9 Poemas de Nadia Anjuman

No deseo abrir la boca

No deseo abrir la boca
¿A que podría cantar?
Yo, quien es odiada por la vida,
tanto da cantar que callar.
¿Acaso debo hablar de dulzura
cuando siento tanta amargura?
Oh, el festín del opresor
me ha tapado la boca.
Sin nadie a mi lado en esta vida
¿A quién dedicar esta dulzura?
Tanto da hablar, reír,
morir, existir.
Yo con mi soledad forzada
con mi dolor y mi tristeza.
Nací para nada.
Mi boca se debe sellar.
Oh mi corazón, ya sabes que es primavera
el momento para celebrar.
¿Qué debo hacer con un ala atrapada?
Así no puedo volar.
He estado callada por demasiado tiempo
pero nunca olvidé la melodía,
que no paro de susurrar.
Las canciones que brotan de mi corazón
me recuerdan que algún día
romperé la jaula.
Volar de esta soledad
y cantar con melancolía.
No soy un frágil álamo
sacudido por cualquier viento .
Soy una mujer afgana,
entiéndase mi queja.

Estoy enjaulada en este rincón
llena de melancolía y pena…
Mis alas están cerradas y no puedo volar…
Soy una mujer afgana y debo aullar.

Vete

Te entregaría, incluso si fueras mi alma, el mundo
Oh, brillante amanecer, he terminado contigo, vete
Vete para que pueda volver a la noche, mi familia
Su textura retorcida y la mía se entrelazan, vete
Vete, porque estoy cansada del tumulto de nuestras trenzas y desgarros
Estoy muriendo de la lucha, vete
No, no digas que hay esperanza para otro amanecer
Mi esperanza está cerca de la muerte, vete
Soy de la tierra de la desdicha
¿cómo puedo relacionarme contigo?
No escuches la historia de mi dolor, vete
Déjame en la soledad de esta prisión desierta de la miseria
Oh, pájaro feliz que nunca ha visto una jaula, vete.

Historias trágicas

Oh historias trágicas

han encontrado morada en nuestros corazones.

Estos ojos tristes, estas amarillentas mejillas huecas

estas son las sombrías marcas de tu presencia

Oh ramas del dolor

Cien primaveras y otoños han ido y venido

brotes marchitos con corazones desgarrados

cien bloqueos y cien caravanas pasan

el Faraón muere y la historia de Nemrod termina

aunque todavía estés joven y fresco

recién salido del útero del jardín

Oh ardiente miseria

deja la extensión de nuestros corazones

no son las únicas cosas por las que vale la pena arder

Por vez única, pasa por la casa de otro

Oh historias trágicas

su compañía nos abruma

Si no buscan una nueva casa deben tener cuidado

Mañana nos iremos de las tristes ruinas de la vida

y ustedes quedarán miserables y descubiertas

en el limbo del tiempo

sin ninguna morada

Un llanto sordo

El sonido de las verdes huellas está en la lluvia

nos llega desde la carretera

almas sedientas y faldas polvorientas llegaron del desierto

su ardiente respiración y el espejismo fundido

de sus bocas secas y cubiertas de polvo

nos llegan ahora desde la carretera

sus atormentados cuerpos, muchachas criadas en el dolor

la alegría alejada de sus rostros

corazones viejos y alineados de grietas

no surgen sonrisas en los inhóspitos océanos de sus labios

ni una lágrima brota del seco cauce de sus ojos

¡Oh Dios!

¿Podría ignorar si sus sordos llantos que saltaron del cielo

alcanzan las nubes?

El sonido de las verdes huellas está en la lluvia

Traducción María Germaná Matta

Recuerdos de color azul claro – claro

Oh los exiliados anónimos de montaña,

Oh joyas de nombres sofocados en el pantano de silencio,

Oh tú, cuya memoria se pierde tenue

agua turbia del mar del olvido,

¿dónde está el origen clara de sus pensamientos?

¿Qué mano devastadora ha quitado sus caras de oro? En este vórtice, fabricante de la oscuridad,

donde se calmar a su luna?

Si después de este tormento, portador de la muerte,

el mar se calme,

si las nubes, de vaciarse de sufrimiento,

si la luna traen afecto,

alcanzaría la sonrisa? Si desea suavizar el corazón de la montaña,

la hierba crecería y no habría una abundancia?

En sus picos, uno de sus nombres se convertiría en el faro?

La apariencia de sus memorias luz azul – luz,

daría esperanza a los ojos cansados ??de peces miedo

del tumulto de la corriente?

Confusión

Una vez más estoy sola en la belleza de la noche
Una vez más estoy enamorada de su soledad
Una vez más todos están dormidos y estoy ebria de pensamientos
la noche me da muchos vasos para beber

Oh la belleza de ver con el ojo del corazón
Una vez más la luna me llama su hija
me llama dulcemente a su casa salvavidas
Cien veces me convence para que vuelva a casa

Una vez más tentaciones rodean mi corazón
para arrancar mi alma de este triste lugar
vuelo libremente hacia blancos horizontes
levanto la joya de mi vida de esta jaula

Si abandono este lugar oscuro, sabes
que mi hogar estará en el valle de la luna de Dios
Mi alma subirá al centro de la luz de Dios
Mi corazón será un refugio para señales de vida

Soy un pájaro sin alas que espera volar
¿Qué mano fuerte debo buscar para que me ayude?
Si nadie rompe esta cadena de hierro
arderé en la sed de la tentación

Me llevas al borde,
Oh, poema encantador, ayúdame
sin ti hay confusión en mi corazón
Me has atraído, ahora sálvame.

Recuerdos de leve tristeza

¡Oh exilios de la montaña del olvido!

Oh joya de sus nombres, durmiendo en el fango del silencio

Oh recuerdos destruidos, recuerdos de leve tristeza

en la turbia mente de una ola en el mar del olvido

¿Dónde está lo trasparente, la corriente manando de tus pensamientos?

¿Qué mano ladrona saqueó la estatua de oro puro de tus sueños?

En esta tormenta que origina la opresión

¿Dónde se ha marchado tu barca, tu serena plateada luna de embarcación?

Después de este amargo frío que da nacimiento a la muerte-

debería la mar desprender la calma

debería la nube liberar al corazón nudoso de penas

debería la doncella de la luna brindarnos amor, ofrecer una sonrisa

debería la montaña dulcificar su corazón, adornarse de verde,

volverse fructífera-

¿Cuál de tus nombres, en lo alto de la cima,

se vuelve luminoso como el sol?

El amanecer de tus recuerdos

recuerdos de leve tristeza

¿En los ojos de los peces fatigados por las inundaciones y

temerosos de la lluvia de la opresión,

se refleja la esperanza?

¡Oh exilios de la montaña del olvido! 

Cadenas de acero

¿Cuántas veces se ha quitado de los labios

mi canción, y cuántas veces

silenciado el susurro de mi espíritu poético!

El significado de la alegría era

enterrado por la fiebre de la tristeza. Si con mis versos que noten una luz:

esto sería el resultado de mis imaginación profundas.

