10 Poemas de Aurora Luque

Eau de parfum

De la infancia, el olor
del musgo en las acequias, del barro, de las moras
y la extrema violencia de aprenderse.

Del mar, la última nota
de la última ola desplegada
antes de regresar y convencernos
de que no habrá sirenas.

De la noche, las leves veladuras
de un perfume italiano
todavía de moda.

De tu cuerpo, el aroma
de libro de aventuras
vuelto a leer; pero también de adelfas
desoladas y ardiendo.

Huele a vida quemada.

De “Problemas de doblaje” 1982

La calle Altamirano

Fue después de San Juan:
el Sueño de una noche madrileña
tan estival que el aire parecía quebrarse
por el placer de ser la Fruta Seductora.

Al fondo de la calle, el saxo, impertinente,
removía los grumos del fracaso,
la desazón, el nudo en el futuro
y el ayer tan inútil como un miembro amputado.

Mas la traición del cuerpo y el desvelo,
la ironía del pubis rompiendo su triángulo,
las ingles que musitan: Carpe noctem
y hacen manar el filtro venenoso
para los labios lentos que comparten
el noble simulacro de la muerte.

-Carpe noctem, amor. Pero los astros eran
(antes no lo supimos)
fosforescencias sobre los armarios.

De “Problemas de doblaje” 1982

aurora luque

Las refugiadas, según Esquilo

Arena entre los dedos de los pies.

No sabíamos nada de nudos ni de remos.

Aprendimos tareas de aparejo

en las finas arenas del Nilo, frente al mar.

De todas las desgracias

elegimos al menos la más noble,

la de huir libremente.

Viajamos, como Ío,

huyendo de los lechos donde Eros

sembró tábanos, celos, asfixia, propietarios.

La nave es nuestra ágora flotante.

Navegamos en busca de ciudad.

-¿Una ciudad buscáis?

-Oh, sí, la deseamos. Podemos construirla.

Sabemos cómo alzar

los altares. A Atenea naviera

con nuestros labios libres

le rezamos en Rodas.

No crezcan en las casas

cuevas de rudos cíclopes.

Ansiamos buscar fuentes

en las entrañas limpias de la tierra.

Los huertos no los riegue

la sangre del dios Ares.

Machadiana

Estos días azules y este sol de la infancia.

Aquel sol del verano y esta tarde tan gris.

El puente de Collioure y aquella noche negra.

El mar tan transparente y este odio tan turbio.

Aquel amor limón y su olmo seco.

Aquella ciudad pura; esta podrida patria.

Este sol casi azul. Aquella, aquella infancia.

Mar de Argónida

‘No estuve nunca allí, dijiste,

nunca regresaré de aquella Atlántida’.

O estuve desde siempre. Navegarte más tarde

fue la duplicación de una existencia

jubilosa y absorta, previvida, 

no sé qué transfusión

de salmo, sueño, sangre de aventura,

de olores subsumidos, deseos encriptados

en no sé qué vehículos del cuerpo.

Los mitos nos enseñan, Medusa, a habitar mares.

Tengo una casa, pero tengo los mares

cuando amo los mitos.

El cieno murmurante bajo el cauce, armazones de redes

clandestinas, diálogos de aves

puras e incandescentes, las arenas absueltas,

libres de orografías y echadas a volar,

a nadar onduladas como carne de ninfas.                                  

                                               Oh, sí, qué vivas siguen

las diosas de las aguas. Todas las extensiones del misterio

las prodigan los vientos oceánicos

o esa cuna de sombras y abismo que se mece

en cada ola cobalto de la tarde.

Las fábulas fascinan porque eligen un barco,

zarpan de puertos viejos, merodean marismas,

escuchan gritos hondos, roban música al mar.

Los limbos de los monstruos,

las cabezas de múltiples Orfeos,

la memoria errabunda de los náufragos,

las criaturas azules nunca vistas,

la locura del hombre mitad isla perdida:

fruta extraña del mar, droga insondable.

-Medusa, qué corales nacieron de la sangre

de tu pelo reptil, de la cólera roja de saberte

moribunda y vencida. Medusa, es hora ya

de anular tu mirada de piedra, tus serpientes.

