Alexandra David-Néel

Esta página es de poesía pero también queremos dar presencia a algunas mujeres que, aunque no escribieron poesía, o no destacaron por ser poetas, su voz como mujeres, pioneras y/o escritoras es tan importante que creemos deben ser incluidas.

Este es el caso de grandísima y excepcional Alexandra David-Néel. La primera mujer europea en visitar la Ciudad Prohibida de Lhasa.

Una de nuestras Imprescindibles.

Louise Eugénie Alexandrine Marie David, más conocida como Alexandra David-Néel ( Saint-Mandé, Francia, 24 de octubre de 1868-Digne-les-Bains Francia,8 de septiembre de 1969). Escritora, orientalista, cantante de ópera, periodista, exploradora, antropóloga, anarquista, espiritualista y budista. Considerada una de las más grandes exploradoras del siglo XX. Fué la primera mujer europea en visitar la Ciudad Prohibida de Lhasa.

Hija de Louis Pierre David, profesor, intelectual, masón, republicano, idealista, quien se opuso al golpe de Estado de Luis Napoleón Bonaparte en 1851 y, expulsado de Francia por sentencia, se exilió en Bélgica, donde se casó con Alexandrine Borghmans, católica de origen escandinavo.

De niña, Alexandra sentía pasión por los viajes mencionados en los libros de Julio Verne y más tarde quedó fascinada con Asia en una visita al Museo Guimet. Varios de sus biógrafos aseguran que cuando tenía sólo dos años se perdió durante horas. Sus padres estaban totalmente desesperados. Cuando por fin la encontraron, no estaba asustada. Ni siquiera lloraba. Al contrario, en su lengua de trapo decía que la dejaran seguir “paseando”.

Con 15 años intentó embarcarse sola rumbo a Gran Bretaña. Su familia, horrorizada, se lo impidió.

A la exploradora le gustaba decir que en 1871 tomó conciencia de la realidad de la ferocidad de la naturaleza humana en el Muro Federal, donde su padre, librepensador republicano, la llevó al día siguiente de la Comuna de París. Este sangriento episodio la marca para siempre.

El padre de Alexandra fue amigo del geógrafo anarquista Élisée Reclus. Alexandra frecuentó durante toda su infancia y su adolescencia a Reclus. Este la lleva a interesarse por las ideas anarquistas de la época (Max Stirner, Mikhail Bakunin…).

Élisée fundó una gran familia, aboga no sólo por la unión libre, el vegetarianismo, la emancipación femenina, la vida comunitaria, sino que también quiere enseñar y transmitir la búsqueda de la felicidad aquí y ahora. Seducido por la personalidad emergente de esta joven de carácter fuerte y compromiso tan decidido, prologó la primera obra de Alexandra, ‘Pour la vie’( 1899), libro libertario inspirado en las ideas feministas, con estas palabras: «Un libro orgulloso escrito por una mujer nuevamente más orgullosa«.

Por otra parte, se convirtió en una colaboradora libre de «La fronde», periódico feminista administrado cooperativamente por mujeres, creado por Marguerite Durand, y participó en varias reuniones del «consejo nacional de mujeres francesas» o italianas aunque rechazó algunas posiciones adoptadas en estas reuniones (por ejemplo, el derecho al voto), prefiriendo la lucha por la emancipación a nivel económico, según ella causa esencial de la desgracia de las mujeres que no pueden disfrutar de independencia financiera. Por otra parte, Alexandra se alejó de estas «amables aves, de precioso plumaje», refiriéndose a las feministas procedentes de la alta sociedad, que olvidaban la lucha económica que la mayoría de mujeres debían confrontar.

Voluntariamente solitaria, incluso misántropa, agudizó su mente crítica leyendo extensamente a filósofos antiguos, literatura religiosa y las principales obras de las religiones orientales, en el sentido amplio que tenía el término en ese momento. Los filósofos estoicos fueron sus primeros maestros.

En 1888 fue a estudiar a Londres y permaneció de forma económica y segura en la Sociedad de Gnosis Suprema. Aquí, Elisabeth Morgan le presentó a Madame Blavatsky, la fundadora de la Sociedad Teosófica, cuyas ideas esotéricas tuvieron una influencia significativa en Alexandra. Tambien conoció a sus líderes más importantes, George R. S. Mead (1863-1933) y Annie Besant (1847-1933). Alexandra regresó a Bruselas al año siguiente para continuar sus estudios de música y canto. Cuando tenía poco más de veinte años, estudió en la Sorbona y se convirtió en una política radical.

Regresa a Francia sin un franco. Debido a los vaivenes de fortuna de su familia y deseando ser independiente, inició una carrera artística como cantante y consiguió un puesto de primera cantante en la ópera de Hanoi.( Indochina era colonia francesa en aquella época). Esta posición le dio la oportunidad de seguir conociendo Asia durante las dos temporadas que trabajó. 

La opera la permite viajar a Túnez y se fascina con los llamados a la oración islámicos y estudia el Corán. Allí conoce en 1900 al ingeniero en jefe de los ferrocarriles tunecinos, Phillipe Neel y después de convivir decide abandonar su celibato. Se casaron en Túnez el 4 de agosto de 1904 pero a los pocos meses cae en cuenta que la vida monótona de casada no es para ella: “Siempre he tenido miedo de las cosas definitivas. Hay quienes temen la inestabilidad, pero yo tengo el miedo contrario. No me gusta que el mañana sea como hoy y el camino sólo me parece cautivador si ignoro la meta a la que me lleva…«, le escribió un día. La pareja sólo vivirá realmente junta por episodios, hasta que Philippe tenga la sabiduría de sugerir a su esposa que vayan al campo para estudiar estos textos sagrados que tanto la fascinan. Alexandra se preparó para lo que seria su vida y, de acuerdo con su marido, se dedica a viajar. Planea un viaje de dieciocho meses y sin embargo retorna luego de 14 años.  Se querían, se admiraban y se respetaban mucho (sus intercambios epistolares así lo demuestran), pero no podían convivir. 

Alexandra se dedicó a escribir «Modernismo budista«, su primer trabajo sobre el tema, publicado en 1911, justo antes de su partida. La futura orientalista tiene una profundé crisis espiritual y se embarca rumbo a la India, con la bendición de Philippe y una beca del Ministerio de Instrucción Pública.

Alexandra David-Neel en un yak rodeado de guías, Yongden y el maharajá de Sikkim Sidkéong Tulku Namgyal – ©Archivos Maison Alexandra David-Neel, Ciudad de Digne-les-bains

En 1912 llegó a un monasterio budista en la remota región de Sikkim, donde conoció a un monje adolescente y ayudante vital llamado Aphur Yongd, con quien se retiró a vivir como una ermitaña, en una cueva a cuatro mil metros de altitud. También conoce y se hace amiga del Maharaja de Sikkim, Sidkeon Tulku, el líder espiritual de ese territorio, y también del lama Kazi Dawa Samdup, que la llevó hasta Kalimpong, para conocer al decimotercer Dalai Lama, que estaba refugiado allí mientras duraba la guerra en China.

Acabó en Lanchen, en las montañas próximas al Tíbet, estudiando budismo durante cuatro años y medio , donde fue iniciada en las prácticas tántricas por el tercer sgom chen («gran yogui») de Lachen, Kunzang Ngawang Rinchen (1867-1947), en una cueva a la que bautizó «De- chen Ashram» (la ermita de la «Gran Paz», según su propia traducción). Este momento resultará fundamental para la investigadora autodidacta que es Alexandra, ofreciéndole la oportunidad de vivir una aventura única unida a una experiencia de campo que pocos orientalistas han conocido.

En 1913, en su informe provisional de misión (AN, F/17/17281), afirmó: “El budismo tibetano se comprende muy poco, o más bien, muy mal. Los escritores que han publicado libros al respecto han hablado sólo de las prácticas externas del culto popular, por no haber podido penetrar mas allá de ellas, siendo extrema la reserva de los eruditos lamas hacia los extranjeros”.

David-Néel en Lhasa, 1924 (en el centro).

Mención especial merece una práctica budista denominada creación de un tulpa. Los lamas budistas le advirtieron que era una enseñanza nada recomendable, pues consiste en la creación de un fantasma generado a través de nuestra mente. Alexandra fue advertida de que estas creaciones podían volverse peligrosas o incontrolables pero Alexandra estaba fascinada con la idea e ignoró la advertencia de sus maestros .

Bajo la concepción del mundo según los lamas, el universo en el que vivimos es una proyección creada por nosotros mismos, no hay fenómeno que exista si no es concebido por el espíritu humano. Los tulpas son entidades creadas por la mente de los lamas y son generalmente utilizados como sirvientes. Son figuras visibles, tangibles, creadas por la imaginación de los iniciados.

Alexandra una vez aislada de todo, comenzó a concentrarse en dicha práctica. Ella visualizó en su interior lo que quería crear, imaginando un monje de baja estatura y gordo. Quería que fuese alegre y de inocente actitud. Tras intensas sesiones de practica aquella proyección apareció frente a ella.

Aquella entidad era algo así como un robot, sólo realizaba y respondía a los mandatos de su creadora. Con una sonrisa fija en su rostro, el monje accedía sin rechistar a lo que ella le ordenaba. Lamentablemente, no siempre fue así y aquel tulpa comenzó a realizar actividades que no les había sido encomendadas. Tal era la independencia de aquella proyección de apariencia corpórea que los demás monjes le confundían con uno más. Aquella entidad comenzaba a ser un ser con voluntad propia.

A medida que iba siendo más independiente, los rasgos físicos que aquel bonachón monje fantasma fueron cambiando. Su afable sonrisa fue cambiada por otra más pícara, su mirada pasó a ser malévola y nada afable para todos los que convivían con aquel extraño ser. La propia Alexandra comenzó a sentir miedo.

En su libro publicado, Magic and Mystery in Tibet, Alexandra David-Néel narra los seis duros meses que duró el invertir aquel proceso, conseguir que su creación se desvaneciera. «No hay nada extraño en el hecho que pueda haber creado mi propia alucinación. Lo interesante es que en estos casos de materialización, otras personas ven las formas de pensamientos creadas.»- declaró posteriormente la antropóloga.

No pudiendo retornar a Europa debido a la Primera Guerra Mundial, se detiene un corto tiempo en Japón y se hace amiga de monje Ekai Kawaguchi quien le contó su estrategia para entrar en Lhasa disfrazada de religioso tibetano. Alexandra guardó esta información, que le serviría para alcanzar la cumbre de su viaje y aprendizaje por Asia.

De allí a Corea y luego a China, antes de acabar refugiados en el lejano monasterio de Khumbum, Nepal, donde estuvieron cuatro años traduciendo los Sutrasde la Prajña-paramita y trabajando en la copia de una colección de obras de Nagarjuna. La apodaron Yshe Tome, la lámpara de sabiduría. Por el camino, cruzaron el desierto de Gobi y llegaron hasta zonas de Mongolia, haciendo un viaje de más de tres mil kilómetros en mitad de la guerra civil que acababa de estallar en China. Tras un larguísimo viaje, lleno de peligros, arriba finalmente a Lhasa, capital del Tíbet, ciudad prohibida a los extranjeros. En 1924 disfrazados respectivamente de mendigo y monje y con una mochila lo más discreta posible, Alexandra y el tibetano Yongden partieron hacia la Ciudad Prohibida. Para no traicionar su condición de extranjera, Alexandra, entonces de 56 años, no se atrevió a llevar una cámara o equipo de reconocimiento; sin embargo, escondió bajo sus harapos una brújula, una pistola y un bolso con el dinero de un posible rescate.

En una carta dirigida a su marido en 1924, Alexandra David-Néel escribía: “Queridísimo amigo, he realizado satisfactoriamente el paseo que inicié cuando te envié mi última carta”.

El «paseo» al que se refería en la carta a Phillipe Neel era una auténtica odisea, que si hubiera sido realizada por un hombre le habría encumbrado a la gloria . Tras meses de penosas caminatas, “comiendo ortigas y durmiendo en el fango helado”, había llegado a Lhasa. 

En la misiva Alexandra escribe : “Por primera vez desde que existe la Tierra, una mujer extranjera contempló la Ciudad Prohibida. »

Alexandra y su hijo adoptivo Yongden

La enigmática Lhasa la decepcionó, no así los paisajes naturales “He recorrido un Tíbet que los exploradores no conocen y he contemplado rincones extraordinarios que superan en esplendor todo lo que había visto hasta entonces”. Alexandra recordaba como durante su peregrinaje “en un silencio donde sólo cantaba el viento, en soledades casi desprovistas incluso de vida vegetal, entre caos de rocas fantásticas, picos vertiginosos y los horizontes de luz cegadora del Himalaya”.

Pudo visitar el Potala y muchos de los monasterios del entorno, hasta que una mañana fue descubierta en el río, cuando bajaba a asearse y tuvo que huir precipitadamente con Yongden. Toda esta increíble experiencia quedará reflejada en su libro «Viaje a Lhasa».

De allí retorna a Europa, se separa definitivamente de su marido, y tras una intensa campaña de conferencias públicas y universitarias, David-Neel acabó adquiriendo una propiedad en Digne-le Bains (MADN, Archivos, Acta notarial, CODN 1580 y n.c.). En 1929, planeó convertirlo en un centro de retiro para la meditación. Le dio un nombre sánscrito, «Dhyāna Vihāra» (Monasterio de la Meditación), cuyo equivalente tibetano es «Samten Dzong» (bsam gtan rdzong, Fortaleza de la Sabiduría ). El lugar es el primer gompa o centro de oración budista tibetano en Europa y será la única casa que tuvo Alexandra a lo largo de su centenaria vida. Este lugar, que financió únicamente con el producto de su trabajo como literata, es tanto un espacio para vivir como para escribir; es ahí donde escribió gran parte de sus obras.
A los 69 (1937) Alexandra vuelve a Tibet, luego de escribir más de 30 libros acerca de religiones orientales, filosofía y sus viajes. Financiada por su ahora ex- esposo, viaja a China y a Tibet, retornando a Francia a los 89 años.

Su ex-marido, Philippe Néel, quien sobre todo había sido su amigo, confidente y siempre la había apoyado, falleció en 1941.

El 7 de octubre de 1955 muere de forma repentina su hijo adoptivo Yongden. Dentro de la gran tristeza y el duelo, ella siguió dedicándose al estudio y realizó pequeños viajes por Europa, y la víspera de cumplir 101 años acudió a renovar su pasaporte «porque nunca se sabe». Alexandra falleció pocos días después, el 8 de septiembre de 1969. Fué el ultimo viaje de esta mujer extraordinaria.

En febrero de 1973, tal y como era su deseo, sus cenizas junto con las de su hijo adoptivo fueron arrojadas en el Ganges.

En octubre de 1982 y mayo de 1986, el Dalai Lama XIV visito su Ermita para rendir homenaje a la incansable viajera que, de algún modo, trajo el Tibet a Occidente.

Reconocimientos :

  • Comandante de la Orden Nacional de la Legión de Honor
  • Gran medalla de oro de las exploraciones y viajes de descubrimiento

Alexandra David-Néel dejó una importante obra tras su muerte. La obra publicada durante la vida de la autor incluye unos 30 libros e innumerables artículos publicados en todo el mundo en prensa y revistas; un gran número de ellos se conservan en los archivos de la casa de la escritora, incluida la única copia conocida de sus Souvenirs d’une Parisienne au Thibet, que apareció en una edición confidencial en Beijing en 1925. Sin embargo, a falta de una bibliografía exhaustiva , aún imposible de establecer, la investigación aún no ha sondeado el alcance total de la producción escrita de Alexandra David-Neel.

Cuaderno de 129 pensamientos, citas y aforismos escritos en tinta china publicado póstumamente en La lámpara de la sabiduría – ©Archivos Maison Alexandra David-Neel, Ciudad de Digne-les-bains

Alexandra posicionó su obra dentro de los parámetros de la aventura y el descubrimiento de un mundo hasta ese momento insospechado. Abierta voluntariamente a lo maravilloso, a los sueños, a la magia y al encantamiento, sus libros tienen una dimensión dramatúrgica y espectacular única. A través del encanto de la escritura, la autora alimentó la ambición positiva de llevar un nuevo aliento espiritual a sus contemporáneos heridos por la guerra: para ella, la misión de la literatura era ayudarles a encontrarse a sí mismos y a levantarse (cf. Thévoz S., 2016). El tema preferido de muchas de sus obras, al menos el que ha retenido de forma más duradera la atención de sus lectores, es el iniciado tántrico, el lama-yogi que, «deportista del espíritu», era, entre otras cosas, capaz de producir » fuego interior» . Atrayendo a un público familiarizado con el Asia oculta de los teósofos, en la línea de algunas obras de divulgación y ficción todavía recientes sobre el tantrismo indio y tibetano, esta figura heroica fue considerada un tanto romántica por orientalistas como Sylvain Lévi, que habrían preferido una versión que respondiera a los estándares académicos. Los tibetanos se convirtieron en guardianes de un conocimiento que los eruditos europeos ignoraban y que los ocultistas occidentales fantaseaban.

Su obra influyó significativamente en los escritores de la » Generación beat» Jack Kerouac y Allen Ginsberg, y en el filósofo Alan Watts.

Además, la escritora dejó un importante patrimonio constituido en primer lugar por su casa en Digne, de cuyas ampliaciones y remodelaciones se encargó ella misma, asumiendo el rol de arquitecta (Gómez N., 2019 y Tugas J., 2018). La casa, con influencias de la arquitectura tibetana, alberga los archivos personales de la autora, sus manuscritos autógrafos, sus efectos de viaje y su colección fotográfica, así como numerosos manuscritos y objetos asiáticos (más de 300 piezas: objetos cotidianos y rituales, estatuas de deidades, thangka, esculturas, grabados, caligrafía, amuletos de protección y «cajas de talismanes»).

Un gran número de piezas principalmente tibetanas fueron legadas póstumamente al Musée de l’Homme (ahora conservado en el Musée du Quai Branly), a petición de la escritora (MADN, Archivos, testamento anexo del 20 de marzo de 1963, n.c.): consisten en unos 200 objetos de interés principalmente etnográfico y 25 instrumentos musicales. Otros fueron legados al Museo Guimet: ocho thangka (incluida una serie de tres lienzos del siglo XVIII que representan a Buda rodeado de escenas narrativas; MA 3316), dos máscaras de danza tibetana Cham (MA 3307-3308) (Bazin N., 2018), y más de 400 manuscritos tibetanos (Cramerotti C., 2018).

La casa, que inicialmente no fue diseñada para acoger al público, fue modificándose progresivamente a lo largo de los años. En 2016, la ciudad de Digne-les-Bains se comprometió a rendirle homenaje y valorizar su patrimonio iniciando una serie de obras destinadas a restaurar el estado original de la casa.

Paralelamente a las obras de restauración de la casa a su estado original, un museo dedicado a su obra y vida permite, antes de emprender una visita a su casa, conocer mejor a Alejandra. Este museo ofrece una inmersión cautivadora en el fascinante mundo de Alexandra David-Neel. Las colecciones trazan su vida aventurera, destacando sus viajes así como su pasión por la espiritualidad y el budismo. Documentos inéditos (fotografías, correspondencia, etc.) y objetos traídos de viajes respaldan la propuesta museográfica, desde la infancia hasta su último gran viaje a Asia.

Alexandra David-Neel amaba el aire libre y le encantaba dar largos paseos meditativos por su casa. Su jardín, que hoy mide menos de 1 m², fue rediseñado para devolverle dos funciones que fueron importantes para ella: la rosaleda y el huerto.
Este jardín participa plenamente en el recorrido que une la casa y el museo. A pesar de numerosas modificaciones, algunos árboles plantados cuando se compró la propiedad (tilo en la entrada, cipreses, castaños) todavía se encuentran allí. Se trata de redescubrir el espíritu del jardín «Samten Dzong» a partir de documentos fotográficos y escritos de Alexandra.

Basándose en la topografía del lugar, la museografía invita a los visitantes a subir al edificio, paso a paso, como lo hizo Alexandra David-Neel, la mujer que llegó hasta el País de las Nieves perpetuas .

