Que todo morirá cuando yo muera… ¡Imposible pensar de otra manera!
Pita Amor
Vi en el espejo
Vi en el espejo un personaje raro
un pájaro de sombras taciturno,
del polaco Chopin, oí un nocturno
y vendí mi reloj a un viejo avaro
Tu traje oscuro, que costó tan caro
las refulgentes luces de Saturno
el comandante que cambió de turno
y la niña que juega con el aro
Un telegrama que me ha enviado Emilio
y yo pidiéndole al demonio auxilio
las tabernas de vinos asesinos
los burdeles de vicios clandestinos
los imanes, las grises cerraduras…
También las misteriosas cerraduras.
A mi me ha dado
A mí me ha dado en escribir sonetos
como a otros les da en hacer sonatas
lo mismo que si fueran corcholatas
etiquetas, botones o boletos
A mí me ha dado en descubrir secretos
A mí me ha dado por volar veletas
A mí me ha dado en recortar siluetas
y en medir bien la luz de los abetos
A mí me ha dado en alumbrar la rosa
y medir el listón de la violeta
la rosa que se vuela en mariposa
la rosa desmayada tan secreta
la rosa de la flor maravillosa,
y en quebrar el fulgor de la ruleta
Yo fui novia
Yo fui novia del Blue Boy
de un árabe del desierto
de un músico de concierto
y en el infierno ahora estoy
Yo me voy en un convoy
a recorrer el Mar Muerto,
el mar obscuro y abierto y
por sus ondas me voy
Voy a pescar peces rojos
y a encerrarlos con cerrojos
en un frasco de cristal
Ya es mi locura total
estoy por ti encarcelada
en la cárcel de la nada
Tres sonetos de amores prohibidos
I.
En mi lecho anestesiado
tuve un sueño de cometa
de barcos, velas, veletas,
tuve un sueño de pecado
Un sueño como blindado
de treinta puertas secretas
y de misteriosas grietas,
un sueño casi sellado
Soñé que estabas conmigo
tú eras mi solo testigo
Soñé que me penetrabas,
que con lascivia me amabas
y tu cuerpo junto al mío
formaban sólo el vacío.
II.
Yo te amaba hasta el delirio
mas allá de lo que miro,
sabes que por ti deliro
por ti, mi tez es de cirio
mis venas son de martirio
Pero yo ya me retiro,
pongo en mi florero un lirio
erguido, blanco, morado,
en su belleza sellado
y sigo pensando en ti
infernal mi frenesí
Ante tu cuerpo
yo me quedo absorta,
me juego en ti la yugular, la aorta
III.
Por la calle tú has visto los traseros
de las mujeres, que el sudor transpira
y con sus culos abultados giran
a la iglesia los miércoles primeros
Van tocadas con velos y sombreros
que al arrebato del pecado inspiran
y en contra del incienso ellas conspiran
Tú has mirado sus talles traicioneros
De lascivia tus ojos se han llenado
Al mirarlos, ejerces tú el pecado
Tus sueños son de iglesia y de lujuria
de deseos frenéticos, de furia
Yo he sentido unos celos infernales
pensando en tus deseos municipales.
La aritmética
La aritmética alarmante
la matemática fría
la distante geografía
el álgebra desquiciante
la alquimia desconcertante
la glacial filosofía
la celeste astronomía
la teología enajenante
el ajedrez silencioso
el dominó misterioso
el deporte de la lumbre,
que es de los juegos la cumbre,
nunca podrán igualar
al deporte de pensar
Me ha pintado
Me ha pintado el Tintoretto
y el genial aragonés
que no llegó a ser francés:
Goya, y el Spagnoletto
Bajo la luz de un abeto
o a la sombra de un ciprés
o a la sombra de las diez
lanzando yo al mundo un reto,
me han pintado Zurbarán
Lautrec, Manet y Derain
y me pintó Andrea del Sarto
melancólica en mi cuarto
y Rembrandt me dibujó
en un lienzo que voló
Casa Redonda
I
Casa redonda tenía
de redonda soledad:
el aire que la invadía
era redonda armonía
de irrespirable ansiedad.