Mis lágrimas no se utilizaron para nada

y se puede hacer nada más que esperanza. Aunque soy la hija de ciudades de poesía,

mis versos eran mediocres.

Mi trabajo es como una planta carente de atención,

de la que no se puede esperar mucho. En los archivos de la historia,

Esto es todo lo que me es

Traducción por Andrés Alfaro

Hay que intentarlo

La vida continúa
y no se preocupa por mi tristeza,
¿por qué no cuidarme y estar contenta?
Lo intentaré
intentaré dar forma a un hogar de amor y luz
en la altura de los pinos
en un lugar seguro que las águilas no pueden alcanzar
en un rincón protegido
ni siquiera el viento lo arrojará al suelo
Ella voló a la tierra de la esperanza y tejió un nido
y se instaló como una emperatriz en un palacio de plata
y cantó
La vida continúa
y no se preocupa por mi tristeza
hay que intentarlo.

Nadia Anjuman (Herat, 27 de diciembre de 1980?-Herat, Afganistán, 4 de noviembre de 2005). Poeta y destacada impulsora por los derechos de las mujeres, creando círculos de lectura en contra del régimen de su país. Asesinada a golpes por su marido.

Nadia creció en el seno de una familia numerosa. Estaba cursando la secundaria cuando los talibanes conquistaron el poder en 1996 e instauraron un régimen de terror. Prohibieron los juegos, la música, las fotografías y la televisión. A las mujeres se les negó el derecho a trabajar, estudiar y hasta salir a la calle sin estar acompañadas por un varón de la familia. Las mujeres acusadas de adulterio eran azotadas y lapidadas. Apasionada de la literatura, durante el régimen talibán asistió a clases clandestinas en un centro que de puertas para afuera era aparentemente una escuela de corte y confección, la Escuela de Costura la Aguja de Oro y donde en realidad se impartían clases de poesía y literatura. Por eso pudo leer a autores prohibidos, como Shakespeare, Joyce o Dostoyevski; y debatir, en libertad, con profesores que creían en su causa. Consciente, como todas las estudiantes, que si la descubrían sería encarcelada y torturada.

Tras la invasión estadounidense y la caída del régimen talibán en 2001, Anjuman comenzó a estudiar Literatura Dari en la Universidad de Herat y publicó su primer libro, Gol-e dudi (‘flor ahumada’) y logró cierta popularidad en Afganistán, Pakistán e Irán.

Durante años consiguió eludir el matrimonio infantil, pero finalmente sus padres la obligaron a casarse con un empleado administrativo de la Facultad de Literatura de la Universidad de Herat, licenciado en Filología y también conferenciante. Murió a los 25 años, de una paliza de Farid Ahmad Majad Mia ,el hombre con quien la casaron y con el que ella se sintió desde muy pronto atrapada y desgraciada.

El 4 de noviembre su esposo llevó a Nadia al hospital, posiblemente, ya fallecida, con signos de haber recibido numerosos golpes. La policía detuvo entonces al marido, que confesó haberla golpeado pero no haberla matado y aseguró que Nadia había tomado veneno y que ella misma se lo había confesado. Lo cierto es que tardó cuatro horas en llevarla al hospital con una herida en el cráneo y que tanto sus propios parientes como su esposo impidieron que se le hiciera una autopsia que permitiese establecer las causas de su fallecimiento. Sus compañeras informaron que todos ellos estaban indignados por considerar un oprobio familiar que una mujer escribiese sobre temas como el amor y la belleza. Nadia dejó huérfana una niña de pocos meses.

Una autopsia podría haber aclarado todo, pero sin pruebas, apenas un mes después de ser detenido, el esposo salió en libertad.

Las Naciones Unidas condenaron su muerte al poco tiempo. Su portavoz, Adrian Edwards, dijo que «la muerte de Nadia Anjuman, según lo divulgado, es de hecho trágica y una gran pérdida para Afganistán… Necesita ser investigada y cualquiera que sea encontrado responsable deberá ser tratado dentro de una corte formal de leyes». El oficial Paikar confirmó que el esposo de Nadia de hecho ya tenía cargos en su contra. De acuerdo con familiares y amigos, Anjuman aparentemente era una desgracia para su familia junto con su poesía, que describía la opresión a las mujeres Afganas.

En 2006 se publicó un segundo volumen de su poesía bajo el título Yekn sàbad délhoreh, «Una abundancia de preocupación«. Los poemas de este volumen giran en torno a sus verdaderos sentimientos, expresan emociones sobre su aislamiento y la tristeza de su vida conyugal. 

 Anjuman sintió un profundo compromiso con la poesía, a pesar de los riesgos que siendo mujer le suponía la escritura. Su trabajo es hoy la bandera del movimiento feminista afgano.

» Estoy enjaulada en este rincón
llena de melancolía y pena…
Mis alas están cerradas y no puedo volar…
Soy una mujer afgana y debo aullar.»

Desde que tengo memoria”, escribió, “he amado la poesía, y las cadenas con las que seis años de cautiverio bajo el régimen talibán me ataron los pies me llevaron a entrar vacilante en la arena de la poesía. El estímulo de amigos que pensaban como yo me dio la confianza para seguir este camino, pero incluso ahora, cuando doy el primer paso, la punta de mi pluma tiembla, como lo hago yo, porque no me siento a salvo de tropezar en este camino, cuando el camino por delante es difícil y mis pasos son inestables «. Nadia Anjuman

Enlaces de interés :

http://www.thehypertexts.com/Nadia_Anjuman_Poet_Poetry_Picture_Bio.htm

Rafael Alberti visual

Rafael Alberti en su tierra natal tras 38 años en el exilio (1977)

Concierto en el teatro Alcalá de Madrid en mayo de 1991





Rafael Alberti en su última entrevista concedida a una televisión, con motivo de su noventa y cuatro cumpleaños



11 Poemas de Lucia Sánchez Saornil

Perderé como tú, si se da el caso, la cabeza pero nunca las alas”

A la Victoria de Samotracia/ L. Sanchez Saornil

Elegía interior

Qué viento, de repente, 

ha secado tu alma?

Oh, si pudiéramos

hundir las manos en el fondo del tiempo.

Y traerlas colmadas

de las emociones antiguas!

Si pudiéramos, de nuevo,

leer las páginas que hemos dejado atrás

en las estanterías del pasado

entre el polvo de nuestra vida.

Minutos! Estampas inefables

que colgamos en nuestra galería

interior; galería encantada

donde había una brisa

que abría de repente las ventanas

a un eco de canciones

y de besos…

Quién ha cerrado nuestra galería?

Quién puso luto al sol?

Quién ha cerrado el libro

de nuestros madrigales?

Qué te ha dejado fría?

Qué viento, de repente

ha secado tu alma que no la encuentro?

El tiempo

sigue apagando lámparas

alma loca, alma mía.

Panoramas urbanos

La noche ciudadana 

orquesta su Jazz Band

Los autos desenrollan

sus cintas sinfónicas por las avenidas 

atándonos los pies.

