9 Poemas de Brenda Rios

Los hijos

Entendí todo:
mi amor por los padres de familia
pobres hombres
llenos de apuro
amenazados con llegar a cenar
los abrazo el rato que pasan liberados
su alegría resuelta
este mirar
a medio párpado
pensando en mí
la que no viste a sus hijos
queriéndome tanto por ello
y odiándome por no saber
el detalle de su vida doméstica:
esas mañanas temprano
en que salen de casa
todos juntos en el auto
escuchando las noticias;
los dos pequeños atrás
el mayor adelante.
yo sabré todo después:
los partidos de futbol,
los ensayos,las clases de música,
la psicóloga especial;
esos hijos que no veo
que su padre ama tanto tanto
que me los unta en el pan con mantequilla
en el jabón de la espalda húmeda
esos hijos de mermelada roja
de ropa limpia
entran a la recámara
sin recibir instrucciones
sin amar ni un poquito
sin abrir las manos
sin decir papá quiero irme a casa
amo estos padres de familia
la revelación del año
me hacen pensar en mi padre
escurriendo así de casas oscuras
abrazándonos sin culpa
diciendo, hija, tráeme un vaso de leche,
acompáñame a cenar,
¿cómo te fue hoy?

De : Escenas del jardín. Mantis editores, México 2015

Los puentes

Lloraba por todos lados padre
mientras comía pollo asado
en el fregadero,
en el teléfono con gente cerrando tratos de dinero
lloraba porque no te volvería a ver
por la vida lejos
porque éramos distintos y lo mismo
porque tú de niño eras otro, más suave, buscando
excusas para no sembrar el campo.
Ya no hay tiempo padre, se nos terminó.
Manos vacías y limpias y lisas las nuestras. Pude verlas y tocarlas en tu cama de hospital,
32 días antes de tu partida.
Tenías que vivir. Tenías que morir.
Y en el intersticio dejar hechos varios hijos, algunos que no conozco
pero seguro parecidos a ti.
Lloro por todos lados,
en la ciudad.
Me transporto, vivo el día a día
llorando a mares,
la ropa húmeda; ofrezco
vasos de lágrimas a extraños.
No debiste haber muerto pero lo hiciste.
No debemos estar solos pero lo estamos
y nos va tan bien en el fracaso que lo practicamos
con entusiasmo.
Mira padre, esta es tu hija. La única mujer.
Quiere ser objetiva pero llora en reuniones de oficina
para que no mueras todo el tiempo,
para que no te vayas
y algo de ti quede en los tuyos.
Se acostumbra a llorar
la hija tuya
y en su casa la ropa es húmeda
y no sabe qué hacer.
Ambos, tú y yo,
hemos roto los puentes.
Los tuyos se quebraron con pólvora definitiva.

De : Escenas del jardín. Mantis editores, México 2015

Prestaciones

La mayor aspiración de mi familia,
de mi generación,
de mis amigos
es tener un buen empleo.
Cualquier empleo.
Una plaza fija.
Vacaciones pagadas, prestaciones, café ilimitado, clips metálicos,
fotocopiadora en un cuarto aparte,
persianas de plástico [tiras de algo blanco que permanece]:
qué belleza el pvc fracturado.
No podemos aspirar a más porque no hay más.
Lo sé, lo sabe mi familia, mis amigos, mi generación entera.

Y heme aquí, convertida en una gran empleada,
subida en el autobús del gran sueño de tantos,
dispuesta a gritar cuando los objetos se acercan al borde de la mesa.

De: Aspiraciones de la clase media. Ediciones Liliputienses, España, 2018

Clase media

Nunca tuve un empleo

que amara de verdad

Un empleo con uniforme

donde me pusieran en un muro

con un cartel abajo

“Empleado del mes”

