12 Poemas de Gary Snyder

“Sin entorno natural no hay camino, y sin camino no puede haber libertad”

Gary Snyder

En cuanto a los poetas

En cuanto a los poetas
los Poetas Tierra
que escriben pequeños poemas,
no necesitan ayuda de nadie.

Los Poetas Aire
dominan los vendavales más veloces
y a veces se mecen en los torbellinos.
Poema tras poema,
giran en el mismo impulso.

A cincuenta bajo cero
el gasóleo no fluye
y el propano se queda en el tanque.
Los Poetas Fuego
arden a cero absoluto
amor fósil bombeado de nuevo.

El primer
Poeta Agua
se quedó abajo seis años;
Estaba cubierto de algas.
La vida en su poema
dejó millones de huellas
pequeñas y distintas
entrelazándose en el barro.

Con el Sol y la Luna
en el vientre,
el Poeta Espacio
duerme.
No hay final para el cielo—
Pero sus poemas,
como gansos salvajes
vuelan desde el confín.

Un Poeta Mente
se queda en casa.
La casa está vacía
y no tiene paredes.
El poema
se ve desde todos los lados,
en todas partes,
a la vez.

Mangos de hacha

Una tarde de la última semana de abril

cuando enseñaba a Kal cómo lanzar una hachuela

-medio giro y se clava en el tocón-

se acuerda de la hachuela

sin mango, en el taller

y va a buscarla, y la quiere para él.

Un mango de hacha roto detrás de la puerta

es lo bastante largo para una hachuela,

lo cortamos a medida y lo llevamos

con la cabeza de hachuela

y la hachuela entera, al tajo de madera.

Allí empiezo a dar forma al viejo mango

con la hachuela, y la frase

que primero aprendí de Ezra Pound

¡me viene a la mente!

“Al hacer el mango de un hacha

            el modelo no está lejos.”

Y le digo a Kai:

“Mira, daremos forma al mango

comparándolo con el mango

del hacha con la que cortamos.”

Y se da cuenta. Y yo lo vuelvo a oír:

Está en Wen Fu, de Lu Ji, siglo cuarto d.C.

“Ensayo sobre literatura”, en el

prólogo: “Al hacer el mango

de un hacha

cortando la madera con un hacha

el modelo está en verdad al alcance de la mano”.

Mi profesor Shih-hsiang Chen

lo tradujo y lo enseñaba años atrás

y yo me doy cuenta: Pound era un hacha,

Chen era un hacha, yo soy un hacha,

y mi hijo un mango, que pronto

también dará forma, modelo

y útil, pieza de cultura,

y así seguimos.

Aguacate

¡El Dharma es como un Aguacate!
Algunas partes tan increíblemente maduras,
Pero son buenas.
Y otras, duras y verdes
sin mucho sabor,
como para quienes gustan de los huevos bien cocidos.
Y la piel es fina,
la enorme semilla redonda
en el centro,
es tu propia Naturaleza Original—
pura y suave,
casi nadie la parte en dos
o intenta ver
si crecerá.
Dura y resbaladiza,
parece como
si tuvieras que plantarla — pero entonces
sale disparada de entre los
dedos—
se escapa.

El baño

Lavando a Kai en la sauna,
La lámpara de queroseno sobre una caja
afuera del ventanal a ras de suelo,
Ilumina el borde de la estufa de hierro y la
palangana sobre la losa
Vapor y sonido de gotas de agua
esparcidas en la pila de rocas de arriba
Él está de pie en el agua tibia
Jabón por entre toda la suavidad de sus muslos y estómago
“¡Gary no me enjabones el pelo!”
—miedo a que le escuezan los ojos—
la mano enjabonada que siente
a través y alrededor de los relieves y curvas de su cuerpo
hasta la entrepierna,
Y le lavo cosquilleando el escroto, su pequeño ano,
su pene que se curva y endurece
cuando retiro la piel e intento lavárselo
Ríe y salta, revoleando los brazos
me acuclillo desnudo también,
¿es este nuestro cuerpo?

