11 Poemas de Kathleen Raine

Luz en el agua brillante

Miríada instantáneas gotas de lluvia aterrizando en una corriente

que sin quiebro hacia abajo se ha deslizado y sigue

desde que este paraje familiar un día fue mi casa,

cada una al aterrizar destella el fulgor del sol y se desvanece

Y otra, otra, y otra viene a mi encuentro,

ángel tras ángel tras ángel, su punto danzante

siempre aquí y ahora,

la misma brillante innumerable compañía que llega

de nuevo el presente absolviendo siempre del fluir del tiempo.

Anciana sé ahora

¡Cuántas, cuántas, cuántas epifanías de luz!

Testimonio

1

¿A estas alturas, por quién,

a quién hablo? ¿Por el viejo, por el joven,

o por nadie? A ninguno

de ellos: desde el eterno al no nacido, al imperecedero

hablo, yo, que estoy sola en un tiempo y un lugar donde nadie

me encontrará, yo, que ya no estoy aquí,

cuando tú, quienquiera que seas,viejo, joven, a medio camino por la vida

estés conmigo en este no lugar, en este no tiempo

infinito, donde cada uno es, quien un instante aguanta,

como yo ahora en tu corazón, el orbe.

Igual que tú soy

cáliz  de corazón, lleno un instante

de océano y aire y luz,este cuerpo, este cáliz que se desborda

con la Presencia única, se irá,

disuelto una vez más, y una vez más y una vez más

gota en el océano

,será uno contigo, nunca más

esta mujer cuya mano escribe palabras no mías,

legadas por la multitud de los que una vez vivieron,

aquellos que conocían, amaban, comprendían y nombraban

saberes transmitidos

a los que han de llegar, cuyos rostros no veré,

y, sin embargo, al tiempo que escribo estas palabras,

soy ya uno

con ellos.

2

¿Qué puedo deciros, hombres futuros,

yo que soy vieja, yo que fui joven,

que fui niña, yo que fui

en mi ilimitado aquí y ahora como vosotros?

Esta mano que escribe desde mi oscuro mundo

en vuestro oscuro mundo venidero

da fe del deleite del corazón.

Vosotros que seréis, como yo,

la sangre derramada del propio corazón,

una y otra vez, sangre engendradora

buscando siempre el éxtasis de ser

la eterna presencia de lo siempre vivo,

¿qué puedo nombrar sino el misterio único

que aquí y ahora es para mí

este sol luminoso, este albor del cielo?

3

Estoy vieja, estoy sola,

como otros están solos esta noche,

en el pequeño círculo de mi luz,

recluida en los cuatros muros de mi alcoba invernal,

recluida en mi piel, marchitada por el tiempo,

recluida en mi corazón, que palpita exangüe

su destino un día más hacia el fin del tiempo,

más leve la soledad a solas,

pronto el no ser…

aun el que todo lo abarca,

elocuente en el silencio, presente en la ausencia, intemporal,

joven en lo viejo, viejo en el recién nacido

en todas partes y en ninguna, es fugaz, es efímero,

y ahora, al tiempo que escribo, es íntimo, es mío.

Invocation

There is a poem on the way,
There is a poem all round me,
The poem is in the near future,
The poem is in the upper air
Above the foggy atmosphere
It hovers, a spirit
That I would make incarnate.
Let my body sweat
Let snakes torment my breast
My eyes be blind, ears deaf, hands distraught
Mouth parched, uterus cut out,
Belly slashed, back lashed,
Tongue slivered into thongs of leather
Rain stones inserted in my breasts,
Head severed,

If only the lips may speak,
If only the god will come.

De: Stone and Flower (1943)

Invocación

Hay un poema en la senda,
hay un poema que me circunda,
el poema está en el futuro cercano,
el poema está en el éter,
encima de las brumas de la atmósfera
oscila; es un espíritu
y yo lo haré encarnar.