Me hubiera gustado

me hubiera gustado mucho

ser azafata, vendedora de departamentos,

cajera de banco

empresaria

cualquier cosa vamos

que un simple crecer adusto y sin propósito

que un simple flotar

de un lado a otro

sin haber formado parte de un club

un grupo de señoras en el salón de belleza

una clase de nado

los desayunos de los martes después de dejar a los niños en el colegio

No tuve nada de eso

pasé de un empleo a otro con prisa de

saberlo todo

y luego ir a otra parte una vez que ya sabía

me aburrí tan espantosamente

en cada uno de ellos

ver la misma gente

la misma charla

debí haber resistido 30 años

en un espacio reducido

Pero ay

me fui

Fui la renunciadora

quería ver qué más de todo

debía haber algo mejor

quise pensar

pero no

Fuera de esos espacios reducidísimos

tampoco hubo gran cosa

una humedad de ciudad anciana

pobreza sin romanticismos

una soledad demasiado demasiado

dócil

Crónica en la vida en las ciudades

no todo lo que hacemos es bueno

las palabras salen de ti humo que anuncia fuego

boca accidente eléctrico

aprende a amarrarte bien las agujetas

de eso dependerá muchas veces la velocidad en que cruzas la calle

aprende a dormir de un solo lado de la cama

enfríate cuando el deseo no te deje dormir

piensa en tu abuela regando rosas

o yendo a misa

en un camino de polvo

tu tío Miguel mataba cerdos

lloraban los pobres antes de morir

lloraban a cántaros como si amaran tanto la vida

el juego

la comida aplastada en la tierra

no todo tiene que ser divertido

no hagas bromas de las cosas o de las personas

no siempre

cocina tus alimentos

vive una vida simple

es el mayor lujo

concéntrate de tal modo que puedas escuchar conversaciones en el metro

de Tokio

y cuando puedas ve al mar, sólo para recordarlo

el mar se olvida pronto

si ves un incendio en tu camino sigue de largo

no seas testigo de la destrucción

no cedas a la gula

si subes de peso no entrarás en el metro

o te sacarán los bomberos en una camilla especial

ordena tus tiempos

no salgas con gente que conoces en inernet

suelen ser aburridos o bueno, quizá tengas mayor suerte

no te obsesiones con el amor

es mejor así, créeme.

¿sabes qué es un rito de iniciación?

la hora pico

el metro en la hora pico es comunión con los seres humanos, la mayor

constancia de la existencia sudorosa de los seres

no te obsesiones con la felicidad

piensa mejor en las tareas del día, poco a poco

resuelve

descansa

pon la mente en blanco

no comas sano siempre

no comas chatarra siempre

observa la ciudad desde las alturas

ayuda a tomar perspectiva y espacio

camina como si acabaras de llegar

observa observa observa

el dulce oscuro camino del andén

si mueres en la hora pico bajo la tierra camino a casa

será entrar al vientre de tu madre muchos minutos después

de haber nacido

pero la oscuridad quizá sea la misma

De: Aspiraciones de la clase media. Ediciones Liliputienses, España, 2018

Ficción

No era de verdad
nunca lo fue
tampoco tenía por qué serlo
la vida en la oficina

No fue un desperdicio,
no seas dramático
no estuvo tan mal y lo sabes

Era genial, era maravilloso, era lo mejor del mundo
llegar a fin de mes sin pasar hambre
y la tanda con Rosy, la de recepción:
te hacía ahorrar a pesar de ti mismo

Era bueno, admítelo
no pongas esa cara
era bueno salir de ahí
aun si no hubiera sol y el camino a casa fuera lento
y pesado como una nave espacial encima de la ciudad

Era bueno
muy bueno bueno
ver a los amigos y tomar una cerveza antes de dormir:
y poder pagar esa cerveza

No pongas esa cara
no seas tontito
los sueños que tenías no eran tuyos ni sueños eran
eran anuncios de tv mi querido
mi cielo
mi terrón de azúcar

Nosotros, tú, yo, la vecina de enfrente
el señor de la tienda
vamos, tu madre misma
nacimos sin nada en la cabeza,
nada, caput
los sueños son para los héroes

Nada era de verdad pero eso no lo sabías
porque no sabes qué es verdad y qué no lo es
porque mira, te levantas en la mañana
te lavas la cara
los dientes
y en el minuto 52 después de que abres el ojo
ya estás harto de vivir

Hoy será un día largo piensas
luchar, salir, enfrentar el clima el metro
salir
llegar a tu computadora
sonreír, mirar el teléfono, sonreír un poco más
la cara, para la una de la tarde,
es una mueca de cortesía tensa
pero todo eso no era malo
claro que no

Sé fuerte, enfrenta todo
el desempleo por ejemplo
porque en este mismo instante
mientras tu mente está en blanco, caput
miles salen de las escuelas mejor o peor preparados que tú
a luchar por el empleo que te puede ayudar a pagar las cuentas y evitar que te tires
del balcón de tu departamento
por decirlo así, no que yo crea que puedes hacerlo
sé que no lo harías

Algo saldrá te dicen los melosos esos
cuando tienen comida acumulada en sus casas
el estómago lleno de porquerías
todo saldrá bien dicen ellos mismos
porque verte les da una mayor fe en su propia realidad

