11 Poemas de Alejandra del Río Lohan

Abrir los ojos es romperse por el centro 
y engendrarse en cada rotura un asentamiento de millones de años 
esparcidos o mejor poseídos de cada hilacha 
de cada rincón del retazo nuevo y sangriento y arrugado.

Abrir los ojos es andar poniendo seña 
o hallar la voluntad de hacerlo por despecho 
por venganza a la ceguera 
al dulce afán engañado por la eterna lengua tan promiscua 
pues no hay lengua verdadera que tenga el centro intacto 
antes bulle vientre adentro el estallido 
y se dan mandobles a los sinónimos para asegurar con la cabeza la estocada.

Abrir los ojos no viene a ser una esperanza 
ya lo habrá previsto así el de las cursivas cualquier tarde calurosa 
una vez reconocida la quebrada bajo los pies 
un vacío para el que nada sirve la máscara de gala.

«Habría que ser tan valiente para huir» habrá dicho en su fortaleza.
«Habría que ser tan valiente para volver» dirá en otro tiempo 
otra urbe más terrible.

Samariterstrasse resiste

La tribu universal ensaya sus acaloradas discusiones de licor y yerba 
característica debilidad en los sentidos 
reflejos dormidos 
la lengua pastosa arrastrando el ocio productivo de la conversación 
la reflexión es el zumo de todo vacío 
yo también intoxico mi identidad con la identidad ajena 
me pierdo en el vaho y en el duro repiquetear de los tambores. 
Los bravos mancebos de las botellas exhiben sus tatuajes y eructan con sofisticadas maneras 
las altas muchachas se abandonan en el raído pantalón y mueven sus ombligos como sirenas 
en mares turquesa 
el tarro donde crepita el fuego del infierno cobija a elefantes rubios, al cadáver melenudo y al ángel infaltable
yo nado en los sudores generales 
me acomodo al hueco de las rodillas 
dudo de aquello que me es otorgado 
pero no dudo del siguiente trago. 
Es que aquí estamos, aquí estamos 
viendo pasar las horas 
menos solos que solos en nosotros mismos 
los oráculos tremebundos vaticinando las próximas tormentas 
yo doy gracias porque el techo humano nos sostiene 
al menos por esta noche 
la ceremonia del brindis traerá actividad al vidrio 
ojalá deje entrever la luz de los corazones 
la profundidad de la vana celebración 
la labia prendida del chiste 
la caída de los ídolos de la buena presencia 
todo sea por ver amanecer 
el hachich odia mi lápiz 
enormidad de litros olvidados 
montículos de colillas 
una poca de luz todavía testifica 
como resistimos en Babilonia los inviernos.

Correlación de fuerzas

De un lado el enemigo

poderoso en egoísmo

mofándose de las heridas

que el mismo provocó

Del otro lado el lobo

con su infinita entrega

convenciéndose de su valor

A este David imberbe

el aliento le hace el peso

contra el coloso

piedra versus fusil

una niña frente al fuego

Estas son las cartas

este es el juego que quema corazones.

De Capuchita negra

Hay una niña en un pozo

Una línea corta el horizonte en dos.
No es necesario que alguien diga uno y otro lado 
ya la niña se ha puesto a lamer la huella 
y a confundir con sus saltos y sus vítores y su ahínco 
las distintas lunas del espejo.

Una línea divide el horizonte en dos.
La niña sigue el paso del conejo y bebe del pozo 
como quien bebe de su propia caída.

Una línea fija el horizonte en dos.
Dentro de la línea una niña cae y cae preguntándose a viva voz 
la duración de su caída.
No causará extrañeza el llanto de la niña cuando tope fondo 
-pero no topa fondo-
y no será raro tampoco que el horizonte recupere su unidad 
si la niña lograra mirarse en lo hondo de su llanto.

Pero la caída trae como consecuencia 
anverso y reverso de un único horizonte.

de Escrito en Braille (Santiago, 1999)

Agar en el desierto

¿Realmente he mirado yo al que me ve?

Génesis 16:13

Acaba de brotar agua de salvación

Ya me estaba despidiendo del muchacho

cuando El Grande escuchó su llanto

después de haber sido expulsado por su padre

sin más herencia que un odre vacío

y una hogaza de pan añejo

El Grande no resistió

el llanto del muchacho

la traición a la esclava

que por muy esclava que sea

es madre de primogénito

Esclava fui

entregada como cosa que se usa

según necesidad

debido al vientre seco de la esposa

sacrifiqué belleza en tálamo senil

por la famosa descendencia

y la tierra prometida

¿Qué se supone que va a heredar

el malcriado de Isaac?

Un páramo yermo

una desolación abrazadora  

un espejismo

cuatro piedras quietas

¿Por este desierto los hermanos

serán enemigos?

