11 Poemas de Mary Oliver

White-Eyes

In winter
all the singing is in
the tops of the trees
where the wind-bird

with its white eyes
shoves and pushes
among the branches.
Like any of us

he wants to go to sleep,
but he’s restless—
he has an idea,
and slowly it unfolds

from under his beating wings
as long as he stays awake
But his big, round music, after all,
is too breathy to last.

So, it’s over.

In the pine-crown
he makes his nest,
he’s done all he can.

I don’t know the name of this bird,
I only imagine his glittering beak
while the clouds—

which he has summoned
from the north—
which he has taught
to be mild, and silent—

thicken, and begin to fall
into the world below
like stars, or the feathers
of some unimaginable bird

that loves us,
that is asleep now, and silent—
that has turned itself
into snow.

Ojos Blancos

En invierno
todo el canto está
en las copas de los árboles
donde el pájaro-viento

con sus ojos blancos
presiona y empuja
entre las ramas.
Como todos nosotros

quiere irse a dormir,
pero está inquieto--
tiene una idea,
y despacio se despliega

bajo sus alas batientes
mientras sigue despierto
Pero su música grande y redonda, al fin y al cabo
es demasiado jadeante para durar.

Así que se acabó.
En la punta del pino
arma su nido,
hizo todo lo que pudo.

No sé el nombre del pájaro,
sólo imagino su pico rutilante
mientras las nubes--

que ha sometido
desde el norte--
a las que enseñó
a ser leves y silenciosas--

se espesan, y empiezan a caer
sobre el mundo allá abajo
como estrellas, o plumas
de un pájaro inimaginable

que nos ama,
y ahora está despierto, en silencio--
que se ha convertido
en nieve.

Tasting the wild grapes

The red beast
who lives in the side of these hills
won’t come out for anything you have:
money or music. Still, there are moments
heavy with light and good luck. Walk
quietly under these tangled vines
and pay attention, and one morning
something will explode underfoot
like a branch of fire; one afternoon
something will flow down the hill
in plain view, a muscled sleeve the color
of all October! And forgetting
everything you will leap to name it
as though for the first time, your lit blood
rushing not to a word but a sound
small-boned, thin-faced, in a hurry,
lively as the dark thorns of the wild grapes
on the unsuspecting tongue!
The fox! The fox! 

El sabor de las uvas silvestres

La bestia roja
que vive en la ladera de estas colinas
no va a salir por nada que le ofrezcas:
ni dinero ni música. Igualmente, hay momentos
llenos de luz y buena suerte. Si caminás
sin hacer ruido bajo esta vid enmarañada
y prestás atención, una mañana
algo va a explotar bajo tus pies
como rama de fuego; alguna tarde
algo se va a lanzar colina abajo
a plena vista, ¡una manga de músculo color
de octubre entero! Y olvidándolo
todo vas a saltar para nombrarlo
como por vez primera, y encendida tu sangre
se va agolpar buscando no una palabra sino un sonido
de hueso pequeño, rostro fino, a toda prisa,
¡vivaz como la espina oscura de las uvas silvestres
en la lengua desprevenida!
¡El zorro! ¡El zorro!  

Honey At The Table

It fills you with the soft

essence of vanished flowers, it becomes

a trickle sharp as a hair that you follow

from the honey pot over the table

and out the door and over the ground,

and all the while it thickens,

grows deeper and wilder, edged

with pine boughs and wet boulders,

pawprints of bobcat and bear, until

deep in the forest you
shuffle up some tree, you rip the bark,

you float into and swallow the dripping combs,

bits of the tree, crushed bees – – – a taste

composed of everything lost, in which everything lost is found.

Miel en la mesa

Te colma con la esencia suave

de flores desaparecidas, se transforma

en un hilo floso como un pelo que sigues

desde el frasco de miel sobre la mesa

hasta la puerta, hasta el suelo,
y que todo el tiempo se engrosa,

se hace más hondo y salvaje, bordeado

de ramas de pinos y de piedras húmedas,

de huellas de ocelotes y de osos, hasta que

bosque adentro

te encaramas a un árbol, arrancas la corteza,

y flotas, tragando panales que chorrean,

trozos de árbol, abejas aplastadas — un sabor

compuesto de todo lo perdido, en el que todo lo perdido se encuentra.

The Moths

There’s a kind of white moth, I don’t know

what kind, that glimmers

by mid-May

in the forest, just

as the pink moccasin flowers

are rising.

