Sauces frente a la playa
Estamos en el centro de la arena
y has decido enfrentarme, domar el corazón de esta foránea.
Pronto soltarán a la bestia de su jaula,
hambrientas, las felinas se pasean.
Pero tú lograrás vencer el enojo,
zafar de sus artimañas, darle vuelta,
acallar sus fauces con un golpe de tu escudo,
empujarla a tu red, mansa y overa.
Apuesto mi alma, auguro la victoria,
imagino que soy domada por un beso tuyo,
que rasguñas mi monte, que talas mi arboleda.
Que me tienes en prisión, sumida en arenales,
que me induces al amor
recostada sobre piedras calientes.
Ankunft der emigranten
No fuimos descendientes de reyes ni licenciados
y mi abuelo recogía la nieve
amontonada en las calles de Hamburgo.
Lo único que trajimos fue coraje, el buche
y los sueños en las maletas.
Aferrados al mástil del buque
taconeado de niños enfermos
de vivir con la peste y el hambre,
de mujeres que parían en la cubierta
y otros que dormitaban en los pasillos
o de a tres en los camarotes.
La maldición de errar por los mares había terminado.
De Fûchse von Llafenko
¿Qué sabe un forastero sobre tomar un buen mate?
Nadie le dijo cómo se ceba: si amargo o untado en miel,
hojitas de cedrón o cáscaras de naranja.
Que el agua no se deja hervir,
que amaina el apetito y sosiega la mente.
¿Qué pienso? Quizá me complazca
y un día me instale con mi bombilla
en la arena movediza de la yerba.
De Fûchse von Llafenko
Tu trabajo es despejar los caminos,
inventarlos a machete y prender fuego a las campiñas.
No te conozco, indio, no te comprendo.
Vendido, rumorean los tuyos, apatronado,
¿y tú sólo guardas silencio?
Mientras fabricas la batea para salar nuestra carne
y junto al padre unes tu fuerza,
yo te observo y me pregunto:
¿quién te dejó esa cicatriz en la frente?
Mi oficio es construir, encender motores,
soltar amarras, no volver atrás.
La miseria se despidió de mí
agitando su pañuelo al viento
comprendí entonces, mi destino era triunfar.
Era sostener las esperanzas amarradas al cinto,
remar en busca de tu orilla,
sembrar el poema y dejarlo brotar.
Aquí nadie se conoce
ni sabe uno si la familia del vecino no vale un cobre.
Aquí podemos inventarnos una sangre,
un escudo, una leyenda, una muerte gloriosa,
podemos ser, si se nos place,
una estirpe ungida por el rayo.
De Fûchse von Llafenko
En el muelle las mujeres cargan el bote con leña
En el muelle las mujeres cargan el bote con leña
y los perros escarban en la playa.
Para campear el fresco atizan el fuego,
se frotan las manos
y descargan las truchas pescadas a la mala.
Ellos se alejan en el Marichen con destino a Villarrica
y desde allí al puerto
que los llevará a la patria en llamas.
Nosotros nos quedamos aquí
anclados a esta tierra, a sus escamas,
a las espinas de un amor que nos atraviesa.
De Fûchse von Llafenko
Blut der eiche
¿Y si mordieras lo que palpita aquí adentro?
Ahora te llevo a la mesa de la curtiembre,
preparo el vino
y enciendo la ópera predilecta:
la compañía de lobos y serpientes,
el vuelo de brujos,
nuestros sueños ardiendo en las brazas.
Cantaré a tus padres y el triunfo será mío,
verás que al fin cortaré el nudo del secreto.
Seamos caudillos en estas líneas,
que otros descubran el rastro,
que sean testigos aunque no lo quieran.
Y para que nadie se interponga
dominemos el hacha y el fuego.
No cantaremos a la rosa ni la haremos florecer aquí,
vamos a deshojarla hasta hacerla sangrar,
hundirla en sus espinas, asesinarla, que así sea.
No lo quiere dios ni las leyes mortales,
lo trama la vida desde el misterio,
lo ordenan los linajes que se unen bajo tierra
cuando se trata de escoger,
de enseñar un canto al hijo que viene.
Entonces diremos:
la vida nos ligó al mismo árbol, tu brote y el mío,
erguidas nuestras hojas, enredadas.
En tiempo de cosecha
unimos los pedazos de un mural secreto
en el carozo, en el jugo, en la pulpa
se estruja lo rubio y lo moreno.
No fuimos cerezo ni manzano
sino un injerto de lenguas,
un canto de huesos y nervios.
De Fûchse von Llafenko
Tijerales
La tierra, como los papeles, aguanta todo
pasaportes falsos, prófugos de ley
los jueces lo libraron de la extradición.
