11 Poemas de Elena Garro

Adivinanza

De día es un fruto este nombre,

gotas de miel endulzan las encías.

De noche sus letras son estrellas

que señalan los viajes de los sueños.

En el agua

está en la superficie de los lagos.

En el cielo

pasea entre los filos de las nubes.

En la tarde

es cifra el ala de una golondrina.

En la mañana canta sobre un tejado.

Con la luz

sus oes vuelan hacia los cuervos.

Con la sombra

se encierran en los magnolios.

En el centro

una columna se yergue entre las oes.

Cántico abandonado

sirena por Ulises olvidada

nombre tan poco nombre

vives del otro lado

del precipicio de los sueños.

Velero taciturno

tu viaje dura un año.

Una fecha te encadena al calendario

y mi memoria, lúcida bahía,

te encierra en invisibles playas.
(París, 1949)

Viaje

Miro tu rostro

su dorada geografía

las pendientes

los minúsculos ríos

navego sin parar por ellos.

Siempre es otoño,

siempre hay hojas cayendo

y pájaros que se despiden.

Voy de viaje, hermana,

voy al país abierto, navegable

del rostro de mi amado.

(Paris ,1950)

O.

Todo el año es invierno junto a ti,
Rey Midas de la nieve.
Huyó la golondrina escondida 
en el pelo.
La lengua no produjo más ríos
atravesando catedrales ni eucaliptos
en las torres.
Huyó por la rendija la ola azul
en cuyo centro se mecía la paloma.     

El cielo blanco bajó para ahogar 
a los árboles.
El lecho es el glaciar que devora
los sueños.
Surgió el puñal de hielo
para cercenar minuciosamente 
la pequeña belleza que defiendo.

El sol se aleja cada día más 
de mi órbita.
Sólo hay invierno junto a ti,
amigo. 

Elena Garro y su esposo Octavio Paz

En la memoria

En la memoria

hay rastros de serpientes

jeroglíficos trazados en jardines

palabras secretas en la arena

guedejas de caminos que se encuentran

el porvenir escrito en signos

y en el centro del laberinto tu nombre.


En la memoria

hay ventanas abiertas al perfil de la luna

países minerales

ramas de pájaros

estrellas pegadas a los vidrios

ardientes soles

cayendo en la boca del infierno

oscuros visitantes

embozados en azufrosas capas

el círculo de una falda roja

y tus diez dedos inventando la tarde.


En la memoria

hay rejas y un brazo de mar

azul y solitario

abriéndolas, cerrándolas

en un ir y venir de espumas.

Un río que corre entre los muebles

árboles  adentro de una biblioteca

unas palabras que navegan

sobre las mesas de un café

un puente abierto a los amantes

y un caracol acumulando cantos en la playa.


En la memoria

avanzas alta marea en llamas

y retrocedes sobre la arena quemada por tu paso.

(México ,1954)

El llano de huizaches

¡Elena!
Oigo mi nombre, me busco.
¿Sólo esta oreja queda?
¿Ésta que oye mi nombre en un llano de huizaches?
¿Mi nombre, gritado así, a los cuatro vientos,
de noche, en el llano de la muerte?

¡Elena!
Es raro que descuartizados 
mis miembros avancen por el llano de huizaches.
El nombre ya no los une ni los nombra.
Es raro que sigan avanzando 
y que en el centro esté la boca del vacío.
Ahora los llama mi nombre:
¡Ven aquí, nariz de Elena! 
¡Ven aquí, brazo de Elena!
Sólo la bacinica sigue firme cubriendo la cabeza 
que sonámbula rueda en el valle de huizaches. 
¿Hay todavía un puntapié sobrante?
¿Ya nadie llega a jugar a la pelota?
¿Nadie olvidó un buen escupitajo de colmillo 
para la cabeza que rueda entre huizaches?

¡Elena!
Los llama mi nombre:
¡Vengan aquí, mano pierna pescuezo!
Hace años que bailan separados
en la tierra de los escupitajos.
¿Hay alguien que guarde todavía un gargajo 
para ese ojo cerrado a gargajazos?

