«El hombre,un Dios cuando sueña, y apenas un mendigo cuando piensa»
Hyperion,Hölderlin
El Amor
Olvidad a los amigos, insultad a vuestros allegados, injuriad a vuestros poetas —¡tal es vuestra gratitud!
— y que Dios os lo perdone. Pero
respetad el alma de aquellos que se aman.
Decidme si aún es posible vivir humana vida, cuando toda frente se inclina bajo el yugo de una inquietud
servil. Así, pues, desde hace mucho, el dios pasa indiferente sobre nuestras cabezas.
Mas por frío que sea el año y falto de cantos, en el tiempo señalado las briznas de hierba germinan en la
tierra blanca todavía nevada, y a menudo se oye el canto de un ave solitaria.
Cuando poco a poco el bosque sale de su letargo, cuando el río se mece y la brisa ya
suave sopla del Sur, entonces a la hora elegida y en la que confiamos, mensajera de la estación más
hermosa, del suelo duro y bravo surge solitario y completo, más insigne y dulce que ninguno, el amor,
hijo de Dios, solamente de Dios.
¡Bendita seas, celestial planta que hacen crecer mis cantos, tú, a la que nutre con su potente savia el
néctar del Éter y madura la luz creadora!
¡Crece, sé bosque, mundo con más alma y desplegado en su plenitud! Lenguaje de los que
se aman, sé el de todo las tierras!
¡Que su alma sea el grito de un pueblo entero!
Canto del destino
Vagáis arriba en la luz,
en blando suelo, ¡genios felices!
brisas de Dios, radiantes,
suaves os rozan
como los dedos de la artista
las cuerdas santas.
Sin sino, como infantes
que duermen, respiran los dioses;
resplandecen
en casto capullo guardados
sus espíritus
eternamente.
Y en sus ojos beatos
brilla tranquilo
fulgor perpetuo.
Mas no nos es dado
en sitio alguno posar.
Vacilan y caen
los hombres sufrientes,
ciegos, de una
hora en la otra,
como aguas de roca
en roca lanzados,
eternamente, hacia lo incierto.
En el amable azul
En el amable azul florece con el metálico techo el campanil. Lo
circundan los chillidos de golondrinas en vuelo, lo envuelve el
más conmovedor azul. El sol lo domina e ilumina las láminas,
pero en lo alto la bandera quieta canta en el viento. Y si alguno
desciende esas escalinatas bajo la campana, hay una vida en
la quietud, pues cuando la figura está tan aislada, entonces la
ductilidad del hombre emerge. Las ventanas desde donde
resuenan las campanas son como puertas ante el umbral de la
belleza. Es decir, puesto que las puertas son ahora como la
naturaleza, semejan los árboles del bosque. Pero pureza es
también belleza. Un grave espíritu surge al interior de lo
diverso. Y tan simple sean las imágenes, sagradas son
también, que uno teme describirlas. Los Celestes, empero,
siempre benignos, tienen todo a la vez como quien es rico,
virtud y felicidad. Es válido que el hombre los imite. ¿Es lícito, si
la vida es puro cansancio, que un hombre se asome a mirar y
diga: así quiero ser también? Sí. Hasta que la gentileza, pura,
se conserve en su corazón, el hombre no se mide infelizmente
con la divinidad. ¿Es desconocido Dios? ¿Es manifiesto como
el cielo? Esto creo, más bien. Del hombre es la medida.
Colmado de méritos, pero poéticamente, reside el hombre
sobre esta tierra. Pero la sombra de la noche con las estrellas
no es más pura, si me es dado decirlo, que el hombre, que
imagen de la divinidad es llamado.
Versión de José Manuel Recillas
El paseo…
Hermosos bosques que cubren la ladera,
en la verde pendiente dibujados,
por cuyas sendas me guío,
calmado en mi corazón
dulcemente cada espina
cuando más oscuro es el sentido
del dolor del pensamiento y del Arte
que desde tan antiguo en mí pesan.
Deliciosas imágenes del valle,
jardines, árboles,
estrecho puentecillo,
arroyo que apenas puedo ver,
qué hermoso en la despejada lejanía
brilla el soberbio cuadro
de este paisaje que amorosamente
visito, cuando el tiempo es benigno.
