7 Poemas de Ana Castillo

I Ask The Impossible

I ask the impossible:  love me forever.

Love me when all desire is gone.

Love me with the single mindedness of a monk.

When the world in its entirety,

and all that you hold sacred,  advise you

against it:  love me still more.

When rage fills you and has no name:  love me.

When each step from your door to our job tires you,

love me;  and from job to home again,  love me,  love me.

Love me when you’re bored,

when every woman you see is more beautiful than the last,

or more pathetic, love me as you always have:

not as admirer or judge but with

the compassion you save for yourself

in your solitude.

Love me as you relish your loneliness,

the anticipation of your death,

mysteries of the flesh, as it tears and mends.

Love me as your most treasured childhood memory

– and if there is none to recall –

imagine one,  place me there with you.

Love me withered as you loved me new.

Love me as if I were forever

and I will make the impossible

a simple act,

by loving you,  loving you as I do.

Pido lo imposible

Pido lo imposible: ámame para siempre.
Cuando se extinga el deseo todo, ámame.
Ámame con la firme obstinación de un monje.
Cuando el mundo entero
y todo lo que estimes sagrado te advierta
contra ello: ámame aún más.
Cuando una furia innombrable te sobrecoja: ámame.
Cuando cada paso de tu puerta a tu empleo te canse…
ámame; y de tu empleo a tu hogar de nuevo, ámame, ámame.
Ámame cuando estés hastiado…
Cuando cada mujer que veas sea más bella que la última,
o más triste, ámame como siempre lo has hecho:
no como un admirador o como un juez, sino
con la compasión que reservas para ti mismo
en tu desamparo.
Ámame tanto como te deleitas de tu soledad,
la anticipación de tu muerte,
los misterios de la carne, sus desgarros y enmiendos.
Ámame como al más atesorado recuerdo de tu infancia…
-y si no hay ninguno a recordar-
imagínalo, y déjame habitarlo contigo.
Ámame marchita como me amaste plena.
Ámame como si Yo fuese para siempre…
y yo, haré de lo imposible
un simple acto,
amándote, amándote como te amo.

Ana Castillo, 1990s

El legado de Coatlicue

(Para las discípulas)

Soy hija de Coatlicue
y princesa reinante,
pero a veces lo olvido.
A veces alguien levanta una mano
que golpea mi cara con saña
y olvido
que en mi interior
tengo la palabra y
mañana él estaría muerto.
Ningún médico lo habría evitado.
Su madre mortal, fuera de sí.

A veces olvido
que todo cuanto necesito es decirla
pensarla
respirarla
soñarla
y la vida habitará el borde de mi falda de piedras,
una pluma a la deriva
con la fuerza de cuatrocientos guerreros.
Esperando a que abra mis piernas
como una araña palpitante
EMPUJAR
del cielo al infierno
EMPUJAR
el alma de Dios a través de mí
EMPUJAR
el sol hasta la China
EMPUJAR
el eje de la Tierra
hasta que ruede cual peonza.

Y la vida está en mis manos,
chupando de mi pecho,
creciendo al ritmo de mi corazón latiente,
al calor de mi barriga palpitante.
Muerde ese cordón o no lo hagas
escupe los esqueletos de chicos malos
—o cágalos—
que no aprendieron a honrar
a la Mujer,
pero La temen por igual.

A veces olvido,
cuando he sido abusada y violada
hasta la muerte,
que la mía es una cólera terrible.
Y que la sangre empieza
y acaba entre mis piernas.

Vuelos de Eternidad

Recuérdame feliz con mis coletas,
y mis leotardos rojos y aquel brillo
del charol del domingo
en mis zapatos nuevos.
Y recuerda también
la misa perfumada de las once,
tu presencia distante, pero cierta,
la breve curva del agua rendida,
la cita con el puente y sus regatos,
la nobleza de un aire
festejado de soles.

-Ahora cabalgo nubes que no nombro
y está el puente poblado de ojos nuevos
que no podrán saber de tu prestancia-.

Olvida
aquel momento triste en que, sumida
en medio del bullicio, me ausenté;
mis pupilas oscuras, tan lejanas…,
inmolando el azul de la mañana;
mi huida hacia el remanso del olvido;
la pulsación sombría de las aves
que acecharon, tenaces, mi regreso.

