11 Poemas de Diana Bellessi

El jardín de los milagros

Temprano en la mañana mi madre intenta

llamarme por teléfono, y en la tarde

luego me cuenta: “tan hermosa noticia

tengo”, con una voz de aterciopelado

misterio, muy serena y suave anunciando

“la pequeña magnolia se abrió en dos flores

por primera vez”. Hay justicia, pensé

con un agua dulce que se abría paso

en mi corazón. Esa magnolia que ella

plantó bajo la mirada de mi padre

años atrás diciéndole melancólico

“si no la verás florecer, tarda tanto”

Y yo, verano tras verano mentía

un poco o creía o pasaba revista

de las pequeñas magnolias florecidas

que supe visitar en una placita

por Colegiales, adonde robé aquella

reina blanca, perfumada y frágil que huelo

aún en la distancia como si fuera,

como si hubiera sido una hostia pascual

o el cuerpo de la amada, la comunión

con lo bello del mundo, como mi madre

lo siente ahora y lo dice en esa voz

que me parece el cantar de los cantares

Florecerá, le aseguraba, el próximo

verano, ya verás, y hoy ha sido visto,

esta vez se unieron belleza y justicia

para ganarles juntas, las dos al tiempo 

Variaciones de la luz

Un revuelo naranja al poniente
en lucha libre con el violeta
donde se hace de repente un claro
verde como aquel rayo purísimo
perseguido en la juventud
y al fondo el coro de las gallinetas
y un silencio al frente que corta
el tajo de luna
con más silencio
y plata y noche hasta que sólo
quedan las luces de tu casa
a veces como mágicas naranjas
dulces y en la soledad amargas.

Corre paradigma de miel

Corre paradigma de miel
Yo me quedo en el jardín viendo
abrir las semillas de gingo
un árbol sabio por antiguo
y simple como el brote de un
poroto

Ríos de la mente sabrán porqué
elrevés de la trama te lleva hacia
Leyenda
Un alma sola enfrenta su pasado
para luego dar la cara a la muerte

Aquí, no hay poder del
pensamiento ni saber
que al mundo modifique
Paciencia solamente
que busca sentimiento,
sentido en la astillada
totalidad del puma
cruzando el tiempo como
a un tapiz. El bosque
se transforma en jardín
a medias modelado
por la conciencia humana

como si una mujer hablara a otra en
un cruce de aguas profundas y clara.

El mazo

En el viejo café Cervantes sobre la plaza

la sombra luminosa de mi padre me acompaña

 

siempre he querido a este boliche sombrío

donde los parroquianos varones juegan al mazo

español o miran la televisión silenciosos

y me dan permiso, Dios mío, de fumar adentro!

 

aquí veníamos con el papá a tomar café

y a él, no le daba vergüenza traer a su hija mujer

 

la ruta al frente y la vieja estación de tren

con la plaza al lado, ya suben las voces de estos

machos y quisiera atrapar cada gesto o frase

que se repite desde mi infancia a mi vejez

 

ahora que ya se han olvidado de mi presencia

con las cartas en la mesa y uno lee le diario

 

dos toman cerveza o miran un documental

sobre Tailandia y el mozo del bar y yo

la octava pasajera con un noveno sentado

atrás que ahora entra al café de la plaza, el más

 

antiguo que conozco y siempre milagrosamente

abierto, hay un tipo ahora en el reservadito

 

tomando vino, y mujeres nunca, qué entretenida

la rutina de los varones que ahora comparto

con mi cuaderno de notas mientras el noveno

se acerca a jugar una básica y hablan de una víbora

 

no sé si será de Tailandia o de Zavalla

pero todo tiene un sabor de aventura antigua

 

que me dan ganas de reír y de llorar al mismo

tiempo y ahí entra el barbero y Barrera detrás

que se sienta en mi mesa mientras recuerda,

octogenario ya, al Chevalier y a su mujer

 

Hilda, amiga de mi mamá, encantador ese

Barrera, y otro, al que le reconozco la cara

 

aunque no sé cómo se llama y me dice “acá

se sentaba siempre tu papá, en esta silla,

frente a vos”, lo recuerdo, sí, mirando hacia la plaza…

ustedes me trajeron, ¿verdad viejitos?, y el dueño

 

del bar que me ofrece ahora una copita que no

me dejará pagar, tan grande y hondo, no sé

dianaaaa

 

