8 Poemas de Ximena Cobos Cruz

Y no te quiero lejos

No quiero soltar mis amigas

en países más fríos que acá

Estamos heridas y cicatrizadas

Vez tras vez

Y a una no le alcanza la saliva

para lamerse tanta herida a solas,

con ventanas abiertas

que dan a paisajes que les duelen

como levantarse de la cama

Y cómo salir huyendo

cuando han sido muchas las caídas

Y entonces el mensaje

apenas formal para decir

“Esta vez no puedo”

Y cómo poder tomarlas de la mano

para que se tiren en la sala

Devastadas

Cortadas nuevamente

a navaja limpia,

como suenan las palabras

Si a veces una también está rota

porque la herida misma nos atraviesa

desde la historia que se dictó para

Nosotras

Y cómo soltar mis amigas

en paisajes que les han sido tan ajenos

Con el miedo calando el esqueleto chiquitito

de aquella que viajó sin saber lo que aquel país le deparaba

Quisiera ver volver a mis amigas

con la sonrisa que calma saberte aterrizada nuevamente

Abrazadas, cobijadas, aunque la distancia tenga

que volver a ponerse en presente

Desearía volver a ver partir a mis amigas

a explorar tierras lejanas

sin llorar la herida que nos quema desde adentro,

parir la tierra que nos haga sentir firmes

sin importar el paisaje que cruce las ventanas

Que París deje de ser llanto y California duelo,

que Italia nunca más sea un desencuentro

Que cada una sepa cuando la nombro

ser siempre cadena, soporte, apego

y armario donde ir a escondernos

en caso de que la necesidad se vuelva apremio.

Panorama de un desierto

Amar de a ratos,

como se hacen los poemas,

porque el amor no se escribe dos veces

-tampoco la poesía-

/Humedal de todos los clamores/

Cerrar ventanas y sacudir silencios

Ser ventarrón en un cuarto ciego.

Amar de a ratos,

como viven las moscas y todos los insectos

Efímero sorteo, rehilete al viento

Paso de araña que va tejiendo

la medida exacta de atrapasueños.

Amar de a poco,

porque tampoco damos lo correcto,

porque aterra entregarlo todo

y seguir viviendo

Saberse entero y al mismo tiempo

partido por momentos.

