“Nada tiene un valor mayor, en importancia, que el amor”
Olga Elena Matei
La señora burguesa
Yo soy una señora burguesa
con la barriga inflada
y escribo poesías
con dolor de garganta.
He sido
niña prodigio
muchachita insoportable
mala estudiante
reina de belleza
modelo
de esas que anuncian
sopas, o telas o artículos diversos…
Me metí en este lío inevitable
de enamorarme
y sacrificar a un pobre hombre
hasta convertirlo en un marido
(sin mencionar de paso
en qué me he convertido)
y cometí el abuso social
imperdonable
de tener cinco hijos.
He fracasado como madre
como esposa
como amante
como lectora
como filósofa.
Lo único que puedo hacer
mediocremente bien
es ser
señora burguesa
y despreciable
imperdonablemente inútil.
Y eso
es precisamente lo que me infla
la barriga
y me hace escribir poesías
con el dolor de garganta
que me saca la rabia.
Porque todos los días me acuerdo
de la guerra y el hambre
que son tan reales como las señoras
a la misma hora
en que estoy aquí sentada
como una pendeja.
De La gente (1973)
Instrucciones de procedimientos
para expandir el aura
Para empezar,
déjate amar:
déjate amar del alma
que se acerca a tus tristezas,
de mi alma que busca
tus entrañas desiertas…
Luego, escucha…no mis promesas,
sino tus propias quejas,
tu añoranza, tus carencias;
la frialdad nocturna;
la oscuridad que te silencia.
La soledad interna….
Y después, recuerda:
recuerda mis palabras
que te dejan
sabores de esperanza.
Recuerda mi mirada,
la que intenta
penetrar en tu alma.
Abre
de par en par la entrada,
haz que un túnel secreto
conecte las pupilas:
déjame transitar por esta vía,
alcanzarte en el vértice
al centro de tu fuero.
Y entonces, alza el vuelo
al impulso de un beso,
sube en su fuerza, flota en su aliento,
recóbrate en su eco,
gira en su vórtice
magnético.
El amor es ciclotrón de plasmas vivos.
Ciclones energéticos.
Es el crisol que funde en amalgamas
las almas que se aman,
los espíritus capaces
de superar este nirvana
que nos sujeta y nos condena
a este planeta.
Si me amaras,
te enseñaría la manera
de alcanzar sin batallas
la verdadera meta,
te llevaría a la montaña
de los iluminados que superan
los lastres
de la tierra.
Déjate amar…
Intenta
levitar en mi esfera,
entre la luz intensa con que el amor refleja
su índole sagrada, su vibración secreta;
si la elación del alma
te re-crea
convertido en asceta,
se acrecerá tu aura
y el resplandor que te rodea.
Yo seré el diapasón
de tus ondas perfectas:
ambos podremos ondular
en el acorde unísono:
gemelos en espejo,
dos personas en eco,
pensamientos expandidos
que penetran
la luz ajena,
la sombra alterna,
el cuerpo etéreo,
el alter
ego.
De “El profundo placer de este dolor“(2007)
CATLEYA
Se hace de sí misma
la carne de la orquídea:
De su hermosura
surge su agenda silenciosa,
y sin que nadie escuche
su sangre rumorosa,
cada gene construye
su cuerpo, gota a gota,
como una adolescente
que se forma
de los besos que espera,
de las mieles que ignora.
Como espejo, genera
la luz con que diseña
el giro en su corola.
Cada célula sueña
su imagen carismática:
se dobla y multiplica
y es blanda arcilla mágica
que crece entre los dedos
de la vida.
De sí misma,
como la carne herida,
regenera, de su propio dolor
nueva y dulce materia,
y cifra* su belleza
en la clave cifrada**
por la naturaleza,
trazando por sus venas
la arquitectura alada
que en aromas levanta
su embriagada cabeza.
La ruta de su savia
describe su silueta
y en sus jugos decanta
su temor, y proyecta
el clímax de su día.
En sus horas de gloria,
de su linaje acopia
translucencias de cera
y tinturas de nácar,
la textura del ámbar,
el color de la perla.