Las mañanas eran noches,
las noches desvanecidas,
las penas muy bien logradas,
las dichas muy mal vividas.
Y de ese ambiente redondo,
redondo por negativo,
mi corazón salió herido
y mi conciencia turbada.
Un recuerdo mantenido:
redonda, redonda nada.
II
Escaleras sin peldaños
mis penas son para mí,
cadenas de desengaños,
tributos que al mundo dí.
Tienen diferente forma
y diferente matiz,
pero unidas por los años,
mis penas, o mis engaños,
como sucesión de daños,
son escaleras en mí.
III
De mi esférica idea de las cosas,
parten mis inquietudes y mis males,
pues geométricamente, pienso iguales
lo grande y lo pequeño, porque siendo,
son de igual importancia; que existiendo,
sus tamaños no tienen proporciones,
pues no se miden por sus dimensiones
y sólo cuentan, porque son totales,
aunque esféricamente desiguales.
IV
Me estoy volcando hacia fuera
y ahogándome estoy por dentro.
El mundo es sólo una esfera,
y es al mundo al que pidiera
totalidad, que no encuentro.
Totalidad que debiera
yo, en mí misma, realizar,
a fuerza de eliminar
tanta pasión lastimera;
de modo que se extinguiera
mi creciente vanidad y de este modo pudiera
dar a mi alma saciedad.
V
De mi barroco cerebro,
el alma destila intacta;
en cambio mi cuerpo pacta
venganzas contra los dos.
Todo mi sér en pos
de un final que no realiza;
mas ya mi alma se desliza
y a los dos ya los libera,
presintiéndoles ribera
de total penetración.
VI
Yo soy cóncava y convexa;
dos medios mundos a un tiempo:
el turbio que muestro afuera,
y el mío que llevo dentro.
Son mis dos curvas-mitades
tan auténticas en mí,
que a honduras y liviandades
toda mi esencia les dí.
Y en forma tal conviví
con negro y blanco extremosos,
que a un mismo tiempo aprendí
infierno y cielo tortuosos.
Como dicen que soy una ignorante
Como dicen que soy una ignorante,
todo el mundo comenta sin respeto
que sin duda ha de haber algún sujeto
que pone mi pensar en consonante.
Debe de ser un tipo desbordante,
ya que todo produce hasta el soneto
por eso con mis libros lanzo un reto
burla burlando van los tres delante.
Yo sólo pido que él siga cantando
para mi fama y personal provecho,
en tanto que yo vivo disfrutando
de su talento sin ningún derecho,
y ojalá y no se canse sino cuando
toda una biblioteca me haya hecho.
Retrato de Pita Amor”, Diego Rivera, óleo sobre lienzo, 1949, Col. Dolores Olmedo.
Como los rieles del tren
Como los rieles del tren,
unidos y separados
pero siempre sentenciados
a llegar tarde al andén
Como el constante vaivén
del tren por los encrespados
cerros grises levantados,
mi amor y el tuyo también
corren paralelamente
corren fugitivamente
corren juntos, divididos
separados, pero unidos
corren hasta el mar quebrado
mar sin olas, desolado
Paralelo entre la Virgen de Guadalupe y Guadalupe Amor
Tú, de tus plumas rodeada
Yo, contemplando los soles
Tú alumbrada por faroles
Yo encaminada a la nada
Tú, celeste y constelada
Yo te ofrezco girasoles
de amarillos arreboles
Tú, en un ayate pintada
Yo divina, porque invento
mi sangre y el firmamento
Tú por ciegos adorada
Yo ciega e iluminada
Tú mexicana imperial
Yo mexicana infernal
Adentro de mi vaga superficie
Adentro de mi vaga superficie
se revuelve un constante movimiento;
es el polvo que todo lo renueva,
destruyendo.
Adentro de la piel que me protege
y de la carne a la que estoy nutriendo,
hay una voz interna que me nombra;
Polvo tenso.