La mujer que escribió :

Alexandra David-Néel âgée d’environ 85 ans, dans l’oratoire tibétain de sa maison à Digne.Maison A. David-Neel, Digne-les- Bains, PHDN 198. Crédit photo : Maison Alexandra David-Neel © Ville de Digne-les-Bains

Obra de Alexandra David-Néel:

  • 1898: Pour la vie – réflexions sur tous les faits de société (Éditions « les nuits rouges »)
  • 1909: Le féminisme rationnel (Éditions « les nuits rouges »)
  • 1911: Le Modernisme bouddhiste et le bouddhisme du Bouddha (Alcan)
  • 1921: Le Bouddhisme du Bouddha (Éditions du Rocher)
  • 1927: Voyage d’une Parisienne à Lhassa (Plon)
  • 1929: Mystiques et magiciens du Tibet (Plon)
  • 1930: Initiations lamaïques (Pygmalion)
  • 1930: Arsenia Trueba
  • 1931: La Vie surhumaine de Guésar de Ling : L’Iliade des Tibétains (Éditions du Rocher) – colaboró el lama Yongden
  • 1933: Au pays des brigands-gentilshommes (Plon)
  • 1935: Le Lama aux cinq sagesses (Plon)
  • 1938: Magie d’amour et magie noire. Scènes du Tibet Inconnu (Plon)
  • 1939: Le Bouddhisme : ses doctrines et ses méthodes (Éditions du Rocher)
  • 1940: Sous des nuées d’orage (Plon)
  • 1949: Au cœur des Himalayas : le Népal (Pygmalion)
  • 1951: Astavakra Gita – réédité (date non connue) en un volume unique « Astavakra Gita – Avadhuta Gita, poemas sánscritos vedantinos » (Éditions du Rocher)
  • 1951 : Les Enseignements secrets des bouddhistes tibétains, la vue pénétrante (Pygmalion)
  • 1951 : L’Inde hier, aujourd’hui, demain, reeditado y aumentado en 1969 con el título L’Inde où j’ai vécu(Plon)
  • 1952: Textes tibétains inédits (Pygmalion)
  • 1953: Le Vieux Tibet face à la Chine nouvelle (Plon)
  • 1954: La Puissance du néant, novela del lama Yongden, tradujo y anotó A. D.-N. (Plon)
  • Grammaire de la langue tibétaine parlée
  • 1958: Avadhuta Gita – reeditado (fecha desconocida) en un vol. único « Astavakra Gita – Avadhuta Gita, poemas sánscritos vedantinos » (Éditions du Rocher)
  • 1958: La connaissance transcendante (Pygmalion)
  • 1961: Immortalité et réincarnation (Éditions du Rocher)
  • 1964: Quarante siècles d’expansion chinoise (Plon)
  • 1970: En Chine – l’Amour universel et l’Individualisme intégral (Plon) – edición póstuma
  • 1972: Sortilèges du mystère (Plon) – póstuma
  • 1975: Vivre au Tibet: cuisine, traditions et images (ed. Robert Morel, Apt) – póstuma
  • 1986 : La Lampe de sagesse (Éditions du Rocher)
  • 1998: Pour la vie, et autres textes libertaires inédits, 1895-1907, presentó Joëlle Désiré-Marchand (Éditions Les Nuits Rouges)
  • 1999: Grand Tibet et vaste Chine (Plon), 1139 p., ISBN 2-259-19169-X (rassemble plusieurs de ses livres:  Au pays des brigands gentilshommesVoyage d’une Parisienne à LhassaSous des nuées d’orage (incorrectamente titulado Sous une nuée d’orage sur la couverture), A l’ouest barbare de la vaste ChineLe vieux Tibet face à la Chine nouvelle), et comporte une « Notice biographique : Alexandra David-Néel. Écrivain – Orientaliste – Exploratrice », écrite par Marie-Madeleine Peyronnet et Franck Tréguier) – édition posthume
  • 2000: Correspondance avec son mari, édition intégrale 1904-1941 (Plon), póstumo, reprenant les deux volumes publiés précédemment :
    • 1975: Journal de voyage : Lettres à son mari, 11 août 1904 – 27 décembre 1917. Vol. 1 (Éd. Marie-Madeleine Peyronnet)
    • 1976: Journal de voyage : Lettres à son mari, 14 janvier 1918 – 31 décembre 1940. Vol. 2 (Éd. Marie-Madeleine Peyronnet)
  • 2000: Le féminisme rationnel (articles inédits du journal La Fronde), suivi par Les femmes, ces immigrées de l’intérieur, de Catherine Lafon (Éditions Les Nuits Rouges)
  • 2003: Féministe et libertaire. Écrits de jeunesse (compilation des deux parutions précédentes, 1998 et 2000) (Éditions Les Nuits Rouges)
  • 2020: La India en que viví (La Línea del Horizonte Ediciones)

Enlaces de interés :

https://budismolibre.org/docs/libros_budistas/Alexandra_David_Neel_Iniciciaciones_e_iniciados_del_Tibet.pdf

http://www.alexandra-david-neel.com/alexandra-david-néel/bibliographie/

https://agorha.inha.fr/detail/762


11 Poemas de Gloria Marina Pastás Villacrés

Digamos que el deseo

es un puente frágil, levantado
sobre la hoguera de la noche
que si se quiebra
morimos calcinados
en nuestra propia hoguera
digamos que no bebimos
el vino del amor
sino agua derramada
que el deseo se va
y los versos quedan ardiendo.

*****

Y si…

el sol del mediodía devela que tu sombra es despedida
si el aire se hace montón de olvido en todo tu cuerpo
si los lirios agonizan primero, a pesar de la lluvia
si nadie sabe que te escondes bajo tu nombre
si los arroyos ya son venas vacías

entonces

levántate en el silencio, en la memoria y
reconcíliate contigo para que la tierra te sea leve.

*****

Me pides que te diga unas palabras

está bien, quédate aquí
mirándolas cómo se hunden en el agua
al lado de la tarde, cuando el sol se desangra
al pie de la noche cuando se apaga el silencio

me pides que te escriba versos
mi página en blanco está a la espera
de encender tu cuerpo con mis manos

daré a luz poemas con el claro de tus ojos
sonidos de mi sangre, ríos sin fin ni principio
que te salven de ser sed que muere en otra sed.

Nuevamente

se extendió la noche
la luna estaba oscura
no había estrellas ni luciérnagas

sólo en tus ojos brilló toda la luz.

*****

Mientras voy muriendo, en primavera

aprieto un árbol entre mis manos
sus ramas, sus hojas, su corteza las estrujo
exprimo su savia que corre amarga entre mis dedos
hasta que el crujido de mi espíritu germina en la página
como un árbol nuevo y la muerte ya no es la muerte.

En el altar la negaste

como Judas, lavaste tus labios con agua bendita
ante la aguda mirada de los santos

olvidaste

que lo oscuro del deseo les pertenece

alabado sea el placer

que los habita cuando pecan al sonar las campanas.

*****

Traigo en las manos una constelación de luciérnagas

las esparzo en su centro para alumbrar sus esquinas
telarañas me envuelven, me arrastran
hasta el plano geográfico del universo

salto de nuevo, llego al cielo con la punta del zapato y una piedrita
el samán que todo lo mira se sonroja, me abrazo a las ranas
que croan de la risa donde desemboca la tarde

es la rayuela de la niñez que nos salva
del olor a miedo que dejan los adultos.

Este cuerpo

de arrugas y desarrugas
de contracciones y dilataciones
resiste afanes, esperas, temblores
tiene ritmo, es frágil y esquivo

se levanta, se aleja, se abre, se agrieta, se rompe
llora, gime, agoniza, ríe y suspira

pero no sabe, cuando deja de ser salto y se vuelve caída

no sé vejez, pero te absuelvo

no serás tú quien devore mi cuerpo, seré yo quien te cuente
la falsa esperanza de una mendiga que muere de vieja
con el alma de rodillas sin desear nada.

*****

En la pesadez de la tarde de domingo

detrás del cristal empañado
algunas hojas de las palmas agonizan
otras tiemblan, otras nacen
todas las hojas son la misma hoja
anciana y verde

llueve, como una letanía sobre la hierba

nada ocurre

salvo las horas irrepetibles y gastadas
en un péndulo demente

esperando un mañana que será siempre mañana.

Como un felino

saca los pies de la tierra
camina al borde del abismo
observa morir la noche

oye cómo se quiebra
la punta desnuda del iceberg
cómo respira el mar en tu boca

y si escuchas rugir
las flautas de tus huesos, calla
el silencio animal será tu único lenguaje.

*****

No es de la verdad

de lo que hablo, es
de lo que no cambia
lo que cubre
el rostro humano
hablo del sudario
de la mentira
que a diario se lava
para ascender cayendo
en un mundo que supura.

Gloria Marina Pastás Villacrés. (Ipiales, Colombia, 30 de julio de 1958). Poeta. Maestra jubilada. Licenciada en español y Literatura de la Universidad de San Buenaventura, Cali; es magister en Lingüística y español, Universidad del Valle (1987), y en Promoción de la Lectura, Universidad de Castilla La Mancha, España.

Ha participado en varios recitales poéticos en Cali. Su primera obra, Al sur del silencio, obtuvo Mención de Honor, en el XXX, Concurso de Ediciones Embalaje (en el marco del XXXVIII Encuentro de mujeres poetas colombianas, Museo Rayo, Roldanillo), fue publicada por El taller Blanco Ediciones, en agosto de 2023.

Invitada al Festival de poesía Cali, 2023, Invitada a la Feria del libro, Cali, 2023. Revistas nacionales e internacionales han publicado sus poemas.


Nota : Todo el contenido poético así como la bio y fotografías compartidas ha sido seleccionado y cedido por la autora para su publicación en esta página.  Poiesis https://poetryalquimia.org/

¡Gracias a Gloria Marina Pastás por su generosidad, atención y confianza!


Enlaces de interés :

https://www.facebook.com/profile.php?id=100093342183217

Marguerite Porette Visual

Claudia D’Amico, filósofa, nos presenta a Marguerite Porete, mística francesa condenada a la hoguera por la Inquisición, tras negarse a renunciar a sus ideas. Coproducido por UNITV y el Instituto de Ciencias de la UNGS y conducido por Jazmín Ferreiro, filósofa e investigadora docente de la UNGS, Palabras en Llamas es una acción cultural que se reconoce orgullosamente como una pequeña parte de las miles que componen las distintas reivindicaciones de los distintos feminismos.


La profesora Biviana Unger hablará de Margarita Porete



Enlaces de interés :

https://poetryalquimia.org/2024/07/25/marguerite-porette/

3 Poemas de Kofi Anyidoho

My Song

Here
on
this
Public
Square
I
Stand

I sell My Song for those with ears to buy
It is to a tree that a bull is tied
You do not bypass the palm’s branches
to tap its wine

The things I have to say

I say them now
I shall stand aside
from those who care
to clear their throat and
dress their shame in lies

When you meet a poorly-dressed neighbour
at a great durbar
you do not spit on the ground
and roll your eyes to the skies

The umbrella I bought
You stole from my rooms at dawn
Now I walk in the early morning rain

You point at me to our young maidens
And they join you in laughter

Think
My People
Think
Think well before you laugh at those who walk in the rain.

The gifts that bestows at birth
Some had some splendid things
What was mine?
I sing. They laugh.
Still I sell My Song
for those with ears to buy

My cloth is torn, I know
But I shall learn to wear it well

My voice is hoarse, I know
But I shall learn to wear it well.

The Last Dinner 

I am the helpless fish
Frying in your bowl of cooking oil
You lean against the kitchen wall

Smiling with the thoughts of coming feasts
But nature in time will call
You’ll render account squatting on your heels
Your hunger returns with new demands
And I will not be there to
Feed the needs of
Recurrent appetite

Doctrine & Ethics

(for Mallam Femi, Philosophy Teacher)

First   they tried to kill God.

But in order that God might Die

God had to be made a HeMan.

And they gave God a Beard

and a breath of smoking Thunder

and God´s face was filled

with glowing Anger.

Their children grew scared

and    retarded from their God.

Then they changed their Mind   

Gave God new attributes of Death:

They painted God White  

Crippled God with a crooked walking stick.

And their children grew listless  

Started throwing stones at their God.

Again they changed their Mind   

Bundled God into a prison house of Words.

And they locked the world out against God.

They accused God of giving birth to Evil.

They charged God with multiple counts

of child neglect. They denied God a hearing

& appointed lifetime interpreters of things God

probably never said   and never did   nor never will.

And their children grew jealous of attention

And began to quarrel with their fathers´ God.

And they changed their Mind

And wrote God up into a Book.

And their God became The Word

And the Word became Their God.

But the World changed  

took The Word along.

And as experience gave birth to new meanings

The Word began to yield multiple images of God.

And a quarrel arose about How their God should Be

Some took God  

filled God with Jealousy.

And their God became Vengeance.

And Vengeance was their God.

And their God became a fearsome WarLord

embarked upon missions of Terror and Horror.

And their children grew scared

And retarded from their God.

Some took God   

filled God with endless

Mercy.

And their God became a clearing house of all

Pardon.

And their children grew reckless

And kicked God in the Face.

And some took God  

made God so Human

God was said to have taken Yusef´s wife.

And when God´s Child was said to be born

They saddled God´s Child with an Ass

and abandoned God´s Child among the Sheep.

But their Women took pity on God´s Child.

And gave God´s Child all their Love.

And vowed as well their Life.

They Tied Down the Women with a Snake.

And when God´s Child rebelled

against their nervous conditions

They pinned him down with Words

And they nailed him to a Cross.

Ad all this Time

God was as patient as Eternity.

(Ragdale House: 31 July 1991)

Doctrina y Ética

(Para Mallam Femi, Profesor de Filosofía)

Primero    trataron de matar a Dios.

Pero para que Dios pudiera Morir

Dios tenía que ser hecho un Él-Hombre.

Y le dieron a Dios una Barba

y un respiro de humeante Trueno

y el rostro de Dios se llenó

con resplandeciente Cólera.

Sus hijos se asustaron

y    se alejaron de su Dios.

Luego cambiaron su Pensar    

Dieron a Dios nuevos atributos de Muerte:

Ellos pintaron a Dios Blanco   

Lisiaron a Dios con un torcido bastón.

Y sus hijos crecieron apáticos    

Comenzaron a lanzar piedras contra su Dios.

Una vez más cambiaron su Pensar    

Encerraron a Dios en una casa de Palabras.

Y dejaron a Dios fuera del Mundo.

Ellos acusaron a Dios de dar a luz al Mal.

Ellos acusaron a Dios con múltiples cargos

de abandono de menores. Ellos negaron a Dios una audiencia

& asignaron intérpretes vitalicios para cosas que Dios

probablemente nunca dijo    y nunca dijo    ni nunca dirá.

Y sus hijos se volvieron ávidos de atención

Y comenzaron a pelear con el Dios de sus padres.

Y cambiaron su Pensar

Y volvieron a Dios un Libro.

Y su Dios se convirtió en La Palabra

Y la Palabra se convirtió en su Dios.

Pero el Mundo cambió   

se llevó a La Palabra consigo.

Y así como la experiencia dio lugar a nuevos significados

La Palabra comenzó a engendrar múltiples imágenes de Dios.

Y surgió una discusión sobre Cómo su Dios debía Ser

Algunos tomaron a Dios   

llenaron a Dios con Envidia.

Y su Dios se convirtió en Venganza.

Y la Venganza fue su Dios.

Y su Dios se convirtió en un temible Amo de la Guerra

embarcado en misiones de Terror y Horror.

Y sus hijos crecieron con miedo

Y se alejaron de su Dios.

Algunos tomaron a Dios   

llenaron a Dios de infinita

Misericordia.

Y su Dios se convirtió en una casa de cambio para todo tipo de

Perdón.

Y sus hijos se volvieron imprudentes

Y patearon a Dios en la Cara.

Y algunos tomaron a Dios  

hicieron a Dios tan Humano

Que se decía que Dios había tomado a la esposa de Yusef.

Y cuando se dijo que el Hijo de Dios había nacido

Ellos ensillaron al Hijo de Dios en un asno

y abandonaron al Hijo de Dios entre las Ovejas.

Pero sus mujeres se compadecían del Hijo de Dios.

Y dieron al Hijo de Dios todo su Amor.

Y juraron también con su Vida.

Ellos Ataron a las Mujeres con una Serpiente.

Y cuando el Hijo de Dios se rebeló

en contra de sus condiciones nerviosas

Ellos lo sujetaron con Palabras

Y lo clavaron a una Cruz.

Y todo este Tiempo

Dios fue tan paciente como la Eternidad.

(Ragdale House: 31 de julio de 1991)

Kofi Anyidoho (Wheta, Ghana, 25 de julio de 1947). Poeta, profesor de literatura en la Universidad de Ghana y activista cultural.

Recibió su doctorado. en la Universidad de Texas, Austin.

Kofi Anyidoho ha escrito e interpretado una cantidad impresionante de poemas. Anyidoho ha producido y perfeccionado un modo de interpretación que está devolviendo la poesía africana escrita a sus raíces dramáticas orales. Además, ha publicado extensamente sobre temas relacionados con el debate crítico reciente sobre la literatura africana.

Anyidoho ha publicado varias colecciones de poesía, entre ellas Elegy for the Revolution(Greenfield Review Press, 1978), A Harvest of Our Dreams (Heinemann 1984), Earthchild (Woeli, 1985) y Ancestrallogic & Caribbeanblues (1993), Africa World Press, Praise song for the land: poems of hope & love & care (2002) and The place we call home and other poems (2011).

También ha publicado varios capítulos de libros y ensayos académicos en varias revistas, y ha editado obras sobre literatura africana, entre ellas The Word Behind Bars & The Paradox of Exile (Northwestern University Press, 1997) y un número especial de la revista Matatu.

El Dr. Anyidoho ha ocupado el cargo de presidente de la Asociación de Literatura Africana. Su participación en el Programa Internacional de Escritura cuenta con el apoyo del Programa de Estudios Africanos y el IWP.

Entre otros premios, su poesía ha ganado el premio Langston Hughes, el premio David Nicholson y el premio de poesía “Arts and Africa” de la BBC.

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Marguerite Porette

 Marguerite Porette (Condado de Henao, Francia, 1250 –  1 de junio de 1310, Place de l’Hôtel de Ville, París, Francia). Escritora, mística, libre pensadora, y copista del movimiento de las beguinas. Murió quemada en la hoguera acusada de herejía por haber escrito y difundido mensajes «heréticos». Actualmente es considerada como la autora de uno de los libros místicos más importantes de la Edad Media.

Como ocurre en general con las beguinas, no se conocen muchos datos concretos sobre Marguerite lo que si quedó registradisimo en actas es que fue quemada viva por la Inquisición, en la plaza de Grève, actual plaza del ayuntamiento de París, el 1 de junio de 1310. Se la condena porque había escrito un libro.

Por las actas, pues, sabemos su nombre, porque en el documento primero de la consulta que se hace a determinados canonistas para condenar su libro, se dice “Cierta beguina llamada Marguerite Porette”. Las crónicas de la época, además, hablan de ella como “una beguina clériga llamada Marguerite Porée. Se la conocía, como“la clériga” por su alta formación teológica típica de los clérigos.

Hay que esperar seis siglos para saber cual fue el libro que la condujo a la hoguera. Fué Romana Guiarnieri, medievalista italiana, quien descubre en 1946, que se trata de Le Miroir des âmes simples et anéanties (El Espejo de las almas simples), y que su autora es, en efecto, Margarita Porette. Romana Guarnieri consideraba que se trataba de una beguina itinerante basándose en uno de los pocos fragmentos de su obra que nos aporta algunos datos y que la describe como “criatura mendicante” (cap. 95 y 96) ya que a finales del siglo XIII muchas beguinas decidían abandonar la vida sedentaria y emprender un viaje solitario. Si consideramos que se trata de una beguina, podemos concluir que no fue apoyada por su propia comunidad ya que en el capítulo 122 expresa la desaprobación que encuentra en el seno de esta colectividad, que se suma a la de curas, clérigos, predicadores, agustinos, carmelitas y hermanos menores.