If you notice anything,

it leads you to notice

more

and more.

And anyway

I was so full of energy.

I was always running around, looking

at this and that.

If I stopped

the pain

was unbearable.

If I stopped and thought, maybe

the world

can’t be saved,

the pain

was unbearable.

Las polillas

Hay una polilla blanca, no sé

de qué especie, que brilla

a mediados de mayo

en el bosque, justo

cuando las flores rosadas de la orquídea

están saliendo.

Si te das cuenta de algo, eso te lleva a

darte cuenta

de más

y más.

Pero, bueno

yo estaba tan llena de energía.

Siempre corriendo, mirando

ésto y aquello.

Si me detenía

el dolor

era insoportable.

Si me detenía y pensaba que tal vez

el mundo

no se puede salvar,

el dolor

era insoportable.

One Or Two Things 

1.


Don’t bother me

I’ve just

been born.

2.

The butterfly’s loping flight

carries it through the country of the leaves

delicately, and well enough to get it

where it wants to go, wherever that is, stopping

here and there to fuzzle the damp throats

of flowers and the black mud; up

and down it swings, frenzied and aimless; and sometimes

 

for long delicious moments it is perfectly

lazy, riding motionless in the breeze of the soft stalk

of some ordinary flower
 

3.

The god of dirt

came up to me many times and said

so many wise and delectable things; I lay

on the grass listening

to his dog voice,

crow voice,

frog voice; now

he said, and now,

and never once mentioned forever,

4.

which has nevertheless always been,

like a sharp iron hoof,

at the center of my mind.

5.

One or two things are all you need

to travel over the blue pond, over the deep

roughage of the trees and through the stiff

flowers of lightning — some deep

memory of pleasure, some cutting

knowledge of pain.

6.
 

But to lift the hoof!

For that you need

an idea.

7.

For years and years I struggled

just to love my life. And then

the butterfly

rose, weightless, in the wind.

«Don’t love your life

too much,» it said,

and vanished

into the world.

Una o dos cosas 

1.

No me molesten.

Acabo

de nacer.

2. 

El vuelo rítmico de la mariposa 

la lleva por el país de las hojas

con delicadeza, y le permite ir 

donde quiere ir, donde quiera que eso sea, se detiene

aquí y allá para embriagarse con las húmedas copas

de las flores y con el barro negro; hacia arriba

y hacia abajo se columpia, con frenesí y sin rumbo, y a veces

durante largos, deliciosos momentos se está perfectamente 

perezosa, y cabalga inmóvil en la brisa sobre el tallo suave

de alguna flor común.

3.

El dios de la tierra

vino a mí muchas veces y dijo

tantas cosas sabias y deleitables, yo estaba tirada 

en el pasto escuchando

su voz de perro

voz de cuervo

voz de rana: ahora

dijo, y también ahora,

y ni una sola vez mencionó siempre,

4.

pese a haber eternamente existido

como una herradura punzante

en el centro de mi mente.

5.

Una o dos cosas son todo lo que necesitas

para recorrer la laguna azul, la honda

hojarasca de los árboles y las rígidas

flores del relámpago —un profundo

recuerdo del placer, un filoso 

conocimiento del dolor—.

6.

¡Pero para soltar la herradura!

Para eso necesitas

una idea.

7.

Durante años y años luché

solo para amar mi vida. Y después

la mariposa

se elevó, ingrávida, en el viento.

“No ames tu vida

demasiado”, dijo,

y se esfumó

entre el mundo.

***

The Fish

The first fish
I ever caught
would not lie down
quiet in the pail
but flailed and sucked
at the burning
amazement of the air
and died
in the slow pouring off
of rainbows. Later
I opened his body and separated
the flesh from the bones
and ate him. Now the sea
is in me: I am the fish, the fish
glitters in me; we are
risen, tangled together, certain to fall
back to the sea. Out of pain,
and pain, and more pain,
we feed this feverish plot, we are nourished
by the mystery. —

El Pez

El primer pez
que atrapé en mi vida
no quería quedarse
quieto dentro del balde,
sino que se sacudió y succionó
la abrasadora
extrañeza del aire
hasta morir
con la lenta efusión
de un arcoíris. Luego
corté su cuerpo y separé
la carne de la espina
y lo comí. Ahora el mar
está dentro de mí: yo soy el pez, el pez
reluce en mi interior; juntos nos alzan,
nos enredan, sin duda caeremos
al mar de nuevo. Con dolor
y dolor, y con más dolor
nutrimos esta trama frenética, el misterio
nos alimenta.

