8 Poemas de Blaga Dimitrova

Atst Poëtica

Crea cada uno de tus poemas

como si fuera el último.

En este siglo saturado de estroncio,

lleno de terrorismo,

en el que todo ha echado a volar con velocidad supersónica

la muerte viene aún mas rápida.

Manda cada una de tus palabras

como si fuera la última carta antes de la ejecución,

como un mensaje en el muro de la prisión.

No tienes derecho a mentir,

ni el derecho a los juegos infantiles.

Simplemente no tienes tiempo

para corregir tus errores.

Escribe cada uno de tus poemas,

lacónicos y despiadados,

con sangre, como una despedida.

Agujero en el cielo

Un bípedo, sin alas, con fusil,

uno incapaz de volar,

desde abajo dio en un pájaro

que planeaba cadencioso en el firmamento.

Resonó el disparo

y un agujero en el azul abrió.

Y cayó en picado el ave,

piedra contra piedra arrojada.

Se vació el cielo sin alas

como mirada de asesino.

Siembra a ciegas

Arrojadas de ninguna parte
por la mismísima mano vacía del Universo,

semillas de laboratorio,
esparcidas y abandonadas a su suerte,

o peor todavía,

bajo permanente control,

nos precipitamos

y precipitamos

cada vez más aceleradamente,

más unidireccional,
más vertical,

cada vez más y más

hacia la Tierra,

hasta sembrarnos en ella.

¿Y qué brotará?

Solo

El árbol perdona al viento

que le saquea las hojas

y le abraza con ramas.

El ave perdona a la nube

que se traga al sol

y la saluda con alas.

La ola perdona a la piedra

que le impide el salto

y la envuelve en caricias.

Sólo el hombre no perdona

al aire, al agua, a la piedra,

a ninguna criatura terrestre.

Persigue a todo con ensañamiento.

Y solo está en el universo.

Blaga Dimitrova y su esposo Yordan Vasilev

Muralla China

A primera vista la reconocí, y ella a mí.
Peldaño tras peldaño
siempre hacia arriba

por la milenaria muralla dentada.
Ningún guía me hacia falta,
ni lengua de confusiones.
El ancestral cordón umbilical me conducía
a ciegas.

Echaba vistazos por las aspilleras.
Al otro lado permanecían
la misma hierba ingenua,
las mismas montañas y bosques y cielo
radicalmente otros:
amenazantes, prohibidos, ajenos,
guaridas del terror y los sobresaltos.

Mucho tiempo anduve por esa espalda de dinosaurio,
alzada de horizonte a horizonte,
de época a época
sellando el aire,
suspendiendo el eco.
Sólo el tiempo como culebra

se abre paso sin obstáculo,
instante tras instante,
convulsión tras convulsión,
siglo tras siglo.

Palmeaba el hombro de la piedra
con un gesto familiar y le decía en silencio:
Estás en mis células, emparedada,
desde antes de nacer.
Tus aspilleras
son mis ojos hacia el mundo
entornados de desconfianza.
Tu cuerpo está soldado
con mi sangre, sudor y lágrimas
piedra sobre piedra,
horror sobre horror,
silencio sobre silencio.

¿Cuántos milenios de eternidad me serán necesarios
para en mí misma derrumbarte?

Futuro radiante

–¿Pájaro? –preguntarán los niños–. ¿Pero qué es eso?
–Algo policromo, con plumas, alado.
Muy hermoso, etéreo. 
Vuela hasta las nubes.
 
Y canta como una campanilla cristalina.

¿Vuela? –exclamarán los niños– ¿Sin pilas,
por sí sólo?
¿Su canto hechiza?
¿Todo plumas de colores deslumbrantes?
¿Y no nos ataca, no mata? 
¡No! ¡Fantasías!

¡No ha habido, y menos habrá todavía
un ser así, de cuento de hadas!

Hasta donde llegaremos

De la época de los enormes dinosaurios,
a pesar de que corrían a desmayante velocidad,
apenas han llegado a nosotros fósiles

de vértebra o cascarón.

¿Desde nuestra época de vanidosos homosaurios

que vuelan a velocidad supersónica,
hasta dónde llegaremos bajo las cenizas

con el herrumbroso casquillo de bala?

¿Bajarán? los superiores equisaurios,
subatmosféricos buceadores-arqueólogos,
a arrancar con telepáticas uñas
desde el fondo del tiempo de nuestros barcos,

hundidos para siempre jamás,
el congelado embrión de una loca idea,
las huellas dactiloscópicas del dolor,
los moluscos de unos verbos:

Non omnis moriar.
To be o not to be.
SOS.

Dimensiones o cruz

De ala a ala,
abierta,
la medida del ave 
para el horizonte.
  

De mano a mano,
 
en la cruz clavada,
 
la medida del hombre
 
para el Universo

Blaga Dimitrova (Bjala Slatina, Bulgaria, 2 de enero de 1922 Sofía,Bulgaria, 2 de mayo de 2003).Poeta, escritora, traductora, editora de libros para niños, política. Fundó el Comité para la protección del medio ambiente en Rusia y el Club para la democracia, En 1991 Blaga Dimitrova se convirtió en diputada por la UFD en la Trigésima Sexta Legislatura y un año después ya era vicepresidenta del país, al lado de Zhelio Zhelev, formando los dos la primera pareja presidencial democráticamente elegida en Bulgaria.Abandonó  definitivamente la política en 1999 asqueada por la hipocresía y las manipulaciones y presiones del ambiente político. Fue Presidenta de la Fundación Raina Kabaivanska para huérfanos(adopto a su hija en Vietnam) y recibió numerosos premios literarios, como el Premio de la Asociación Internacional de Autores Die Kogge de Minden (2001).

Obra poética :Hasta mañana, (1959); Instantes, (1968); Nombre, (1981)

Novelas: Viaje en mí misma, 1(965); Desviación, (1967); Avalancha, (1971)

https://www.facebook.com/people/Blaga-Dimitrova/100050522798017/

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