Sudando y jadeando en la piedra caliente al vapor de la caldera
el balde de madera rocía agua en la tabla de cedro
el titilar de la lámpara de queroseno afuera en el viento del pinar
sierra bosque riscos noche—
Masa entra, permite que el aire fresco
se filtre desde la puerta
una dulce y profunda inspiración
Y ella lo inclina agarrándolo con cuidado, con una rodilla abajo
su pelo cae y esconde toda una parte de su
hombro, pecho y barriga,
Lava con destreza el pelo de Kai
que se enfada y chilla—
El cuerpo de mi mujer, la sinuosa columna de su valle
el espacio entre los muslos al que llego,
forma el arco curvo de su vulva y lo sostengo desde atrás,
un jabonoso cosquilleo una porción de grial
El portal de lo Imponente
Que se abre a un mundo cambiante de espejos dobles de
úteros en úteros, en círculos,
que comienzan con música,
¿es éste nuestro cuerpo?

El lugar oculto de la semilla
La red de venas que fluye a través de las costillas, que recoge
leche y culmina en un pezón—se ajusta
a nuestra boca—
La leche mamada de éste nuestro cuerpo despide
sacudidas de luz; el hijo, el padre,
comparten el gozo de la madre
Que brinda una suavidad a la flor de la asombrosa
puerta abierta del rizado loto que cojo y beso
Mientras Kai ríe en el pecho de su madre del que es destetado
ahora, nosotros
nos lavamos uno al otro,
éste nuestro cuerpo

El pequeño escroto de Kai junto a su ingle,
la aún oculta semilla, que pasó de nosotros a él
En flujos que auparon con las mismas alegrías fuerzas
como su lactante Masa después,
juega con su pecho,
O yo en ella,
O él emergiendo,
éste es nuestro cuerpo:

Limpios y aclarados, sudamos más, nos estiramos
sobre los bancos de secoya los corazones laten
Tranquilos al fuego lento de la estufa,
el aroma de cedro
Y luego nos damos la vuelta,
murmuramos chismes de los pastos,
charlamos de la leña,
Nos asombramos de cómo dormita Gen, cómo lo traeremos
pronto para bañarlo también—
Estos chicos que aman a su madre
que ama a los hombres, que pasa
sus hijos a otras mujeres;

La nube en el cielo. Los pinos cimbreantes.
el gorgoteo del agua en el prado pantanoso

éste es nuestro cuerpo.

Fuego dentro, el agua hierve en la estufa
Suspiramos y nos dejamos caer desde los bancos
envolvemos a los bebés, salimos,

noche oscura & todas las estrellas.

Nos echamos agua fría en la espalda y muslos
Entramos a la casa—despedimos vapor de pie junto al fuego del hogar
Kai retoza en la piel de cordero
Gen de pie se agarra y grita,

«¡Bao! ¡bao! ¡bao! ¡bao! ¡bao!»

Este es nuestro cuerpo. Sentados con las piernas cruzadas junto al fuego
bebemos agua helada
abrazamos a los bebés, besamos sus barrigas,

Reímos sobre la Gran Tierra
Recién salidos del baño.

The bath

Washing Kai in the sauna,
The kerosene lantern set on a box
outside the ground-level window,
Lights up the edge of the iron stove and the
washtub down on the slab
Steaming air and crackle of waterdrops
brushed by on the pile of rocks on top
He stands in warm water
Soap all over the smooth of his thigh and stomach
“Gary don’t soap my hair!”
—his eye-sting fear—
the soapy hand feeling
through and around the globes and curves of his body
up in the crotch,
And washing-tickling out the scrotum, little anus,
his penis curving up and getting hard
as I pull back skin and try to wash it
Laughing and jumping, flinging arms around,
I squat all naked too,
is this our body?