Desencriptar la fábula que hundieron en el fondo,

robar contigo música del mar.

Y aquí, después del canto,

que la mar nos archive en su destino.

La deconstrucción o el amor

Amar es destruir: es construir
el hueco del no-amor,
amueblar con milagros la pira trabajosa
echando al fuego lenguas, carne de ojos vencidos,
piel jubilosa, dulce, nucas saladas, hombros temblorosos,
incinerar silencios y comprobar la altísima
calidad combustible del lenguaje.
Hay estadios del cuerpo a cuerpo a cuerpo
que no alcanzaron nombre en el origen.
Y quién inventa hoy
vocablos para el quicio
fragante de una piel, nombres para los grados de tersura,
acidez o tibieza de un abrazo, quién justificaría
las palabras-tatuaje, las palabras tenaces como un piercing,
las palabras anfibias e ilegítimas.
El poeta ha dejado junto a cada palabra
lo que cada palabra le pidiera al oído:
derramarse indecible en otro cuerpo
o estallar en un verso como válvula.
El poeta, desnudo,
cuelga una percha en un árbol perdido
y las palabras van
al poema a vestirse.

De “Camaradas del Ícaro” (2003)

Sola en casa

Ya sólo soy fragmentos, piezas sueltas de mí,
pero no soy la mano que me une.
En la pantalla el mundo
me grita cuarteado, 
feliz, amargamente,
cítricamente luminoso
con su necia alegría de refresco.
Sólo soy mis fisuras.
También el mundo es sólo sus fisuras.

De “Camaradas de Ícaro” 2003

Del oráculo falso

Había oído hablar de las sorprendentes irisaciones de
                                                                           la aurora sobre el mar Jónico cuando se la contempla
                                                                           desde la cima del Etna.
                                                                                                                                          Marguerite Yourcenar


No esperé así la vida:
el asombro, la ráfaga instantánea de la dicha,
la humillación,
el tedio.

Pero es que aún la lava del Vesubio
nos podría abrasar, o tal vez los milagros
de la cima del Etna o la belleza
del mar semidivino.

No esperé así la vida:
paraísos perdiéndose
o batallas perdidas de antemano.

De “Poemas para la siesta de Epicuro” 2008

Carpe noctem

Carpe noctem, amor. Coge el brusco deseo

ciego como adivino,

los racimos del pubis y las constelaciones,

el romper y romper

de besos con dibujos de olas y espirales.

Miles de arterias fluyen

mecidas como algas. Carpe mare.

Seducción de la luz,

de los sexos abiertos como tersas actinias,

de la espuma en las ingles y las olas

y el vello en las orillas, salpicado de sed.

.

Desear es llevar

el destino del mar dentro del cuerpo.

Epitafio

Si de algún modo muero,

en las crudas heladas del olvido

o de muerte oficial,

reléeme esta nota, por favor,

y quémala conmigo.

.

La vida no iba en serio ni siquiera más tarde.

Y no se tarda mucho en comprender

que se trataba sólo de unos juegos

para aparcar la muerte.

Ni siquiera fue un río

pues me tocaron tiempos muy duros de sequía

aunque el mar esperaba, siempre radiante, al fondo.

.

He creído en los mitos y he creído en el mar.

Me gustaron la Garbo y los rosales de Pestum,

amé a Gregory Peck todo un verano

y preferí Estrabón a Marco Aurelio.

De “Transitoria” 1998

Aurora Luque (Almería, España, 20 de septiembre de 1962). Poeta, traductora, profesora y escritora.   Licenciada en Filología Clásica por la Universidad de Granada y profesora de griego antiguo desde 1988 en Málaga. En octubre de 2008 fue nombrada directora del Centro Cultural Generación del 27 de la Diputación de Málaga, cargo que ocupó hasta junio de 2011.

En 2012 disfrutó de una residencia en Villa Marguerite Yourcenar, en Flandes (Bélgica), dentro del programa destinado a escritores europeas. Ha participado en diversos eventos y encuentros internacionales de poesía en América, Europa, África y Asia .

Ha impartido conferencias en diversas universidades estadounidenses, entre otras, Universidad de Massachusetts, Universidad de Saint Louis, Le Moyne College, Skidmore College, Dickinson College, College of the Holy Cross, CUNY, Montclair College, etc.

