Este amor es realidad
o sueño?
No lo puedo saber,
cuando ambos, realidad y sueños,
existen sin verdaderamente existir.
Qué triste,
pensar que terminaré
apenas como
una pálida bruma verde
a la deriva de los campos lejanos.
Esta casa abandonada
brillando
en la villa de la montaña–
¿Cuántas noches
la luna de otoño ha pasado aquí?
Verlo a el
en esta noche sin luna, deseo,
el fuego danza en mi pecho
dejando mi corazón
en llamas.
Momokusa no
hana no himo toku
aki no no ni
omoitawaren
hito na togame so
*
Si en un campo otoñal
cien flores
pueden desatar sus pétalos,
¿no puedo también jugar abiertamente,
sin miedo a la culpa?
wa no ue ni
tabine o sure ba
ito samushi
koke no koromo o
ware ni kasanan
Esta posada
en la carretera hacia Iwanoue
es un lugar frío para dormir…
Oh monje,
¿le gustaría prestarme sus hábitos?
La respuesta del monje:
Yo o somuku
koke no koromo wa
Tada hitoe
kasane ba utoshi
iza hutari nen
Aquellos que han renunciado al mundo
sólo usan una simple capa
de tela de musgo áspero
sin embargo, no ofrecerla sería cruel.
Vamos a dormir juntos.
Aki no yo mo
na nomi nari keri
ai to ae ba
koto zo to mo naku
ake nuru mono o
*
La noche de otoño
es larga sólo de nombre
No hemos hecho más
que contemplarnos
y ya amanece.
Tan intensamente siento este amor que
en la noche, como semilla de lirio
mi ropa de dormir
me la pondré al revés
El color de las flores
se va desvaneciendo:
así pasa mi vida, vanamente,
envuelta en tristes pensamientos,
viendo caer las fuertes lluvias.
Katami koso
ima wa ada nare
kore naku ba
wasururu toki mo
ara mashi mono o
*
Esos regalos que dejaste
son ahora mis enemigos
Sin ellos
podría tal vez tener
un instante de olvido
ma wa tote
wagami shigure ni
hurinure ba
koto no ha sae ni
utsuroi ni keri
*
Ahora que he envejecido
en las lluvias de invierno.
Incluso tus palabras de amor
han cambiado,
hojas cayendo.
Dare o kamo
Matsuchi no yama no
ominaeshi
aki to chigireru
hito zo aru rashi
*
Oh araña- lirio
que crece en la montaña
llamada Espera,
¿Hay alguien al que tú también
prometiste ver este otoño?
Ono no Komachi 小野 小町(Japón, aproximadamente 825-900. d.C.)
Se considera como una entre los seis mejores poetas (rokkasen) de waka de comienzos del período Heian.
Según la leyenda, Ono no Komachi, hija de un oficial, había nacido en la región de Akita y fue enviada a Kioto a la edad de 13 años. Allí destacó por su belleza y por su inteligencia, llegando a ser gran dama de la Corte, quizá sirviendo al emperador Nimmei, y fue requerida por numerosos pretendientes, a los que rechazó. Se cree que al final de su vida regresó a su tierra natal, donde murió, sola, pobre e ignorada.
Su poesía, intensa y emotiva, rica en metáforas e impregnada de un fuerte erotismo, es, tal vez, el mejor retrato de esa misteriosa mujer que, según la tradición, adoptó al final de su vida, en el templo de Onosan Myoshoji, en Hazako, el nombre budista de “Myosho”.
“Ono no Komachi inspiró también algunas obras del teatro Nô, cinco de las cuales son atribuidas a Kan’ami o a Zeami. La más conocida, Sotoba Komachi, de Kan’ami, narra una historia estremecedora que tiene como fondo la supuesta crueldad de Ono con sus enamorados y amantes: a uno de ellos, el capitán Shii no Shoso, conocido también como Fukakusa, le impuso como condición, para acceder a sus deseos, que pasara cien noches ante su puerta; pero el capitán, que había acudido fielmente a cada cita, murió la última noche…Sin embargo, en realidad es una historia que aparece como comentario explicativo de un poema en Kokinwakash y, originalmente, no tenía relación alguna con Komachi. Se entiende que la tendencia de usar la legendaria imagen de Komachi, que rechaza a sus pretendientes habría empujado a narrar el relato como si fuera un hecho que ocurrió en su vida.
Otra historia narra que Komachi se encuentra fuera de la corte y lleva una vida triste y solitaria. Sin embargo, la fama de excelencia de la poeta sigue viva en la mente del emperador y, al no encontrar remedio mejor para subsanar la sequía prolongada que sufre el país, envía un emisario a Komachi para que haga el uso de su poder milagroso con su poema. La poeta accede a la petición del soberano y declama el siguiente poema:
Chihayaburu kami mo mimasaba tachisawagi ama no togawa no higuchi aketamae
¡Oh, grandiosos dioses del cielo!
Si contempláis esta tierra seca,
¡que os levantéis a recorrerla sobre las nubes
para abrir la llave del río del cielo!
La rogativa hace efecto y se produce un diluvio sobre la tierra. En esta leyenda se revela la atribución del poder mágico de las palabras conocido como kotodama así como la capacidad de la poeta para obrar milagros. Se detecta en este sentido la creencia ancestral del poder de las miko, sacerdotisas sintoístas (incluyendo a Komachi entre ellas), que han dejado diferentes testimonios a lo largo de la historia japonesa.
Ono no Komachi ha sido una de las figuras japonesas más representadas y más imitadas, al considerarse el modelo de belleza clásico del período Heian y por su brillante inteligencia y talento literario. Una novela inspirada en Komachi de nuestros tiempos es Komachi Hens, de Enchi Fumiko.La autora desarrolla una historia sobre la problemática universal de la mujer como es la infertilidad y la vejez, o la pérdida de la lozanía juvenil. En nuestros tiempos la producción artística inspirada en Komachi tampoco cesa de aparecer en obras de variado género como en el teatro, la música o en el manga y anime.
Enlaces de interés :
https://www.japonartesescenicas.org/teatro/generos/noh/guiadelnoh/kayoikomachi.html https://www.academia.edu/89164811/El_viaje_en_busca_de_Ono_no_Komachi
Bibliografía:
Cien poetas,cien poemas:Hyakunin Isshu (Ed. Hiperión)
Irene Starace, artículo “Interpretaciones de Ono no Komachi”, Revista Iberoamericana de Estudios de Asia Oriental, 2012
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