Que no lo permita El Grande

el Dios de la Vista

cuya misericordia observa

y abre pozos de salvación

A nosotros nos basta

la extensión llana del horizonte

junto a estas dunas

al amparo de la fuente

criaré a Ismael

Señor de los Arqueros

Yo no vuelvo a la tienda de la ofensa

no seré aplastada por la envidia

el escorpión es mejor compañía

que el veneno del ama

No nací para capricho

de la pareja elegida

soberana sobre tierra infértil

Soy abuela de multitudes

ninguna esposa me quitará ese derecho.  

Bajo el árbol 8 minutos bastan

El espíritu del árbol me habla quedo 
por él entiendo cuánto debo a la partícula 
a la rama desprendida y al rumor de los días idénticos.

La vida de la pradera me abraza desde su más fresca brizna 
yo me quedo en la conversación del bosque 
larga en el sol demorado 
muy parecida a una piedra 
extendida y contrita a la vez 
no diría como adorno sino como solución en el paisaje.

Me abro y entiendo 
todo es inevitable 
sereno y perenne a través de los ciclos.

Cuelgo ese YO tan preciado 
del total para que se pierda 
¡es renovación cada muerte sufrida!.

Pongo mi atención en el entorno 
es que soy infinita.

Ruinas de la casa

En la casa del amor están rotas las ventanas
se cuela el frío por ellas
entra lluvia de pájaros
se levanta un polvo de huesos

En la casa del amor los dinteles sonríen
a los nombres olvidados
erradas inscripciones que sostienen el umbral

En la casa del amor están rotas las ventanas
nadie puede mirar a través
de la vendedora de cerillas

(La luz no tolera el descampado)

En la casa del amor
hay muros parecidos a perforaciones 
puertas tatuadas de siglas
que el tiempo borra como contornos de arena

(Bracea el náufrago de siempre)

La casa del amor
no tiene techo ni suelo
menos argolla y almohada
pero una ventolera de muertos tiene
algunos de los cuales se jactan
de poseer sigla
en la sonrisa del dintel.

Gemütlich

como de un trapecio en el otro 
como el acróbata neófito respiro a salvo en el carro de Ubahn 
descansando en los rostros que no deseo comprender sino en la fugaz dimensión de la fantasía 
como en casa cuando el ebrio de siempre escandaliza a la viejecilla de siempre o la luz matutina alegra las gafas de los lectores 
hay tres niños turcos irritando a los adultos con sus monerías extranjeras 
hay un perro azul durmiendo largo la siesta en el pasillo 
hay adolescentes sordomudos inmersos en un bullicio de manos 
hay hombres apretándose contra el fondo del vagón 
hay madres naturistas de hijos enfermos que acarrean con ellos todo el polvo del pantano 
hay un desadaptado, sin techo ni cuenta bancaria, vendiendo a módico precio el último pasquín 
hay brujas groseras amadas por tímidos príncipes 
hay un gordo con ganas de hablar que sonríe a su reflejo 
yo soy un pedazo de toda esa nada 
yo voy hacia algún sitio mezclando mi nada con la nada general 
yo tenía desde antes un vacío y lo traje hasta este hueco 
aquí me quedo al menos 8 estaciones más 
como en el recién estrenado número el trapecista 
fija bien los pies antes de saltar.

Cuenco

Acotada
entre tus brazos
estuve acotada

Agua sin cauce
que confluye a la sed
pues alguien espera
saciarse con ella

Yo era desparrame
conocía del mundo
sólo expansión
los días contaban pérdida
medían derroche
no daba conmigo
conmigo no daban
fluía sin nombre
extensión ignorante
sitio eriazo del lamento
boba pulsión del adiós
desperdicio andariego
una errante sin pausa era

Hasta que entre tus brazos
fui reunión.

Quedishtu

El amanecer era blanco.
Gonzalo Rojas

Llegas mordido de polvo
pesado de sangre
el peto abollado de almas
los ojos cargados al odio 
tus pies anduvieron suplicios
tu cabeza sola ya no habla
gruñe un poco de agua
la sed que el infierno no sacia

Eres el extranjero
de lejos te vi
un desperdicio de la mano de los dioses

Los hombres como tú vuelven desechos
sostenidos apenas
hay que religar sus partes

Las partes aisladas sollozan
las partes jirones aguardan
el embrujo divino que junta

Primero: lavo
el agua disuelve toda condena

Segundo: lamo
mi boca urde la trama que eres

Tercero: unjo
mis manos devuelven poder

Cuarto: beso
hay labios que enseñan a orar

Quinto: observo
mis ojos añaden valor

Sexto: hablo
que mi susurro te haga arder

Séptimo: abro
una resistencia para alcanzar más honduras

Octavo: cabalgo
el esfuerzo vale tu hartura

Noveno: recibo
mi cuerpo ha sido tu templo

Décimo: sello
completo te querían los dioses.

