaridos

el pueblo pidiendo armas.

-¡Madre, madre, me han matado 

al hijo de mis entrañas!

–Anoche dejé a mi padre

quieto el corazón, sin habla.

Boca arriba en el arroyo

buscando un cielo sin alba.

-¿A dónde vas, compañero?

-Deja, mujer, que me vaya

no tengas celos de nadie.

Que es la muerte quien me aguarda

para jugarse conmigo,.

Firme el pulso y cara a cara.

La vida de mi Madrid

que tiene preso en sus garras.

-Voy contigo, compañero,

los dientes tengo y me bastan.

*

– A mí los de Avapiés,

Curtidores y la Caba;

los mozos de pelo en pecho

dispuestos a lo que salga.

Por Las puertas de Toledo

va en aluvión la “canalla”

en busca del enemigo

ciegos los ojos de lágrimas

prietos los dientes de ira

chocando al aire las armas.

¡Madrid, Madrid, mi Madrid

haremos una muralla,

con carne huma y de fuego

y a ver qué guapo la salta!

*

Todas las horas del día

están cortadas de alarma.
Cruzan veloces las calle

campanas precipitadas,

sirenas agudas gritan

en la noche ciudadana

y contra un terror oscuro

los sueños rompen sus alas.

         Debajo de las estrellas

los negros aviones cantan,

serpientes de traición silban

que hasta a al muerte acobardan.

La cuna que acuna al niño

no por ser cuna  se salva;

y crujiendo en su raíces,

muda de terror, la casa

alarga sus escaleras

y hace más honda su entraña.

¡contra el cielo ennegrecido,

pegan sus lenguas las llamas!

*

¿Muchachos al parapeto!

Desde Madrid os reclama.

¡adelante mujeres!

¡¡Adelante ! ¿Quién se tarda?

Una hora vale un año

un minuto una semana

¡Hagamos un muro de carne

y a ver qué guapo la salva!

El canto nuevo

Oh, cuánto tiempo HORA NUESTRA

te hemos esperado!, ¡cuánto!

Oh, cuántas veces tendimos

el cable de nuestra mirada limpia al futuro 

y aplicamos el oído extático

al viento,

ávidos de distinguir

tu música en embrión!

¡Oh, cuántas veces

el diamante de nuestro deseo 

partió el cristal del horizonte 

buscándote más allá de la aurora!

Y al fin te poseemos,

HORA NUESTRA;

al fin podremos mecerte en nuestros brazos

y escribir tu claro nombre en nuestras frentes.

Hermanos,

he aquí, todo cumplido;

hagamos braserillos en el hueco de nuestras manos 

para esta “LLAMA ALARGADA”.

    El horizonte es la pauta hermanos. 

Nuestros martillos, pulidos y brillantes 

como uña de mujer,

canten sobre las columnas truncas, 

sobre los frisos rotos.

Tal un vendaval impetuoso

borremos todos los caminos,

arruinemos todos los puentes, 

desarraiguemos todos los rosales;

sea todo liso como una laguna

para trazar después la ciudad nueva.

     Tiranos del esfuerzo,

nuestros brazos levantarán esta vieja Tierra 

como en una consagración.

     Un abanico en llamas 

consumirá las viejas vestiduras

y triunfaremos, desnudos y blancos 

como las estrellas.

     Los que hemos creado esta hora 

alcanzaremos todas las audacias; 

NOSOTROS EDIFICAREMOS

LAS PIRAMIDES INVERTIDAS.

(Publicado bajo el pseudónimo de Luciano San?Saor en “Cervantes”año 1920)

SOÑAR, SIEMPRE SOÑAR

Has jugado y perdiste, eso es la vida

El ganar o perder no importa nada;

lo que importa es poner en la jugada

una fe jubilosa y encendida

Todo lo amaste y todo sin medida

¿Cómo puedes sentirte defraudada

si fuiste por amor crucificada

con un clavo de luz en cada herida?

Sobre urdimbres de olvido van tejiendo

lanzaderas de ensueño otra esperanza

de un morir cotidiano renaciendo

porque un nuevo entusiasmo nos transporta

a otro ensueño entrevisto en lontananza

y en la vida, el soñar, es lo que importa.