Sólo el alba la emula
en blancura
y en gracia.
De su estructura interna
deriva su armonía
y hasta la piel le brota
esa tersura ungida
que seduce a quien toca.
Pero no, no la palpes,
no la violes,
ni holles.
Únicamente mírala!
La huella de los hombres
la hiere y contamina:
Sólo para los dioses
su gestación se enciende
y se ilumina.
A sí misma
se nace
y se prodiga.
Su creación florece
entre su propio enigma.
* cifrar: basar un proyecto
** cifrar: poner en clave
De “En la balanza de piedra y cielo”
Olga Elena Mattei , era nombrada como la ‘Liz Taylor antioqueña‘
ÁRBOL
Un árbol que yo misma sembré
se vino abajo
bajo el cielo
de enero.
En las tardes
fue un guardia dirigiendo
el tráfico del viento
y en la noche,
portero vigilante que entregaba mis llaves
a los astros sonámbulos.
No amanecía la dulzura de la lluvia
sin entreabrir primero sus pestañas,
y cuando el sol jugaba por mi césped,
mi cotidiana lámpara
era su copa iluminada.
Era el lindero de la ausencia,
la sombra de mis huellas
en la tierra.
Señalando el horizonte me llevaba
más lejos que mis sueños,
y era la voz del aire
si hacíamos silencio.
Pero hoy, hacia la tarde,
dirigiendo su paso por mi calle,
lo atropelló la brisa de repente,
y era tan alto y tan abierto
que no pudo apoyarse entre mis manos
y se me vino al suelo
¡irrevocablemente!
De Palabras como granos
URNA 874, SALA QUIMBAYA
Donde no buscaba mi memoria,
ahí estaba:
en el sitio de los muertos,
en tu historia,
en la vasija combada
como vientre
y en la arenosa esponja de tus huesos…
Indio-Madre que habitas
la voz del barro
en la sonora
cantimplora
seca
en donde el agua
fuera
solo un eco,
y era licor el alma.
Mi sed solo quería
la aguja de tu hueso
para guardarla en mis armarios
junto a mi rosa de los vientos,
marcando en el cuadrante
de los tiempos
el día de mi arribo
a la sala del limbo
donde tú esperarías
en silencio.
Mi abuelo indio,
mi madre-tierra.
Qué de huesos cautivos
en urnas centenarias,
contando con los dedos
del carbono
el lento retroceso
de la fugaz partícula
hasta la luz enamorada
de cada
pupila!
!Que de huesos! Cuánto polvo!
!Cuánta cal y cuántos
sueños!
!Qué de batallas y de esfuerzos!
Míralos ahora
expuestos
en vitrinas…
y las gentes que observan,
escudriñando entre sus años…
Son como viento,
sombras que pasan,
vidas,
islas que flotan
a la deriva.
Rostros ciegos que imaginan
solo polvo de arcilla!
Solo polvo de polvo
y ninguna
semilla.
Pero yo los venero.
En la mano
ahuecada de mi mente
intento
resanar su herida.
Este hueso es ancestro;
y sin embargo,
yo no puedo evitarlo:
su materia deshecha
se desmorona ardiendo
como una pavesa
que sube del fuego.
Ni el dedo del futuro
ni la fuente al recuerdo
lograran ya jamás
reconstruir su cal
y recobrar su cuerpo.
Más yo que me buscaba
la memoria en la vida,
la encontré en la semilla
de los muertos:
en la medida clara
de su humana grandeza,
en la rara
dimensión
de mis ancestros.
De “Itinerarios contra el tiempo”
COSMOGENESIS III
Roncando como truenos del averno,
tétrica,
la tierra esférica, tambalea,
su matriz inmensa
preñada
con el peso del futuro
que va a desparramarse por sus muslos.
Monstruosa
madre,
en sus fauces de cavernas
se quema y se cocina
la materia que transforma
su más secreta
piedra.
Sus pectorales músculos
pletóricos
y su pulmón de cavas
alveolares primordiales
deletéreas
soplan hasta insuflar de vida
la síntesis carbónica
de luz y clorofila.
