5 Poemas de Aphra Behn 

«Un poeta es pintor a su manera, se acerca a la vida, pero de otro tipo; dibujamos la parte más noble, el alma y la mente; Las imágenes de la pluma durarán más que las del lápiz, e incluso los mundos mismos.»

Aphra Behn

La decepción

Un día Lisandro, joven amoroso
llevado de una pasión impaciente,
a Cloris sorprendió, doncella amada,
quien no pudiera ya más defenderse.
En favor de su amor conspiró todo:
el astro que dorado colma el día,
en su carro tirado por el fuego,
en la mar por entonces descendía;
no dejaba otra luz que guiara al mundo
que los brillantes ojos de la ninfa.

En solitario prado, silenciosa,
con una languidez encantadora
la dulce ninfa admite el forcejeo,
y mientras, se resiste suavemente;
sus manos de repente el pecho encuentran
mas no con intenciones de alejarlo,
más hacia ella se inclinan a atraerlo:
mientras él yace a sus pies tembloroso,
es en vano mostrar más resistencia:
le falta fuerza para decir – ¡basta!

Ojos brillantes y a un tiempo severos,
do amor y pena luchan confundidos,
renuevan el vigor del fiel Lisandro;
clama ella murmurándole al oído:
“Detente ahora en tus vanos deseos,
si no, voy a gritar. ¿Qué hacer? mi honra
preciada a ti ni a nadie entregar debo.
Aléjate o arráncame la vida,
que ya en su mayor parte yo te diera
cuando mi tierno corazón ganaste.

Él, sin embargo, tan capaz de amar
cuan poco acostumbrado a temer, besa
su dulce boca, el pelo, el lungo cuello:
hace rendir cada bendito instante;
enciende cada roce un nuevo anhelo:
posa su mano ardiente y temblorosa
sobre su níveo e inflamado pecho,
mientras ella, jadeante entre sus brazos,
yace desprotegida cual botín,
cual si fuera el trofeo del enemigo.

Y sin temor alguno, sin respeto,
busca él ya aquel objeto del deseo
(su amor no admitirá modestia alguna);
no poco a poco avanza
hasta que osada mano se apodera
del altar do los dioses del amor inmolan:
trono terrible, paraíso en donde
se apacigua la furia y el enojo;
fuente do todas las delicias fluyen,
donde reposo encuentra el universo.

Sus cuerpos, cual sus almas se entretejen
al encontrarse sus húmedos labios;
ambos se tienden sobre el suave musgo,
fuera de sí se encuentran, liberados.
Ya medio muerta y sin aliento yace;
húmeda luz despiden ya sus ojos
como la que divide el día y la noche:
astros fugaces cuyo fuego expira;
no hay más señal de vida en su persona:
entrecortado aliento y no más resta.

Contempla él cómo yace ahí tendida,
contempla su desnudo pecho enhiesto;
delgado y suave manto que dibuja
formas para el amor y el jugueteo;
ya abandonados orgullo y vergüenza,
reparte Cloris sus más dulces gozos
y ofrece su inocencia virginal
como víctima al fuego del amor;
pero el pastor enajenado yace
incapaz de efectuar el sacrificio.

Presto ya a saborear mil dulces gozos,
el infeliz doncel, sobreexcitado,
el placer velo trocado en dolores:
placer que amor en demasía destruye:
dejando aparte las deseosas prendas,
el cielo ante sus ojos quedó abierto.
Loco por poseerla se lanzara
sobre la bella doncella indefensa.
Envidioso Cupido la potencia
le arranca, mas ¡dejándole el deseo!

Ese pilar de la Madre Natura
(sin cuyo auxilio no puede dar vida)
carece ahora de vitalidad;
sus nervios laxos el desmayo invade:
en vano intenta el joven iracundo
recuperar su fugaz entusiasmo;
motricidad no engendra el movimiento.
El exceso de amor, amor traiciona:
vano es su esfuerzo, cual vanas sus órdenes:
el insensible llora entre sus manos.

Durante la amorosa y cruel batalla
donde se ensañan el amor y el hado,
Lisandro, el pobre, sufre y desespera
y a la razón renuncia con empeño;
todo el enardecido y brioso fuego
que debiera inflamar partes más nobles,
sólo sirvió para aumentar la afrenta
sin dejar chispas para el nuevo anhelo:
toda su bella desnudez no aplaca
esa vergüenza que su amor corrompe.