Sweating and panting in the stove-steam hot-stone
cedar-planking wooden bucket water-splashing
kerosene lantern-flicker wind-in-the-pines-out
sierra forest ridges night—
Masa comes in, letting fresh cool air
sweep down from the door
a deep sweet breath
And she tips him over gripping neatly, one knee down
her hair falling hiding one whole side of
shoulder, breast, and belly,
Washes deftly Kai’s head-hair
as he gets mad and yells—
The body of my lady, the winding valley spine,
the space between the thighs I reach through,
cup her curving vulva arch and hold it from behind,
a soapy tickle a hand of grail
The gates of Awe
That open back a turning double-mirror world of
wombs in wombs, in rings,
that start in music,
is this our body?

The hidden place of seed
The veins net flow across the ribs, that gathers
milk and peaks up in a nipple—fits
our mouth—
The sucking milk from this our body sends through
jolts of light; the son, the father,
sharing mother’s joy
That brings a softness to the flower of the awesome
open curling lotus gate I cup and kiss
As Kai laughs at his mother’s breast he now is weaned
from, we
wash each other,
this our body

Kai’s little scrotum up close to his groin,
the seed still tucked away, that moved from us to him
In flows that lifted with the same joys forces
as his nursing Masa later,
playing with her breast,
Or me within her,
Or him emerging,
this is our body:

Clean, and rinsed, and sweating more, we stretch
out on the redwood benches hearts all beating
Quiet to the simmer of the stove,
the scent of cedar
And then turn over,
murmuring gossip of the grasses,
talking firewood,
Wondering how Gen’s napping, how to bring him in
soon wash him too—
These boys who love their mother
who loves men, who passes on
her sons to other women;

The cloud across the sky. The windy pines.
the trickle gurgle in the swampy meadow

this is our body.

Fire inside and boiling water on the stove
We sigh and slide ourselves down from the benches
wrap the babies, step outside,

black night & all the stars.

Pour cold water on the back and thighs
Go in the house—stand steaming by the center fire
Kai scampers on the sheepskin
Gen standing hanging on and shouting,

“Bao! bao! bao! bao! bao!”

This is our body. Drawn up crosslegged by the flames
drinking icy water
hugging babies, kissing bellies,

Laughing on the Great Earth

Come out from the bath.

Con su primera esposa, la poeta Joanne Kyger (© Stanford University)

Para los niños

Las altas colinas, las cuestas,
de estadísticas
están ante nosotros.
la subida escarpada
de todo, sube,
sube, mientras todos nosotros
bajamos.

El siglo que viene
o el siguiente,
dicen,
habrá valles, pastos,
nos podemos encontrar allí en paz
si llegamos.

Para subir estas cumbres venideras
una palabra para ti, para
ti y para tus hijos;

estad juntos
aprended las flores
id ligeros

For the children
The rising hills, the slopes,
of statistics
lie before us.
the steep climb
of everything, going up,
up, as we all
go down.

In the next century
or the one beyond that,
they say,
are valleys, pastures,
we can meet there in peace
if we make it.

To climb these coming crests
one word to you, to
you and your children:

stay together
learn the flowers
go light

Gary y Allen Ginsberg

Marin-an

El sol despunta sobre el soto
de eucaliptos bajo la pastura mojada,
el agua casi está caliente,
me siento en la ventana abierta
forjo una fumada.los perros ladran distantes, un par
de cuervos chillones; el repicar
del herrerillo enano en las alturas del pino—
tras la fila de cipreses
aparece la yegua y pace.un suave continuo rugir
viene del valle lejano
de la autopista de seis carriles—miles
y miles de carros
conducen hombres al trabajo.

De The Back Country1968

El llamado de lo indomable

El pesado viejo en su cama por la noche 
Oye cantar al Coyote
en el monte lejano. 
Todos los años de ranchero y minero y leñador. 
Un católico. 
Un nativo californiano.
y los Coyotes aúllan en su 
octogésimo año. 
Mañana,
llamará trampero
al gobierno que usa el hierro contra los Coyotes. 
Mis hijos van a perder esta 
música que ya comenzaban 
a querer.

