7 Poemas de Forough Farrokhzad فروغ فرخزاد

Sólo queda la voz

¿Por qué debería parar, por qué?

Los pájaros han ido a buscar su camino azul.
El horizonte es horizontal,
el movimiento vertical, un géiser a borbotones.
Las estrellas brillantes giran hasta donde alcanza la vista.

La Tierra se repite en el espacio, los túneles de aire
se convierten en canales de conexión y el día cambia
a una entidad tan vasta que no cabe
en la estrecha imaginación de los gusanos de los periódicos.

¿Por qué debería parar?

El camino serpentea entre las diminutas venas de la vida
y el clima del vientre de la luna aniquilará
las células cancerosas, y en el aura química del amanecer
sólo quedará la voz
voz que se filtra en el tiempo.

¿Por qué debería detenerme?
¿Qué es un pantano sino un caldo de cultivo
para las alimañas de la corrupción?
Cadáveres hinchados penan los pensamientos de la morgue,
el canalla esconde su amarillez en la oscuridad,
y la cucaracha
… ah cuando la cucaracha arenga,
¿por qué debería parar?

Las letras de plomo de la imprenta se alinean en vano.
Letras de plomo en liga no pueden salvar pensamientos mezquinos.
Mi esencia es de árboles; respirar aire viciado me deprime.
Un pájaro muerto hace tiempo me aconsejó recordar el vuelo.

La fusión crea la mayor fuerza-
fusión con el alma luminiscente del sol,
la comprensión se inunda de luz.
Los molinos acaban por deformarse y pudrirse.
¿Por qué debería detenerme?
Llevo a mis pechos gavillas de trigo inmaduro
y les doy leche.

Voz, voz, sólo voz.
La voz del agua, su deseo de fluir,
la voz de la luz de las estrellas derramándose sobre la forma femenina de la tierra,
la voz del huevo en el vientre coagulándose en sentido,
la coagulación de las mentes del amor.

Voz, voz, voz, sólo queda la voz.
En un mundo de runas,
las medidas orbitan alrededor de cero.
¿Por qué debo detenerme?

Sólo los cuatro elementos me gobiernan;
los estatutos de mi corazón no pueden ser redactados
por el gobierno provincial de los ciegos.
¿Qué tengo yo que ver con los largos aullidos feroces
de los genitales de las bestias?
¿Qué tengo yo que ver con el lento avance
de un gusano a través de la carne?

Es la historia manchada de sangre de las flores la que me ha comprometido con la vida,
la historia manchada de sangre de las flores, ¿me oyes?

Rebelión

No me impongas el silencio
Tengo una historia que contar
Quítame esta cadena de los pies
Mi corazón se agita por una pasión

Ven, hombre, egoísta, ven
Abre las rejas de esta jaula
Me hiciste prisionera de por vida
Libérame para mi último vuelo

Soy ese pájaro
Que desde hace tiempo sueña con volar
Mi canto se hizo suspiro
En mi apesadumbrado corazón
Mis días huyeron en lamentos

No me impongas el silencio
Debo revelar mi secreto
Hacer oír a todo el mundo
El eco fulminante de mi poema

Ven a abrir la reja, para que vuele
Al cielo límpido de la poesía
Si me dejas volar
Seré una flor
En el jardín de la poesía

Mis labios se impregnan del azúcar de tu beso
Mi cuerpo retiene el olor de tu cuerpo

Mi mirada arroja sus chispas contenidas
Y mi corazón canta su dolor sangriento

Hombre egoísta
No digas:
Tu poesía es una vergüenza

El espacio de una jaula es estrecho
Para el alma tomada de pasión
No digas que mi poesía es sólo pecado

Dame el vino de este pecado y esta vergüenza
Y te dejaré el paraíso
Sus vírgenes y sus fuentes
Alójame en un rincón del infierno

Un libro, un lugar tranquilo, un poema, un silencio
Bastan para embriagarme de vida
No siento pena si el paraíso se me escapa
Otro paraíso también eterno habita mi corazón

Una noche en que la luna danzaba despacio
En mitad del cielo
Dormías y yo excitada en todos mis deseos
Tomé su cuerpo en mis manos

El viento del alba me daba mil besos
Y mil besos di al sol
Una noche en la prisión donde eras el guardián
Un beso hizo temblar mi existencia

Hombre, detén esta fábula del honor
La vergüenza me colmó de un placer delirante
El dios que me dotó de un corazón de poeta
Sabrá perdonarme

Ábreme la puerta
Para que me escape por el cielo limpio
Déjame volar
Y seré una flor en el jardín de la poesía

Obligación

Comemos vidas ajenas para vivir.
La difunta chuleta con el cadáver de la col.
El menú es una esquela.