Dulcemente la divinidad nos lleva
hacia el azul primero,
luego con nubes dispone
la enorme y cenicienta bóveda,
y abrasadores rayos y estruendo
de relámpagos, con embeleso de los campos,
con belleza unida
a la fuente de la primitiva imagen.
*****
Der Spaziergang
Ihr Wälder schön an der Seite,
am grünen Abhang gemahlt,
wo ich umher mich leite,
durch susse Ruhe bezahlt
für jeden Stachel im Herzen,
wenn dunkel mir ist der Sinn,
den Kunst und Sinnen hat Schmerzen
gekostet von Anbeginn.
Ihr lieblichen Bilder im Thale,
zum Beispiel Gärten und Baum,
und dann der Steg der schmale,
der Bach zu sehen kaum,
wie schön aus heiterer Ferne
glänzt Einem das herrliche Bild
der Landschaft, die ich gerne
besuch’ in Witterung mild.
Die Gottheit freundlich geleitet
uns erstlich mit Blau,
hernach mit Wolken bereitet,
gebildet wölbig und grau,
mit sengenden Blizen und Rollen
des Donners, mit Reiz des Gefilds,
mit Schönheit, die gequollen
vom Quell ursprünglichen Bilds.
Si desde lejos…
Si desde lejos, aunque separados
me reconoces todavía, y el pasado,
—¡Oh tú, partícipe de mis penas!—
significa algo hermoso para ti,
Entonces dime, ¿cómo tu amada espera?
¿en aquel jardín donde nos encontramos
después de un tiempo terrible y oscuro?
aquí en los ríos del mundo sagrado.
He de admitirlo, había algo hermoso
en tu mirada, cuando desde lejos
alegre volviste tu cabeza,
hombre siempre reservado, de sombrío
aspecto. ¿Cómo pasaron las horas, cómo
mi alma pudo estar serena
ante la verdad de la separación?
¡Sí!, confieso que fui tuya.
¡Es cierto! Me traes a la memoria
cuanto ya sé y lo escribes
en tus cartas, también
yo recordaré el pasado.
¿Era primavera? ¿Era verano? El ruiseñor
entonaba su dulce canto entre pájaros
de arbustos cercanos
y con sus aromas los árboles nos envolvían.
Los claros caminos, el matorral, y la arena
sobre la que caminábamos, tornaban más alegres
y dulces los jacintos
o los tulipanes, el clavel, la violeta.
Entre paredes y murallas verdeaba la hiedra, verdeaba
una sacra oscuridad de altas alamedas. Tantas
noches, tantas mañanas allí estuvimos
hablando de cualquier cosa y mirándonos con gozo.
Resucitaba en mis brazos el joven
que perdido llegó de los campos,
el que con melancolía me hizo contemplarlos,
hasta guardar los nombres
De aquellos lugares que tanto amó,
la belleza que sobre la tierra patria florece
o se oculta en sagradas orillas, y desde lo alto
Contemplar es posible hasta donde el mar se pierde
y nadie quiere estar. Alégrate y piensa
en la que todavía se complace
porque para nosotros brilló el radiante día
El que con declaraciones comenzara, entrelazando
las manos, uniéndonos. ¡Ay de mí!
fueron hermosos días. Pero
una triste oscuridad llegó tras ellos.
¡Que muy solo te encuentras en el hermoso mundo
siempre me aseguras, amado mío!
mas no sabes…
Humanidad más elevada
Otorgado en su interior es a los hombres el sentido
hacia lo mejor él ha de guiarlos,
esa es la meta, la verdadera vida,
ante la cual más espiritualmente los años van contando.
*****
Hoehere Menschheit
Den Menschen ist der Sinn ins Innere gegeben
dass sie als anerkannt das Bessre wählen,
es gilt als Ziel, es ist das wahre Leben,
von dem sich geistiger des Lebens Jahre zählen.
Edades de la vida
¡Oh, urbes del Eufrates!
¡Oh, calles de Palmira!
¡Oh, bosques de columnas sobre el llanto desierto!
¿Qué sois?
De vuestras coronas,
al haber traspasado los límites
de aquellos que respiran,
por el humo de los dioses
y su fuego fuisteis despojadas;
pero sentado ahora bajo nubes ( cada
cual reposando en su propia quietud)
bajo robles hospitalarios, en
a umbría donde pacen los corzos,
extrañas se me hacen y muertas
as almas venturosas.
¿ Para qué poetas en tiempos de penuria?