 

Just When the Calendar Began to Say Summer

I went out of the schoolhouse fast

and through the garden to the woods,

and spent all summer forgetting what I’d been taught—

two times two, and diligence and so forth,

how to be modest, and useful and how to succeed and so forth,

machines and oil and plastic and money and so forth.

By fall I had healed somewhat, but was summoned back

to the chalky rooms and the desks to sit and remember 

the way the river kept rolling it’s pebbles,

the way the wild wren sang though they hadn’t a penny in the bank,

the way the flowers were dressed in nothing but light.

Justo cuando el calendario empezó a decir verano

Salí rápido de la escuela

y crucé los jardines hacia los bosques

y pasé todo el verano olvidando lo que me habían enseñado—

Dos por dos, a ser diligente, etc.,

cómo ser modesto y útil, y cómo triunfar, etc.,

las máquinas y el petróleo y el plástico y el dinero, etc.

Cuando llegó el otoño ya había empezado a curarme, pero me volvieron a convocar

a los polvorientos salones de tiza y a los escritorios, a sentarme y recordar

cómo el río siguió rodando sus piedritas

cómo cantaron los reyezuelos pese a no tener un centavo en el banco,

cómo las flores solo vestían luz.

Black Oaks

Okay, not one can write a symphony, or a dictionary,
or even a letter to an old friend, full of remembrance
and comfort.

Not one can manage a single sound though the blue jays
carp and whistle all day in the branches, without
the push of the wind.

But to tell the truth after a while I'm pale with longing
for their thick bodies ruckled with lichen

and you can't keep me from the woods, from the tonnage
of their shoulders, and their shining green hair.

Today is a day like any other: twenty-four hours, a
little sunshine, a little rain.

Listen, says ambition, nervously shifting her weight from
one boot to another -- why don't you get going?

For there I am, in the mossy shadows, under the trees.

And to tell the truth I don't want to let go of the wrists
of idleness, I don't want to sell my life for money,

I don't even want to come in out of the rain.


Robles negros

Okay, nadie puede escribir una sinfonía, ni un diccionario,
ni siquiera una carta a un viejo amigo, plagada de recuerdos
y de consuelo.

Nadie puede controlar un sólo sonido aunque el arrendajo azul
se queje y silbe el día entero en las ramas, sin
el empujón del viento.

Pero a decir verdad, después de un rato palidezco de anhelo
por sus cuerpos gruesos ahogados por el líquen

y no me pueden apartar del bosque, del tonelaje
de sus hombros, de su melena verde brillante.

Hoy es un día como cualquiera: veinticuatro horas, un
poquito de sol, un poquito de lluvia.

Escuchame, dice la ambición; cargando el peso de una bota
a la otra, nerviosamente- ¿por qué no te movés?

Porque ahí estoy, en las sombras musgosas, debajo de los árboles.

Y a decir verdad, no quiero soltarle las muñecas
a la pereza, no quiero vender mi vida por dinero,

ni siquiera quiero entrar porque empieza a llover.

Singapur

En Singapur, en el aeropuerto,

una sombra fue retirada de mis ojos.

En el cuarto de baño de mujeres, una división estaba abierta.

Una mujer de rodillas lavaba el fondo

de la taza blanca.

Una desagradable sensación en mi estómago

y toqué mi boleto en el bolsillo.

Un poema siempre debiera tener pájaros.

Un martín pescador, por ejemplo, con ojos audaces y alas

relucientes.

Los ríos son placenteros, y por supuesto los árboles.

Una cascada, o si no es posible, una fuente

que suba y baje.

Una persona quiere habitar en un lugar feliz, en un poema.

Cuando la mujer me vio no pude interpretar su gesto.

Su belleza y su bochorno se mezclaban, y ninguno de

los dos ganaba la batalla.

Ella sonrió y yo sonreí. ¿Tiene algún sentido?

Todos necesitamos un trabajo.

Sí, una persona quiere habitar en un lugar feliz, en un poema.

Pero antes debemos mirarla ahí abajo mientras atiende su

trabajo,

lo que es en sí aburrido.

Con un trapo azul está lavando la parte superior de los

ceniceros del aeropuerto, que son tan

grandes como las tapas de los basureros.

Su pequeña mano voltea el metal, tallando y levantando.

No trabaja con lentitud, tampoco con rapidez, pero como un

río.

