Las esquivas palabras
La escarcha trepa por los tejados
como la mirada ascendente de la luna.
Horas de silencio junto al susurro de la estufa.
Pienso en un poema que me gustaría escribirte,
pero las palabras adecuadas
se ocultan tras absurdos trabalenguas.
Tal vez
Tal vez no queda nada que decir,
tal vez debemos irnos al país sin memoria
donde huyeron las horas
dispersas como puñados de arena.
Tal vez los espejos ya no guardan
el recuerdo de los rostros,
tal vez en las tardes la oscuridad se cierne
sobre las avenidas y los pasos al hogar
se apresuran porque siempre alguien espera
como las estatuas alguna vez terminar su ademan.
Tal vez no hay principio ni término,
sino solo viajeros de costa a costa
en buses que atraviesan las noches
entre un rumor de vidas pasajeras.
Misterio
Tú me dijiste que el silencio
es también el susurro de almas en pena
que nos llaman con sus labios deshechos.
3 poemas De: El bosque de los ausentes(2015)

Contraluz
Antes del momento y luego exactamente,
antes pero después
se derrumbará entonces
antes, antes de que hubiera un ayer,
ni siquiera la sospecha del presente.
Antes del beso la boca
el sueño de ser antes para despertar.
Límites de iridio en adelante
humo barrido por ráfagas
antes de que gritaras tu nombre
para reconocerte en la sombra.
Antes que el sol reverberando
en la orilla de los mundos,
antes que el jadeo furioso del mar
antes incluso de que los hechos se acumularan.
Antes de que un vapor de electrones
rondara en los páramos del abismo,
antes que la telaraña el aire
mimoso que la suspende
sobre olvidados monumentos.
Y antaño las vacías dimensiones
del fuego sin residencia para la ceniza.
Antes de que algo se revelara
el ojo que lo contempló con recelo,
el hondo respirar de las latitudes
antes que el norte obtuso,
el puente entre el silencio
y lo que calla porque nada tiene que decir.
Y mucho antes era tarde todavía…
Romance
Bosque sigiloso de aromos
entre los flancos de la colina.
Hacia la fuente, tarde de amapolas,
en el silencio vigilante del invierno.
Por el camino sinuoso,
rodeado de abedules, me conduje.
En la fuente no había nenúfares
pero sí el techo derrumbado del cielo,
la paciencia infinita de lo ausente.
Bajo el alambre seco de los espinos
se escabulleron las lagartijas.
¿Qué quieres decirme, viento del oeste?
Ahora, junto al borde arenoso de las ciudades,
la hierba crece.
Me he refrescado en los meandros
oyendo a las hojas burlarse del cielo
porque nunca toca la tierra.
Si un colibrí se posara en mis manos
no podría sostener la ausencia de su aleteo.
El sueño de los espejos
A veces podemos escuchar
el rumor plateado de los espejos.
Quisieran devolver una mirada compasiva,
soñar con las islas al otro lado del mar.
En sus ventanas de insondable aluminio,
día y noche replicando rostros
la discreción extraña de las cosas
cuando estamos solos,
la risa sofocante de la Belleza.
Cuántos de nosotros frente a ellos
nos sospechamos impostores,
cuerpos que cargan a otro,
sombras dolientes
entre los capiteles del día derrumbado.
Aún en ese dolor de espejos
no dudaríamos en cambiarnos.
Todo se daría por unos segundos
antes de volver
resignados al eterno simulacro.
3 poemas De: Espejismos(2022)

Declaración
Antigua benefactora de mis delirios,
yo quise abrazarte
y terminé despedazado
en el fondo de los días.
Si insistes en que pronuncie
alguna especie de juramento,
solamente diré: tal vez estamos solos
como el juguete roto
que un niño dejó en el patio
junto a su infancia oxidándose en la maleza.
Mientras la tarde se desgarra,
cuando el crepúsculo anuncia
el exilio de los pájaros,
te extraño porque sí,
porque la memoria insiste
como un liquen aferrado
al torso de las piedras.
Tendencia
De nuevo el viento cierra las puertas
empecinado en quedarse solo en los cuartos.
El viento, es el viento que desordena
la cabellera de los siglos
cuando se rompen las crisálidas
y pasan aullando las horas postergadas.
Tú escribes obituarios o palabras
que duelen antes de pronunciarse.
Pero hoy te digo que olvides
las rutas conocidas del sosiego
y que no cometas el error de Orfeo
de mirar atrás,
pues iremos tan lejos
que nos adelantaremos a la causalidad
y los hechos ocurrirán antes que los motivos.
Tú que permanecerás dormida
en las corrientes abisales
como el detritus de dioses condenados,
nosotros que seremos otro engrane
en la trama de la materia
con el sol reverberando
en las orillas de un sueño irrescatable.
Utopía
Te escribo desde la caverna
platónica del absurdo,
de este vacío que intentan
llenar palabras,
símbolos de siglos en la memoria
suspendida de los témpanos.
Pero tú solo comprendes
el aullido del lobo
que la luna desprecia
como el tiempo
nuestros sueños inmortales.
Tú solo comprendes
el gorjear de pájaros
a la salida del sol,
el rumor de las mareas
que un viejo dios agita por capricho.
Solo comprendes
el efímero brote de los geranios,
el titubeo del viento
antes de remover las últimas hojas.
3 poemas De: «Jornadas neorrománticas» (Averso, 2024)

Sebastián Núñez Torres (Sebastián Waldo).( Santiago de Chile, 1984). Poeta, docente e investigador académico. Es licenciado en Lengua y Literatura en la Universidad Alberto Hurtado y doctor en Literatura por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.
Dirige la revista de poesía contemporánea Vórtice, así como la editorial Vórtice Ediciones.
Es autor de las obras Elbosquedelos ausentes (Puerto de Escape, 2015), Las arpas rotas (Bajo la Lluvia Ediciones, 2020), Espejismos (Vórtice Ediciones, 2022) y Jornadas neorrománticas(Averso, 2024).
Sus poemas y artículos han sido publicados en diversas revistas literarias y una parte de su obra se encuentra traducida al inglés.
Nota : Todo el contenido poético así como la bio y fotografías compartidas ha sido seleccionado y cedido por el poeta para su publicación en esta página.
¡Gracias a Sebastián Waldo por su generosidad, atención y confianza!
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