Que sude mi cuerpo,
que las serpientes atormenten mi pecho,
que estén ciegos mis ojos, mis oídos sordos, mis manos enloquecidas,
mi boca reseca, mi útero cortado,
mi vientre acuchillado, mi espalda azotada,
mi lengua desgarrada como una lonja de cuero,
que se inserten en mis pechos las piedras de granizo,
que yo esté decapitada,

si tan sólo mis labios pueden hablar,
si tan sólo dios puede acudir.


Your Gift Of Life Was Idleness

Your gift of life was idleness,
As you would set day’s task aside
To marvel at an opening bud,
Quivering leaf, or spider’s veil
On dewy grass in morning spread.
These were your wandering thoughts, that strayed
Across the ever-changing mind
Of airy sky and travelling cloud,
The harebell and the heather hill,
World without end, where you could lose
Memory, identity and name
And all that you beheld, became,
Insect wing and net of stars
Or silver-glistering wind-borne seed
For ever drifting free from time.
What has unbounded life to do
With body’s grave and body’s womb,
Span of life and little room?

De: The Oval Portrait (1977)

Tu don fue la ociosidad

Tu don fue la ociosidad,
el modo en que descuidabas tu quehacer diario
para maravillarte con el rebrote de una flor,
el temblor de una hoja, el velo de una araña
sobre la rociada en el despliegue de la mañana.
Estos eran tus pensamientos errantes, extraviados
en la mente veleidosa
del cielo etéreo y la nube viajera,
de la campánula y la colina de brezo, 
mundo infinito, donde podías perder 
memoria, identidad y nombre
y todo lo que contemplabas, renacía,
ala de insecto y malla de estrellas
o la plata reluciente de la semilla por el viento llevada
eternamente a la deriva inmune al tiempo.
¿Qué tiene que ver la ilimitada vida
con la sepultura del cuerpo y con el vientre,
lapso de vida y espacio escaso?

Message from home

Do you remember, when you were first a child, 
Nothing in the world seemed strange to you? 
You perceived, for the first time, shapes already familiar, 
And seeing, you knew that you had always known 
The lichen on the rock, fern-leaves, the flowers of thyme, 
As if the elements newly met in your body, 
Caught up into the momentary vortex of your living 
Still kept the knowledge of a former state, 
In you retained recollection of cloud and ocean, 
The branching tree, the dancing flame. 

Now when nature’s darkness seems strange to you, 
And you walk, an alien, in the streets of cities, 
Remember earth breathed you into her with the air,
with the sun’s rays, 
Laid you in her waters asleep, to dream 
With the brown trout among the milfoil roots, 
From substance of star and ocean fashioned you, 
At the same source conceived you 
As sun and foliage, fish and stream. 

Of all created things the source is one, 
Simple, single as love; remember 
The cell and the seed of life, the sphere 
That is, of child, white bird, and small blue dragon-fly 
Green fern, and the gold four-petalled tormentilla 
The ultimate memory. 
Each latent cell puts out a future, 
Unfolds its differing complexity 
As a tree puts forth leaves, and spins a fate 
Fern-traced, bird-feathered, or fish-scaled. 
Moss spreads its green film on the moist peat, 
The germ of dragon-fly pulses into animation
and takes wing 
As the water-lily from the mud ascends on its ropy stem 
To open a sweet white calyx to the sky. 
Man, with farther to travel from his simplicity, 
From the archaic moss, fish, and lily parts, 
And into exile travels his long way.

As you leave Eden behind you, remember your home, 
For as you remember back into your own being 
You will not be alone; the first to greet you 
Will be those children playing by the burn, 
The otters will swim up to you in the bay, 
The wild deer on the moor will run beside you. 
Recollect more deeply, and the birds will come, 
Fish rise to meet you in their silver shoals, 
And darker, stranger, more mysterious lives 
Will throng about you at the source 
Where the tree’s deepest roots drink from the abyss. 

