11 Poemas de Soledad Fariña

Aun no es tiempo

 
Muge la tierra el ocre  el terracota  el gris  el negro
abrir la axila, hay una herida inmensa             volcán
reteniendo sus aullidos:
acallarlo

– Aún no, aún no es el tiempo de la poda de las
guías rastreras,
mascullan los choroyes,
– Aún no es el tiempo de la poda de las guías
Rastreras

Mirar el hueco entonces –pobres humores grises
Y taimados-, detener el impulso volcarse al agujero:

Hay un rojo que brama por estallar
–   Aún no es tiempo,  aún no es tiempo

De El Primer libro (1985)

Todo tranquilo, inmóvil

Había que pintar el primer libro pero cuál pintar
cuál primer      tomar todos los ocres            también
el amarillo oscuro de la tierra
capas unas sobre otras: arcilla terracota ocre
arañar un poco      lamer los dedos para formar
esa pasta ligosa
untar los dedos      los brazos     ya estás abierto
páginas blancas abiertas   no hay recorrido previo
tratar de hendir los dedos

– Por qué tan tristes     por qué así estos colores,
  dicen, preguntan los choroyes de alas verdes
  que pasan en bandadas
– Por qué esa oscuridad, gritan
– Hay un negro que sombrea   que nos cubre

Se alejan pero no alcanzan a ver el rojo que descubro
Debajo de mi axila.

– No hay claridad, no hay claridad, graznan
– Ha caído la nube gris sobre mi vuelo: eran granizos
   era hielo el que quebró mis alas

 
Y ahí en las alambradas, suspendido su vuelo
se dan a murmurar

 
todo tranquilo      inmóvil apacible

Viajo en mi lengua

 
                    de arena pantanosa

dos vocales                           O           E

Viajo y rozan los bordes mi arenilla dormida
Adentro          más adentro de la cavidad sonora
                       tus vocales      las mías
                       en el ronco gemido

Me aferro a mis moluscos              Penetro las papilas
Adentro          más adentro llego hasta el estertor
al eco de otra lengua La camino
recorro    la nostalgia      la cerco
Pero a la piel no llegan claros los envíos

Qué sintaxis           Qué paisajes que mis ojos no vieron
Quieren brotar desde esas aguas

                                       y tu lengua             mi lengua

Crujen los huesos de esta prisión

                 Intento abrir al ritmo de mi abdomen

un hueco a la palabra             Se encabritan las olas
de mi cabeza                          Aúllo              Aúlla

 
                                               el celador pliegue
                                               de mi memoria

         (mi naranja guardada por cáscara porosa)

Nadie entra en esta esfera       Apretada
me sumo    Zumo líquidos que irrigan
mis conductos    Pero las fosas husmean
buscando la fragancia             Mi naranja olorosa
apretada resiste pero el dedo se hunde
desgarrando            Me abro en gajos amarillos
y crujo este sonido al desmembrarme

De Albricia (1988)

Fue el frío fue el granizo

Espera la mueca el turno del deslice
líquida escurre por el cuello
atenta al gorgoreo de las venas azules

– No escuchar No escuchar ese torrente
murmuran los choroyes

Sigue la mueca su derrame oscuro
desborda la hendidura del pecho y
quién fue
quién succionó quién las cuarteó
a esas dos -pregunta

– Fue el frío fue el granizo tupido
el que quebró las alas

Se lamentan picotean sus pechos emplumados
y la arcillosa insiste quién fue
quién succionó
quién las cuarteó a esas dos
se avergüenzan picotean sus pechos emplumados

¿quién?

                                                a Blanca Wiethüchter, poeta boliviana.

no la loba la zorra se alza
entre sus sombras alta la lengua
negra veo cómo corrompe el
verbo arranca las raíces del
mundo que la cifra la seda de
unos labios hilando entre las
llamas cercena la palabra de la
cosa sumisa la sombra rencorosa
sin leyenda sin nombre ¿qué
hacer? este terco fulgor
ambiciona un sentido un fuego
no el instante ni la trampa del
cuerpo unir los hilos, dice, con
aullido de hiena de visión en
visión (ninguna es verdadera)
templar, templar el hilo la piedra
que te mira -todo confluye en ella
la loba que protege la zorra que
me incita- templar hasta saltar
libre como una nuez aguzar el
oído palpar tocar la piedra
desconocida y verbal la llama y su
fulgor largamente añorado

frente al espejo

a Blanca Varela, poeta peruana.

ahueca el pelo lentamente
y se dice palabras al oído

(ácidas     rojas)

deslumbrante   se viste de jirones
el ojo fijo en la otra
del espejo

se raspa el corazón con un rastrillo
que robó del jardín de su Edén
y recuerda el vals     de su Edén

engulle
las palabras que le sobran

su vacío permite un gemido
al animal     paralizado
ante el rencor del enjambre

detención     para tomar resuello
lucidez          que sube de la sombra
a tajear lo indecible:

el horror     el temor          el lienzo blanco
a horcajadas

en el canto sagrado

Con este lazo rojo

Salgo loba a la calle   corro

por la calle elevando remolinos 

de polvo    así no me ven

Abro puertas  fauces   llaves

dejo las llaves abiertas

las puertas    abro las fauces

elevando remolinos de polvo

Así no    Me ven     Agazapada

a tu espalda hundiéndote los dedos

dónde llamar     agoté las fichas

no hay más fichas  no hay más números

dónde llamar

De Narciso y los árboles(2001)

¿Te acuerdas?