Su cabello oscuro es como el ala de un pájaro.

No dudo ni un instante que ella ame su vida.

Y quiero que se levante de entre la costra y el agua sucia

y vuele hacia el río.

Esto probablemente no ocurra.

Pero quizá sí.

Si el mundo fuera sólo dolor y lógica, ¿quién lo apreciaría?

Claro que no lo es.

Tampoco me refiero a algo milagroso, es sólo

la luz que emana de la vida. Me refiero

a la forma en que ella dobla y desdobla el trapo azul,

a la forma en que sonrió para mí; me refiero

a la forma en que este poema está lleno de árboles y pájaros.

The Kitten 

More amazed than anything 
I took the perfectly black 
stillborn kitten 
with the one large eye 
in the center of its small forehead 
from the house cat’s bed 
and buried it in a field 
behind the house.  

I suppose I could have given it 
to a museum, 
I could have called the local 
newspaper.  

But instead I took it out into the field 
and opened the earth 
and put it back 
saying, it was real, 
saying, life is infinitely inventive, 
saying, what other amazements 
lie in the dark seed of the earth, yes,  

I think I did right to go out alone 
and give it back peacefully, and cover the place 
with the reckless blossoms of weeds. 

El Gatito

Ante todo asombrada
tomé al gatito que nació
muerto completamente negro
con un solo ojo grande
en la mitad de su pequeña frente
del moisés de la gata
y lo enterré en un campo
a espaldas de la casa.

Tal vez se lo podría haber donado
a algún museo,
podría haber llamado al diario
de la zona.

Pero en vez lo llevé hasta el campo
y abrí la tierra
y se lo devolví
diciendo: era real,
diciendo: es infinitamente creativa la vida,
diciendo: cuántas otras maravillas
yacen en la simiente oscura de la tierra,

sí, creo que hice bien en salir sola
y regresarlo en paz, y cubrir el lugar
con las flores audaces de los yuyos.

Next Time

Next time what I’d do is look at

the earth before saying anything.

 I’d stop just before going into a house

and be an emperor for a minute

and listen better to the wind

or to the air being still.

When anyone talked to me, whether

blame or praise or just passing time,

I’d watch the face, how the mouth

has to work, and see any strain, any

sign of what lifted the voice.

And for all, I’d know more — the earth

bracing itself and soaring, the air

finding every leaf and feather over

forest and water, and for every person

the body glowing inside the clothes

like a light.

La Próxima Vez

La próxima vez lo que haría es mirar

la tierra antes de decir algo. Detenerme

justo antes de entrar en una casa,

y ser emperador por un minuto

y escuchar el viento

o el aire inmóvil.

Cuando alguien me hablase, para

culparme o alabarme o sólo por pasar el rato,

le miraría la cara, cómo la boca

debe trabajar, y vería cada tensión, cada

signo de lo que alzó la voz.

Y sobre todo, conocería más –la tierra

apoyándose en sí misma y levantándose, el aire

encontrando cada hoja y cada pluma sobre

el bosque y el agua, y en cada persona

el cuerpo resplandeciendo dentro de la ropa

como una luz.

Mary Oliver (Maple Heights, Ohio, EE.UU., 10 de septiembre de 1935 – Hobe Sound, Florida, EE. UU., 17 de enero de 2019). Poeta, narradora y ensayista. Premio Pulitzer de Poesía (1984). Es considerada una de las voces más influyentes de la literatura contemporánea. 

 

Oliver era hija de Helen M. V. Oliver y Edward William, una familia muy disfuncional donde tuvo una infancia muy dura. En una entrevista concedida en 2011 a a The Oprah Magazine, le confesó a Maria Shriver que sufrió abusos sexuales siendo una niña. “Era muy pequeña, pero tenía pesadillas recurrentes. Hay daño. Por eso quería ser invisible, estoy segura. Y eso, ciertamente, hizo que para mí fuera muy difícil confiar”. «Probablemente, fue la razón por la que me marché de casa al día siguiente de graduarme en el instituto, no podía esperar un minuto más, y por lo que estuve tan necesitada gran parte de mi vida, porque no recibí suficiente amor de madre ni protección”.

Mary Oliver estudió en la Ohio State University y en el Vassar College, aunque no llegó a graduarse, y eso que acabó ocupando la cátedra Catharine Osgood Foster en el Bennington College (Vermont) e impartiendo clases en la Case Western Reserve University de Cleveland, en su Ohio natal, y hasta recibió cuatro Honoris Causa.