Los pliegues de su vientre,
y las arrugas de su gleba
forman y nutren
y acunan la semilla.
Y entonces el proceso
de sus jugos nucléicos
compone sus canciones
de enamorados sueños,
poemas para orquesta,
escaleras espirales de materia
genética.
Tras de millones de millones
de años-fuego,
llegamos.
Apenas comenzando,
procariote ancestral,
microscópico
Adán,
ser
primero,
mi pre-yo bacterial
donde el proyecto
del amor
se me encendió
de vida
en la fusión
de la forma materia
con la forma energía.
Y desde allí se abriría
la pupila!
Entre tanto universo,
¿Qué gota nos destila?
Y en el caos,
¿Qué nos contamina?
1990
De “Poemas del asombro”
MATRIZ DEL UNIVERSO
El espacio es la placenta,
la matriz del universo.
Y tú,
padre nuestro,
la Energía.
Tomas mil formas.
Transformado
en luz
penetras
la vagina
del cosmos
y lanzas
tu semilla
explosiva.
Nebulosas que giran
expandiendo
el vientre del espacio
germinan en silencio
a los hijos
de tu verbo.
Cuerpos siderales
secretos
que nuestros instrumentos
van descubriendo.
Nébulas,
polvo de materia,
zigotes, embriones,
espirales, galaxias, estrellas,
soles binarios gemelos,
sistemas planetarios.
Todo el proyecto culminado
en las especies
vivas que pululan
en los pliegues
de la costra
de las esferas de piedra
donde el fuego cesa y el agua que alimenta
nos espera.
La vida en su crescendo…
cuando la luz nos gesta
empujando
su miembro mágico
entre el íntimo ámbito
de una ninfa que se acuesta formando
con su vientre
la curva infinita de todo cuanto existe.
Luz: semental
del universo….
Y en el fondo, resbalando,
el Tempo!
Floreciendo,
abriendo su secreto:
porque el tiempo
es el Huevo.
De “Poemas del asombro”
UMBRALES
Círculos,
redomas,
retortas, alambiques,
tubos frágiles,
vidrios
donde el vapor describe
sus volutas;
cristales, estructuras microscópicas,
mundo que se abre
bajo las puntas de la luz,
en el nivel elemental
de cuatro cuerpos
airados y tremendos:
fuego, agua,
tierra,
viento.
Yo soy el dueño.
Mi retina
se toma los terrenos
de ese reino.
He traspasado puertas
electrónicas
que yo mismo me he hecho
y túneles abiertos
hasta submundos microcósmicos
secretos.
Yo soy el hombre.
Soy el dueño. Con mi dedo
he punzado la vida.
No me bastó segarla
en genocidios ciegos
cuando aprendí, cruelmente,
a convertir
los átomos
en fuego.
También quise
ser Creador, y de la piedra
transmutar, ya no el oro,
sino
la sola célula,
el ácido inactivo
convertido en potencia.
He ordenado
en la materia quieta
la carne
de la vida.
He ensamblado polímeros
para hacer cintas nucleicas
de moléculas vivas.
Y con mis manos he mutado
los planos
de la naturaleza,
corrigiendo, arbitrario
el paisaje
y el campo,
la víscera
y el rostro,
el gene
y el satélite.
Mutantes
mutando.
Yo soy el hombre
que hago
mi mundo
a mi agrado.
Todo lo sé,
todo
lo he logrado.
Pero al final me pregunto
si no estoy
equivocado.
De “Poemas del asombro”
ESPIRAL
La escalera secreta
tiene los peldaños
de materia genética,
dos bandas entorchadas
suben desde la tierra
hasta los más profundos
niveles de conciencia.
Es la estructura clave
donde se apoya el cosmos
ascendiendo a la vida.
Espiral que se envuelve
como eclíptica,
balanceando en sus giros
el circo luminoso
de las especies
y los seres.
En sus hélices, escrita,
nace la palabra,
el proyecto,
la carne, el pensamiento,
la verdad
y la mentira.
Desde su último elemento
plasmático y nucléico,
la sangre de la herida
madura en la materia.