Olvídalo. No importa.
Sólo importa que fui
voraz caleidoscopio de ilusiones,
libro que estaba abierto a la escritura
naciente del amor ,
ingenuo manadero de delirios
sobre el perfecto talle de tu imagen.

No olvides
la alquimia de la hoguera
en la noche embrujada de las cruces;
los ancianos en círculo,
protegiendo el arcano de las llamas;
a nosotros, danzando enloquecidos
al conjuro de extraños sortilegios,
cantando, ingenuos, «a tapar la calle»
para impedir que el alba destruyese
el luminar flamante de la fiesta.

Petra. la noche, tú

Atardece.
Se viste la luz de blanco
a estas horas, en Jordania.
Una extraña impaciencia me posee.
Petra aguarda tras las colinas.
Aún no conozco su rostro,
pero ella, seductora, se insinúa
con prodigios que anticipan su belleza:
se diría que es mar el horizonte
donde se sumerge el sol
mientras un ángel
devana sobre el cielo
un concierto inaudito de colores,
sorprendente cadencia de matices
que antes sólo a tu rostro atribuía,
al naranja azulado de tu voz,
gaviota huida,
recobrada en la bruma
de este espejismo de agua
que me envuelve.

Algo de ti

Algo de ti
me recuerda a casa;
no la de hoy,
la de otros tiempos–
Las tortillas de la abuela
sobre su comal ardiente;
el perfume de la bugambilia
en el jardín.
Tus pestañas estrelladas–
de niñez
como las estrellas mismas
que contemplaba yo, me parece
hace siglos ya.

Por la ilusión de la paz

Everywhere i travel these days, 
from university to university, 
there is a cheering team waiting at the airport, 
not for the poet, of course, but for a hero. 
There are plastic flags waving, helium filled balloons, pregnant

wives, fathers, mothers, friends, new babies –all to welcome their

heroes home–. Their very own 
Who stand for freedom somewhere far away. 
In a place they’d never heard of before: the magical, golden landof

Shahrazad, where anything can happen and has. 
In Kentucky and Oregon the descendants of the Puritans hardly

surprised me. 
El Paso and Albuquerque were another matter, as were 
Chicago and Los Angeles. 
Who were these Hispanic-Americans convinced that Kuwait

deserved liberation and ravaged El Salvador does not? 
Who were these new patriots who now pledge allegiance to the flag

at family reunions and support free-trade negotiations between the

United States and Mexico? 
What economic law assures them that women and adolescents

exposed to toxic waste and chemicals at wages of three dollars a

day by any measure is progress? 
Did they hear by chance of the flower rancher north of Los Angeles

who kept one hundred fifty Mexican workers under lock and key? 
Their heads were shaved. 
They were sold goods on credit at the company store. 
They worked sixteen hours a day, six days a week –or of the number

of women trying to cross the border who are stolen for the

extraction of their organs for use in transplants in the United

States– or 
Of the children shot by United States border officials in Mexican

territory? 
They distinguish themselves these good Hispanics from 
the bad ones: the Chicano gang members, 
Columbian drug kings, Puerto Rican crack users, dark 
Guatemalans, the good-for-nothing illegals 
with no right to be here, 
with no right to be, 
with no rights. 
But i don’t know from where these good Hispanics have come. 
It isn’t language that binds us now nor our common history. 
There is nothing left between us, those whom 
I once so bittersweetly called my people.