Cloris se recupera ya del trance
que el amor y el deseo confeccionaran;
posa ahora su mano timorata
(o es quizás el azar quien la conduce)
sobre ese dios potente que el poeta
loa en sus odas, fabuloso Príapo:
mas nunca retirara la zagala,
al recoger por la colina helechos,
tan ágilmente sus delgados dedos
al hallar una sierpe entre el follaje,

como alejó su mano en ese instante,
al encontrar al dios de sus anhelos
de sus tremendos fuegos desarmado
y frío cual flor cubierta de rocío.
¿quién puede imaginar la confusión
de la ninfa, el desdén y la vergüenza?
La sangre abandonó zonas más bajas
para ruborizarle las mejillas;
se aleja de los brazos de Lisandro
mientras lo deja exánime en el prado.

Como relámpago huye por el bosque,
como antes Dafne por el dios de Delfos;
no deja huella que ojos seguir puedan
por el camino que la hierba cubre.
Los vientos que jugaban con sus ropas
y que retozan entre sus cabellos,
en la doncella que huye, presto encuentran
todo lo bello por dioses creado.
Venus ante su amor asesinado,
de aquel monte fatídico se aleja.

El resquemor de la ninfa pudiera
sólo yo imaginar o lamentar,
mas sólo aquellos que en su hado influyeron
conocen de Lisandro las desgracias.
Ya sus lamentos se alzan cual tormentas
y ni los dioses a su furia escapan;
maldice a las estrellas, al destino
pero más los encantos de la moza
cuya dulce influencia embrujadora
de la impotencia al Orcus lo condena. 

De Poems on Several Occasions (1680). Traducción Marta Celis

Canción sobre amar a dos igualmente
Interpretada por Capitán Pack

I

¿Qué pasión me recorre tan violenta,
dividida al igual por dos amores?
Nunca a Damon me había sometido,
ni había Alexis su parte tomado,
ni siquiera probar su poder pudo,
ganando mi amor sin la ayuda de Damon.

II

Cuando presente mi Alexis se halla,
suspiro y lloro yo entonces por Damon;
pero cuando se ausenta y lo añoro,
sólo así Damon gana mi desdén.
Pero si ambos casualmente están cerca,
por ambos palidezco, sus piro y también muero.

III

Cúrame poderoso dios alado
esta incesante fiebre de mi sangre,
sólo un dorado dardo apuntar debes.
Pero, ¡oh, Cupido!, ¿cuál tú tomarás?
Si el de Damon, arruina mi esperanza;
o si aquel de mi Alexis, perdida ya estoy.

An ode to love

I
DUll Love no more thy Senceless Arrows prize,

damn thy Gay Quiver, break thy Bow;

tis only young Lysanders Eyes,

that all the Arts of Wounding know.

II
A Pox of Foolish Politicks in Love,

a wise delay in Warr the Foe may harme:

by Lazy Siege while you to Conquest move;

his fiercer Beautys vanquish by a Storme.

III
Some wounded God, to be reveng’d on thee,

the Charming Youth form’d in a lucky houre,

drest him in all that fond Divinity,

that has out-Rivall’d thee, a God, in Pow’r.

IV
Or else while thou supinely laid

basking beneath som Mirtle shade,

in careless sleepe, or tir’d with play,

when all thy Shafts did scatterd ly;

th’unguarded Spoyles he bore away,

and Arm’d himself with the Artillery.

V
The Sweetness from thy Eyes he took,

the Charming Dimples ftom thy Mouth,

that wonderous Softness when you spoke;

and all thy Everlasting Youth.

VI
Thy bow, thy Quiver, and thy Darts:

even of thy Painted Wings has rifled thee,

to bear him from his Conquer’d broken Hearts,

to the next Fair and Yeilding She.

Una oda al amor

I
Triste amor, no te premien tus estúpidas flechas,

maldice tu aljaba y destroza tu arco;

solo los ojos del joven Lisander

todas las artes de herir conocen.

II
Un azote de loca política en amor,

una sabia demora daña en guerra al rival:

y mientras con desidia inicias la conquista,

su más fiera belleza vence como tormenta.

III
Algún herido dios, para de ti vengarse,

creo en buena hora al encantador joven,

invistiéndolo al tiempo de divinidad afable,

y a ti, que eres un dios, en poder avantaja.

IV
Y mientras tú estabas descansando tendido,

disfrutando del sol a la sombra del mirto,

en descuidado sueño, o cansado del juego,

cuando todos tus dardos yacían dispersados,

el botín sin custodia te fue arrebatado,

y con la artillería se armó hasta los dientes.