Odiarlo todo

y seguir queriendo

Porque a veces amamos los infiernos

Los frascos rotos

Los corazones secos

Poemas a la muerte de un amigo

En memoria de Paco Nihil

I

Me debo a mis muertos

y hasta la tumba voy a honrarlos

El ataúd ahora soy yo

Te guardo, te contengo como no pude hacerlo

en el último respiro

Te suelto y después el mundo flota

Y flotas en él

Puedo saber que ahora eres todo

Completamente presencia absoluta

Cuánto nos dolía la vida

Ahora me duela sola

Pero algo me mantiene viva

Respiro por ti

Por ambos que supimos querernos

más allá de los orgasmos

Que atesoramos la dicha de una mirada

De la existencia compartida en la lejanía de la especie humana

II

Cómo le explico a los días tu ausencia

Que el tópico más absurdo era pensarnos

cuando podíamos hablar la noche entera

Trascendimos el amor de la pareja

y fuimos santos de amanecer en descampado

De risa loca y línea predilecta

/cómo libar la justa precisa medida a tu partida

Con qué navaja pico ahora tu ausencia

Y en dónde inhalo aquello que dejaste/

III

Conozco palabras

pero no domino todas las que puedan explicar tu ausencia

El principio fundamental de la poesía,

explicar la falta, la carencia, el vacío instantáneo

que se prolongó como incierto,

no me sirve ahora

Nunca un poema fue tan imperfecto

Quizá por que las palabras se han vuelto

concreción en absoluto

Materialidad de la nada

Tangible hueco bien preciso

Qué golpe tan artero

es darlo todo por sentado

y descubrir que nada es cierto

Que me dueles como nunca más me habrás dolido

Que habitamos el recuerdo

y en él yacemos aparcados

Único espacio que me mantiene unida

Pegada larva que te devora como incendio

porque es junto a tu cuerpo

que quiero habitar ahora la poesía

IV

Desnudo mi pecho

al alba

Quién dice que no te recuerdo

Tu muerte va dolerme como rajada infinita

Hendidura y piel expuesta supurando cada día

Repasando los recuerdos

Salvándote del olvido para que no desaparezcas

por completo

y habites calles

azoteas

perros callejeros

y gastos de barda tranquila

Nos merecíamos el mundo

y yo me culpo por quedarme

a trazar rutas desiertas

a aullar sin tu confianza

Nos rozaba la vida a cada paso de acción destartalada

Protesta improvisada sin camisa

Te recuerdo

megáfono en mano, la rabia en la boca

la vida clavada en la pupila

y el destino que siempre voy a reprocharme

por no haber leído Antes que todos

V

Sé que no eres todos los ruidos del silencio

Las notas vagas que murmuran vida

aún estando todo quieto, apagado

Quisiera que fueras algo más que esta

furtiva soledad tan impresente

Materia que no devoran los gusanos

Quiero ser yo quien coma tu carne

para saber que sigues vivo

y ni el lanzamiento del cometa ventana abajo

ni la cuerda mirando al precipicio

fueron el método certero y suficiente

para asegurar la existencia del flujo prematuro a tu partida

Háblame

Desde el fondo de la tiniebla

que era tu cabeza junto a la mía

Sueña conmigo, sueña la noche

que descubriste mi piel risueña

Revive el orgasmo que para los dos fue

entero placer inequívoco

Di algo, lo que sea

Rompe el zumbar de los mosquitos

con tu llanto que jamás supe escucharte

Destroza la noche

antes de que esta vez sea yo la del espanto

Y no me mires irme

No juzgues mi partida

que no soy yo la que está lejos

Es la pura soledad que se avecinda

en esta tibia casacorazón 

Lugar común para el naufragio

Cúbreme de nuevo con tu abrigo gigantesco

Y no me sueltes

Quédate en mí, conmigo

Haz para siempre este presente

donde no yaces colgando

VI

A veces escribo mensajes que jamás serán contestados

Me vuelvo río, cascada que fluye y no para

Brota agua como si de agua estuviera hecha

y no de palabras, certezas, o ideas mal elaboradas

No sirven los recuerdos

La voz ausente que a ratos viaja por las ondas espaciales

desde la fría pantalla que reproduce

una tras otra, una tras otra

las veces que me hablabas

Todo sigue inquieto

Adentro se revuelve

y afuera parece calma:

la sonrisa, el trabajo, la vida

Qué soy si no un manojo de costumbres

que tu ausencia ha dejado rotas

Qué doy sino pasos hacia atrás porque no avanza

la tristeza que de mí se ha apoderado

Vitae/ vitalis

Ve al baño

Date el gusto de tener una gripa

y que alguien te cuide

Continúa sin pretextos

los designios del tiempo inusual

Mata sólo si crees que no era pertinente

/la vida ajustará todo para una vez más

llevarte al camino indicado del error y la desdicha/

Adopta un perro

uno muy flaco que encuentres en la calle

Fíngete el hombre de la planta

de aquella película en que Nátalie Portman

aún era una niña

(si eres mujer

fíngete Natalie Portman en el papel de aquella niña)

Sigue viendo cintas viejas

en el espacio vacío de tu casa

De vez en cuando da besos sinceros

y llena los días con un amor fresco

como las flores del jardín imaginario

de tu familia perfecta inexistente

Húndete en el derrotero de las palabras complicadas

Haz poesía una y otra vez

como si todo en la vida te hubiera sucedido

consume drogas y critica la corrupción

al mismo tiempo

Muere a los 27 o a los 33 o 35

o nunca mueras

como Mick Jagger y Keith Richards

Untitled track n. 4
 
Quiero ser Patty Smith
Escribir poemas chingones
y drogarme hasta el abismo
Platicar con Bob Dylan y Allen Ginsberg
al filo de la media noche
Ser delgada y tener bigote
Hablar sobre Rimbaud como si lo hubiera visto,
contar sus secretos de sangre y mujeres
Tener las greñas desérticas y enmarañadas
La mirada ida para siempre
 