Los exácidos de las ciudades 
convertidos al Gura o Swami, 
hacen penitencia con lustrosos 
pesados ojos, y dejan de comer carne. 
En los bosques de Norteamérica, 
la tierra del Coyote y el Águila, 
sueñan con la India, de
dichosas y eternas alturas asexuadas.
Y duermen en cúpulas geodésicas 
calentadas con petróleo, 
adheridas como verrugas
en los bosques.
Y ahuyentan el canto del Coyote 
pues temen
el llamado
de lo indomable.

Y vendieron sus cedros vírgenes, 
los árboles más altos en millas,
a un leñador 
que les dijo,

“Los árboles están llenos de bichos”.

El gobierno decidió finalmente 
emprender la guerra a más no poder. La derrota 
es antiamericana.
Y la emprendieron por aire, 
con ellos sus mujeres
peinadas de crepé
ponían esmalte de uñas en los
disparadores.
Y nunca cayeron
ya que se les hizo 
que el piso 
era procomunista. Y sucio.
Y los insectos pactaban con el Viet-Cong.

Así que bombardearon y bombardearon 
día tras día, sobre el planeta
cegando gorriones
rompiéndole los tímpanos al búho
astillando troncos de cerezos
enrollando y atascando
los intestinos del venado
en las rocas abatidas y polvosas.

Todos estos americanos en ciudades especiales allá 
en el cielo
arrojando venenos y explosivos 
por Asia primero
y después por Norteamérica,

una guerra contra la tierra. 
Cuando concluya no habrá 
lugarDonde un Coyote pueda esconderse.

envío

Me gustaría decir
que Coyote está para siempre
en ti.

Pero no es cierto.

De Turtle Island, 1974

Piute Ceek

Un precipicio de granito

un árbol, sería su?ciente,

o incluso una roca, un pequeño arroyo,

un trozo de corteza en un estanque.

Colina tras colina, plegadas y retorcidas

robustos árboles apilados

en delgadas fracturas de la piedra

una enorme luna sobre todo, es demasiado.

La mente vaga. Un millón

de veranos, el tranquilo aire nocturno y las tibias

rocas. El cielo sobre montañas interminables.

Toda la porquería que viene con el ser humano

disminuye, la roca ?rme ahora tiembla,

incluso el intenso presente parece obviar

este espejismo de corazón.

Libros y palabras

como el pequeño arroyo de una alta cornisa

desapareciendo en el aire seco.


Una mente clara, atenta,

sólo tiene sentido si

lo que ve es realmente visto.

Nadie ama a la piedra, pero aquí estamos.

Los fríos de la noche. Algo que se mueve

rápido a la luz de la luna

se desliza en la sombra del Enebro:

allí atrás invisibles

orgullosos ojos fríos

de un Puma o Coyote

me observan levantarme y partir.

Lo que debes saber para ser poeta

Todo lo que puedas sobre animales y personas.
los nombres de árboles y flores y hierbas.
nombres de estrellas y los movimientos de los planetas

y la luna.

tus propios seis sentidos, con una mente observadora y elegante.

por lo menos un tipo de magia tradicional: adivinación, astrología, el libro de los cambios,

el tarot;

sueños.
los demonios ilusorios y los resplandescientes dioses

ilusorios;

besarle el culo al diablo y comer mierda; coger con su verga caliente y barbuda, cogerse a la bruja
y a todos los ángeles celestiales

y doncellas aromáticas y doradas—

entonces amar lo humano: esposas maridos y amigos.

juegos de niños, historietas, chicle-bomba, las rarezas de la televisión y la publicidad.

trabajo, largas secas horas de trabajo devoradas, aceptadas

y vividas y finalmente amadas. agotamiento, hambre, descanso.

la salvaje libertad de la danza, éxtasis solitaria silenciosa iluminación, éstasis

peligro real, juegos de azar, y el filo de la muerte.

De  Regarding Wave, 1970

Sin

el silencio de natura por dentro.

el poder adentro, del poder exterior.

el camino es todo lo que pasa—no termina en sí.

el final es, gracia—sosiego—

alivio,
no redención.

cantando

la evidencia
la evidencia del poder interior.