En la vendimia un asado le despierta la tripa
sus camiones de la muerte dónde están.
El general que asumió el poder
le encargó su nuevo plan
un campo de trabajos forzados
en un remoto archipiélago.
En el siglo XIX los indios selknam fueron castigados.
En 1890 se entrega una concesión durante 20 años
a misioneros Salesianos
para domesticar a los mismos infelices
en sus parroquias y escuelas.
Pronto llegaría el nuevo parque de entretención.
En Dawson, allí levantaremos la obra.
Libré de los Juicios de Núremberg
de Spandau la de muros largos y de algunos agentes
si de algo se me acusaba los crímenes habían prescrito.
El hijo se crió bien, con eso me conformaba.
Un pequeño terreno, unas cabezas de ganado
abrí un negocio y trabajé duro en ganar clientela.
Estaba en deuda con esta patria.
El capitán admiraba la antigua gloria del Reich
pero de esos mítines nocturnos
de ese rifle que golpeaba las costillas
de esas banderas alumbradas por las fogatas
de las Juventudes sólo quedaba la leyenda.
¿Quién soy para romper una ilusión?
De Spandau
COLOFÓN 1
Familias alemanas y políticos influyentes le protegían.
Huye al enterarse de la captura de Eichmann en la Argentina.
Deambula con identidades falsas por Latinoamérica.
COLOFÓN 4
Era un gringo deslenguado recuerdan los peones que
trabajaron con él. Le gustaba emborracharse entre las
barcazas a la orilla del mar. Por las madrugadas se oían
disparos al aire. Nunca tuvo hijos.
De Spandau
Vecinos
Contempla el mar y piensa:
Qué será de nos
adónde iremos a parar después de esta vida.
A luchar contra quién, de qué lado estaré
en cuál batalla.
Adónde vamos los vivos.
De dónde vienen los muertos.
Aquí la vejez cavará su trinchera
en cada golpe de hacha el temporal se llevará las culpas
el arado borrará toda huella ramoneando sus amores
y le arrancará lo cobarde como tripas de cuajo.
Aquí tomará la sopa con esa extraña
hasta que llegue el amor.
Con este caos se toparon los gringos:
traidores huyeron de su engaño
otros resistieron con sus vidas
borrachos hasta olvidar agacharon la cabeza.
Indios contra indios se odiaban a muerte
desde la Pacificación de la Araucanía.
Esperaron la traición del enemigo
jamás la de su raza.
So ein Mist!
Una tarde el cacique le brindó asiento
y parlamentó con esa gente primitiva
la perra ladraba con sospecha
vecinos desde hoy, un lenguaraz trajo luces.
Al echar un vistazo a la furia de esa negra
pensó si morir en combate habría sido mejor
que llegar a una tierra sin orden.
Ser invitado a un guillatún
un privilegio que no comprendió.
Gloria Dünkler Valencia (Pucón, Cautín, Chile, 1977). Poeta y narradora.
Cursó Pedagogía en Lenguaje y Comunicación (2003). En 2009 se titula de bibliotecóloga en Santiago de Chile, ciudad donde se desempeña como catalogadora en la biblioteca de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile.
Ha ido dando voz a la colonización y asentamiento principalmente germano en chile.
Auto editó su primer poemario, Quilaco seducido (50 copias), con el segundo, Füchse von Llafenko (Zorros de Llafenko), Ediciones Tácitas, 2009, obtuvo su primer premio importante, el Academia, que otorga la Academia Chilena de la Lengua, El siguiente poemario fué Spandau (2012), (Premio el Municipal de Literatura de Santiago), posteriormente publicó Yatagán (2015).
Sus poemas han aparecido en diversas antologías y han sido traducidos al alemán, polaco y catalán. Sus textos fueron lanzados sobre las ciudades de Varsovia y Berlín en los bombardeos poéticos organizados por el colectivo Casagrande el 2009 y 2010.
Premios y reconocimientos :
- Premio Los Puños de la Paloma 2008 (Santa Fe, Argentina)
- Premio Academia 2010 por Füchse von Llafenko (Academia Chilena de la Lengua)
- Mención Honrosa en el Premio Municipal de Literatura de Santiago 2010 por Füchse von Llafenko?
- Beca del Consejo Nacional del Libro y la Lectura (2011)
- Premio de la Crítica 2013 por Spandau
- Premio Municipal de Literatura de Santiago 2013 por Spandau
- Beca del Consejo Nacional del Libro y la Lectura (2013)
- Premio Pablo Neruda 2016
Enlaces de interés :
http://www.letras.mysite.com/gdun270522.html
http://www.letras.mysite.com/gdun161022.html
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