En el bar canta una canción 

agua y cristal.

Cascabeles mudos 

cuelgan sobre la pista. 

Sobre el tapiz voltaico 

hay un ballet fantástico

 enlutado como un duelo.

Estos funámbulos

hemos arrinconado el aro de la luna 

y el corazón el viejo pirueteista 

anda desorientado.

Pero los cerebros como granadas explosivas. 

Hay un box formidable.

Al final

todos queremos cabalgar

los caballos de bronce de las glorietas.

Poema en el agua

Íbamos trillando estrellas…

Tus manos iban a una caza

de estrellas partidas

pero ellas te burlaban

escurriéndose entre tus dedos abiertos. 

Las palabras, como pájaros,

se ahogaban en el agua.

Pasaba la brisa

?adioses de abanico en nuestras frentes? 

Tenías un aire desmayado

que te iba bien.

Músicas colgaban de tus labios.

?Y por qué no había de ser

esta noche

nuestro viaje a la luna?

¡Oh! no tendríamos más que dejarnos caer!

(Publicado  bajo  pseudónimo de Luciano San?Saor y con el título “El ultra romántico” en Grecia N*XX ,año 1919)

Sonetos de la desesperanza

Pero…¿es verdad que la esperanza ha muerto?

 ¿Es verdad que toqué ya la frontera

de mi destino? ¡Dios! ¡y será cierto

que no me encenderá otra primavera?

Ya no veré altamares…solo un puerto

de sirenas varadas que exaspera

mi ansiedad, condenada a un punto muerto, 

contar, pesar, medir lo que yo era.

La catarata de mi sangre ardiendo

se espesa en lento arroyo, y en mi frente

ya no canta un alondra cada día.

¡Que desesperación voraz y fiera

sentir que el ascua del vivir se enfría…

Que ya no espero nada…¿y Dios? ¿Me espera?

El Madrigal de tus sortijas

Oh tus sortijas líricas… (Juan Ramón Jiménez)

Como un aroma de flores exóticas me llegó de tus 

manos…

          Bajo el pálido artificio luminoso de las grandes 

ampollas eléctricas, esta noche las he admirado largamente, 

extáticamente.

          La dulce pedrería de tus sortijas las llenaba de 

constelaciones.

          Tenían un anillo antiguo, 

de un oro viejo con dos corazones rojos.

          Otro era tan leve, tan leve, que tu dedo parecía cercenado 

y engarzado luego a tu mano con un hilo de oro.

          En otro conté hasta trece piedras, casi microscópicas,

 que ponían una como rociada de estrellas en la

extrema palidez de tus manos.

         Oh tus manos líricas, como cercenadas en las muñecas 

por dos finas pulseras de oro! Eran, en la sombra

de tu falda, como las manos truncas de una virgen antigua 

dispuestas sobre un altar negro para no sabemos

qué horrendo sacrificio.

          Y, como ofenda trágica, sangraban en tu anular 

los corazones de tu sortija.



Madrigal de ausencia

Novia lejana de la faz de cera,

dulce adorada de melena rubia, 

añorando tu boca primavera

sueña el poeta mientras cae la lluvia

Canta el agua sus arias otoñales… 

dulce nostalgia de tu voz de seda, 

que cantara divinos madrigales, 

bajo el palio triunfal de la arboleda.

Roza una hoja la dolida frente…

 ?visión amada de la blanca mano 

que me da su caricia trasparente?

Y en un divino espasmo de ansia loca 

me dé un beso la lluvia…

beso hermano del beso

 deseado de tu boca.

(Publicado bajo el pseudónimo de Luciano San?Saor en “Los Quijotes” no 43, Madrid,10/12/1916)




Romance de “La Libertaria”

María Silva por nombre

ya era un romance certero. 

María Silva traía

los grandes ojos ardiendo,

muda su lengua andaluza,

 pálido el rostro moreno

y un espasmo de terror

por las entrañas adentro. 

Estampa de noche trágica. 

Benalup, en su recuerdo

raía como una lima

la carne de su cerebro;

cerebro de niña pobre,

sin pan, sin libro y sin credo.

En una disputa trágica

gritan la llama y el viento;

rayan la noche fusiles

con resplandores siniestros 

buscando al hombre en El Monte 

como el lobo carnicero. 

Dieciséis  años tenía

María Silva incompletos.

¡Ay, María Silva Cruz,

nieta del bravo “Seisdedos”,…

 tus piernas de corza joven 

hacen competencia al viento!

 ¡Corre hacia los negros campos; 

corre viva, corre presto;

salva tus dieciséis años,

tu vida en flor, que aún es tiempo! 

Salta las tapias enanas,

busca refugio en los cerros; 

chacales con voz humana

siguen tu rastro sangriento.

 ¡Corre, María Silva, corre!

Y el sol la alumbró corriendo

por caminos de Jerez,

duros de noche y de invierno.

¡A la zaga iba el destino

como una fiera al acecho!

En cárceles tenebrosas

–Cádiz, Sevilla– murieron

como dieciséis jazmines

dieciséis años parleros.

Alguaciles y escribanos

–jeta asquerosa de puercos– 

olisqueaban tu carne

y tu pobreza, sabiendo

que el hambre es la celestina 

mejor de sus trapicheos.

¡Pecado tus ojos grandes,

aún abrasados de incendio,

tu dulce lengua andaluza,

 tu labio tímido y fresco! 

¡Pecado con que soñaban 

sus apetitos sin freno!

Un incentivo, tu llanto,

mejor que un dique a su sueño 

Y la flor de tu inocencia,

 aguijón de su deseo.

Fuera botín descontado

tu carne, carne del pueblo,

si en la sombra no velaran 

como dos puntas de acero

 –carne de tu misma carne–

un afán con ojos negros.

 Quebró el destino su vara

y te miró con respeto.

¡Ay, María Silva Cruz,

 (“Libertaria”, por tu abuelo), 

qué poco dura la dicha!

¡qué poco dura!, ¡ay! El tiempo 

mide con varas distintas

una alegría y un duelo.

Apenas tuviste un dulce

collar de brazos morenos, 

roncos cañones tronaron

sus tempestades de hierro; 

Atila picó de espuelas

su raudo potro siniestro;

sobre los campos de España

la sal del odio vertieron, 

porque no dieran más pan

que el pan de su privilegio.

Se desbordaron de sangre

el Guadalquivir y el Ebro; 

torrentes rojos teñían 

montes, collados y oteros;

y a la luna subió el grito

de guerra del pueblo ibero. 

–¡A las armas!, camaradas,

¡a las armas!, que los perros 

han quebrado sus carlancas. 

¡A las armas! ¡Rompan fuego!

 Lucha cruel han trabado

la aristocracia y el pueblo

y en un revuelto amasijo

de carnes rotas y nervios,

 rugen por tierras de España 

cada uno de sus fueros.

 –¡Camaradas, a las armas!

 ¡El grito deshizo el cerco 

adorable de los brazos

y quebró desnudo el cuello! 

Sola, no, que ya reclinas

un sueño de oro en tu pecho;

 aún tienes una sonrisa

que devuelve tu reflejo. 