Sé bien que no he escogido la materia
de este cuerpo tenaz, pero indefenso,
arrastro una cadena de cenizas:
polvo eterno.
Tal como yo han pasado las edades,
soportando la lucha de lo interno,
el polvo va tomando sus entrañas
de alimento…
¡Humanidad, del polvo experimento!
Shakespeare
Shakespeare me llamó genial
Lope de Vega, infinita
Calderón, bruja maldita
y Fray Luis la episcopal
Quevedo, grande inmortal
y Góngora la contrita
Sor Juana, monja inaudita
y Bécquer la mayoral
Rubén Darío, la hemorragia;
la hechicera de la magia
Machado, la alucinante
Villaurrutia, enajenante
García Lorca, la grandiosa
y yo me llamé la Diosa
Me Doctoré…
Me doctoré en masoquismos
también en jurisprudencia
me doctoré en la alta ciencia
de fabricar silogismos
y de inventar espejismos
Me doctoré en la vehemencia
de saber que la conciencia
sólo acelera los ismos
Me doctoré en teología
también en melancolía
Me doctoré en letras muertas
también en ciencias inciertas
Me doctoré en el amor
lo practiqué en Do Mayor
Dedicatoria
Al dueño del desierto americano,
del llano desolado y devastado,
a Rulfo, que del llano enamorado,
arrasó el Continente Americano
A Arreola, el florentino mexicano
que a Salaino su gorra le ha bordado
con alamares de festón plateado
que dibujó con tinta de su mano
A la grave y contrita Emma Godoy
que practica la misa ayer y hoy
A Guadalupe Dueñas, la infernal
y a su pluma celeste y terrenal
A Guadalupe Amor, la mexicana
que es dueña de la tinta americana.
Mi testamento
En estas líneas que con tinta escribo
te lego Juan de Dios mi testamento,
quede de testimonio documento
la palabra transcrita que transcribo
En estas letras dadas al olvido
infinitas, igual que el firmamento,
dejo mi signo, mi señal, mi acento
y te digo don Juan lo que he vivido
Y te digo don Juan cómo yo he muerto
Lego mis asombrosos abalorios
a la sombra del ávido desierto
y a la misa final de mis velorios
Y mi sangre la dejo al llano abierto
y mi gloria a los cielos transitorios
Guadalupe Teresa Amor Schmidtlein, más conocida como Pita Amor, (Ciudad de México, 30 de mayo de 1918- Ciudad de México, 8 de mayo del 2000). Poeta, escritora, actriz y rapsoda, de personalidad arrolladora y transgresora fundamentada en su deseo absoluto de libertad. Es considerada por muchas voces como una de las poetas más intensas de las letras mexicanas del siglo XX.
Hija menor de los siete vástagos de Carolina Schmidtlein(de origen alemán y español) y Emmanuel Amor(de origen español y francés), descendientes de la aristocracia porfiriana venida a menos con la Revolución. Su familia había perdido su gran hacienda que abarcó casi la mitad del actual estado de Morelos.Zapata, que había sido caballerango del padre de Pita, cuando inició la revolución tomo la hacienda y la convirtió en su cuartel general.
Pita pasó su infancia en una residencia en la calle Abraham González, en el centro de Ciudad de México.
Cuando es joven, es actriz y también modelo de importantes pintores y fotógrafos como Raúl Anguiano, Juan Soriano y Diego Rivera, para quien posa desnuda.
Se mueve en círculos literarios y artísticos y entabla amistad con Gabriela Mistral, Pablo Picasso, Frida Kahlo, Juan Rulfo, María Félix, Alfonso Reyes, Salvador Novo, entre otros intelectuales.
Pita viste usualmente con capas y mantones, sin utilizar medias ni ropa interior, su personalidad es avasalladora y jamás pasa inadvertida. Pita era una mujer controvertida por su forma de ser y su estilo de vida. Tenía una personalidad avasalladora, provocadora, seductora y transgresora que vivía intensamente.
Pita Amor escribe sus primeros versos, en un instante de inspiración, sobre un papel cualquiera y con un lápiz de ojos, de Yo soy mi casa, su primer libro de poemas.
