Alquitran
Afiliaron hasta los remos de la balsa
para que todo estuviese dispuesto para la muerte.
Los timadores no tenían que sobrevivir a nada
y sin embargo, nunca les fue suficiente:
ni el espacio, ni el poder, ni los recursos, ni el afecto.
Siempre querían más.
Los machos hacían roncar los motores de sus bestiales naves
(aplastar y seguir adelante),
y sus hembras sólo pensaban en no incomodarlos,
(seducir y seguir adelante)
Lo suyo crecía en directa oposición
a lo nuestro:
sus mentiras, sus placeres, sus libertades,
sus privilegios,
sus caminos se hacían más anchos
mientras estas alcabalas se hacían más frecuentes.
Una pandilla de diminutas anémonas limpiaba toda la mugre de su superficie
a cambio de una migaja de sus desechos.
Una madrugada en medio del no – future
me reproché esto sin piedad:
“¿Por qué seguimos remando con los palos rotos?”
como esos tontos
que se ríen del chiste
que los denigra.
Desde hace noches
se hacen más oscuro los días
y todas las lunas que fueron pescadas
con cánticos de amor
huelen a alquitrán en estos versos.
¡Nos hemos mentido tanto!
diría “vida mía”
pero se me duerme la lengua
y prefiero bajar la mirada
para no rendirme
al falso brillo,
antes de pronunciar palabra
trago grueso.
“Aprende a callar” me aconsejan
y sé que el cariño que me protege
también me castra.
El barco ebrio no avanza,
suelto los remos,
“aprende a callar” repito,
rompo mi espejo,
escupo la última risa amarga,
lo apago todo
y me duermo.
El último árbol de tu barrio
Cuando cae el último árbol de tu barrio
sabes que algo anda mal pero no te das cuenta
solo pasas frente a los contenedores
y ves ramas, todavía vivas, mezcladas con el polvo
y el cemento.
Sigues tu camino porque hay que seguirlo,
no puedes llamar al trabajo y decir:
“Ha muerto el último árbol de mi barrio.”
El regente de la fábrica de tornillos
no entiende de ese tema,
pero algunas compañeras me contaron
que sus barrios también están enfermos
de lofts, parquet y muebles industriales
del IKEA.
Que han desaparecido los hermosos patrones
en la loza del suelo,
que las puertas nuevas son de hierro.
El mercadillo de Les Encants cada vez esta más lleno
de historia desechada,
de llaves que no abren ninguna puerta.
Yo voy allí a rescatar lo que me cabe en los bolsillos
y aunque esta historia no es mía
siempre me ha dolido el pasado olvidado.
Cuando cae el último árbol de tu barrio,
sigues tu camino
mezclado con polvo y cemento,
ves ramas,
historia desechada,
y sabes que algo va mal
aunque no quieres saberlo.
Ternera, Pescado, Pollo, Cerdo Y Vegetales
Porque una chica me preguntó
mientras esperábamos el tren
sí en mi país comíamos rata,
y yo por joder le dije que “si”,
que se viniese a mi casa a comer rata,
que yo tenía una gordita en la nevera,
que se la cocinaba con cariño.
Y ella respondió:
“Gracias, me encantaría, pero tengo mucho que hacer”
y yo: ” Ok, otro día.”
Y mi humor de rabia que parecía simplemente humor
y su ignorancia de yo salmón y tú rata
que parecía simplemente racismo
y luego llegó el tren y me fui
y no le aclaré que no comíamos rata,
pero daba igual,
porque sé que el racismo come ternera, pescado, pollo, cerdo y vegetales
y no había realmente nada que aclarar.
Aunque, claro está, que
si yo tuviera una rata en la nevera.
se la serviría con gusto.
Obra de B.Haddad
Caracas es una novia loca
Caracas es una novia loca.
Te ama como nadie te ha amado.
Te besa, te lame, te abraza,
luego te jala los pelos,
te grita, te atropella
y llora.
Llora por sí misma
por sus errores,
por su abandono,
por los políticos que la han abusado,
que la han saqueado,
sin pudor ni vergüenza.
Caracas es criminal,
para lo bueno y lo malo.
La cota mil estira su cuerpo callejero
y te enamora,
te regala la montaña
¡y todo lo que quieras!
Cuando vas en moto- taxi
los arboles te soplan en la cara,
se rinden, se estrellan,
caen heridos de Caribe.
Los autobuses son altares,
de José Gregorio Hernández
y el Negro Primero.
Tu rezas para salir ileso
cuando el malandro solitario te roza,
se fija en ti.
Caracas es salsa brava.
La gente te saluda, te comenta,
te advierte
que todo sabe rico.
Queso telita.
Hallaca con casabe.
La merma.
Caracas es la merma.
Los charleros la aman
porque es fácil convencerla,
llevarla a la cama.
Caracas es inocente,
porque lo dice todo,
porque se le nota todo,
porque todo le atrae y todo lo desea,
porque se martiriza a sí misma,
con sus delitos,
que empiezan y terminan
allí mismo.