El proceso contra ella comienza en 1306, cuando Gui de Colmieu, obispo de Cambrai, condena el libro y lo hace quemar en Valenciennes, además, de prohibirle a Marguerite seguir difundiéndolo. Las actas de la Inquisición la acusan de relapsa (de reincidente), por seguir propagándolo entre la gente después de la primera condena, y de enviarlo incluso a un obispo, el obispo de Châlons sur Marne. Y es que después de la condena, Marguerite busca apoyos en el poder eclesiástico. Encuentra tres principalmente, de tres clérigos: el de Juan (Juan “de Querayn” según la versión inglesa del Espejo), el de un cisterciense llamado Franco de la abadía de Villers en Brabante, y el de Godofredo de Fontaines, de Flandes, ex regente de la Universidad de París. Este apoyo era realmente completo, porque tenía a un representante de la tradición monástica, otro de los movimientos más modernos, más nuevos, y otro representante del clero secular, de la universidad. Aun así, solo el cisterciense apoyaba incondicionalmente el Espejo, los otros dos mostraban admiración, pero sostenían que el libro no podía mostrarse a muchas personas, porque era una fuente de ilusiones peligrosas para quien no estuviera preparado para leerlo.

Otro de sus apoyos fue el clérigo Guiard de Cressonessart, que fue arrastrado por la Inquisición en la condena a Marguerite. Por su apoyo al libro, fue detenido en París a finales de 1308, igual que ella, y condenado por la misma reunión de teólogos que condenaron a Marguerite. Estuvo encarcelado año y medio negándose a testificar, igual que Marguerite. Pero el 3 de abril de 1308, en el juicio donde se condena a ambos como herejes, Guiard se arrepiente, abjura, y se libra así de la hoguera, aunque es condenado a pasar el resto de su vida encarcelado.

Marguerite también es encarcelada junto con Guiard en 1308. Y permanece así año y medio, el tiempo que daba la Inquisición para la reflexión.

Marguerite se negó en todo momento a prestar juramento y a arrepentirse, en coherencia con su pensamiento y creencias, como ella misma expresa en el capítulo 100 de su libro (p.140):

O en el capítulo 85 en donde podemos observar cómo se justifica su obstinado silencio ante aquellos que no considera “de su linaje”:

Tras un año y medio de cárcel fue condenada a la hoguera y ejecutada en la place du Grève de Paris el 1 de junio de 1310. Por primera vez se asistía en París a una condena al fuego de una mujer por herejía, con el consentimiento del rey Philippe Le Bel. Este acontecimiento causó gran impresión a los cronistas de entonces. 

En el capítulo 22 de su obra, precisamente emplea la imagen del fuego como metáfora de la unión mística: 

Para el académico Soletti resulta sorprendente que, en un contexto histórico-político de grandes tensiones, las máximas autoridades prestasen atención al dossier de una pseudomulier, a menos que esta fuese un peón útil a esos juegos de poder e intereses políticos entre el papado, la inquisición y la monarquía francesa. Se entremezclaron así el proceso de Marguerite con el de los templarios y con el concilio de Vienne, en el que se ratificó la condena del Temple y la supresión oficial de la Orden, se reprobó la herejía del Libre Espíritu en el decreto Ad nostrum, el movimiento de los begardos y el de las beguinas en el decreto Cum de quibusdam mulieribus y la teología femenina que había proliferado mediante textos religiosos en lengua vernácula desde el S.XII (Saranyana 2007: 267; Soletti 2008: 94; Garí 1995: 51; Garí 2015: 12-13). 

Marguerite Porette nos narra en su libro cómo empezó su proceso de escritura: dice que miró fuera, buscó a Dios y no lo encontró. Por eso, volvió dentro, al pensar, al entendimiento profundo, y sólo desde ahí pudo encontrar a Dios. Por eso escribió. Sabe que sigue presa, que sigue queriendo decir lo que no se puede decir, pero encuentra en la palabra el punto de partida. Su camino a la unión mística pasa por el proceso de escribir, es lo que expresa, a saber, que no tiene otra manera de encontrar a Dios. De ahí la necesidad absoluta de escribir. Y también de ahí la necesidad de difundir el libro, de enseñarlo, porque es un texto mistagógico, esto es, porque es la enseñanza del camino a Dios, y siente la necesidad de que se conozca lo que descubre en su texto.

El espejo de las almas simples– Este tratado de 139 capítulos escrito en clave alegórica pretende mostrar de forma didáctica el viaje místico que, en siete etapas o grados realiza el alma hasta lograr su fusión con Dios, hasta alcanzar el “País de la libertad”, como ella misma denomina.

Está dividido en dos partes: la primera va del capítulo 1 al 122, y la segunda, del 123 al 139. La primera parte está escrita en forma de diálogo entre personajes que son personificaciones alegóricas con caracteres filosóficos y teológicos. Se usa aquí la literatura propia del amor cortés, de la lengua cortesana. Es un texto en forma de un juego escénico entre estos personajes. Los principales son Dama Amor y Alma, rodeadas de los demás que son Cortesía y Entendimiento de Amor, enfrentados a los personajes de Razón y Virtudes.

Dama Amor es la transposición espiritual del Sublime Amor de los trovadores, del amor altamente idealizado de la literatura cortesana. Ese amor tiene la fidelidad intrépida del amante, que supera todas las pruebas impuestas por su dama, que no se rinde jamás. Dama Amor es Dios, y es ese mismo Sublime Amor: tiene su misma fuerza, su mismo ímpetu y alegría por conseguir el amor del amante.

Esto en la primera parte. Sin embargo, en la segunda parte, ya no hay diálogo, sino que es un monólogo. Aquí Marguerite habla en primera persona. Se dice que la primera parte es un tratado místico filosófico, mientras que la segunda, por estar escrita en primera persona, es la parte autobiográfica del libro. Aunque es mucho más interesante lo que sostiene Garí, que hace la interpretación contraria: entiende las partes del Espejo justamente al revés. Así, la primera parte es el relato sobre el proceso interior de la autora, donde los personajes mantienen conversaciones . Y la segunda, sin embargo, la parte más mistagógica, la que contiene realmente las conclusiones, las enseñanzas que Margarita expone tras su camino en la búsqueda de Dios.

Sea como sea, El espejo de las almas simples muestra el camino hacia la perfección y la libertad del alma a través de siete estados de gracia, estados que no se tratan completamente en el texto.

Este camino que quiere enseñar Marguerite no es realmente un camino, es más un recorrido, y no va en línea recta. Es como una escalera, pero de caracol. Tiene carácter tanto ascendente como descendente. Por eso, Marguerite habla de tres muertes y dos caídas: la muerte al pecado, la muerte a la naturaleza y la muerte al espíritu, por un lado, y la caída de las virtudes en Amor, y la caída de Amor en Nada, por otro. Con esta última caída culmina el gobierno de Razón, y es entonces cuando por un “relámpago”, por un momento concreto y de poca duración, se cae de la Nada a la claridad divina. Es un relámpago porque no es algo constante, si no inmediato, momentáneo. Es:

Después de asesinada Marguerite ¿qué pasó con El Espejo de las almas simples?.

A través de los procesos inquisitoriales podemos saber cómo fue avanzando la circulación de El Espejo de las almas simples. Se sabe que es el texto más traducido de los textos místicos en lengua materna, y nos han llegado versiones en francés antiguo, italiano antiguo, inglés medio y latín. En alemán, si hay alguna traducción, no se ha encontrado.

La versión inglesa data del siglo XIV, cuando el obispo de Londres, Miguel Northbrook, cofundador de la cartuja de Londres, años después de la condena a Margarita, hace la traducción al inglés añadiendo glosas ortodoxas, intentando escapar así de las posibles consecuencias de tener el libro y de traducirlo, intentando huir de las sospechas de herejía.

Más tarde, en el siglo XV, Richard Metheley, también cartujo, aunque recomienda no poner el libro en manos de cualquiera, lo traduce al latín. Se dice que uno de los motivos para traducirlo al latín es (igual que con Miguel Northbrook al incluirle glosas ortodoxas) intentar alejar el libro de sospechas.

No se conocen persecuciones por estas dos versiones. Sin embargo, en Italia, El Espejo vuelve a causar revuelo. Es por el norte del país por donde empieza a circular (no se sabe si en latín o ya en italiano). En la primera mitad del siglo XV, San Bernardino de Siena lo critica duramente e incluso predica sermones hablando sobre el texto de 1417 a 1437. Sobre los mismos años, en 1433, en Padua, los benedictinos prohíben el Espejo en sus congregaciones. Sin embargo, los Jesuatos de Venecia lo hacen su libro de cabecera y por ello se les acusa de simpatizar con la herejía del Libre Espíritu. Pero tienen otra suerte, y son declarados inocentes por dos investigadores que manda en 1437 el papa Eugenio IV. Aun así, en Padua la inquisición sigue intentando condenar el texto. Así, el papa, ya depuesto, es acusado de ser favorable al libro por un tal Maestro Santiago, que recuerda que ese libro ya fue condenado y pide que se quemen las copias guardadas en el Concilio de Basilea de 1439.

Después de esto se pierde el rastro del Espejo. Hay que esperar al siglo XVI, donde se vuelve a encontrar el libro en la biblioteca benedictina de Montecassino, pero titulado de forma diferente: Speculum animarum simplicium alias Anima adnihilata, que se encuentra, actualmente, en el Vaticano.

Por su parte, en Francia, se sabe que Jean Gerson, canciller de la universidad de París de 1395 a 1425, tuvo el libro en sus manos, y advierte al lector sobre él. Esa versión que encuentra se atribuye entonces a “María de Valenciennes”. Es el de Marguerite, porque consta la ciudad en la que nació y donde fue quemado su libro. Que pusiera “María” en vez de “Margarita” se atribuye a un error de la persona que lo copiara.

Un siglo más tarde, Margarita de Navarra, hermana de Francisco I, da con el libro y se hace fiel defensora de él. Tenía amistad con el convento de Madeleine, en Orléans, donde se encuentra la versión original de El Espejo de las almas simples en francés antiguo, aunque actualmente está en Chantilly. Es en ese convento donde pudo haberlo leído.

Este fue todo el recorrido que tuvo el texto de Margarita por Europa, a la que se intentó acallar y, sin embargo, gracias a los intentos por silenciarla, hizo que el libro recorriera todo el continente.

Actualmente Marguerite Porette es considerada una de los autores más importantes de la Edad Media pero también de los menos reconocidos y de los más incomprendidos. Numerosos intelectuales se esfuerzan por devolverle el lugar que le corresponde en la historia de la cultura medieval. Su libro es considerado una de las obras maestras de la literatura francesa de la Edad Media.

La voz de Marguerite Porette, una de las más grandes místicas medievales, fue acallada por teólogos y clérigos que trataban de construir un mundo y una iglesia en los que las mujeres ocupasen un papel sumiso y de servicio. Su avanzado sentimiento y pensamiento, fue revolucionario en su época. Dando prioridad a la conexión natural con lo Divino, y quitando importancia a la intervención de terceros y religiones. Le valió el pasaporte para la hoguera. Un alma Divina, elevada con un alto grado de pureza, a la que ninguna represión, pudo detener.

La audacia de mujeres como ella fue interpretada como subversiva y por ello muchas sufrieron persecución. Su pensamiento se aventura hacia horizontes prohibidos a las mujeres y osa alzar su voz no institucional en un amplio debate filosófico. Asimismo cuestiona el privilegiado acceso del clero a las cuestiones divinas y desafía la visión androcéntrica de la Deidad y de la humanidad.

Enlaces de interes :

Fuentes de la bio :

https://www.carm.es/edu/pub/20_2016/2U_contenido.html

https://idus.us.es/bitstream/handle/11441/143580/TFG%20Cristina%20Florido%20Tallafigo.pdf?sequence=1

10 Poemas y un cuento de Liman Boicha

Mitología

«Los años son un pozo de memorias»
Mario Benedetti.

Mi padre me dijo:
«Yo nací el año
de los dientes verdes
de los dromedarios».

Ahora yo me pregunto:
¿Qué hemos hecho de nuestros años,
tan lejanos y estrechos?.

¿Cayeron malbaratados
entre el olvido de la tradición
y la sed de las dunas?

¿Se esfumaron en el aire
como haces de leña?

Buscad en la poesía,
huesos de la memoria,
como nuestros antepasados.

Nuestros años son versos,
como una lluvia de estrellas
como la hermosa yerba
o el parto de las abejas.

Estos son nuestros años
abandonados
esqueletos trágicos,
como grandes tormentas
como una lluvia roja
o un vendaval de langostas.

Y no son estos otros
incipientes y artificiales
que ahora colgamos
del almanaque
de nuestros sueños.

De : Los versos de la madera, 2004.

Yo bebí los versos de la madera

En mi infancia yo bebí
los versos de la madera.

Un almurabit me enseñó
a fundirlos en el alma.

En su mano colocó
una lisa madera
castaña de rostro bello.

Con tinta de carbón
empapaba su fina pluma.

Escribía versos
en la memoria de la madera.

Después de las lecciones
vertía agua en la poesía.

Un caudal de versos descendía.
“Tómatelo todo – dijo –
para que fecunde tu mente”.

En mi infancia yo bebí
los versos de la madera.

Un almurabit me enseñó
a fundirlos en el alma.

De : Los versos de la madera, 2004.

La última guantanamera


I

Esta noche serás la última guantanamera,
Esta noche te dedicaré un poema,
Esta noche bautizaré una estrella: Irina,
Esta noche serás, por última vez, mía.

Noche del puerto
De luna llena,
De silencio apacible,
De espejismo de sirenas
Que danzan en el espejo ondulado.

Frente a las aguas
De cualquier puerto
Y sin ti
¿podré pasar las noches?

Noches de luna llena,
De apacible silencio,
De soledad o compromiso.


II

Y yo me iré…
cual el huérfano
que, a veces, piensa en el retorno.

¿Y qué será de tu ciudad sin puerto?
¿Y qué será del puerto sin tu ciudad?

¿Qué será de tu barco sin viajero?
¿Qué será de tu barco sin nombre?
¿Qué será del barco sin tu nombre?


III

A su tierra retorna
el jinete del Sahra.

Una beduina canta;
con voz pausada canta
sus amores y desamores.

La bella Triste triste,
aún sin conocerla,
es ya mi prometida.

El año es una inédita página
para escudriñar los nombres
poéticos de una mitología.

De la nómada sombra
veo surgir
los besos del alma.

Hay una orilla
cargada de emoción
en el Corazón de cada día.

Ramos de tempestad 

El niño ofrece

con sus ojos,

con el triste brillo

de su rostro, 

lo único que tiene.

El niño no tiene nada, 

y en medio de la nada

hay un árbol de duna,

el Dios del viento estornuda

y el niño ofrece

a su amigo

de otra cultura

un ramo de tempestad,

lo único que tiene 

en esta dura vida.

La hoja verde

Hay un silencio

que quiebra la palabra.

Y la palabra quiebra

el silencio transparente

en la inmensidad del Sáhara.

En las mañanas despiertas

entre las estrofas de un poema

se filtra

el amargo vaso de la vida.

Desde el fondo de una tetera

suavemente galopa,

respira el sonido

al ritmo de un tabal de agua.

Cuando las hojas se abren

lo artificial se rompe

y se ahogan los vasos

en el jugoso manantial

engendrando dulce amor.

Cuando brota la espuma

el alma dialoga.

Los vasos con su dialecto

aportan el sensual suspiro

entre dos distintas manos

para derretirse en mensaje explosivo.

La muerte de un vaso

es un instinto de la vida.

La luz verde se entrega

al ritmo del misterio encantador,

al dulce sueño de las noches dormidas,

a las deseadas citas

en la callada esquina.

La hoja

es por fin libre y ardiente

cuando rompe la sed

en tus labios de esmeralda.

Paola De Lisboa

En el polvo de tu mirada, 
en el espejo de la soledad,
descubro la inspiración
de tus doradas dunas.

En el polvo de tu mirada
el fado emociona, incluso
lejos de la portuaria taberna.

(Mi hermano repasa los códigos
de la estructura de tu cuerpo
mientras frotas una talha
para captar la esencia
de mis ancestrale espíritus).

En el polvo de tu mirada
exploro la ruta hacia
Porto Saudade,
donde existe mucho más,
que el olor de los claveles…

Galb


A mis amigos Isabel y Gonzalo


Me pregunta un viajero
qué significa galb.
Digo yo, por ejemplo,
que Miyek es un lunar
en el vientre de la tierra.

Que Ziza, por ejemplo,
es pecho en lengua bereber,
y que el ala de una duna
puede tocar el mar del cielo.

Digo yo, por ejemplo,
que en los altos picos
de prismáticos amaneceres
-frotando su piel-
hay mucha vida dormida.

Que en la piedra pasajera
hay platillos estacionados,
islas que emergen
desde el océano de la nada.

Un galb puede sr, por ejemplo,
el nombre de una muchacha
esculpida
entre las pestañas de una cueva.

Como Tiris es el ombligo del
Sahra,
Galb es un corazón,
corazón de piedra

La quinta estación

Mi ciudad está sin localizar

en la geografía del desamparo,

aúlla bajo los escombros

de castigados valles,

sus ecos estallan

contra las murallas del silencio

contra la impunidad de los televisores.

Mi ciudad tiene castillos de adobe

y vestigios de palacios

y vasijas de Cluster Bombs

y semáforos de proyectiles

y carpas con las manos alzadas

rogando justicia al más allá.

Mi ciudad, mi casta ciudad,

en su sueño fue violada,

sus aves emigraron

confundidas de estación.

En su constante penar

algunas palomas se quedaron

durmiendo la eterna siesta.

En el calendario llovió

abundancia del hambre,

el frío, desesperanza, calor.

Mi ciudad se carcome

impregnada de miedo,

huérfana de legitimidad.

En sus estériles avenidas

deambulan militares y rebaño

de mercaderes, usureros y ojeadores

aparatos de escucha y sospecha.

Mi ciudad cuenta en su pellejo

más de veinte cicatrices,

cuenta nostalgias guardadas

en las gavetas de la memoria

esperando el divino soplo

que las desempolve.

Mi ciudad será localizada,

cuando reine

su implacable fragancia

y los cartógrafos

se acuerdan de la otra

propiedad del zumo de limón.

Dos manos

Sobre las finas dunas

se dibujan dos manos.

Cuánta leyenda se arruga

en la línea de la vida.

Cuántas espinas duermen

como el niño en la cuna.

Cuántas manos aplauden

con la ausencia de otras páginas gitanas.

Cuántas manos se estampan para

despistar a los cardenales de la profecía.

Cuántos senos se acarician antes de

escuchar el primer grito de la misericordia.

Cuántos corazones esperan la vuelta para

beber en los pezones de la auténtica frontera.

Cuántos dedos separan

la verdad de la mentira.

Tuiza

Qué alegría
en el campamento, tuiza,
zerga,
mazrug,
cuando se juntan las mujeres!

Con un resplandor en sus rostros ellas se unen
en un fraternal abrazo,
y se acercan a la mujer más urgida, y la colman de bondad,
y las labores de la jaima
son un festejo
hasta acabado el día.

Tuiza,

zerga,
mazrug,
el humo del lubjur,
la tetera sobre la hoguera. (…)

Tuiza – «un día de trabajo colectivo, una expresión de solidaridad entre mujeres. Ellas se unen y ayudan a la más necesitada a coser su nueva jaima si acaba de formar familia, o a repararla y levantarla si el viento la ha descuartizado. A la enferma, le aligeran las labores diarias, y a la anciana la colman de cuidados. Tuiza es fraternidad. El ambiente laboral es festivo, siempre pletórico de energías, conversaciones y bromas». ( Ritos de Jaima,Liman Boicha)

EL MAR

…el niño pidió a su padre:
– ¡ Ayudame a mirar ¡
Eduardo Galeano. El libro de los abrazos



– Papá —preguntó Budda—
¿ Por qué el agua sólo llega hasta aquí ?
– El agua la retiene Dios, para que el mundo no se inunde- respondió el padre.
– Y ¿ Por qué hace tanto ruido ? —volvió a preguntar el niño.
– Porque está bravo —fue la escueta respuesta del padre.