Nothing in that abyss is alien to you. 
Sleep at the tree’s root, where the night is spun 
Into the stuff of worlds, listen to the winds, 
The tides, and the night’s harmonies, and know 
All that you knew before you began to forget, 
Before you became estranged from you own being, 
Before you had too long parted from those other 
More simple children, who have stayed at home 
In meadow and island and forest, in sea and river. 
Earth sends a mother’s love after her exiled son, 
Entrusting her message to the light and the air, 
The wind and waves that carry your ship, the rain that falls, 
The birds that call to you, and all the shoals 
That swim in the natal waters of her ocean.

De: The Year One (1952)

Mensaje desde casa

¿Recuerdas, cuando fuiste niño, 
que nada en el mundo te parecía extraño? 
Percibías, por vez primera, formas ya familiares, 
y viendo, te percatabas de que siempre habías conocido 
el liquen en la roca, las hojas del helecho, la flor del tomillo, 
como si los elementos se juntaran nuevamente en tu cuerpo, 
atrapados en el torbellino momentáneo de tu vida 
que todavía mantenía el conocimiento de un estado primigenio; 
en ti recuerdo retenido de nube y océano, 
la enramada del árbol, la lengua de fuego. 

Ahora, cuando la oscuridad de la naturaleza se te hace extraña, 
y vagas, forastero, por las calles de la ciudad, 
recuerda que la tierra te acogió en su seno con el aire, con los rayos del sol, 
te posó en sus aguas dormidas, a que compartieras el sueño 
de la trucha entre las raíces de la milenrama, 
de sustancia de estrella y océano te formó, 
en el mismo origen que sol y follaje, pez y arroyo 
te concibió. 

De todas las criaturas uno sólo es el origen, 
simple, singular como el amor; recuerda 
la célula y la semilla de la vida, la esfera 
que es, de niño, blanco pájaro, o breve libélula azul 
del helecho verde, o de la dorada tormentila con sus cuatro pétalos 
la postrer memoria. 
Cada célula latente disemina un futuro, 
despliega su inimitable complejidad 
como un árbol hace brotar hojas, y urde un destino que teje 
peciolo de helecho, plumaje de pájaro, escamas de pez. 
El musgo expande su verdosa membrana sobre la turba empapada, 
el germen de la libélula cobra ánima y levanta el vuelo 
del mismo modo que el nenúfar del barro asciende sobre su tallo viscoso 
para abrir un dulce, albo cáliz al cielo. 
El hombre, con más largo trecho que recorrer de su simplicidad, 
del arcaico musgo, pez y lirio se separa, 
y en el exilio hace su largo camino. 

Cuando dejes atrás Edén, recuerda tu casa, 
porque trayendo a la memoria la esencia de tu ser 
no estarás solo; los primeros en saludarte 
serán esos niños que juegan a la orilla del arroyo, 
las nutrias nadarán hasta ti en el remanso, 
el ciervo salvaje correrá a tu lado por el páramo. 
Adéntrate más en la espesura, y vendrán las aves, 
los peces se alzan para verte en sus enjambres plateados, 
y más oscuras, más extrañas, vidas más misteriosas 
vendrán a ti en tropel al manantial 
donde las raíces más profundas del árbol beben del abismo. 

Nada en ese abismo te es extraño. 
Duerme sobre la raíz del árbol, donde se urde la noche 
para formar la materia del universo, escucha los vientos, 
las mareas, las armonías de la noche, y sabe 
todo lo que sabías antes de empezar a olvidar, 
antes de que te convirtieras en un extraño de ti mismo, 
antes de que te hubieras alejado demasiado de esos otros 
niños del origen, que han permanecido en casa, 
en pradera, isla y bosque, en mar y río. 
La Tierra envía amor materno tras su hijo exiliado, 
confiando su mensaje a la luz y al aire, 
al viento y a las olas que llevan tu barco, a la lluvia que cae, 
al pájaro que te convoca, y a todas las miríadas de peces 
que nadan en las aguas natales de su océano.

Una mujer a su amante

Soy fuego
destilado en agua

una ola
alzándose del abismo.

