10 Poemas de María Auxiliadora Balladares

Las Ardillas

Salí del cine
Rumbo a mi casa en Amber Street
Sola y esquivando los huecos de la acera
Cuando me encontré con dos ardillas copulando
Sobre el tronco de un árbol
Probablemente un roble
No tengo certeza

El macho montaba a la hembra
Todo fue muy rápido
La hembra al sentir mi presencia
Desesperada quiso huir hacia una rama
Y ponerse a buen resguardo
Ya que mi mano
De quererlo
Hubiese podido atraparlas

El macho no la dejaba avanzar
Se aferraba desde atrás al cuerpo de ella
Avanzaban apenas unos centímetros
Mientras un sonido que no sé bien
Si emitía ella en su desasosiego
O él en su placer al penetrarla
Se instalaba en el jardín posterior
De aquella casa de tres plantas

De : Animal (La caída, 2017)

Sudor

Siempre he querido ver cómo brota el sudor de tus poros
Me interesa menos su recorrido sobre tu piel
Éste es circunstancial
Aquello es de vida o muerte
He observado con detenimiento tus radiografías
Tus tomografías
Tus resonancias
He dado con la casi imperceptible desviación de tu columna
He concluido que tus órganos son pequeños
Durante días repetí el gesto de medir el tamaño del hematoma
Observé el cambio de color
Anoté el tiempo que toma pasar del verde al morado
Del morado al negro
Del negro al color de tu piel
Mirar hacia dentro como si no fueses tú
Me parece bastante ridículo
Tengo que familiarizarme con tus venas
Con tus nervios
Con las capas subcutáneas
He visto una y otra vez en video tus pólipos
Los he contado
Los reconozco
Son mis hermanos
He imaginado la intervención en tu útero
De aquello no quedan registros
Por eso me vuelvo un poco loca
Me desespero
Y en esas circunstancias prefiero no tener nada al alcance de las manos
He mirado tantas veces tu sangre
Conservé en el carro por más de un año
El sombrero y el chal que llevabas
El día del accidente de caballo
Verlos me recordaba que no soportaría tu muerte
Imagino el estado de tu cerebro entonces
Camino del hospital
Te pedía que no te durmieras
Conversaba contigo para mantenerte despierta
Hacías preguntas que me llenaban de terror
Preguntas simples que me llenaban de terror
He revisado tus medicinas
Memorizado sus componentes
Sus efectos secundarios
Te he visto sonrojarte efecto de la alegría y de la vergüenza
He apoyado mi cabeza en tu vientre
Reconozco todos los lenguajes de tu cuerpo

Soy una vidente
Puedes preguntarme cualquier cosa
Te responderé presto
Porque soy la lama que crece en los bordes de tus piernas

De Animal (La caída, Cuenca, 2017)

Jorobada

el último esfuerzo que haré

será subir al ballenato

a mi lomo

me ayudaré con las pectorales

a encontrar el equilibrio

una vez encima mío

lo acomodaré hasta que

la aleta dorsal quede en ángulo recto

si logro subirlo

será más difícil utilizar mi cola

no queda más salida

que sacrificar el movimiento

si el ballenato cae

lo separarán de mi lado

y no podré salvarlo

tantas horas huyendo

han agotado mis fuerzas

cómo saber

si las orcas se cansarán

de embestirme

o sucumbiré a sus golpes

Al décimo cuarto golpe

De la sexta orca

El ballenato cayó

Lo mordieron dos veces

Al morir mi cría

El mar se hizo rojo

Al alejarme yo

El sol enrojeció

Atardecía

hace tres días

me dirijo al norte

alejándome de los trabajos

de las devoradoras de lenguas

A mí también me gusta Marosa di Giorgio

“En esta foto somos hermanas”