  Su mayor influencia juvenil fué Edna St. Vincent Millay, a la que, en su momento, reconoció como la mayor influencia de sus primeros versos, los juveniles, y en cuya casa llegó a vivir un tiempo. En esa casa conoció a finales de la década de 1950 a la que fué su gran amor la fotógrafa y galerista Mary Malone Cook, M., como siempre se refería a ella, donde residía Oliver desde que había dejado el instituto para ayudar a Norma, la hermana de Edna (murió en 1950 al caerse de las escaleras de esa casa), a ordenar los papeles y el archivo que había dejado la escritora, la tercera mujer en conseguir el Pulitzer de poesía, en 1923.

Junto con M., Oliver se mudó a Provincetown, un pueblo costero ubicado en la punta de Cape Town (Massachusetts) del que ambas hicieron su hogar y donde construyeron su familia. Allí, la fotógrafa tenía su propia galería, en la que llegó a exponer la obra de colegas como Berenice Abbott, Edward Steichen, Minor White, Ansel Adams o Harry Callahan, entre otros, y Oliver se dedicaba a dar largos paseos por la costa y en lo más profundo del bosque en busca de material narrativo. “Me considero una especie de reportera que usa palabras que son más como música y que tienen coreografía. Nunca pienso en mí misma como una poeta; simplemente me levanto y escribo”. Así se definía.

 Oliver publicó su primer libro, No Voyages and Other Poems, en 1963.

En Provincetown recibió, en 1984, la noticia de que le habían concedido el premio Pulitzer de Poesía por American Primitive, su cuarto libro. “Estaba lavando los platos cuando sonó el teléfono. Cuando llamaron de la cadena de televisión local y preguntaron si podían pasar por casa, les dije que no. En ese momento estaba colocando tejas en nuestra casa, cumpliendo con mi rutina habitual”.

En 1992 su libro New and Selected Poems obtuvo el National Book Award, uno de los premios literarios más prestigiosos que se conceden en Estados Unidos. El volumen contiene poemas de ocho de los volúmenes anteriores de Oliver, así como trabajos más nuevos e inéditos.

Mary Oliver vivió durante más de cuarenta años en Provincetown, Massachusetts, con su compañera Molly Malone Cook. Vivió una vida profundamente sencilla: daba largos paseos por el bosque y a lo largo de la costa casi todos los días, buscando tanto vegetación como material poético. Siempre mantuvo los ojos bien abiertos para ver los animales, en los que pensaba con gran intensidad e intimidad, y que a menudo aparecen en su obra no tanto como especies separadas sino como espíritus afines. Con su constante y brillante reverencia por la flora y la fauna, Oliver se convirtió en una de las poetas más queridas de su generación.

Después de la muerte de Molly en 2005, Oliver se mudó a la costa sureste de Florida. Oliver murió en Hobe Sound, Florida, el 17 de enero de 2019. Tenía 83 años.

Premios y distinciones :

Recibió becas de la Fundación Guggenheim,y del Fondo Nacional de las Artes, la Academia Estadounidense de las Artes y el Premio al Logro de las Letras. Otros premios incluyen el Premio Literario Lannan, el Premio Christopher y L.L. Winship/PEN New England, el Premio Shelly Memorial de la Poetry Society of America y el Premio Pionero del Premio Verde de Literatura Sostenible de la Biblioteca Pública de Santa Mónica.

Recibió doctorados honorarios del Art Institute of Boston, Dartmouth College, Marquette University y Tufts University. Enseñó en muchos colegios y universidades, entre ellos: Case Western Reserve University; Bennington College, donde ocupó la Cátedra Catherine Osgood Foster de Enseñanza Distinguida; Universidad Bucknell; y Sweet Briar College, donde fue escritora residente de Margaret Banister.

Obra publicada:

Desde su primer libro No Voyage, and Other Poems (Houghton Mifflin Company) en 1963, la poesía de Mary Oliver ha sido una piedra de toque para comprender nuestro mundo y a nosotros mismos. Ella describió su trabajo como amar al mundo. Sus poemas capturan el espíritu humano y la complejidad de la naturaleza con asombro y asombro. Comenzando con una apertura a las enseñanzas contenidas en los momentos más pequeños, Mary Oliver es una exploradora decidida de los misterios de nuestra experiencia diaria. Los críticos han comparado a Oliver con otros grandes poetas líricos y amantes de la naturaleza estadounidenses, incluidos Marianne Moore, Elizabeth Bishop, Edna St. Vincent Millay y Walt Whitman.