Perdida en la mañana

La gente me inquieta tanto, a solas

estoy feliz y calmada, luego todo

se transforma en un rompecabezas

que cuesta resolver como si el mundo

se derrumbara y no sé siquiera

mi nombre o el número de mi casa,

pero pasa, sí, con Wanda y los pajaritos

me siento tranquila y ese gallito

que canta otra vez, lo oí esta mañana

en los patios vecinos, sutura

no es lo mismo que supura, rubia

mía, el mundo se ha dado vuelta

y vos

cada vez sos más chiquita y

necesitás

a tu papá y a tu mamá pero ya

no vuelven más y con su sombra

enfrentás el mundo inmenso

que se te viene encima, sola, solita

como esas gallinas que cloquean

mientras vos escribís tus últimos

poemas y conversamos con Belkis

alambrada de por medio, cómo quiero

a esta mujer, es la única que me habla

como me hablan los malvones, rojito

y naranja y es esta charla

la que me devuelve la paz perdida

y reencontrada siempre, sábados

de mi vida, aquí en Zavalla…

He construido un jardín

He construido un jardín como quien hace
los gestos correctos en el lugar errado.
Errado, no de error, sino de lugar otro,
como hablar con el reflejo del espejo
y no con quien se mira en él.
He construido un jardín para dialogar
allí, codo a codo en la belleza, con la siempre
muda pero activa muerte trabajando el corazón.
Deja el equipaje repetía, ahora que tu cuerpo
atisba las dos orillas, no hay nada, más
     que los gestos precisos
     dejarse ir para cuidarlo
           y ser, el jardín.
Atesora lo que pierdes, decía, esta muerte
hablando en perfecto y distanciado castellano.
Lo que pierdes, mientras tienes, es la sola compañía
que te allega, a la orilla lejana de la muerte.

Ahora la lengua puede desatarse para hablar.
Ella que nunca pudo el escalpelo del horror
provista de herramientas para hacer, maravilloso
de ominoso. Sólo digerible al ojo el terror
si la belleza lo sostiene. Mira el agujero
ciego: los gestos precisos y amorosos sin reflejo
en el espejo frente al cual, la operatoria carece
                            de sentido.

Tener un jardín, es dejarse tener por él y su
eterno movimiento de partida. Flores, semillas y
plantas mueren para siempre o se renuevan. Hay
poda y hay momentos, en el ocaso dulce de una
tarde de verano, para verlo excediéndose de sí,
     mientras la sombra de su caída anuncia
en el macizo fulgor de marzo, o en el dormir
sin sueño del sujeto cuando muere, mientras
la especie que lo contiene no cesa de forjarse.
   El jardín exige, a su jardinera verlo morir.
  Demanda su mano que recorte y modifique
la tierra desnuda, dada vuelta en los canteros
      bajo la noche helada. El jardín mata
y pide ser muerto para ser jardín. Pero hacer
     gestos correctos en el lugar errado,
  disuelve la ecuación, descubre páramo.
     Amor reclamado en diferencia como
     cielo azul oscuro contra la pena. Gota
regia de la tormenta en cuyo abrazo llegas
         a la orilla más lejana. I wish you
   were here amor, pero sos, jardinera y no
jardín. Desenterraste mi corazón de tu cantero.

Tomo y obligo

No renunciaré, no,
a nombrar esta belleza
cuando esté sostenida con el corazón,
cuando tenga la certeza
de que no es un ornamento
o instrumento para hablar sólo de lo humano
o de mí. El camino
que interseca, cruz de amor
donde se encuentra lo viviente. Por lo que es
y sé, y no sé y no sólo
aquello que le otorgo
Lo singular de mi conciencia no me arroga
privilegios de saber,
dictamen sobre el otro
y disponer como si acaso no existiera
tanto, tanto como yo
con el concierto. Enigma
transparente, retablo del Edén. Francisco
y Juan lo hicieron, tomo y
obligo. Fe al impulso
sostenido que en los versos hace un nido,
decirle no, ah error
consumado de la artista
Estar atenta, ser más fina cuando el rostro
del otro humano en su
belleza y su desdicha
se perfila aquí, en desamparo, es ese
su poder, como lo es
la trémula voz que en verso
teje la bienvenida, entre vos y yo.

Milonguita

Acodadas en la barra

de un bar por la estación

terminal de colectivos

charlamos mi hermana y

yo de bueyes perdidos…

digo algo de unos versos

que se andan escribiendo

y su cara se ilumina,

     me recuerda momentos

muy antiguos, encanto

      de niña ante el relato:

así que también de eso

puede hablar la poesía,

dice cuando le cuento

que tengo mis visitas

     Si, digo, gente de antes

nítidos y vestidos

de domingo, como eran

     o con lo mejor puesto

en trotecito lento

     vienen a recordarme

que yo también, sabes,

me vuelvo gente de antes

Ensombrece su cara

y siento que pasa el ángel

     de la muerte, es decir

el tiempo, vuelto puro

resplandor y recuerdo

     al principiar y después

noche, solo silencio

Mi padre me enseño

hace ya algunos años

a caminar tranquilos

por el pequeño y amable

cementerio del pueblo,

     parándonos en frente

de las tumbas con cierta

rememoración, era

     la gente de su vida

y para mi un eco

     Pero me voy volviendo

yo también, cosa tierna,

la fila de los que entran

al umbral de recuerdos

tan soleados y dulces,

     no da miedo quisiera

decirle a mi joven

hermana, así nomás

     te llega con anuncios

extraños al principio

     y luego, hay una fe

que celebra el polvo

en reverbero, esto

fuimos para seguir

siendo en la única

     memoria que cuenta…,

allí donde nos dimos

como ahora, vos y yo

Love story

Estábamos

tomando mate en su rancho

bajo un mediodía de oro

en las riberas, San Pedro

era y ella

doña Aurorita López

Iban y venían tramos

de vida con el amargo

Los vecinos,

la miseria, el que está

en el río come, dijo,

Dios y Evita y qué ojos tiene

m’hijita

hasta que el relato ancló

en su hombre escuchando manso

mientras hacía el estofado

Supe ser

buenamoza dijo y aquí

amarró su barco un hijo

del gringo Ford. Me propuso

matrimonio

Consulté a mi padre y él

que sabía yo esperaba

al que hoy es mi marido

sirviendo

de soldado allá en el sur,

me miró de frente y dijo:

“Sepa usted y para siempre,

el corazón es una achura

que no se vende”

diana-bellesi

El largo adiós

Yo lo vi: dinamita

o lo que sea, Fu

Man Chú lo haría

Mejor rehaciéndolo

     de las cenizas. Fuerte

Apache derrumbándose

al instante, una nube

y el silencio, el clamor

     acongojado. Vine

a despedirme, esa

era mi casita alma

mía en el círculo

     de tiza donde brinda

el coronel, tarea

terminada la torre

demolida la infamia

     así se tapa…

            …Viví

     En Fuerte Apache, alguna

vez llamado Alborada

y que nadie me cuente

yo lo sé: son vecinos

     de ley. Más de una vez

me salvaron, ¡Milicos!

golpeaban la puerta

grande libros y máquina

bellesiii

Martín Edén

Que vas a ser de grande

llego a la puerta un día,

la primaria se iba y

mis viejos me miraron

de frente. Yo quería

ser actriz y escritora,

puse tregua a mi anhelo

de monja en el África,

(…)

     Así se fragua a veces
un destino…

Diana Bellessi (Zavalla,  Argentina, 11 de febrero de 1946)Escritora , poeta. y traductora .Estudió la carrera de Filosofía en Argentina,recorrió América  a pié del  año 1969 al 75, publicó su primer libro de poemas en Ecuador, 1972, “Destino y propagaciones” . En 1975 regresó a Argentina ,vivió en  Buenos Aires, donde hizo  pequeños trabajos de traducción  para tener ingresos.  Durante dos años coordinó talleres de escritura en las cárceles de Buenos Aires, experiencia encarnada en el libro ” Paloma de contrabando “(1988). También colaboró en  la redacción de la revista Revista Feminaria desde su fundación formando parte de  el Consejo de dirección. Perteneció  a la redacción de Diario de Poesía hasta 1991 y fue una de las fundadoras de la cooperativa editorial Nusud .

Ha traducido a poetas como Ursula K. Le Guin, Denise Levertov, Adrienne Rich y Olga Broumas..

En 1993 le fue otorgada la beca Guggenheim en poesía; en 1996 la beca trayectoria en las artes de la Fundación Antorchas; en 2004 el diploma al mérito del Premio Konex; en 2007 el premio trayectoria en poesía del Fondo Nacional de las Artes; en 2010 Premio Fundación del Libro –mejor libro año 2009– Feria del libro de Buenos Aires; en 2010 el XXXII Premio Internacional de Poesía “Ciudad de Melilla”, España. Fue declarada Ciudadana Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires en el año 2010; y en el 2011 le fue otorgado el Premio Nacional de Poesía.

Algunas de sus publicaciones son:

Crucero ecuatorial (l981); Tributo del mudo (1982); Contéstame, baila mi danza (selección y traducción de poetas norteamericanas contemporáneas, 1984); Danzante de doble máscara (1985); Eroica (1988); Buena travesía, buena ventura pequeña Uli (1991); El jardín (l992); Colibrí,¡lanza relámpagos! (l996); Lo propio y lo ajeno (1996); The twins, the dream (con U.K Le Guin, 1996); Sur (1998); Gemelas del Sueño (con U.K.Le Guin, 1998). Leyenda (2002); Antología poética (2002); Mate cocido (2002); Desnuda y aguda la dulzura de la vida (selección y traducción de la obra de Sophia de Mello Breyner, 2002); La edad dorada (2003); La rebelión del instante, 2005; Tener lo que se tiene (obra reunida), 2009; Variaciones de la luz, 2011; La pequeña voz del mundo, 2011;Zavalla, con Z ,2012,Pasos de Baile, 2015,Fuerte como la muerte es el amor, 2018.

Diana Bellessi es una de las voces poéticas más singulares de Argentina  y una de las más importantes autoras contemporáneas.

 

Bibliografía: 

Bellessi, Diana (2009): Tener lo que se tiene. Poesía reunida. Adriana Hidalgo editora, Buenos Aires, Argentina.

Enlaces de interés :

https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/radar/9-7538-2011-12-11.html

https://www.lanacion.com.ar/opinion/diana-bellessi-la-poesia-siempre-fue-un-mendigo-que-al-final-se-viste-de-gran-heroe-nid1887199/

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