Por la ilusión de la paz

Dondequiera que viaje estos días
de universidad en universidad,
hay un equipo de vítores esperando en el aeropuerto,
no para la poeta, por supuesto, sino para un héroe.
Hay banderas de plástico ondeando, globos llenos de
helio, esposas embarazadas, padres, madres, amigos,
recién nacidos, todos para dar la bienvenida
a casa a sus héroes. Los propios.
Quienes defienden la libertad en algún lugar lejano.
Un lugar del que nunca habían oído hablar antes: la
mágica tierra dorada de Shahrazad, donde todo puede
suceder y ha sucedido.
En Kentucky y Oregon, los descendientes de los
puritanos apenas me sorprenden.
El Paso y Albuquerque son otro asunto, al igual que
Chicago y Los Ángeles.
¿Quiénes eran estos hispanoamericanos convencidos
de que Kuwait merecía
Liberación, pero El Salvador devastado no?
¿Quiénes eran estos nuevos patriotas que ahora juran
lealtad a la bandera en reuniones familiares y apoyan
las negociaciones de libre comercio entre Estados
Unidos y México?
¿Qué ley económica les asegura que mujeres y
adolescentes expuestos a desechos tóxicos y productos
químicos por un salario de tres dólares al día
significa algún tipo de progreso?
¿Habrán oído de casualidad del ranchero de flores al
norte de Los Ángeles que mantuvo bajo llave a ciento
cincuenta trabajadores mexicanos?
Les afeitaron la cabeza.
Les vendían productos a crédito en la tienda de
la empresa.
Trabajaban dieciséis horas al día, seis días a la semana
–o de la cantidad de mujeres que intentan cruzar la
frontera y que son robadas para la extracción de sus
órganos que luego usan en trasplantes en Estados
Unidos– o
¿De los niños baleados por funcionarios fronterizos de
Estados Unidos en territorio mexicano?
Se distinguen a sí mismos como buenos hispanos al
lado de los malos: los pandilleros chicanos,
reyes colombianos de la droga, consumidores
puertorriqueños de crack, guatemaltecos oscuros, los
ilegales buenos para nada sin derecho a estar aquí,
sin derecho a ser,
sin derechos.
Pero no sé de dónde han venido estos buenos hispanos.
No es el lenguaje lo que nos une ahora ni nuestra
historia común.
No queda nada entre nosotros, aquellos a quienes
alguna vez llamé tan agridulcemente mi gente.

For Francisco

I

A sense of foreboding

on that strange day.

Waiting,

not knowing for what.

That sunny morning, all was normal. 

At last, the unexpected news,

like a gust of wind lifting a skirt

 or blowing away a hat.

Ehécatl’s fury

 or his ecstasy.

Followed by the sound of thunder

from Tláloc.

The gods were carrying off

the poet of butterflies and peace.

II

We will always be more from here than from over there, 

we would say in better times,

when I would wear my hair down

and he, a gentleman’s smile and a dark moustache.

One bohemian night, I made the comment

(but without thinking it was with any intention)

that his poetry was childish,

even trivial.

From then on, he became my rival,

on the lookout

for my stumbles.

III

Upon hearing of the death

of the poet of butterflies and peace,

I began to remember the many missing,

the great ones and the mediocre.

Night’s blanket, the tireless pen,

invoking memories–

the carousing, wine and cigarettes, the mariachi

Bar La India Bonita,

walking along La Misión, 24th Street.

All of it just a dream now.

IV

The poet of butterflies and peace

has died.

If I didn’t cry,

his friends did,

students and

so many admirers.

Other poets cried, greater and lesser.

The crows cried and sparrows,

impregnated clouds,

even the hills pouring white tears.

Coyolxauhqui sitting in her throne,

waiting for battle,

also pulled out a handkerchief. 

There’s the poet, I told myself,

peering through the window.

Zip, zip, zip, went his majestic hummingbird wings.

 (2016)

A Francisco X

I

Algo presentía

ese raro día.

Esperando,

sin saber qué.

Por la mañana soleada, todo normal.

Al fin, noticia inesperada,

como un viento levantando la falda

 o llevándose el sombrero.

El coraje de Ehécatl

 o su éxtasis.

Seguido por los truenos

de Tláloc.

Los dioses se llevaban

al poeta de mariposas y paz.

II

Siempre seremos más de aquí que de allá,

decíamos en mejores tiempos,

cuando llevaba mi pelo suelto

y él, una sonrisa de caballero y bigote negro.

Una noche de bohemia le comenté

(mas sin pensar que con ninguna intención)

que su poesía era infantil,

hasta trivial.

Desde ahí, se hizo mi rival,

buscando

mi tropezar.

III

Al oír de la muerte

del poeta de mariposas y paz,

me puse a recordar a tantos ausentes,

los grandes y los mediocres.

La cobija de noche, la pluma incansable,

llamaban los recuerdos–

las parrandas, los vinos y cigarrillos, el mariachi

El Bar La India Bonita,

caminando por la Misión, la Calle 24.

Ya todo un sueño.

IV

Murió el poeta

de mariposas y paz.

Si no lloré,

lloraron sus amigos,

alumnos y

tantos admiradores.

Lloraron otros poetas, grandes y menores.