Y palpitan
danzando en su molécula
profunda y escondida
las voces de la herencia
y el hito de la muerte
contenida
en su esencia.
Pero en sus trenzas fieles,
bajo su fuerza ciega,
se ciñe el universo
al plan supremo,
se descifra
la pasión del verbo.
En su río profético
rodamos,
en su flúido magnético
ascendemos
hacia los más altos
niveles de conciencia…
y flotamos,
enlazados,
girando con los cilios
de genes y dendritas
en tempestades eléctricas
y químicas,
en el oxígeno vital
y el hilarante gas
de las rutas orbitales,
deshilvanando ovillos
de polímeros
por laberintos cerebrales
en sagradas regiones
de la noosfera
donde los dioses superiores
y los espíritus libertos
nos observan
y esperan.
1974
De “Poemas del asombro”
No hubiera sido necesario
escribir tanto
si la palabra hubiese sido
densa.
Pero no había en el lenguaje
ni tampoco en las ideas
tanta fuerza.
Yo era
solamente un ser humano
en trance de existencia
sino también, y sobre todo
una siquis interna,
una persona que en la mano
formaba una centella.
Creía en el amor.
No solamente en su alegría,
sino más bien en su dolor
y lo llevaba en la mirada
creyendo que existía
la comunicación.
No hubiera sido necesario
dar tanta explicación.
Bastaba hacer silencio.
El silencio es mejor
De ” La gente”(1973)
Olga Elena Mattei Echevarría (Arecibo, Puerto Rico, 1933). Poeta, crítica de arte, actriz de teatro, bailarina de ballet, modelo, presentadora y galerista. Es reconocida como una de las mejores poetas de Colombia. Única mujer poeta incluida en los 100 personajes antioqueños del Siglo XX. Incluida (con 11 mujeres) Colección “Grandes Hombres de Antioquia” del ITM..así como en una lista de investigaciones biográficas de la Universidad de Antioquía de los diez escritores antioqueños más importantes, en la que era la única poeta viva.
Hija de un agrónomo isleño, especialista en caña de azúcar, quien llegó a Colombia trayendo una cepa, la cepa Mayagüez, que él había desarrollado, y de Olga Echavarría, una mujer de Medellín, nació en la Isla del Encanto porque allá vivieron sus padres. Después de pasar parte de la infancia en Venezuela, la trajeron a Medellín a los 10 años “y aquí me acabé de criar”.
Desde pequeña estuvo rodeada por el arte y el buen gusto por lo cual decidió estudiar teatro, ballet y escultura durante su juventud.
A los 11 años escribi unas memorias de cuando tenía 7. Fue sobre un viaje en barco en trasatlántico. Luego, a los 12 años, entró al colegio La Enseñanza y se lo publicaron. Todas las monjas la felicitaron. “Ahí supe que yo era escritora, no que iba a ser”.
Estudió Filosofía, Letras, Arte y Decoración, en la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín. Casada con el artista Justo Arosemena, tuvo cinco hijos en seis años y, con ese modo de ser suyo, “no los dejaba llorar por la noche. Comenzaban a llorar y no sabía por qué. Si era que habían quedado con hambre. Deseaba tener senos de cristal y que estuvieran graduados con onzas para saber cuánto debía darles. De modo que más bien me sacaba la leche y la guardaba medida para cada toma. Todo lo hacía en otro cuarto para que Justo durmiera. Después, me acostaba a las siete de la mañana, cuando tenía quién siguiera cuidándolos”. Cuenta que ha visitado a 13 neurólogos y ninguno ha conseguido voltearle el sueño.
Cuenta la autora que su único maestro para el arte poético fue Manuel Mejía Vallejo.
“Le pregunté a Manuel si me miraba unas cosas y él si se sentó a decirme lo que pensaba: “Esto parece un tango, esto parece un bolero, esto quítelo. Vea, aprenda a usar las tijeras” ¿Cómo así las tijeras? “Pues lo que está regular no lo trabaje: córtelo, quítelo”. Él es el maestro, el único que tuve”.
La actividad literaria de Olga Elena Mattei, aparte de la poesía se ha extendido al periodismo, la crítica de arte y de música.