¡”Libertaria”, has de ser fuerte! 

María Silva, ¡de hierro!

Pedazos de tus entrañas 

necesitan tu alientos.

Látigos hienden la noche. 

–Corazón mío, es el viento…

Y María Silva canta:

–“Duerme…, nanita…, arrapiezo.”

Puños de gigante baten

la puerta del aposento

y la noche entra de pronto, 

negra de horror y misterio.

 –Ráfagas de fuego arrancan 

desgarrones de silencio–.

 ¡Ay María Silva Cruz,

carne dolida del pueblo!

 Rugió brutal el destino,

–¡Al fin, María Silva! ¡Fuego!

 ¡Ay!, María Silva Cruz 

(“Libertaria”, por tu abuelo),

 ¡carne de tu misma carne,

te vengará el pueblo ibero!





Himno de mujeres libres

Puño en alto mujeres del mundo 

hacia horizontes preñados de luz 

por rutas ardientes,

los pies en la tierra

la frente en lo azul.

Afirmando promesas de vida 

 desafiemos la tradición 

modelemos la arcilla caliente 

de un mundo nacido

del dolor.

Qué el pasado se hunda en la nada.

¡Qué nos importa el ayer! 

Queremos escribir de nuevo 

la palabra MUJER.

Adelante, mujeres del mundo, 

con el puño elevado al azul. 

Por rutas ardientes, 

¡Adelante,

de cara a la luz!

(Publicado en Valencia en 1937)





Lucía Sánchez Saornil, la anarquista estadounidense Emma Goldman y Christine Kon-Rabe, 20 de octubre de 1938

¡MADRID, MADRID, MI MADRID!…

¡Madrid, corazón del mundo!

-no ya corazón de España-

como túnica de cristo

malhechores te desgarran.

        ¡Ay, rondas de mi Madrid,

ríos de sangre y de lágrimas!

Tus noches no son tus noches

llenas de luz hasta el alba:

son pavorosos abismos

en cuyas negras entrañas

revientan frutos del fuego

maduros de vieja saña

*

¡Madrid, de los arrabales,

ríos de sangre y de lágrimas

abre la tumba a tus muertos!

-A nosotras, Malasaña!-

van las mujeres rugiendo

trémulas de fiebre y ansia,

galopando en potro de ira,

con las manos desplegadas

a la busca de campos de odio

de amapolas de venganza

¡Madrid, corazón del mundo, 

corazón que se desangra!…

Por la Puente de Segovia

sube de cara al alcázar

entre roncos alaridos

el pueblo pidiendo armas.

-¡Madre, madre, me han matado 

al hijo de mis entrañas!

–Anoche dejé a mi padre

quieto el corazón, sin habla.

Boca arriba en el arroyo

buscando un cielo sin alba.

-¿A dónde vas, compañero?

-Deja, mujer, que me vaya

no tengas celos de nadie.

Que es la muerte quien me aguarda

para jugarse conmigo,.

Firme el pulso y cara a cara.

La vida de mi Madrid

que tiene preso en sus garras.

-Voy contigo, compañero,

los dientes tengo y me bastan.

*

– A mí los de Avapiés,

Curtidores y la Caba;

los mozos de pelo en pecho

dispuestos a lo que salga.

Por Las puertas de Toledo

va en aluvión la “canalla”

en busca del enemigo

ciegos los ojos de lágrimas

prietos los dientes de ira

chocando al aire las armas.

¡Madrid, Madrid, mi Madrid

haremos una muralla,

con carne huma y de fuego

y a ver qué guapo la salta!

*

Todas las horas del día

están cortadas de alarma.
Cruzan veloces las calle

campanas precipitadas,

sirenas agudas gritan

en la noche ciudadana

y contra un terror oscuro

los sueños rompen sus alas.

         Debajo de las estrellas

los negros aviones cantan,

serpientes de traición silban

que hasta a al muerte acobardan.

La cuna que acuna al niño

no por ser cuna  se salva;

y crujiendo en su raíces,

muda de terror, la casa

alarga sus escaleras

y hace más honda su entraña.

¡contra el cielo ennegrecido,

pegan sus lenguas las llamas!

*

¿Muchachos al parapeto!

Desde Madrid os reclama.

¡adelante mujeres!

¡¡Adelante ! ¿Quién se tarda?

Una hora vale un año

un minuto una semana

¡Hagamos un muro de carne

y a ver qué guapo la salva!

El canto nuevo

Oh, cuánto tiempo HORA NUESTRA

te hemos esperado!, ¡cuánto!

Oh, cuántas veces tendimos

el cable de nuestra mirada limpia al futuro 

y aplicamos el oído extático

al viento,

ávidos de distinguir

tu música en embrión!

¡Oh, cuántas veces

el diamante de nuestro deseo 

partió el cristal del horizonte 

buscándote más allá de la aurora!

Y al fin te poseemos,

HORA NUESTRA;

al fin podremos mecerte en nuestros brazos

y escribir tu claro nombre en nuestras frentes.

Hermanos,

he aquí, todo cumplido;

hagamos braserillos en el hueco de nuestras manos 

para esta “LLAMA ALARGADA”.

    El horizonte es la pauta hermanos. 

Nuestros martillos, pulidos y brillantes 

como uña de mujer,

canten sobre las columnas truncas, 

sobre los frisos rotos.

Tal un vendaval impetuoso

borremos todos los caminos,

arruinemos todos los puentes, 

desarraiguemos todos los rosales;

sea todo liso como una laguna

para trazar después la ciudad nueva.

     Tiranos del esfuerzo,

nuestros brazos levantarán esta vieja Tierra 

como en una consagración.

     Un abanico en llamas 

consumirá las viejas vestiduras

y triunfaremos, desnudos y blancos 

como las estrellas.

     Los que hemos creado esta hora 

alcanzaremos todas las audacias; 

NOSOTROS EDIFICAREMOS

LAS PIRAMIDES INVERTIDAS.

(Publicado bajo el pseudónimo de Luciano San?Saor en “Cervantes”año 1920)

Soñar, Siempre Soñar

Has jugado y perdiste, eso es la vida

El ganar o perder no importa nada;

lo que importa es poner en la jugada

una fe jubilosa y encendida

Todo lo amaste y todo sin medida

¿Cómo puedes sentirte defraudada

si fuiste por amor crucificada

con un clavo de luz en cada herida?

Sobre urdimbres de olvido van tejiendo

lanzaderas de ensueño otra esperanza

de un morir cotidiano renaciendo

porque un nuevo entusiasmo nos transporta

a otro ensueño entrevisto en lontananza

y en la vida, el soñar, es lo que importa.

Serenidad

Quiero serenidad , me dije un día

quiero serenidad para morirme.

Yo, que afronté la vida sin rendirme

aceptaré la muerte sin porfía.

No quiero que me gane la impaciencia,

que este absurdo esperar sin esperanza

no se me haga tortura, a semejanza

de un turbio agonizar de la conciencia.