Budda, quedó un rato pensativo, con la duda en la punta de la lengua, hasta que otra interrogante se deslizó por sus labios, como sin querer:

– ¿ Qué le han hecho para que esté furioso ?

Su padre sonrió por tantas preguntas, como un racimo que no acaba, y levantó a Budda por los sobacos, lo lanzó al aire, y en fracción de un segundo, volvió a agarrarlo con un abrazo. La interrogante del niño quedó en el aire, y se esparció, abandonada en su intrínseca desolación.

Fue por culpa de otra desolación, más grave y profunda, que el padre de Budda, decidió llevar su hijo, que a penas tenía seis años, a la ciudad, para ver por primera vez el mar. En la casa donde se hospedaron, el hijo de la familia, un año o dos mayor que Budda, le explicó que el mar era agua. Mucha agua. Agua azul y blanca. Esa agua , que decía el niño, no era igual a la que había en el depósito, que está en el patio de la casa, ni era la misma, que él ha visto en los pozos del desierto. ¿ Cómo puede ser azul y blanca ? —se preguntó Budda—. El otro niño buscó su pequeña pizarra escolar, y con una tiza le dibujó unas lineas mezcladas en forma de ondas.

– Estas son olas, le dijo- El mar es olas, muchas olas. Olas grandes. Altas. Más altas que tu padre y que el mio. Más altas que todos los hombres. Budda seguía sin entender. Como referencia sólo tenía la Badía, el lugar de pasto y nomadeo. Allí cuando cae la lluvia y se forman los charcos, a veces su padre y los otros hombres recogen agua para el frig (campamento). Con la ilustración del dibujo, el otro niño sólo logró despertar, todavía más, la curiosidad en Budda, y dejó de hablarle del tema, y se alegró mucho aquella tarde cuando lo vio, por fin, junto a su padre, partir hacia el mar.

Era una tarde soleada. Transparente y hermosa. Y un aire fresco y puro lo envolvía todo. La brisa del océano, la mezcla de intensos y suaves aromas, el olor del pescado, ese amasijo embriagó a Budda y le proporcionó una sensación de inefable felicidad.

Y vio el mar. Enorme. Infinito. Majestuosamente azul. Vio las olas. Las blancas espumas. Las barcas de los pescadores. Vio hombres sentados sobre neumáticos, que flotaban sobre el agua. Otros remando, peleándose palos en mano contra la furia de las olas. Vio pescadores retirar de una barca cientos de peces. Peces que tiraban sobre la arena, mientras son despojados de la vida, danzaban en medio de su última agonía. Budda soltó la mano de su padre, corrió hasta cansarse. Se detuvo y miró las olas que llegaban y volvían irritadas. Observó a Dios intentando detenerlas. El Dios de su mente, era una de aquellos pescadores, que iban recogiendo su cosecha, «su pasto», desamparado en la orilla. Lo imaginó con las manos extendidas, haciendo un esfuerzo inmortal, para no dejar que las olas pasaran más allá de la orilla. Vio una mujer, que sacaba azúcar de un pañuelo y lo esparcía sobre el mar. Budda se acodó en la arena para observarla. Se parecía tanto a su madre en la serenidad de los gestos, en la manera de inclinarse… Vio la misma sonrisa. El brillo de sus ojos. La misma voz. Y cada vez que él lloraba, ella sacaba el pañuelo que guardaba en el baúl grande de la jaima, y le colocaba un poco de azúcar en la mano, para tranquilizarlo, y una caricia que le proporcionaba enormes seguridades.Budda despertó, engañado por la nostalgia, en el mar de otra lejana tierra.

Liman Boisha Buha (Sáhara Occidental, 1973) Poeta, saharaui, miembro de la llamada Generación de la Amistad saharaui que crearon el 9 de julio del 2005 en Madrid. Licenciado en Filología Hispánica.

Nació en medio de una Guerra y como refugiado. Desde pequeño fue un lector voraz y muy pronto comenzó a escribir.

Cuando tenia 11 años Cuba ofreció becas a niños saharauis y Liman, junto con otros 500 niños saharauis, fueron a Cuba a estudiar. Las escuelas del campo funcionaban de manera que los niños trabajaban y estudiaban al mismo tiempo. Después de 13 años regresó a su tierra.

Durante la época Universitaria comienza a escribir más en serio. Su motivación para escribir es su experiencia personal y la del pueblo saharaui. Es intentar mostrar la cultura y tradiciones del pueblo saharaui y también su cultura.

Limam Boicha

Su primer libro, Los versos de la madera, recoge la historia de su pueblo y su memoria: su poesía, sus creencias y sus ritos. El segundo, Ritos de jaima (2012) es un diálogo entre lenguas: Hasania y castellano. Entre poesía y prosa y entre culturas. Es un libro imprescindible si se quiere comprender el alma del pueblo saharaui. Con emocionado lirismo, describe los actos ceremoniales de su comunidad: el saludo, el alzado de la jaima, la elección del nombre del recién nacido, los amuletos, la llegada de algún viajero y la bienvenida, los ritos de paso de la adolescencia a la edad adulta, la ceremonia nupcial, la despedida, el cortejo fúnebre… En la niñez, la hora mágica de los cuentos, cuando la madre empezaba “a tejer un mundo asombroso de jaimas fantásticas y campamentos oníricos…”.

Limam ha participado en varias antologías de poesía –AñoranzaUm Draiga y Aaiún, gritando lo que se siente-, en las que los poetas saharauis hablan del sufrimiento de su pueblo, expresan la añoranza de los días de su infancia a orillas del Atlántico, la libertad en la inmensidad del desierto y su difícil vida en la continua lucha por la existencia.

Obra publicada :

  • Añoranza. Libro colectivo: Associació d’Amics I Amigues del Poble Sahrauí de les Illes Balears, 2002.
  • Bubisher. Editorial Puentepalo, 2003.
  • Los versos de la madera. Puentepalo, 2004.
  • Aaiun, gritando lo que se siente. Libro colectivo: Generación de la Amistad Saharaui. UAM/Exilios, 2006.
  • Ritos de jaima. Bubisher, 2012.
  • Ya calló la lluvia. Kalandraka, Pontevedra, 2023.

Enlaces de interés :

http://generaciondelaamistad.blogspot.com/2015/04/entrevista-con-limam-boicha-en-revista.html



12 Poemas de María Negroni 

«La poesía es la conciencia más aguda del lenguaje”

M.Negroni

La proporción áurea

a cada amor le incumbe
su ruina pestilente

a cada río
su texto migratorio

el costo es alto
la miniatura del deseo
inmensa

no te quedes sin ver
los cuervos del fracaso

ni el bajísimo cielo
en el que ardemos

con un pie en la eternidad
y otro en el barro

no instales una patria
en la cabeza

escúchate avanzar
retrocediendo

en la esfera más lenta
sé feliz

El jardín de las delicias

érase una vez un jardín
o algo parecido a un jardín
donde la noche ocurría
sin ser vista
diríase un prólogo
de flores doradas
a un otoño
sin escritura
se sucederían los días de las niñas rojas
en sus canastas había un tintero
la muerte les puso pena sin despertarlas
cosas raras
de nunca amar
así es el sur
así el estilo de la ternura. 

III

(petite chronique)

nunca se sabrá
cómo la sombra
se tragó la luz
en un lugar tan pequeñito

nunca se sabe en un lugar así
si no es mejor 
morir

no molestar a nadie
menos que nadie a Dios

no exageres
¿no querías acaso ser Nadja?
más o menos
siempre más o menos
te ordeno ser Nadja más o menos

la poesía
tiene que ver con eso
cómo encontrar
un caracol imperfecto

cuidado
la ambición 
te puede causar
una úlcera

no es mucho
no es demasiado
el miedo siempre igual
a sí mismo

te ordeno que te calles
te ordeno que no busques
sino aquello
que no te alcanzaría

¿quién inventó la distancia?
¿quién dijo el otoño 
renacerá siempre cada vez más rojo?

nunca se supo
jamás se sabrá con certeza
cómo en el pecho de esa prisión
avanzaban
dos niños viudos
dos novios huérfanos
más altos
que un territorio invadido

iban
como quien vuelve
mejor dicho volvían
sin tener idea
sin tener la más remota
idea
de la sombra

te ordeno que no tengas
una úlcera
sobre todo 
si se parece a Nadja
en la prisión del sueño
de Breton qué miedo

a veces no es tan malo
a veces
te perdonan
el premio es una tumba
al lado de Mamá

nos sentimos honrados
¿por qué no?

ahora que hemos vuelto
con lo puesto
y avanzamos
por el reverso de la luz
más altos que Hansel y Gretel
más despavoridamente 

ingratos

De, Arte y Fuga, Editorial Pre-Textos, Valencia, España, 2005.

XI

(pietà)

hay una música triste
como dádiva cierta

hay lo que puede ocurrir
porque ya ocurrió

excuse me—dijo la muerte
¿hablaba de mí?

¿yo señor?
sí señor
no señor
¿pues entonces de qué hablaba?

no sé
de una batalla sin oponentes
o tal vez 
de la extranjera eternidad
que lo posee todo
porque no es nada

oh Sócrates

ocho millones de historias 
en la ciudad desnuda 
y yo 
pensando en los caracoles

el bosque avanza 
la noche de este cuerpo avanza
Dios lo sabe pero yo no

perdón—interrumpió el miedo
¿con quién hablo?

no estoy segura
está oscuro como siempre
en el poema

bah—dijo la muerte
qué más da
más tarde o más tarde
el espacio crea el olvido
o el olvido
el espacio

¿eso es todo?

no no es todo
es apenas el arte
de la repetición infinita

yo quiero eso—dije
y también esto y aquello
y lo de más allá

cuidado—dijo la muerte
con la ambición

¿y qué hay
más allá del afuera?

un pastorcito mentiroso

¿y qué dice?

no lo que será
sino lo que podría
no ser

¿y eso qué es?

el corazón del reflejo de lo que fuimos
sobre las olas invisibles

yo quiero eso—dije
yo no sé cómo sé 
que lo quiero

la muerte es una especie de amor—pensó el poema

De, Arte y Fuga, Editorial Pre-Textos, Valencia, España, 2005.

XXI

(cantus firmus)

hojas amarillas
en el fulgor de este otoño
como espera de lunas
escritas sobre el río

se busca en la estadía de lo inquieto
lo que irá sin haber ido
esta orfandad
de cielo que nos ama
y en la luz se sueña luz
mansión de ser
piedrita por piedrita

la música del río
está en el río

de la noche a la noche
no hay otra indefensión

canta la pena que vuela
en el silencio que canta
en los inmensos
territorios de tu nada

y así traduce el cuerpo material
la ineptitud de su pregunta
y el dolor

está abierto el poema
está despierto el centro
dormido del agua

hay que inventar lo que somos
—dijo el rabino de Praga

ningún oro
ningún reino
salvo éste
que surge en el instante
en que se pierde

la ausencia de la luna
está en la luna

no hay más visitaciones
no hay otra luz que cante
en la orfandad
que hermosamente somos
miguita por miguita

música pensada 
como amarilla casa 
compartida

se busca así 
el tiempo en el no tiempo
y así el otoño sueña
de la noche a la noche

como un fulgor hecho de nidos
como una voz que enciende el bosque
o pájaro que toca
sólo para Dios

De, Arte y Fuga, Editorial Pre-Textos, Valencia, España, 2005.

La noche americana 

A black pool opened up at my feet.

I dived in. It had no bottom.

—Un charco negro se abrió a mis pies.

Caí. No tenía fondo

la noche es una casa

para perder la casa

        algo así

        como una izquierda erótica

primero ardiente      después glacial

o bien nada viene

y después está

el corazón lisiado

la brusca sangre

asíntote diríase

cuanto más cerca

más lejos

mejor hubiera sido

aclimatarse

         a las diáfanas

                  confusiones del amor

en la jungla de asfalto

los pájaros

        estudian lo imposible

la noche tiene

mil ojos

y un ojo

Monólogo interior

¿cosa busca la noche

cuando aquí prolifera

tu ausencia más palpable

y yo me quedo en vano

cada vez hacia nadie

eco de qué mármol

de qué aurora

luz de sombra de tu luz

que me naciera

o alegoría del oído

esa campana

repicando

por todo paisaje?

Fata Morgana

Venecia completamente hundida. Sólo se ven los duomos, estatuas sobre
los duomos, el cobre de algún campanil. En la tarde, el agua tiene el
color de los espejos falsos. Melancolía en gris, duelo a la deriva. Pasa
un zapato de charol negro, enorme, de taco altísimo. Féretros envueltos
en terciopelo rojo se mecen en el agua, como góndolas. Pienso; Estoy
a salvo. El cementerio es esta isla amurallada. No hay nadie más que yo,
e hileras de camisas con corbata (siempre en tono gris), manos que
salen de la tierra, si uno levanta una de esas manos, aparece una mujer
en vestido de otra época, al instante se desvanece, su expresión no es
infeliz.. (Siguen los ataúdes, siguen los espejos bajo la tarde en vilo.)
Una bufanda azul se agita sobre una cruz, una fecha improbable sobre
un muro. Entonces aparece el ángel con una pluma en la mano y dice:
-Ahora, cierra los ojos y vuelve a perder el sitio de tu extravío.

Siguiendo un fuego

ahora si puede decirse ahora
para esto
que siempre está pasando y vino
y encenderá la luz
detrás de cuál imagen
vos
contra un paisaje
cada vez en su temblor
eternamente mi ciudad
que todavía no se supo
y sin embargo estoy tocando
a ese camino que me abrís
encandilada
como una oscuridad
en otra oscuridad. 

se espera

que un pájaro sediento

reniegue

de la abstracción del canto

que el corazón dé un salto

y de pronto sepa

estrictamente

nada

que algún dolor encuentre

formulación ninguna

tiempo hace que no hace

más que un vacío atronador

el mundo sin su mundo

en franjas de infinito

y es tanto

tan poquísimamente

lo que el pájaro escrito

sabe traducir

tan muda

su líquida visión

atada a la prosodia

se espera siempre

lo que no puede

esperarse

se va de medio cielo

a gracia plena

……….a plena plaza humana

y allí se busca

corregir los discursos

del anhelo y la falta

se espera que el círculo

coincida con el centro

y el centro

con los intervalos

que las piedras se afilen

con cada fracaso

que las notas del pájaro

hagan de la herida

herida necesaria

De Oratorio (2021)

conversa el río con la piedra
la piedra con la orilla
y la orilla consigo misma

pero nosotros
nunca llegamos
al concierto del mundo

no somos ni habremos sido
más que una mezcla
de barca y bruma

nosotros hacemos ruido
en cada nacimiento

alumbramos la muerte
con cada muerte

con tal delicadeza
no conversamos con nadie
que hasta se nos escapa
el viaje al oro
de la transparencia

no entendemos que el río
no conduce a las aguas
sino al revés

que en su rítmica estela
la consciencia es prosodia
en la luz de un labio

a la espera de algo
arrojamos al siglo
nuestra voz inútil

las palabras caen
piedras autistas
a ningún tiempo

De Oratorio. Vaso Roto(2021)

De la docta ignorancia

Algo similar se propuso hace más de diez siglos el poeta provenzal Guillaume d’ Aquitaine, cuando dijo: Haré un verso de absolutamente nada.

Esa ha sido siempre la ambición del poema: hablar de nada. 

Es decir, ser la voz de la cosa ausente, la acústica del alma para oír, no lo que dicen las palabras sino aquello –vinculado al origen, la escisión, la finitud— que siempre se sustrae a las redes del lenguaje. Quien escribe entiende, como nadie, que las palabras son insuficientes, a menudo tramposas, incluso nocivas. Por eso, se para ante ellas con recelo. Desconfía del pacto utilitario, comunicativo u ornamental que proponen. Lucha contra ellas, a pesar de tener plena consciencia de que no existe, como advirtió el poeta vietnamita Ocean Vuong, una lengua para salirse de la lengua.

Toda escritura que se precie reflexiona, tarde o temprano, sobre la inadecuación entre lenguaje y mundo. 

En algunos casos, la operación es más visible, aparece en los ensayos que acompañan a la obra del autor o autora (pienso en Octavio Paz, Marina Tsvetáieva, y más cerca de nosotros, en Mario Montalbetti o Tamara Kamenszain). 

En otros, la poesía piensa adentro de la poesía misma. 

Un verso del poeta español Aníbal Núñez dice con sencillez brutal:

“Para ser río, al río le sobra el nombre”.

Y otro, de José Ángel Valente:

“Las palabras crean espacios agujereados, cráteres, vacíos. Eso es el poema.”

Yo agregaría que esos huecos, fisuras, agujeros son puertas, modos extremos de abrirse al mundo. 

También son avanzadas contra la doxa, la frase hecha y el espíritu mayoritario, que siempre embalsaman la vida, impidiendo a las criaturas el contacto con su propia inadecuación.

Como el deseo, la poesía es díscola por naturaleza. 

No se deja encuadrar, gobernar, restringir.

Se niega a la madurez. 

Hace que estalle la diferencia en el centro mismo de lo homogéneo.

Entre la ley y el desacato, elige siempre el desacato.

Quizá esto explique por qué es tan difícil, de leer y de escribir.

En ella, todo se trastoca: la emoción piensa, la sintaxis se emociona, la obsesión se hace forma, la forma defiende la soledad en que estamos, y el silencio alcanza el difícil estatuto de la palabra muda.  

Néstor Sánchez, uno de los narradores argentinos que más admiro, 

propuso y practicó una insularidad radical que alcanzó su punto álgido cuando vivió de homeless en Manhattan, buscando que la calle fuera la puntuación de la vida, que su yo no solo fuera otro, sino mejor, ninguno. La postura de Sánchez es extrema. No sólo la expresión fácil le parecía inmoral, abogaba por una escritura sin personajes ni historias evidentes, contraria al testimonio, el consenso, la miseria informativa.

La expresión del dolor está siempre afuera de su anécdota, decía.

Por eso, tal vez, abominaba de la exigencia de representar. 

Le interesaba lo incomunicable, no el confort de la inocencia estética.

La memoria que está afuera del tiempo, no la indigencia del yo chiquito.

La voz, no el aparato discursivo. 

Una voz articulada con el vacío de sentido y con la dimensión de lo sagrado, que surgen en la exploración de aquello que ignoramos.

La prosa no debería ser, escribió, más que una excusa para llegar a la poesía. 

María Negroni. (Rosario, Argentina, 17 de julio de 1951). Poeta, ensayista, novelista, traductora. Es Doctora por la Universidad de Columbia, PhD en Literatura Latinoamericana. Ha residido muchos años en Nueva York dedicándose a la enseñanza y a la escritura. Ha recibido las Beca Guggenheim, Fundación Octavio Paz, New York Foundation for the Arts y Civitella Ranieri. Y ha sido reconocida con el Konex de Platino por su obra poética, entre otras distinciones. Es creadora y directora de la Maestría de Escritura Creativa en la UNTREF. Ha traducido a poetas como Elizabeth Bishop, Sylvia Plath o Valentine Penrose.

Su obra ha sido traducida al inglés, francés, italiano, sueco y portugués.