(Turtle Island, 1974)

El voto de Amitabha

“Si, después de obtener la naturaleza del Buda, alguien

en mi tierra

cae en la cárcel acusado de vagancia, que yo

no adquiera la más alta y perfecta iluminación.

gansos silvestres en el huerto

escarcha sobre el pasto joven

“Si, después de obtener la naturaleza del Buda, alguien

en mi tierra

pierde un dedo juntando vagones de carga, que yo

no adquiera la más alta y perfecta iluminación.

el ojo de la yegua se sacude
tensado por la brida
los zapatos con brillo de piedra espolean
los tobillos tiemblan: al bajar la roca empinada

“Si, después de obtener la naturaleza del Buda,

alguien en mi tierra

no puede tomar un aventón hacia cualquier rumbo, que yo

no adquiera la más alta y perfecta iluminación.

húmedas rocas que zumban
en el suroeste lluvia y relámpagos

pelo, barba, comezón

el viento fustiga las piernas desnudas

deberíamos volver
no lo hacemos.

(Myths & Texis, 1978 )

CANCIÓN DEL GUSTO

Comer los gérmenes vivos de las hierbas
Comer los óvulos de grandes pájaros

.          El carnoso dulzor henchido
.          al esperma del vaivén de los árboles

 Los músculos de lomo y muslos
.                    de vacas mansas
.          El brinco del cordero en su salto
.          La cola del buey en su balanceo

Comer las raíces que crecen
.                    firmes bajo el suelo

Recoger la vida de vívidos
.          racimos de puntos en hileras luminosas
.                    fuera del espacio
ocultos en la viña.

Comer la semilla del otro
.                    comerse,
.          ah, el uno al otro.

Besar al amante en la boca del pan:
.                    labio a labio.

(De Regarding Wave,1978)

Gary Sherman Snyder (San Francisco, EE UU, 8 de mayo de 1930). Poeta, traductor, ensayista, peón forestal, novicio budista, conferencista y activista del medio ambiente , perteneciente a la Generación Beat y al Renacimiento de San Francisco. Es uno de los poetas vivos más grandes de Estados Unidos.

Creció cerca de Lake City, al norte de Seattle, en el estado de Washington. Este fue el antiguo feudo del pueblo salish y el escenario de “la deforestación implacable de uno de los más imponentes bosques de todos los tiempos”, cuna de las coníferas más grandes del mundo. En 1951 se licenció en antropología y literatura. En 1952 y 1953, Gary Snyder trabajó como vigía en la cordillera de las Cascadas, pero le despidieron por sus contactos en el Industrial Workers of the World, un histórico sindicato anarcosindicalista fundado en Chicago en 1905. Y, muchos de sus amigos (“soldados del descontento”, los llama en un poema) fueron acusados de comunistas y “actividades antiamericanas”. Antiamericanas, no antiestadounidenses. Gary Snyder también denuncia que un país se apropie del nombre de un continente.

Por eso siempre dice que nació en la isla de la Tortuga, recuperando un mito común en muchos pueblos amerindios, que equiparan la tierra con el caparazón de este animal. Era su forma de criticar que la América por antonomasia sea la de Estados Unidos y la de gentes como el senador Joseph McCarthy. ¿Acaso Guatemala, Bolivia o Ecuador no son también América? ¿Por qué han de añadir apellidos a su nombre? Hispanoamérica, Latinoamérica…

Su fin como trabajador estacional para el Gobierno impulsó aún más su pasión por ampliar horizontes. Hizo autoestop hasta la reserva india de Warm Springs, en el extremo del estado de Oregón, donde trabajó para una compañía maderera al servicio de la comunidad tribal. ¿Se puede ser leñador y ecologista? Sí, él es la prueba. Las talas, cuyos beneficios se repartían entre los indios, eran selectivas y respetaban árboles semilleros sanos, entre los que circulaban los tractores oruga con extremo cuidado, sin descortezarlos.