Para pasa el ecuador temido

quiero mi rebeldía , sosegada

y el ímpetu domado y contenido.

Que , si al fin, a morir he de rendirme,

no he de ser con la muerte porfiada.

Quiero serenidad para morirme.

Lucía Sánchez Saornil (Madrid, España, 13 de diciembre de 1895 – Valencia, España, 2 de junio de 1970). Poeta , pintora, periodista , anarquista y humanista. Fundadora, junto a Mercedes Comaposada y Amparo Poch, de la organización Libertaria «Mujeres Libres». 

Hija de una familia humilde de Madrid. Su padre trabajaba para el duque de Alba y su madre y su hermana murieron cuando Lucía no era más que una niña. A ella le correspondió cuidar de su hermana menor y de la casa . No obstante, gracias a una herencia familiar, poseían una modesta biblioteca que despertó la sed literaria de Lucia.

Asistió a la escuela del Centro Hijos de Madrid, que incluía enseñanzas artísticas, a las que se aficionó, y que pudo completar en clases particulares de la Escuela de Bellas Artes de Pintura De San Fernando.

En 1914 inició con el poema “Nieve” sus colaboraciones en Avante de Ciudad Rodrigo, extendidas hasta julio de 1915; un total de 18 poesías -ya varios sonetos- y un relato.

En 1916 comenzó a trabajar en la Compañía Telefónica y envió textos breves a Los Noveles, de Barcelona, así el cuento El principe azul . En 1917-1918 la revista Cádiz-San Fernando publicó sus sonetos y prosa poética. Posteriormente Lucia se centra de lleno en el ultraísmo, movimiento en el que participa activamente. Muestra de ellos es su coparticipación en el Manifiesto ultraísta publicado en la revista Cervantes en el año 1919. Durante esa época también publica en las revistas “Vértices “ , “Tableros”, “Plural”, “Manantial” y “La Gaceta Literaria”. Es considerada la única representante poeta de este movimiento, aunque como otras muchas mujeres, es obviada de antologías del ultraísmo que ni la mencionan. Algunos de los poemas más notables de aquella época son “Cuatro Vientos” o “Elegía Interior”. Por entonces, ya se hallaba incluida en Literaturas europeas de vanguardia (1925) y se mantiene hoy en otras antologías.

“De ascendencia familiar humilde, su formación poética había sido autodidacta y su producción lírica aderezada aún de ingredientes modernistas estaba compuesta mayoritariamente por poemas amorosos. Firmaba con el seudónimo de Luciano de San-Saor y en los poemas se atribuía un “yo” poético masculino dirigido a un destinatario femenino. En última instancia, lo reseñable de estos poemas tempranos es su “osadía en la concepción sensual y no ideal del amor-pasión”. El seudónimo que utilizaba le concedía, además, libertad en el tratamiento de las temáticas teniendo en cuenta que sólo tenía veintiún años y era la única representante femenina destacable en el movimiento en un contexto social en el que las mujeres tenían aún limitado el acceso a la literatura y a las tertulias literarias de los cafés” ( extracto de feministas.org) .


En el ámbito político, en 1936, junto con Mercedes Comaposada y Amparo Poch, fundaron la organización “Mujeres Libres”, sección femenina de la CNT en Madrid, (llegaron a tener una afiliación de 20.000 mujeres ) y posteriormente ,en mayo de 1936, crearon la revista Mujeres Libres, con trece números hasta el otoño de 1938, de la que fué editora y redactora .

Durante la República, convertida en oradora y periodista, abandonó la poesía y adoptó la prosa como símbolo de unión con la dura condición obrera y como vehículo no-burgués de comunicación. Pronto su contribución periodística llegó a ser de las más significadas en la prensa libertaria.

Su posición feminista se va reafirmando a lo largo de los años, dejando constancia de ello en sus artículos publicados en “Tierra y Libertad”, “La Revista Blanca” y “Solidaridad Obrera”, donde defiende abiertamente que la lucha de la mujer no debe estar supeditada a la lucha de clases y donde insta a los anarquistas para que empiecen a liberar a las mujeres de sus prejuicios en sus propias casas. Pero los prejuicios machistas no apoyan esta mirada y Lucia solo recibe descrédito y descalificación de los dirigentes de la CNT y la FAI.

Su destacada crítica contundente al machismo estructural dentro de la CNT, se hizo evidente por medio de la oposición entre ella y Mariano Vásquez sobre la “cuestión femenina en nuestros medios”, en las páginas del periódico barcelonés Solidaridad Obrera, a fines de 1935. En seis potentes artículos que escribió denuncia que a pesar de que la CNT reconoce en la teoría y en el derecho la igualdad en relación a los hombres, en la práctica la situación de las mujeres era completamente diferente. La crítica de Lucía abarcaba desde el enfoque centrado en la cuestión económica hasta el contradictorio comportamiento autoritario de los hombres anarquistas en el ambiente privado.

Lucia, anarquista convencida, considera que la República es una farsa de origen burgués y que una vez conseguida hay que proceder a su derribo.

Con la guerra, en julio de 1936, participó en el asalto al Cuartel de la Montaña, se trasladó a los frentes para sus crónicas ?publicadas en Juventud Libre, Más Allá, Fragua Social, Nosotros, etc.? y contribuyó a las colectividades.

En poesía, retomó el verso romance, alguno de cuyos poemas recitó en Radio Madrid, declamados después de boca en boca, como ¡Madrid, Madrid, mi Madrid!.

En mayo 1938 ocupa la secretaría del Consejo General de Solidaridad Internacional Antifascista. Posteriormente se traslada a Valencia donde se convierte en la redactora jefe del semanario “Umbral”, allí conoce a la que será su compañera toda su vida, América Barroso.
En el año 1939 se exilian a Francia donde pasan dos años, estuvieron en Le Perthus y Perpignan, y después en París.

En 1941 vuelven a cruzar la frontera de regreso a España huyendo del nacionalsocialismo alemán y para evitar la deportación a los campos de concentración. En un principio se instalan en Madrid e intentan reorganizar en secreto Mujeres Libres aunque no tuvieron el éxito conseguido en tiempos de la Segunda República. Lucía es reconocida caminando por la calle y se establecen definitivamente en Valencia donde vivirán en un discreto anonimato literario y político. La excepción al anonimato es el poema “Quiero en mi ley cumplirme”, publicado en “Estrofa “( burgalesa, número 22, octubre de 1955, pág. 8).

Al final de su vida dejó 23 poemas escritos, en los que desgrana sus vivencias ante la cercanía de la muerte.

Lucia Sanchez Saornil falleció en Valencia el 2 de junio de 1970. Sobre su tumba, su compañera América mandó escribir:

“Pero… ¿es verdad que la esperanza ha muerto?”, primer verso de “Sonetos de la desesperanza”.

En 1996, el IVAM de Valencia y la editorial Pre-Textos publicaron su Poesía conocida.

Según expresó Federica Montseny, Lucia Sanchez Saornil era “ la que mejor escribía de todas las militantes”,

 «Ya no veré altamares… sólo un puerto / de sirenas varadas que exaspera / mi ansiedad condenada a un punto muerto, / contar, pesar, medir lo que yo era»  .

