14 Poemas de Pita Amor

Que todo morirá cuando yo muera… ¡Imposible pensar de otra manera!

Vi en el espejo

Vi en el espejo un personaje raro
un pájaro de sombras taciturno,
del polaco Chopin, oí un nocturno
y vendí mi reloj a un viejo avaro

Tu traje oscuro, que costó tan caro
las refulgentes luces de Saturno
el comandante que cambió de turno
y la niña que juega con el aro

Un telegrama que me ha enviado Emilio
y yo pidiéndole al demonio auxilio
las tabernas de vinos asesinos

los burdeles de vicios clandestinos
los imanes, las grises cerraduras…
También las misteriosas cerraduras.

Fotografia cedida por Eduardo Sepúlveda

A mi me ha dado

A mí me ha dado en escribir sonetos
como a otros les da en hacer sonatas
lo mismo que si fueran corcholatas
etiquetas, botones o boletos

A mí me ha dado en descubrir secretos
A mí me ha dado por volar veletas
A mí me ha dado en recortar siluetas
y en medir bien la luz de los abetos

A mí me ha dado en alumbrar la rosa
y medir el listón de la violeta
la rosa que se vuela en mariposa

la rosa desmayada tan secreta
la rosa de la flor maravillosa,
y en quebrar el fulgor de la ruleta

Yo fui novia

Yo fui novia del Blue Boy
de un árabe del desierto
de un músico de concierto
y en el infierno ahora estoy

Yo me voy en un convoy
a recorrer el Mar Muerto,
el mar obscuro y abierto y
por sus ondas me voy

Voy a pescar peces rojos
y a encerrarlos con cerrojos
en un frasco de cristal

Ya es mi locura total
estoy por ti encarcelada
en la cárcel de la nada

Fotografia cedida por Eduardo Sepúlveda

Tres sonetos de amores prohibidos

I.

En mi lecho anestesiado
tuve un sueño de cometa
de barcos, velas, veletas,
tuve un sueño de pecado

Un sueño como blindado
de treinta puertas secretas
y de misteriosas grietas,
un sueño casi sellado

Soñé que estabas conmigo
tú eras mi solo testigo
Soñé que me penetrabas,

que con lascivia me amabas
y tu cuerpo junto al mío
formaban sólo el vacío.

II.

Yo te amaba hasta el delirio
mas allá de lo que miro,
sabes que por ti deliro
por ti, mi tez es de cirio

mis venas son de martirio
Pero yo ya me retiro,
pongo en mi florero un lirio
erguido, blanco, morado,

en su belleza sellado
y sigo pensando en ti
infernal mi frenesí

Ante tu cuerpo
yo me quedo absorta,
me juego en ti la yugular, la aorta

III.

Por la calle tú has visto los traseros
de las mujeres, que el sudor transpira
y con sus culos abultados giran
a la iglesia los miércoles primeros

Van tocadas con velos y sombreros
que al arrebato del pecado inspiran
y en contra del incienso ellas conspiran
Tú has mirado sus talles traicioneros

De lascivia tus ojos se han llenado
Al mirarlos, ejerces tú el pecado
Tus sueños son de iglesia y de lujuria

de deseos frenéticos, de furia
Yo he sentido unos celos infernales
pensando en tus deseos municipales.

La aritmética

La aritmética alarmante
la matemática fría
la distante geografía
el álgebra desquiciante

la alquimia desconcertante
la glacial filosofía
la celeste astronomía
la teología enajenante

el ajedrez silencioso
el dominó misterioso
el deporte de la lumbre,

que es de los juegos la cumbre,
nunca podrán igualar
al deporte de pensar

Diego Rivera pintando a Pita Amor

Me ha pintado

Me ha pintado el Tintoretto
y el genial aragonés
que no llegó a ser francés:
Goya, y el Spagnoletto

Bajo la luz de un abeto
o a la sombra de un ciprés
o a la sombra de las diez
lanzando yo al mundo un reto,

me han pintado Zurbarán
Lautrec, Manet y Derain
y me pintó Andrea del Sarto

melancólica en mi cuarto
y Rembrandt me dibujó
en un lienzo que voló

Casa Redonda

I
Casa redonda tenía
de redonda soledad:
el aire que la invadía
era redonda armonía
de irrespirable ansiedad.

Las mañanas eran noches,
las noches desvanecidas,
las penas muy bien logradas,
las dichas muy mal vividas.