“La poesía de Oliver”, escribió Richard Tillinghast, colaborador de la revista Poetry en una reseña de White Pine (1994), “flota por encima y alrededor de las escuelas y controversias de la poesía estadounidense contemporánea. Su familiaridad con el mundo natural tiene una sensación sencilla, del siglo XIX”.

Mary Oliver publicó más de quince colecciones de poesía, entre ellas Blue Horses (Penguin Press, 2014);A Thousand Mornings (Mil mañanas, Penguin Press, 2012); Swan: Poems and Prose Poems (Swan: poemas y poemas en prosa, Beacon Press, 2010); Red Bird (Pájaro Rojo, Beacon Press, 2008); Thirst(Sed, Beacon Press, 2006); Why I Wake Early( Por qué me despierto temprano, Beacon Press, 2004); Owls and Other Fantasies: Poems and Essays (Búhos y otras fantasías: poemas y ensayos (Beacon Press, 2003);Winter Hours: Prose, Prose Poems, and Poems (Horas de invierno: prosa, poemas en prosa y poemas, Mariner Books, 1999); West Wind (Houghton Mifflin Company, 1997); White Pine, Pino Blanco (Harcourt, Inc., 1994); New and Selected Poems, Volume One (Poemas nuevos y seleccionados, volumen uno, Beacon Press, 1992), que ganó el Premio Nacional del Libro; House of Light (Beacon Press, 1990), que ganó el premio Christopher y el premio L. L. Winship/PEN New England; y American Primitive (Little, Brown, 1983), por la que obtuvo el premio Pulitzer.

En las obras en prosa Mary Oliver, nos muestra cómo escribir “es una forma de ofrecer alabanza al mundo”. Sus manuales revelan cómo se construye un poema y por qué esto es importante para crearlo y leerlo. Sus ensayos llevan al lector a viajes personales a la naturaleza, el proceso de escritura y «sostener pasiones: el amor por el mundo salvaje, el amor por la literatura, el amor por y de otra persona».

Sus libros de prosa incluyen Long Life: Essays and Other Writings (Larga vida: ensayos y otros escritos, Da Capo Press, 2004); Rules for the Dance: A Handbook for Writing and Reading Metrical Verse (Reglas para la danza: un manual para escribir y leer versos métricos, Mariner Books, 1998); Blue Pastures, (Pastos Azules, Harcourt, Inc., 1995); y A Poetry Handbook (Un manual de poesía, Harcourt, Brace & Company, 1994).


Entre las pocas traducciones de su obra al castellano se encuentra La escritura indómita, publicada en 2021 por «Errata naturae», con traducción de Regina López y en 2022 la misma editorial publicó Horas de invierno, una recopilación de ensayos con reflexiones entre lo literario y lo personal. En Horas de invierno, Oliver dice sobre su relación con M. : “Somos felices y somos afortunadas. Ni nos interesa la política ni somos proclives a la compañía de otros. Repito: somos felices y somos afortunadas. Nos bastamos mutuamente: acompañamiento, intimidad, cariño, arrebato. Cada vez que oigo algo horrible, quiero taparle los oídos a M. Cada vez que veo algo bello y me da un vuelco el corazón, es a M. a quien corro a contárselo”.

Mención aparte merece la publicación de «Nuestro mundo». Mary Oliver & Molly Malone Cook. Ediciones Comisura. Traducción de Regina López Muñoz, la delicada y veraz semblanza que Mary Oliver  hace de su convivencia de más de cuatro décadas con la fotógrafa Molly Malone Cook (1925-2005), y que ella define con poética sencillez: “Fue una conversación de cuarenta años”. 

La editorial Caleta Olivia, de Buenos Aires, publicó los libros de poemas El pájaro rojo(Red Bird, 2008) y El trabajo del sueño,( Dream Work, 1986), ambos traducidos por Patricio Foglia y Natalia Leiderman. La editorial Mansalva, de Buenos Aires, Argentina, publicó Americano Primitivo(American Primitive Little, 1983),con traducción de Daniela Esposito.



Enlaces de interés :

Sitio oficial de la autora : https://maryoliver.com

https://www.poetryfoundation.org/poets/mary-oliver

https://www.newyorker.com/books/page-turner/mary-oliver-helped-us-stay-amazed

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