Quizás aun queda esperanza, Lucia

la esperanza brilla

en todas aquellas que leen tus versos

y saben de tu vida de libertad y lucha.

¡Gracias!

PoetriAlquimia


Enlaces de interés :

Documental sobre «Mujeres Libres» https://www.youtube.com/watch?v=xvOz-VfEwgk&t=180s

https://mega.nz/file/EBAjVCga#Qhh9IykktDIP_6Sj9HCpmnnwCygaFWkztO6ppZPDw4M

https://www.filmin.es/pelicula/las-sinsombrero-2-ocultas-e-impecables

13 Poemas de Emily Dickinson

«Si tengo la sensación física de que me levantan la tapa de los sesos, sé que eso es poesía»

                                                                                                    Emily Dickinson 

Su pecho es propicio para perlas,

pero yo no soy un Buceador—

Su frente es propicia para tronos

pero yo no tengo penacho.

Su corazón es propicio para un hogar—

yo—un Gorrión—construyo ahí—

con la dulzura de las ramas

mi perenne nido.

No es que el morir nos duela tanto –

es el vivir – lo que nos duele más –

pero el Morir – es un camino distinto –

una variedad detrás de la Puerta –

la Costumbre Sureña  – del Pájaro –

que antes de que lleguen las heladas –

acepta una Latitud mejor –

nosotras – somos los Pájaros – que se quedan.

Las Ateridas en torno a las puertas del Campesino –

por cuya miga reacia –

pactamos – hasta que las Nieves compasivas

persuadan a nuestras plumas a  Casa

Algunos guardan el Domingo yendo a la Iglesia —
yo lo guardo en mi casa —
con un jilguero en vez de Coro —
y por Cúpula un Huerto —

Algunos pasan el Domingo con la Sobrepelliz —
yo solo con mis alas —
y en lugar de tocar las Campanas a Misa,
nuestro Sacristanillo —canta.

Dios predica, notable Sacerdote —
y el sermón nunca es largo,
así, en lugar de ir al Cielo al final —
me voy desde el principio.

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La manzana en el árbol es el Cielo

pues no la puedo alcanzar –

como allí seguirá sin esperanza

la llamo “cielo” nomás.

El color de la nube pasajera –

ese terreno prohibido –

detrás de la colina, tras la casa –

¡Allí se halla el Paraíso!

Aún no se lo he dicho a mi jardín —

no vaya a ser que convencerme pueda.

Tampoco tengo fuerza suficiente

para comunicárselo a la Abeja —

no lo diré en la calle, pues las tiendas

me mirarían, fijamente, a mí —

que alguien tan poca cosa — e ignorante

tenga la valentía de morir.

No quiero que lo sepan las laderas —

por las que tanto paseé —

ni decirles a los amados bosques

el día en que me iré —

 

Vivo en la Posibilidad –

casa más agradable que la Prosa –

con más Ventanas –

con más – puertas –

y habitaciones como cedros –

inescrutables para el ojo –

y como tejado eterno

la cubierta del cielo –

como visitantes – los mejores –

como ocupación – Esto –

abrir mis estrechas manos

y aunar el paraíso –

Se dice que

la palabra está muerta

cuando se pronuncia,

yo digo que

comienza a vivir

ese día.

Hay una flor que las abejas prefieren,

y las mariposas, desean,

a ganar el púrpura demócrata

aspira el colibrí.

Y cualquier insecto que pase

se lleva su miel

en proporción a su escasez

y su capacidad.

Su rostro es más redondo que la luna

y más rojo que el vestido

de la orquïdea en el pasto,

o el que lleva el rododendro.

No espera a junio;

antes de que el mundo esté verde,

su rostro pequeño y robusto

contra el viento puede verse

en contienda con la hierba,

su paisana más cercana,

por el privilegio de la tierra y el sol,

dulces litigantes de por vida.

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Mirar en la cajita de ébano, con devoción,
cuando los años han pasado,
sacudiendo el aterciopelado polvo
que los veranos han posado.

Levantar una carta hacia la luz,
oscurecida ahora, con el tiempo;
repasar las palabras desvaídas que,
como el vino, un día nos alegraron.

Tal vez, encontrar entre sus cajoncillos
la arrugada mejilla de una flor,
recogida hace mucho, una mañana,
por una galante mano desaparecida.

Un rizo, quizás, de frentes
que nuestra constancia olvidó;
tal vez, un antiguo adorno
de una moda que ya pasó.

Y después, dejarlos reposar de nuevo,
y olvidarnos de ellos,
como si la cajita de ébano
no fuera asunto nuestro.

En apariencia sin sorpresa

para la flor feliz, 

la escarcha la decapita en su juego

con accidental poder.


la rubia asesina se va,

el sol procede impasible

a medir otro día,

 para un Dios que está de acuerdo.

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Si yo pudiera cabalgar ilimitada

como hace la abeja de pradera

e ir de visita solo donde yo quisiera 

y que nadie me visitara,

y flirtear todo el dia con ranúnculos,

y casarme con quien yo quiera ,

y habitar un poco en todos lados,

o mejor, huir 

sin policia que persiga 

o que me siga si lo hago 

hasta que salte penínsulas

para alejarme de ti-

Dije,ser solo una abeja

en una corriente de aire

y remar en la nada todo el día

y anclarme fuera del puerto-

¡Que libertad! Así piensan los cautivos

que aguardan en estrechas mazmorras.

¡Ven despacio, Edén!

Labios no acostumbrados a ti,

tímidos, liban tus jazmines,

como la desmayada abeja

que llega tarde a su flor,

zumba alrededor de su cámara,

cuenta sus néctares — entra

¡y en bálsamos se pierde!

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Para hacer una pradera es necesario un trébol y una abeja –

un trébol , y una abeja.

Y un ensueño,

Bastará solo con el ensueño,

si abejas hay pocas.

Emily Elizabeth Dickinson (Amherst, Massachusetts, 10 de diciembre de 1830 – Amherst, 15 de mayo de 1886), Poeta. Es considerada una de las grandes figuras de la literatura norteamericana del siglo XIX aunque, irónicamente, apenas publicó media docena de versos en vida.

Su padre, Edward Dickinson, fue abogado, miembro del Congreso y tesorero del Amherst College, su madre se dedicó al cuidado de sus tres hijos: Austin, el mayor, Emily y Lavina, la más pequeña.

La educación de Emily Dickinson fue mucho más profunda y sólida que la de las demás mujeres de su tiempo, a los 10 años inicio sus estudios en la prestigiosa Academia de Amherst y a los 16 continuó su formación en el Seminario para Señoritas Mary Lyon de Mount Holyoke en Austin, pero cuando cursaba el segundo año enfermó y tuvo que abandonar el seminario, después de lo cual ya no volvió a estudiar.

Emily vivió aislada casi toda su vida,la mayor parte sin salir de su casa y los últimos años ni siquiera de su habitación,centrada en su poesía y en la recolección y estudio de las flores de su jardin. A partir de la muerte de su padre, un durísimo golpe para Emily, comenzó a vestir de blanco, para ella ese fué el color del luto .