Caracas prefiere ser acusada que acusar.
Caracas no es como otras ciudades,
que envían tropas al extranjero
a matar.
Caracas es una novia loca,
a veces quieres escapar
pero la necesitas
para que te de mil besitos,
y te cuente sus historias
de risa y llanto.
¿Y qué puedes hacer?
sí estas enamorado de Caracas:
te jodiste
con amor.
Dominando a La Bestia
Vendrá la muerte
y tendrá un uniforme anti-disturbios
te extirpará el aliento
y pondrá en su lugar
ovillos de poliéster,
rebajas,
descuentos del setenta por ciento,
ketamina
y cremas con olor a falsa lavanda.
Marcharás asustado,
ansioso,
por los bulevares donde solías pasear,
donde solías comprar flores
y pan de verdad.
Lloviznarán pelotas de goma
sobre la mesa
donde comen tus nietos,
cereal transgénico,
cenarán balas de goma.
Desayunarán antidepresivos,
productos para perder peso,
para ser bellos:
porque serán amados solo si son bellos.
Se internarán en discotecas colosales
para crecer en un lugar seguro,
entretenido.
Un Dj presumido
les enseñará un camino
sembrado de insomnio
y cañones de espuma.
Correrán al lado de toros angustiados,
jugarán con el ahogo,
desearán tener
-como mínimo-
una contusión cráneo encefálica,
un pequeño colapso.
Desearan creer que dominan a la bestia.
Desearan creer que no temen a la muerte:
A su uniforme negro,
a su falta de rostro,
a su cercanía en la plaza,
donde todos los sábados,
solías comprar flores
y pan de verdad.
Vendrá la muerte
y tendrá
un uniforme anti -disturbios.
Obra de B.Haddad
Dejarme Querer
Se suponía que el mundo simbólico era lo más importante,
“…el hombre consciente elabora su mundo simbólico…”
y el mundo simbólico se lo traga:
poder- belleza- autoridad- dinero -justicia.
Me gustaría chillar como un mono en la noche
y entre arboles de mango no pensar en el futuro
y que el futuro fuese una selva en la que entro hambrienta:
fruta- hambre- cuerpo- lluvia- irracional.
Me dijeron que la educación era lo más importante
pero nadie me dijo que se podía educar para destruir
o incluso para construir, que es destruir también:
casas- autopistas- fabricas-discursos- bombas.
Quiero abrazarte largo, pero ahora no se puede,
quizá mañana tampoco se pueda,
en realidad, no sé si será posible:
vacante- conformidad – secreto – cuello – sueño.
Voy a caminar a la playa,
porque la playa siempre me hace sentir mejor,
porque la playa no dice nada,
porque la playa no tiene alegato:
original – brisa- silencio -pertenencia- cero.
Deseo no querer nada y dejarme llevar.
nada querer desear.
Dejarme querer.
Deseo dejarme llevar.
Blanca Haddad (Caracas, Venezuela, 6 de septiembre de 1972). Poeta, pintora, videoartista, articulista, directora escénica, activista y arteterapeuta.
Se graduó en Bellas Artes en el Instituto Armando Reverón de Caracas.(1998). Posteriormente estudió Arteterapia en la Universitat de Barcelona y consigue el Premio Santander a la Excelencia Académica para cursar estudios de Desarrollo Social y Salud Internacional en 2009 en la Queen Margaret University (Edimburgo), donde se gradúa con honores y distinción académica.
Desde el 2006 vive y trabaja en Barcelona donde compagina su trabajo como pintora y terapeuta con proyectos de poesía, como el festival de música y poesía OREIG que organiza cada año y como directora de NES, una compañía de performance y danza experimental.
Su trabajo se ha exhibido en bienales y centros de arte en Europa, Latinoamérica y Canadá. Algunas exposiciones son: ‘Sans Dieu ni Maître’ exposición individual en el Centre de Exposition de Rouyn-Noranda de Quebec, Canada (2014); la Bienal de Arte de la Habana, Cuba (2012); ‘Héroes Marginales’ exposición individual en El Colmado, Barcelona (2011) y la Bienal de Cuenca (Ecuador).
Ha trabajado con poblaciones migrantes y refugiados como arteterapeuta y educadora mientras seguía creciendo su obra artística. Tiene publicados tres libros de poesía y está en la creación de un cuarto y ha colaborado como articulista y poeta con diferentes revistas y periódicos como The New York Times, el Papel Literario de El Nacional o El replicante. Ha participado con el CCCB en Viaje a Marte. Cuadernos de vitácora (2021) un proyecto de creación colectivo.
Ha sido embajadora del proyecto Cope & Hope de ABD en Barcelona, que persigue impulsar la autonomía de mujeres sobrevivientes de trata de personas mediante la búsqueda de ofertas laborales dignas con las que incorporar al mercado laboral a las mujeres rescatadas y darles una oportunidad de independencia y futuro.
Enlaces de interés :
Blanca Haddad visual
Blanca Haddad – La inquietud de los tiempos
Descubre más desde Poiesis/ποίησις
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.