Adivinanza
De día es un fruto este nombre,
gotas de miel endulzan las encías.
De noche sus letras son estrellas
que señalan los viajes de los sueños.
En el agua
está en la superficie de los lagos.
En el cielo
pasea entre los filos de las nubes.
En la tarde
es cifra el ala de una golondrina.
En la mañana canta sobre un tejado.
Con la luz
sus oes vuelan hacia los cuervos.
Con la sombra
se encierran en los magnolios.
En el centro
una columna se yergue entre las oes.
Cántico abandonado
sirena por Ulises olvidada
nombre tan poco nombre
vives del otro lado
del precipicio de los sueños.
Velero taciturno
tu viaje dura un año.
Una fecha te encadena al calendario
y mi memoria, lúcida bahía,
te encierra en invisibles playas.
(París, 1949)
Viaje
Miro tu rostro
su dorada geografía
las pendientes
los minúsculos ríos
navego sin parar por ellos.
Siempre es otoño,
siempre hay hojas cayendo
y pájaros que se despiden.
Voy de viaje, hermana,
voy al país abierto, navegable
del rostro de mi amado.
(Paris ,1950)
O.
Todo el año es invierno junto a ti,
Rey Midas de la nieve.
Huyó la golondrina escondida
en el pelo.
La lengua no produjo más ríos
atravesando catedrales ni eucaliptos
en las torres.
Huyó por la rendija la ola azul
en cuyo centro se mecía la paloma.
El cielo blanco bajó para ahogar
a los árboles.
El lecho es el glaciar que devora
los sueños.
Surgió el puñal de hielo
para cercenar minuciosamente
la pequeña belleza que defiendo.
El sol se aleja cada día más
de mi órbita.
Sólo hay invierno junto a ti,
amigo.
En la memoria
En la memoria
hay rastros de serpientes
jeroglíficos trazados en jardines
palabras secretas en la arena
guedejas de caminos que se encuentran
el porvenir escrito en signos
y en el centro del laberinto tu nombre.
En la memoria
hay ventanas abiertas al perfil de la luna
países minerales
ramas de pájaros
estrellas pegadas a los vidrios
ardientes soles
cayendo en la boca del infierno
oscuros visitantes
embozados en azufrosas capas
el círculo de una falda roja
y tus diez dedos inventando la tarde.
En la memoria
hay rejas y un brazo de mar
azul y solitario
abriéndolas, cerrándolas
en un ir y venir de espumas.
Un río que corre entre los muebles
árboles adentro de una biblioteca
unas palabras que navegan
sobre las mesas de un café
un puente abierto a los amantes
y un caracol acumulando cantos en la playa.
En la memoria
avanzas alta marea en llamas
y retrocedes sobre la arena quemada por tu paso.
(México ,1954)
El llano de huizaches
¡Elena!
Oigo mi nombre, me busco.
¿Sólo esta oreja queda?
¿Ésta que oye mi nombre en un llano de huizaches?
¿Mi nombre, gritado así, a los cuatro vientos,
de noche, en el llano de la muerte?
¡Elena!
Es raro que descuartizados
mis miembros avancen por el llano de huizaches.
El nombre ya no los une ni los nombra.
Es raro que sigan avanzando
y que en el centro esté la boca del vacío.
Ahora los llama mi nombre:
¡Ven aquí, nariz de Elena!
¡Ven aquí, brazo de Elena!
Sólo la bacinica sigue firme cubriendo la cabeza
que sonámbula rueda en el valle de huizaches.
¿Hay todavía un puntapié sobrante?
¿Ya nadie llega a jugar a la pelota?
¿Nadie olvidó un buen escupitajo de colmillo
para la cabeza que rueda entre huizaches?
¡Elena!
Los llama mi nombre:
¡Vengan aquí, mano pierna pescuezo!
Hace años que bailan separados
en la tierra de los escupitajos.
¿Hay alguien que guarde todavía un gargajo
para ese ojo cerrado a gargajazos?
¡Elena!
La voz viene del centro profundo de mi ombligo.
Hay quien vive adentro del ombligo y me llama.
La voz corre para atrapar los pies que corren
entre huizaches
y las manos que bailan el baile loco de los dedos locos
sin pizarra, sin lápiz, sin niño, sin amante.
Me busco. Me encuentro.
