«Entre el poema y el autor, la primacía es siempre del poema»
J.A.Goytisolo
Por los bastardos
Por los bastardos
por los sucios criados de la muerte
por lo altivos adoradores del dios de las batallas
por los melancólicos por los hijos del hipo
por los engendrados en una noche de tentación
por los caritativos de las últimas migas
por los dulcísimos usureros de la verdad
por los embaucadores por los infinitos rastreros
por los cuerdos de la antigua locura
por los humildes por los mezquinos
por los ciegos
por todos los malnacidos de la tierra
estás sólo presente en mi recuerdo.
Palabras para Julia
Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.
Hija mía es mejor vivir
con la alegría de los hombres
que llorar ante el muro ciego.
Te sentirás acorralada
te sentirás perdida o sola
tal vez querrás no haber nacido.
Yo sé muy bien que te dirán
que la vida no tiene objeto
que es un asunto desgraciado.
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.
La vida es bella, ya verás
como a pesar de los pesares
tendrás amigos, tendrás amor.
Un hombre solo, una mujer
así tomados, de uno en uno
son como polvo, no son nada.
Pero yo cuando te hablo a ti
cuando te escribo estas palabras
pienso también en otra gente.
Tu destino está en los demás
tu futuro es tu propia vida
tu dignidad es la de todos.
Otros esperan que resistas
que les ayude tu alegría
tu canción entre sus canciones.
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti
como ahora pienso.
Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo.
La vida es bella, tú verás
como a pesar de los pesares
tendrás amor, tendrás amigos.
Por lo demás no hay elección
y este mundo tal como es
será todo tu patrimonio.
Perdóname no sé decirte
nada más pero tú comprende
que yo aún estoy en el camino.
Y siempre siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.
El oficio de poeta
Contemplar las palabras
sobre el papel escritas,
medirlas, sopesar
su cuerpo en el conjunto
del poema, y después,
igual que un artesano,
separarse a mirar
cómo la luz emerge
de la sutil textura.
Así es el viejo oficio
del poeta, que comienza
en la idea, en el soplo
sobre el polvo infinito
de la memoria, sobre
la experiencia vivida,
la historia, los deseos,
las pasiones del hombre.
La materia del canto
nos lo ha ofrecido el pueblo
con su voz. Devolvamos
las palabras reunidas
a su auténtico dueño.
Nadie está sólo
En este mismo instante
hay un hombre que sufre,
un hombre torturado
tan sólo por amar
la libertad.
—Ignoro
dónde vive, qué lengua
habla, de qué color
tiene la piel, cómo
se llama, pero
en este mismo instante,
cuando tus ojos leen
mi pequeño poema,
ese hombre existe, grita,
se puede oír su llanto
de animal acosado,
mientras muerde sus labios
para no denunciar
a los amigos. ¿Oyes?
Un hombre solo
grita maniatado, existe
en algún sitio.
—¿He dicho solo?
¿No sientes, como yo,
el dolor de su cuerpo
repetido en el suyo?
¿No te mana la sangre
bajo los golpes ciegos?
Nadie está solo. Ahora,
en este mismo instante,
también a ti y a mí
nos tienen maniatados.
Más que una palabra
La libertad es más que una palabra
la libertad es una chica alegre
la libertad es una parabellum o una flor
la libertad es tomarse el café donde uno quiere
la libertad es una perdiz herida
la libertad es negarse a morir en una cama de hospital
la libertad es real igual que un sueño
la libertad aparece y ya no está
la libertad hay que inventarla siempre
la libertad puede ser del esclavo y fallarle al señor
la libertad es gritar frente a la boca gris de los fusiles
es amar a quien te ama
la libertad es comer y repartir el pan
la libertad es no ocupar asiento en el festín de la ignominia
la libertad a veces es una simple línea fronteriza
la libertad es la vida o es la muerte
la libertad es la ira
la libertad se bebe y se respira
la libertad es cantar en tiempos de silencio
la libertad si quieres será tuya
pero
solo por un momento
porque cuando la tengas
se escapará riendo entre tus manos
y tendrás que buscarla y perseguirla
por las calles, ciudades, praderas y desiertos
de todo el vasto mundo
porque se deja amar únicamente por amor por ganas
porque ella
es más hermosa que una pluma al viento.
Testimonio
Quiero dejar por escrito
lo que pasa.
Voy al balcón: asomo
la cabeza.
Veo crespones; lanzas
que rodean
el ataúd que encierra
la alegría.
Suena un clarín y se alza
la bandera.
Se oye una vocecita
ridícula.
Después un gran silencio:
sólo un niño
llora. Son las exequias
de la libertad.
Llora conmigo, hermano
Llora conmigo, hermano.