V
Se llevó la dulzura de tus ojos,

los graciosos hoyuelos de tu boca,

la suavidad sublime cuando hablas

y toda tu eterna juventud.

VI
Tu arco, tu aljaba y tus dardos,

La ardiente doncella

Amintas me condujo a la arboleda
donde cobijo hallábamos,
pese a su empeño ni el sol mismo
nos podía traicionar.
Alejado el lugar de humanos ojos
ningún miedo ofrecía,
sólo los leves vientos cuando soplan
besan las curvas ramas.

Allá abajo sentados sobre el musgo,
el juego iniciábamos,
mil ardides de amor para pasar
el calor de todo el día,
tantos besos él me daba, los mismos
que le devolvía yo,
ardiendo en recibir lo que a nombrar
ni siquiera me atrevo.

Sus dulces ojos ni ayuda pedían
al relatar su cuento,
pues toda ella estaba ya encendida
y de someter fácil.
Me envolvía con sus besos y abrazos,
mientras él se expresaba
y suave me tendía sobre la hierba.
¿Quién adivina, ah, el resto?

A la bella Clarinda, que me hizo el amor, imaginada mas como mujer

Bella y adorable dama, o si fuese ese título
muy endeble y femenino para ennoblecerte,
permíteme un nombre a la verdad más próximo,
dejadme llamaros joven adorable y gentil.
Esto último mi dulce queja disculpará,
mientras pueda servir para atenuar mi freno,
y sin rubor poder seguir a la muchacha
cuando tanta belleza se presente a la vista;
sin embargo, luchamos contra tu encanto en vano,
pues con tu engañosa apariencia nos hieres
cuando la astral ninfa con varón nos traiciona.
Por pena a nuestro sexo tú nos fuiste enviada,
podríamos amar y aún ser inocentes,
en tu contra no hay crimen que cometer podamos,
o si lo hiciéramos –––– tu forma lo excusaría.
Quién creería que aquella que más hermosas flores
reúne, esconde en las hojas fragantes una sierpe.

Tú, hermosa maravilla de diferente género,
a la melosa Cloris con el amado Alexis
uniste, y cada vez que tu varonil parte
rogaba nos tentaste con tu mitad doncella,
mientras nos conducían las más nobles pasiones
hacia el amor por Hermes y Afrodita, su amiga.

De Las fábulas del deseo y otros poemas (Trad. Balbina Prior)

Aphra Behn (Harbledown, estado de Kent, Inglaterra, julio de 1640- Londres, 16 de abril 1689) Poeta, escritora, dramaturga, traductora. Fué una de las primeras mujeres inglesas en ganarse la vida escribiendo, rompió las barreras culturales y sirvió como modelo literario para las generaciones posteriores de escritoras.The Fair Jilt or the History of Prince Tarquin and Miranda, es el primer libro firmado por Aphra Behn que fue publicado en 1688 y ha pasado a la historia por ser la primera novela inglesa escrita por una autora. 

  Se cree que fue hija de Bartholomew Johnson y Elizabeth Denham, se discute mucho su lugar y fecha de nacimiento aunque  La Enciclopedia de Literatura Merrian Webster establece el mes de julio de 1640 como la fecha más probable;  y ni siquiera está absolutamente confirmado que su padre fuese Bartolomew Johnson, un barbero que vivió en la ciudad de Canterbury. Se ha especulado que podría ser un posadero y su madre haber ejercido de nodriza para la poderosa familia Colepeper o Culpepper, lo que ha llevado a pensar que Aphra Behn podía haber sido adoptada, residir o pasar largas temporadas en casa de esta importante familia. De esta forma, Mrs. Behn habría accedido a leer y escribir, y además de recibir una esmerada educación, podría haber tenido la oportunidad de hacer uso de una excelente biblioteca. Fue llevada muy niña a la Guayana holandesa, en Surinam, donde asistió adolescente a varias rebeliones de esclavos, vivencias que luego plasmaría en su novela Oroonoko; al pasar Surinam a manos holandesas volvió a Londres a los dieciocho años (1658), y casó en 1664 con un comerciante alemán, Behn, del que no se tienen datos ciertos. Sólo se sabe que fue un marino mercante de quien tomó el apellido.

