15 Poemas de Raúl Gomez Jattin

Lola Jattin

Más allá de la noche que titila en la infancia
Más allá incluso de mi primer recuerdo
Está Lola – mi madre – frente a un escaparate
empolvándose el rostro y arreglándose el pelo
Tiene ya treinta años de ser hermosa y fuerte
y está enamorada de Joaquín Pablo – mi viejo –
No sabe que en su vientre me oculto para cuando necesite
su fuerte vida la fuerza de la mía
Más allá de estas lágrimas que corren en mi cara
de su dolor inmenso como una puñalada
está Lola – la muerta – aún vibrante y viva
sentada en un balcón mirando los luceros
cuando la brisa de la ciénaga le desarregla
y el pelo y ella se lo vuelve a peinar
con algo de pereza y placer concertados
Más allá de este instante que pasó y que no vuelve
estoy oculto yo en el fluir de un tiempo
que me lleva muy lejos y que ahora presiento
Más allá de este verso que me mata en secreto
está la vejez – la muerte – el tiempo incansable
cuando los dos recuerdos: el de mi madre y el mío
sean sólo un recuerdo solo: este verso

Raúl y su madre Lola

Que te vas a acordar Isabel

Que te vas a acordar Isabel

de la rayuela bajo el mamoncillo de tu patio

de las muñecas de trapo que eran nuestros hijos

de la baranda donde llegaban los barcos de La

Habana cargados de…

Cuando tenías los ojos dorados

como pluma de pavo real

y las faldas manchadas de mango

Qué va

tú no te acuerdas

En cambio yo no lo notaste hoy

no te han contado

Sigo tirándole piedrecillas al cielo

Buscando un lugar donde posar sin mucha fatiga

el pie

Haciendo y deshaciendo figuras en la piel de la

tierra

y mis hijos son de trapo y mis sueños de trapo

y sigo jugando a las muñecas bajo los reflectores

del escenario

Isabel ojos de pavo real

Ahora que tienes cinco hijos con el alcalde

y te paseas por el pueblo con un chofer endomingado

ahora que usas anteojos

cuando nos vemos me tiras un “qué hay de tu vida”

frío en impersonal

Como si yo tuviera eso

Como si yo todavía usara eso.

El Dios que adora

Soy un dios en mi pueblo y mi valle
No porque me adoren  Sino porque yo lo hago
Porque me inclino ante quien me regala
unas granadillas o una sonrisa de su heredad
O porque voy donde sus habitantes recios
a mendigar una moneda o una camisa y me la dan
Porque vigilo el cielo con ojos de gavilán
y lo nombro en mis versos  Porque soy solo
Porque dormí siete meses en una mecedora
y cinco en las aceras de una ciudad
Porque a la riqueza miro de perfil
mas no con odio   Porque amo a quien me ama
Porque sé cultivar naranjos y vegetales
aún en la canícula   Porque tengo un compadre
a quien le bautice todos los hijos y el matrimonio
Porque no soy bueno de una manera conocida
Porque amo los pájaros y la lluvia y su intemperie
que me lava el alma  Porque nací en mayo
Porque mi madre me abandonó cuando precisamente
más la necesitaba   Porque cuando estoy enfermo
voy al hospital de caridad   Porque sobre todo
respeto sólo al que lo hace conmigo   Al que trabaja
cada día un pan amargo y solitario y disputado
como estos versos míos que le robo a la muerte

Un probable Constatino Cavafis a los 19

Esta noche asistirá a tres ceremonias peligrosas 
El amor entre hombres 
Fumar marihuana
Y escribir poemas

Mañana se levantará pasado el mediodía
Tendrá rotos los labios
Rojos los ojos
y otro papel enemigo

Le dolerán los labios de haber besado tanto
Y le arderán los ojos como colillas encendidas
Y ese poema tampoco expresará su llanto

El agresor oculto

Me envenenó la vida
Me sustrajo de mi movimiento natural
y me entregó a las sombras
de los amores no correspondidos
Me trastocó los sueños
metiéndose como un conspirador entre sus grietas
Desempolvó recuerdos
que hablaban de partidas y de adioses
Mientras tanto mi alma
acostumbrada a la desgracia
lo veía hacer
como un condenado que presencia
el levantamiento del patíbulo

El disparo final en la Vía Láctea

En el cielo profundo de mis masturbaciones
ocupas ese ámbito de deseo irrefrenable y voraz
Inagotable y tierno que te devora el sexo
aunque tú no lo sepas   Tu cuerpo habita el mío
Y es tan mío como no pudo serlo allá
en la realidad   Es mío cuando yo te deseo
De esa misma manera impalpable y eterna
como este libro es tuyo   Como yo soy de ti