En mis venas se alza
la luna que atrae las mareas
hacia un árbol con flores
caídas en la espuma del mar.

Soy aire
atrapada en una red,

el pájaro agorero
que canta en un cielo reflejo.

Soy un sueño antes de la nada;
soy corona de estrellas,
soy camino a la muerte.

(de The Pithoness and other poems, 1949)

I had meant to write…

I had meant to write a different poem,
But, pausing for a moment in my unweeded garden,
Noticed, all at once, paradise descending in the morning sun
Filtered through leaves,
Enlightening the meagre London ground, touching with green
Transparency the cells of life.
The blackbird hopped down, robin and sparrow came,
And the thrush, whose nest is hidden
Somewhere, it must be, among invading buildings
Whose walls close in,
But for the garden birds inexhaustible living waters
Fill a stone basin from a garden hose.

I think, it will soon be time
To return to the house, to the day’s occupation,
But here, time neither comes nor goes.
The birds do not hurry away, their day
Neither begins nor ends.
Why can I not stay? Why leave
Here, where it is always, 
And time leads only away
From this hidden ever-present simple place.

De: The Presence (1987)

Habría escrito…

Habría escrito un poema diferente,
pero, al detenerme un momento en mi jardín sin desbrozar,
sentí, súbitamente, el paraíso descendiendo en el sol de la mañana
filtrado entre las hojas, 
iluminando el suelo exiguo de Londres, tocando con verde
transparencia las células de la vida.
El mirlo bajó de un brinco, vinieron el gorrión y el petirrojo,
y el tordo, cuyo nido, a buen seguro, está oculto
en algún sitio, entre edificios invasores
de muros que asedian,
mas para los pájaros de ciudad inagotables aguas vivas
colman una taza de piedra desde un caño de jardín.

Me digo que pronto será hora
de volver a la casa, al quehacer diario, 
pero aquí el tiempo ni viene ni se va.
No se apresuran los pájaros, su día
ni comienza ni termina.
¿Qué me impide quedarme? Por qué dejar
este estado, donde siempre se es,
y sólo el tiempo nos desprende
de este sencillo lugar oculto, siempre presente.

The journey

For Winifred Nicholson

As I went over fossil hill
I gathered up small jointed stones, 
And I remembered the archaic sea
Where once these pebbles were my bones.

As I walked on the Roman wall
The wind blew southward from the pole.
Oh I have been that violence hurled
Against the ramparts of the world.

At nightfall in an empty kirk
I felt the fear of all my deaths:
Shapes I had seen with animal eyes
Crowded the dark with mysteries.

I stood beside a tumbling beck
Where thistles grew upon a mound
That many a day had been my home,
Where now my heart rots in the ground.

I was the trout that haunts the pool,
The shadowy presence of the stream.
Of many many lives I leave
The scattered bone and broken wing.

I was the dying animal
Whose cold eye closes on a jagged thorn,
Whose carcass soon is choked with moss,
Whose skull is hidden by the fern.

My footprints sink in shifting sand
And barley-fields have drunk my blood,
My wisdom traced the spiral of a shell,
My labour raised a cairn upon a fell.

Far I have come and far must go,
In many a grave my sorrow lies,
But always from dead fingers grow
Flowers that I bless with living eyes.

De The Pythoness (1949)

El viaje

Para Winifred Nicholson

Al atravesar la colina de fósiles
recogí pequeñas piedras segmentadas,
y el mar arcaico recordaba
donde una vez estos guijarros fueron mis huesos.

Al caminar por la muralla romana
el viento soplaba hacia el sur desde el polo.
Oh yo he sido esa violencia arrojada
contra las fortificaciones del mundo.

Al caer la noche en una iglesia vacía
sentí el miedo de todas mis muertes:
figuras que había visto con ojos de animal
abarrotaron de misterios la oscuridad.

Me detuve al lado de una torrentera
donde los cardos crecían sobre un montículo
que tantos días había sido mi hogar,
donde ahora mi corazón se pudre bajo tierra.

