15 Poemas y un Texto de Adrienne Rich

«La poesía es ante todo una concentración del poder del lenguaje, que es el poder de nuestra última relación a todo en el universo»

A.Rich

En un concierto de Bach

Atravesando la ciudad en una noche de invierno
Dijimos que el arte y la vida son polos opuestos.
Aquí nos acercamos a un amor que no conoce la lástima.

Esta anciana disciplina, severamente tierna,
Renueva la creencia en el amor y sin embargo controla el sentimiento,
Convirtiendo lo que soportamos en una bendición.

La forma es la ofrenda más grande que el amor puede ofrecer –
La unión vital de la necesidad
Con todo lo que deseamos, todo lo que sufrimos.

Un arte demasiado compasivo es apenas un arte a medias.
Sólo tan altiva y comedida pureza
Restaura el demasiado traicionado corazón humano.

Versión de Jaime Manrique Ardila

Desde prisión

Bajo mis párpados se ha abierto otro ojo
mira al desnudo
la luz

que penetra desde el mundo de dolor
hasta cuando duermo

Sin pestañear contempla
cuanto vivo

y más

ve las porras y las culatas de los rifles
subiendo y bajando
ve

(detalle que no sale en la tele)

los dedos de la mujer policía
inspeccionando el coño de la joven prostituta
ve

las cucarachas que caen en la cazuela
en la que cocinan el cerdo
en la cárcel

ve
la violencia engastada en silencio

Este ojo
no es para llorar
su visión
debe ser nítida
aunque haya lágrimas en mi rostro

su propósito es la claridad
no debe olvidar
nada

En aquellos años

En aquellos años, dirán las gentes, perdimos el rastro
del significado de nosotros, de ustedes
hasta encontrarnos
reducidos a yo
y todo ese asunto se tornó
estúpido, irónico, terrible:
intentábamos vivir una vida personal
y, cierto, aquella fue la única vida
de la que podíamos dar testimonio
Pero los grandes pájaros oscuros de la historia gritaron y se
sumergieron
en nuestro clima personal
Fueron decapitados en alguna otra parte pero sus picos y alas
se movieron
a lo largo de la costa, a través de jirones de niebla
donde permanecíamos, diciendo yo

Sueño que soy la muerte de Orfeo

Camino rápidamente a través de las estrías de luz y sombra 
que arroja una arcada

Soy una mujer en la plenitud de la vida, con ciertos poderes
y estos poderes limitados severamente
por autoridades a las que pocas veces veo el rostro.
Soy una mujer en la plenitud de la vida
que conduce a su poeta muerto en un Rolls-Royce negro
por un paisaje de crepúsculo y espinas.
Una mujer con una cierta misión
que la dejará intacta si se obedece al pie de la letra.
Una mujer con los nervios de una pantera
una mujer con contactos entre los Ángeles del Infierno
una mujer que siente la grandeza de sus poderes
cn el preciso momento en que no debe usarlos
una mujer comprometida con la lucidez
que ve, a través de la confusión, los fuegos humeantes
de estas calles subterráneas
a su poeta muerto aprendiendo a caminar hacia atrás, contra el viento,
por el lado equivocado del espejo

Reparto de tareas

Las revoluciones dan vueltas, pactan, hacen declaraciones:
una revista nueva aparece, viejos nombres en su cabecera, 
una revista antigua abrillanta su obra 
con deconstrucciones de la prosa de Malcolm X 
Las mujeres en las filas traseras de la política
todavía lamen hilo para pasarlo por el ojo
de la aguja, truecan huesos por plástico, rajan vainas
para venderlas como collares en los cruceros
hacen inmaculados vestidos de Primera Comunión 
con planchas y vacilante agua caliente 
todavía ajustan los microscópicos hilos dorados
en los chips de silicio
todavía dan clase, vigilan a los niños
desaparecidos en las callejuelas de fuego cruzado, los barrancos de
             repentinas inundaciones
los repentinos incendios de queroseno
-mujeres cuyo trabajo reconstruye el mundo
todas y cada una de la mañanas
                                                       He visto a una mujer sentada
entre la estufa y las estrellas
sus dedos chamuscados de apagar las velas
de la pura teoría             Índice y pulgar: los dos quemados:
he sentido esa cera sagrada levantarme ampollas en la mano

1988

Versión de María Soledad Sánchez Gómez

Nota para posibles inmigrantes

O cruzas por esta puerta

o no cruzarás.

.

Si pasas

siempre existe el riesgo

de recordar tu nombre

.

Las cosas te miran dos veces

tu debes mirar atrás

y dejarlas pasar.

.

Si no pasas

es posible

que vivas dignamente

.

que conserves tus actitudes

que mantengas tu posición

que mueras valientemente

.

pero muchas cosas te harán ciego

mucho te evadirá

a qué costo, quien sabe

.

La puerta en si

no hace promesas.

Solo es una puerta.

Después de veinte años

(AA.P.C.)