Y de ese ambiente redondo,
redondo por negativo,
mi corazón salió herido
y mi conciencia turbada.

Un recuerdo mantenido:
redonda, redonda nada.

II
Escaleras sin peldaños
mis penas son para mí,
cadenas de desengaños,
tributos que al mundo dí.

Tienen diferente forma
y diferente matiz,
pero unidas por los años,
mis penas, o mis engaños,
como sucesión de daños,
son escaleras en mí.

III
De mi esférica idea de las cosas,
parten mis inquietudes y mis males,
pues geométricamente, pienso iguales
lo grande y lo pequeño, porque siendo,
son de igual importancia; que existiendo,
sus tamaños no tienen proporciones,
pues no se miden por sus dimensiones
y sólo cuentan, porque son totales,
aunque esféricamente desiguales.

IV
Me estoy volcando hacia fuera
y ahogándome estoy por dentro.
El mundo es sólo una esfera,
y es al mundo al que pidiera
totalidad, que no encuentro.

Totalidad que debiera
yo, en mí misma, realizar,
a fuerza de eliminar
tanta pasión lastimera;
de modo que se extinguiera
mi creciente vanidad y de este modo pudiera
dar a mi alma saciedad.

V
De mi barroco cerebro,
el alma destila intacta;
en cambio mi cuerpo pacta
venganzas contra los dos.

Todo mi sér en pos
de un final que no realiza;
mas ya mi alma se desliza
y a los dos ya los libera,
presintiéndoles ribera
de total penetración.

VI
Yo soy cóncava y convexa;
dos medios mundos a un tiempo:
el turbio que muestro afuera,
y el mío que llevo dentro.
Son mis dos curvas-mitades
tan auténticas en mí,
que a honduras y liviandades
toda mi esencia les dí.

Y en forma tal conviví
con negro y blanco extremosos,
que a un mismo tiempo aprendí
infierno y cielo tortuosos.

Como dicen que soy una ignorante

Como dicen que soy una ignorante,
todo el mundo comenta sin respeto
que sin duda ha de haber algún sujeto
que pone mi pensar en consonante.

Debe de ser un tipo desbordante,
ya que todo produce hasta el soneto
por eso con mis libros lanzo un reto
burla burlando van los tres delante.

Yo sólo pido que él siga cantando
para mi fama y personal provecho,
en tanto que yo vivo disfrutando

de su talento sin ningún derecho,
y ojalá y no se canse sino cuando
toda una biblioteca me haya hecho.

Paralelo entre la Virgen de Guadalupe

y Guadalupe Amor

Tú, de tus plumas rodeada
Yo, contemplando los soles
Tú alumbrada por faroles
Yo encaminada a la nada

Tú, celeste y constelada
Yo te ofrezco girasoles
de amarillos arreboles
Tú, en un ayate pintada

Yo divina, porque invento
mi sangre y el firmamento
Tú por ciegos adorada

Yo ciega e iluminada
Tú mexicana imperial
Yo mexicana infernal

Adentro de mi vaga superficie 

Adentro de mi vaga superficie
se revuelve un constante movimiento;
es el polvo que todo lo renueva,
destruyendo.

Adentro de la piel que me protege
y de la carne a la que estoy nutriendo,
hay una voz interna que me nombra;
Polvo tenso.

Sé bien que no he escogido la materia
de este cuerpo tenaz, pero indefenso,
arrastro una cadena de cenizas:
polvo eterno.

Tal como yo han pasado las edades,
soportando la lucha de lo interno,
el polvo va tomando sus entrañas
de alimento…

¡Humanidad, del polvo experimento!

Shakespeare

Shakespeare me llamó genial
Lope de Vega, infinita
Calderón, bruja maldita
y Fray Luis la episcopal

Quevedo, grande inmortal
y Góngora la contrita
Sor Juana, monja inaudita
y Bécquer la mayoral

Rubén Darío, la hemorragia;
la hechicera de la magia
Machado, la alucinante

Villaurrutia, enajenante
García Lorca, la grandiosa
y yo me llamé la Diosa

Me Doctoré

Me doctoré en masoquismos
también en jurisprudencia
me doctoré en la alta ciencia
de fabricar silogismos

y de inventar espejismos
Me doctoré en la vehemencia
de saber que la conciencia
sólo acelera los ismos

Me doctoré en teología
también en melancolía
Me doctoré en letras muertas

también en ciencias inciertas
Me doctoré en el amor
lo practiqué en Do Mayor

Dedicatoria

Al dueño del desierto americano,
del llano desolado y devastado,
a Rulfo, que del llano enamorado,
arrasó el Continente Americano

A Arreola, el florentino mexicano
que a Salaino su gorra le ha bordado
con alamares de festón plateado
que dibujó con tinta de su mano

A la grave y contrita Emma Godoy
que practica la misa ayer y hoy
A Guadalupe Dueñas, la infernal

y a su pluma celeste y terrenal
A Guadalupe Amor, la mexicana
que es dueña de la tinta americana.