Su poesía la forja en temáticas metafísicas, el sentido de la vida, Dios… caracterizada por tener expresiones desencadenadas y directas en primera persona. En esto se percibe la influencia de Luis de Góngora, Fray Luis de León, Francisco de Quevedo, Santa Teresa y Juana Inés de la Cruz.
Su obra es elogiada por grandes como Alfonso Reyes, Gabriela Mistral, Pablo Neruda, Xavier Villaurrutia, Juan Rulfo y Juan José Arreola.
El primero de sus poemarios se tituló Yo soy mi casa y fue publicado en 1946, le siguieron Puerta obstinada (1947), Círculo de angustia (1948) Polvo,( 1949), que despertó la admiración de otros intelectuales y artistas . En 1953 se publica Décimas a Dios, su poemario más celebrado; posteriormente publicó Sirviéndole a Dios de hoguera (1958) y Todos los siglos del mundo (1959) y luego, un largo silencio hasta Pita y otros monstruos, siete sonetos (1983) y Soy dueña del universo (1984).
Además de una extensa producción poética, Pita también trabajó la narrativa, en la que inició a finales de los años 50. Su obra “Yo soy mi casa” es una novela semiautobiográfica o un libro de memorias, difícil de clasificar, se ubicó finalmente en la prosa narrativa con el mismo título de su primer libro de poemas. Galería de títeres, libro de relatos cortos donde refleja la realidad de burgueses decadentes, seres desolados camino de la decrepitud. También publicó variedad de textos en periódicos y revistas especializadas nacionales y extranjeras, incursionó como actriz y conductora en el medio radiofónico y televisivo de la época.
En 1961 su único hijo, Manuel, a quien había dejado al cuidado de su hermana Carolina, se ahogó en una piscina con apenas dos años de edad, lo que hizo que durante cerca de 10 años Pita se aislase de la esfera pública .
Reaparece en 1974 con un recital en el Ateneo Español; recita poesía de Sor Juana, Alfonso Reyes, Salvador Días, Xavier Villaurrutia, entre otros, con un enorme éxito. Aparece nuevamente en la televisión dando entrevistas y continua dando recitales.
Hacia su vejez, Pita Amor comenzó a comportarse de una forma extravagante, vestía muy llamativa, maquillada en exceso y cargada de joyas, y solía ser agresiva llegando a golpear a la gente con su bastón en las calles de Zona Rosa por donde deambulaba recitando y vendiendo sus poemarios e insultando a quienes no apreciaban su poesía. De esta época de Pita y como salió de ese infierno tenemos el testimonio de su amigo el dramaturgo Miguel Sabido: » ..Pero cuando Pita estaba en el momento más abyecto de su vida tuvo la fortuna de encontrar dos amigos: la magnífica actriz Patricia Reyes Spíndola y el arquitecto Carlos Zahib. Ellos la rescataron del infierno —y lo digo literalmente— en el que vivía. Ellos la alimentaron física y espiritualmente, a un grado tal que pudo volver a dar recitales de su poesía en el Cícero de Estela Moctezuma. Empezó a escribir otra vez, pero su pluma estaba tan mellada como su cuerpo. Con todo el amor de sus amigos, la recuperaba poco a poco y tenía momentos de lucidez en que volvía a acuñar algún verso maravilloso. A tal grado que pudo aceptar una invitación al Museo Casa Estudio de Diego Rivera y Frida Kahlo en San Ángel para exhibir sus asombrosos dibujos, recopilados pacientemente por la directora Carmen Garduño.»
Carmen Garduño, la directora del museo Diego Rivera de San Angel reunió dibujos realizados por Pita y varias de las pinturas que le hicieron pintores como Diego Rivera y montó una exposición donde también se exhibieron varios de sus libros.
El 20 de junio de 1996, gracias a Miguel Sabido, el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México le rindió un homenaje a toda su carrera; Pita apareció sobre un trono, coronada por una tiara y bajo una lluvia de pétalos de flores, la ovación del público duró dieciocho minutos…
El 8 de mayo del 2000, Pita Amor falleció a los 81 años en su apartamento de la Ciudad de México.