Dos mujeres sentadas a la mesa junto a una ventana. La luz cae
de forma desigual sobre ambas.
Su conversación echa chispas
que observan los transeúntes en la calle
como si fuera un centelleo en el cristal de la ventana.
Dos mujeres en la flor de la vida.
Sus hijos son lo suficientemente mayores para tener hijos.
La soledad ha sido parte de su historia durante veinte años,
el tenebroso filo de la aguda lengua,
el lado oscuro de la imaginación.
Nieva y truena en la calle.
Mientras hablan el relámpago destella púrpura.
Resulta extraño ser tantas mujeres,
comiendo y bebiendo en la misma mesa,
las que bañaron a sus niños en la misma palangana,
las que no se contaron sus secretos,
las que recorrieron los suelos de sus vidas en habitaciones separadas
y desembocan ahora en la historia como mujeres de su tiempo,
viviendo en la flor de la vida
como en una ciudad en la que nada está prohibido
y nada permanece.

Consumirse

(a e. k.)

Podemos mirar esta noche la estufa
como un espejo, sí,
el leño serrado, el núcleo
gaseoso amarillo y azul
la ceniza gris en la que palpita el carmesí, sí,
sé que bajo mis párpados
y bajo mi piel
el Tiempo nos arrastra como una corriente de aire
que se eleva, avivando el fuego
en el vientre, en el cerebro
Tú me estabas contando cómo habías puesto la mano
sobre la huella de un indio muerto hace tiempo
y, por un momento, distinguí aquella mano
aquella huella, aquella roca,
aquel sol que producía sueños intensos
Una palabra puede hacer eso
o, como esta noche, el espejo del fuego
de mi mente, ardiendo como si pudiera seguir
consumiéndose, calcinando
alimentándose de todo
hasta que no quede nada en la vida
que no haya alimentado ese fuego

Árboles

Desde el interior, los árboles avanzan hacia el bosque,
el bosque que estuvo vacío todos aquellos días,
donde ningún pájaro podía posarse,
ningún insecto esconderse,
y ningún sol podía enterrar su pies en la sombra;
en el bosque vacío de esas noches,
los árboles abundarán por la mañana.

Las raíces se esfuerzan toda la noche
por desprenderse de las grietas
en el suelo de la terraza.
Las hojas se retuercen hacia los vidrios,
pequeños vástagos endurecidos por el esfuerzo
largas y torcidas ramas que se desprenden con dificultad
bajo el techo, como pacientes recién dados de alta,
medio-aturdidos, dirigiéndose
hacia las puertas de la clínica.
Aquí me acomodo. Las puertas se abren hacia la terraza,
escribo extensas cartas
donde apenas menciono el bosque
y su partida de la casa.
La noche está fresca, la luna entera brilla
en un cielo aún abierto.
El aroma de hojas y liquen
llega como una voz a las habitaciones.
Mi mente está plena de susurros
que permanecerán en silencio mañana.
Escucha. Los vidrios se quiebran,
se tambalean los árboles
Hacia la noche. El viento
se apresura a recibirlos.
Como un espejo la luna se ha quebrado
y en la copa del roble más alto
relampaguean ahora sus fragmentos.

Arden papeles en vez de niños (fragmento)

4. 

Yacemos bajo la sábana

después de hacer el amor, hablando

de la soledad

mitigada en un libro

revivida en un libro

así, en esa página

su coágulo y su fisura

aparecen

palabras de un hombre

que sufre

una palabra desnuda

penetra el coágulo

una mano que agarra

a través de los barrotes:

liberación

Lo que sucede entre nosotros

ha sucedido durante siglos

lo sabemos por la literatura

todavía sucede

celos sexuales

mano que se lanza

a golpear el lecho

sequedad de boca

después de jadear

hay libros que describen todo esto

y no sirven

Te internas en los bosques detrás de la casa

alli, en ese territorio

hallas un templo

construido hace mil ochocientos años

entras sin saber

qué es donde entras

así pasa con nosotros

nadie sabe lo que puede suceder

aunque los libros lo digan todo

Planetarium

Inspirado en Caroline Herschel (1750-1848),
                               astrónoma, hermana de William, y en otras…


Una mujer con forma de monstruo
un monstruo con forma de mujer
abundan en los cielos

una mujer            «en la nieve
entre los Relojes e instrumentos
o midiendo el suelo con pértigas»

capaz de descubrir a sus 98 años
8 cometas

aquella sobre quien la luna gobernó
como en nosotras
levita hacia el nocturno cielo
surca distancias en los lentes pulidos

Galaxias de mujeres, cumpliendo ahí
penitencia por impulsivas
congelados nervios
en aquellos espacios           de la mente

Un ojo
              «viril, exacto y absolutamente seguro»
              desde las confusas telarañas de Uranusbor
            

                         encuentra la NOVA

cada impulso de luz estalla
desde el centro
como se descarga nuestra vida

                        Tycho susurra al fin
                        «Que no parezca que he vivido en vano»

Lo que vemos, lo vemos
y ver es cambiar

la luz que marchita una montaña
y le permite a un hombre vivir

Los latidos del pulsar
el corazón exudando por mi cuerpo

El impulso de radio
que fluye desde Taurus

                          Estoy bombardeada             aun así me yergo

Me he mantenido de pie toda la vida en medio 
del curso directo de una batería de señales
el más fielmente transmitido el más
intraducible lenguaje en el universo
Soy una nube galáctea tan profunda              tan intrincada 
que una onda de luz demoraría 15
años viajando por mí               Y ha ocurrido
Soy un instrumento con forma
de mujer intentando traducir pulsaciones
a imágenes                para aliviar el cuerpo
y reconstruir la mente.