Incluso las mejores personas
tienen que comerse algo muerto, digerir,
para que sus sensibles corazones
no dejen de latir.

Incluso los poetas más líricos.
incluso los ascetas más austeros
mastican y se tragan algo
que seguro que crecía por ahí.

Me cuesta conciliar esto con los buenos dioses.
A menos que, crédulos,
a menos que, inocentes,
todo su poder sobre la tierra se lo entregaran a la naturaleza.
Y es ésta, insensata, la que nos impone el hambre,
y ahí donde hay hambre
se acaba la inocencia.

Al hambre se le unen inmediatamente los sentidos:
el gusto, el olfato y el tacto, y la vista,
porque no es indiferente de qué alimentos se trata
y en qué platos van servidos.

Hasta el oído toma parte
en lo que sucede
porque en la mesa en muchas ocasiones se charla alegremente.

Forough, Parviz y su hijo Kamyar

Reciprocidad

Hay catálogos de catálogos.
Hay poemas sobre poemas.
Hay obras de teatro sobre actores representadas por actores.
Cartas motivadas por cartas.
Palabras que sirven para explicar palabras.
Cerebros ocupados en estudiar el cerebro.
Hay tristezas contagiosas al igual que la risa.
Hay papeles que provienen de legajos de papeles.
Miradas vistas.
Casos declinados por caso.
Grandes ríos con gran participación de otros pequeños.
Bosques hasta sus bordes desbordados de bosque.
Máquinas destinadas a construir máquinas.
Sueños que de repente nos arrancan del sueño.
Salud necesaria para recuperar la salud.
Escaleras tan hacia abajo como hacia arriba.
Gafas para buscar gafas.
Inspiración y espiración de la respiración.
Y ojalá de vez en cuando
odio al odio.
Porque a fin de cuentas
lo que hay es ignorancia de la ignorancia
y manos ocupadas en lavarse las manos.

Pecado

He pecado y era un pecado lleno de placer
junto a un cuerpo tembloroso y desmayado
Dios, no sé qué he hecho
en aquel lugar privado, oscuro y silencioso

En aquel lugar privado, oscuro y silencioso
me fijé en sus ojos llenos de secretos
En mi pecho anhelante temblaba el corazón
por la pasión de sus ansiosos ojos

En aquel lugar privado, oscuro y silencioso
me senté junto a él desconcertada
sus labios vertieron en los míos el deseo
me libré de la tristeza del corazón desbocado

Murmuré en su oído la historia del amor
Te deseo, oh alma mía
Te deseo abrazo que das vida
a ti, mi loco amante

El deseo estalló en llamas en sus ojos
El vino tinto bailó en la copa
Mi cuerpo en el suave lecho
sobre su pecho tembló ebrio

He pecado y estaba llena de placer
en un abrazo suave y ardiente
He pecado entre unos brazos
cálidos, rencorosos y de hierro.

El viento nos llevará

En mi noche, tan breve, ¡ay!
El viento está a punto de encontrar las hojas.
Mi noche tan breve está llena de devastadora angustia
¡Escucha! ¿Oyes los susurros de las sombras?
Esta infelicidad que siento ajena a mí
Estoy acostumbrada a la desesperación
¡Escucha! ¿Oyes los susurros de las sombras?
Allí, en la noche, algo está ocurriendo.
La luna está roja e inquieta.
Y, agarrada a este tejado,
podría derrumbarse en cualquier momento.
Las nubes, como una multitud de mujeres de luto,
esperan el nacimiento de la lluvia.
Un segundo, y luego nada.
A través de esta ventana,
la noche tiembla
y la tierra deja de girar.
A través de esta ventana, un extraño se preocupa por
mí y por tI.
Tú, en nuestro césped,
pon tus manos –aquellos abrasadores recuerdos–
en mis tiernas manos
y pon tus labios, llenos de calor vital
en contacto con mis tiernos labios.
¡El viento nos llevará!
¡El viento nos llevará!

Este poema figura en la película «El viento nos llevará» de Abbas Kiarostami

Hay quienes

Hay quienes llevan a cabo la vida más hábilmente.
Tienen orden en su interior y a su alrededor.
Para todo la manera y la respuesta adecuada.

Adivinan inmediatamente quién a quién, quién con quién,
con qué objetivo, por dónde.