Emily murió el 15 de mayo de 1886 a causa de una nefritis. Tras su su muerte, su hermana Lavinia encontró en la habitación de Emily 40 volúmenes encuadernados a mano con más de 1000 poemas ; gracias a ella se editó una selección de los poemas en tres volúmenes; los manuscritos, difíciles de leer debido a la abundancia de tachaduras, guiones y mayúsculas inesperadas se modificaron libremente para su publicación, eliminando la utilización “aleatoria” de esas mayúsculas, y de todos aquellos guiones considerados innecesarios según el criterio del editor. El primer volumen obtuvo cierta fama. Años después una sobrina transcribió y publicó otros poemas suyos. Finalmente, la edición de Thomas H. Jonson en 1955 de sus obras completas dio a conocer al gran público el trabajo de la autora aunque no fué hasta 1999 cuando se publicó una edición fiel de aquellos escritos.

Emily Dickinson es considerada como una de las poetas más importantes de todos los tiempos y ha sido la inspiración de poetas, escritores y artistas. De hecho, su obra ha sido traducida a numerosos idiomas, y sigue siendo objeto de estudio en universidades de todo el mundo.

Enlaces de interés :

https://www.clarin.com/revista-enie/ideas/visita-herbario-emily-dickinson_0_v6zEp7bNn.html

https://www.emilydickinsonmuseum.org/emily-dickinson/biography/family-friends

Emily Dickinson visual

Una mujer genial que decidió hacer uso de su renta y su “habitación propia” para componer en torno a dos mil poemas y cientos de cartas. Prolífica, audaz e íntegra son algunos de los calificativos con los que Laura Freixas describe a la escritora norteamericana Emily Dickinson (Amherst, Massachusetts, 1830-1886), de cuya poesía destaca su intensidad, originalidad y agudeza.


10 Poemas de Dulce María Loynaz

Poema imperfecto

Entre tú y yo, un mar de tempestades
aún sin ritmo de lunas, roto en las oquedades
de un mundo blanco… Un mar de otras edades.

(¡Barco de mi esperanza desde entonces
arriba de las olas…!)

Entre tú y yo, un río
turbio inflan las lluvias del estío
y se va desatado monte abajo… ¡Un gran río!

(¡Barco de mi esperanza, palmo a palmo
contra de la corriente…!)

Entre tú y yo, un lago de aguas muertas;
agua podrida, bocas abiertas
de caimanes que duermen la hora de la siesta.

(¡Barco de mi esperanza, que floreces
caminos en el fango…!)

Entre tú y yo, una estrella…
¡Tan sólo ya la gota de agua de una estrella,
el agua que cabría en una estrella…!

(¡Barco de mi esperanza, naufragado
en una gota de agua…!)

Divagación

Si yo no hubiera sido….
¿qué sería en mi lugar?

¿Más lirios o más rosas?
0 chorros de agua
o gris de serranía
o pedazos de niebla
o mudas rocas…

De alguna de esas cosas, la más fría
me viene al corazón que las añora.
Si yo no hubiera sido,
el alma mía repartida
pondría en cada cosa una chispa de amor…

Nubes habría
más que otras nubes lentas…
(¡la nube que podría haber sido!…)
¿En el sitio, en la hora de qué árbol estoy,
de qué armonía más asequible y útil?

Esta sombra tan lejana parece que no es mía.
Me siento extraída en mi ropaje
y rota en las aguas,
en la monotonía del viento sobre el mar,
en la paz honda del campo,
en el sopor del mediodía!…

¡Quién me volviera a la raíz remota
sin luz, sin fin, sin término y sin vía!

Dulce Maria en 1917

Un amor indeciso

Un amor indeciso se ha acercado a mi puerta…
Y no pasa; y se queda frente a la puerta abierta.

Yo le digo al amor: -¿Qué te trae a mi casa?
Y el amor no responde, no saluda, no pasa…

Es un amor pequeño que perdió su camino:
Venía ya la noche… Y con la noche vino.

¡Qué amor tan pequeñito para andar con la sombra!…
¿Qué palabra no dice, qué nombre no me nombra?…

¿Qué deja ir o espera? ¿Qué paisaje apretado
se le quedó en el fondo de los ojos cerrados?

Este amor nada dice… Este amor nada sabe:
Es del color del viento, de la huella que un ave

deja en el viento… Amor semi-despierto, tienes
los ojos neblinosos aun de Lázaro1… Vienes

de una sombra a otra sombra con los pasos trocados
de los ebrios, los locos… ¡Y los resucitados!

Extraño amor sin rumbo que me gana y me pierde,
que huele las naranjas y que las rosas muerde…,
Que todo lo confunde, lo deja… ¡Y no lo deja!
Que esconde estrellas nuevas en la ceniza vieja…

Y no sabe morir ni vivir: Y no sabe
que el mañana es tan sólo el hoy muerto… El cadáver

futuro de este hoy claro, de esta hora cierta…
Un amor indeciso se ha dormido a mi puerta…

Está bien lo que está

Está bien lo que está:
Sé que todo está bien.
Sé el Nexo.
Y la Razón.
Y hasta el Designio.
Yo lo sé todo,
lo aprendí en un libro sin páginas,
sin letras y sin nombre …
Y no soy como el loco
que se quema los dedos trémulos
por separar la llama rosa de la mecha negra …
Pasó volando y me rozó la frente…
Era buena la Vida:
Había rosas.
Unos minutos antes me había sonreído un niño…
Pasó volando y me rozó la frente.
No sé por dónde vino
ni por dónde se perdió luego pálida y ligera…
No recuerdo la fecha.
No sabría decir de qué color era ni de qué forma;
no sabría, de veras, decir nada.
Pasó volando… -había muchas rosas…-
y era buena la Vida todavía…

Creación

Y primero era el agua:
un agua ronca,
sin respirar de peces, sin orillas
que la apretaran…
Era el agua primero,
sobre un mundo naciendo de la mano de Dios…
Era el agua…
Todavía
la tierra no asomaba entre las olas,
todavía la tierra
sólo era un fango blando y tembloroso…
No había flor de lunas ni racimos
de islas… En el vientre
del agua joven se gestaban continentes…
¡Amanecer del mundo, despertar
del mundo!
¡Qué apagar de fuegos últimos¡
¡Qué mar en llamas bajo el cielo negro¡
Era primero el agua.

Dulce y Gabriela Mistral

Selva

Selva de mi silencio,
apretada de olor, fría de menta.

Selva de mi silencio, en ti se mellan
todas las hachas; se despuntan
todas las flechas;
se quiebran
todos los vientos.

Selva de mi silencio, ceniza de la voz
sin boca, ya sin eco; crispadura de yemas
que acechan el sol,
tras la espera
maraña verde… ¿qué nieblas
se te revuelven en un remolino?
¿Qué ala pasa cerca
que no se vea
succionada en el negro remolino?