1968

Versión de Myriam Díaz-Diocaretz

Pase lo que pase con nosotras, tu cuerpo
va a rondar el mío —tierna, delicada,
tu forma de hacer el amor, como la fronda retorcida
del helecho de agua en los bosques
recién lavados por el sol. Tus muslos recorridos, generosos,
entre los que mi rostro entero vuelve y vuelve—
la inocencia y la sabiduría del lugar que mi lengua encontró—
la danza vital e insaciable de tus pezones en mi boca—
tu contacto firme, protector, descubriéndome,
tu lengua fuerte, tus dedos finos
llegando adonde estuve esperándote por años
encerrada en mi cueva húmeda y rosa— pase lo que pase, esto es.

Poder

Viviendo en los depósitos de tierra de nuestra historia
Hoy una retroexcavadora sacó a la luz del interior de una falda de tierra desmoronada
una botella ámbar perfecta un remedio
centenario para la fiebre o la melancolía un tónico
para vivir en esta tierra en los inviernos de este clima
Hoy he estado leyendo acerca de Marie Curie:
tenía que saber que sufría la enfermedad de los rayos
su cuerpo bombardeado durante años por el elemento
que había depurado
Parece que negó hasta el final
la fuente de las cataratas en sus ojos
la piel agrietada y supurante de las yemas de sus dedos
hasta que no pudo sostener más ni un tubo de ensayo ni un lápiz
Murió famosa negando
sus heridas
negando
que sus heridas provenían de la misma fuente que su poder.

De  El sueño de una lengua común.

Dedicatorias XII

Sé que estás leyendo este poema

tarde, antes de dejar la oficina

esa de la intensa luz amarilla y la ventana en penumbras

en el cansancio de un edificio que se diluye en la quietud

mucho después de la hora pico.     Sé que estás leyendo este poema

en una librería, de pie, lejos del mar

una tarde gris a inicios de la primavera, con débiles copos de nieve

llegados desde el enorme espacio de praderas que te rodean.

Sé que estás leyendo este poema

en un cuarto donde tuviste que tolerar demasiado

las sábanas se ven revueltas, paralizadas sobre la cama

y la valija abierta habla de un vuelo

pero no puedes partir todavía.      Sé que estás leyendo este poema

mientras el subte pierde impulso y antes de correr

escaleras arriba

hacia una clase de amor desconocido

que tu vida aún nunca permitió.

Sé que estás leyendo este poema a la luz

del televisor donde imágenes sin sonido irrumpen y se suceden

mientras esperas noticias de la intifada.

Sé que estás leyendo este poema en una sala de espera

entre ojos conocidos y hostiles, llena de empatía con extraños.

Sé que estás leyendo este poema bajo una luz fluorescente

con el aburrimiento y la fatiga de los jóvenes excluidos,

que se excluyen a sí mismos de la vida con excesiva rapidez. Sé

que estás leyendo este poema con la vista que te falla, que gruesos

lentes agigantan estas letras hasta borrar todo sentido, y aun así

persistes porque el abecedario mismo es valioso.

Sé que estás leyendo este poema mientras esperas que en la cocina

se caliente la leche, con un niño que llora en tus brazos, un libro en la mano

porque la vida es breve y tú también estás sedienta.

Sé que estás leyendo este poema escrito en un idioma que no es el tuyo

adivinando ciertas palabras mientras otras te fuerzan a seguir

y yo quiero saber cuáles son esas palabras.

Sé que estás leyendo este poema con el deseo de oír algo, desgarrada

               entre la amargura y la esperanza.

como quien regresa una vez más a la tarea indispensable.

Sé que estás leyendo este poema porque no queda

               ya nada que leer

ahí donde llegaste, desnuda como estás.

 de An Atlas of the Difficul World, 1991

Traducción: María Negroni

Porque ya no somos jóvenes, las semanas han de bastar
por los años sin conocernos. Sólo esa extraña curva
del tiempo me dice que ya no somos jóvenes.
Caminé acaso yo por las calles en la madrugada, a los veinte
con las piernas temblándome y los brazos en éxtasis más pleno?
Acaso me asomé por alguna ventana buscando la ciudad
atenta al futuro, como ahora aquí, esperando tu llamada?
Con el mismo ritmo tú te aproximaste a mí.
Son eternos tus ojos, verde destello
de hierba salvaje refrescada por la vertiente
Sí. A los veinte creíamos ser eternas.
A los cuarenta y cinco deseo conocer incluso nuestros límites.
Te acaricio ahora, y sé que no nacimos mañana,
y que de algún modo tú y yo nos ayudaremos a vivir,
y en algún lugar nos ayudaremos tú y yo a morir.