Habitamos el ocho   Doble infinito
de los dos universos   El 8 de los círculos
El que parece dos astros hermanos y gemelos
El que parece dos ojos   Dos culos cercanos
El que parece dos testículos besándose

Cuando llegas a mi cielo estoy desnudo
y te gustan las columnas de mis pierna
para reposar en ellas   Y te asombra
mi centro con su ímpetu y su flor erecta
y mi caverna de Platón carnal y gnóstica
por donde te escapas hacia la otra vida
Y en ese cielo te entregas a ser lo que verdaderamente
eres   Agresión de besos   Colisión de espadas
Jadeo que se estrella como un mar contra mi pecho
Locura de tus ojos orientales alumbrando
la aurora del orgasmo mientras tus manos
se aferran a mi cuerpo   Y me dices
lo que yo quiero y respiras tan hondo
como si estuvieras naciendo o muriendo
Mientras nuestros ríos de semen crecen
y nuestra carne tiembla y engatilla su placer
hacia el disparo final en la Vía Láctea

En las sabanas de nuestro cielo hay nubes
perfumadas de axilas y delicados residuos
del amor   En la almohada el hueco
que tu cabeza ha dejado oloroso a jazmines
Y en mi alma y mi cuerpo el inmenso dolor
de saber que desprecias mi amor

Oh tú por quien mi vida renació
dentro la lumbre de la muerte

Yo tengo para ti mi buen amigo

Yo tengo para ti mi buen amigo

un corazón de mango del Sinú

oloroso

genuino

amable y tierno

(Mi resto es una llaga

una tierra de nadie

una pedrada

un abrir y cerrar de ojos

en noche ajena

unas manos que asesinan fantasmas)

Y un consejo

no te encuentres conmigo

Los poetas

Los poetas – Amor mío – son 

unos hombres horribles unos 

monstruos de soledad – evítalos 

siempre – comenzando por mí.

Los poetas – Amor mío – son 

para leerlos. Más no hagas caso a 

lo que hagan en sus vidas.

Veneno de serpiente cascabel

Gallo de ónix y oros y marfiles rutilantes 
quédate en el ramaje con tus putas mujeres 
Hazte el perdido El robado Hazte el loco 
Anoche le oí a mi padre llegó tu hora

Mañana afílame la tijera para motilar al talisayo 
Me ofrecieron una pelea para él en Valledupar 
Levántate temprano 
y atrápalo a la hora del alimento Dijo mi padre

Talisayo campeón en tres encuentros difíciles 
He rogado y llorado que te dejen para siempre
como padre gallo
Pero a mi padre ya le dieron el dinero 
y me compró un juego de dominó para engañarme

Pero ya estás cantándole a la oscuridad 
para que se vaya Te contestaron tus vecinos 
Y mi padre está sonando sus chancletas en el baño 
Es imposible evitar que te manden otra vez a la guerra
Porque si mañana te espanto padre de todas maneras 
hará prenderte por José Manuel el indio Así que 
prepárate a jugarle sucio a su contenedor Pues 
le robé al indio un veneno de serpiente cascabel 
para untarlo en las espuelas de carey

En medio del tumulto y la música de acordeones 
me haré el pendejo ante los jueces que siempre 
me han creído un niño inocente y te untaré 
el maranguango letal. Es infalible como el mismo diablo 

Voy a apostar toda mi alcancía a nuestra victoria 
Con lo ganado construiré un disfraz de carnaval 
y lo adornaré con tus mejores plumas

Si las nubes

Si las nubes no anticipan en sus formas la historia de los hombres

Si los colores del río no figuran en los designios del Dios de las aguas

Si no remiendas con tus manos de astromelias las comisuras de mi alma

Si mis amigos no son una legión de ángeles clandestinos

Qué será de mí.

De lo que soy

En este cuerpo

en el cual la vida ya anochece

vivo yo

Vientre blando y cabeza calva

Pocos dientes

Y yo adentro

como un condenado

Estoy adentro y estoy enamorado

y estoy viejo

Descifro mi dolor con la poesía

y el resultado es especialmente doloroso

voces que anuncian: ahí vienen tus angustias

Voces quebrada: ya pasaron tus días

La poesía es la única compañera

acóstumbrate a sus cuchillos

que es la única

El mercader de las palabras

Viviste de ella

No le pagaste su valía en lo que valía

La vida te llevaba hacia otras cosas

Distraído te olvidaste de la Inspiradora

y ella se alejó de tí

No le ofrecías un altar de sus merecimientos

Terrible enemistad:

Su cara adusta seca la boca

Estrangula el sentimiento

Sus gestos desolados nublan el alma

Ahora quisieras Oh querido

no haberla herido tanto

El que no entendió nunca

Fuiste testigo indolente

No comprendiste

Ni ayudaste a la víctima

Fuiste cómplice de la perfidia y la ignorancia

Tácitamente aceptaste

que aquel hombre no valía la pena

Cuando lo llevaban al matadero

estabas cerca de él

y sólo miradas de rencor le prodigaste

Cuando te preguntaron

si aquel amigo que aparecía en sus poemas eras tú

lo negaste airado

¿Hoy que vives entre cosas cotidianas

te olvidas de aquella época ilustre

cuando a tus pies tuviste la poesía?