Colgado de una rama seca está uno de mis labios.
Y ahora por allí corre la lengua
que recitaba las lecciones del colegio:
Rosa, rosae…
¿Qué hará allí, tan lejos del pizarrón,
tirada en el valle de huizaches?
¡Elena!
Me busco. Me encuentro.
Nadie levanta la bacinica que cubre paisajes,
pájaros vistos en deslumbrantes copas,
el pico de la estrella de la cual colgaba yo
y las sílabas de mi nombre meciéndome hacia un pasado
y un futuro los dos de oro
antes de estar aquí, gritándote a ti mismo
en los huizaches.
Tampoco hay que mirar por el agujero de la aorta.
¡Señores, un mecate para ligarlo bien!,
para que nunca más se llegue al centro de ese corazón
que yace luna roja caída en el llano de huizaches
¿Les gustará a las damas y a los caballeros
tumbado, iluminando de rojo a los huizaches
en el valle en el que rueda mi ombligo
como antes rodaron canicas llamándome?
¡Clic! !Clic! !Clic!
¡Elena!
Mi espinazo blanco avanza como víbora
hacia el pozo negro del vacío.
¿Hay algún tacón de raso,
de esos piadosos tacones de raso que llevan las señoras
para que aplaste su cabeza?
¡Rosario y decencia en mano, hubo damas!
¡Chequera y decencia en mano, hubo caballeros!
El llano, este llano, es para los pelados.
Las damas y los caballeros viven en avenidas
de cartón y beben sangre de indio.
¡Elena!
Me busco. Hay tiempo, el pozo está lejos todavía.
Los dientes separados de la encía avanzan a saltitos.
Hasta que caiga el último de ellos,
hasta que caiga la solemne campanilla que presidió
al paladar y a la palabra, no podré responderte.
¡Elena!
Te digo que me busco, que me encuentro.
Espera hasta que llegue al pozo negro la última de las uñas.
¡Es largo el llano de huizaches!
¡Es ancho el llano de huizaches!
¡Se tarda uno siglos en cruzarlo!
El extranjero
Allá donde encontramos lo perdido
Allá donde se va lo que se tuvo
Allá donde los muertos están muertos
y hay días en que renacen y repiten
los actos anteriores a su muerte
Allá donde lloradas lágrimas se vuelven
a llorar sin llanto
y en donde labios intangibles se buscan
y se encuentran ya sin cuerpo
Allá donde pronto somos niños
y tenemos casa
y en donde las ciudades son fotografías
y sus monumentos residen en el aire
y hay pedazos de jardines atados a unos ojos
Allá donde los árboles están en el vacío
donde hay amores y parientes mezclados
con objetos familiares
Allá donde las fiestas suceden a los duelos
los nacimientos a las muertes
los días de lluvia
a los días de sol
Allá, solitario, sin tiempo, sin infancia,
cometa sin orígenes, extranjero al paisaje
paseándote entre extraños
Allá resides tú,
donde reside la memoria.
Mar de dedos
Hay muchos dedos
muchos dedos agresivos
Los índices se levantan.
Los índices que señalan al prójimo
que acusan
que envidian.
Una cortina de dedos
Una marea de dedos
Una muralla
me señala.
Las lenguas se levantan,se despiertan
se afilan
se liman en los dientes
se envenenan en la saliva del colmillo.
Lenguas rasposas.
Lenguas que han lamido culos.
Lenguas que duermen solas
en sus cuevas de cavidades putrefactas.
Las lenguas que no vemos
en medio de la risas.
Lenguas sin ventilar.
Lenguas que pican.
No muerdan a su nombre tan hermoso .
Mamá, ¿qué no me oyes?
Mamá, ¿qué no me oyes?
Nadie me oye en este pozo,
no me oyes porque no llamo a nadie
ni oigo a nadie.
Sólo escucho el hilo de su voz.
La tuya no es la que busco.
Estoy en medio de la noche
a ciegas, sorda y sin olfato
aprisionada en este pozo.
Mamá, lánzame una cuerdita.
A A.B.C.
Que cada una de mis lágrimas
ahogue en sal cada uno de tus días
y cada uno se te convierta en roca
y cuando sueñes sólo seas tú solo
perdido en las salinas,
muerto bajo un viento de sal.