De Veintiún Poemas de Amor.

¿QUE NECESITA SABER UNA MUJER? {1 979)

Conferencia para Ia ceremonia de graduación, Smith College, Northampton, Massa­chusetts, 1979.

Me ha conmovido mucho que vosotras, Ia promoción de 1979, me eli­gierais para Ia conferencia de graduación. Es muy importante para mi estar aqui, en parte porque el Smith es uno de los primeros colegios universitarios para mujeres, pero también porque ha elegido seguir identificándose como tal. Estamos en un momento de Ia historia en el que este hecho tiene un potencial enorme, a pesar de que ese potencial no se haya desarrollado todavia. Las oportunidades de futura educación para las mujeres que existen en estos edificios y jardines son enormes, sobre todo si pensamos en lo que un colegio universitario independiente de mujeres podría ser: un colegio dedicado a enseñar a las mujeres lo que estas necesitan saber y, por Ia misma razón, dedicado a cambiar el co­nocimiento mismo. El germen de esas posibilidades reside simbólicamente en Ia Colección Sophia Smith, un archivo con gran necesidad de expansion y mejora pero que, por su mera existencia, afirma que aqui se valora Ia vida y el trabajo de las mujeres, y que las hermanas que nos precedieron, disminuidas y enterradas en una erudicion centrada en lo masculino, son una presencia viva, necesaria y preciosa para nosotras.

Suponed que nos hacemos una simple pregunta: ¿que necesita saber una mujer para convertirse en un ser humano consciente de si mismo y con capacidad para definirse? ¿No necesita conocer su propia historia, su cuerpo de mujer usado tantas veces con fines políticos, conocer el genio creativo de mujeres del pasado, Ia habilidad, las destrezas, las técnicas y las visiones que poseían las mujeres en otros tiempos y culturas, y como se las ha sumido en el anonimato y se las ha censurado, inte­rrumpido, devaluado? Como miembro de esa mayoría a Ia que todavía se le niegan los derechos de todo ciudadano, a la que se esclaviza como presa sexual, a la que se paga menos por su trabajo, o no se paga en absoluto, y que esta alejada a la fuerza de su propio poder, ¿no necesita una mujer un análisis de su condición, conocer a las pensadoras que en el pasado han reflexionado sobre todo ello, conocer, también, las rebe­liones individuales y los movimientos que las mujeres han organizado en todo el mundo contra la injusticia social y económica, y como estos se han visto fragmentados y silenciados?

¿No necesita saber como se han institucionalizado condiciones apa­rentemente naturales como la heterosexualidad o la maternidad, para arrebatarle su poder? Sin tal educacion, las mujeres hemos vivido, y continuamos viviendo, ignorantes de nuestro contexto colectivo, vul­nerables a lo que la fantasia de los hombres ha proyectado sobre noso­tras, tal y como se ve en el arte, en la literatura, en las ciencias, en los medios de comunicacion y en los llamados estudios humanísticos. Mi sugerencia es que no es la anatomía, sino una ignorancia impuesta la que ha sido crucial en nuestra falta de poder.

No hay, y digo esto con tristeza, ningun colegio universitario feme­nino que proporcione a las mujeres jovenes la educacion que necesitan para sobrevivir como personas completas en un mundo que niega la totalidad a las mujeres -ese saber que, en palabras de Coleridge, <<re­torna convertido en poder>>. La existencia de cursos de Estudios de la Mujer ofrece al menos un cierto tipo de directriz en la vida. Pero inclu­so los Estudios de la Mujer pueden llegar a ser simplemente una histo­ria compensatoria; con demasiada frecuencia fallan a la hora de desafiar las estructuras políticas e intelectuales que se desafiarían si las mujeres como grupo accedieran alguna vez a una libertad colectiva y no exclu­yente. La creencia de que la ciencia y la erudicion establecidas -que han excluido de su construccion a las mujeres de forma tan implaca­ble- son <<objetivas» y estan <<por encima de los juicios de valor>>, y que los estudios feministas son <<poco eruditos>>, <<sesgados>> e <<ideologicos>>, es inmovilista. Aun as{, el hecho es que toda ciencia, y toda investiga­cion, y todo arte, son ideologicos; no hay neutralidad en la cultura. Y la ideologfa de la educacion que habeis adquirido durante cuatro años en un colegio universitario de mujeres ha sido en gran medida, si no ente­ramente, la ideologila de la supremacia del hombre blanco, un constructo de la subjetividad masculina. Los silencios, los espacios vados, el len­ guaje en si mismo con su extirpación de lo femenino, las formas de discurso, nos dicen tanto como el contenido, una vez que aprendemos a ver lo que se ha dejado fuera, a oír lo que no se ha pronunciado, a estudiar los modelos establecidos de ciencia y erudición con una mirada marginal. Uno de los peligros de una educacion privilegiada para las mujeres es que podemos perder la mirada desde el margen y llegar a creer que esos modelos funcionan para toda la humanidad, que son universales y que nos incluyen.