Fui la trucha que la charca frecuenta,
la presencia umbrosa del riachuelo.
De un sin fin de vidas dejo en herencia
el hueso derramado y el ala rota.

Fui el animal agonizante
cuyo ojo frío se cierra en un espinazo quebrantado,
cuyo cadáver no tarda en asfixiarse con el musgo,
cuya calavera se oculta entre el helecho.

Mis huellas se hunden en arena movediza
y han bebido mi sangre campos de cebada,
mi ciencia trazó la espiral de una caracola,
mi trabajo levantó un túmulo sobre una montaña.

De lejos vengo y lejos está mi destino,
muchas son las tumbas donde mi pena yace,
mas siempre de los dedos muertos nacen
flores que yo bendigo con ojos vivos.

Word made flesh

Word whose breath is the world-circling atmosphere,
Word that utters the world that turns the wind,
Word that articulates the bird that speeds upon the air,

Word that blazes out the trumpet of the sun,
Whose silence is the violin-music of the stars,
Whose melody is the dawn, and harmony the night,

Word traced in water of lakes, and light on water,
Light on still water, moving water, waterfall
And water colours of cloud, of dew, of spectral rain,

Word inscribed on stone, mountain range upon range of stone,
Word that is fire of the sun and fire within
Order of atoms, crystalline symmetry,

Grammar of five-fold rose and six-fold lily,
Spiral of leaves on a bough, helix of shells,
Rotation of twining plants on axes of darkness and light,

Instinctive wisdom of fish and lion and ram,
Rhythm of generation in flagellate and fern,
Flash of fin, beat of wing, heartbeat, beat of the dance,

Hieroglyph in whose exact precision is defined
Feather and insect-wing, refraction of multiple eyes,
Eyes of the creatures, oh myriadfold vision of the world,

Statement of mystery, how shall we name
A spirit clothed in world, a world made man?

De The Pythoness (1949)

Palabra hecha carne

Palabra cuyo aliento es la atmósfera que gira alrededor del mundo,
palabra que nombra el mundo que mueve el viento,
palabra que da vida al pájaro que surca el aire,

palabra que inflama la corola del sol,
cuyo silencio es la música del violín de las estrellas,
cuya melodía es la alborada, y la noche la armonía,

palabra trazada en agua de lagos, y luz en el agua, 
luz en agua quieta, agua en movimiento, cascada
y colores del agua de nube, de rocío, de lluvia irisada,

palabra tallada en piedra, cordillera sobre hilera de piedra,
palabra que es fuego del sol y fuego
en la disposición de los átomos, cristalina simetría,

gramática de las cinco partes de la rosa y seis de la azucena,
espiral de las hojas en una rama, hélice de las conchas,
rotación de las enredaderas en los ejes de oscuridad y luz,

sabiduría instintiva del pez y el león y el carnero,
ritmo de procreación en el flagelado y el helecho,
destello de la aleta, batir del ala, latido, cadencia de la danza,

jeroglífico en cuya exacta precisión están definidas
la pluma y el ala del insecto, refracción de ojos múltiples,
ojos de las criaturas, oh inagotable visión del mundo,

manifestación del misterio, ¿qué nombre le daremos
a un espíritu revestido de mundo, a un mundo hecho hombre?

 

The Moment

To write down all I contain at this moment
I would  pour the desert through an hour-glass,
The sea through a water-clock,
Grain by grain and drop by drop
Let in the trackless, measureless, mutable seas and sands.
 

For earth’s days and nights are breaking over me
The tides and sands are running through me,
And I have only two hands and a heart to hold the desert and the sea.

What can I contain of it? It escapes and eludes me
The tides wash me away
The desert shifts under my feet.

De Living in Time (1946)

El instante

Para poner por escrito todo lo que contengo en este instante
vaciaría el desierto a través de un reloj de arena,
el mar a través de una clepsidra,
gota a gota y grano a grano
a los impenetrables, inmensurables mares y arenas mutables liberados.