Ha fundado y dirigido la colección de poesía «Cuadernos de Trinacria». Desde el año 2000 codirigió junto a Jesús Aguado la colección «MaRemoto» de poesía de otras culturas del Centro de Ediciones de la Diputación de Málaga (CEDMA. En 2005 fundó la editorial Narila. Forma parte del grupo de investigación Traducción, literatura y sociedad de la Universidad de Málaga. Colabora como articulista en el diario Sur. 

Obra publicada:

Poesía

  • Gavieras (Premio Loewe 2019, Visor, 2020);
  • Orinque (Banda Legendaria 2017);
  • Haikus de Narila. Portuaria (trad. inglesa de E. Cardona, Luces de Gálibo 2017);
  • Los limones absortos. Poemas mediterráneos (trad. italiana de P. Laskaris; prólogo de Chantal Maillard, Fundación Málaga 2016, Premio Estado Crítico 2016).
  • Personal & político (F.J.M.Lara 2015);
  • Cuaderno de Flandes (trad. francesa de Regina L. Muñoz, Ediciones en Huida 2015).
  • La siesta de Epicuro (Premio Generación del 27, Visor 2008);
  • Haikus de Narila (Antigua Imprenta Sur 2005);
  • Camaradas de Ícaro (Visor 2003; trad. griega de A. Pothitou, ed. Gavrielides, Atenas 2015);
  • Transitoria (Premio Andalucía de la Crítica, Renacimiento 1998);
  • Carpe noctem (Visor 1994);
  • Problemas de doblaje (Accésit Adonais, 1990);
  • Hiperiónida (Zumaya, Premio F. G. Lorca UGR 1982).

Antologías:

 Médula (FCE 2014); Fabricación de las islas (Pre-textos 2014); Carpe amorem (Renacimiento 2007; edición revisada y aumentada en prensa).

Traducción:

Safo, Poemas y testimonios (Acantilado 2004; edición aumentada en 2020 que incluye nuevos papiros); Grecorromanas. Lírica superviviente de la Antigüedad clásica, Austral 2020); Si no, el invierno. Fragmentos de Safo (versión de If not, Winter de Anne Carson, Vaso Roto 2019)). Aquel vivir del mar. El mar en la poesía griega (Acantilado 2015); Sonetos y elegías, de Louise Labé (Acantilado 2011); Taeter morbus. Poemas a Lesbia, de Catulo (México 2010); Poemas, de Renée Vivien (Igitur 2007); Poemas y testimonios, de Safo (Acantilado 2004); Los estuches de las células, de María Lainá, en colaboración (Puerta del Mar 2004); Los dados de Eros. Antología de poesía erótica griega (Hiperión 2000); 25 epigramas de Meleagro (Llama de amor viva 1995).

Premios :

  • 1981, Premio Federico García Lorca de la Universidad de Granada
  • 1989, Accésit al Premio Adonais de Poesía
  • 1992, Premio Rey Juan Carlos.
  • 1998, Finalista del Premio Rafael Alberti y Premio Andalucía de la Crítica
  • 2003, Premio Fray Luis de León.
  • 2008, Premio de Poesía Generación del 27.
  • 2016, Premio El público a las Letras, que concede el programa cultural la radio pública de Andalucía, Canal Sur Radio.
  • 2019, Premio de Poesía Loewe, en su edición XXXII, por su libro Gavieras, elegido por ser “innovador, valiente y atrevido por la versatilidad formal y la unidad de pensamiento que tiene”.
  • 2022, Premio Nacional de Poesía por Un número finito de veranos.?

Enlaces de interes :

https://recursos.march.es/culturales/documentos/conferencias/gc145.pdf

https://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/antologia-poetica–29/html/014c74be-82b2-11df-acc7-002185ce6064_3.html

https://elpais.com/diario/2007/10/10/andalucia/1191968540_850215.html

https://aulacarolinacoronado.files.wordpress.com/2007/11/cuadernillo-aurora-luque.pdf

https://elpais.com/cultura/2022-09-22/aurora-luque-galardonada-con-el-premio-nacional-de-poesia.html

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