Y por eso quiero hablar hoy de privilegio, de representacion, y de poder. Todo lo que puedo deciros sobre este tema viene, ganado a pul­so, de los labios de una mujer privilegiada por su clase social y su color de piel, hija favorita de su padre, educada en Radcliffe, al que se deno­minaba entonces informalmente el <<Anejo>> a Harvard. Gran parte de las cuatro primeras decadas de mi vida se gasto en una continua tension entre el mundo que los Padres me ensefiaron a ver, y me premiaron por ver, y los destellos de percepcion que llegaban a traves de la mirada de la que se siente marginal. Gradualmente aquellos destellos de intuicion psicologica, que a veces paredan pinceladas de locura, comenzaron a exigirme que luchara por conectar unos con otros, a insistir que me los tomara en serio. Solo cuando pude confirmar finalmente la mirada des­ de el margen como fuente de una vision legltima y coherente, empece a ser capaz de hacer el trabajo que verdaderamente quería hacer, de vivir la clase de vida que verdaderamente queda vivir, en lugar de llevar a cabo el cometido que se me habla encomendado como mujer cuota y privilegiada.

Para las mujeres cualquier privilegio es relativo. Algunas de vosotras no nacisteis con privilegios de clase o de color de piel, pero todas teneis el privilegio de la educacion, aunque sea esta una educacion que os ha denegado durante mucho tiempo el conocimiento de vosotras mismas como mujeres. Teneis, para empezar, el privilegio de la cultura; es hue­ no recordar que en una epoca de analfabetismo en aumento, el 60% de los analfabetos del mundo son mujeres. Entre 1960 y 1 970, el numero de hombres analfabetos en el mundo se incremento en 8 millones, mien­tras que el numero de mujeres sin alfabetizar creció en 40 millones. Y el numero de mujeres analfabetas sigue aumentando. Ademas de la cul­tura, tenéis el privilegio de poseer la formación y los instrumentos que os permiten ir mas allá del contenido de vuestra educación y reeducaros, cuestionaros, por decirlo así , los falsos mensajes de vuestra educación en esta cultura, los mensajes que os dicen que las mujeres no se han preocupado realmente del poder o de aprender o de la oportunidad de crear por una necesidad psicológica de servir al hombre y tener hijos, que solo unas pocas mujeres atípicas han sido las excepciones a esta re­gla; los mensajes que os dicen que Ia experiencia femenina no es nor­mativa ni central en Ia experiencia humana. Teneis Ia formación y los instrumentos para llevar a cabo investigaciones independientes, para evaluar datos, para expresar lingiifstica y visualmente lo que descubrais. Esto es un privilegio, si, pero solo si a cambio no renunciáis al profun­do conocimiento de los no privilegiados; a saber que, como mujeres, se os ha percibido históricamente, y todavía se os percibe, como existien­do no por vuestro propio derecho, sino al servicio de los hombres. Y esto unicamente si no renunciais a vuestra capacidad de pensar como mujeres, ya que incluso en las facultades y en las profesiones a las que muchas de vosotras ireis llegando, se os alabara y recompensara por ••pensar como hombres».

La palabra poder esta repleta de significados para las mujeres. La hemos asociado durante mucho tiempo al uso de Ia fuerza, a las viola­ciones, a Ia acumulación de armamento, al despiadado aumento de Ia riqueza y acaparamiento de recursos, al mando que actúa solo en su propio interés, despreciando y explotando a los desheredados -inclu­yendo mujeres, niños y niñas. Los efectos de este tipo de poder nos rodean, incluso de manera literal, en el agua que bebemos y en el aire que respiramos, en forma de residuos radiactivos y cancerosos. Pero desde hace ya tiempo, las feministas han venido hablando de redefinir Ia autoridad, de ese significado de poder que vuelve a Ia raiz -posse, potere, pouvoir: ser capaz, tener Ia facultad, poseer y usar Ia energía creativa que una tiene- el poder que transforma. Una de las primeras objeciones al feminismo -en los siglos XIX y XX- era que este haria que las mujeres se comportasen como hombres -de forma despiadada, explotadora y opresiva. De hecho, el feminismo radical contempla una transformación de las estructuras y las relaciones humanas de forma que Ia autoridad, en vez de ser algo que solo unos pocos detentan, se literaria hacia Ia mayoría y se compartiría en forma de conocimiento, pericia, toma de decisiones, acceso a las herramientas necesarias, asf como en for­ ma de algo tan básico como Ia comida, el alojamiento, los cuidados médicos y Ia cultura. Feministas, y muchas no feministas, todavía se plan­tean, y con razón, el significado de Ia autoridad en esa sociedad, y las diferencias relativas de poder que existen entre las mujeres aqui y ahora.