Serenidad

Quiero serenidad , me dije un día

quiero serenidad para morirme.

Yo, que afronté la vida sin rendirme

aceptaré la muerte sin porfía.

No quiero que me gane la impaciencia,

que este absurdo esperar sin esperanza

no se me haga tortura, a semejanza

de un turbio agonizar de la conciencia.

Para pasa el ecuador temido

quiero mi rebeldía , sosegada

y el ímpetu domado y contenido.

Que , si al fin, a morir he de rendirme,

no he de ser con la muerte porfiada.

Quiero serenidad para morirme.

Lucía Sánchez Saornil (Madrid, España, 13 de diciembre de 1895 – Valencia, España, 2 de junio de 1970). Poeta , pintora, periodista , anarquista y humanista. Fundadora, junto a Mercedes Comaposada y Amparo Poch, de la organización Libertaria “Mujeres Libres”. 

Hija de una familia humilde de Madrid. Su padre trabajaba para el duque de Alba y su madre y su hermana murieron cuando Lucía no era más que una niña. A ella le correspondió cuidar de su hermana menor y de la casa . No obstante, gracias a una herencia familiar, poseían una modesta biblioteca que despertó la sed literaria de Lucia.

Asistió a la escuela del Centro Hijos de Madrid, que incluía enseñanzas artísticas, a las que se aficionó, y que pudo completar en clases particulares de la Escuela de Bellas Artes de Pintura De San Fernando.

En 1914 inició con el poema “Nieve” sus colaboraciones en Avante de Ciudad Rodrigo, extendidas hasta julio de 1915; un total de 18 poesías -ya varios sonetos- y un relato.

En 1916 comenzó a trabajar en la Compañía Telefónica y envió textos breves a Los Noveles, de Barcelona, así el cuento El principe azul . En 1917-1918 la revista Cádiz-San Fernando publicó sus sonetos y prosa poética. Posteriormente Lucia se centra de lleno en el ultraísmo, movimiento en el que participa activamente. Muestra de ellos es su coparticipación en el Manifiesto ultraísta publicado en la revista Cervantes en el año 1919. Durante esa época también publica en las revistas “Vértices “ , “Tableros”, “Plural”, “Manantial” y “La Gaceta Literaria”. Es considerada la única representante poeta de este movimiento, aunque como otras muchas mujeres, es obviada de antologías del ultraísmo que ni la mencionan. Algunos de los poemas más notables de aquella época son “Cuatro Vientos” o “Elegía Interior”. Por entonces, ya se hallaba incluida en Literaturas europeas de vanguardia (1925) y se mantiene hoy en otras antologías.

“De ascendencia familiar humilde, su formación poética había sido autodidacta y su producción lírica aderezada aún de ingredientes modernistas estaba compuesta mayoritariamente por poemas amorosos. Firmaba con el seudónimo de Luciano de San-Saor y en los poemas se atribuía un “yo” poético masculino dirigido a un destinatario femenino. En última instancia, lo reseñable de estos poemas tempranos es su “osadía en la concepción sensual y no ideal del amor-pasión”. El seudónimo que utilizaba le concedía, además, libertad en el tratamiento de las temáticas teniendo en cuenta que sólo tenía veintiún años y era la única representante femenina destacable en el movimiento en un contexto social en el que las mujeres tenían aún limitado el acceso a la literatura y a las tertulias literarias de los cafés” ( extracto de feministas.org) .


En el ámbito político, en 1936, junto con Mercedes Comaposada y Amparo Poch, fundaron la organización “Mujeres Libres”, sección femenina de la CNT en Madrid, (llegaron a tener una afiliación de 20.000 mujeres ) y posteriormente ,en mayo de 1936, crearon la revista Mujeres Libres, con trece números hasta el otoño de 1938, de la que fué editora y redactora .

Durante la República, convertida en oradora y periodista, abandonó la poesía y adoptó la prosa como símbolo de unión con la dura condición obrera y como vehículo no-burgués de comunicación. Pronto su contribución periodística llegó a ser de las más significadas en la prensa libertaria.