Obra poética publicada:

De tanto desolar (1985)

La jaula bajo el trapo (1991)

Islandia (1994) en su versión en inglés, Premio al Mejor Libro de Poesía en Traducción del año del PEN American Center (Nueva York, 2002)

El viaje de la noche (1994)

La ineptitud (2002)

Arte y fuga (2004)

Cantar la nada (2011)

Elegía Joseph Cornell (2013)

Interludio en Berlín (2014)

Archivo Dickinson (2018)

 Exilium (Vaso Roto Ediciones, 2016)

 Oratorio (Vaso Roto Ediciones, 2021)


Novelas :

El sueño de Úrsula (1998)

La anunciación (2007)

 El corazón del daño (2021) (Ed. Random House)

Ensayo:

Ciudad gótica. Bajo la Luna Nueva, (1994)

Museo negro(1999)

El testigo lúcido: la obra de sombra de Alejandra Pizarnik.( 2003)

Galería fantástica. (2008), Premio Internacional de Ensayo Siglo XXI, México 2008)

Pequeño Mundo Ilustrado (Caja Negra, 2011)

El arte del error (Vaso Roto, 2016)

Objeto Satie (Caja Negra, 2018)

Archivo Dickinson (La Bestia Equilátera, 2018)

Tradujo, entre otros, a:

Louise Labé (Sonetos, Lumen, 1998); Valentine Penrose (Hierba a la luna y otros poemas, Ediciones Angria, 1995); Georges Bataille (Lo arcangélico, Fundarte, 1995); H.D. (Helena en Egipto, Ediciones Angria, 1994), Charles Simic (Totemismo y otros poemas, Alción, 2000), Bernard Noël (Contra-muerte y otros poemas, Alción, 2005) y la antología de mujeres poetas norteamericanas La pasión del exilio, Bajo la luna, (2007). 

Distinciones :

 VII Premio Internacional de Poesía Margarita Hierro / Fundación Centro de Poesía José Hierro (2023)con su libro ‘Utilidad de las estrellas’.

  • Finalista en el Premio Fundación Medifé Filba 2022 por su novela El corazón del daño.
  • Fondation Jan Michalski – Residency for Writers, Ginebra 2022.
  • Premios municipales: 1er premio en la categoría Ensayo por La noche tiene mil ojos. y Premio único categoría Poesía por Archivo Dickinson.
  • Fundación Bogliasco, Génova 2020.
  • Directora de Letras del Fondo Nacional de las Artes 2019-2020.
  • Cité Internacionale Des Arts. París, 2018.
  • Premio de poesía del Fondo Nacional de las Artes por Archivo Dickinson. Argentina, 2016.
  • Premio KONEX de Platino en Poesía, 2014.
  • Primer Premio Internacional de Ensayo Siglo XXI. México, 2009.
  • Writers Residence American Academy in Rome. Roma, 2008.
  • Civitella Ranieri Foundation, Umbria. Italia, 2007.
  • New York Foundation for the Arts. Nueva York, 2005.
  • Fundación Octavio Paz. México, 2001-2002.
  • The Pen Award for Islandia. New York 2002.
  • The Lockert Poetry in Translation Prize por El viaje de la noche/ Night
    Journey
    . Princeton University, 2002.
  • Rockefeller Foundation’s Bellagio Center. Bellagio, Italia 1998.
  • Premio de la Secretaría de Cultura de la Nación por Ciudad
    gótica
    .Argentina, 1998.
  • Segundo Premio Planeta por su novela El sueño de Úrsula. Buenos Aires,
    1997.
  • Premio de la Secretaría de Cultura de la Nación por su libro El viaje de la noche. Argentina, 1997.
  • John Simon Guggenheim Foundation Fellowship en poesía, 1994.

Enlaces de interes :

Pagina : https://www.marianegroni.com/index.html

https://www.infobae.com/cultura/2021/08/29/maria-negroni-escribir-es-horrible-es-tremendo-es-un-privilegio-es-una-desgracia/

https://www.argentina.gob.ar/noticias/maria-negroni-la-poesia-es-la-conciencia-mas-aguda-del-lenguaje

https://eternacadencia.com.ar/nota/seis-fragmentos-a-favor-de-lo-indocil-el-discurso-de-maria-negroni-en-filba/4265

8 Poemas de María Rosa De Gálvez

Oda a un amante de las artes de imitación

Oh tú, que protector del genio hispano
elevas la abatida lira mía,
desde el obscuro seno,
do el velo del olvido la cubría,
hasta el supremo asiento, que previene
la fama a la divina poesía;
ti consagraré tan dulce empleo;
a ti que amas el arte imitadora,
de la música hermana,
y del alma sensible encantadora.

Seguid mi canto, de placer henchidas,
cítaras de la Iberia;
Amira, alzando el humillado acento,
preconiza la ciencia de Helicona;
y esparce por el viento
los resonantes metros de la Hesperia.
Si de la antigüedad el heroísmo
de los tiempo alcanza el raudo vuelo,
y las puras virtudes celestiales
fueron a par del mundo eternizadas,
por vosotros, Poetas inmortales,
nuestra edad llegaron; de los siglos
las inmensas tinieblas arrostrando,
de anonadar al hombre con su fama
a la huesa arrancáis el triste fuero.

Tal es el arte del divino Homero.
De Homero, que en el templo venturoso
de las musas sentado,
su nombre llevará de gente en gente,
ornada de laurel la heroica frente.
Él enseñó la senda de la gloria
al sublime Virgilio,
y en pos de ellos el Taso
se coronó en la cumbre del Parnaso.

¡Oh! felices vosotros,
genios de imitación, que de su ejemplo
osáis seguir la huella, vencedora;
vuestra lira sonora
ensalza, la virtud, destruye el vicio;
y si cantáis los males, que a la tierra
trajo la horrible guerra,
que adula el corazón del hombre fiero;
detestando las iras del combate,
su mano arroja el homicida acero,
odiando la victoria,
que de sangre manchara su memoria.

De Melpomene augusta los furores
la Grecia nos presenta, embellecidos
por sus sabios autores;
ellos de pompa y majestad vestidos
los héroes de su edad eternizaron;
del ciego fatalismo el duro imperio
a los futuros tiempos demostraron,
y abominando el crimen,
dieron la compasión a la inocencia,
y el sangriento terror a la violencia.

Émulas de su triunfo las naciones
sus felices talentos dedicaron
a mover los sensibles corazones.
En vano tantos siglos de ignorancia
opusieron su espacio tenebroso
a tan noble anhelar; al fin hollaron
los genios de la Italia su barbarie,
y los hijos del Támesis undoso,
rivales de la España,
emprendieron también igual hazaña;
Corneille la atrevida mente alzando
al trágico coturno,
de tantos los desvelos superando,
al gran Racine demostró la senda
del trono de la regia Melpomene,
el que Voltaire y Crebillon ornaron,
y en la margen del Sena lo fijaron.
La lírica corona Euterpe ofrece
sin competencia al tierno Metastasio;
a Horacio dio Polimnia las sentencias
de la pura moral filosofía;
y tú, Erato, tus versos amorosos
a Ovidio y a Catulo.
A Propercio y Tibulo,
hasta que Gésner con suave canto
en metros armoniosos,
retrata de natura el rico manto,
y su numen sencillo
presta a los prados nuevo ser y brillo.

El Siglo de Oro de la España llega,
y las sagradas musas a porfía
a los hijos del Tajo concedieron
su inspiración feliz; ellos volaron
al teatro español, que embellecieron
con sus divinas gracias florecientes,
abriendo la carrera,
que después imitó la Europa entera.

También al bello sexo le fue dado
a la gloria aspirar; celebra Atenas
a la dulce Corina;
y de Safo inmortal el nuevo metro
dejó de su pasión el fin terrible
a la posteridad eternizado;
que el mérito fue siempre desgraciado.

Tú, tierna musa, de la Galia encanto,
sensible Deshoulieres, guiando el coro
de festivas zagalas y pastores,
a Gésner imitando,
de la inocencia cantas los amores;
Apolo el don de ciencia, tan divina;
a ti concede, a Safo y a Corina.

Eterna gloria a sus felices nombres
mi lira cantará; y arrebatada
en noble emulación sus huellas sigo,
admirando sus genios inmortales.
¡Oh feliz elección, grato consuelo
de mis inmensos males!
¡Oh lira bien hadada!
De tu armonía el atrevido vuelo
resuena en la morada,
donde tu protector la mente inclina
a elevar de tu numen las tareas;
y como de la fuente cristalina
los humildes raudales
aspiran a llegar al Océano,
cayendo de los montes despeñada,
girando por el llano,
corriendo entre colinas desiguales,
las rocas evitando apresurada,
hasta que en la cascada
del soberbio torrente impetuoso
sus aguas junta, el curso facilita,
y al ancho mar con él se precipita:
así mis versos por tu sabio amparo
la envidia vencen, y el temor desprecian.

Mi genio aspira a verse colocado
en el glorioso templo de la fama;
tu noble busto en él será adornado
por las virtudes, y en el duro bronce,
que le sirva de basa, el justo elogio
que te consagro, se verá esculpido,
siendo a tu imagen de este modo unida
la memoria de Amira agradecida.

La noche: Canto en verso suelto a la memoria de la señora condesa del Carpio

Tinieblas gratas de la obscura noche,
a un corazón sensible, que desea
vivir para pensar, vuestro silencio
la calma anuncia; las veloces sombras,
cayendo de los montes a los valles,
cubren la tierra; el pardo jilguerillo
los últimos cantares repitiendo,
al nido vuela, y el pastor conduce
al redil su rebaño numeroso.

Yo en tanto en esta margen solitaria,
por donde el Tajo sus raudales lleva,
la bóveda contemplo, en que los astros
con invariable giro, de los tiempos
miden las estaciones y las horas.

El sueño huye de mí, y el genio vela;
natura me convida, y elevada
a la vista de tantas maravillas,
mi acento vuela a par de mi deseo.

No cantaré de amor el poderío,
sus penas, su despecho, ni su engaño;
ni tampoco poéticas ficciones:
no el húmedo Orión, ni de las Ursas
ni de Ariadna la corona hermosa;
sino del Ser supremo la grandeza,
del orbe origen: cuanto me circunda,
de su potente diestra son milagros.

Por entre nubes la triforme diosa
en su brillante carro se presenta;
su incierta luz las sombras de los bosques
en las ondas del Tajo me retrata;
y del lago las aguas cristalinas,
semejantes a un fiel y claro espejo,
reflejan de los cielos la hermosura:
esa esfera celeste innumerables
antorchas iluminan; pero el astro,
que preside a la noche, los eclipsa;
ameniza la tierra, y de las nieblas
su esplendor libra la región del aire.

¡Oh noche!, reinas ya en el hemisferio;
reinas: tiendes tu velo silencioso,
y nuevo encanto mis sentidos gozan
al contemplar tu pompa: tú me inspiras
dulce melancolía. ¡Cuánto admiro
esta tranquilidad del universo;
este vasto reposo, que las aves
nocturnas interrumpen! Oh natura,
patrimonio del hombre, ¡qué orgulloso
vive él sin conocerte! Yo no intento
penetrar tus arcanos. ¿Quién sería
tan atrevido, que elevar su mente
osara a tus secretos, siempre en vano?

Humillada a la vista del prodigio
de tu existencia exclamo: Eterna gloria
al soberano Ser, que de la nada
te produjo a su voz, la tierra llena
está de su poder; el océano
besa humilde los límites, que el dedo
de Dios le señaló: los huracanes,
la tempestad horrible, el rayo ardiente
sus leyes obedecen, y en el cielo
el sol brillante por su augusta mano
clavado alumbra al mundo: en tanto giran
en torno de él los orbes refulgentes;
con su calor benéfico la tierra
prodiga al hombre sus preciosos dones.

Eternos no serán: pues sumergido
el ingrato, mortal en sus placeres,
con delitos termina la carrera
de su vida fugaz. ¡Ay!, todo, todo
nace para morir: llegará el día,
en que, hundido en la nada el universo
la justicia de Dios tiemble el malvado:
el caos volverá; la infausta, trompa
sonará en los sepulcros, y a sus ecos
alzará el criminal del frío polvo
la frente descarnada; en ella impresa
de su condenación la seña horrible
por el santo decreto irá grabada.

No así el mortal, que la virtud siguiendo
vivió en el mundo para dar alivio
a la doliente humanidad; él llega
sin temblar ante el trono de un Dios justo,
y allí recibe la inmortal corona
que eternamente lo hace venturoso.

Y tú, alma bella de mi dulce amiga,
tú, que existías para ser amparo
de la infelicidad, ¡con cuánta gloria
habrá premiado tu piedad el cielo!
De alegría mi mente arrebatada
tu benéfica imagen me presenta
en esta soledad: te ven mis ojos,
cual otro tiempo en tu mansión solías,
cercada de infinitos miserables
su indigencia aliviar con larga mano.
¡Ah! Perdieron en ti todo su auxilio;
y la ilusión de tu adorada sombra
huye de mí, cual vagarosa nube,
al eco de sus gritos lamentables.

En tu sepulcro sus gemidos oigo,
mezclados con inmensas bendiciones,
que a tu memoria sin cesar tributan.
Y yo ¿qué diré en tanto? Yo que tuve
en ti una amiga fiel, una defensa
contra mi adversidad. ¿Pintaré acaso
tu admirable talento, el noble fuego
de tu imaginación, las gracias todas,
que en tus acciones sin cesar brillaban,
aquel carácter franco y generoso,
que arrastraba hacia ti los corazones;
o tu genio inmortal, que de las artes
protegió noblemente las tareas?

No: que en vano será. Tú, en la memoria
de cuantos disfrutaron las delicias
de tu dulce amistad, vivirás siempre.
Mi voz en vano cantará tu elogio,
cuando la gratitud de los mortales
publica tu virtud; y por modelo
te presenta a la vista de los hombres,
que a la indigencia niegan el socorro.

Así, mi acento solamente puede
a sus ecos unirse, y de la parca
lamentar el rigor: su rabia impía
nos privó con un golpe anticipado
de todas tus virtudes: ya en la tumba
en paz descansas, y mi llanto inútil
no puedes ver, ni escuchas mis sollozos.

¡Ay! Ya no existes; pero el premio gozas
de tu beneficencia. Si las almas
en la inmortalidad a unirse vuelven,
¡Oh dulce, amiga!, cesan mis lamentos,
y el canto dejo; pues la noche fría
también expira al despuntar el día.

La campaña de Portugal: oda al Excmo. Señor Príncipe de la Paz

A Manuel Godoy

¿A quién aprestas, sanguinario Marte,
el carro del terror? ¿A quién, Belona,
tus armas invencibles destinando,
previenes la corona
de laurel inmortal? ¿Será que hollando
los enemigos del hispano suelo
sus guerreros convoque a la campaña,
y que el clarín belígero sonando,
el héroe de la España,
para domar al Luso belicoso,
marche a su frente impávido y brioso?

¡Ay! Sí será. La patria desolada
su nombre implora, en su valor confía:
Lusitania, Albión, en odio ardiendo
la insultan a porfía;
él vuela a su socorro combatiendo
por su antiguo esplendor; hijos del Tajo,
seguid su curso; sus orillas vean
la afrenta y la venganza compitiendo;
porque testigos sean
de que el héroe español jamás consiente
de su patria el agravio impunemente.

Sonó la trompa, y a su ronco estruendo
la tierra gime, y ruge el océano:
su antorcha horrible la discordia enciende;
y al nombre soberano
del heroico Borbón, que Esperia entiende
apellidar por ti, noble caudillo,
las huestes valerosas sus hogares
dejan en soledad. Ya el campo emprende
hazañas militares;
y al viento los pendones desplegando,
tú vas su marcha y su valor guiando.

A tu ademán guerrero, al ver tu espada
defender los castillos y leones,
Lusitania, temblando estremecida,
teme que los corones
sobre su antiguo trono; enfurecida
invoca de sus hijos los aceros
en vano en su favor; en vano implora
sus soberbios guerreros;
aterrados los ve, y huye oprimida,
encubriendo las quinas con su manto,
a esconder su dolor bañada en llanto.

Ya el español ejército penetra,
los enemigos campos; la victoria
volando en ellos, al valor ofrece
la palma de la gloria.
Si tan ilustre premio pertenece
(Dijo el caudillo) al vencedor brioso,
nuestro será, españoles; peleamos
por la patria abatida; ella perece;
a defenderla vamos;
demos reposo a la afligida tierra,
y la paz arranquemos a la guerra.

Cesó; y la paz, que en el Olimpo habita,
de la mísera Europa desterrada,
sus votos oye, y al Eterno implora
en favor de su espada.
De morir o triunfar llega la hora;
llega, y tú marchas, lidias, y vencido
el furor de Olivencia y Portoalegre,
en sola una batalla destructora,
Campomayor rendido,
apenas vio empezarse la campaña,
cuando el triunfo cantó la madre España.

Así, cuando del cielo la hermosura
el hórrido nublado va empañando,
y el rayo anuncia el pavoroso trueno,
al orbe amenazando,
suele romper su ennegrecido seno
del puro norte el soplo impetuoso,
y lanzándolo al sud, brilla sereno
el sol majestuoso,
reflejando su luz los horizontes
del hondo valle a los soberbios montes.

No más horror ni sangre (la Paz clama
desde la esfera al héroe victorioso)
yo desciendo a la tierra a coronarte
con el ramo dichoso
de la oliva pacífica; si Marte
sus armas te cedió, yo te destino
recompensa más digna de tu pecho.
Quien mi nombre te dio, también va a darte,
de la envidia en despecho,
el honor de gozar de la victoria,
y al lado tuyo disfrutar la gloria.

Dijo; y desciende, y el furor destierra
del campo vencedor; ve los guerreros
aclamar sus augustos Soberanos,
que llegan placenteros
a celebrar la paz, de gozo ufanos.
Salve una y veces mil, paz deseada;
salve una y veces mil, héroe dichoso,
que vuelves el descanso a los humanos;
tú logras animoso
que den fin a la guerra y sus horrores
la paz, y tus Monarcas vencedores.

Y ¿qué, después de tan feliz conquista,
será negado a ti? Por todas partes
tu nombre sonará; benigno el cielo
de las divinas artes
vuelve a la España el plácido consuelo.
Paz y salud repiten los ancianos,
los jóvenes, las tímidas doncellas;
paz y salud al oprimido suelo
mi voz canta con ellas
y alborozado el genio que me inspira,
acentos de placer presta a mi lira.

Y ¿a quién mejor que a ti la musa hispana
deberá celebrar, pues generoso
proteges de las artes las tareas;
pues tu influjo piadoso
en su prosperidad benigno empleas?
Yo a tu valor la dulce poesía
reverente consagro; ella te ofrece
la gloria de tu patria, que deseas,
y en su canto aparece
de tu campaña el triunfo, que en la historia
hará inmortal tu nombre y mi memoria.

El Delirio

En elogio de la representación de la opereta intitulada «El Delirio», ejecutada en el Coliseo del Príncipe: oda

Almas sensibles, escuchad mi canto.
Para vosotras mi olvidada lira
vuelve a sonar no más; bañada en llanto,
en llanto de ternura,
la mágica pintura
del Delirio os presenta; oíd mi acento,
que a vosotras no más dará contento.

Si de la admiración arrebatada
de Marte asolador canté el estruendo,
y los héroes siguiendo,
vi de su carro el giro pavoroso
con sangre señalado,
y de funestas lágrimas regado;
hoy, que del vicio el vergonzoso fruto
movió mi corazón con sus horrores,
responderá mi voz a sus clamores.

Amaneció de luz y gloria lleno
el venturoso día,
que ansió mi corazón; las bellas artes
combaten la maldad; naturaleza
para su triunfo el genio les ofrezco
de un actor singular; por todas partes
la compasión con el terror volaron,
cuando el Delirio en él representaron.

Mirad su frenesí: ¿cuál es la causa
de ese horrible furor, con que se agita?
El juego que os incita,
el juego que su mente ha trastornado,
y al hombre virtuoso ha degradado.
¡Ay! Yo gemí con él; y mis suspiros
y los de un pueblo con los suyos fueron:
¡Ay! Yo lloré con él; pero mi llanto
las lágrimas de todos confundieron:
¡ah!, malvados, temblad llenos de espanto,
oyendo sus lamentos doloridos;
temblad, cuando lo veis romper la tierra
por pagar el engaño; ella algún día
os negará el sustento; y si cavando
osáis buscarle en su abundoso seno,
del corvo hierro el golpe rechazando,
lanzará de su centro horribles gritos,
que dirán: no mantengo los delitos.