Y ello me lleva a un tercer significado de poder que atañe a las mujeres: el falso poder que Ia sociedad masculina ofrece a unas pocas mujeres, con Ia condicion de que lo usen para mantener las cosas tal como estan y que piensen fundamentalmente «como hombres». Este es el significado de Ia cuota femenina: el poder, arrebatado a una gran mayoría de mujeres, se ofrece a unas pocas para que parezca que cual­quier mujer «verdaderamente cualificada>> es capaz de acceder al lideraz­go, el reconocimiento y Ia recompensa; es decir, que prevalece de hecho Ia justicia basada en el mérito. Se incita a Ia mujer cuota a que se per­ciba digna de ello y excepcionalmente dotada, diferente de Ia mayoría de las mujeres, a que se distancie de Ia amplia condición femenina y, de esa forma, las mujeres «Comunes» acaban· por verla alejada, quizás in­cluso como mas fuerte que ellas mismas.

Porque estáis lejos de los limites mas remotos de Ia marginalidad femenina y sois un grupo privilegiado de mujeres, es extremadamente importante para vuestra futura cordura que comprendáis Ia forma en que las cuotas funcionan. La primera gran contradicción es que aun pareciendo que ofrece individualmenre a esa mujer elegida los medios para que desarrolle su creatividad, para que influya en el curso de los acontecimientos, tambien, al imponerle un cierto tipo de conducta y estilo, empaña su mirada de marginal que podria ser el origen real de su poder y su vision. AI perder su visión desde el margen pierde Ia percepción que Ia une a otras mujeres y Ia afirma en si misma. Las cuotas demandan fundamentalmente que Ia elegida niegue su identificación con las mujeres como grupo, especialmente con las mujeres menos privile­giadas que ella: si es lesbiana, que rechace su relación con mujeres con­cretas; que perpetue las reglas, estructuras, criterios y metodologías que han funcionado para excluir a las mujeres; que no desarrolle o que re­nuncie a Ia perspectiva critica de su conciencia femenina. Las mujeres diferentes a ella -mujeres pobres, de color, camareras, secretarias, amas de casa en el supermercado, prostitutas, ancianas- se convierten en invisibles; pueden representar también, de forma extrema, lo que ella ha dejado o desea dejar arras.

El rector Conway me ha dicho que cada vez en mayor numero pasáis del Smith a cursar estudios especializados de derecho o medicina. La noticia es buena a simple vista: gracias a Ia lucha feminista de Ia decada pasada se abren mas puertas a las mujeres para entrar en esas dos poderosas profesiones. Me gustaría creer que cualquier profesión mejoraría al tener mas mujeres ejerciendola, y que cualquier mujer que ejerciera el derecho o Ia medicina usaría su conocimiento y su destreza para trabajar en Ia transformación de los ámbitos de Ia salud y de las interpretaciones legales, para que estos respondieran a las necesidades de todos aquellos -mujeres, gente de color, niños y niñas, gente an­ciana, desposeida- para los que todavia funcionan como controles re­presivos. Me gustaría creerlo pero no sucederá, aunque el 50% de los miembros de estas profesiones fueran mujeres, a menos que ellas rehu­sen convertirse en mujeres cuota en posición de privilegio <<desde den­tro», a menos que protejan celosamente el punto de vista y Ia conciencia marginales.

Ninguna mujer es verdaderamente una privilegiada en las institu­ciones apadrinadas por Ia conciencia masculina. Cuando nos permiti­mos creer que lo somos, perdemos el contacto con esa parte de nosotras que aquella conciencia define como inaceptable; con Ia resistencia vital y Ia fuerza visionaria de las iracundas abuelas, las chamanas, las fieras mercaderes en Ia Guerra de las Mujeres Ibo, las trabajadoras de Ia seda que se resistían a! matrimonio en Ia China pre-revolucionaria, los mi­llones de viudas, comadronas y sanadoras torturadas y quemadas como brujas en Europa durante tres siglos, las beguinas del siglo XII, que for­maron ordenes independientes de mujeres fuera del dominio eclesiasti­co, las mujeres de Ia Comuna de Paris que marcharon sobre Versalles, las amas de casa sin instruccion del Gremio Cooperativo de Mujeres en Inglaterra que memorizaban poemas sobre las tinas de los lavaderos y se organizaron contra Ia opresión que sufrían como madres, las pensadoras despreciadas como <<estridentes», <<chillonas», <<locas» o <<desviadas» cuyo coraje heterico para proclamar sus verdades nos es tan desespera­damente necesario como apoyo en nuestras propias vidas. Creo que el alma de las mujeres esta habitada por el espíritu de otras que, con ante­rioridad, lucharon por sus necesidades insatisfechas y las de sus hijos e hijas, sus tribus y sus pueblos, que se negaron a aceptar las prescripcio­nes de una iglesia y un estado masculinos, que se arriesgaron y resistie­ron, como hoy otras mujeres –Inez Garda, Yvonne Wanrow, Joan Little, Cassandra Peten– luchan contra los que las violan y maltratan. Esos espiritus nos habitan, intentan hablarnos. Pero podemos elegir no oir, y las cuotas, el mito de Ia mujer <<especial>>, Ia Atenea sin madre que surge de Ia cabeza del padre, pueden hacernos sordas a sus voces.