Hölderlin
Friedrich Hölderlin ( Lauffen am Neckar ,Wurtemberg, Alemania, 20 de marzo de 1770 -Tubinga, Alemania , 7 de junio de 1843). Poeta, novelista y teólogo.
Su padre Heinrich Friedrich Hölderlin administraba un seminario protestante —«Stift»— y su madre Johanna Christiane Heynera, era hija de un pastor de la misma Iglesia.
A los catorce años es enviado por su familia al seminario de Denkendorf para estudiar Teología, y que dedique su vida al servicio divino; allí comienza a escribir sus primeros poemas.
En 1786 Hölderlin proseguirá esos estudios en Maulbronn y en 1788 es trasladado al seminario de Tübingen donde coincidirá con Schelling y Hegel y fundará junto a su compañero Neuffer la “Liga de los Poetas».
En 1793 culmina sus estudios de Teología aunque nunca se dedicará al ministerio religioso, y se enamora de la hija de un profesor, Elisa Lebret. A finales de 1793, y gracias a Hegel, que le recomienda a Schiller, es aceptado como preceptor del hijo de Charlotte von Kalb, en Waltershausen, y allí comienza a escribir Hiperión. La primera parte de Hiperión aparece en 1797 y la segunda, en 1799.
En 1795, Hölderlin, Hegel y Schelling, escriben un importante texto conocido como “El más antiguo programa de sistema del idealismo alemán” ; la pregunta que plantean es : “¿Cómo tiene que estar constituido un mundo para una esencia moral?”, y responden: “Solo lo que es objeto de la libertad se llama idea. ¡Tenemos que ir más allá del Estado! .
A finales del año 1795 se emplea como preceptor en casa del banquero Gontard, en Frankfurt. Hölderlin se enamoró perdidamente de Susette, la esposa del banquero, una fascinante historia de amor que Hölderlin dejará escrita bajo el nombre de Diótima; y a pesar de que finalmente tuvo que huir de la casa Gontard, Hölderlin y Susette mantuvieron una fluida relación epistolar durante varios años incluso Hölderlin envió la segunda parte de su Hiperión recién publicada a Susette, en 1799, con la dedicatoria “¡A quién, sino a ti!.»
En el año 1802 sufre una fuerte crisis de alteración emocional y mental, una de las muchas crisis que no le abandonarían hasta su fallecimiento. Por órdenes de su madre y contra su voluntad, Hölderlin es internado el 15 de septiembre de 1806 en la clínica del doctor Autenrieth en Tubinga. “ El Dr. Autenrieth pasará a la historia por la creación de un artilugio presuntamente terapéutico, pero que más bien es un instrumento de tortura: la máscara de Autenrieth. La máscara era “una pieza de cuero que se encajaba en la mandíbula y tapaba la boca, con agujeros para la nariz y los ojos, y se sujetaba a la cabeza por tres cintas, dos que pasaban sobre las orejas y otra sobre el cráneo”. Irónicamente, el tratamiento es pagado por la madre de Hölderlin haciendo uso de la herencia que legítimamente le corresponde al hijo. Hölderlin estuvo internado durante 231 días. Parece ser que su estado no solamente empeoró, sino que las rudimentarias técnicas psiquiátricas, la hipersensibilidad que lo atormentó toda su vida, el abandono de sus amigos y colegas, el menosprecio de su obra, la muerte de la mujer amada y el rechazo de la familia, lo sumieron de manera permanente en las tinieblas de la sin-razón. « ( el entrecomillado es un extracto de la revista reflexionesmarginales.com)
En 1807 fue trasladado por Sinclair a la casa de un maestro carpintero local llamado Zimmer donde vivirá hasta 1843, treinta y seis años en una habitación sobre el rio Neckar, donde morirá.
Hölderlin es considerado el poeta más importante del Romanticismo alemán, fue autor de himnos, odas y elegías, la novela epistolar Hiperión o el eremita de Grecia -su única novela- y de la tragedia La muerte de Empédocles, los poemarios El Archipiélago y Los himnos de Tubinga. La intensidad de su lirismo -su pasión por la Grecia antigua y su panteísmo visionario- y la precisión de su lenguaje lo convierten en una de las cimas de la literatura universal.
Enlaces de interés :
https://descargarlibrosenpdf.files.wordpress.com/2017/05/holderlin-friedrich-poesia-completa-edicion-bilingue.pdf
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