Lejos de este espectáculo, vosotras
gentes endurecidas;
lejos de aquí el tumulto en que engreídas
corréis tras los placeres bulliciosas,
entre el vano aparato sin sentido.
El rostro ni el vestido
de este sublime actor, ni la armonía,
que arrebata pintando sus pasiones,
moverá vuestra helada fantasía;
Él habla a los sensibles corazones.
Los que con él en su aflicción gimieron,
también en sus consuelos se gozaron,
cuando al Delirio vieron
la calma suceder. Vuelve piadosa
la cándida virtud: ved el semblante
de esa esposa constante,
que con voz angustiada y melodiosa,
extendiendo sus brazos;
la razón le devuelve en dulces lazos.
La amistad, que la sigue,
con la tierna piedad de un aldeano,
y el alborozo ufano
de la sencilla gente
forman, poniendo fin a su martirio,
el patético cuadro del Delirio.

Música y poesía encantadoras,
genios de imitación, abrid el templo
de la inmortalidad, y en su recinto
coronad al actor, que despreciando
el negro vicio, y la ignorancia hollando,
logró la admiración de nuestra España:
porque tan bello ejemplo
quede a los siglos en el sacro templo.

La vanidad de los placeres: Oda

Oigo del mundo el eco lisonjero
sonar gozoso en torno de mi mente,
y la insensata gente
veo correr en vano
sin poder halagar ningún sentido:
¿será, que la fortuna a los mortales
jamás otorgue algún placer cumplido;
o que el fastidio siga a las pasiones,
que no pueden saciar sus corazones?

Genio, que inspiras sin cesar mi canto,
yo me abandono a ti; guía mi acento;
vuela en pos del contento
que el hombre te presenta en su grandeza,
cuando engañado su vivir fatiga,
y sus tesoros por gozar prodiga.

Jamás el espectáculo pomposo
vio del sol al nacer, ni sus oídos
el canto de las aves melodioso
gozaron, cuando el orbe se ilumina;
sumido en ocio, de velar cansado,
la noche se avecina
cuando el lecho dejando lentamente,
torna de los placeres al bullicio,
con que el mundo le encubre el precipicio.

Piensa que puede amar, y ser amado;
y los deleites del amor siguiendo,
un instante engañado
vivió de su ilusión encantadora;
pero nunca gozó: desconfianzas,
ingratitud, traiciones le atormentan;
celos devoradores
le acosan sin cesar con sus furores;
y si en la variedad busca delicias,
el interés le vende sus caricias.

El lujo le previene los banquetes
que la gula inventó; soberbio en ellos
adula su deseo caprichoso
con viandas exquisitas:
naturaleza de su seno hermoso,
los dones le presenta, que cultiva
bañado de sudor el desvalido,
allí desvanecido,
de falaces amigos rodeado,
con extraños licores lisonjea
su apetito estragado,
hasta que en el desorden ya beodo
pierde con la razón el placer todo.

Envilecido entonces, degradado
del nombre racional corre aturdido
del circo al espectáculo sangriento,
en él, igual a las sañudas fieras,
del hombre perseguidas,
tranquilo goza el bárbaro contento
de ver los inocentes animales
rabiando de perecer; y si la suerte
no protege los diestros lidiadores
también sin susto ve llegar su muerte.

Si asiste del teatro a las delicias,
sólo es por vanidad; su entendimiento
desconoce del arte los encantos:
el vano lucimiento
ocupa su atención; no las pasiones
que ve representar; no las desgracias,
ni el castigo, que alcanza el vicio impío,
su corazón movieron,
de sentimientos y virtud vacío.

Alguna vez de estruendo venatorio
seguido al campo sale;
y en el placer de muerte embebecido
las libres aves su rigor destruye;
que el privilegio de volar no vale
contra el ronco estallido
de la pólvora atroz; ni el manso ciervo,
ni la tímida liebre,
ni el veloz gamo su vivir libraron;
todos perecen: ¡ay!, cuando se aleja,
rastros de sangre por el valle deja.

Corre luego al festín; el atractivo
de la danza le ofrece sus deleites;
allí en tropel festivo
los mortales alegres se abandonan:
quien, en vueltas acá y allá girando,
en sus brazos conduce la doncella;
quien, rápido saltando,
del bello sexo la pasión excita;
quien, por danzar se agita,
y a los espectadores atropella:
los ojos se deleitan, los oídos;
y el tacto encanta los demás sentidos.

En vano este delirio pasajero
su languidez desvela,
mas poderoso objeto necesita,
para gozar placer; al juego vuela,
al juego destructor; en él consume
su tiempo y su riqueza:
en sus falaces suertes pierde el oro,
que socorrer pudiera cien familias,
deja entre las manos de un malvado,
lo que aliviar debiera al desdichado.

Si honoríficos puestos solicita,
¡cuánto a su orgullo que sufrir le espera!
La brillante carrera
de los premios emprende,
sin merecer ninguno; en ella ansioso
teme desaires, humillado ruega,
lisonjea, importuna,
y si acaso concede la fortuna
a su anhelar la injusta recompensa,
llega la senectud, y en pos la muerte
se presenta, seguida
del atormentador remordimiento,
de dolencia y terror; en vano entonces
remedios busca, por alivio clama;
el sepulcro lo llama;
baja a su seno, y su memoria en tanto
de nadie logra compasión ni llanto.

¿Y qué placer gozó? Todos huyeron
fugaces, del destino a la inconstancia;
todos en aflicción se convirtieron
cuando llegó su fin. ¿Acaso existe
algún placer durable cual la vida?
¿Acaso el mundo los consuelos niega
de recordar la dicha, aunque perdida?

No, débiles mortales;
la sagrada virtud en nuestros males
brilla, como la luz en las tinieblas;
ella conforta el corazón humano
contra la adversidad; y el poderoso,
que al triste socorrió con larga mano,
consigue venturoso
el supremo placer de hacer felices:
este es solo el deleite duradero
hasta el instante de vivir postrero.

Descripción filosófica del Real Sitio de San Ildefonso: oda a don Manuel de Quintana

Gracias una y mil veces doy al cielo
de hallarme en soledad; aquí, alma mía,
respira libremente:
¿en tan odioso suelo,
quién puede apetecer la compañía?
La maliciosa envanecida gente,
que corre diligente,
llena de orgullo, de ambición henchida,
de vil adulación acompañada,
y de negro interés prostituida,
es de mí detestada.

¡Oh Quintana! Tú sabes que abomino
estas falaces pompas del destino.
Sabia, fecunda y fiel naturaleza
gime en estos jardines suntuosos
por el arte oprimida;
destruye su belleza
en formas y dibujos monstruosos;
al vano gusto del capricho unida,
imagen abatida
de la virtud sagrada, llora en vano.

¡Con cuánto más placer en las orillas
del claro Gualmedina, el verde llano
vi poblar de ovejillas,
en giros mil acá, y allá saltando
con sus tiernos hijuelos retozando!
Por blanco mármol y dorados bronces
las cristalinas aguas arrojadas
suspendieron mis ojos;
miré en torno, y entonces
las gratas ilusiones disipadas
doblaron el pesar y los enojos.

Vi los tristes despojos
del hombre en sus grandezas engreído;
vi aquellos poderosos altaneros
el obsequio gozar, no merecido
de corazones fieros;
y pretender que logre el egoísmo
el premio que se debe al heroísmo.

Si por el lado opuesto descendiendo
busco del prado la naciente grama,
oh elevada colina,
que el gusto complaciendo,
sirva a mis miembros de mullida cama;
luego en tropel confuso se avecina
la gente, que destina
este lugar sencillo a su recreo.
Vienen con aparato bullicioso
a gozar la hermosura del paseo;
y con desvelo ansioso
mujeres bellas en orgullo iguales,
principios ciertos de perpetuos males.

Ni aun el sagrado templo está seguro
de abrigar la maldad en su recinto;
allí el lujo brillante
no es homenaje puro,
no es tributo de un Dios; a fin distinto
la vanidad del hombre penetrante,
en su orgullo constante,
hizo servir la pompa y la grandeza:
el Ser supremo olvida temerario
al tiempo, que le ofrece su riqueza;
pero el destino vario
doblega al triste cual ligera caña,
y en el soberbio corta su guadaña.

Yo vi desde mi albergue al alto monte
coronar el nublado ennegrecido;
vi, que el celeste fuego
alumbra el horizonte:
lejano el trueno penetro mi oído;
los ecos resonaron con el ruego;
mas luego, amigo, luego
que convertida en lluvia la tormenta,
el huracán en doble remolino
arrebató el peligro, que lamenta
el mísero vecino,
todo volvió a su ser, que la malicia
pronto del cielo olvida la justicia.

Quintana, vuela; sólo tú pudieras
animar mis ideas confundidas,
llenarme de contento;
las horas placenteras
de tu agradable genio ya perdidas
a mi vida prestaran nuevo aliento:
tú, con sublime acento
volvieras el verdor al mustio prado;
sensible y sabio, de amistad movido
mi placer renovaras con tu agrado;
mi ser fortalecido
con tu amistoso trato viviría;
y mi voz contra el vicio elevaría.

En los días de un amigo de la autora

Por llegar a la cumbre
del Parnaso eminente,
dejaba alegre mi apacible choza,
antes que por las puertas del oriente
la brillante carroza
de la rosada aurora
fuese de la de Febo precursora.

A celebrar los días
felices de Sabino
al templo de las musas me acercaba,
cuando escuché sonar eco divino,
que el Pindo alborozaba,
y en confusa armonía
el nombre de Sabino repetía.

Apresuro mis pasos,
y, donde Apolo estaba,
vi el coro de los dioses congregado,
que a mi feliz amigo festejaba
con el himno sagrado,
que él mismo componía,
por aumentar la gloria de su día.

Neptuno sin tridente,
Minerva sin la egide,
sin su lanza Belona, y Marte, fiero
sin la sangrienta espada, con que mide
la suerte del guerrero,
cantaban el destino,
que inspiraba la lira de Sabino:

Júpiter sin el rayo,
que aterra a los mortales,
al lado de Mercurio y de Diana
dejaba las moradas celestiales;
mientras Venus ufana
de ser la más hermosa
hizo a Juno quedar más envidiosa.

En tanto vi a las musas
brillantes y festivas,
que a los alegres genios repartieron
sacros ramos de palmas y de olivas.
En pos de esto pusieron
en la cima del monte
verde asiento, que admira el horizonte.

Sabino conducido
por la fama y la gloria:
Sin orgullo sentose. Arrebatada
yo entonces de su dicha, hice memoria
de mi lira olvidada,
y esperé que algún día
su silla se igualase con la mía.

“Anima, caro amigo,
(le dije) con tu ejemplo
los versos de mi numen atrevido;
porque la fama en su glorioso templo
librarlos pueda del obscuro olvido;
y a pesar de los hados
siempre serán tus días celebrados.”

Risueño se levanta,
y antes de responderme,
por aliviar mis infinitos males,
quiso de gracia algún presente hacerme;
y los puros cristales
de la castalia fuente
amistoso señala y complaciente.

Amira, dijo, llega;
bebe el agua que inspira
el amor celestial de las virtudes;
si alguna vez tu corazón suspira,
en seguirlas no dudes;
si su fuego lo inflama,
tu canto gozará de inmortal fama.

Yo bebí, y en mi seno
sentí, que poseído
mi dócil corazón de ardores puros,
los afanes de amor daba al olvido;
y en los tiempos futuros
de la sabia natura
señalara este día mi ventura.

Ya había de las horas
el celo cuidadoso
en el délfico carro los caballos
uncido para el curso vagaroso
El dios a sujetallos
subió sobre su asiento
y luego hollaron la región del viento.

Yo volví con Sabino
gozosa a mi morada,
y del licor de Baco prevenida,
rebosando la taza colorada,
le dije enternecida:

“El resto de este día
a tu amistad consagre mi alegría.”

A Licio: silva moral

Deja, Licio, que el necio maldiciente,
de la envidia inflamado,
con lenguaje insolente
descubra su rencor: nunca el malvado
miró la dicha ajena
con semblante sereno;
y la maledicencia es el veneno,
mísero fruto de su infame pena.

Tu ancianidad dichosa
siempre amó la virtud; tú has procurado
en tu feliz estado
sofocar de la envidia maliciosa
la ponzoñosa lengua,
que al hombre honrado quiere poner mengua.

Tu noble empeño es vano:
son del necio perpetuas, compañeras
la envidia y la malicia:
así el orgullo insano
acompaña las almas altaneras,
y sus virtudes vicia:

sírvales de castigo a su delito
vivir abominados,
y aun de sus semejantes detestados:
si en la pobre morada, donde habito,
sus voces penetraron,
compasión y desprecio sólo hallaron.

Sale de la montaña el agua pura,
y lleva su corriente por el prado;
bebe de ella el ganado;
y el animal inmundo antes procura,
que beber, enturbiarla,
y en sus hediondas cerdas empaparla.

Después el pasajero
en busca del cristal llega cansado,
y aunque desanimado
mira turbio su curso lisonjero,
bebe, y se satisface
buscando la corriente donde nace.

Así el hombre sensato
de la envidia el rumor sabio desprecia;
y aunque sienta el infame desacato,
perdón concede a la malicia necia,
y compasivo dice:

¡Oh cuánto es infelice
el mortal, que ocupado
en la mordaz censura,
de sí mismo olvidado,
mira el ajeno bien con amargura!

Bien sabes, Licio tú, cuánto granjea
un corazón sensible y bondadoso,
que su piedad recrea
viendo a su semejante más dichoso:
y aunque sin más riqueza,
que este don que le dio naturaleza,
por sí solo es amado,
feliz en cualquier clase y respetado.

Por esta prenda la amistad sencilla,
el placer, los amores,
a tu mansión llevaron sus favores;
y a tu vista se humilla
temblando el envidioso,
respetando tu asilo venturoso.

Con insensible vuelo
va la tierra girando en torno al día;
y aunque la niebla y hielo
empañen de la esfera la alegría,
nosotros no dudamos,
que siempre alumbra el sol cual deseamos.

Compadécete, pues, del envidioso,
que mira despechado
sus rayos fecundar el monte y prado;
y siempre generoso,
si mi amistad aprecias,
no merezcan tu enojo almas tan necias.

 

María Rosa Antonia de Gálvez y Ramírez de Velasco, también conocida como María Rosa Gálvez de Cabrera (Málaga, España, 14 de agosto de 1768 – Madrid, España, 2 de octubre de 1806). Poeta, dramaturga y traductora. Aunque su obra ha permanecido silencia dos siglos, actualmente es considerada la escritora más destacada del siglo XVIII.

Era hija adoptiva en el hogar de los Gálvez de Macharaviaya (Málaga), una ilustre e influyente familia andaluza de políticos y militares. Los antepasados de los Gálvez fueron unos hidalgos vascos que llegaron a Andalucía en 1240 acompañando a Fernando III el Santo, y se asentaron en dicha región en un solar que les otorgó el monarca, el Solar de los Postigos. En 1492 Antón de Gálvez se destacó en la Reconquista de Granada y recibió de los Reyes Católicos el privilegio de poseer un asiento y banco privativo en la iglesia parroquial donde estableciere su residencia. La ilustre familia consiguió reunir en apenas tres décadas (1769-1790) a dos Virreyes de Nueva España (Matías y Bernardo de Gálvez, tío y primo de María Rosa respectivamente), a un Ministro de Indias (José de Gálvez, tío de la autora), y a un Asesor de la Casa Real y Ministro del Consejo de Guerra (Miguel de Gálvez, hermano también de su padre).

Antonio de Gálvez y Mariana Ramírez de Velasco contrajeron matrimonio el 4 de octubre de 1751 en la iglesia de San Jacinto.
Desde su casamiento el matrimonio residió en Málaga. Su situación económica era sumamente acomodada, como lo ilustran las relaciones sobre el personal de servicio, los muebles y las alhajas detalladas en los dos últimos testamentos que otorgaron de mancomún; y parte de su fortuna la dedicaron a obras de caridad y religiosas: la fundación de las escuelas de Primeras Letras en Macharaviaya y la construcción del Noviciado de los Franciscanos en Cádiz en 1783, la reconstrucción de la iglesia de Macharaviaya en 1785 (costearon el altar de San Antonio), y la fundación de una ermita bajo la advocación de Nuestra Señora del Rosario en 1790 (Madoz X:517).

La vida pública de Antonio que lo mantenía alejado del hogar durante largos períodos y su temperamento violento deben haber influido en el carácter de Mariana, una mujer muy simple y analfabeta, quien ante la imposibilidad de tener hijos propios volcó sus frustradas aspiraciones maternales en la crianza y educación de varios sobrinos pobres y de una niña que adoptó años más tarde, la futura Maria Rosa.

La reserva con la que el matrimonio Gálvez trató siempre el asunto de los orígenes de María Rosa, que pasó los primeros años de su vida en la casa de expósitos de Ronda, apunta a que podría haber sido hija natural de su padre adoptivo, Antonio de Gálvez y Gallardo. En el certificado de adopción consta que en ese tiempo la joven tenía dieciocho años y era vecina de Málaga, y que respondía al nombre de María Antonia Rosalía de Gálvez. No se indica la fecha o lugar de nacimiento, y sólo se informa que los Gálvez se hicieron cargo de su crianza y educación desde su infancia (información que vuelve a ser repetida en el tercer testamento de los Gálvez, la escritura de concordia de los herederos y el testamento de Mariana). La fecha del certificado de adopción permite inferir que MRG nació entre la segunda mitad del 68 y la primera del 69.

Aunque apenas tenemos datos sobre sus años de formación es muy probable que María Rosa de Gálvez recibió una educación esmerada lo que unido a su inagotable voluntad de trabajo la convertirá en una gran escritora.

En 1789 se casa con José de Cabrera y Ramírez, también de ilustre familia, aunque de menor patrimonio. Se instalan en Málaga, donde José de Cabrera, que había abandonado el ejército tras el enlace, se dedica a la administración de los bienes recibidos por su esposa como dote matrimonial y heredados tras la muerte del padre de esta en 1792. María Rosa de Gálvez, que aún no ha publicado nada aunque ya ha comenzado a escribir sus poesías líricas, se enfrenta en Málaga a diversos litigios, tanto económicos –a causa de las numerosas deudas de juego contraídas por su marido, que van mermando el patrimonio familiar- como conyugales, pues las constantes ausencias de José de Cabrera y las desavenencias de la pareja conducen a repetidas rupturas, reconciliaciones y demandas ante los Tribunales. En estos años fallece también la única hija del matrimonio, nacida en 1793, y la autora se desplaza temporalmente a Madrid (1800)para seguir de cerca algunos de los pleitos en los que los Cabrera se encuentran enfrascados. En el Madrid de Carlos IV, María Rosa de Gálvez se introduce en la alta sociedad cortesana a través de familiares (su prima, Condesa de Castro-Terreño y Marquesa de la Sonora, ya vivía en la capital) y amistades (como la de María Rita de Barrenechea, condesa del Carpio), y entabla una relación fluida con Manuel Godoy, conocido como el Príncipe de la Paz, que la distingue con prebendas y ayudas destinadas a aligerar el coste económico de la publicación de sus obras o a sortear la censura previa a la representación de las mismas.

En 1796, poco después de una reconciliación matrimonial y huyendo posiblemente de las deudas contraídas en Málaga por José de Cabrera, la pareja se traslada a Puerto Real (Cádiz), donde conserva diversas propiedades. En 1803 José de Cabrera obtiene, por mediación de Godoy, un puesto en la legación española en los Estados Unidos, y su marcha al extranjero sella la separación definitiva del matrimonio, que no se reunirá nunca más.  El final del episodio americano de Cabrera resulta notablemente accidentado, ya que apenas dos años después de su llegada es encarcelado y finalmente expulsado del país en 1805 por falsificación de la firma del embajador español para el cobro de cheques bancarios.