En esta década que ahora termina, dado que mas mujeres se están dedicando a trabajar profesionalmente (aunque todavía sufran acoso sexual en el Iugar de trabajo, aunque todavía estén superadas amplia­mente en numero por hombres en los puestos de mayor nivel y de toma de decisiones), necesitamos recordar con mas intensidad esa idea inicial del movimiento feminista tal como se desarrollo a finales de los años sesenta: ninguna mujer esta liberada hasta que todas lo estemos. Los me­dios de comunicacion nos inundan con el mensaje contrario, diciéndonos que vivimos en una época en Ia que se aceptan libremente los <<es­tilos de vida alternativos», en Ia que los <<Contratos matrimoniales» y una <<nueva intimidad» están revolucionando las relaciones heterosexuales, en Ia que el criar a los hijos de forma compartida y Ia <<nueva paternidad» están cambiando el mundo. Vivimos en una sociedad secuestrada por Ia industria del <<Crecimiento personal>> y el <<potencial humano>>, por Ia falsa ilusión de que se puede alcanzar Ia realización personal en trece semanas o en un fin de semana, de que Ia meditación trascendental puede mitigar o ahuyentar Ia alienación e injusticia que experimentan las mu­jeres, Ia gente Negra y del Tercer Mundo, y los pobres, en un mundo regido por machos blancos, en una sociedad que falla a Ia hora de satis­facer las necesidades mas básicas y que se esta envenenando lentamen­te. Quizás Ia expresión mas sucinta que yo he visto de este mensaje es Ia aparición de una revista para mujeres titulada Self? La insistencia del movimiento feminista en que Ia identidad de Ia mujer es preciosa, en que Ia ética femenina de autonegacion y autosacrificio debe dar paso a una autentica identificación entre mujeres que reafirmaría nuestra conexión con codas, se pervierte convirtiéndose en un narcisismo ventajo­so comercialmente y políticamente debilitante. Es importante que ya que estos mensajes van especialmence dirigidos a vosotras, discrimineis cla­ramente entre un <<estilo de vida liberado>> y Ia lucha feminista, y que hagais una eleccion conscience.
Es un cliché en las conferencias de las ceremonias de graduación que el conferenciante termine diciendo a los y las que se gradúan que por muy mal que lo hayan hecho las generaciones pasadas, su generación debe salvar el mundo. Yo preferiría deciros, mujeres de Ia promoción de 1979: tratad de haceros merecedoras de las hermanas que os prece­dieron, aprended de vuestra historia, buscad Ia inspiración en vuestras antecesoras. Si os han enseñado esta historia de una manera pobre, si no estais al tanto de ella, usad vuestra privilegiada educacion para co­nocerla. Aprended como algunas mujeres privilegiadas han puesto en peligro una mayor liberación femenina, como otras han arriesgado sus privilegios para impulsarla; aprended como mujeres brillantes y de éxito fallaron a Ia hora de crear una sociedad mas justa y asistencial, pre­cisamente porque intentaron hacerlo en términos aceptados y tolerados por los poderosos hombres que las rodeaban. Aprended a ser dignas de las mujeres que en todas las clases, culturas y momentos históricos lo hicieron de otra manera, que hablaron con atrevimiento cuando se in­sultaba y acosaba fisicamente a las mujeres por hablar en publico, que -como Anne Hutchinson, Mary Wollsronecraft, las hermanas Grimke, Abby Kelley, Ida B. Wells-Barnett, Susan B. Anthony, Lillian Smith, Fannie Lou Hamer -rompieron tabues, que se opusieron a Ia esclavi­tud- Ia suya propia y Ia de otros y otras. Llegar a ser una mujer cuota -ya sea porque ganas el premio Nobel o porque simplemente consi­gues un puesto a costa de negar a tus hermanas- es convertirse de hecho en algo menos que un hombre, ya que los hombres son leales al menos a su vision del mundo, a sus !eyes de hermandad y a sus intereses mas­culinos. No estoy sugiriendo que imitéis las lealtades de los hombres; como Ia filosofa Mary Daly, creo que los lazos entre las mujeres deben ser completamente diferentes y tener un fin completamente distinto: no el acumular avaricioso de recursos financieros y poder, sino el liberar de unas hacia otras las reservas y el poder transformador de las mujeres que todavía permanecen sin explorar. Conseguid todo el saber y destre­za que podáis en Ia profesión que ejerzáis, pero recordad que Ia mayor parte de vuestra educación debe ser autoeducación, para aprender lo que las mujeres necesitan saber y congregar las voces que necesitamos oír dentro de nosotras.

«¿Qué necesita saber una mujer para convertirse en un ser humano consciente de sí mismo y con capacidad para definirse? »

(Pregunta planteada por Rich en la conferencia que impartió para Ia ceremonia de graduación de 1979 en el Smith College, uno de los primeros colegios universitarios para mujeres, Northampton, Massa­chusetts)

Adrienne Cecile Rich ( Baltimore, EE.UU. 16 de mayo de 1929 -Santa Monica, California, 27 de marzo de 2012).Poeta, ensayista, académica y activista feminista. Considerada como una de las pensadoras mas influyentes de su época.