Ya sabes que me gusta montarte

Con desesperación

Y en cualquier lado

Que un comentario así

Solo responde a

La necesidad de ser sórdida

Que se instala entre una sien y otra

O quizás niega la posibilidad

De un incesto aún más tremendo

-barbaridad-

Que seas tú mi madre

Que la vagina que me parió sea la misma

En la que mis dedos juegan

Y mi boca

Y mis senos

Y mis pies

Y mi puño

¿Madre o hermana?… Leer más

4 Poemas y 9 Microrrelatos de Ana María Shua

Odio viajar en auto

Viajar en auto es bobo,
no es nada divertido,
y de tan aburrido
es casi parecido
a no poder dormir:
¡yo quiero haber llegado
pero no quiero ir!
No quiero contar autos
como ovejitas blancas
que saltan una cerca,
que pasan, que pasamos
que van para otro lado,
no quiero ver las torres
de la electricidad
volando tan veloces
que no alcanzo a contar.… Leer más

5 Poemas de Virgínia do Carmo

Saudade

Todas as manhãs fecho os olhos,
sempre com a mesma força com que
te adormeço no regaço das madrugadas
cheias de buracos. Escondo de mim
que existes algures porque tenho espinhos
no meu caule. Orgulhos e outras dores
pequenas.

E nem haverá como dizer-te que sonho contigo
Ou que te escrevo poemas, dia sim dia não.… Leer más

12 Poemas de Hafsa bint al-Hayy al-Rakuniyya 

Dile a ese poeta…

Nos hemos librado de ese poeta
porque se ha caído sobre la mierda, pero dile:
Vuelve a tu pozo, hijo de la mierda,
igual que hace la mierda.
Y si vuelves a vernos algún día,
verás, oh tú, el más despreciable y vil,
sin discusión, de entre los hombres
que esa es la suerte que te espera
si andas medio dormido.… Leer más

6 Poemas de Lidia Beatriz Biery

Ni un sólo refugio

Estar a la sombra

de la llaga en el aire

Paul  Celan

(Rumanía 1920- Francia 1970)

Te imagino sentado junto al fuego, Paul,

ardiendo en leña tus recuerdos

de otras horas

a la sombra de Auschwitz,

donde el horror y su tortura

eran bautizo de la parca a sangre viva.… Leer más

9 Poemas de Gloria Dünkler

Sauces frente a la playa

Estamos en el centro de la arena
y has decido enfrentarme, domar el corazón de esta foránea.
Pronto soltarán a la bestia de su jaula,
hambrientas, las felinas se pasean.
Pero tú lograrás vencer el enojo,
zafar de sus artimañas, darle vuelta,
acallar sus fauces con un golpe de tu escudo,
empujarla a tu red, mansa y overa.… Leer más

Poemas de Conde De Lautréamont

Poèsies

El genio garantiza las facultades del corazón.
El hombre no es menos inmortal que el alma.
¡Los grandes pensamientos vienen de la razón!
La fraternidad no es un mito.
Los niños recién nacidos no conocen la vida, ni siquiera la grandeza.
En la desgracia, aumentan los amigos.
Tú, que entras a este lugar, abandona toda desesperación.… Leer más

Nikolai Gógol

 Almas muertas

Мёртвые души

I

Por el portón de una posada de la ciudad de N.,1 capital de provincia,2 entró una pequeña calesa de ballestas, bastante bonita, una de esas britzkas3 en las que suelen desplazarse los solterones: tenientes coroneles retirados, capitanes asistentes4 y terratenientes poseedores de un centenar de almas de campesinos;5 en pocas palabras, todos esos a los que se conoce como señores de medio pelo.… Leer más

Poemas de Edmond Rostand 

Le linon 

Ce léger linon
Qui vous emmitoufle,
Mais à la façon
D’un souffle ;

Ce linon léger
Dont la candeur frêle
A le voltiger
D’une aile ;

Ce léger linon,
Assez diaphane
Pour qu’un seul rayon
Le fane ;

Ce linon, léger
Comme un fil de berge
Que fait voyager
La Vierge ;

Ce léger linon,
C’est votre pensée
Que les choses n’ont
Froissée !… Leer más

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