Mira, por lo que yo sé, estarás de nuevo ahí:
silla, computadora, separador de tablaroca
cajón para tus chocolates
y nada que te separe, pero nada,
del balcón del onceavo piso de uno de los edificios más feos de la ciudad
del piso más duro
pesado como nave espacial
gris
ovalada
hecha de aluminio, como una cocina gigante

De: Aspiraciones de la clase media. Ediciones Liliputienses, España, 2018

Familia

El grito de mi madre cuando perdimos la casa 
el dedo de mi madre sobre su boca
cuando nos metía al baño
mientras los acreedores gritaban su nombre en la calle

El gesto de mi madre levantando 
el equipo de sonido
dejándolo caer desde su corta pero fuerte estatura 
mientras mi padre veía
sin hacer nada

Las palabras de mi madre 
cuando perdimos la casa 
las palabras de mi padre 
cuando se apropió la casa

El vestido de mi madre en el juzgado 
negociando quién se quedaba al hijo menor

El chantaje de mi madre 
el dinero de mi padre
el llanto de mi hermano

Todo eso permanece 
en alguna parte
aun si crecemos y olvidamos 
aun permanece
el grito, el gesto, el vestido, el llanto,
la casa, los acreedores, el aparato de sonido, 
el hijo menor,
la familia que era.
 

De: Aspiraciones de la clase media. Ediciones Liliputienses, España, 2018

La luz artificial de las cosas

Posándose apenas
sombras de luz a escala
la mesa, la silla, el quicio de la puerta
eres niño de nuevo
es decir te quedas quieto porque descubres algo

que nadie más puede ver

La conversación sigue
tú estás en otra parte
en esos bordes, instantes de luz
tu vida será eso
ya lo sabías ahí
por eso tu suspensión
tu repentina mudez
tu sabiduría de agua helada
tu miedo como hambre
ya sabías
crecer es atravesar luces y oscuridades
horarios fijos
puestas de sol en verano
luz rosa roja púrpura en el otoño
luz oxidada de una zona de la ciudad
como si alguien nos viera a través de un filtro
como si alguien echara su aliento de humo
como si algo, a lo lejos, se incendiara,
y fuéramos, nosotros, testigos
mirones del espectáculo
eso sería crecer,
lo supiste en esas escuadras finitas de luz
en las partículas de algo que no alcanza a ser materia cayendo de la ventana

ese algo se suspende y no se posa sobre las cosas

flota sube cadena de adn

Miras ahí dentro buscando algo
que te diga que todo estará bien
el cabello de las personas contienen trozos de luz, brillan

condensan una belleza minúscula
invisible para todos
pero tú abres tan grande los ojos que la luz entra
y sales en otra parte
abriendo una puerta, cuatro ventanas,
una casa enorme de luz que es tiempo
que es deseo que es cuerpo
que es una persona transformándose en niño
y al revés, claro está.

De: La luz artificial de las cosas(2021)

Foto: José Juan de Ávil

Favor de no tocar

Para no lastimar al que se entrega

incluso voluntario, de manera fácil,

favor de no tocar.

No poner el aliento en la mejilla

porque pondría la otra de inmediato,

no poner los labios sobre los labios

porque comienza a hacer castillos de alientos enlazados;

dientes y lenguas en golpes de rabia antigua.

Para no maltratar al corazón

favor de no tocar,

dejarlo hecho nudo si es preciso,

una raíz enredada en el pavimento, alimentada de aire y concreto,

y no tocarlo.

Hay amantes que no saben lo que quieren

y comienzan por el final.

Para no minar al otro,

favor de no tocar

no acercarse a la peligrosa distancia del roce,

hay amantes en fatiga

como si amar fuera un día difícil en la oficina,

un retraso en el tráfico,

una depresión adolescente.

No quitar la envoltura de la ropa,

no poner la nariz en el cuello,

no acercarse por ninguna razón, aun la necesaria,

a quemarnos de lleno las manos.




Porque he dormido en el cuerpo de un hombre y he visto amaneceres en su piel.
porque he dormido con sus piernas en las mías y he tenido el peso de la cercana humanidad en mí.
porque sus manos me han buscado cuando duermen
y mi espalda recibe sus palabras humeantes.

porque he dormido junto a hombres que no he tocado, hermanada en ellos.
porque he dormido conmigo.
porque he tenido mañanas sin extrañar nada ni a nadie y me he sentido libre y desapasionada,
porque he tomado el desayuno sola tantas veces que aprendo:
he hecho la vida.
en zigzag.
pero me he llegado.