Ponen el sello en las verdades absolutas,
arrojan a la trituradora los hechos innecesarios,
y a las personas desconocidas
a las carpetas destinadas a ellas de antemano.

Piensan justo lo debido
ni un segundo más,
porque tras ese segundo acecha la duda.

Y cuando los dan de baja de la existencia,
dejan su puesto
por la puerta señalada.

A veces los envidio
-afortunadamente se me pasa.

Estoy pensando que… Podría de pronto abrir las alas, volar fuera de esta silenciosa prisión, reír en la cara de mi carcelero y, junto a ti, empezar a vivir de nuevo.

A mi propio poema

En el mejor de los casos
serás, mi querido poema, atentamente leído,
comentado y recordado.

En el peor de los casos
sólo leído.

Hay una tercera posibilidad:
aunque escrito,
un instante después arrojado a la papelera.

Puedes optar aún por utilizar una cuarta salida:
desaparecer no escrito
ronroneando satisfecho algo para tus adentros.

Forough Farrokhzad فروغ فرخزاد(Teherán, Irán, 28 de diciembre de 1934- Teherán, Irán, 13 de febrero de 1967). Poeta y directora de cine. Es considerada una de las poetas iraníes más destacadas de la historia de la literatura persa.

Nació en una familia tradicional de clase media, observante de las tradiciones islámicas-persas. Era la tercera de siete hijos de Batul Vaziry-Tabar y de Forough-Ozzaman Farrokhzad un militar del entorno del sha Reza Pahlevi quien crió a sus hijos según disciplinas militares. Los niños fueron tratados con dureza y tuvieron que trabajar desde la adolescencia para ganarse el dinero de bolsillo.

Forough comenzó a escribir poesía a la temprana edad de 14 años mientras asistía a la escuela secundaria. Sus primeros poemas estaban en forma ghazal, una forma poética persa clásica con un conjunto de estrictas reglas rítmicas y rimadas. Escribió estos poemas casualmente sin intención de publicarlos y, de hecho, nunca se publicaron porque los destruyó casi tan pronto como los terminó, ya que tenía miedo de la reacción de su padre hacia su escritura de poesía.

Tras graduarse en la escuela secundaria, a los 15 años empezó a estudiar pintura y bordado, algo muy común entre las niñas de clase media. Con 16 años se enamoró de Parviz Shapur, un vecino y pariente lejano, 15 años mayor que ella. No es raro en la cultura iraní que las niñas se casen a una edad temprana, a pesar de esto, sus padres estaban en contra de que se casara tan joven, pero finalmente sucumbieron a su voluntad. Por tanto, Forough y Parviz se casaron en 1950 y se establecieron en la ciudad de Ahvaz, en el sur de Irán, debido a la ocupación de Parviz. Este cambio puso fin a la educación formal de Forough. Nunca recibió más educación académica durante su vida. Un año después nació su único hijo Kamyar.

En 1955 publicó su primer libro, «Asir» («Cautiva»), con 44 poemas escritos en farsí (la lengua de su madre), fueron escritos en una forma poética llamada Chaharpareh, que era la favorita durante la década de 1950 en Irán y aunque fue bien acogido por los lectores, recibió el rechazo frontal de los academicistas. La trasparencia de sus versos al hablar del amor, el erotismo, los hombres, la vida etc. generaron un escándalo social. El editor fue arrestado y ella acusada de corromper a la sociedad. 

Tras tres años de matrimonio llegó el divorcio y Farrokhzad perdió la custodia de su hijo lo que unido al rechazo de su familia la provocó una crisis nerviosa y pasó una temporada en un psiquiátrico. En 1956 decidió marcharse del país y se estableció en Italia. Durante su estancia de siete meses en Italia trabajo desde extra en películas italianas hasta doblaje de películas al persa en estudios iraníes en ese país . Las memorias de su viaje a Italia se publicaron en una revista iraní después de su regreso a Irán al año siguiente. Antes de eso, hizo otro viaje a Alemania Occidental invitada por su hermano mayor Amir-Masoud, que trabajaba y vivía allí. Aprendió algo de alemán y leyó poesía alemana durante su estancia. Con la ayuda de su hermano, tradujo una selección de poemas de 100 poetas alemanes contemporáneos, que no completó durante su vida. Pero luego fue completado por su hermano y publicado póstumamente en 1998, bajo el título Marg-e Man Ruzi… (Mi muerte algún día…). Durante ese tiempo ambiente escribió su segundo libro «Divar» (“El muro”), dedicado a su ex marido.
Extrañando su país, decidió regresar a Irán en el verano de 1957. Ese mismo año, conoció a Golestan Film Organization, una productora cinematográfica dirigida por Ebrahim Golestan, un famoso director, escritor y traductor iraní. Su primera ocupación en Golestan Film fue un sencillo trabajo como secretaria. Pero pronto, cuando el Sr. Golestan se dio cuenta de que ella tenía talento para la producción cinematográfica, le dio un ascenso dentro de la empresa como editora. Para poder realizar su trabajo la enviaron a Gran Bretaña para aprobar un curso de montaje cinematográfico. Después de unos meses de formación, volvió a trabajar en su primer proyecto de edición cinematográfica, llamado Yek Atash (Un fuego), un documental sobre el incendio de uno de los pozos petroleros iraníes en el sur de Irán.