Tras la muerte de su marido a los tres años de matrimonio, llegó a alcanzar un éxito desmedido a causa de sus sonadas conquistas amorosas, entre ellas al parecer el mismo rey Carlos II, para el cual trabajó como espía en Amberes en 1666 durante la guerra con Holanda (1665-1667) bajo el nombre falso de Astrea. Su sobrenombre, tomado del romance pastoril L’Astreé de D’Urfé, nunca dejaría ya de utilizarlo, pues más tarde también firmaría así en su literatura. Al volver a Inglaterra pasó un breve tiempo en prisión por deudas, por lo que a partir de 1670 tuvo que sostenerse solamente de la literatura.

  Pertenecía a una camarilla de poetas y libertinos famosos como John Wilmot,( Lord Rochester). Durante las décadas de 1670 y 1680 fue una de las dramaturgas más productivas de Gran Bretaña, sólo superada por el poeta laureado John Dryden. En total, escribió y puso en escena 19 obras de teatro.

The Fair Jilt or the History of Prince Tarquin and Miranda, es el primer libro firmado por Aphra Behn que fue publicado en 1688 y ha pasado a la historia por ser la primera novela inglesa escrita por una autora. 

Durante los turbulentos tiempos políticos de la Crisis de la Exclusión , escribió un epílogo y un prólogo que la metieron en problemas legales; a partir de entonces dedicó la mayor parte de sus escritos a géneros en prosa y traducciones. Una firme defensora de la línea Stuart, rechazó una invitación del obispo Burnet para escribir un poema de bienvenida al nuevo rey Guillermo III .

En sus últimos cuatro años, la salud de Behn comenzó a fallar, acosada por la pobreza y las deudas, pero continuó escribiendo ferozmente, aunque se volvió cada vez más difícil para ella sostener un bolígrafo. En sus últimos días, escribió la traducción del último libro de los seis libros de plantas de Abraham Cowley 

Aphra Behn murió el 16 de abril de 1689 y fue enterrada en el Claustro Este de la Abadía de Westminster .

La inscripción en su lápida dice: «Aquí yace una prueba de que el ingenio nunca podrá ser suficiente defensa contra la mortalidad».  Fue citada diciendo que había llevado una «vida dedicada al placer y la poesía”.

De la considerable producción literaria de Behn, solo Orinoco fue considerado seriamente por los eruditos literarios. Este libro, publicado en 1688, está considerado como una de las primeras novelas abolicionistas y humanitarias publicadas en idioma inglés. Se le atribuye como precursor de los Discursos sobre la desigualdad de Jean-Jaques Rousseau . En 1688 publicó también dos relatos en prosa, The Fair Jilt y Agnes de Castro, esta última sobre el famoso tema de la desdichada muerte de la amante del rey de Portugal Inés de Castro.

La primera obra dramática de Aphra Behn fue The Forced Marriage, llevada a escena en 1670 en el Linconl’s Inn Fields por la Compañía del Duque. Le siguen ,entre comedias y tragicomedias, El Vagabundo, obra en dos partes fechadas en 1677 y 1681 respectivamente donde narra las aventuras de un grupo de caballeros ingleses en Madrid y Nápoles durante el exilio de Carlos II. En su farsa El Emperador de la Luna (1687) se inspira en la Commedia dell Arte, haciendo avanzar el género de la pantomima moderna. También son importantes La madeja (1677, segunda parte 1681), La heredera (1682), una sátira de la vida londinense, y Golpe de suerte (1686), donde aborda uno de sus temas favoritos: el disparate que suponen los matrimonios de conveniencia. Alcanzó con estas obras patrocinadas por el duque de York un éxito formidable. Su cinismo y actitud desinhibida en cuestiones sexuales y su exaltación de la pasión y el placer la hicieron por extremo popular. 

La poesía de Aphra Behn se publicó como prólogo o epílogo de sus obras de teatro y fue recogida en diferentes antologías que ella misma realizó como The Covent Garden Drolery (1672), A Collection of Poems written upon Several Occasions (1673) o la conocida como PSO (Poems Upon Several Occasions, 1684). También editaba poemas de otros autores y participó en compendios de traducciones propias como en Miscellany, Being a Collection of Poems by several Hands (1685)

Aphra Behn se dedicó también a hacer traducciones  desde el francés y el latín al inglés.