Sueño deambulando blanca y calva por la calle

con un lazo rojo atado al cuello   para que no me ojeen

no me hagan mal de ojo

me puse esa falda negra y larga que arrastra suciedades

de la calle

esa negra ¿te acuerdas?

llevo horas deambulando con mi lazo atado al cuello

para que no me ojeen

despierto desnuda  la mano en la garganta:

el talismán

alguien lo arrancó de mi cuello

con fuerza lo arranqué de mi cuello

De Narciso y los árboles(2001)

Dónde vaciar el grito

Sueño cabalgándote   espoleando 

tus flancos    de loba

pintarrajeada  quién va a saber 

quién soy

Suben hormigas por los dedos 

de los pies

ascienden como murmullo

insistentes

quieren salir por las fauces

como bramido

pero no hay fichas   ni casetas telefónicas

se gastaron los dedos y los números haciendo

musarañas en el aire de tanto marcar el aire

dónde vaciar el grito

escondida en tu puño  lamiéndote las yema

De Narciso y los árboles(2001)

a la más bella piel

a Claudio Bertoni, poeta chileno

sagrado territorio que te aparta del aire
apartas de mi boca las bocas
nombrando lo lamido;   piernas brazos
por gemido disperso vientre pubis
humus blanquísimo
hojarasca
escapada a la noche en la piel de su piel
escroto dices perdón     sobre todo perdón
glande sagrado
mínimo en umbral de la luz
ata y desata   secreto manantial
de leche agria
dulce
en su estertor de miedo

Soledad Fariña Vicuña (Antofagasta, Chile, 20 de diciembre de 1943). Poeta, escritora y profesora de Literatura en la Escuela de Educación parvularia y básica Inicial en la Universidad de Chile. Estudió Ciencias Políticas y Administrativas en la Universidad de Chile, Filosofía y Humanidades en la de Estocolmo; y Ciencias de la Religión y Cultura Árabe.

Estudió Ciencias Políticas y Administración, para ponerse a trabajar y poder ayudar en casa. Se casó y tuvo hijos, mientras trabajó en Endesa, que en ese momento era semi estatal. Activa políticamente, se unió al Partido Socialista. Luego del Golpe de Estado, termina exiliada entre 1973 y 1978; es allá donde comienza a lanzarse a la escritura, que aunque era un interés y vocación previo, no había tenido posibilidades de desarrollar. La familia regresa a Chile, y Fariña trabaja en lo que puede y sigue estudiando.  

En 1985 Soledad Fariña publicó su primera obra El primer libro. Los poemas de este volumen indagan y cuestionan el proceso mismo de la escritura. Luego vendrían “Albricia” (1988), “En amarillo oscuro” (1994),Narciso y los Arbolespoesía, Editorial Cuarto Propio, Santiago(2001), Donde comienza el aire, poesía, Ed. Cuarto Propio, Santiago, Se dicen palabras al oído, Ed. Torremozas, Madrid(2007), Pac Pac Pec Pec, poesía Ed. Literal, México (2012)Yllu, poesía, Editorial LOM. Santiago(2015), “1985”poesía, Ed. Das Kapital, Santiago (2016) y una decena de títulos más, las antologías La vocal de la tierra, antología poética.( Editorial Cuarto Propio. Santiago, 1999),  El primer libro y otros poemas (2016) y Pide la lengua (2017).

También destacamos su versión de las traducciones de Safo, “Ahora mientras danzamos” (2012) y libros de ensayos como “El deseo hecho palabra” (2021).

En 2021 publicó «Otro cuento de pájaros» , su primer libro de relatos.

Ha participado en numerosos encuentros de poesía y recitales tanto en Chile como en otros países.
Ha dirigido talleres de literatura en The Grange School y en las universidades Diego Portales, Mayor, Finis Terrae.

Premios
Beca del Fondo Nacional para la Difusión del Libro y la Lectura para realizar talleres de creación literaria, 1994
Beca del Fondo de Desarrollo de las Artes y la Cultura para escribir un libro de poesía, 1995
Beca del Fondo de Desarrollo del Libro y la Lectura para escribir un libro de poesía, 2002
Beca Guggenheim, 2006
Beca del Fondo de Desarrollo del Libro y la Lectura para escribir un libro de poesía, 2006
Finalista del Premio Altazor de Poesía 2007

Premio por trayectoria de la fundación Neruda, 2018 y Premio a la Trayectoria en el Festival de Poesía La Chascona, 2018.

Premio Plagio a la Creatividad Artística 2023

  

Enlaces de interés :

https://web.uchile.cl/publicaciones/cyber/16/escritoras2.html

http://www.region2.cl/soledad-farina-escritora-confirmada-para-filzic-2018-una-de-las-mayores-formas-de-resistencia-es-la-poesia/ https://revistaextrabismos.com/index.php/2022/02/07/entrevista-a-soledad-farina/ https://www.latercera.com/culto/2021/07/17/soledad-farina-poeta-chilena-el-despliegue-que-han-hecho-en-los-ultimos-anos-las-mujeres-escritoras-ha-sido-notable/

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