Poesía De Lo Propio
I
Nací mujer
predestinada
al llanto
Desde siempre
bebí palabras
sumergidas en sueños
En mis dos países
hubo muros que
aún quiero derribar
-botar piedras de siglos
no es fácil
para cuatro niñas
de cinco años –
En mis dos países
aprendía a amar
a las de mi piel
de mi voz
de mi cuerpo
de mis lenguas
Nunca encontré
mi camino
lo sigo buscando
nací mujer
nací sola
crecí sola
sigo
sola
II
No siento vergüenza
de mis lágrimas
ellas son la rabia
por el dolor
de mis hermanas
con ellas
lavo el abuso
de calles, cines y
salas en claroscuro….
con ellas condeno las cadenas de mi casa, mi ciudad
mi país
Me acompañan y
recorro
los surcos
de mis sueños
levanto mis brazos
despierto las voces
de todas
Lloro
con coraje
con furia
por Isabel Mercedes Zoila…
mañana lo quiero
hacer con paz
ESTOY RENACIENDO
III
Somos un capullo
presto a florecer
Una fuerza blanca
que conquista
poco a poco
Somos el recinto
del conflicto
nacido en la llegada
del extraño
hace cinco siglos
Somos mano
somos brecha
somos fuerza
somos vida
Y aquí
nos encontramos
en la división
del camino
Unas vamos
encontrando
otras avanzando
Las más
seguimos bajo
la sombra
detrás de la prisión
la sombra del
otro género
del monstruo
del todopoderoso
sobre nuestra tierra
tras la prisión
de la angustia
la desesperanza
que extiende
garras
manotas
odio
y nos encierra
suavemente
en la ilusión
del falso porvenir
Pero somos
flores
semilla
árbol
somos fruto
somos camino
y somos llegada
de la nueva germinación
Y el camino
será uno
porque somos
piedra
somos paso
pie firme
Somos el mañana
humano
pronto a descubrir
somos la mujer
que intenta
construir
Poemaya, en Novísimos, pages 71-73

La mujer
se acerca a un ciprés oloroso
a invierno
deja
que la cobije su
sombra
se acomoda entre
sus ramas
moviéndose ambos
al ritmo del viento
las hojas
dejan escapar su olor
la mujer
abre sus poros
y deja también
su olor
en la copa del ciprés

Te debo
a César Millahueique
Te debo
las ganas del regreso
a repetir cada verbo
hasta desnudarlo
sacarle de cada astilla
canciones
de cada raíz
estrellas
de cada hoja
tristezas
te debo la necesidad
de repasar los nombres
en la rueca
donde tejí óvulos
y piel
a una raíz:
el círculo donde me reconozco
De «La rueda«

Me gusta
Me gusta
mirar a la cara
de las gentes
que caminan
sobre la muerte
en las aceras
porque
puedo hacer
una primera lectura
echar una ojeada
en las costras
que sus carnes
les hacen
a los días
—podría decirse
que ya no miro
nada en
tu ojos—
decronstruyo
la historia posible
veo
cómo cargo de repente
todas sus amigas
sus ojeras
y tengo que imaginar
las avellanas listas de tus cuencas
para descansar.

Cromo
La abuela bate cacao
junta el fuego
amarra ocote
.
una niña trenza ajos
dibuja un círculo y al centro
surgen esqueletos danzantes
invitando a bailar
un son
de pocas notas
.
bailo
la bruma se llena de colores
me elevo
.
la imagen
se inmortaliza
tras la puerta

Razones
Si la memoria no me falla
hay en mi árbol genealógico
una madre
abatida por
trabajo, hambre, abandono…
algún hermano desterrado
por padecer cierta lepra moderna
una hija sobreviviendo
a un padre ausente
más allá
hay dos abuelas
cuyas bisabuelas
parieron frutos híbridos
quienes
a su vez
parieron otras frutas
poblando
siglo tras siglo
este Paraíso Violado
del otro lado del océano
llegó un abuelo
cuyo abuelo
cruzó la puerta de los esclavos
en las isla de Goré
de ellos heredé
la terquedad del ritmo
aun cuando el espíritu agonice
deberás comprender
entonces
lo difícil que es
olvidar este dolor
que nació conmigo
como herencia familiar
tendrás
que sumarle además
la rabia
de saberme
mujer no nacida
amante mutilada
arco iris abortado
-recuerda que fui parida
durante la guerra eterna-
que
no te extrañe entonces
si a tu pedido de
bondad
alegría y olvido
respondo
justicia
ahora que conoces
esta historia personal
te pido:
no apresures tu reacción
o tu discurso
détente
escucha
por ahí
en algún
espacio de vida
corre todavía un riachuelo
que, si lo dejas inundarte
te convertirá
en la continuación
de mi cauce
de esperanza
De » La rueda«