¡Elena!
La voz viene del centro profundo de mi ombligo.
Hay quien vive adentro del ombligo y me llama.
La voz corre para atrapar los pies que corren 
entre huizaches 
y las manos que bailan el baile loco de los dedos locos 
sin pizarra, sin lápiz, sin niño, sin amante. 
Me busco. Me encuentro. 
Colgado de una rama seca está uno de mis labios. 
Y ahora por allí corre la lengua 
que recitaba las lecciones del colegio: 
Rosa, rosae… 
¿Qué hará allí, tan lejos del pizarrón, 
tirada en el valle de huizaches?   

¡Elena!
Me busco. Me encuentro. 
Nadie levanta la bacinica que cubre paisajes, 
pájaros vistos en deslumbrantes copas, 
el pico de la estrella de la cual colgaba yo 
y las sílabas de mi nombre meciéndome hacia un pasado 
y un futuro los dos de oro 
antes de estar aquí, gritándote a ti mismo 
en los huizaches. 
Tampoco hay que mirar por el agujero de la aorta. 
¡Señores, un mecate para ligarlo bien!, 
para que nunca más se llegue al centro de ese corazón 
que yace luna roja caída en el llano de huizaches
¿Les gustará a las damas y a los caballeros 
tumbado, iluminando de rojo a los huizaches 
en el valle en el que rueda mi ombligo 
como antes rodaron canicas llamándome? 
¡Clic! !Clic! !Clic!

¡Elena!
Mi espinazo blanco avanza como víbora 
hacia el pozo negro del vacío. 
¿Hay algún tacón de raso, 
de esos piadosos tacones de raso que llevan las señoras 
para que aplaste su cabeza? 
¡Rosario y decencia en mano, hubo damas! 
¡Chequera y decencia en mano, hubo caballeros! 
El llano, este llano, es para los pelados. 
Las damas y los caballeros viven en avenidas 
de cartón y beben sangre de indio. 

¡Elena!
Me busco. Hay tiempo, el pozo está lejos todavía. 
Los dientes separados de la encía avanzan a saltitos. 
Hasta que caiga el último de ellos, 
hasta que caiga la solemne campanilla que presidió 
al paladar y a la palabra, no podré responderte.

¡Elena!
Te digo que me busco, que me encuentro. 
Espera hasta que llegue al pozo negro la última de las uñas. 
¡Es largo el llano de huizaches! 
¡Es ancho el llano de huizaches! 
¡Se tarda uno siglos en cruzarlo!      

El extranjero

Allá donde encontramos lo perdido
Allá donde se va lo que se tuvo
Allá donde los muertos están muertos
y hay días en que renacen y repiten 
los actos anteriores a su muerte
Allá donde lloradas lágrimas se vuelven 
a llorar sin llanto
y en donde labios intangibles se buscan 
y se encuentran ya sin cuerpo
Allá donde pronto somos niños 
y tenemos casa
y en donde las ciudades son fotografías 
y sus monumentos residen en el aire
y hay pedazos de jardines atados a unos ojos
Allá donde los árboles están en el vacío
donde hay amores y parientes mezclados
con objetos familiares 
Allá donde las fiestas suceden a los duelos
los nacimientos a las muertes 
los días de lluvia 
a los días de sol
Allá, solitario, sin tiempo, sin infancia,
cometa sin orígenes, extranjero al paisaje
paseándote entre extraños 
Allá resides tú,
donde reside la memoria.      

Mar de dedos

Hay muchos dedos

muchos dedos agresivos

Los índices se levantan.

Los índices que señalan al prójimo

que acusan

que envidian.

Una cortina de dedos

Una marea de dedos

Una muralla

me señala.

Las lenguas se levantan,se despiertan

se afilan

se liman en los dientes

se envenenan en la saliva del colmillo.

Lenguas rasposas.

Lenguas que han lamido culos.

Lenguas que duermen solas

en sus cuevas de cavidades putrefactas.

Las lenguas que no vemos

en medio de la risas.

Lenguas sin ventilar.

Lenguas que pican.

No muerdan a su nombre tan hermoso .

Mamá, ¿qué no me oyes?

Mamá, ¿qué no me oyes?

Nadie me oye en este pozo,

no me oyes porque no llamo a nadie

ni oigo a nadie.

Sólo escucho el hilo de su voz.

La tuya no es la que busco.

Estoy en medio de la noche

a ciegas, sorda y sin olfato

aprisionada en este pozo.

Mamá, lánzame una cuerdita.

Elena Garro y su hija Helena

A A.B.C. 

