“La poesía es la conciencia más aguda del lenguaje”
M.Negroni
La proporción áurea
a cada amor le incumbe
su ruina pestilente
a cada río
su texto migratorio
el costo es alto
la miniatura del deseo
inmensa
no te quedes sin ver
los cuervos del fracaso
ni el bajísimo cielo
en el que ardemos
con un pie en la eternidad
y otro en el barro
no instales una patria
en la cabeza
escúchate avanzar
retrocediendo
en la esfera más lenta
sé feliz
El jardín de las delicias
érase una vez un jardín
o algo parecido a un jardín
donde la noche ocurría
sin ser vista
diríase un prólogo
de flores doradas
a un otoño
sin escritura
se sucederían los días de las niñas rojas
en sus canastas había un tintero
la muerte les puso pena sin despertarlas
cosas raras
de nunca amar
así es el sur
así el estilo de la ternura.
III
(petite chronique)
nunca se sabrá
cómo la sombra
se tragó la luz
en un lugar tan pequeñito
nunca se sabe en un lugar así
si no es mejor
morir
no molestar a nadie
menos que nadie a Dios
no exageres
¿no querías acaso ser Nadja?
más o menos
siempre más o menos
te ordeno ser Nadja más o menos
la poesía
tiene que ver con eso
cómo encontrar
un caracol imperfecto
cuidado
la ambición
te puede causar
una úlcera
no es mucho
no es demasiado
el miedo siempre igual
a sí mismo
te ordeno que te calles
te ordeno que no busques
sino aquello
que no te alcanzaría
¿quién inventó la distancia?
¿quién dijo el otoño
renacerá siempre cada vez más rojo?
nunca se supo
jamás se sabrá con certeza
cómo en el pecho de esa prisión
avanzaban
dos niños viudos
dos novios huérfanos
más altos
que un territorio invadido
iban
como quien vuelve
mejor dicho volvían
sin tener idea
sin tener la más remota
idea
de la sombra
te ordeno que no tengas
una úlcera
sobre todo
si se parece a Nadja
en la prisión del sueño
de Breton qué miedo
a veces no es tan malo
a veces
te perdonan
el premio es una tumba
al lado de Mamá
nos sentimos honrados
¿por qué no?
ahora que hemos vuelto
con lo puesto
y avanzamos
por el reverso de la luz
más altos que Hansel y Gretel
más despavoridamente
ingratos
De, Arte y Fuga, Editorial Pre-Textos, Valencia, España, 2005.
XI
(pietà)
hay una música triste
como dádiva cierta
hay lo que puede ocurrir
porque ya ocurrió
excuse me—dijo la muerte
¿hablaba de mí?
¿yo señor?
sí señor
no señor
¿pues entonces de qué hablaba?
no sé
de una batalla sin oponentes
o tal vez
de la extranjera eternidad
que lo posee todo
porque no es nada
oh Sócrates
ocho millones de historias
en la ciudad desnuda
y yo
pensando en los caracoles
el bosque avanza
la noche de este cuerpo avanza
Dios lo sabe pero yo no
perdón—interrumpió el miedo
¿con quién hablo?
no estoy segura
está oscuro como siempre
en el poema
bah—dijo la muerte
qué más da
más tarde o más tarde
el espacio crea el olvido
o el olvido
el espacio
¿eso es todo?
no no es todo
es apenas el arte
de la repetición infinita
yo quiero eso—dije
y también esto y aquello
y lo de más allá
cuidado—dijo la muerte
con la ambición
¿y qué hay
más allá del afuera?
un pastorcito mentiroso
¿y qué dice?
no lo que será
sino lo que podría
no ser
¿y eso qué es?
el corazón del reflejo de lo que fuimos
sobre las olas invisibles
yo quiero eso—dije
yo no sé cómo sé
que lo quiero
la muerte es una especie de amor—pensó el poema
De, Arte y Fuga, Editorial Pre-Textos, Valencia, España, 2005.