Pita Amor había dicho durante una entrevista: “De lo mío, de lo que yo he escrito lo que más me gusta es mi epitafio”
Mi cuarto es de cuatro metros,
mi cuerpo mide uno y medio.
La caja que se me espera
totalizará mi tedio.
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Salvador Novo, otro poeta transgresor, la nombró en los años 60 como la Undécima musa, en referencia a Sor Juana Inés de la Cruz, la décima musa.
En palabras de Juan José Arreola: “era un ciclón, un meteoro, una fuerza de la naturaleza. Llegaba Pita y era como si empezara un aguacero resplandeciente con rayos y centellas y todo”.
Guadalupe Dueñas, gran cuentista dijo: «Pita es una maravillosa sobreviviente de los siglos de oro»
El poeta y escritor Miguel Sabido dice: » Guadalupe fué un fenómeno del siglo XX irrepetible, importantísimo, como escritora, como poeta, como prosista, y como personaje paradigmático. Nunca ha existido alguien como Guadalupe Amor«.
La gran poeta Rosario Castellanos la definió como : » La mas grande poetisa mística «
El escritor José Emilio Pacheco, le dedicó una adivinanza en forma de homenaje:
“¿Quién es la que ardió en su llama, hizo su vida poesía, bajó a la región sombría, lleva en su nombre a quien ama?”.
Y, según ella misma escribio: «Ha vivido, vivio y murió perseguida por si misma.»
Eduardo Sepúlveda Amor, sobrino de Pita, escribió y dirigió el documental Pita Amor: señora de la tinta americana,(2018) donde aborda la vida y obra de la poeta Guadalupe Amor, Pita Amor, a partir de apuntes biográficos, entrevistas con la escritora (y sobrina) Elena Poniatowska; su biógrafo Michael Schuessler y amigos y admiradores como Patricia Reyes Spíndola, Daniela Romo, Miguel Sabido y Jacobo Zabludowsky. Se incluyen su poesía en su propia voz y representaciones en danza de poemas y de etapas cruciales de la vida de la escritora, así como abundante material fotográfico y audiovisual de archivo.
Pita Amor era tía de la escritora, periodista y Premio Cervantes Elena Poniatowska, quien hace un prólogo semblanza de la poeta en su libro de relatos «Las siete cabritas», donde reúne retratos de mujeres imprescindibles de la cultura mexicana. En esta semblanza, Poniatowska, cuya madre era prima hermana de Amor; traza una amplia descripción suya y habla de cuando se publicó Polvo en 1949. “¡No te compares con tu tía de fuego! ¡No te atrevas a parecerte junto a mí, junto a mis vientos huracanados, mis tempestades, mis ríos de lava! ¡Yo soy el sol, muchachita, apenas te aproximes te carbonizarán mis rayos! ¡Soy un volcán!”, le dijo Pita Amor a Elena durante una fiesta en 1954.
“Yo siempre he creído que cada cosa es única… este instante, preciso, exacto, en que conversamos, nunca más volverá a repetirse, ¡aunque nos juntemos infinitas veces! No se repetirá porque yo nunca estaré pensando lo mismo, ni usted… nunca se bebe dos veces agua de un mismo río, ¿está de acuerdo?“
Pita Amor
Poco se puede añadir de esta increíble mujer que sobre su poesía dijo :
«El origen de mi poesía es el origen del mundo»
Enlaces de interés :
https://cultura.nexos.com.mx/centenario-de-pita-amor-1918-2000-una-galeria
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Hermosos la poesía de Pita Amor, muy originales, muy clara para expresar sus ideas y sentimientos. No conocía a esta poetisa, pero, ahora, voy a disfrutar de sus poemas.
Muchas gracias por su comentario. Nos alegra que a través de nuestra página haya descubierto a la poeta Pita Amor.Sin duda una mujer increíble.
Un saludo afectuoso