Querida familia:
ustedes preguntan por mí 
sepan que llevo tres meses de muerta

mis huesos han empezado a florecer 
acabo de llegar y sé que hasta aquí me han seguido algunos fantasmas 
pero no dieron con mi calle 
yo estaba desaparecida 
otra en mi lugar piaba con mi voz perfectamente desconocida 
otra en mi lugar sostuvo las experiencias pasadas 
revisó antiguos cuadernos 
juntó reservas de fuegos ya consumados 
de lágrimas entregadas a destajo. 
Aquí hay ciertas esquinas 
precisos sacados en el muro para acomodar la maniobra del recuerdo 
hay como islas, mesas queridas donde he dejado un gran esfuerzo
paraderos conocidos y túneles de breve lapso. 
Son resquicios de antiguos cotidianos 
un aroma 
un agujero aporta al hogar interno y al santuario 
un ángel saluda de una inmensidad a otra de la acera. 
Fuera de todo aquello de minucia conquistado 
un peldaño corto apenas, un respiro 
las planicies de desconocidos 
el enorme social solitario 
la sequía del afecto. 
Aquí se miran entre ellos 
todo el tiempo 
las posturas correctas y las palabras adecuadas 
aunque no te vean ni a la nada germinando 
sólo aparece la mácula en el traje 
el error gramatical 
sólo la diferente piel 
el peinado más bizarro 
las piedras sobre el pecho y el pájaros silbando sobre ellas 
nada ven, ni la población de gusanos 
querida familia 
aquí bajo la tierra sobrevivo 
al paulatino acomodo de las conductas 
la generación de nuevos miembros adecuados para nuevas condiciones 
si mi ánima me arrastra a rincones donde resisten otros difuntos 
tal vez animales 
no se preocupen 
para hallar hogar basta poner el corazón en otras manos 
y servir de almohada 
de mesa 
de materia para el abrevadero.

Alejandra del Río Lohan (Santiago de Chile, 1972). Poeta, docente, traductora, terapeuta humanista-transpersonal.

Hija de madre alemana y padre chileno, por lo cual la biculturalidad es algo que marca toda su vida. Estudió Literatura en la Universidad de Chile. Residio en Alemania desde el año 1999 hasta el año 2009. Realizó allí estudios sobre Escritura Autobiográfica y Creativa en la Alice Salomon Hochschule en Berlín.

En 1994 publica su primer libro, El yo cactus, con el cual obtuvo el primer premio en el «Concurso de Poesía para Obras Inéditas» convocado por el Departamento Técnico de Investigación de la Universidad de Chile. En 1995 fue becaria de la fundación Pablo Neruda, donde se gestó Escrito en Braille. En 1998 con su libro Escrito en Braille obtuvo el premio “Eusebio Lillo” de la I. Municipalidad de El Bosque. Irónicamente parte del premio consiste en una publicación en LOM, sin embargo, dicha casa editorial se niega a publicarla por no enmarcarse en su línea editorial.

 Alejandra del Rio se ha dedicado tanto a la poesía en papel como a la performance, trabaja con niños, intervenciones artísticas, video-poemas y grabaciones. Ha participado desde muy temprano en intervenciones en espacios abiertos. Sus comienzos fueron cuando aun era estudiante de la Universidad de Chile, donde junto a otros compañeros de carrera conformaron “Water loo” como una forma de protesta respecto a los encapuchados y los disturbios que éstos provocaban, es así, como en vez de combatir con capuchas deciden combatir con poesía.  Creadora de la metodología de enseñanza del lenguaje llamada “Educación Poética”, es especialista en diario de vida y escritura terapéutica y fundadora de «Mano escrita, una fundación enfocada en educar y sanar por la escritura.

Ha traducido poetas alemanas como Ingeborg Bachmann, Hilde Domin, entre otras. 

Algunas de sus obras publicadas:

  • El Yo Cactus, Universidad de Chile, Santiago(1994)
  •  Escrito en Braille, Santiago( 1999)
  •  Material Mente Diario (2009)
  •  Dios es el Yotro (2010)
  •  Llaves del pensamiento cautivo, Garceta Ediciones, 2016, Santiago (2015)
  •  Dramatis Personae, Editorial UV de la Universidad de Valparaíso, Valparaíso, Chile,(2018)
  • Capuchita negra (Editorial Aparte, 2019)
  • Escrito en braille 2da edición ( Universidad de Valparaíso, 2020)
  • Tú calas (Editorial Aparte, 2021)

Enlaces de interés :

http://alejandradelrio.blogspot.com/?view=classic https://www.blogger.com/profile/16611195419844021567

https://www.manoescrita.cl/?fbclid=IwAR1OapgXUMYhWCseXpjvzI_GoVwMwkl21ix6o_HGVJiubMxAzHUSGiKnCyE

Entrevista a la poeta Alejandra del Río : “La poesía es un trabajo de largo aliento, por eso no puede ser monótona, para andar con ella hay que acostumbrarse a la variedad de caminos”

Alejandra del Río Lohan*: “Renegué de Neruda, me cansaba su voz, tuve una saturación, solo toleraba “Residencia en la Tierra” y empecé a buscarle fallas; su machismo, su personalismo, su omnipresencia”


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