XXI
(cantus firmus)
hojas amarillas
en el fulgor de este otoño
como espera de lunas
escritas sobre el río
se busca en la estadía de lo inquieto
lo que irá sin haber ido
esta orfandad
de cielo que nos ama
y en la luz se sueña luz
mansión de ser
piedrita por piedrita
la música del río
está en el río
de la noche a la noche
no hay otra indefensión
canta la pena que vuela
en el silencio que canta
en los inmensos
territorios de tu nada
y así traduce el cuerpo material
la ineptitud de su pregunta
y el dolor
está abierto el poema
está despierto el centro
dormido del agua
hay que inventar lo que somos
—dijo el rabino de Praga
ningún oro
ningún reino
salvo éste
que surge en el instante
en que se pierde
la ausencia de la luna
está en la luna
no hay más visitaciones
no hay otra luz que cante
en la orfandad
que hermosamente somos
miguita por miguita
música pensada
como amarilla casa
compartida
se busca así
el tiempo en el no tiempo
y así el otoño sueña
de la noche a la noche
como un fulgor hecho de nidos
como una voz que enciende el bosque
o pájaro que toca
sólo para Dios
De, Arte y Fuga, Editorial Pre-Textos, Valencia, España, 2005.
La noche americana
—A black pool opened up at my feet.
I dived in. It had no bottom.
—Un charco negro se abrió a mis pies.
Caí. No tenía fondo
la noche es una casa
para perder la casa
algo así
como una izquierda erótica
primero ardiente después glacial
o bien nada viene
y después está
el corazón lisiado
la brusca sangre
asíntote diríase
cuanto más cerca
más lejos
mejor hubiera sido
aclimatarse
a las diáfanas
confusiones del amor
en la jungla de asfalto
los pájaros
estudian lo imposible
la noche tiene
mil ojos
y un ojo
Monólogo interior
¿cosa busca la noche
cuando aquí prolifera
tu ausencia más palpable
y yo me quedo en vano
cada vez hacia nadie
eco de qué mármol
de qué aurora
luz de sombra de tu luz
que me naciera
o alegoría del oído
esa campana
repicando
por todo paisaje?
Fata Morgana
Venecia completamente hundida. Sólo se ven los duomos, estatuas sobre
los duomos, el cobre de algún campanil. En la tarde, el agua tiene el
color de los espejos falsos. Melancolía en gris, duelo a la deriva. Pasa
un zapato de charol negro, enorme, de taco altísimo. Féretros envueltos
en terciopelo rojo se mecen en el agua, como góndolas. Pienso; Estoy
a salvo. El cementerio es esta isla amurallada. No hay nadie más que yo,
e hileras de camisas con corbata (siempre en tono gris), manos que
salen de la tierra, si uno levanta una de esas manos, aparece una mujer
en vestido de otra época, al instante se desvanece, su expresión no es
infeliz.. (Siguen los ataúdes, siguen los espejos bajo la tarde en vilo.)
Una bufanda azul se agita sobre una cruz, una fecha improbable sobre
un muro. Entonces aparece el ángel con una pluma en la mano y dice:
-Ahora, cierra los ojos y vuelve a perder el sitio de tu extravío.
Siguiendo un fuego
ahora si puede decirse ahora
para esto
que siempre está pasando y vino
y encenderá la luz
detrás de cuál imagen
vos
contra un paisaje
cada vez en su temblor
eternamente mi ciudad
que todavía no se supo
y sin embargo estoy tocando
a ese camino que me abrís
encandilada
como una oscuridad
en otra oscuridad.
se espera
que un pájaro sediento
reniegue
de la abstracción del canto
que el corazón dé un salto
y de pronto sepa
estrictamente
nada
que algún dolor encuentre
formulación ninguna
tiempo hace que no hace
más que un vacío atronador
el mundo sin su mundo
en franjas de infinito
y es tanto
tan poquísimamente
lo que el pájaro escrito
sabe traducir
tan muda
su líquida visión
atada a la prosodia
se espera siempre
lo que no puede
esperarse
se va de medio cielo
a gracia plena
……….a plena plaza humana
y allí se busca
corregir los discursos
del anhelo y la falta
se espera que el círculo
coincida con el centro
y el centro
con los intervalos
que las piedras se afilen
con cada fracaso
que las notas del pájaro
hagan de la herida
herida necesaria
De Oratorio (2021)
conversa el río con la piedra
la piedra con la orilla
y la orilla consigo misma
pero nosotros
nunca llegamos
al concierto del mundo
no somos ni habremos sido
más que una mezcla
de barca y bruma
nosotros hacemos ruido
en cada nacimiento
alumbramos la muerte
con cada muerte
con tal delicadeza
no conversamos con nadie
que hasta se nos escapa
el viaje al oro
de la transparencia
no entendemos que el río
no conduce a las aguas
sino al revés
que en su rítmica estela
la consciencia es prosodia
en la luz de un labio
a la espera de algo
arrojamos al siglo
nuestra voz inútil
las palabras caen
piedras autistas
a ningún tiempo
De Oratorio. Vaso Roto(2021)
De la docta ignorancia
Algo similar se propuso hace más de diez siglos el poeta provenzal Guillaume d’ Aquitaine, cuando dijo: Haré un verso de absolutamente nada.