Maria Rosa sufrió grandes penurias económicas los últimos años de su vida y falleció prematuramente, el 2 de Octubre de 1806 en Madrid, siendo enterrada en la iglesia de San Sebastián. Tenía 38 años.

 La obra literaria de Maria Rosa se compone de poesía lírica (doce odas, una silva, una elegía, un romance heroico y una octava real); seis tragedias, dos piezas trágicas menores, cinco comedias originales y otras cuatro traducidas del francés.

Obra poética : La mayor parte de sus poemas aparecieron en el primer tomo de sus Obras Poéticas, en 1804, y probablemente –no están fechados- fueron compuestos entre 1795 y 1801.  Entre ellos encontramos poemas de circunstancias, dedicados a exaltar acontecimientos patrióticos (La campaña de PortugalLas campañas de Buonaparte en Italia,) odas filosóficas impregnadas de sensualismo panteísta (Descripción filosófica del Real Sitio de San IldefonsoEn los días de un amigo de la autoraLa noche) e incluso composiciones en la línea del reformismo moral ilustrado (La vanidad de los placeresLa beneficencia). Sus tres últimos poemas, Viaje al Teyde(1805), En elogio de las fumigaciones de Morvó (1806) y En elogio de la marina española (1806) se publican por separado, los dos primeros en sendas revistas (Variedades de ciencias, literatura y artes y Memorial Literario) y el último como suelto en la Imprenta de Repullés.

María Rosa de Gálvez destacó como dramaturga en una época hostil a las mujeres con aspiraciones dramáticas. Debemos destacar su versatilidad a la hora de participar en diferentes géneros como la comedia de costumbres o la comedia sentimental, e incluso otros menos habituales aún en la pluma de una mujer de su época , como la tragedia bíblica, la de inspiración histórica o el drama, y en todos ellos se esfuerza con especial interés en tratar de compaginar el canon neoclásico con una temática que gira de forma casi monográfica en torno a la experiencia femenina en general y más particularmente a la posición de las mujeres en los inicios del siglo XIX.

María Rosa de Gálvez consigue que algunas de sus obras sean representadas con cierta fortuna en los teatros más renombrados de la capital.

 El 3 de agosto de 1801 se estrenan en el Teatro del Príncipe sus primeras obras, la tragedia Alí-Bek y la comedia Un loco hace ciento, en septiembre de ese año se pone en escena en el Teatro de Cruz su obra Catalina o la bella labradora, versión de la obra del mismo título de Amélie-Julie Candeille, y en noviembre se estrena en este coliseo su drama original Safo. Las tres primeras se imprimen ese mismo año y se recogen en el volumen quinto del Teatro Nuevo Español

En agosto de 1802 y en mayo de 1803 se estrenan, respectivamente, las traducciones de Gálvez de la comedia La intriga epistolar de Fabre d’Églantine y de la opereta Bion (con libreto de Hoffman y música de Méhul).

En 1805 se estrenan las comedias La familia a la moda y Las esclavas amazonas.

En 1806 se representa en los Caños del Peral su última traducción del francés, la comedia de Étienne titulada La dama colérica o novia impaciente.

La obra de María Rosa de Gálvez ha tardado doscientos años en ser rescatada. A Rosa Gálvez se la descalificó sin leerla porque vivió sola e independiente y triunfó en el teatro. La autora se rebeló contra los modelos patriarcales que imperaban en su época. Sus personajes femeninos son fuertes, independientes, luchan por la libertad e incluso eligen el suicidio antes que el sometimiento. Es pionera en tratar el  tema  del antiesclavismo  en España a través de Zinda por su condena de la esclavitud.

En España la Fundación José Manuel Lara, dentro de la colección clásicos andaluces, en colaboración con el Instituto Municipal del Libro de Málaga ha publicado Holocaustos a Minerva (2013) sobre la figura y la obra de la escritora Mª Rosa de Gálvez. Una edición que ha preparado la poeta Aurora Luque

Enlaces de interés :

Fuente de la bio : https://www.cervantesvirtual.com/portales/maria_rosa_de_galvez/biografia/

https://www.google.com/url?sa=i&url=https%3A%2F%2Fwww.cervantesvirtual.com%2FdescargaPdf%2Fla-rosa-tragica-de-malaga-vida-y-obra-de-maria-rosa-de-galvez%2F&psig=AOvVaw3gRcTsBVyOdGkDRREy43bt&ust=1718543838417000&source=images&cd=vfe&opi=89978449&ved=2ahUKEwjH3bbp2N2GAxW6_gIHHedWCXIQjhx6BAgAEBc

https://images.app.goo.gl/dEBewHernrj1Timy5

https://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/obras-poeticas-tomo-i–0/html/

Herrada de Landsberg

Esta página es de poesía pero también queremos dar presencia a algunas mujeres que, aunque no escribieron poesía, o no destacaron por ser poetas, su voz como mujeres, pioneras, pensadoras y/o escritoras es tan importante en la historia que creemos deben ser incluidas.

Este es el caso de  la gran Herrada de Landsberg. Poeta, escritora, monja y abadesa. Autora de la enciclopedia pictórica Hortus deliciarum(El Jardín de las delicias) obra que desempeñó un papel crucial en la preservación del conocimiento durante la Edad Media.

Una de nuestras Imprescindibles.

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Introducción a Hortus Deliciarum

«Herrada, por la gracia de Dios, abadesa, aunque indigna, de la iglesia de Hohenburg, a las dulces vírgenes de Cristo que trabajan fielmente en Hohenburg […]. Le hago saber a su santidad que, como una pequeña abeja inspirada por Dios, recogí de las diversas flores de las Sagradas Escrituras y escritos filosóficos en este libro, que se llama Hortus Deliciarum, y lo reuní para alabanza y honor de Cristo y por amor a la Iglesia, como si fuera un dulce panal».

Herrada de Landsberg 

Retrato de la abadesa Herrade de Landsberg.Mural en el claustro de Mont Sainte Odile

Herrada de Landsberg (Castillo de Landsberg, Alsacia, 1125-25 de julio de 1195, Hohenburg, Alemania). Monja y abadesa de la abadía de Hohenburg, poeta escritora .  Es conocida principalmente por ser la autora de la enciclopedia pictórica Hortus deliciarum(El Jardín de las delicias).

Herrada nació en el castillo de Landsberg, en la región del Bajo Rin, en el seno de una noble familia alsaciana. Tomó los hábitos a edad temprana en la abadía de Hohenburg en los montes Vosgos, a unos 15 km de Estrasburgo. La abadía de Hohenburg, también conocida como Mont St. Odile estaba dirigida por la abadesa Relinda de Hohenburg, una monja enviada desde el monasterio de Bergen en Baviera a la abadía de Hohenburg. Debido a su apoyo al emperador Federico I Barbarroja la abadía era especialmente próspera y poderosa, así como un centro de reformas eclesiásticas. En la abadía Herrada recibió la mejor educación accesible para las mujeres en el siglo XII. Con el paso de los años ocupó una posición más importante en la abadía, encargada de gobernar y educar a sus compañeras monjas.

Herrada fue elegida abadesa en 1167 sucediendo asi a Relinda, tras el fallecimiento de ésta, cargo que ocupó durante 28 años hasta su muerte en 1195. Durante su época de abadesa del monasterio, Herrada es mencionada por las reformas de reconstrucción del recinto, así como por la expansión de los terrenos circundantes que acabarían siendo propiedad de Hohenburg. 

Hacia el año 1165 Herrada había comenzado entre los muros de su convento la obra por la que sería conocida, el Hortus deliciarum, un compendio escrito en latín y glosas en alemán de todas las ciencias estudiadas en su época, incluyendo la teología. En esta obra Herrada detalla la batalla entre la Virtud y el Vicio con imágenes visuales especialmente vívidas que preceden a los textos.

Dentro del contexto religioso , explica acontecimientos científicos mediante la historia del cristianismo, por ejemplo, explica razones cosmológicas y biológicas en función de cómo Dios creó el mundo y a los seres vivos. Así pues, la enciclopedia nos cuenta la estructura astronómica y astrológica de la esfera celeste en función de cómo Dios quiso que fuera. Este dato es bastante interesante ya que es muy avanzado para su época y más para una mujer, ya que estamos hablando de un tiempo en el que la única ciencia que existía era la que se describía en la Biblia; y Herrada le da la vuelta a esta idea: la bóveda celeste existe con su formación química y física pero no existe porque lo dicte la Biblia, esta información ha sido descubierta y por tanto, es obra de Dios.

Herrada dirigió la edición de la obra con la participacion las monjas de Hohenburg. En la obra aparecen las primeras piezas musicales polifónicas conocidas cuyas autoras fueron religiosas. Contiene al menos 20 textos, entre poesías y canciones, las cuales fueron originalmente escritas con su música.

La obra, muestra una escritura muy elaborada. Su principal distinción la constituyen las 336 ilustraciones que adornan el texto. Muchas de ellas son representaciones simbólicas de temas teológicos, filosóficos y literarios; algunas son históricas, otras representan escenas relacionadas con la experiencia personal de la artista y destaca una ilustración de una serie de retratos de sus hermanas religiosas y de la propia Herrada. La técnica de algunas ilustraciones ha sido muy apreciada en casi todos los ámbitos artísticos, ya que demuestra una imaginación muy extraña entre los artistas contemporáneos de Herrada. La poesía que acompaña a los extractos de escritores de la antigüedad y de autores paganos también ha contribuido a la fama de Herrada.

El Hortus deliciarum «Jardín de las Delicias» no solo fue una muestra del intelecto y la creatividad de Herrada, sino que también desempeñó un papel crucial en la preservación del conocimiento durante la Edad Media.

Filosofía y las siete artes liberales. Hortus Deliciarum (1165)

Después de haber sido custodiado durante siglos en la abadía de Hohenburg, el manuscrito del Hortus deliciarum pasó a la biblioteca municipal de Estrasburgo durante la Revolución francesa. Allí las miniaturas fueron copiadas en 1818 por Christian Moritz (o Maurice) Engelhardt, el texto fue copiado y publicado por Straub y Keller, 1879-1899. Gracias a esta copia, aunque el manuscrito original fue destruido durante el incendio de la biblioteca de Estrasburgo en el asedio de la ciudad de 1870 durante la guerra franco-prusiana, actualmente todavía se puede apreciar el valor artístico y literario de la obra de Herrada. Gracias a aquellas copias sabemos de la existencia no solo de un libro excepcional; sino también de una mujer brillante que durante la Edad Media hizo de su convento un centro de estudio, investigación y conocimiento.

El infierno. Hortus Deliciarum (1165)

El árbol de Jesé. Hortus Deliciarum (1165)

Enlaces de interés :

Fuentes de la bio : https://es.aleteia.org/2019/10/05/herrada-de-landsberg-la-monja-que-escribio-una-enciclopedia-en-la-edad-media

https://es.wikipedia.org/wiki/Herrada_de_Landsberg

9 Poemas de Carolina Maria de Jesus

Humanidade


Depôis de conhecer a humanidade
suas perversidades
suas ambições
Eu fui envelhecendo
E perdendo
as ilusões
o que predomina é a
maldade
porque a bondade:
Ninguem pratica
Humanidade ambiciosa
E gananciosa
Que quer ficar rica!
Quando eu morrer…
Não quero renascer
é horrivel, suportar a humanidade
Que tem aparência nobre
Que encobre
As pesimas qualidades

Notei que o ente humano
É perverso, é tirano
Egoista interesseiros
Mas trata com cortêzia
Mas tudo é ipocresia
São rudes, e trapaçêiros


De : “Meu estranho diário”. São Paulo: Xamã, 1996. (grafia original)

La Humanidad

Después de conocer a la humanidad

sus perversidades

sus ambiciones

envejecí

Y perdiendo las

ilusiones

lo que prevalece es el

mal

porque la bondad:

Nadie practica la

Humanidad ambiciosa

y codiciosa ¡

Quién quiere hacerse rico!

Cuando me muera …

no quiero renacer

es horrible, soportar la humanidad

Que tiene una apariencia noble

Que cubre

terribles cualidades

Noté que el ser humano

Es perverso, es un tirano

Egoísta

egoísta Pero trata cortésmente

Pero todo es ipocresia

Son groseros, y engañadores

De: “Mi extraño diario”. São Paulo: Xamã, 1996. (ortografía original)

Casa de Carolina Maria de Jesus, en Canindé foto: Arquivo Jornal Ultima Hora (27.5.1952)

Trastero

Cuando me infiltré en la literatura

solo soñaba con la felicidad.

Minhalma estaba llena de hianto

. No preveía las lágrimas. Cuando publiqué Concrete Dump Room,

ese era mi deseo.

Que vida. Que alegria.

Y ahora … casa de mampostería.

Otro libro que circulará

Los tristes se duplicarán.

Aquellos que me piden ayuda

Para cumplir tus deseos

pienso: debería publicar …

– el ‘Dump Room’.

Al principio vi adimiração

Mi nombre circuló la Nación.

Surgió un escritor de favelas.

Llama: Carolina María de Jesús.

Y las obras que ella produce

Dejó a la humanidad acostumbrada.

Al principio estaba confundido.

Parece que estaba ocluido en

un estuche de marfil.

Me pidieron que me

sintiera halagado.

Como un querubín.

Entonces empezaron a envidiarme.

Dijo: tú, debes dar

tus bienes, por un silo.

Los que me hablaban así

no pensaba.

En mis hijos.

Las damas de la alta sociedad.

Decía: practica la caridad.

Donar ropa pobre.

Pero el dinero de la alta sociedad

no es para caridad

, es para prados y jugar a las cartas

Y así, estaba decepcionando

Mi ideal retrocediendo

Como un cuerpo envejecido.

Estaba arrugando, arrugando …

Pétalos de rosa, marchitándose, marchitándome

Y … ¡Me muero!

En la tumba silenciosa y fría

descansaré algún día …

No me hago ilusiones

Porque el escritor de la favela

era una rosa rosada.

Cuántas espinas en mi corazón.

Dicen que soy ambicioso

Que no soy caritativo.

Me incluyeron entre los usureros

porque no critica a las industrias

que tratan como animales.

– Los trabajadores …

De : “Mi extraño diario”. São Paulo: Xamã, 1996, pág. 151-153. (ortografía original)

Carolina de Jesus autógrafiando su libro Quarto de Despejo, São Paulo, 1960. 

Hambre

Hambre,

hambre, hambre;

dos sílabas apenas,

y truncan el devenir del hombre.

Agente o paciente

ahondan la escisión del hombre

borran los caminos del hombre

desangran

el corazón del hombre.

Tan sólo dos sílabas y desdicen,

invalidan,

desautorizan, rechazan,

anulan,

revocan, niegan al hombre.

Clarice Lispector y Carolina Maria de Jesus – foto: (…)

Sonhei

Sonhei que estava morta
Vi um corpo no caixão
Em vez de flores eram Iivros
Que estavam nas minhas mãos
Sonhei que estava estendida
No cimo de uma mesa
Vi o meu corpo sem vida
Entre quatro velas acesas

Ao lado o padre rezava
Comoveu-me a sua oração
Ao bom Deus ele implorava
Para dar-me a salvação
Suplicava ao Pai Eterno
Para amenizar o meu sofrimento
Não me enviar para o inferno
Que deve ser um tormento

Ele deu-me a extrema-unção
Quanta ternura notei
Quando foi fechar o caixão
Eu sorri… e despertei.


De “Antologia pessoal”. (Organização José Carlos Sebe Bom Meihy). Rio de Janeiro: Editora UFRJ, 1996, p.174.

Yo soñé

Soñé que estaba muerta

Vi un cuerpo en el ataúd

En lugar de flores había libros

Que estaban en mis manos

Soñé que estaba acostado

sobre una mesa

Vi mi cuerpo sin vida

Entre cuatro velas encendidas

Junto al sacerdote oró Me

conmovió Su oración

Al buen Dios suplicó

Que me diese la salvación

Le suplicó al Padre Eterno que

aliviara mi sufrimiento

No me envíes al infierno

Lo que debe ser un tormento

Me dio la unción extrema.

Cuánta ternura noté

Cuando se estaba cerrando el ataúd

sonreí … y desperté.

Carolina Maria de Jesus à margem do Rio Tietê e, ao fundo, a Comunidade do Canindé – foto: Audálio Dantas, 1960

Quarto de Despejo


Quando infiltrei na literatura
Sonhava so com a ventura
Minhalma estava chêia de hianto
Eu nao previa o pranto. Ao publicar o Quarto de Despejo
Concretisava assim o meu desejo.
Que vida. Que alegria.
E agora… Casa de alvenaria.
Outro livro que vae circular
As tristêsas vão duplicar.
Os que pedem para eu auxiliar
A concretisar os teus desejos
Penso: eu devia publicar…
– o ‘Quarto de Despejo’.

No início vêio adimiração
O meu nome circulou a Nação.
Surgiu uma escritora favelada.
Chama: Carolina Maria de Jesus.
E as obras que ela produz

Deixou a humanidade habismada
No início eu fiquei confusa.
Parece que estava oclusa
Num estôjo de marfim.
Eu era solicitada
Era bajulada.
Como um querubim.

Depôis começaram a me invejar.
Dizia: você, deve dar
Os teus bens, para um assilo
Os que assim me falava
Não pensava.
Nos meus filhos.

As damas da alta sociedade.
Dizia: praticae a caridade.
Doando aos pobres agasalhos.
Mas o dinheiro da alta sociedade
Não é destinado a caridade
É para os prados, e os baralhos

E assim, eu fui desiludindo
O meu ideal regridindo
Igual um côrpo envelhecendo.
Fui enrrugando, enrrugando…
Petalas de rosa, murchando, murchando
E… estou morrendo!

Na campa silente e fria
Hei de repousar um dia…
Não levo nenhuma ilusão
Porque a escritora favelada
Foi rosa despetalada.
Quantos espinhos em meu coração.
Dizem que sou ambiciosa
Que não sou caridosa.
Incluiram-me entre os usurários
Porque não critica os industriaes
Que tratam como animaes.
– Os operários…


De : “Meu estranho diário”. São Paulo: Xamã, 1996, p. 151-153. (grafia original)

Cuarto De Espejos

Cuando me infiltré en la literatura,

solo soñaba con la felicidad.

Minhalma estaba llena de hianto

. No preveía las lágrimas. Cuando publiqué Cuarto de espejos,

ese era mi deseo.

Que vida. Que alegría.

Y ahora … casa de mampostería.

Otro libro que circulará

Los tristes se duplicarán.

Aquellos que me piden que los ayude a

cumplir sus deseos

creo: debería publicar …

– el ‘Cuarto de espejos’.

Al principio vi admiración

Mi nombre circuló la Nación.

Surgió un escritor de favelas.

Llama: Carolina María de Jesús.

Y las obras que produce

dejaron a la humanidad asombrada

Al principio estaba confundida.

Parece que estaba recluida en

un estuche de marfil.

Me solicitaron

hicieron que me sintiera halagada

Como un querubín.

Entonces empezaron a envidiarme.

Decía : tú, debes dar

tus bienes, por un asilo.

Los que me hablaban así

no pensaban.

En mis hijos.

Las damas de la alta sociedad.

Decía: practica la caridad.

Donar ropa a los pobres.

Pero el dinero de la alta sociedad

no es para caridad,

es para prados y terrazas

, así que decepcioné

Mi ideal retrocediendo

como un cuerpo envejecido.

Estaba arrugando, arrugando …

Pétalos de rosa, marchitos, marchitos

Y … ¡Me muero!

En la tumba silenciosa y fría

tengo que descansar un día …

No me hago ilusiones

Porque el escritor de la favela

era una rosa brillante.

Cuántas espinas en mi corazón.

Dicen que soy ambiciosa

Que no soy caritativa.

Me incluyeron entre los usureros

porque no critica a las industrias

que tratan como animales.

– Los trabajadores …

De : Mi extraño diario . São Paulo: Xamã, 1996, pág. 151-153. (ortografía original)

A Rosa


Eu sou a flor mais formosa
Disse a rosa
Vaidosa!
Sou a musa do poeta.