Porque los días y las noches de la tierra se desmoronan sobre mí
las mareas y las arenas me atraviesan,
y yo sólo tengo dos manos y un corazón para retener al desierto
y al mar.

Si se escapa y me esquiva, ¿qué puedo contener?
Las mareas me arrastran
el desierto se desliza bajo mis pies. 

Pasion

Fragmento

(…) Entonces el cielo me habló en un lenguaje claro,
Familiar como el corazón, sobre el amor más cercano.
El cielo le dijo a mi alma: «¡Tienes lo que deseas!»
Ahora debes saber que has nacido junto con estas
Nubes y vientos y estrellas y mares siempre en movimiento
Y con habitantes de los bosques. Ésta es tu naturaleza.
«Levanta de nuevo tu corazón sin miedo,
Duerme en la tumba, o respira en el aire vivo,
Este mundo lo compartes con la flor y con el tigre». (…)

De La piedra y la flor, 1943)

Kathleen Jessie Raine ( Ilford,Reino Unido 14-junio-1908- Londres 6-julio-2003). Poeta, narradora, ensayista, columnista, investigadora docente, profesora universitaria es considerada una de las grandes eruditas del siglo XX.

Su padre maestro de inglés la enseñó a los grandes escritores y poetas y su madre escocesa según narra ella misma : «Por parte de mi madre heredé canciones y baladas escocesas… cantadas o recitadas por mi madre, tías y abuelas, que lo habían aprendido de sus madres y abuelas… La poesía era la esencia misma de la vida»

«A mi padre nunca le preocupó lo más mínimo la pobreza; de hecho, no deseaba nada que este mundo le pudiera ofrecer; la pobreza tampoco era un problema ni para mi madre ni para mí, sino la desubicación social; muchos de los habitantes de Bavington eran más pobres que los de Ilford (y si eran ricos, no llevaban una vida distinta en lo esencial de la de sus vecinos más pobres, agricultores arrendatarios o jornaleros), pero su modo de vida era uno en el que yo me hubiera sentido feliz. En cambio, mi padre me dio libros; y con los libros, acceso a las vistas interiores, a los «reinos de oro». Pero —no se apercibió de esto— al poner en mis manos los instrumentos y el conocimiento de formas de vida y pensamiento inaccesibles para mí, estaba todo el tiempo incapacitándome para Ilford, plantando las semillas del desasosiego, de la máxima infelicidad; ya que yo iba desarrollando las maneras de pensar y modos de sentir de gente que había vivido en mundos donde jardines amurallados albergaban las sensibilidades sutiles, y librerías antiguas los pensamientos excelsos; donde la imaginación conducía con naturalidad a la acción en relación con las posibilidades existentes. Shakespeare puede ser una educación magnífica para la clase dirigente, mas pensar con una mente shakesperiana en los suburbios supone llenarse de energías, deseos e impulsos que, al no tener salida, expresión en la realidad, solo generan fantasías y descontento. Fue una suerte que por entonces yo no supiera lo lejísimos que me hallaba de aquellos mundos que había creado la poesía de la que me alimentaba, cuántas cordilleras quedaban aún por atravesar, o habría abandonado la idea de escapar, que entonces me parecía una cuestión sencilla». (Autobiographies, Londres, Skoob Books Publishing, 1991).

Raine pasó parte de la Primera Guerra Mundial «unos pocos años», con su tía Peggy Black en la casa parroquial de Gran Bavington,  donde fué muy feliz y Raine siempre recordaba Northumberland como el Edén: «En Northumberland me hallaba en mi propio lugar; y nunca me «ajusté» a cualquier otro u olvidé lo que había visto, entendido y experimentado brevemente pero con claridad. No creo, como acaso creía Wordsworth, que el estado del Paraíso sea la infancia misma; es posible que muchos niños no hayan conocido el Paraíso, o solo como un anhelo; y algunos, como Blake, que se proclamaba «habitante de ese país feliz», volvieron a encontrar lo que Wordsworth perdió. El Paraíso es un estado en el que la realidad interna y la externa son una, el mundo en armonía con la imaginación».(Autobiographies, Londres, Skoob Books Publishing, 1991)