Su cantata Cosmofonía fue estrenada en la Radio y TV Francia en 1976 con música del maestro compositor Marc Carles. En 1979 participó en el “International Writers Program” de la Universidad de Iowa.
Su poema multimedia sobre el cosmos, Cosmoagonía fue presentada en los planetarios de Nueva York, Washington, Toronto, Santo Domingo, Puerto Rico, México y Colombia
Olga ha dado recitales individuales en auditorios importantes de París, New York, Washington, Madrid, Granada, Frankfurt, Hamburgo, Berlín, Toronto, Ottawa, Los Ángeles, San Francisco, México y veinte ciudades de América Latina.
Aparece en aprox. 40 antologías, enciclopedias, diccionarios y textos.(“Who is Who”)
Invitada al famoso Honorary Fellowship in Witting, Iowa University, USA i979
Invitada a numerosos congresos internacionales, como ponente y conferencista.
*Ha visitado Museos, Óperas, Salas de Música, S. Arqueológicos de casi todo el orbe.
*Traducida al inglés, francés y tagalo.
Promotora * Cofundadora de la Academia Antioqueña de Letras (1997)
Cultural * Cofundadora del Colegio de Academias de Antioquia (2000)
* Promotora Cultural en Medellín (ad hon.) por 25 a?os.
* Columnista El Mundo etc. Crítica en música, poesía, artes.
* Conferencista Historia antigua, Arqueología, Antropología.
Olga Elena escribió en un articulo titulado ¿ LEO LO QUE SOY O SOY LO QUE LEO?
“…Tengo nueve años y docenas de libros: “Las obras maestras adaptadas para niños”. Se ha discutido mucho acerca si esta idea es buena o mala. “Que una vez que de niños se ha leído al Quijote, ya nunca se le volvería a leer de adulto…”. Puede ser, pero no infaliblemente. Yo creo que el que no encuentra tiempo para leérselo de verdad, más tarde en la vida, mucho menos, lo hubiese encontrado, si de niño no lo hubiesen iniciado en el placer y en la vanidad intelectual.
Yo sí he repasado al Hidalgo de La Mancha y el poema del Mío Cid y, sobre todo, la Guerra de Troya (por cierto, con gran sorpresa, al descubrir que el Caballo no está en esta historia, sino en la siguiente!). Y la Odisea, de Ulises; y las Vidas Paralelas, de Plutarco; y Los Últimos Días de Pompeya , y los Caballeros de la Tabla Redonda, y El Monje del Monasterio de Yusti (Carlos V), y las fábulas de Esopo y de La Fontaine, etcétera. Y los libros de Julio Verne, y Moby Dick. Pero no repasé todo lo que leí en esa misma época, entre los ocho y los diez años: los hermanos Grimm, Hans Christian Andersen, Perrault y los Cuentos de Callejas, el Pinocchio, de Collodi, y Gulliver, de Swift; Robinson Cruseau, de Dafoe; Kim de la India, de Kipling; La Cabaña del Tío Tom, de Harriet B. Stow; y Alicia en el País de las Maravillas, de Carrol; y El Principito, de Saint Exupéry; Príncipe y Mendigo, David Copperfield y Oliver Twist, (Dikens), y Corazón, de Edmundo D´Amicis, y los libros de Vigil; y Heidy y Celia, y Mujercitas, de Louisse M. Alcott; y Papacito piernas largas, y Matar un ruiseñor, y Genoveva, y Ben-Hur, y Quo Vadis, y Ivanhoo, Lohengrin, los Cuentos de la Alhambra, de Washington Irving, y las Mil y una Noches..¡Ah! ¡Por Dios! Y Carrasquilla, mordaz caricaturista, incisivo sicólogo burlesco y filósofo de la vida; gloria del género costumbrista antioqueño. A este sí lo revisité, ya en la madurez, con gran deleite, alternándolo con R. Vélez de Piedrahíta.
Ya en la juventud, Filosofía y Apologética Universitarias.. lo que también retomaría, a lo largo de toda la vida: Aristóteles, Platón, Kant, Nietzche, Jung. Y Sicología: Freud, Martin de Santos, Piaget, Chomsky y otros. También leo los textos de medicina y genética, biología, psicología animal, Y evolución.