Que mires los ojos de la muerte
en los ojos que mires y te miren
y los caminos intrincados de mis lágrimas
de aquel viernes
se hundan en tu piel
hasta volverte una máscara tatuada.
Que ellas tengan la virtud
de borrarte la memoria de la dicha
y días vacíos encadenen tu tedio.
Baste una sola
para amargar el más dulce de los frutos
y otra para cegarte a la belleza.
Una, ligera, leve,
se te convierta en roca
y todas en río caudaloso
en el que nades a contracorriente
por todas las edades venideras
persiguiendo un punto luminoso
engañosa estrella fija
como esta inexplicable desdicha
de perseguir aquel viernes
aquel balcón de piedra
aquel adiós
aquel árbol flotando solo en el aire nocturno
alejándose más a medida que avanzo
en la memoria.
Elena Garro con su esposo Octavio Paz y la hija de ambos, Helena, en París
Mi cabeza cuarteada
Se cuartearon los muros.
Me cojo la cabeza entre las manos.
Ya es tarde.
Hay un estrépito
y la tierra me sale por los ojos.
Mi lengua sepultada entre escombros
no dirá ya
cómo sucedió la catástrofe.
A cuanto talismán recurro
cae hundido entre la tierra que cae de mi cabeza.
El polvo del derrumbe
empieza a sepultar mis hombros,
mi garganta, me llega hasta los pies.
Ya sólo soy un túmulo de tierra.
A mi sustituta en el tiempo
Cuando ya solo quede de mi pié
el eco en las aceras
cuando de mis ojos solo la torre
que miraron
y de mi lengua ni una palabra girando
en un oido
cuando solo los signos escritos en el aire
por mís manos
cuando en el mar solo el perdido golpe
de las olas
y de esta lágrima no quede rastro
en la memoria
todavía tu, amiga, que me esperas
más allá de este tiempo
encontrarás mi enojo,
mi enojo porque han vuelto
tan inutil este mundo.
Elena Delfina Garro Navarro,(Puebla, México,11 de diciembre de 1916-Cuernavaca, México,22 de agosto de 1998). Novelista, dramaturga, periodista,guionista,coreógrafa, poeta, activista nacida en México pero paradójicamente nunca tuvo la nacionalidad mexicana,( un absurdo vacío de papeleo)solo la española.
Hija de español y mexicana , su vida estuvo marcada por las luchas sociales en México, la masacre de Tlatelolco el 2 de Octubre de 1968 , el posterior exilio y su matrimonio con Octavio Paz.
Es considerada la madre del realismo mágico mexicano y posiblemente la mejor escritora mexicana del siglo XX.
Entre sus novelas destacan:
- “Reencuentro de Personajes “ 1982
- “Los recuerdos del porvenir” 1963 ( su primera y genial novela)
- “La casa junto al rio” 1983
- ”Testimonios sobre Mariana “ 1981
Entre sus obras de teatro:
- “Un hogar sólido “ 1958 ( su debut)
- “El Rey mago” 1958
- “La mujer en su balcón “ 1959
Entre sus cuentos:
- “ El anillo” 1964
- “El día en que fuimos perros” 1962
- “La semana de colores”
- “Andamos huyendo”
Recopilación poética:
- “Cristales de Tiempo “
Premios:
- Premio Xavier Villaurrutia 1963 por “Los recuerdos del porvenir”
- Premio Grijalbo en 1981 por la novela Testimonios sobre Mariana.
- Premio Bellas Artes de Narrativa Colima para Obra Publicada en 1996.
- Premio Sor Juana Inés de la Cruz en 1996.
https://www.proceso.com.mx/cultura/2020/10/27/dialogos-con-elena-garro-251627.html
https://www.elmundo.es/cultura/2016/10/30/5814d0a5e2704e58258b45ba.html
https://www.elmundo.es/cultura/2016/10/30/5814d0a5e2704e58258b45ba.html
GRACIAS ELENA!. PATRICIA ROSAS LOPÁTEGUI, GRACIAS!. DESCUBRIR A TAN INAGOTABLE ESCRITORA.
Muchas gracias a ti Marta por tu comentario y por seguir nuestra página .
Desde PoetryAlquimia queremos seguir difundiendo las voces poéticas del mundo y sobre todo dar a conocer a las más olvidadas .
Un saludo afectuoso
PoetryAlquimia