Por todos su contemplada
E adorada.

A rainha predileta.
Minhas pétalas aveludadas
São perfumadas
E acariciadas.

Que aroma rescendente:
Para que me serve esta essência,
Se a existência
Não me é concernente…

Quando surgem as rajadas
Sou desfolhada
Espalhada
Minha vida é um segundo.
Transitivo é meu viver
De ser…
A flor rainha do mundo.


De : “Antologia pessoal”. (Organização José Carlos Sebe Bom Meihy). Rio de Janeiro: Editora UFRJ, 1996.

Muitas fugiam ao me ver

Muitas fugiam ao me ver
Pensando que eu não percebia
Outras pediam pra ler
Os versos que eu escrevia

Era papel que eu catava
Para custear o meu viver
E no lixo eu encontrava livros para ler
Quantas coisas eu quiz fazer
Fui tolhida pelo preconceito
Se eu extinguir quero renascer
Num país que predomina o preto

Adeus! Adeus, eu vou morrer!
E deixo esses versos ao meu país
Se é que temos o direito de renascer
Quero um lugar, onde o preto é feliz.

De : Antologia pessoal. (Organização José Carlos Sebe Bom Meihy). Rio de Janeiro: Editora UFRJ, 1996.

Citas, refranes y aforismos

«¡Ah! Sao Paulo, reina que luce orgullosa tu corona de oro, que son los rascacielos. Que viste de terciopelo y seda y calza calcetines de algodón, que es la favela».

«Quarto de despejo». São Paulo: Francisco Alves, 1960.

«Pero ya he observado a nuestros políticos. Para observarlos fui a la asamblea. La rama del purgatorio, porque la sede es la sede del Servicio Social, en el Palacio de Gobierno. Fue allí donde vi el crujir de dientes. Vi a los pobres salir llorando. Y las lágrimas de los pobres como los poetas. No conmueve a los poetas de salón, sino a los poetas de la basura, a los idealistas de las favelas, a un espectador que mira y observa las tragedias que los políticos representan en relación con el pueblo.»

 «Quarto de despejo». São Paulo: Francisco Alves, 1960, p. 54.

“Quienes inventaron el hambre son los que comen”.

«Quien escribe puede morir de hambre pero tiene el pan de la sabiduría y puede gritar con sus sabias palabras.»

«… Cuando estoy corta de dinero, trato de no pensar en mis hijos que me pedirán pan, pan, café. Desvío mis pensamientos hacia el cielo. Pienso: ¿hay habitantes allá arriba? ¿Son mejores? que nosotros? ¿El predominio allí supera al nuestro? ¿Las naciones allí son tan variadas como aquí en la tierra? ¿O hay una sola nación allí? ¿Y si hay favelas allí, viviré en una favela?

«Quarto de despejo». São Paulo: Francisco Alves, 1960

“Triste gloria que no me deja tener voluntad propia. Quiero ser yo. Me hicieron desviarme de todo lo que quería cuando vivía en la favela y añoraba salir de la choza. ¿Qué soy ahora? Una muñeca explotada y eso lo rechazo.»

 «Testimonio a Ignácio Loyola», en 1961.

“La amistad de los analfabetos es sincera. Y el odio también”.

«- Dijeron que, como poeta, se suponía que yo estaba entre los nobles. Que los poetas son buenas personas que caminan con las uñas pintadas y guantes. Sonreí. Porque no conocen a los poetas. – El poeta es una persona desafortunada que sólo conoce las penurias del guión en este hemisferio.»

Poeta

Poeta, em que medita?

Por que vives triste assim?

É que eu a acho bonita

E você não gosta de mim.

Poeta, tua alma é nobre.

És triste, o que te desgosta?

Amo-a, mas sou tão pobre

E dos pobres ninguém gosta.

Poeta, fita o espaço

E deixa de meditar.

É que… eu quero um abraço

E você persiste em negar.

Poeta, está triste eu vejo.

Por que cisma tanto assim?

Queria apenas um beijo,

Não deu, não gosta de mim.

Poeta!

Não queixas suas aflições

Aos que vivem em ricas vivendas

Não lhe darão atenções

Sofrimentos, para eles, são lendas

Foto de Carolina María en el balcón del edificio del Ayuntamiento de RJ, observando el muelle del puerto (1960).
Archivo: Última Hora.

“Revisé los cajones buscando algo para leer. En nuestra casa no había libros. Era una casa pobre. El libro enriquece el espíritu. Una vecina me prestó un libro, la novela Escrava Isaura. Yo, que estaba cansado de oír hablar de la dañina esclavitud, decidí leer todo lo que mencionara qué era la esclavitud. Entendí tan bien la novela que lloré sintiendo pena por el esclavo. Analicé el libro. Entendí que en aquella época los esclavizadores eran ignorantes, porque el que es educado no esclaviza, y el que es educado no acepta el yugo de la esclavitud”.
– Carolina María de Jesús, en el libro ‘Diário de Bitita’. SESI-SP Editora, 2014.

Carolina Maria de Jesus – foto: Audálio Dantas

Carolina Maria de Jesus (Sacramento, Minas Gerais, Brasil, 1914 – São Paulo, Brasil, 1977). Poeta y narradora. Es considerada una de las primeras y más importantes escritoras negras de Brasil.

Hija ilegítima de una campesina pobre, con varios hermanos, trabaja desde pequeña. Su educación se limita a los dos años que asistió al Colégio Allan Kardec, probablemente en 1923 y 1924. En los cortos dos años que estudió en esa escuela espírita, Carolina tomó el gusto por la lectura, y el primer libro que leyó completo, prestado por una vecina, fue «A escrava Isaura«, de Bernardo Guimarães. A partir de entonces siguió leyendo todo lo que encontraba a su paso, incluidos libros encontrados o donados, que formaban un repertorio de referencias muy particular.

Este año, se mudó con su familia a una finca en Lageado, Minas Gerais, donde trabajaron como agricultores. Regresó a Sacramento en 1927 y, por dificultades económicas, emigró a Franca, São Paulo, en 1930, pasando el primer año en la hacienda Santa Cruz y luego en la ciudad, donde trabajó como ayudante en la Santa Casa de Franca. Ayudante de cocina y domestica.

Cuando murió su madre en 1937, se fue a São Paulo en busca de mejores condiciones de vida. Cuando se mudó a São Paulo, sola, dejando atrás a su familia y sus libros, Carolina comenzó a escribir furiosamente. Por los informes que dejó se sabe que su cabeza se inundó de “pensamientos poéticos”. Una de sus notas dice: “Sentí ideas que no conocía”.

1941 aparece la publicación de un poema de Carolina en alabanza a Getúlio Vargas en el diario Folha da Manhã y se publica una fotografía de Carolina María de Jesús en Folha da Manhã, junto al periodista Willy Aureli.

En 1948 nace su primer hijo, João, tras una relación con un marinero portugués, que la abandona; en 1950 nace el segundo hijo, José Carlos, tras una relación con un español y en 1953 nace la tercera hija, Vera Eunice, tras una relación con el dueño de una fábrica. Al parecer, el padre de Vera fue un hombre blanco e influyente, que solo aparecía de vez en cuando para ofrecer algo de dinero. Durante el periodo de 1948 a 1961 vivió en la favela Canindé, sobreviviendo como recolectora de papel y chatarra.

En 1958, el periodista Audálio Dantas, informando sobre la inauguración de un parque infantil en Canindé, conoció a Carolina Maria. Un encuentro casual que le llevó a descubrir los escritos de Carolina. Los diarios  comienzan el 15 de julio de 1955 (cumpleaños de Vera) y acaban el 1 de enero de 1960, con interrupción de los años 1956 y 1957.

En 1959, trabajando para la revista O Cruzeiro, el periodista Dantas publicó extractos de los escritos de Carolina y, posteriormente, trabajó en la selección y edición , cambiando la puntuación pero manteniendo la ortografía y la gramática originales, para la publicación que reúne estos escritos en un libro Quarto de Despejo: Diário de uma Favelada, lanzada en 1960, con notable éxito editorial. En los 3 primeros días se vendieron 10.000 copias. En Quarto de Despejo, la mujer negra de la favela, con poca educación, registra la pobreza cotidiana que rige sus días, así como la humillación social y moral a la que son sometidos los habitantes de la favela Canindé. Según explica en sus diarios, escribía en cada rato libre que tenía. Cuando estaba enferma o no podía salir a buscar chatarra porque estaba lloviendo, aprovechaba para escribir. También escuchaba la radio; le gustaban mucho los valses vieneses y los tangos. Entre sus planes estaba publicar sus novelas y ganar dinero suficiente para poder así escapar de la favela: relata con decepción el rechazo del Reader’s Digest de sus manuscritos y se queja de que los editores brasileños se ríen de ella por ser una escritora negra. Escribir sobre la favela no es sólo una manera de intentar dar sentido a la propia vida, sino también de revelar la miseria que implicó la modernización de los años cincuenta. El libro fue traducido aproximadamente a 14 idiomas y distribuido en 40 países. Fue libro de obligada lectura en las escuelas, convirtiéndose en el más vendido de Brasil en su época. Carolina fue invitada a eventos políticos, literarios, artísticos, académicos ; fue entrevistada por diarios y revistas nacionales e internacionales.

En 1960 Carolina es honrada por la Academia Paulista de Letras y la Academia de Letras de la Facultad de Derecho de São Paulo.

Carolina Maria de Jesus, deja la favela y se muda a una casa que logra comprar en el barrio de Santana y lleva un diario con registros de lo que le sucede allí. Posteriormente sera publicado con el titulo Casa de Alvenaria: Diário de uma Ex-favelada (1961), con presentación de Audálio Dantas. En esta obra se notan más explícitamente las contradicciones de la autora respecto de lo que quiere para ella y su familia. También son evidentes sus vacilaciones respecto a su deseo de reconocimiento público o su rechazo a los mecanismos sociales que obstaculizan su carrera profesional como escritora. Durante el año 1961 viaja a Argentina (donde recibe la «Orden Caballero Del Tornillo»), Uruguay y Chile. También viaja a varias regiones de Brasil.

En 1961, Carolina María de Jesús lanzó un álbum con el mismo título que su primer libro. La escritora interpreta 12 canciones propias.

En 1963, publica Pedaços da Fome, su única novela, que tiene poca repercusión.

En 1964 el periódico publica una fotografía que muestra a la autora en las calles, recogiendo periódicos.
En 1965 se publica Proverbios, editado por la propia autora, y sin repercusión alguna.

Debido a los continuos desacuerdos con sus editores, así como a las dificultades para mantenerse en el centro de atención y adaptarse a la vida en un barrio de clase media, en 1969 se mudó a una finca en el Parelheiros, barrio de la periferia de São Paulo, donde prácticamente quedó olvidada por el mercado editorial, a pesar de algunos intentos de volver al panorama literario.

Carolina María de Jesús falleció el 13 de febrero de 1977, a causa de una insuficiencia respiratoria, a la edad de 62 años.

Tras su muerte se publicaron obras escritas entre 1963 y 1977, de las cuales la más significativa es El diario de Bitita, editado inicialmente en Francia. El Diario de Bitita, rescata la fuerza literaria de la producción de Carolina María de Jesús. Son recuerdos de la infancia y la adolescencia, en Sacramento y en las fincas donde trabaja como colona, ​​así como de sus inicios en Franca. En esta obra, los temas de la injusticia social, la opresión, los prejuicios contra los negros y el abuso por parte de los poderosos se presentan desde la perspectiva de alguien que los vivió. La obra da testimonio de la historia de la lucha y de la opresión a la que fueron confinados los pobres en Brasil en las primeras cinco décadas del siglo XX.

Carolina María de Jesús, a pesar de sus condiciones materiales, luchó por ganar dignidad y erigirse como alguien que resiste la explotación y la deshumanización.

En el año 2004, en celebración del Año Nacional de la Mujer, por iniciativa del Senado, la Coordinación de la Mujer de la Ciudad de São Paulo lanza el Calendario «Mujeres que están en el mapa», con un homenaje a Carolina María de Jesús exhibido en el mes de Noviembre y ese mismo año se
inaugura la Rua Carolina María de Jesús, en el barrio de Sapopemba.
En 2005 se inaugura la Biblioteca Carolina María de Jesús, con una colección inicial de 2000 libros sobre la formación de la identidad nacional desde la perspectiva de la participación negra, en el Museo Afro Brasil/Parque Ibirapuera.

Según la información revelada por la estudiante de doctorado Raffaella Fernández, quien ha trabajado en la investigación Narrativas de Carolina María de Jesús: Proceso de creación de un poética del desperdicio, en el Instituto de Estudios del Lenguaje (IEL) de la Universidad Estadual de Campinas (Unicamp), Carolina dejó “más de 5 mil páginas manuscritas, en total 58 cuadernos que contienen siete novelas, más de 60 textos con características de crónica, fábulas, autobiografía y cuentos, más de 100 poemas, cuatro obras de teatro y 12 marchas de Carnaval”. Todo este material está disperso y pueden aparecer nuevos manuscritos.

«Escritora, campesina, coleccionista de papel, compositora, bailarina de samba, poeta, dramaturga, cantante, actriz de circo, raíz de árbol [que utiliza raíces en tratamientos médicos]”, así la describe la historiadora Elena Pájaro Péres en su tesis doctoral Exuberancia e invisibilidad. Movimientos de población y cultura en São Paulo, de 1942 a principios de los años 1970, defendido en 2007 en el Departamento de Historia de la Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias Humanas de la Universidad de São Paulo (FFLCH-USP).

Cuando trabajas con personas en movimiento, tienes que lidiar con la dispersión de los documentos”, dice Elena. “Carolina entregó muchos escritos a otras personas con la esperanza de publicarlos y, en sus constantes mudanzas, se vio obligada a dejar algunos libros que había coleccionado con esmero”. Incluso sus obras publicadas son difíciles de encontrar. Elena Peres pudo consultar los microfilmes de sus manuscritos en la Biblioteca del Congreso de Washington, que también conserva una copia de todos los libros de Carolina, incluida la novela Piezas del hambre, de 1963, y su único álbum, grabado por RCA Victor. Los mismos microfilmes también están disponibles en la Biblioteca Nacional de Río de Janeiro, pero el catálogo de la BN no contiene todos sus libros.



«Ser negra en un mundo dominado por blancos, ser mujer en un espacio dominado por hombres, no poder establecerse como persona con recursos en un territorio donde administrar dinero es más difícil que ganarlo, publicar libros en un ambiente intelectual con un modelo refinado, todo esto en conjunto hizo que la experiencia de Carolina fuera un torbellino«

José Carlos S. B. Meihy y Robert Levine, en «Cenicienta Negra: la saga de Carolina María de Jesús». Río de Janeiro: Editora UFRJ, 1994, p. 63.


"Fui a ver el libro. Y por primera vez entré en la choza número 9 de la Rua A, en la favela Canindé. Y vi los cuadernos del guardia de alimentos, oscuros como el humo. Narración diaria de la vida de Carolina y de la vida de la comunidad-favela. Cosa bien contada, tal como aparece ahora impresa, sin quitar ni poner. Lo vi, lo sentí. Nadie podría escribir historias tan oscuras mejor que una mujer negra que pudiera retratar todo eso en una sola pieza. Por eso le dije esto a Carolina María de Jesús, allí mismo, mientras leía extractos de su diario: 
___Te prometo que todo lo que escribiste saldrá en un libro."

- Audálio Dantas, en “Nuestra hermana Carolina. Presentación del libro "Quarto de Eviction", São Paulo: Francisco Alves, 1960.

Manuscrito de Carolina Maria de Jesus :

Transcripción del manuscrito: 

15 de julio de 1955
15 de julio, cumpleaños de mi hija Vera Eunice. Tenía la intención de comprarle un par de zapatos. Pero el costo de los alimentos nos impide satisfacer nuestros deseos. Actualmente somos esclavos del costo de vida. Encontré un par de zapatos en la basura, los lavé y los remendé para que ella los usara.
No tenía ni un centavo para comprar pan. Entonces lavé 3 litros y se los cambié a Arnaldo. Guardó los litros y me dio pan. Fui a recibir el papel moneda. Lo recibí en 65 cruceros. Compré 20 de carne. 1 kilo de tocino y 1 kilo de cruceros de azúcar y queso. Y el dinero se acabó.
Pasé el día sintiéndome mal. Me di cuenta de que estaba resfriado. Por la noche me duele el pecho. Empecé a toser. Decidí no salir de noche a recoger papel. Busqué a mi hijo João José. Estaba en la Rua Felisberto de Carvalho, cerca del supermercado [...]
- Carolina María de Jesús en "Sala de desalojo. Diario de un habitante de favela".


Tras el éxito del libro Quarto de Despejo, Carolina María de Jesús, grabó el álbum del mismo nombre en RCA Victor al año siguiente. Todas las composiciones son suyas, acompañadas por el Maestro Francisco Moraes en los arreglos y la dirección artística de Júlio Nagib.


Obra De Carolina Maria De Jesus

Memórias y diários

:: Quarto de despejo. Diário de uma favelada. São Paulo: Livraria Francisco Alves (Editora Paulo de Azevedo Ltda), 1960, 182p.
:: Casa de Alvenaria. Diário de uma ex-favelada. Rio de Janeiro: Livraria Francisco Alves (Editora Paulo de Azevedo Ltda), 1961, 183p.
:: Diário de Bitita. Rio de Janeiro: Nova Fronteira, 1986, 203p. [Publicado primeiro na França, sob o título: Journal de Bitita. (Tradução Régine Valbert). Paris: A. M. Métailié, 1982].

:: Meu estranho diário. (Organização José Carlos Sebe Bom Meihy e Robert M. Levine). São Paulo: Xamã, 1996, 314p.

Romance

:: Pedaços da fome. [apresentação Eduardo de Oliveira]. São Paulo: Editora Áquila, 1963, 217p.

Aforismos

:: Provérbios. São Paulo: Luzes – Gráfica Editôra Ltda, 1965, 61p.

Poesia

:: Antologia Pessoal.(Organização José Carlos Sebe Bom Meihy). Rio de Janeiro: Editora UFRJ, 1996, 235p.

Otros textos

:: As crianças da favela. Revista do Magistério. São Paulo, n. 24: 8, dez. 1960, p. 18-
19. 

:: Sócrates africano. (conto). in: São Paulo: Revista Escrita (editada Wladyr Náder), nº 11, 1976, p 5 -6.; e in: MEIHY, José Carlos Sebe Bom; LEVINE, Robert M. Cinderela negra: a saga de Carolina Maria de Jesus. Rio de Janeiro: UFRJ, 1994, p.190-196. 

:: Minha vida. In: MEIHY, José Carlos Sebe Bom; LEVINE, Robert M. Cinderela negra: a saga de Carolina Maria de Jesus. Rio de Janeiro: UFRJ, 1994, p. 172-189. 
:: Diario de viaje: Argentina, Uruguai, Chile. [Apêndice]. In: JESUS, Carolina Maria de. Casa de ladrillos. Buenos Aires: Editorial Abraxas, 1963, p. 128-191.
:: Onde estais felicidade?.Movimento, 21 fev. 1977.

Inéditos *

:: Obrigado Senhor vigário (peça de teatro). mimeo, s/d.

:: O escravo (romance).

Antologias
:: Literatura e afrodescendência no Brasil: antologia crítica. (Organização de Eduardo de Assis Duarte).. [vol. 1, Precursores]. Belo Horizonte: Editora UFMG, 2011. 

Composiciones/Música

:: LP Quarto de despejo – Carolina Maria de Jesus, cantando suas canções.

Enlaces de interes :

https://www.revistaprosaversoearte.com/carolina-maria-de-jesus-poetica-da-diaspora/

https://www.facebook.com/CarolinaMariadeJesusOficial/?fref=ts https://repositorio.uchile.cl/bitstream/handle/2250/129891/Ahora-yo-hablo-y-soy-oida.pdf?sequence=1&isAllowed=y

Fuente de la bio : https://www.elfikurten.com.br/2014/05/carolina-maria-de-jesus.html

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