Y el Teatro Griego, por supuesto. Y mientras tanto, aún en la juventud, Poesía, Poesía y más Poesía. Primero, a los poetas colombianos anteriores, desde El Carnero, de Rodríguez Freyle, pasando por Marroquín, Gregorio Gutiérrez González, Arboleda, los 2 Caro, Rafael Nú?ez, Silva, Ricardo Nieto, José Eustasio Rivera, Pombo, Valencia, (los Parnasianos) Barba-Jacob, hasta Maya. A Meira, especialmente; y a los de Mito y los Piedracielistas; Pardo García, Jorge Rojas, Carranza, Aurelio Arturo. Y luego, a los de mi época. En los sesenta, leía, sobre todo, a los colegas de mi famosa Tertulia, desde Manuel Mejía Vallejo y Darío Ruiz, hasta Pilarica Alvear Sanín, pasando por su tío, Jaime Sanín Echeverri, y René Uribe Ferrer y Arturo Echeverri Mejía y Leonel Estrada y María Helena Uribe de Estrada. Y con gran admiración, a las demás poetas mujeres). También a todos los bardos que surgieron literalmente a manotadas, como los Nadaístas, y los de Acuarimántima, y los de Golpe de Dados… desde Mario Rivero, hasta ¿quién? Imposible enumerar.
Con los poetas colombianos, hoy todavía sigo tratando de actualizarme, pero, como dije al comienzo, ¡no puedo!
Y, claro, leía también a las mujeres: a las inglesas y a las americanas: Silvia Platt, Emily Dickinson, Emma Saint Vincent Milay, Marianne Moore y Elizabeth Bishop. Y en los ochenta, a todos los poetas y prosistas ingleses y americanos, desde Shakespeare a Byron, y Shelley y Yeats y Bernard Shaw (Irlandeses), Whitman y Erza Pound, Robert Frost y Robert Graves, William Carlos Williams hasta, Wild, Dylan Thomas, Connan Doyle, Ag. Christie, Elliot, y A. Guinsberg, etc. Y los franceses malditos (Verlaine, Rimbaud, Baudelaire, Mallarmé…) y Claudel y Prevert, Valéry, Éluard y Saint John Perse. Y a los rusos, del XIX al XX, incluyendo a mi amigo Evtushenko.
Y me falta mencionar a los españoles, desde Fray Luis y San Juan y Quevedo, hasta Bécquer, Juan Ramón, Martínez Sierra, Villa Espesa, Juan de Dios Peza, Machado, García Lorca, Alberti, Rosales, Hernández, Ángel González, etc.
Y a los suramericanos: por supuesto, Neruda, Borges..ect.. y a los mexicanos, y a las mujeres, desde Mistral, Ibarbourou, Storni, Delmira Agostini, hasta mí. ¡??!)
Pero a pesar de todo este bagaje, desde los años sesenta, yo prefería otras lecturas: Astronomía y Física, desde Copérnico y Kepler, hasta Hoyle, Lowell, Hubble… algo de Einstein, Sagan, Hawkins, Penrose, Michio Kaku, etc., etc.
La lista bibliográfica de mi obra “Cosmoagonía”, resultadode la ingesta (o indigestión?) de estas lecturas, (presentado en más de ocho planetarios, como los de Nueva York y Washington) es de veintinueve autores. Sin contar unas doscientas sesenta horas de documentales en VHS, grabados por mí, y la colección de revistas sobre el tema, como Science, Scientif America y Nat Geo.