Quiero ser Patty Smith
Pero tengo el cabello más rizado
La miopía instalada en la mirada
y la poesía ausente
La lectura menos aguzada
y las estrellas lejos de mi vida

Dualidad de una misma

Donde habita el silencio están las Otras

                                                      /Asteroide ligero en apariencia/

Construyendo alegrías que sí duran para siempre

Desenfocando el mundo que te aprieta

te constriñe entre mentiras y exigencias

para las que nunca estamos preparadas

Donde invade la soledad en tanta asfixia

arrasan Ellas

            /Amniosis primigenia/

Escuchan, sujetan, luego contienen

la sobrevinencia aleteante de un llanto

jamás escuchado por terreno

Clausuran puertas para que nadie entre

a manchar aquel ritual de vaciamiento

Y luego erguidas

en sinuosa caricia abrasan todo

y te liberan.

Para Ellas

la palabra es el signo cotidiano

                            /Acto sagrado de nombrarnos vivas/

Es un canto sustentado en la arritmia

que destroza todo mandamiento

Un opus nigrum 

El eco de un pasado donde ninguna

se sabía ser escindido.

Qué son Ellas si no las Otras

Parecidas a un espejo

Un rumor de noche

Salvación de día 

cuando el miedo ataca por completo.

WEAPON
 
Si escribir nos salva, por qué sigo muriendo.
No llega el cese de la gotera en mi cabeza,
la nota constante del odio a uno mismo.
La psicosis se ha apoderado de mis huesos
y el mundo entero está en mi contra.
El poema ya no se escribe entre mis manos,
ahora son ellos quienes controlan todo lo que digo
y nada va a salvarme de que un día me haga daño.
No piensen que todo está en mi cabeza,
la química no dicta cuándo hemos de matarnos
y el suplicio que comparto con el mundo
no es sólo la fecha de caducidad en cada envase.
Afuera acecha la codicia,
el celo interminable me contempla,
me hace pequeña y me devora,
palpitando me deja entre sus tripas
y lo único que late es mi cabeza,
punza como el taladro que gorjea
tras las paredes que cada día se hacen más pequeñas
y me desnudan a los ojos de los vivos,
como si el tiempo no hiciera otra cosa que matarme,
escribiendo mensajes que nadie sacó de la botella.
Náufraga en este templo de los vicios
donde todos adoran lo perdido.
Pero la voz en mí no se detiene,
camina en cada cuarto de mi vida
sacando gritos que ya no suenan a alegrías
y al final del pasillo no te encuentro,
tan lejano como el piso de mis piernas,
tan amante que no pudo soportarme,
tan destino otra vez bien arruinado
como el final insulto de este poema
que va a cortar a todos en cachitos
y a arrojarlos al fuego de la hoguera
donde hemos de quemarnos
tras la soledad interminable de ser uno.

Disyuntiva

Pensar en términos de poesía lacerada,

loba herida aullando despedidas.

Cómo decirte que ya no te quiero

en la métrica perfecta del consuelo.

Aprisionar palabras y soltarlas luego.

Lentamente,

como los días pasan acomodándose en mi espalda.

Cuántos versos construirán el romance

de un adiós que quiero decirte apresurada.

Qué soneto habrá escrito aquel poeta

para romper un corazón sin más cuidado.

Ditirambos sueltos e imprecisos

no ayudan en el acto de dejarnos.

Fauces abiertas de poemarios de tres siglos

sin respuesta para ahora que quiero desecharte

/como a la hoja en blanco o el ensayo que no queda/

Porque la poesía a veces no tiene todas las respuestas,

como si los sentimientos que no están decididos

se amordazaran a sí mismos sin permitir

la complaciente respuesta de dejarnos…

Escribir

Si escribir nos salva

por qué sigo muriendo.