Porque sé todo esto y varias cuestiones más: el árbol de blancas flores suelta jugos al anochecer y toda la cuadra se moja en el almíbar liberado.
Porque he visto la reproducción de los peces
fuera de mi iglesia
no deberíamos llorar Magdalena cuando se agoten los hombres delgados.
sé fuerte, aguanta, como hacemos todos.
no podemos andar por ahí en llantos interminables sujetándonos a las piernas
del único,
no es posible, y sí agotador.
porque hablarán de ti Magdalena, dirán cosas,
la biblia es una vecindad de viejas que reprochan
y no pasarás de una mujer voluble.
Tú, la sensual perfumada, no dejes que te vean en los desmoronamientos.
porque los actos de la subversión no puede ser tan sólo
lo humanamente posible
de no amar al prójimo
cuando las mujeres desciendan de los barandales de las antiguas casas
y los hombres escondan los ojos los manos las palabras
porque no sabemos elegir
ni amar
ni pedir de rodillas por nadie.
Porque extrañar es una llamita que empieza dentro y sale fortalecida a morder lo exterior, a adormecerlo todo con su ventisca digna y ferviente.
Porque he plantado en ti y en mí
sombras
que no tienen nada que hacer
salvo mirarnos
los dos al fondo de la sala quitándonos la ropa
porque el cuerpo define contornos
entre los dientes.

Extrañar es amanecer con un nudo en la garganta, una resaca de saldo blanco.
Porque me he levantado en la punta de los pies para besar a un hombre
para decirle adiós en los labios en las puertas
nadie de nosotros porque los amantes que se abrazan son todos los amantes que se abrazan
suelta el abrazo
mi pecho pide refugio político al suyo sin consultarme,
pide amparo; huye de mí
porque he llegado a pensar que su boca se lleva la mía cuando vuelvo callada a mi habitación
no hay nada más que ver por hoy
juguemos a esto: el que se enamore pierde un país.
Pongamos orden de una vez por todas.
Digamos algo, sí, no, algo, para que no parezca que flotamos entre ires y venires,
en desaciertos.
He aprendido: hay que arrojarse, hay que ser capaz de arrojarse si queremos un buen día
entender lo que significan
los atrapamientos…
después de todo las guacamayas se aparean en el vuelo.
Porque he bañado un hombre de pies a cabeza y me he detenido
en ciertos lugares a mirar
y toco
para cerciorarme de que el cuerpo
es incesante, áureo,
tan de mí.
Pareciera arrojado por el oleaje
y bienlanguidece
en el terreno de la toalla.
Porque era yo y no otra
quien desnudaba al ebrio equilibrista
lo metía a la cama
y le ponía la sábana hasta la barbilla.
La última frialdad del día se cierra
en él y en mí,
no hay refinamientos: la dureza de su aliento
se posa en mi nuca como una piedra.
Soñamos los dos sombras que rodean
y una distancia entre la cama y el cielo protector.

Porque era yo y no otra
quien dormía en tu pecho
y sentía el latido acompasado
de tu voz en el pelo
aguardábamos el pulpo del sueño, la mandrágora de la noche
sin nada que nos proteja
cerramos los ojos y decimos sí
a esto que se abre
estamos ya en la balsa, en el agua desconocida.

Porque dices árbol y yo siento en el bosque sumergirme en eucaliptos.

Porque dices agua y la veo romperse en formas y silencios, en goteos imprecisos como de un lagrimar de ciego.

Porque dices noche y se me llega el sueño para dormir contigo no sin ti; la noche es mi estación: este cuerpo desperezado tuyo es primavera. y yo ando en él, descalza ando en él, en los corredores amplios de su casa húmeda.

Porque tiemblas cuando duermes
te rodeo por la espalda sin traicionarte nunca,
y el agua de tu piel
resbala en la mejilla.

Porque dices Dios y lo veo agitarse entre nosotros.
Porque dices vaso y me llega la sed y el ardor, porque yo digo nada para poder escucharte,
tu voz es en mí la galería más amplia.

Porque quiero florecer en ti,
en el interior de ti,
en el fuego blanco

Era por ti que quería una casa
para habitarte todo,
llenarte de mí como si yo fuera el sol
y tú el patio, el jardín, el zaguán, las paredes,
abrazar las esquinas, poner las piernas los brazos los dientes de luz
en ti,
llenarte de mí en tu boca.

Porque dices mi nombre y ya siento las caléndulas en mí
la penumbra tiembla
el ángulo de tu hombro se inclina
por fin en la gruta
toco tierra
y no es de mí de quien hablan las baladas del marino.