La comprobación de los daños irreparables que infligimos a la naturaleza convirtió a aquel joven en montañero, silvicultor, trabajador forestal temporal y defensor de la vida salvaje. Ha trabajado en las montañas y los bosques del Oeste, de AlaskaJapónTaiwán y Nepal, siempre en cuestiones relacionadas con la ecología, las especies amenazadas y las estrategias medioambientales. Recorrió el mundo, estudió lenguas orientales, practicó budismo y vivió muchos años en monasterios.

En 1956 obtuvo la beca del First Zen Institute of America y partió hacia Japón donde residiría durante casi doce años en las inmediaciones del Templo Daitoku-ji. En este país conoció a la primera de sus tres esposas, la poeta Joanne Kyger (1934-2017) y se casaron el 28 de febrero de 1960. En 1962 viajaron a la India con los poetas beats Allen Ginsberg y Peter Orlovsky. Allí conocieron al Dalái Lama.? En 1964 se separó de Kyger, quien regresó sola a Estados Unidos. En 1967 se casó con Uehara, con quien viviría durante veintidós años.

En 1969 volvió a los Estados Unidos y compró tierras con Allen Ginsberg en el norte de  San Juan, en Sierra Nevada. En esta comunidad rural construyó su casa Kitkitdizze y el  centro Zen Ring of Bone.

En 1989 se divorció de Uehara. Más tarde se casó con Carole Lynn Koda (1947-2006) y vivieron juntos hasta el fallecimiento de Carole.

 Snyder ha publicado una treintena de libros, traducidos a más de 20 idiomas. Su influencia cultural fue y es enorme en Estados Unidos. Sin su figura no se entenderían la generación beat y el movimiento hippieJack Kerouac se inspiró en él para Los vagabundos del Dharma.

Ganó el premio Pulitzer de poesía (1974) con su libro “La isla de la Tortuga”, el American Book Award (1984), el Bollingen (1997) y el Ruth Lilly (2008), entre otros premios.

Gary Snyder inspiró el documental “The Practice of the Wild” (2010) de John J. Healey, basado en el libro homólogo de Snyder (1990).

La poesía, el budismo Zen, la práctica diaria del zazen, el compromiso con el medio ambiente, han sido para Snyder los puentes que han permitido el desarrollo de una nueva ética, una nueva estética y por tanto un nuevo estilo de vida:

“Cuando los arroyos crecen 
los poemas fluyen 
Cuando los arroyos se vacían 
apilamos piedras”

Obra publicada :

  • Myths & Texts (1960).
  • Six Sections from Mountains and Rivers Without End (1965).
  • The Back Country (1967).
  • Riprap and Cold Mountain Poems (1969).
  • Regarding Wave (1969).
  • Earth House Hold (1969).
  • Turtle Island (1974).
  • The Old Ways (1977).
  • He Who Hunted Birds in His Father’s Village: The Dimensions of a Haida Myth (1979).
  • The Real Work (1980).
  • Axe Handles (1983).
  • Passage Through India (1983).
  • Left Out in the Rain (1988).
  • The Practice of the Wild (1990).
  • No Nature: New and Selected Poems (1992).
  • A Place in Space (1995).
  • Mountains and Rivers Without End (1996).
  • The Gary Snyder Reader: Prose, Poetry, and Translations (1999).
  • The High Sierra of California, with Tom Killion (2002).
  • Danger on Peaks (2005).
  • Back on the Fire: Essays (2007).
  • Tamalpais Walking, with Tom Killion (2009).
  • The Etiquette of Freedom, with Jim Harrison (2010) film by Will Hearst with book edited by Paul Ebenkamp.

Enlaces de interés :

https://www.lavanguardia.com/ocio/viajes/20200626/481912832978/gary-snyder-generacion-beat-movimiento-hippie-estados-unidos-grandes-viajeros.html

https://jenb-writing.medium.com/biography-of-gary-snyder-dac6f56c212d

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