Nació en una familia acomodada.Su padre, un brillante patólogo, era un culto judío asimilado. Estudió en el Radcliffe College donde obtuvo el título de Bachelor of Arts. Conducida por su padre a perseverar en el estudio y en la practica de la poesía, Rich publica en 1951 su primer libro de poemas, A Change of World.  Cuatro años después aparece The Diamond Cutters, que le valió entusiastas elogios de importantes poetas de la época. Se casa con Alfred Conrad y con 26 años tiene su primer hijo y comienza una vida que mas tarde ella definiría como de domesticidad absoluta en los suburbios acomo­dados de Cambridge, Massachusetts. A la edad de treinta años, Adrienne Rich tenía ya tres hijos.

En 1963, tras ocho años de silencio dedicada a su familia, publica Snapshots of a Daughter-in-Law, y empieza a fijar, la fecha en cada poema en un intento de establecer una conexión entre su vida y la poesía. En los años sesenta Rich se siente profundamen­te implicada en los cambios políticos y sociales que están teniendo Iu­gar en Estados Unidos y comienza a investigar y profundizar en el po­der del lenguaje como fuerza de alienación, en los derechos civiles de las minorías y en el Movimiento de Liberación de la Mujer. Necessities of Life (1966), Leaflets (1969) y The Will to Change (1971) se publican en estos años y se convierten en la prueba escrita de su convicción de que lo personal y lo político son inseparables y que  la corrupción del lenguaje es parte fundamental de cualquier política explotadora. En 1970 el divorcio y el suicidio de su marido también se plasman en u poesía de ese momento.

En 1973 publica Diving into the Wreck le vale a Rich el prestigioso National Book Award que ella acepta «en nombre de todas las mujeres». En 1976 se declaró lesbiana y publica la mítica obra «Nacemos de Mujer», una revisión feminista de la maternidad y una queja apasionada de la falta de control que la mujer ha ejercido siempre sobre su cuerpo, un cuerpo sobre el que, según sus palabras, el patriarcado ha erigido su poder.

Desde los 80 y hasta el final de sus días, su pareja fué la escritora Michelle Cliff.

Los poemarios The Dream ofa Common Language y A Wild Patience Has Taken Me This Far, mostraban la conviccion de la autora de que la identidad femenina se forja dentro de una comunidad de mujeres unidas por unos lazos de afecto y solidaridad que tienen indudables resonancias homosexuales. En años sucesivos los poemarios se fueron sucediendo: Your Native Land, Your Life  (1986), Time’s Power  (1989), An Atlas ofthe Difcult World  (1991), Dark Fields of the Republic (1995) y Midnight Salvage (1999). Todos ellos representaron un paso más en su camino hacia la adquisición de una identidad propia, abandonando una poesía explícitamente lesbiana y acercándose al mundo masculino a través de la recuperación afectiva de las figuras de su padre y de su marido. Aunque continua viendo la rea­lidad desde una óptica feminista, Rich ha mostrado en estos libros su solidaridad con todos los seres humanos y una conciencia mas amplia de lo que es el yo con relación a los demás.

La obra poética y ensayística de Adrienne Rich ha sido inspiración de las luchas feministas en toda América.

Premios:

 El  National Institute of Arts and Letters en 1959, Shelley Memorial Award en 1971, National Book Award en 1974,  American Academy of Arts and Sciences en 1991, y el Premio Griffin Trust por Excelencia en la Poesía. Fue Doctora Honoris Causa por Smith College y por las Universidades de Brandeis, Harvard y City College of  New York. 

En 1994, al ser galardonada con el National Book Award se negó a recibirlo individualmente, por lo que se unió a otras dos poetas nominadas, Alice Walker y Audre Lorde, para aceptarlo en nombre de todas las mujeres «cuyas voces aún no se han escuchado en un mundo patriarcal».

En 1997, Rich rechazó la Medalla Nacional de las Artes como acto de protesta contra el gobierno de Bill Clinton manteniendo en una carta publicada en Los Angeles Times el 3 de agosto de 1 997 que «un Presidente no puede rendir honores significativamente a determinados artistas simbólicamente elegidos mientras Ia gente, en su mayor parte, esta tan deshonrada».

Enlaces de interés :

http://porelpanylasrosas.weebly.com/uploads/1/1/8/1/11810035/adrienne_rich_-_sangre_pan_y_poesia_prosa_escogida_1979-1985.pdf

https://www.google.com/url?sa=t&source=web&rct=j&opi=89978449&url=https://we.riseup.net/assets/452378/Adrienne%2BRich%2BSangre%2Bpan%2By%2Bpoesia%252C%2BProsa%2Bescogida%252C%2B1979-1985.pdf&ved=2ahUKEwjF4fnAx_-PAxVtVaQEHUnqHJ84ChAWegQIGBAB&usg=AOvVaw39oJ2lCTsW_OG0Itv-865Y

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