Raine ingresó en la Universidad de Cambridge, donde realizaría estudios de botánica y psicología mientras se relacionaba con figuras de las letras y maduraba su irrenunciable deseo de ser poeta.
William Blake y de William Butler Yeats se convierten en sus referentes; en sus Autobiographies (1991) deja constancia de que Blake se volvió, para ella, su Virgilio y su guía. De allí su monumental obra “Blake and Tradition “(1962), que sería después continuado con otros estudios.

Otro hito importante en la formación de la poeta fueron las obras de René Guénon. Armando Asti Vera ha llamado a René Guénon «el último metafísico de Occidente». La formación de Raine sobre Thomas Taylor, Platón y otros la había preparado para acceder al sabio francés. Por medio de sus obras, ella descubre el conocimiento absoluto, la Philosophia Perennis. Gracias a Guénon comprende las limitaciones de Occidente en la percepción del Oriente y se interesa en la simbología cristiana, en la cual se empeña para hallar una clave secreta y trascendente. Según sus propias palabras : «Los poetas pueden o no haber sido religiosos, pero toda poesía de la imaginación es el lenguaje de la intuición espiritual y del conocimiento espiritual»

Las inquietudes espirituales de Raine, la llevan a interesarse por visitar los bosques de Francia donde estaría la tumba de Merlín y también se interesa por la Cábala, formando parte de The Golden Dawn, una sociedad secreta a la que el propio Yeats había pertenecido.

 A los setenta años visitó por primera vez la India, calificándola a su vuelta de única civilización viva verdadera. A esta apreciación de las doctrinas tradicionales en cuanto al arte y sus operaciones formales obedece su creación de la Academia Temenos,The Temenos Academy of Integral Studies, que en griego es el ‘recinto sagrado que rodea el templo’.

En sus últimos años Raine estaba persuadida de que el hombre y la naturaleza han caído por haber perdido el primero el rumbo de su relación con la segunda. Sus inquietudes espirituales se habrían volcado a la ecología lo cual se refleja en su poesía; Raine estaría más cerca de la ecología profunda, es decir, aquella que trasciende el valor instrumental de la naturaleza.

Kathleen Raine murió en Londres en el verano de 2003. Acababa de cumplir 95 años.


Su extensa vida y la variedad de sus libros de poemas y de ensayos la constituyen en una referente inexcusable en el discernimiento de las relaciones entre poesía, arte y naturaleza.

Raine realiza un camino espiritual del cual sus poemas son un testimonio y su poesía se convierte en universal.

Además de ocupar un lugar prominente en la poesía inglesa contemporánea, con quince libros de poemas publicados, Kathleen Raine será recordada, sobre todo, por sus estudios acerca del sentido simbólico y místico de la poesía de William Blake.

También publicó cuatro volúmenes autobiográficos.

En el año 2000 recibió la Orden del Imperio Británico y la Orden de las Artes y las Letras de Francia.

Enlaces de interés :

https://books.google.com.ar/books?id=klgmnTXSP1sC&pg=PA6&lpg=PA6&dq=Kathleen+Raine,+Poes%C3%ADa+y+naturaleza.+Tres+Fronteras+Ediciones+2008&source=bl&ots=omDgIcJrF5&sig=wR2L_QEA61DZ9NGMDsjMV00iHmo&hl=es&sa=X&ei=avxRVJrnG8aqNqqag9AE&redir_esc=y#v=onepage&q=Kathleen%20Raine%2C%20Poes%C3%ADa%20y%20naturaleza.%20Tres%20Fronteras%20Ediciones%202008&f=false

Nota : Los poemas originales en inglés traducidos pertenecen a The Collected Poems of Kathleen Raine, Washington D.C., U.S.A., Golgonooza Press, Counterpoint, 2001.

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