15 Poemas de Concha García

Confirmación

Soy una larga espalda inclinada hacia el sur.
Que mi madre me dio leche, ya lo sé. Que me
hincó la uña con cierta parsimonia bajo los cojines
y edredones, y su femenino amor tuvo que darme
osamenta y cutis. Gracias al fervor de las nubes
cultivó soliloquios, y ella, sin destreza
me puso el ombligo entre las sienes, la epidermis
en las nalgas y el placer arquea mi perfil
hondo y altanero. Declino en sombra
proyectada, enorme, rasa. Único
desligue que hay en mí.

Otra Ley (1986)

Presencia

Ha anochecido. Vivo gratificada en varias casas,
lunas opuestas, distintos muebles, la misma dicha
en el recorrido del ojo hasta mi vientre, vivo
en varias latitudes con sillas y sofás, en aceiteras
de distinta transparencia, en enormes encrucijadas
donde reencontrarse es imposible y siempre acecha.
Vivo tomada de la mano, tomada de la colilla,
de la caída de la tarde muy tomada.
Nocturna, pero atravesada. Vivo alta, esquiva
apretando los labios en casa de mi amante.

Pormenor (1990)

Otra

Me gustaría ser un hombre
de fino bigote que toma el autobús,
no tiene heladas las manos.
Un hombre de estatura media
al que no le espera el bar
un hombre que charla
con un conductor de autobús
y le dice: ya he terminando
por hoy se acabó. Alguien
que sienta que por hoy se acabó
no tener manos heladas.
He acabado, le dice al conductor.
Tiene en los labios un deje de ilusión
es como si le esperase en alguna parte
otra cosa, no sé definir qué
clase de cosa puede ser
la que haga que alguien
de estatura mediana y con bigote
diga: he acabado. Me pregunto
qué clase de sensación
debe ser esa. Que haya acabado
y que probablemente haya acabado.
No sé qué puede haber acabado
se le nota en el habla.

Cuántas llaves (1998)

Un brillo del no

He visto romperse cántaros y estaba presente.
Mi cuarto es una playa. Se extiende.
Mi cuarto. Compartí en lugares poco ignotos
la mirada nunca correspondida. Nunca dispuesta.
Mi cuarto no deja de ser un dormitorio
con una cama, en sus garras estuve presente.
Era una geografía limitada por demarcaciones
territoriales. Una parca extensión de terreno
de la que emergía una ciudad con lengua propia
donde pude ver mis dedos
desentendiéndose del sentimiento. Es grave
por ahí comienza todo. Lo vas a tener difícil.
Yo también. Estoy rota.
La belleza es transitoria si no conmueve.
El centro resquebrajado. Las aristas romas.
Me gustaba estar sobre la cama
de mi cuarto, los botines morían.
Yo también, pero era una valentía,
un brillo del no. Me eduqué en la quimera
del sí a todo. El poema es un tragaluz.
Despuntaba el día cuadrilátero.
Nuestras cabezas. Los cántaros.

Cuántas llaves (1998)

Ante las adelfas

No sé si el juicio de nuestros contemporáneos
es lo que importa. Quizás sea mejor
situarse ante las adelfas,
un poco más adentro de la foto,
donde cuando niña
aprendió a ser relativa.
Es hermosa la visión desde ese ángulo.
Alguien la mira desde atrás, se adivina
una sombra. Días venideros no constan.

Acontecimiento (2008)

Recogiéndose el pelo

Mujer mía, que desvinculación
tan sonora, las leves manos
que ayer lo eran todo, y esos
pequeños estorninos. Parece mentira
que encuentren alimento
y saben sostenerse todavía
y levantan un mundo.

Acontecimiento (2008)

Ella

Ella se desnuda, siente la tibia
temperatura del alba en un
alegre balanceo que provoca
una sombra perfecta entrelazada
a otro cuerpo. Que el labio
no sea reescrito en el otro labio,
que los días de ayer se detengan
en este encogimiento receptivo,
que su hermosa piel
permanezca entre mi carne y la sábana
que, enamorada, parece volar,
que no se haga verdad
ningún pensamiento, que nadie
venga, que todo se acumule aquí y ahora,
que el espíritu comprenda
que la razón sea arrancada de cuajo
que los ángeles no vengan
que los ángeles vengan.

El día anterior al momento de quererle (2013)

Cruje el tiempo.
Lo cercano se resquebraja.
Parte de un lugar el dedo
que no tiene mapa.
Se aspereza la causa
que lo movía todo.
La raya del vestido
se hunde en la plancha.
Levanta el vuelo
la piel que lo habitaba.

El día anterior al momento de quererle (2013)

Ella

Ella quería ocupar
ese espacio
pero es inhabitable.
Safo pidió a Afrodita
que cruzara el éter
para llegar corriendo
a ella. Pasaron largos
meses. Los tiempos
no mejoraron,
el ansia quedó expuesta
en la escritura
y los siglos la conservan
clavada en el libro de fragmentos
como mariposa
seca.

El día anterior al momento de quererle (2013)

El comienzo de la sabiduría

Mientras la traba
sea que no acabas
de comprender
lo que has imaginado.
Mientras detenerse
sea una espera a tiempos muertos
o una espera de otros tiempos
que llegaron
y no fueron percibidos,
mientras no llueve
y las casas se vuelcan
y en la pantalla
tantos accidentes
comienzan a afectarte.
Mientras haces cola en el tren
hacia la ciudad donde naciste
y te detienen con una pregunta
acerca del destino.