Fascinantes, Azimov, el ruso erudito en todo, y Prigoguine, el del caos. Otra temática que me absorbe es la de la Paleoantropología (los dos Liki); Johansson, Darth, Dawon, Toby Tobías, Stringer, etc. Y l a Historia de la Evolución, desde Darwin hasta los últimos hallazgos. Del abrazo de este mundo previluviano, paso a la Arqueología, en la cual quedo sepultada: Arqueología del Medio Oriente (Sumeria, Asiria, Babilonia, Persia, etc), de Malta y las Ciclades; y de Egipto, civilización que es mi preferida y acerca de la cual soy conferencista. Grecia, Roma, Israel. Zimbawe, Mary, (la de Saba), etc. América, desde los Ananzazi, los Kajokians y sus Túmulos, el de la primera pirámide mexicana, Teotihuacán; los Mexicas, los Mayas (otra materia de mis conferencias), hasta los colombianos y varias étnias de Ecuador y Perú, como los de Caral, las momias de Chinchorro, los de Chanchán, los ,Mochicas los Moches, (la otra gran pirámide) y, por supuesto, los Incas: Machu Pichu;
Otra de mis culturas preferidas, la de los Khmer, de Angkor Wat, en Camboya, cuyo increíble templo es, para mí, la más extraordinaria maravilla del mundo, la segunda, sólo después de las pirámides de Egipto. Hasta allí, peregriné, para leerlo en piedra viva, como también, hasta Borobudur, en Java, la pirámide cien veces más elaborada y fabulosa que cualquier otra en el mundo (más temas de mis conferencias con ilustraciones). En cuanto a las culturas orientales, toca mencionar mi interés por la mitología y la historia Indú, (como por toda mitología y casi toda historia). Se abren el Bhagavadgita, el Mahabarata, el Ramayana. Y los grandes reyes, con su extraordinaria y profusa arquitectura escultórica. Y la historia de los Mongoles, que fueron los más grandes soberanos de la India y de la China. Y paralela, toda la historia de ésta última, con sus distintas religiones, sabios, (Confucio), pintores y poetas, magos de la sutileza; su tecnología y su medicina, y su arquitectura y artesanías consagradas a la devoción, o a la agricultura, y sus antiguas dinastías y ejércitos reales y de terracota!
Y toda la historia antigua, tanto de Oriente como de Europa: Grecia, Roma, los Bárbaros, los Árabes, Al Andaluz, Espa?a, los Turcos, los Tártaros, Rusia. La sucesión de reinos y reyes europeos, Inglaterra, Francia, sus peremnes guerras, las grandes Revoluciones. Las historias de las religiones, los mitos, las luchas exterminadoras sangrientas, los éxodos, las Cruzadas, la Inquisición, los sismos del Protestantismo, los crímenes de los reyes!
Y los heroísmos de los grandes navegantes, descubridores, y exploradores: chinos, portugueses, espa?oles, ingleses, holandeses. Las haza?as y la violencia y las Runas épicas de los Vikingos. Las infamias de los piratas famosos.
¿Cómo frenar mi entusiasmo por mencionar los hitos del panorama de la lectura sobre Historia? Me duele todo lo que me falte. Pero estoy pecando al extenderme!
Todo cuanto leo, se convierte en temáticas de mis obras.
Mas me falta hacer la confesión más vergonzosa que una escritora pueda hacer frente a ustedes, mis amigos intelectuales!!!!! Desde los a?os 70, yo no leo novela!…” ( Articulo completo :http://consejodeliteraturamedellin.blogspot.com/2009/09/leo-lo-que-soy-o-soy-lo-que-leo.html)
Este es el bagaje de esta mujer increíble.
Obra poética publicada:
Sílabas de arena (1962); Pentafonía (1964); La gente (1973); premiado y publicado por el Instituto Colombiano de Cultura en 1973; Huellas en el agua (1974); Cosmofonía (1975); Conclusiones finales (1989); Regiones del más acá (1994); Cosmoagonía (1995); Los ángeles del océano(2000),Escuchando al infinito(2005), El profundo placer de este dolor(2007).
Olga Elena ha obtenido importantes galardones entre los que destacaremos el Premio Nacional de Poesía “Guillermo Valencia” (1973), Premio Internacional de Poesía “Café Marfil” (1974), la Orden Les Aniserteurs du Roi (1976), el Premio Nacional de Poesía “Porfirio Barba-Jacob” (2004), Premio Nacional de Poesía “Meira Delmar” (2007), Premio “Humanismo Año 2000”, Colegio Altos Estudios de Quirama. Medellín.