No llega el cese de la gotera en mi cabeza

la nota constante del odio a uno mismo

la psicosis se ha apoderado de mis huesos

y el mundo entero está en mi contra.

El poema ya no se escribe entre mis manos

ahora son ellos quienes controlan todo lo que digo

y nada va a salvarme de que un día me haga daño

no piensen que todo está en mi cabeza

la química no dicta cuándo hemos de matarnos

y el suplicio que comparto con el mundo no es sólo la fecha de caducidad en cada

envase.

Afuera asecha la codicia

el celo interminable me contempla

me hace pequeña y me devora

palpitando me deja entre sus tripas

y lo único que late es mi cabeza;

punza como el taladro que gorjea tras las paredes

que cada día se hacen más pequeñas y me desnudan a los ojos de los vivos

como si el tiempo no hiciera otra cosa que matarme

escribiendo mensajes que nadie sacó de la botella

náufraga en este templo de los vicios

donde todos adoran lo que he perdido.

Pero la voz en mí no se detiene,

camina en cada cuarto de mi vida

sacando gritos que ya no suenan a alegrías y al final del pasillo no te encuentro,

tan lejano como el piso de mis piernas,

tan amante que no pudo soportarme,

tan destino otra vez bien arruinado

como el final insulto de este poema

que va a cortar a todos en cachitos

y va arrojarlos al fuego de la hoguera

donde hemos de quemarnos

tras la soledad interminable de ser uno.

Ítaca Personal

Cuánto esperó Penélope la llegada de Ulises

(No tengo idea)

Qué pasó en ese camino de regreso

para que Ulises tardara tantas puntadas y deshilados

(Tampoco lo imagino)

Pero, Penélope,

a veces yo también me estoy en tu nombre

Tejiendo una pequeña mortaja a mi corazón

por ese Ulises que no llega

Destejiendo punto a punto

pues no consigo saber con seguridad alguna

cuánto mide ese órgano palpitante

que aloja mis sentimientos por Ulises

(AKA) conocido con otro nombre 

susurrado al viento en tanta calma 

bajo la espera siquiera de un mensaje

una leve señal que me indique que ya viene

que no cambió su rumbo ayer, hoy o mañana

No hay Telémaco, eso lo sabes

Mi cuerpo envejece realizando

las tareas cotidianas de la isla

y con cada año

las posibilidades de un hijo se anulan prontamente 

Sé bien que tampoco tengo perdices o frutos secos

que ofrecer como banquete a su llegada 

Mi figura cambia 

Mi estómago acumula úlceras

que a veces no me permiten levantarme

Qué me queda, entonces, que ofrecer a ese Ulises 

/ construido de aventuras

caro a mis ilusiones /

más que la determinación de no volver a permanecer 

tejiendo la misma prenda inacabada

 y lanzar al horizonte la señal que indique:

Me fui, Ulises, desde la entrada de la isla, 

con una maleta ligera y el espíritu crecido

No espero encontrarte ahora

porque el tiempo dilatado te ha borrado ya la cara

Me busco a mí y quizá a otra, Ulises,

valga viajar para saberlo.

Ximena Cobos Cruz (Ciudad de México, 1988).Poeta y escritora. Lic. en letras Hispánicas por la Universidad Nacional Autónoma de México(UNAM). Actualmente estudia Ciencias Sociales en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, a paso lento. Es editora del medio de comunicación independiente Enpoli, Entre política y Literatura, así como co-creadora del proyecto Ingrávida, dedicado a la difusión y análisis de la literatura escrita por mujeres. Es feminista en formación y poeta (aunque cueste nombrarse). Ha publicado en medios tanto impresos como digitales, algunas de sus obras se pueden encontrar en Puf!LarvariaRojo SienaRevista MarabuntaSierpe y Granuja, entre otros.

Enlaces de interés :

https://www.anfibiasliterarias.com/post/los-espacios-de-mujeres-y-la-innecesaria-validacion-de-los-hombres

https://academiamexicanadelsinsentido.wordpress.com/tag/ximena-cobos/

https://www.enpoli.com.mx/ingravida/

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