Por este modo lento de irnos perteneciendo,
sin agotarnos nunca
un ejercicio de fe es el amor que se inventa
donde antes había la amplitud cerrada.

Por este andar a ciegas titubeante
que desliza en mí y en ti
sin que seamos muy conscientes de ello
un empalagoso
acaso hirviendo
crepúsculo de luces

Porque estabas hecho como se hace un hombre
llego a tu conformación
sin recelos

me pongo en ti perfecta
en el vaso de agua el tallo de la flor sacrificado.

Porque camino en ti
sudo la libertad que echa a andar
Lázaro resucita
abre los ojos
y mira el mundo nuevo:
los crisantemos amarillos
respiran aliviados

Porque llegabas tarde siempre tarde
y tu tiempo entra en el mío
en una calidez de pasmo
me suspendes
y soy yo y no otra
la que derrama en tu piel
el aceite virgen
de mis ojos.

Porque en la boca resta un amargo
crepitar de sal

tu lengua entra en mí
y son de mí las palabras
tintineantes

galope constante
el crujido de las sombras
tu cuerpo es el mar abierto,
el mar de los sargazos;
sé mi Pacífico,
el Atlántico
el frío mar del norte,
el mar que separa para que pueda nacer en nosotros el imaginar
las diferencias.

Ven en mí
a mí
a decirme del agua y la luz
y de toda materia que vive.

Brenda Ríos (Acapulco,México, 1975). Poeta y ensayista.

Estudió la Maestría en Letras Latinoamericanas en la UNAM. Ha sido profesora en la Facultad de Comunicación y en la carrera en Desarrollo y Gestión Interculturales y en el Centro de Estudios Latinoamericano. Colaboradora de El Universal, Este País, Crítica, La Jornada, Luvina, Revista La Otra, Unidiversidad y Tierra Adentro, entre otras.

Fue gestora cultural para el gobierno de la Ciudad de México y directora de una casa de cultura dependiente de la delegación Benito Juárez. Fue editora en la Dirección General de Publicaciones de la UAM. Forma parte del Consejo Editorial de la revista Casa del Tiempo de la Universidad Autónoma Metropolitana y de la revista Perros del Alba. Formó parte del Consejo Editorial de la sección de cultura del periódico Reforma en el periodo 2015.

Fundadora de la editorial de libros electrónicos cuadronegroediciones.com.

Ha traducido obra de Nádia Batella Gotlib, Rubens Figueiredo, João Filho, Joaquim Machado de Assis, Adélia Prado, Anne Sexton, entre otros. 

 Es autora de los libros de poesía Escenas del jardín (2015), Aspiraciones de la clase media (2018), Cubo de Rubik (2018) y La luz artificial de las cosas (2021), Cubo de Rubik (Ediciones Camelot, 2018)

Otras obras suyas:

Del amor y otras cosas que se gastan por el uso. Ironía y silencio en la narrativa de Clarice Lispector (Fondo Editorial Tierra Adentro, 2005). El vuelo de Francisca (Pehuén, 2011). Las canciones pop hacen pop en mí. Ensayos sobre lo cotidiano, lo ridículo, lo grotesco (Instituto Veracruzano de la Cultura, 2013). Empacados al vacío: Ensayos sobre nada (Cuadro negro, 2015). La sexta casa (Instituto Sinaloense de Cultura, 2018). Raras, ensayos sobre el amor, lo femenino, la voluntad creadora (Turner Mx, 2019). La luz artificial de las cosas (Editorial Arlequín, 2021) · Hombres de verdad (Turner Mx, 2022). Olvidar a nadie (Ediciones Periféricas, 2022) · El ensayo núm.4. (UNAM, 2024). Tudo vive no meio da terra (Villa Olívia, 2024).

Obtuvo el Premio Nacional de Poesía Ignacio Manuel Altamirano en 2013. Premio Estatal de Poesía María Luisa Ocampo, Guerrero, 2018.

Enlaces de interés:

https://letraslibres.com/revista/brenda-rios-clarice-lispector-la-escritura-doble

https://www.revistadelauniversidad.mx/collabs/c6d8fbce-0140-40c8-a572-e7434c1a0fab/brenda-rios

https://ccemx.org/evento/mujeres-y-pasion-creadora-brenda-rios-y-claudina-domingo

https://www.hablemosescritoras.com/writers/1084

2 thoughts on “9 Poemas de Brenda Rios

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  1. Todos los dias a traves de vuestra excelente pagina, recojo palabras hechas poesía para alimentar mi alma, les felicito, es la mejor pagina con más de 1 000 poet@s GRACIAS

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