Era mujer y bella. No tenía
nieve sobre los años.
De ella, de mí, de todo
te separaron. Pero el tiempo
te ha devuelto a su abrazo.
A ella y a ti os pregunto
si es posible que todo lo que amé
sea sólo un engaño.
¿Sabéis que espero, a veces,
vuestra voz, y que tengo
los oídos tapados?
¿Sabéis que niego
el pie de vuestros pasos?
Pero no importa. vivo
sobre las ruinas. Amo.
Decidme, sí, decidme,
-aunque no pueda oírlo,
aunque nunca lo crea-
que nada ha terminado.
La visita
Vuelven los dueños.
Pasada la hora de las ignominias
los viejos apagaron con tierra las fogatas
las mujeres y niños recogieron las tiendas
los hombres empuñaron el fusil.
La ruta del desierto fue muy dura:
se abrieron paso a tiros en medio de la noche
para no ser esclavos para no ser vendidos
igual que reses en su propio hogar.
Hoy con su pueblo a salvo los guerreros
han vuelto al territorio de la casa invadida
y el enemigo sabe que si alcanza un momento
a ver sus rostros es que va a morir.
¡Oh tú que me censuras pues no escribo
de dioses y me exalto por cosas de la tierra !
conoce a estos hombres: como los inmortales
luchan ardiendo por su libertad.
El recuerdo
Me asomo al miedo escucho
las voces que aún resuenan
que suben de la tierra
gritando nombres fechas
lugares de traición
crímenes sordos
y sin querer lo temo
por mi vida por mí
pedazo de bandera
por mi casa por todo
lo que fui rescatando
de aquel montón de ruinas
que dejaste al partir
hacia ese mar oscuro
en donde permaneces
tan espantosamente
callada todavía.
Amapola única
Por la ira fui un niño sin sonrisa
un hombre derrotado.
Cuando pude
me acerqué hasta el refugio de los míos
me armé de orgullo y además
de odio hacia las banderas de aquel crimen
de asco a sus uniformes y a sus cantos
de falso paso alegre de la paz
pues la paz me la habían quitado
cuando yo la tenía
y era más hermosa
que una amapola única en medio de un trigal
o de un desierto.
Y no quise callarme
ni dejarlos tranquilos con su fúnebre paz
pues ya mi sitio
estaba en otro lado
enfrente enfrente con los compañeros
terribles y obstinados
José Agustín Goytisolo Gay (Barcelona, 13 de abril de 1928 – Barcelona, 19 de marzo de 1999) Escritor, poeta y traductor considerado uno de los poetas más sólidos e innovadores de la poesía española de la llamada «generación de los 50».
En 1938 ,a los 10 años, pierde a su madre , Julia Gay, a consecuencia de un bombardeo durante la guerra civil lo que marcará su infancia y la de sus hermanos Juan y Luis Goytisolo (tambien escritores). En el otoño de 1946, José Agustín ingresó en la Universidad de Barcelona para cursar estudios de Derecho donde conoció a otros alumnos que, con el tiempo, fueron sus amigos y compañeros de generación: Carlos Barral, Alfonso Costafreda o Jaime Gil de Biedma; culmina los estudios en Madrid, viviendo en el Colegio Mayor Nuestra Señora de Guadalupe, donde se relaciona con otros poetas como José Angel Valente ,los nicaragüenses Ernesto Cardenal, José Coronel Urtecho , Carlos Martínez Rivas, el colombiano Eduardo Cote , el chileno Enrique Lihn ,Manuel Caballero Bonald ( entre otros); Una generación de grandes escritores comprometidos contra la dictadura, viven la vida intensamente, son noctámbulos, bebedores, bohemios y muy alejados de la rigidez de la cultura académica.
Su primer poemario, El retorno (1954), está dedicado a su madre y le siguieron los poemarios : Salmos al viento, 1958; Claridad, 1959; Años decisivos,1961;Algo sucede, 1968; Bajo tolerancia, 1974; Taller de arquitectura, 1976; Del tiempo y del olvido, 1977; Los pasos del cazador, 1980;A veces gran amor 1981; Sobre las circunstancias, 1983; Final de un adios, 1984; La noche le es propicia, 1992 ;El ángel verde y otros poemas encontrados, 1993 ;Elegías a Julia Gay 1993 ;Como los trenes de la noche, 1994; Cuadernos de El Escorial 1995 ,El lobito bueno ,1996.
Premios:
- Accésit Premio Adonai en 1954 por «El retorno«
- Premio Boscán en 1956
- Premio Ausias March en 1959
- Premio Ciudad de Barcelona (1980)
- Premio de la Crítica (1992) por » La noche le es propicia«
Enlaces de interés :
https://letralia.com/280/entrevistas01.htm
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