Fotografo  Cuéllar, Rogelio

Mi testamento

En estas líneas que con tinta escribo
te lego Juan de Dios mi testamento,
quede de testimonio documento
la palabra transcrita que transcribo

En estas letras dadas al olvido
infinitas, igual que el firmamento,
dejo mi signo, mi señal, mi acento
y te digo don Juan lo que he vivido

Y te digo don Juan cómo yo he muerto
Lego mis asombrosos abalorios
a la sombra del ávido desierto
y a la misa final de mis velorios
Y mi sangre la dejo al llano abierto
y mi gloria a los cielos transitorios

pitaabanico

Guadalupe Teresa Amor Schmidtlein, más conocida como Pita Amor, (Ciudad de México, 30 de mayo de 1918- Ciudad de México, 8 de mayo del 2000)  escritora, poeta, actriz y rapsoda mexicana de personalidad arrolladora y transgresora fundamentada en su deseo absoluto de libertad. Descendiente de la aristocracia porfiriana venida a menos con la Revolución, su infancia la pasó en una residencia con decenas de habitaciones en la calle Abraham González, en el centro de Ciudad de México.Cuando es joven es actriz y también modelo de importantes pintores y fotógrafos como  Raúl Anguiano, Juan Soriano y Diego Rivera.
Se mueve en círculos literarios y artísticos y  entabla amistad con Gabriela Mistral, Pablo Picasso, Frida Kahlo, Juan Rulfo, María Félix, Alfonso Reyes, Salvador Novo, entre otros intelectuales.
 Pita viste usualmente con capas y mantones, sin utilizar medias ni ropa interior, su personalidad es avasalladora y  jamás pasa inadvertida.
Su poesía la forja en temáticas metafísicas, caracterizada por tener expresiones desencadenadas y directas en primera persona. En esto se percibe la influencia de Luis de Góngora, Francisco de Quevedo y Juana Inés de la Cruz. El primero de sus poemarios se tituló Yo soy mi casa y fue publicado en 1946, le siguieron Puerta obstinada (1947),  Círculo de angustia (1948) y su poema Polvo,( 1949), que  despertó la admiración de otros intelectuales y artistas . En 1953 se publica Décimas a Dios, su poemario más celebrado; posteriormente publicó Sirviéndole a Dios de hoguera (1958) y Todos los siglos del mundo (1959) y luego, un largo silencio. En 1961 su único hijo, Manuel, se ahogó en una piscina mientras estaba al cuidado de Carolina, su hermana lo que hizo  que durante cerca de 10 años Pita se aislase. Reaparece en 1974 con un recital en el Ateneo Español; recita poesía de Sor Juana, Alfonso Reyes, Salvador Días, Xavier Villaurrutia, entre otros, con un enorme éxito. Aparece nuevamente en la televisión dando entrevistas. Hacia su vejez, Pita Amor comenzó a comportarse de una forma extravagante, vestía muy llamativa, maquillada en exceso y  cargada de joyas, y solía ser agresiva llegando a  golpear a la gente con su bastón en las calles de Zona Rosa por donde deambulaba  vendiendo sus poemarios e insultando a quienes no apreciaban su poesía. En 1995 el Palacio de Bellas Artes le rindió un homenaje a toda su carrera; Pita  apareció sobre un trono, coronada por una tiara y bajo una lluvia de pétalos de flores, la ovación del público duró dieciocho minutos…

Salvador Novo, otro poeta transgresor, la nombró en los años 60 como la Undécima musa, en referencia a Sor Juana Inés de la Cruz, la décima musa.

“Yo siempre he creído que cada cosa es única… este instante, preciso, exacto, en que conversamos, nunca más volverá a repetirse, ¡aunque nos juntemos infinitas veces! No se repetirá porque yo nunca estaré pensando lo mismo, ni usted… nunca se bebe dos veces agua de un mismo río, ¿está de acuerdo?“

Pita Amor

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