En sus textos poéticos se examina la naturaleza de la autoridad en las relaciones amorosas, siendo consciente de que no se trata de un equilibrio de fuerzas, sino que se entiende como la supremacía de uno de los contendientes sobre el otro, generalmente el masculino. Ella tratará de subvertir la visión tradicional que muestra la hermosura como la única cualidad en el retrato de la dama; así, si los valores convencionales que suelen imperar en el personaje femenino son la prudencia, el recato, la decencia y la honestidad, las mujeres de los poemas de Aphra Behn ya expresan un atrevimiento hasta entonces inimaginable, que conduce a la autora a equipararlos en todo al sexo contrario, y fundamentalmente en los que alude implícitamente a la cuestión sexual, no temida ni evitada por la escritora, sino buscada y plasmada en sus poemas. En esa característica se diferencia de todas las demás poetas de su tiempo, debiendo pasar muchas décadas y algunos siglos para que esa asunción no tuviera consecuencias literarias para quien la defendía a través de sus personajes.

La crítica, Alison Conway, ve a Behn como un instrumento para la formación del pensamiento moderno en torno al género femenino y la sexualidad: «Behn escribió sobre estos temas antes de que existieran las tecnologías de la sexualidad que ahora asociamos, que es, en parte, la razón por la que demuestra tan difícil de situar en las trayectorias más familiares para nosotros ”. 

Aphra Behn tambien escribió poesía social y política . Prueba de la importancia de los acontecimientos sociales y políticos en la obra poética de Mrs. Behn son las frecuentes alusiones a numerosos personajes conocidos de todos los estamentos de la vida pública. Pintores, escritores, editores, actores, obispos y políticos son comunes en sus páginas. Numerosos nombres que convivieron con ella como Mr. Quinhill, Mr. Creech, Dryden o el Conde de Shaftesbury nos dan idea de la importante posición que ocupó Aphra Behn en su tiempo y de su participación activa en la sociedad. En sus poemas políticos Aphra Behn siempre apoyó, como Tory, la ascensión de Jacobo II al trono, criticando a sus adversarios, los Whigs. Esta posición queda patente por ejemplo en uno de los poemas políticos de más relevancia en su obra, ‘The Cabal at Nickey Nackeys‘ (‘El Cabalista de Nickey Nackeys’), en donde se defiende una forma de gobernar honrada y transparente, describiéndose los métodos taimados y engañosos del político.

El éxito de Aphra Behn se refleja en los numerosos poemas que le dedicaron en su tiempo como el de la sobrina de Rochester, Mrs. Warton, o ‘A Pindaric to Mrs. Behn on her Poem on the Coronation, written by a Lady’, un poema anónimo, que comienza «Hail, Thou sole Empress of the Land of Wit» («Salve, Tú, Emperatriz única de la Patria del Ingenio»), describiéndola como excepción entre los escritores varones. Aphra Behn siendo consciente de la escasez de escritoras indagó en la tradición, invocándolas en su traducción de ‘Of Plants‘ (‘De Plantas’) en el Libro VI. En ésta pide inmortalidad para su poesía, aun conociendo la escasa posibilidad que tienen las poetas de pasar a la historia, entre ellas, la conseguida por poetas como Safo o la conocida Orinda, que no es sino Katherine Philips (1632-64).

Desde la década de 1970, las críticas y escritoras feministas han reevaluado las obras literarias de Behn.

Behn fue redescubierta como una escritora importante por Maureen Duffy , Angeline Goreau, Ruth Perry , Hilda Lee Smith, Moira Ferguson, Jane Spencer, Dale Spender , Elaine Hobby y Janet Todd . Esto llevó a la reimpresión de sus obras. El Rover se volvió a publicar en 1967, Oroonoko se volvió a publicar en 1973, Love Letters between a Nobleman and His Sisters se publicó de nuevo en 1987 y The Lucky Chance se reimprimió en 1988.

 Virginia Woolf escribió, en A Room of One’s Own :

La académica feminista Alda Facio, dice sobre esta escritora,  lo siguiente:

Enlaces de interés :

https://beisbook.com/books/5-obras-para-conocer-a-aphra-behn-la-mujer-que-vivio-para-el-placer-y-la-poesia-por-su-propia-letra-03111193/

Dialnet-AproximacionALaFiguraDeAphraBehn-5777480.pdf

https://www.google.com/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=&ved=2ahUKEwj7vIKjhaX5AhUPr6QKHfzdDisQFnoECBYQAQ&url=https%3A%2F%2Fdialnet.unirioja.es%2Fdescarga%2Farticulo%2F5777480.pdf&usg=AOvVaw1GD8xjkAHUhY8rEP1L1SOT

https://core.ac.uk/download/pdf/60902516.pdf


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