Esa ha sido siempre la ambición del poema: hablar de nada.
Es decir, ser la voz de la cosa ausente, la acústica del alma para oír, no lo que dicen las palabras sino aquello –vinculado al origen, la escisión, la finitud— que siempre se sustrae a las redes del lenguaje. Quien escribe entiende, como nadie, que las palabras son insuficientes, a menudo tramposas, incluso nocivas. Por eso, se para ante ellas con recelo. Desconfía del pacto utilitario, comunicativo u ornamental que proponen. Lucha contra ellas, a pesar de tener plena consciencia de que no existe, como advirtió el poeta vietnamita Ocean Vuong, una lengua para salirse de la lengua.
Toda escritura que se precie reflexiona, tarde o temprano, sobre la inadecuación entre lenguaje y mundo.
En algunos casos, la operación es más visible, aparece en los ensayos que acompañan a la obra del autor o autora (pienso en Octavio Paz, Marina Tsvetáieva, y más cerca de nosotros, en Mario Montalbetti o Tamara Kamenszain).
En otros, la poesía piensa adentro de la poesía misma.
Un verso del poeta español Aníbal Núñez dice con sencillez brutal:
“Para ser río, al río le sobra el nombre”.
Y otro, de José Ángel Valente:
“Las palabras crean espacios agujereados, cráteres, vacíos. Eso es el poema.”
Yo agregaría que esos huecos, fisuras, agujeros son puertas, modos extremos de abrirse al mundo.
También son avanzadas contra la doxa, la frase hecha y el espíritu mayoritario, que siempre embalsaman la vida, impidiendo a las criaturas el contacto con su propia inadecuación.
Como el deseo, la poesía es díscola por naturaleza.
No se deja encuadrar, gobernar, restringir.
Se niega a la madurez.
Hace que estalle la diferencia en el centro mismo de lo homogéneo.
Entre la ley y el desacato, elige siempre el desacato.
Quizá esto explique por qué es tan difícil, de leer y de escribir.
En ella, todo se trastoca: la emoción piensa, la sintaxis se emociona, la obsesión se hace forma, la forma defiende la soledad en que estamos, y el silencio alcanza el difícil estatuto de la palabra muda.
Néstor Sánchez, uno de los narradores argentinos que más admiro,
propuso y practicó una insularidad radical que alcanzó su punto álgido cuando vivió de homeless en Manhattan, buscando que la calle fuera la puntuación de la vida, que su yo no solo fuera otro, sino mejor, ninguno. La postura de Sánchez es extrema. No sólo la expresión fácil le parecía inmoral, abogaba por una escritura sin personajes ni historias evidentes, contraria al testimonio, el consenso, la miseria informativa.
La expresión del dolor está siempre afuera de su anécdota, decía.
Por eso, tal vez, abominaba de la exigencia de representar.
Le interesaba lo incomunicable, no el confort de la inocencia estética.
La memoria que está afuera del tiempo, no la indigencia del yo chiquito.
La voz, no el aparato discursivo.
Una voz articulada con el vacío de sentido y con la dimensión de lo sagrado, que surgen en la exploración de aquello que ignoramos.
La prosa no debería ser, escribió, más que una excusa para llegar a la poesía.