Me defiendo

Antes de devorarle su entraña pensativa

Antes de ofenderlo de gesto y palabra

Antes de derribarlo

Valorad al loco

Su indiscutible propensión a la poesía 

Su árbol que le crece por la boca 

con raíces enredadas en el cielo.

El nos representa ante el mundo 

con su sensibilidad dolorosa como un parto.

Conjuro

Los habitantes de mi aldea

dicen que soy un hombre

despreciable y peligroso

Y no andan muy equivocados

Despreciable y peligroso

eso han hecho de mí la poesía y el amor.

Señores habitantes

Tranquilos

que sólo a mi

suelo hacer daño.

Raúl del Cristo Gómez Jattin (Cartagena de Indias, Colombia, 31 de mayo de 1945-Cartagena de Indias, 22 de mayo de 1997). Poeta. Considerado una de las grandes voces de la poesía posvanguardista colombiana de finales del siglo XX.

Hijo de padre colombiano y madre libanesa, su infancia transcurrió en Cereté y otros pueblos del norte de Colombia. Su padre abogado lo inició en la poesía de Luis Carlos López, el gran poeta cartagenero que era amigo de la familia. Al terminar los estudios escolares fue enviado a Bogotá para iniciar la carrera de Derecho, suspendida después de incursionar en el teatro  donde sorprendió como actor y director en el montaje “Las muñecas que hace Juana no tienen ojos”, basado en uno de los cuentos de Álvaro Cepeda Samudio.

Después de algunos años, regresó a Cereté, donde inició su carrera poética. Publicó su primer libro a la edad de 35 años bajo el título “Poemas”(1981). Le siguieron “Tríptico Cereteano”(1988), “Hijos del tiempo”(1989), en ese mismo año, 1989, Editorial Norma publicó su antología ‘Poesía’ (1980-1989), le siguieron “Retratos”(1992),“El esplendor de la mariposa”(1995), poemas escritos en el manicomio y la cárcel, “El libro de la locura”(2000), y ” Los poetas, amor mío…” (2000) -Libros póstumos-.

Los últimos diez años de su vida transcurrieron en Cartagena. Dictaba talleres de teatro y poesía en el Museo de Arte Moderno y en la Universidad de Cartagena. En esta época, sufrió múltiples crisis maníacas y depresivas severas al agravarse su trastorno bipolar debido al abuso de sustancias psicoactivas.

Sumido en la indigencia total, falleció en Cartagena en mayo de 1997 atropellado por un bus de servicio publico que no se detuvo.  La prensa regional y nacional se apresuró a registrar el hecho, sin investigar la muerte del poeta, como un suicidio. Tenía 52 años.

Según narra Vladimir Marinovich –autor de Los últimos pasos del poeta Raúl Gómez Jattin– meses antes de la muerte del poeta, los vecinos de Cartagena de Indias lo veían “sentado en las bancas del parque o acostado en el piso pelado del pórtico de la escuela, vestido de camisas y pantalones de colores chillones, siempre sin zapatos”. Día y noche bailaba, cantaba, ponía apodos, gritaba obscenidades y se burlaba de todos, “para luego pasar a la agresividad” y “arrebatar lo que uno estuviera comiendo, bebiendo o fumando”.

En el 2004 se publicó la antología ‘Amanecer en el Valle del Sinú’, que reúne la obra de Raúl Gómez Jattin, seleccionada y prologada por Carlos Monsivais, en edición de Tierra Firme del Fondo de Cultura Económica de México. 

Raúl Gomez Jattin es uno de esos poetas que, cual estrella fugaz, dejan el alma suspendida por un instante y, cuando recobramos el aliento, seguimos anhelando contemplar su breve, hermoso e intenso destello…

Gracias poeta…

Enlaces de interés :

https://www.eltiempo.com/lecturas-dominicales/arde-raul-de-heriberto-fiorillo-fragmento-veinte-anos-de-muerte-91120

https://www.eluniversal.com.co/suplementos/facetas/raul-gomez-jattin-la-tragedia-del-poeta-XI6587198

https://culturadecordoba.tripod.com/escritores/rgomez_noticias.html

https://www.cronica.com.mx/notas-rescatan_primer_libro_de_raul_gomez_jattin__el_colombiano_entre_la_locura_y_la_poesia-1199659-2021.html

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