(La selva se cierra
sobre el ala que pasa y que rueda.)

Selva de mi silencio,
verde sin primavera,
tú tienes la tristeza
vegetal y el instinto vertical
del árbol. En ti empiezan
todas las noches de la tierra;
en ti concluyen todos los caminos.

Selva apretada de olor, fría de menta.

Selva con tu casita de azúcar
y su lobo vestido de abuela;
trenzadura de hoja y de piedra,
masa hinchada, sembrada, crecida toda
para aplastar aquella,
tan pequeña,
palabra de amor…

Si fuera nada más

Si fuera nada más que una
sombra sin sombras; que una intima
tiniebla de dentro para fuera…

Si fuera-nada más-la misma
tiniebla de hoy… O la de ayer,
o la de todos los días…

Y ninguna cosa más honda
ni más ardiente ni más fría.

Si fuera como el retorno de un viaje
cansado…, un encontrar la antigua
casa, la olvidada almohada
que más blanda parecería…

Si ni siquiera fuera almohada
ni casa ni sombra ni vía
de retorno o de fuga, ni
miel que recoger, ni acíbar…

Si sólo fuera-al fin…-un breve
reintegrarse a la nada tibia…

Dulce María Loynaz. Foto:Juvenal Balán, 18-4-91

El miedo

No fue nunca.

Lo pensaste quizás
porque la luna roja bañó el cielo de sangre
o por la mariposa
clavada en el muestrario de cristal.
Pero no fue: Los astros se engañaron…
Y se engañó el oído
pegado noche y día al muro del silencio,
y el ojo que horadaba la distancia…
¡El miedo se engañó!… Fue el miedo. El miedo
y la vigilia del amor sin lámpara…
No sucedió jamás:
Jamás. Lo pareció por lo sesgado,
por lo fino y lo húmedo y lo obscuro…
Lo pareció tal vez de tal manera
que un instante la boca se nos llenó de tierra
como a los muertos…
¡Pero no fue!… ¡Ese día no existió
en ningún almanaque del mundo!…

De veras, no existió… La Vida es buena.

Dulce y Alberti

La Marcha

Camino hacia la sombra.
Voy hacia la ceniza mojada-fango de
la muerte…-, hacia la tierra.
Voy caminando y dejo atrás el cielo,
la luz, el amor… Todo lo que nunca fue mío.

Voy caminando en línea recta; llevo
las manos vacías, los labios sellados…
Y no es tarde, ni es pronto,
ni hay hora para mí.

El mundo me fue ancho o me fue estrecho.
La palabra no se me oyó o no la dije.
Ahora voy caminando hacia el polvo,
hacia el fin, por una recta
que es ciertamente la distancia
más corta entre dos puntos negros.

No he cogido una flor, no he tocado una piedra.
Y ahora me parece que lo pierdo
todo, como si todo fuera mío…

¡Y más que el sol que arde el día entero
sobre ella, la flor sentirá el frío
de no tener mi corazón que apenas tuvo!..

El mundo me fue estrecho o me fue ancho.
De un punto negro a otro
-negro también…-voy caminando…

Dulce y Carmen Conde

En mi verso soy libre

En mi verso soy libre: él es mi mar.
Mi mar ancho y desnudo de horizontes…

En mis versos yo ando sobre el mar,
camino sobre olas desdobladas
de otras olas y de otras olas… Ando
en mi verso; respiro, vivo, crezco
en mi verso, y en él tienen mis pies
camino y mi camino rumbo y mis
manos qué sujetar y mi esperanza
qué esperar y mi vida su sentido.

Yo soy libre en mi verso y él es libre
como yo. Nos amamos. Nos tenemos.

Fuera de él soy pequeña y me arrodillo
ante la obra de mis manos, la
tierna arcilla amasada entre mis dedos…
Dentro de él, me levanto y soy yo misma.

Dulce María Loynaz Muñoz (La Habana, Cuba, 10 de diciembre de 1902 – La Habana, Cuba, 27 de abril de 1997) 

Es conocida como la más grande escritora cubana del siglo veinte, galardonada con el Premio Nacional de Literatura en 1987, y con el Premio Miguel de Cervantes en 1992.

Sus primeras obras aparecieron en el periódico La Nación a la edad de 17 años: Invierno de almas y Vesperal.

 En 1927 con 24 años de edad, Dulce María se doctoró en Derecho Civil en la Universidad de La Habana, profesión que ejerció hasta 1961.

En la década del 30 se vinculó con grandes figuras del mundo hispanoamericano como Federico García Lorca, quien a su llegada a Cuba inició amistad con la familia Loynaz-Muñoz. En una actitud que siempre mantuvo hasta el fin de sus días, convirtió su casa en centro de la vida cultural habanera, en las llamadas «juevinas» (las más afamadas tertulias literarias cubanas desde aquellas organizadas en el Siglo IXX por Domingo del Monte) donde acogió a gran parte de la intelectualidad del momento, tanto la que residía de forma permanente como la de tránsito por la isla, entre ellos los Premio Nobel de Literatura, Gabriela Mistral y Juan Ramón Jiménez, Zenobia Campubrí, Federico García Lorca, Alejo Carpentier, Emilio Ballagas, Rafael Marquina, Carmen Conde, Gonzalo Aróstegui, María Villar Buceta y Angélica Busquet, entre otros muchos intelectuales y artistas.

En 1947 publica el poemario Juegos de agua. En 1951 publica su única novela,  Jardín. Le seguirían Carta de amor al rey Tut-Ank-Amen (1953), Poemas sin nombre (1958) y Un verano en Tenerife, (libro de viajes) que, según la autora, fue «lo mejor que he escrito”.

En 1960 realiza un corto viaje a Estados Unidos, y al año siguiente deja de ejercer la abogacía. Su esposo Pablo Álvarez de Cañas viaja al extranjero donde permanece once años, Dulce María sufre la ausencia del que fuera el máximo impulsor de su obra, en Cuba y el extranjero. A partir de entonces se encierra en un enclaustramiento voluntario, no viaja más al extranjero y apenas realiza actividades públicas, excepto las vinculadas con la Academia Cubana de la Lengua de la cual fue elegida miembro de número en 1959 y la cual presidió desde 1992 hasta el momento de su muerte.

En 1972 su esposo regresa a Cuba, pero está muy enfermo y muere en 1974. Dulce escribe y publica sus últimas publicaciones en Cuba  Poemas escogidos (1985), Bestiarium (1991) y La novia de Lázaro (1991).

En la casona que habitó entre 1947 y 1997, bastante deteriorada , ubicada en la esquina de las calles 19 y E, en El Vedado, funciona desde el 5 de febrero de 2005 el Centro Cultural Dulce María Loynaz.

La Diputación de Cádiz publicó, en 1992, Poemas náufragos, y la editorial Espasa Calpe una amplia antología de su obra.

Enlaces de interés :

http://www.cervantesvirtual.com/bib/bib_autor/Loynaz/index.shtml

https://web.archive.org/web/20191117160538/http://www.cubaliteraria.cu/autor/dulce_maria_loynaz/index.html

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