Que cada una de mis lágrimas
ahogue en sal cada uno de tus días
y cada uno se te convierta en roca
y cuando sueñes sólo seas tú solo
perdido en las salinas,
muerto bajo un viento de sal.  
Que mires los ojos de la muerte
en los ojos que mires y te miren 
y los caminos intrincados de mis lágrimas
de aquel viernes
se hundan en tu piel
hasta volverte una máscara tatuada. 
Que ellas tengan la virtud
de borrarte la memoria de la dicha
y días vacíos encadenen tu tedio.
Baste una sola
para amargar el más dulce de los frutos 
y otra para cegarte a la belleza.
Una, ligera, leve,
se te convierta en roca
y todas en río caudaloso 
en el que nades a contracorriente 
por todas las edades venideras 
persiguiendo un punto luminoso 
engañosa estrella fija
como esta inexplicable desdicha
de perseguir aquel viernes
aquel balcón de piedra
aquel adiós 
aquel árbol flotando solo en el aire nocturno
alejándose más a medida que avanzo
en la memoria.    

Elena Garro con su esposo Octavio Paz y la hija de ambos, Helena, en París

Mi cabeza cuarteada

Se cuartearon los muros.

Me cojo la cabeza entre las manos.

Ya es tarde.

Hay un estrépito

y la tierra me sale por los ojos.

Mi lengua sepultada entre escombros

no dirá ya 

cómo sucedió la catástrofe.

A cuanto talismán recurro

cae hundido entre la tierra que cae de mi cabeza.

El polvo del derrumbe

empieza a sepultar mis hombros,

mi garganta, me llega hasta los pies.

Ya sólo soy un túmulo de tierra.

A mi sustituta en el tiempo

Cuando ya solo quede de mi pié

el eco en las aceras

cuando de mis ojos solo la torre

que miraron

y de mi lengua ni una palabra girando

en un oido

cuando solo los signos escritos en el aire

por mís manos

cuando en el mar solo el perdido golpe

de las olas

y de esta lágrima no quede rastro

en la memoria

todavía tu, amiga, que me esperas

más allá de este tiempo

encontrarás mi enojo,

mi enojo porque han vuelto

tan inutil este mundo.

Elena Delfina Garro Navarro,(Puebla, México,11 de diciembre de 1916-Cuernavaca, México,22 de agosto de 1998). Novelista, dramaturga, periodista,guionista,coreógrafa, poeta, activista nacida en México pero paradójicamente nunca tuvo la nacionalidad mexicana,( un absurdo vacío de papeleo)solo la española.

Hija de español y mexicana , su vida estuvo marcada por las luchas sociales en México, la masacre de Tlatelolco el 2 de Octubre de 1968 , el posterior exilio y su matrimonio con Octavio Paz.

Es considerada la madre del realismo mágico mexicano y posiblemente la mejor escritora mexicana del siglo XX.

Entre sus novelas destacan:

  • Reencuentro de Personajes “ 1982
  • Los recuerdos del porvenir” 1963 ( su primera y genial novela)
  • “La casa junto al rio” 1983
  • Testimonios sobre Mariana “ 1981

Entre sus obras de teatro:

  • “Un hogar sólido “ 1958 ( su debut)
  • “El Rey mago” 1958
  • “La mujer en su balcón “ 1959

Entre sus cuentos:

  • “ El anillo” 1964
  • “El día en que fuimos perros” 1962
  • “La semana de colores”
  • “Andamos huyendo

Recopilación poética:

  • “Cristales de Tiempo “

Premios:

  • Premio Xavier Villaurrutia 1963 por “Los recuerdos del porvenir”
  • Premio Grijalbo en 1981 por la novela Testimonios sobre Mariana.
  • Premio Bellas Artes de Narrativa Colima para Obra Publicada en 1996.
  • Premio Sor Juana Inés de la Cruz en 1996.

https://www.proceso.com.mx/cultura/2020/10/27/dialogos-con-elena-garro-251627.html

https://www.elmundo.es/cultura/2016/10/30/5814d0a5e2704e58258b45ba.html

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3 thoughts on “11 Poemas de Elena Garro

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    1. Muchas gracias a ti Marta por tu comentario y por seguir nuestra página .
      Desde PoetryAlquimia queremos seguir difundiendo las voces poéticas del mundo y sobre todo dar a conocer a las más olvidadas .
      Un saludo afectuoso
      PoetryAlquimia

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