Lloraron los cuervos y los gorriones,

las nubes impregnadas,

 hasta los cerros escurriendo blancas lágrimas.

Coyolxauhqui montada en su trono,

esperando la batalla,

 también sacó un pañuelo. 

Ahí está el poeta, me dije yo,

asomándome por la ventana.

Zip, zip, zip, iban sus alitas de Huitzilin.

 (2016)

(Traducción de  Julieta Corpus y Ana Castillo)

Ana Castillo (Chicago, Illinois, EE.UU., 15 de junio de 1953) Poeta, novelista, traductora, dramaturga y ensayista mexicoamericana (Chicana). Es considerada una de las voces mas prominentes en Chicana Experience.

Nació y creció en Chicago en una familia con un linaje de migraciones de México hacia Estados Unidos. Hija de madre proveniente de Ciudad de México y padre nacido en Chicago.

Ana Castillo obtuvo una maestría de la Universidad de Chicago y un doctorado de la Universidad de Bremen, Alemania en Estudios Americanos y un doctorado honorario de Colby College. También ocupó la primera Cátedra Sor Juana Inés de la Cruz en la Universidad DePaul 2001-06, el puesto de Académico Visitante Distinguido de Martin Luther King, Jr en M.I.T. y fue Poeta en Residencia en Westminster College en Utah en 2012

En 2014, Castillo ocupó la Cátedra Lund-Gil en la Universidad Dominicana, River Forest, IL y formó parte de la facultad con el Programa de Verano Bread Loaf (Middlebury College) en 2015 y 2016, entre otros puestos docentes a lo largo de su extensa carrera.

Ha colaborado en publicaciones periódicas y sitios en línea (Salon y Oxygen) y revistas nacionales, incluidos More y Sunday New York Times. Ha dirigido su escritura a contar historias sobre los obstáculos sociales y económicos que los latinos enfrentan en los Estados Unidos.

Su primera colección de poemas, Otro Canto (1977), se publicó como un libro de bolsillo. Le siguieron los poemarios  Zero Makes Me Hungry (1975), My Father Was a Toltec (1988), I Ask the Impossible (2001), y Watercolor Women, Opaque Men (2005).

Los escritos de Castillo han sido objeto de numerosas investigaciones y publicaciones académicas. Recibió un American Book Award de la Fundación Before Columbus por su primera novela, The Mixquiahuala Letters , obra donde realiza una  exploración de las mujeres latinas y su sexualidad, y examina las reacciones de los hombres en las comunidades anglo y latinas. Escrita en una forma experimental, la novela consiste en cartas enviadas durante más de 10 años entre dos mujeres latinas, dispuestas para ser leídas en tres versiones diferentes por tres diferentes tipos de lectores: «El conformista«, «El cínico» y «El Quijote«. Asi mismo ha sido galardonada con múltiples premios como el premio Independent Publishers Book Award por su novela Mujeres Acuarelas, Hombres Opacos (novela en verso, Curbstone Press, 2005), el Premio Internacional del Libro Latino 2016 en la categoría de autobiografía, el PREMIO LAMBDA 2015 por su novela Give It To Me y el Premio LAMBDA 2017 en la categoría de mejor no ficción bisexual, entre otros.

Obra poética publicada :

  • Otro Canto. Chicago: Alternativa Publications, 1977.
  • The Invitation. 1979
  • Women Are Not Roses. Houston: Arte Público Press, 1984.
  • My Father Was a Toltec and selected poems, 1973–1988. New York: Norton, 1995.
  • I Ask the Impossible. New York: Anchor Books, 2000.
  • Watercolor Women, Opaque Men (2005),novela en verso.

Otras de sus novelas destacadas son  So Far from God (1993), Peel My Love Like an Onion (1999), y The Guardians (2007). Tambien es autora de una colección de historias cortas, Loverboys (1996); un libro para niños, My Daughter, My Son, the Eagle, the Dove (2000); y una colección de dos obras de teatro, Psst…I Have Something to Tell You, Mi Amor (2005). 

Enlaces de interés :

Sitio Web de la autora : https://www.anacastillo.net

http://nomadas.ucentral.edu.co/index.php/component/content/article?id=1104:xicanisma-la-poetica-de-concientizacion-feminista-y-fronteriza-de-ana-castillo

https://aldianews.com/es/local/filadelfia/ana-castillo-voz-de-la


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