María Negroni. (Rosario, Argentina, 17 de julio de 1951). Poeta, ensayista, novelista, traductora. Es Doctora por la Universidad de Columbia, PhD en Literatura Latinoamericana. Ha residido muchos años en Nueva York dedicándose a la enseñanza y a la escritura. Ha recibido las Beca Guggenheim, Fundación Octavio Paz, New York Foundation for the Arts y Civitella Ranieri. Y ha sido reconocida con el Konex de Platino por su obra poética, entre otras distinciones. Es creadora y directora de la Maestría de Escritura Creativa en la UNTREF. Ha traducido a poetas como Elizabeth Bishop, Sylvia Plath o Valentine Penrose.
Su obra ha sido traducida al inglés, francés, italiano, sueco y portugués.
Obra poética publicada:
De tanto desolar (1985)
La jaula bajo el trapo (1991)
Islandia (1994) en su versión en inglés, Premio al Mejor Libro de Poesía en Traducción del año del PEN American Center (Nueva York, 2002)
El viaje de la noche (1994)
La ineptitud (2002)
Arte y fuga (2004)
Cantar la nada (2011)
Elegía Joseph Cornell (2013)
Interludio en Berlín (2014)
Archivo Dickinson (2018)
Exilium (Vaso Roto Ediciones, 2016)
Oratorio (Vaso Roto Ediciones, 2021)
Novelas :
El sueño de Úrsula (1998)
La anunciación (2007)
El corazón del daño (2021) (Ed. Random House)
Ensayo:
Ciudad gótica. Bajo la Luna Nueva, (1994)
Museo negro(1999)
El testigo lúcido: la obra de sombra de Alejandra Pizarnik.( 2003)
Galería fantástica. (2008), Premio Internacional de Ensayo Siglo XXI, México 2008)
Pequeño Mundo Ilustrado (Caja Negra, 2011)
El arte del error (Vaso Roto, 2016)
Objeto Satie (Caja Negra, 2018)
Archivo Dickinson (La Bestia Equilátera, 2018)
Tradujo, entre otros, a:
Louise Labé (Sonetos, Lumen, 1998); Valentine Penrose (Hierba a la luna y otros poemas, Ediciones Angria, 1995); Georges Bataille (Lo arcangélico, Fundarte, 1995); H.D. (Helena en Egipto, Ediciones Angria, 1994), Charles Simic (Totemismo y otros poemas, Alción, 2000), Bernard Noël (Contra-muerte y otros poemas, Alción, 2005) y la antología de mujeres poetas norteamericanas La pasión del exilio, Bajo la luna, (2007).
Distinciones :
VII Premio Internacional de Poesía Margarita Hierro / Fundación Centro de Poesía José Hierro (2023)con su libro ‘Utilidad de las estrellas’.
- Finalista en el Premio Fundación Medifé Filba 2022 por su novela El corazón del daño.
- Fondation Jan Michalski – Residency for Writers, Ginebra 2022.
- Premios municipales: 1er premio en la categoría Ensayo por La noche tiene mil ojos. y Premio único categoría Poesía por Archivo Dickinson.
- Fundación Bogliasco, Génova 2020.
- Directora de Letras del Fondo Nacional de las Artes 2019-2020.
- Cité Internacionale Des Arts. París, 2018.
- Premio de poesía del Fondo Nacional de las Artes por Archivo Dickinson. Argentina, 2016.
- Premio KONEX de Platino en Poesía, 2014.
- Primer Premio Internacional de Ensayo Siglo XXI. México, 2009.
- Writers Residence American Academy in Rome. Roma, 2008.
- Civitella Ranieri Foundation, Umbria. Italia, 2007.
- New York Foundation for the Arts. Nueva York, 2005.
- Fundación Octavio Paz. México, 2001-2002.
- The Pen Award for Islandia. New York 2002.
- The Lockert Poetry in Translation Prize por El viaje de la noche/ Night
Journey. Princeton University, 2002. - Rockefeller Foundation’s Bellagio Center. Bellagio, Italia 1998.
- Premio de la Secretaría de Cultura de la Nación por Ciudad
gótica.Argentina, 1998. - Segundo Premio Planeta por su novela El sueño de Úrsula. Buenos Aires,
1997. - Premio de la Secretaría de Cultura de la Nación por su libro El viaje de la noche. Argentina, 1997.
- John Simon Guggenheim Foundation Fellowship en poesía, 1994.
Enlaces de interes :
Pagina : https://www.marianegroni.com/index.html
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