En 1958 inicia una relación con  Ebrahim Golestan mientras escribe su tercer libro «Esian» (Rebelión), que se publica en 1959. Esta relación con Golestan casado y padre de un hijo y una hija, obviamente no podía continuar pues estaba generando una nueva ronda de rumores sobre Forough. Como mujer que vivía en una sociedad dominada por los hombres, tuvo que soportar mucha discriminación y recibió muchas críticas negativas, injustas y generalmente personales de hombres que la consideraban una figura indeseable en los círculos intelectuales iraníes.

En 1963 publicó «Tavallodi Digar» (En otro amanecer) estos poemas tienen conceptos filosóficos y sociales donde refleja su emancipación y liberación de la tradición. Su quinto libro, «Tengamos fe en la estación del frío», finalizado un año antes de morir, se publicó póstumamente, en 1974.

Lamentablemente, su talento poético se extinguió con su inesperada y prematura muerte en un accidente automovilístico cuando se dirigía a su oficina, el 13 de febrero de 1967.

Farrokhzad fue enterrada dos días después en el cementerio de Zahir-Oddoleh en Teherán mientras cientos de personas, incluidos los rostros literarios más famosos, se reunieron para despedir a la poeta. Tenía 32 años.

Como cineasta en 1962 dirigió su primer documental «Khaneh siah ast» (La casa es negra), sobre la vida en una leprosería que está considerado como «la obra más bella del cine iraní». Con ella obtuvo en 1963 un premio al mejor documental en el Festival de Mannheim (Alemania). Durante el rodaje de la película en el campo de leprosos, Forough conoció a un niño llamado Hossein, hijo de una pareja de leprosos, que le recordaba a su propio hijo, Kamyar. Cuando regresaba del campo adoptó al niño y lo llevó a Teherán para vivir con ella. Hossein permaneció con Forough hasta su muerte, y después de eso, hasta la edad adulta, permaneció con la madre de Forough.

En el momento de su muerte, Forough Farrokhzad ya era una persona prominente, al menos entre los círculos literarios e intelectuales de Irán, pero fue años después de su muerte cuando sus obras comenzaron a ser reevaluadas por las generaciones venideras. Y aunque tras la revolución islámica de los ayatolás, su poesía fue censurada y estuvo prohibida durante muchos años, hoy Forough es equiparable a las personas más famosas de Irán de todos los tiempos. Aunque por supuesto que hubo algunas poetas antes de Forough, fueron silenciadas por padres, hermanos y maridos celosos o tuvieron que hablar con una voz masculinizada sobre un mundo masculino. Forough fue la primera poeta que habló de y sobre las mujeres y el mundo de las mujeres.

Su importancia llega hasta el punto de que Reza Baraheni, poeta y crítico iraní, afirma que “Forough Farrokhzad es la mujer más grande de la historia de Irán”

 En 1963 la UNESCO produjo una película sobre ella y Bernardo Bertolucci viajó a Teherán para entrevistarla y filmar un documental de 15 minutos sobre su vida.

En España la poesía de Forough Farrokhzad era prácticamente desconocida hasta que en 1997 la revista Caminar hizo una pequeña presentación de su figura y su obra, junto a tres poemas traducidos al castellano por la profesora iraní Najmeh Shobeiri.

En el año 2000, El Bardo publicó una selección de poemas bajo el título de «Noche en Teherán», en una edición a cargo de Amelia Romero.

En 2004 vio la luz «Nuevo Nacimiento» (Ediciones del Oriente y del Mediterráneo), antología en edición bilingüe (poemas en castellano y en farsí) con traducción de Clara Janés y Sahand.

En 2019 la editorial Gallo Nero reunió su poesía completa en el volumen titulado «Eterno anochecer», con traducción de Nazanin Armanian.

Enlaces de interés :

https://www.forughfarrokhzad.org

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