No hay nada como estar presente con el cuerpo

El agua desconoce el caudal
que la arrastra.
Las hojas no saben que titilan
cuando el viento las mueve.
La mariposa no busca a tientas
donde apoyarse.
La flor de manzanilla
Parece una margarita,
el avellano se arraiga
en varios troncos.
El colibrí canta para nadie.
Los tejados de las casas
no son contemplados
por las aves que los cruzan.
El cobre de los cencerros
ayer era una masa informe.
Llegar a tiempo
a la estación de autobuses
no te cambia de lugar.

Las proximidades (2016)

Sentir el escalofrío

Debajo está la llave,
cuando llegues al apartamento
ve al contador de la luz y busca
la factura del mes de abril
allí está el poema.
Tuve la sospecha de que
lo ibas a hacer desaparecer
pero los encuentros no se producen
varias veces (fue que) yo no (quise) quería.
La alfombra se desenrolla
y entras.

Las proximidades (2016)

Ya no queda nada de todo aquello

Cuando la casa estaba cerrada
y en el almanaque no se tachaban
los días, las horas, a veces,
eran largas en el sofá,
una vida burguesa, solo pensando
en las galletas, en el contorno
del cuerpo, en la habitación
un poco más azulada, en los
territorios conquistados, tantos
amores, una subida de sueldo,
complacida de esperar
la llamada de alguien
para la cena, una charla
que no puedes recordar
la vida no regresa.
Tú estás dentro. ¿Dentro?

Las proximidades (2016)

Morado

No atardece nunca
en esta casa de ventanas
alrededor de un patio oscuro,
yo recuerdo los cambios climáticos
con alegría, los sentía en la cuna,
aunque dicen
que eso es imposible de recordar,
comencé a olvidarlos cuando me casé
y en la cama mi marido me pedía
movimientos balanceantes, descubrí
que el esqueleto es muy flexible
incluso puede sentir su propia carne.

Cuota de mal (2022)

Rosado

Estrené el nuevo vestido
con el que hice la primera comunión
era de gasa, recuerdo que quizás
era de raso, con blondas
en forma de espirales,
tenía un monedero atado a la cintura
que hacía juego, confeccionado
del mismo encaje,
introducían monedas
desconocidos y otros que ya
no recuerdo, a cada beso
con el que pagaba tan generosas
dádivas, mi boca
se iba hundiendo en el sabor
a chocolate negro,
qué días aquellos,
no había más pensamiento
que intentar permanecer de pie
para no arrugarme,
en el pelo una corona
hundía sus horquillas
en mi cabeza, dolía,
estaba tan incómoda
que deseaba desnudarme
y echar las monedas a rodar,
me recuerdo impávida, a ratos
expectante,
como si todo aquello
no formase parte de mi.

Cuota de mal (2022)

Concha García ( La Rambla, Córdoba, España, 29 de abril.) Poeta y ensayista. Licenciada en filología Hispánica por la Universidad de Barcelona. Vive entre Barcelona y Córdoba (España). Es una miembro fundadora del Aula de Poesía de Barcelona y de la asociación Mujeres y Letras.

Autora de varios libros de poesía. Entre ellos:

Desdén (Libertarias, 1987). Ya nada es rito (Premio Barcarola 1988), Pormenor (Libertarias 1990) Ayer y calles (Visor, 1985) Acontecimiento (Tusquets, 2008), El día anterior al momento de quererle(Calambur, 2013), Las proximidades (Calambur, 2016), Vasta sed ( Cántico, 2020). La obra reunida: Ya nada es rito y otros poemas (1997-2003) se ha reeditado (Dilema, 2017), Cuota de mal
(Huerga y Fierro, 2022).


Autora de ensayos sobre poesía en diversas publicaciones y de diarios : La Lejanía, Cuaderno de Montevideo (2013), Los antiguos domicilios ( 2015), Desvío a Buenos Aires (2019), El vértigo horizontal ( 2023).

Ha publicado los ensayos sobre poesía escrita por mujeres: Asomos de luz, 2013, Miradas en los entresijos. Percepciones alrededor de poemas escritos por mujeres. Libros de la Resistencia, 2020, Bajo la luz de la lámpara, 2023.

Ganadora de los premios:

Universidad de León, Barcarola. Jaime Gil de Biedma, Dama de Baza, Igualdad de la Diputación de Córdoba en 2023.
Coordinadora de dos antologías de poesía de la Patagonia argentina editadas en España.


Ha sido invitada a congresos de poesía en Buenos Aires, Montevideo, Comodoro Rivadavia, Neuquén, Bariloche, Austin, Nueva York, Zacatecas, Wistom-Salem, Los Ángeles, Florencia, Roma, Fez, Manchester, Sétè, así como en diversas ciudades españolas.
Dirige la colección de poesía La hora de la estrella de la editorial Cántico.


Nota : Todo el contenido poético así como la bio y fotografías compartidas ha sido seleccionado y cedido por la autora para su publicación en esta página.  Poiesis https://poetryalquimia.org/

¡Gracias a  Concha García por su generosidad, atención y confianza!




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