Según señala Juan Diego Mejía, el autor de – El cine era mejor que la vida—:
Es fuerte y crítica de la sociedad y de su época. Pero más que su poesía, añade, fue fundamental en los años 50, rompiendo con el rol de la mujer, que hasta ese momento tenía su lugar en la casa, en los salones de té, y se atrevió a escribir poesía, a pesar de los ataques que recibía. Era algo así como lo que hicieron otras mujeres de su época, como Débora Arango, que rompieron tradiciones y dignificaron el papel de la mujer.
“Soy agnóstica. Creo que si Dios existe o no, no es problema mío”
“Olga Elena se murió 12 minutos en 2014, tras un repentino ataque al corazón, (cuenta el periodista y amigo de la autora DANIEL GRAJALES TABARES) , escritores amigos que tenemos en común presenciaron el momento en el que el médico la dio por muerta y menos de 15 minutos después la hizo latir. Despertó, como una momia egipcia que se levanta para seguir con su rugir.
En esos doce minutos, en el periódico El Mundo, armamos un especial dedicado a Olga Elena. Estábamos con la euforia del periodismo y el dolor de su partida, buscando rendirle un homenaje, guiados por Irene Gaviria y Luz María Tobón.
Lloramos, lo lamentamos y le marcamos a personajes como Héctor Abad Faciolince, que no se demoró en tuitearlo. Y, pum, en unos minutos, otra llamada: “Está viva. La revivieron”…
Pasaron unos días hasta que Olga Elena y yo pudimos volver a hablar. Me dijo que la muerte era “negro picho”, que no se veía nada. Meses después lanzó su Recital Póstumo, lo llamó su primer recital después de su primera muerte.
Hizo un recital hermoso con esa voz aterciopelada y ronca, potente, con la que batalló en la poesía casi un siglo, emocionando al público que escuchó de viva voz sus versos sobre el sentido de la vida: eligió, de su obra, los poemas que tenían que ver con la existencia, con el más allá, con lo paralelo y lo divino. Lo mismo que seleccionó para el libro del Metro. Brilló después de morir.“
Thomas Merton, Maestro poeta y humanista, USA. dijo de la obra de Olga :
“… sus poemas, llenos de vida y de luz… me conmovieron muchísimo…” Carta, 1964.
“Este pobre hermano acaba de tratar de decirle su emoción por su grande poema. Oyendo su voz clara… le confieso que me quedé balbuciendo… trato de descubrir unas palabras que decirle… agradezco la emoción inolvidable que tuve al leerlo…” Carta, 1965.
Ernesto Cardenal, Maestro y poeta de Nicaragua,escribio:
“OEM se revelo ya como una de las voces mas valiosas de la poesía colombiana e hispanoamericana… explora terrenos nuevos de la poesía… nueva temática y una expresión nueva acomodada a esta temática… usa como material poético aquello que siendo indiscutiblemente poético no había sido usado antes… y el lector al final se da cuenta de que el (extenso poema Pentafonia) es también redonda como la naranja y como el cosmos (de los cuales trata)… y que ha venido madurando hasta la perfecta redondez…” Revista “Pluma”, Bogota, 1965.
“ESTAFETA LITERARIA” (Madrid):
“(…) Clarividencia… agonía por la palabra…poesía descarnada, ascética (…) El tono de conversación alcanza validez poética.
Estamos frente a la poesía de la Antipoesía (…) La dimensión cósmica alcanza en Olga Elena Mattei una honda vibración genesial, mediante la cual se asiste al juego de las fuerzas rectoras del universo físico – espiritual, llevadas de la mano por la palabra que las sujeta y que, al mismo tiempo, se siente desbordada por la potencia embrionaria que las anima. Esta dimensión cósmica estalla en el poema Pentafonia…” (Sección de libros, 1 de Enero de 1976).
Enlaces de interés :
http://consejodeliteraturamedellin.blogspot.com/2009/09/leo-lo-que-soy-o-soy-lo-que-leo.html
https://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-13982003
https://diariocriterio.com/olga-elena-mattei-por-daniel-grajales/
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