Su posición feminista se va reafirmando a lo largo de los años, dejando constancia de ello en sus artículos publicados en “Tierra y Libertad”, “La Revista Blanca” y “Solidaridad Obrera”, donde defiende abiertamente que la lucha de la mujer no debe estar supeditada a la lucha de clases y donde insta a los anarquistas para que empiecen a liberar a las mujeres de sus prejuicios en sus propias casas. Pero los prejuicios machistas no apoyan esta mirada y Lucia solo recibe descrédito y descalificación de los dirigentes de la CNT y la FAI.

Su destacada crítica contundente al machismo estructural dentro de la CNT, se hizo evidente por medio de la oposición entre ella y Mariano Vásquez sobre la “cuestión femenina en nuestros medios”, en las páginas del periódico barcelonés Solidaridad Obrera, a fines de 1935. En seis potentes artículos que escribió denuncia que a pesar de que la CNT reconoce en la teoría y en el derecho la igualdad en relación a los hombres, en la práctica la situación de las mujeres era completamente diferente. La crítica de Lucía abarcaba desde el enfoque centrado en la cuestión económica hasta el contradictorio comportamiento autoritario de los hombres anarquistas en el ambiente privado.

Lucia, anarquista convencida, considera que la República es una farsa de origen burgués y que una vez conseguida hay que proceder a su derribo.

Con la guerra, en julio de 1936, participó en el asalto al Cuartel de la Montaña, se trasladó a los frentes para sus crónicas ?publicadas en Juventud Libre, Más Allá, Fragua Social, Nosotros, etc.? y contribuyó a las colectividades.

En poesía, retomó el verso romance, alguno de cuyos poemas recitó en Radio Madrid, declamados después de boca en boca, como ¡Madrid, Madrid, mi Madrid!.

En mayo 1938 ocupa la secretaría del Consejo General de Solidaridad Internacional Antifascista. Posteriormente se traslada a Valencia donde se convierte en la redactora jefe del semanario “Umbral”, allí conoce a la que será su compañera toda su vida, América Barroso.
En el año 1939 se exilian a Francia donde pasan dos años, estuvieron en Le Perthus y Perpignan, y después en París.

En 1941 vuelven a cruzar la frontera de regreso a España huyendo del nacionalsocialismo alemán y para evitar la deportación a los campos de concentración. En un principio se instalan en Madrid e intentan reorganizar en secreto Mujeres Libres aunque no tuvieron el éxito conseguido en tiempos de la Segunda República. Lucía es reconocida caminando por la calle y se establecen definitivamente en Valencia donde vivirán en un discreto anonimato literario y político. La excepción al anonimato es el poema “Quiero en mi ley cumplirme”, publicado en “Estrofa “( burgalesa, número 22, octubre de 1955, pág. 8).

Al final de su vida dejó 23 poemas escritos, en los que desgrana sus vivencias ante la cercanía de la muerte.

Lucia Sanchez Saornil falleció en Valencia el 2 de junio de 1970. Sobre su tumba, su compañera América mandó escribir:

“Pero… ¿es verdad que la esperanza ha muerto?”, primer verso de “Sonetos de la desesperanza”.

En 1996, el IVAM de Valencia y la editorial Pre-Textos publicaron su Poesía conocida.

Según expresó Federica Montseny, Lucia Sanchez Saornil era “ la que mejor escribía de todas las militantes”,

 «Ya no veré altamares… sólo un puerto / de sirenas varadas que exaspera / mi ansiedad condenada a un punto muerto, / contar, pesar, medir lo que yo era»  .

Quizás aun queda esperanza, Lucia

la esperanza brilla

en todas aquellas que leen tus versos

y saben de tu vida de libertad y lucha.

¡Gracias!

PoetriAlquimia


Enlaces de interés :

Documental sobre “Mujeres Libres” https://www.youtube.com/watch?v=xvOz-VfEwgk&t=180s

https://mega.nz/file/EBAjVCga#Qhh9IykktDIP_6Sj9HCpmnnwCygaFWkztO6ppZPDw4M

https://www.filmin.es/pelicula/las-sinsombrero-2-ocultas-e-impecables

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