Soñaba con una casa blanca rodeada de flores con árboles inmensos solo pedía un techo y piso dignos nunca la tuve ayer apareció un proveedor de certidumbre que construye a diario junto a mí una casa nueva en el descubrimiento mutuo vamos echando los cimientos hacemos las paredes compartimos el sueño de juntar nuestros pedazos para armar una nueva casa donde habitaremos De "Alrededor de la Casa"

Vivo
desanclada
de una mitad de alma
anduve esquivando el reojo
y mi espíritu creció temeroso
de mundos ajenos
mi casa
fue cueva que escondía
milenios que de a poco
fueron sorbidos en mi tarde
me fui tostando junto a mi madre
y me hice doblemente mujer
cargada de vergüenza
de culpas
de lenguas
en mí
navega una doble identidad:
soy invariablemente
una hija más
de este suelo
y su historia

Rabia
Te aterrás Guatemala y te das vergüenza Guatemala.
Te da miedo verte al espejo y ver tu viejo rostro
adolescente, agrietado, herido; morenísimamente hermoso.
Te horrorisás al saberte híbrida y te lavás la cara. Tus ojos y
tu boca aparecen indios; te ves los rizos, y una parte de ti
vibra tropical y negra.
Tu única certeza es este nombre que te niega y califica.
Te da vergüenza saberte violada, saberte hija del dominio
y del ultraje, Guatemala.
Y caminás inconclusa, desgarrada
Amándote Guate
Odiándote mala.

Para las del cuarto. Managua, 2002 Convivimos recreamos el amor desnudamos las pieles nos escuchamos peleamos reímos, jugamos fuimos niñas lloramos éramos las mujeres de aquel cuarto matando fronteras creando una nueva casa de la que no queríamos salir un refugio con hermanas y madres en continuo aquelarre dándonos libertad Convivimos recreamos el amor desnudamos las pieles nos escuchamos peleamos reímos, jugamos fuimos niñas lloramos éramos las mujeres de aquel cuarto matando fronteras creando una nueva casa de la que no queríamos salir un refugio con hermanas y madres en continuo aquelarre dándonos libertad

RUEDA
No has leído
la línea de
mis ojos
yo metida en tu ángulo
leía romero
azúcar
cera
pétalos
humo
que me arrancó
banalidades
me llevó
al cielo
derritió mi cuerpo
haciéndome vapor
olor de sangre
leéme entera
transpórtame
a la luz
de todo
nuestro misterio
rueda
De» La rueda«

La que no soy
Diva
elegancia en la palabra
voz y erudición
fuerza corpórea
inalcanzable estatura
carismática presencia
historia que quisiera mía
pies bailando sobre el empedrado urbano
arenas llenas de tus pies
agua repleta de tu miedo
labios recitando versos al lado de Reynaldo
ojos vivos de revolución
dedos intermitentes
son mestizo
son eterno
son alegre
son con ton
son contigo
son tuyo
son mío
son aún no escrito
son a medias
son sin partitura
son quebrado
son compartido
son a dos ritmos
son distante
agobiante
incierto
tristeza de son sin razón
tristeza de llanto permanente
dolor que no acaba
dolor sentido
contrasentido del dolor
dolor en paralelo
la que no eres
la que somos

Maya Rossana Cú Choc ( Ciudad de Guatemala, Guatemala, 16 de octubre de 1968). Poeta y artista. Maestra de educación primaria. Ha incursionado en los campos de locución, teatro, música y canto.
Ha colaborado con diversas organizaciones culturales guatemaltecas como la Escuela de Música de Proyección Folklórica Latinoamericana (EMPROFOLA); La Casa del Cuento; la Asociación Cristiana de Jóvenes y la Compañía Teatral Maíz y Jade. Ha sido integrante de la Asociación Coral El Derecho, de la Universidad de San Carlos de Guatemala.
Apareció una muestra de su poesía en la antología Novísimos, publicada en 1997 por la Editorial Cultura. Su obra ha sido incluida en Mandaderos de la lluvia (Messengers of Rain), Canadá, (2002); Antología de conmemoración: quinto centenario de la llegada de los portugueses al Brasil, Brasilia (1999); Mujeres, desnudez y palabra, Luz Méndez de la Vega, Guatemala (2002) y en diversas revistas culturales: La Ermita, Abrapalabra, Tayer, Media Development, Wacccontacta. Una selección de sus textos aparece en una Antología de Poesía Joven Latinoamericana, editada por el escritor ecuatoriano Juan Carlos Cucalón.
Su primera publicación individual es La rueda. En su obra se nota su lucha continua por hurgar en el dolor y comprenderlo. A veces es dolor provocado por el amor y lo que trae al ser humano, y otras veces es el dolor provocado por la injusticia y la violencia.Su ultimo poemario es Alrededor de la casa (La Chifurnia, 2022).
Maya Cu también es autora del ensayo “Poetas y escritoras mayas de Guatemala: Del silencio a la palabra” (2016)
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